Sé el vigilante del desarrollo de tu hijo

del Sé el vigilante desarrollo de tu hijo

Una de las claves en el abordaje infantil, es la sincronización entre la familia y el equipo médico; cuando se logra y pueden establecer un plan basado en las necesidades presentes en el niño, se cuenta con herramientas más eficaces y acertadas de atención.

Pero, ¿qué tiene que ocurrir para poder llegar a este punto de trabajo en equipo? La detección de aquellas señales ó signos que hacen referencia a una alteración en una -ó más- área de desarrollo, ya que, reconocerlas es el punto de inicio para comenzar el proceso de identificar qué podría estar ocurriendo y en función a esto, el tratamiento y equipo médico correspondiente.

Es cierto que surgen muchas dudas y comentarios durante los primeros años de vida de los niños en cuanto a su desarrollo “¿A qué edad debe hablar?, ¿El gateo es importante?, su hermano/primo ya a esta edad caminaba” entre otros, que puede generar preocupación a los padres. Siempre recuerdo la importancia de no comparar a los niños, porque esa “medición” puede no ser objetiva ni justa, si de pronto no hay un punto de referencia acerca de cómo es el proceso evolutivo ó tienen dudas acerca del proceso de tu hijo, lo recomendable es recibir la información del pediatra ó también de algún especialista en neurodesarrollo infantil.

El desarrollo es un proceso gradual y madurativo a través del cual el niño adquiere funciones que le permiten alcanzar la autonomía, y a pesar de que cada niño va a responder según los estímulos que le rodean, hay ciertos logros que deben ser espontáneos y naturales según cada edad. Y aunque sabemos que el desarrollo NO es rígido y que es influenciado por diversos factores, es necesario resaltar que si debe mantener su cronología.

Enlistar aquellas señales de alerta es un poco complejo, ya que, al ser muchos procesos correspondientes a las diferentes áreas de desarrollo nos referimos a un conjunto extenso de señales ó signos. Un punto importante es que como padres puedan reconocer las áreas de desarrollo y esa “escalera” que cada niño va transitando según va adquiriendo funciones y concretando procesos. ¿Para qué? Pues para la detección temprana, para trabajar en equipo y poder ver más allá de un diagnóstico las necesidades y el potencial de cada niño.

Vigilar el desarrollo de tu hijo es brindarle la ayuda en el momento justo, es acompañarlo con herramientas y brindarle un futuro lleno de posibilidades.

Lorena Jiménez

Psicólogo infantil certificada en Disciplina Positiva @Famikids www.famikids.org