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Perfiles Peekaboo: Lisbette Vargas

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Lisbette Vargas, es una joven Dominicana que desde pequeña siempre soñó con tener una niña. Diosito les envió primero dos príncipes y estaba decidida a seguir buscando su princesa. Hasta que Dios los bendijo con una gordita hermosa.
Cuando supo que tendría una niña corrió a las tiendas en busca de trajecitos y ropita como la que recuerda le ponían cuando pequeña, ropa fina, delicada, encajes, panalitos, lino, etc; pero para su sorpresa, la mayoría de la ropa en las tiendas era ropa sencilla, de tela no tan fina.
Muchos diseños repetidos y algunos que ni siquiera parecían para niñas…y pensó: “Cómo yo deben haber muchas madres latinas acostumbradas al tipo de vestimenta que yo buscaba. Cuyas madres las vestían como niñas y quienes desearían que sus princesas pudieran vestir esas prendas también”.
Y es en ese momento cuando Lisbette comenzó a investigar, a conocer un poco de telas, texturas, encajes, y a dibujar diseños que recordó de su infancia, a buscar inspiración que poco a poco fue llenando su celular de fotos. La primera en saber sobre sus ideas fue su mamá, y junto a ella comenzó a darle forma a este proyecto que lograría hacer que las niñas vistieran nuevamente como niñas. Luego habló con su mejor amigo, su esposo, que es también un exitoso emprendedor y este coincide en su idea. “Que tu pareja te apoye en un proyecto es parte esencial para que funcione. Y es en ese momento en donde me decido a lanzarme de lleno en este lindo plan”, nos comenta Lisbette.
Así sin más nace este nuevo bebé, Lil Chic Chick. Con su mamá al pie de la máquina de coser, creando ideas de diseños que Lisbette confecciona. Con el tiempo, poco a poco su equipo ha ido creciendo y ahora son más trabajando por el mismo fin, su equipo está compuesto por mujeres, madres de niñas que comparten esta ilusión. Por ello, su corazón está puesto en las piezas que hacen.
Lil Chic Chick son prendas artesanales porque son únicas y son adornadas con materiales de calidad, perlas, pedrería y detalles que marcan la diferencia. Al mismo tiempo, se enfoca en que sean piezas cómodas para que las niñas puedan jugar y moverse con libertad, pues eso es parte de que sean niñas.
“La satisfacción de ver niñas felices con nuestras piezas es increíble! Y al ver a las madres felices también compruebo que mi sospecha era cierta. Sé que vamos a dejar una huella en la moda infantil y esperamos ser inspiración para que otras mujeres emprendedoras se unan a este hermoso proyecto cuyos frutos los vemos cada vez que una niña se siente feliz con uno de nuestros vestidos”.

