Con este número cerrábamos una etapa. Fueron veinte páginas con (dudo que fuera) lo mejor de cada uno de nosotros. El LADRIDO se despedía de sus (dudosos) lectores tras un buen puñado de meses al lomo y otro puñado de números. ¿Siete? ¿Diez? ¿A alguien le importaba realmente?
Tantas dudas son las que llevaron al cierre del LADRIDO con este número doble dedicado a dos temáticas totalmente dispares: la ciencia-ficción y los zombies.
Los colaboradores no estaban tan entregados como antaño, y después del experimento Hamster Royale ya no quedaban ganas para muchos más líos en papel,,, por el momento. LADRIDO #9-10 fue el cierre. Más candado oxidado que broche de oro, lo reconocemos, pero de algo hay que morir. Como mínimo había un Puto Perro en la portada, que es más de lo que había sucedido en otros volúmenes.
Y aunque prometimos no regresar jamás,,, nunca hay que fiarse de nosotros. Que fallamos hasta en eso.