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LA ASERTIVIDAD DURANTE el embarazo
Según el psiquiatra venezolano Juan José Moles, la asertividad es la expresión honesta y funcional de nuestras emociones y sentimientos dirigidos a otras personas de tal manera que respetamos los límites del derecho de cada quien. Por su parte, la mexicana Berta Madrigal Torres de la Universidad de Guadalajara, refiere que la asertividad implica una comunicación segura y eficiente ndudablemente, al estar embarazada la vida interna de la mujer se vuelca en una infinita esperanza en la espera de su hermoso varón o hembra, sin saber cuál será el sexo del hijo que espera en su vientre floreciente. Entrando ya en el cuarto mes del embarazo, se torna la mente abierta, ávida de la mujer hacia la evolución normal, que su hijo crezca rápidamente y tocarlo a través de su vientre saliente, añorando esperanzadamente su llegada, un día, ya sea primavera, verano, otoño o invierno.
Ya entrando en los 4 meses de embarazo para la mujer que ya tiene hijos, o a los 5 meses en la espera del primogénito, los movimientos de su hijo la compenetran totalmente con él, estableciéndose el vínculo madre – hijo que transforma a la mujer en un ser más humano, amoroso y comprensible con sus semejantes.
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Es cierto, esos movimientos de su hijo representan para ella el nacimiento de una nueva vida que se acerca cada minuto, cada hora, cada día, a la espera de su llegada. Al colocar sus manos llenas de esperanza sobre su vientre prominente que crece rápidamente a partir de los 6 meses, percibe en cada momento los movimientos cada vez más saltones y vigorosos, manifestando su presencia y su dulce espera.
A medida que progresa el crecimiento y desarrollo de su hijo en su vientre, ya a los 7 u 8 meses de embarazo, la comunicación madre e hijo se intensifica de día y de noche, evolucionando en sueños maravillosos y resplandecientes la cercanía de la llegada de su hijo que tanto añora y desea.
Al estar en la recta final del embarazo, a los 9 meses, las mujeres llenas de júbilo y felicidad realizan todos los preparativos para recibir gozosamente a su hermoso hijo, dando gracias infinitas a nuestro Dios misericordioso por haber logrado un embarazo a término y saludable.
Arreglando su cuartico con cuadritos con figuras infantiles, una pequeña lamparita que iluminará su habitación durante sus sueños nacientes. No olvidando acomodar su ropita blanca, celeste o rosada bien lavada y planchada.
Ya llegó el encuentro madre e hijo, que sentimiento tan infinito, que felicidad tan incalculable al tener su varón o hembra entre sus brazos amorosos, mirando a su hijo cara a cara, que rostro de dulzura que ilumina su alma regocijante.
Así, una vida con comunicación asertiva entre madre e hijo les permitirá una transformación total hacia seres humanos con alta calidad humana, fortaleciendo cada día los valores de humanidad, amor, solidaridad, comprensión y empatía hacia sus semejantes, conviviendo en un alrededor afectuoso y esperanzador.
Dra. Sulay Villalobos de Vega Especialista en Obstetricia y Ginecología