Carmen de la Cruz Centro Regional del PNUD para América Latina y El Caribe
Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
Resumen: Este artículo presenta una breve reflexión en torno a la importancia de profundizar en modelos de desarrollo que articulen los avances realizados por el enfoque de desarrollo humano, el enfoque de derechos y la economía feminista, y que pongan a la reproducción social en el centro del mismo. Para alcanzar objetivos de desarrollo humano e igualdad de género destaca, asimismo, la necesidad de establecer políticas democráticas del cuidado que contengan como principio orientador al trabajo decente con la conciliación con corresponsabilidad social. Propone además una serie de instrumentos de política, y de productos y servicios de las políticas necesarios, así como algunos elementos que constituyen las bases necesarias para el desarrollo de políticas de conciliación con corresponsabilidad social. Palabras clave: género, desarrollo humano, economía feminista, bienestar, cuidados, políticas públicas y conciliación con corresponsabilidad social Abstract: The article proposes a brief reflexion on the importance for deepening visions of development models by integrating progress made in analysis on the relation of connection among human development; human rights based approach, and feminist economists, and placing social
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reproduction at the core of those debates. In order to reach goals of human development and gender equality, it emphasizes the need to formulate democratic care policies with a ruling principle, decent work and reconciliation with social co-responsibility. At the same time, the article proposes a necessary number of tools, products and services for public policies, as well as the necessary bases to design and implement reconciliation policies with social co-responsability. Key concepts: gender, human development, feminist economy, welfare, care, public policies and reconciliation with social co-responsibility
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Carmen de la Cruz Responsable Área de Práctica de Género Centro Regional de PNUD para América Latina y El Caribe
Bienestar, cuidados1 y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes Teniendo en cuenta que América Latina y el Caribe continúa siendo la región más desigual del mundo y que se agudizan las brechas de género, etnia y raza que registra; que es inaplazable cambiar las bases sociales, políticas, culturales y económicas que sostienen la división sexual del trabajo, y que la clave para lograrlo supone una nueva ecuación entre el Estado, la sociedad en su conjunto, el mercado y las familias, en la que el trabajo doméstico no remunerado y las tareas de cuidado se entiendan y traten como asuntos públicos, de responsabilidad compartida entre todas estas esferas. (Undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe Brasilia, 13 a 16 de julio de 2010, Consenso de Brasilia , página 3)
Introducción
culturales y económicas estructurales, y el contexto donde se dirimen, como la crisis
Hace ya más de dos décadas que la comuni-
financiera internacional o los cambios en la
dad internacional se ha planteado entre sus
organización del trabajo.
objetivos la promoción del desarrollo humano,
Según el Informe “Trabajo y Familia. Hacia
en el que la igualdad de género es condición
nuevas formas de conciliación con correspon-
necesaria para alcanzarlo. Asimismo, la erradi-
sabilidad social” (OIT-PNUD, 2009: 13) la re-
cación de todas las formas de discriminación,
gión enfrenta un cambio de paradigma que se
la promoción de los derechos humanos y
expresa en “una creciente diversidad de fami-
el fomento de modelos de crecimiento que
lias y en una transformación de los roles de
promuevan trabajo decente para todas las
género al interior de ellas, esto último aso-
personas se añaden como condiciones funda-
ciado a la masiva incorporación laboral de las
mentales para la democratización de las socie-
mujeres”. Señala que “durante la mayor parte
dades, la construcción de ciudadanía y la
del siglo XX, el trabajo productivo y reproduc-
reducción de la pobreza. Esta agenda de trans-
tivo se organizó sobre la base de rígidos roles
formaciones no está exenta de tensiones deri-
de género que ya no se corresponden con lo
vadas de las desigualdades políticas, sociales,
que ocurre actualmente. Como resultado, la
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
interacción entre la esfera laboral y familiar
Llegado a este punto quisiera reforzar dos
–parte central en la vida de las personas– ha
ideas planteadas al inicio de este artículo.
cambiado de manera decisiva”. Sin embargo,
Decíamos que la promoción de los derechos
si bien las mujeres comparten con los varones
humanos es parte de la agenda de desarrollo,
el trabajo remunerado, no se ha generado un
a lo que añadimos que la realización de los
cambio similar en la redistribución del trabajo
derechos de las mujeres y las niñas es precon-
no-remunerado en el ámbito doméstico. “Estas
dición e indicador del mismo, haciendo de los
tensiones están generando altos costos para
derechos humanos y de la igualdad de género
las mujeres, para las personas que requieren
un componente y objetivo central del desa-
de cuidados (niños, niñas, adultos mayores,
rrollo. La asimetría estructural en el goce de los
discapacitados), pero también para el creci-
derechos humanos provoca carencia de bien-
miento económico, el buen funcionamiento
estar para mujeres y varones, lo que permite
del mercado de trabajo y la productividad de
identificar importantes desafíos en una transi-
las empresas, reforzando de esta manera las
ción hacia una sociedad más igualitaria, parti-
desigualdades socioeconómicas y de género”.
cipativa, que promueva más ciudadanía para
Según Martínez Franzoni (2010: 1) para
mujeres y hombres, y que sea respetuosa de
enfrentar la exclusión social, la desigualdad
los derechos humanos.
y la pobreza hay que poner en marcha estra-
El marco objetivo que brindan los dere-
tegias múltiples que aborden al mismo
chos humanos consensuado por la comunidad
tiempo la sobrecarga de trabajo y la falta
internacional, ofrece un sistema coherente de
de oportunidades ocupacionales de calidad
principios y pautas aplicables en las políticas
para las mujeres. Añade que si las mujeres
de desarrollo. Así lo reconocen las Naciones
son las principales cuidadoras, estos cuida-
Unidas, (2006: 2-8 ) al señalar que el enfoque
dos tensionan la igualdad, por lo que “no
basado en derechos promueve una transfor-
puede haber desarrollo humano pleno por
mación social al “empoderar” a las personas
parte de personas (principalmente hom-
parar ejercer su voz y su agencia para influir en
bres) y de ámbitos (en particular el público)
los procesos de cambio. Provee, asimismo, una
que hagan del cuidado un asunto de los
visión de lo que el desarrollo debería marcarse
otros. Vale decir que la agenda de los cui-
como meta, a lo que se añade un grupo
dados y de la conciliación entre las múlti-
de herramientas y de referencias esenciales.
ples demandas de vivir en sociedad es un
Activando dichas herramientas y referencias
asunto de todas y todos, es inherente al
podríamos lograr mejores diagnósticos e in-
desarrollo humano”.
tervenciones más estratégicas promoviendo la
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Carmen de la Cruz
“apropiación” de estos procesos por parte
desarrollo, la paz, la seguridad y el logro de
de la gente. De esta manera las iniciativas de
las Metas del Milenio. Las revisiones e infor-
desarrollo serían más sostenibles, como resul-
mes realizados hasta el momento indican
tado de un énfasis explícito en la no discrimi-
que su traducción en resultados de género ha
nación, la rendición de cuentas en la toma de
sido limitada y se requiere acelerar su aplica-
decisiones y la participación. Sin embargo, la
ción. Así lo ha señalado la reciente revisión
diversa literatura en la materia señala la ten-
de los 15 años de implementación de la Pla-
sión entre el discurso sobre los derechos
taforma de Beijing en el marco de la Comi-
donde las mujeres son consideradas como
sión sobre la Condición Jurídica de la Mujer
grupos vulnerables, y aquellas iniciativas que
(CSW), y la realizada con ocasión de la XI
promueven la inclusión de la perspectiva de
Sesión de la Conferencia Regional de la
derechos en el diseño de políticas públicas,
Mujer para América Latina y El Caribe2. Más
poniendo el trabajo de los cuidados en el cen-
aún, se hace visible la necesidad de profundi-
tro de las mismas. A esto se añade la necesi-
zar la coherencia entre los objetivos de las
dad de reorientar la política económica bajo
conferencias de las Naciones Unidas de los
un marco de derechos en el mismo sentido
años 90 sobre los derechos de las mujeres y
que la estrategia de desarrollo. No se trataría,
las políticas macroeconómicas que conducen
según Pautassi (2010: 81) de “dotar de más
a la pobreza. Los datos e indicadores eviden-
derechos a las mujeres, sino en otorgar al
cian que, a pesar de los avances, las desi-
cuidado el carácter de derecho universal con
gualdades, la desvinculación de los procesos
sus correlativas obligaciones la esfera del
de toma de decisión política y la discrimina-
cuidado como un derecho universal, irre-
ción de las mujeres siguen siendo una reali-
nunciable y no sujeto a concesiones para
dad que persiste en todos los países de la
grupos especiales, esto implicaría un impor-
región, afirmándose que, tras quince años de
tante avance en la dirección de garantizar la
la aprobación de la Plataforma de Beijing,
igualdad material entre mujeres y varones,
sus objetivos estratégicos continúan vigentes
jóvenes y adultos mayores, niños, niñas y
y pendientes de cumplimiento. La segunda idea a destacar es la necesi-
personas con capacidades diferentes”. De esta manera las políticas públicas tra-
dad de promover modelos de desarrollo y
ducirían en lo operativo el marco normativo,
crecimiento que consideren en su visión la
los principios internacionales y los compro-
relación entre las esferas no-remunerada
misos a nivel internacional con la igualdad
y remunerada, es decir la interacción entre la
de género y los derechos humanos para el
vida laboral y familiar. Sin embargo, la au-
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
sencia de las relaciones de género como
Estamos frente a una realidad que nos
un elemento constitutivo del funcionamiento
demanda respuestas integrales a estos desa-
de la economía y del desarrollo, impide que
fíos, y reclama el necesario papel del Estado
estos análisis puedan dar cuenta de la dife-
como garante en el desarrollo de la igualdad
rente posición de las mujeres y varones como
y la protección social, y de la titularidad de los
agentes sociales, políticos económicos, y tam-
derechos potenciando el desarrollo de la eco-
bién como sujetos de las políticas. Según
nomía y de la democracia para la construc-
Rodríguez y Giosa (2010: 11) esto trae apare-
ción de una sociedad más igualitaria.
jado que estas perspectivas presenten dos
En este sentido, pareciera que la realiza-
debilidades centrales: “en primer lugar, no
ción práctica de los desafíos pendientes es
pueden aprehender el real impacto de las
inseparable de la democratización. Hasta el
políticas económicas sobre la situación de
momento el diagnóstico muestra un gran
las personas, y de este modo pueden pro-
déficit democrático, donde los estándares de
mover acciones con implicaciones no dese-
justicia internacional no se traducen en polí-
adas. En segundo lugar, al comprender
ticas públicas promovidas y monitoreadas
sólo parcialmente el aporte económico de
desde diversas esferas del gobierno que per-
las personas, no pueden aprovecharse
mitan su diseño con visión universalista. Para
de su potencialidad específica para soste-
ello resulta vital alinear los incentivos y los
ner procesos de desarrollo económico y
mecanismos de exigibilidad que motiven
social sustentable”.
acciones hacia una mayor igualdad entre
Las contribuciones de la economía femi-
mujeres y hombres.
nista al estudio del trabajo de los cuidados no
A lo largo del análisis que se desarrolla a
remunerado y remunerado, y su aporte cen-
continuación, se realiza una breve reflexión
tral a la reproducción social y el funciona-
sobre el modelo de desarrollo necesario para
miento de la economía ha sido fundamental
articular los avances del paradigma del desa-
para cuestionar los modelos de desarrollo y
rrollo humano, el enfoque de derechos y los de
proponer nuevas visiones que muestran
la economía feminista, poniendo a la reproduc-
cómo los cuidados y la conciliación con res-
ción social como centro del mismo. Seguida-
ponsabilidad social, pueden formar parte de
mente se plantean una serie de desafíos para
las respuestas que los gobiernos, en el marco
establecer políticas democráticas del cuidado
del diálogo social y la amplia participación
proponiendo el trabajo decente con la concilia-
ciudadana, ofrecen a la población (OIT-
ción con corresponsabilidad social como princi-
PNUD, 2010: 13)
pio orientador.
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Carmen de la Cruz
I. ¿De qué desarrollo y de qué igualdad hablamos?
nomía feminista3, en las que se pone énfasis en el tipo de desarrollo económico necesario para promover mejor el desarrollo humano y corregir
La amplia literatura sobre desarrollo producida
el sesgo androcéntrico de la economía.
en la últimas décadas, así como los diversos
Lo que la literatura feminista4 aplicada a los
documentos de Naciones Unidas para la revi-
problemas de desarrollo señala, es lo siguiente:
sión del cumplimiento de los compromisos para la igualdad de género, entre otros, las Metas del
•
el modelo actual de desarrollo en su pre-
Milenio, han mostrado que, hasta ahora, las
tendida neutralidad y abstracción resulta
políticas de desarrollo no han sido neutrales
discriminador para las mujeres y vulnera
desde un punto de vista de género, y éstas,
sus derechos. Esta crítica se ha hecho a la
junto con el marco normativo y el quehacer ins-
mayoría de las teorías de justicia y bienes-
titucional, han tenido efectos distintos para
tar, por ser ciegas al poder, a los derechos, a
unos y otras dando como resultado, en muchos
la distribución de recursos y a los diferentes
de los casos, mayor discriminación y exclusión
contextos;
de las mujeres y las niñas. Estos efectos han ido acompañados de argumentos de eficiencia
•
no se pueden comprender los procesos que
que se han hecho cada vez más sofisticados,
permiten el desarrollo, y sus implicaciones
poniendo el énfasis en la productividad e igno-
en la vida real de las personas, sin considerar
rando el impacto que una amplia gama de divi-
las relaciones de género que los atraviesan;
siones y relaciones sociales tienen sobre las elecciones y oportunidades económicas, socia-
•
la globalización y feminización de la fuerza
les y políticas de las mujeres. Estas visiones han
de trabajo han avanzado paralelamente a
sido contestadas desde una variedad de pers-
los procesos de desregulación y flexibiliza-
pectivas, y van desde la aceptación del mercado
ción del mercado laboral, y consecuente-
como fuente de crecimiento material y libertad
mente están asociadas al deterioro de las
individual a otras que critican su incapacidad
condiciones de trabajo en la búsqueda por
para satisfacer las necesidades de todos los
reducir los costos de producción;
grupos sociales. En este debate emergen dos respuestas cla-
•
las oportunidades abiertas a las mujeres
ras en la búsqueda de alternativas. La primera
por las estrategias de desarrollo de los paí-
tiene que ver con las reflexiones que se hicieron
ses, presentan tendencias complejas y con
a partir de los años 90 por la denominada eco-
frecuencia contradictorias;
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
•
la organización global de la reproducción
Según Dubois (2010: 6), a nivel teórico las
social, sigue imponiendo restricciones a la
economistas feministas han desarrollado “un
participación y autonomía económica de
marco alternativo que va más allá de reparar
las mujeres.
la exclusión y discriminación de las mujeres y las desigualdades de género, un marco que
•
Es necesario ubicar el proceso de repro-
conceptualiza el conjunto de la economía, la
ducción social de la población trabajadora
esfera del mercado, y del no-mercado, el tra-
en relación al proceso de producción de
bajo remunerado y no remunerado, la produc-
recursos, un tema central en el análisis
ción y la reproducción social del cuidado”.
dinámico de los economistas clásicos, por
Señala, asimismo, que las economistas feminis-
lo que proponen ampliar el tradicional
tas tienen muchos puntos de contacto con las
esquema del flujo circular de la renta,
economías morales que se basan en la coopera-
incorporando un espacio económico que
ción, la reciprocidad, se orientan hacia las nece-
se define de desarrollo humano, caracteri-
sidades, y enfatizan la importancia del dar, y del
zado por el hecho que las actividades que
cuidado para satisfacer las necesidades. Por
en él se efectúan tienen como finalidad
último se interroga si se corresponden estas
directa el bienestar de las personas y no la
pretensiones con otras perspectivas de bús-
valorización de las mercancías. Este espa-
queda de alternativas, como la que se ha forta-
cio de desarrollo humano permitiría inte-
lecido con la emergencia del concepto de
grar en el análisis las grandes funciones
Desarrollo Humano como paradigma o enfoque
del trabajo de reproducción diferenciadas
de desarrollo.
a escala del sistema.
Sin duda, la introducción del desarrollo humano supone un cambio sustancial con res-
•
Libertad, justicia y cuidado son tres esferas
pecto al debate del papel de las mujeres en el
que deben tenerse en cuenta al evaluar la
desarrollo y plantea nuevas posibilidades
vida económica y aunque tienen su propia
para el avance de la incorporación de la
especificidad, no son independientes entre
perspectiva de género en las políticas y pro-
sí, sino que se hallan en continua interacción.
gramas. Dada su firmeza en relación a la “desmercantilización” de aspectos esenciales para
•
Proponen un lenguaje alternativo que in-
la vida humana tales como la ética, la equi-
cluye otros valores, tales como democracia,
dad, la inclusión, los derechos humanos, la
respeto y amistad, fundamentales para el
seguridad humana, la sostenibilidad y el
desarrollo y el bienestar.
desarrollo, y la revisión de sus potencialida-
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Carmen de la Cruz
des integrando algunos análisis realizados
sidades e intereses. Implica que el funciona-
desde los diferentes espacios feministas ha
miento de los mercados genere los recursos que
permitido marcar una diferencia cualitativa y
permitan a los individuos acceder a determina-
profunda sobre otros paradigmas hegemóni-
das capacidades socialmente valoradas. Más
cos en relación a conceptos claves como
aún, esta visión se centra en las oportunidades
pobreza y desigualdad, (De la Cruz, 2007).
y las posibilidades de las personas para elegir
El desarrollo humano, más que aumentar
en contextos socioeconómicos locales, que aun
el ingreso nacional, es en última instancia un
siendo similares, pueden ofrecer oportunidades
proceso orientado a ampliar las opciones de
distintas para mujeres y varones de acuerdo
las personas. Uno de los aspectos centrales
con el grado de institucionalización de género
del concepto de desarrollo humano es el énfa-
existente, con la normatividad jurídica que
sis que pone en el objetivo básico ligado a las
garantice derechos, y con las políticas públicas
personas: crear las condiciones de bienestar
diseñadas y en funcionamiento.
para que hombres y mujeres disfruten de una
Lo anterior implica que además de la
vida prolongada, saludable y creativa. Como
expansión económica y la generación de
tal, el desarrollo humano es un concepto
recursos para el bienestar, en el centro del
dinámico referido a las libertades y las capa-
concepto de desarrollo humano está conte-
cidades humanas, definido en un sentido
nido el ejercicio efectivo de los derechos (eco-
extenso, que entraña la ampliación de lo que
nómicos, sociales y culturales) y libertades
las personas pueden hacer y ser. Implica el
fundamentales. Al introducir la dimensión
progreso y bienestar humanos vividos con
normativa, el desarrollo humano revisa el
libertades sustanciales, es decir, poder hacer
concepto de bienestar, y lo convierte en una
las cosas que se valoran y se desean hacer,
categoría relevante para evaluar el desarrollo.
teniendo las opciones para hacerlo (PNUD,
Según Dubois (2010: 12) el bienestar no sería
1995). La fuerza ética del paradigma de
“sólo una referencia, es tomar como referen-
desarrollo humano radica en la centralidad
cia una determinada concepción de éste,
que otorga al proceso de expansión de liber-
definiendo su umbral como expresión de
tades que efectivamente pueden disfrutar
aquella situación en que se encuentra una
los individuos.
persona de imposibilidad de decidir sobre su
El desarrollo humano descansa en la crea-
propia vida”. Para este autor la inclusión de
ción de un entorno en el que las personas pue-
las categorías colectivas en el concepto mismo
dan realizar sus opciones, y vivir en forma
del bienestar, implicaría que los resultados
productiva y creativa de acuerdo con sus nece-
sociales forman parte del bienestar y éste ten-
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
dría que ser evaluado tanto en términos
nomía productiva formal, introducen nuevos
de logros individuales como colectivos, ga-
elementos colocando el trabajo no remune-
rantizando su sostenibilidad en la seguridad
rado y la economía del cuidado y sus aportes
humana. Dichos logros colectivos se expresa-
al bienestar social en el centro de la agenda
rían tanto en capacidades concretas, como en
política. Según Rodríguez y Giosa (2010: 15)
la capacidad de cada sociedad para diseñar y
“la visibilidad del trabajo doméstico como
llevar adelante su futuro.
reivindicación política no sólo se propone
Las respuestas desde las economistas
hacer explícita la relación entre trabajo de
feministas y desde el desarrollo humano, con-
reproducción y producto social, sino también
juntamente con el enfoque basado en dere-
abrir un debate sobre las normas de la dis-
chos, han transformado el discurso del
tribución, los modos de producción y la
desarrollo al argumentar en torno a las capaci-
calidad de la relación entre producción y
dades y la igualdad, y a la imposibilidad de
reproducción”. Estas autoras añaden que los
centrarse sólo en los factores de producción,
análisis deben abordar y vincular los niveles
que se focalizan en las actividades económicas
macro, meso y micro. En el nivel micro, consi-
formales como el trabajo remunerado y la pro-
derar la experiencia específica de hombres y
ducción en gran escala. Señalan, asimismo,
mujeres en el ámbito del trabajo productivo
que en todas esas áreas las mujeres están sub-
y del de reproducción social, en el nivel meso,
representadas y sus contribuciones devalua-
de las instituciones que intermedian entre los
das, por lo que el empleo femenino en relación
procesos macro, y sus implicaciones (como el
con la igualdad de oportunidades en el mer-
mercado laboral, los marcos regulatorios, el
cado laboral y sus efectos, también es una pre-
sistema de protección social). Finalmente,
ocupación central en el análisis de los mismos.
en el nivel específicamente macroeconó-
La búsqueda de alternativas permite identifi-
mico de las políticas que delinean los mode-
car el carácter instrumental del crecimiento
los de desarrollo.
económico y como medio de otros objetivos
Estos análisis permiten, asimismo, la com-
como la potenciación de mujeres y varones, y
prensión y la visibilidad de una serie de proce-
el desarrollo de sus capacidades para ampliar
sos comprendidos en el fenómeno de la
sus opciones y disfrutar de una vida saludable,
pobreza, sus dinámicas y características en
plena y digna
determinados contextos, que explican que cier-
Al hacer visible la articulación fundamen-
tos grupos, en función de ser mujeres o varones,
tal entre el trabajo no-remunerado, realizado
de pertenecer a un grupo de edad o a un grupo
mayoritariamente por las mujeres, y la eco-
étnico, entre otros, estén más expuestos a sufrir
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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la pobreza. Las mujeres son pobres en la
cuidados un asunto de toda la sociedad, difícil-
medida en que no cuentan con tiempo disponi-
mente se alcance un desarrollo humano pleno.
ble para buscar las formas más apropiadas de
Además, si no hay progresos en la igualdad de
satisfacer sus necesidades, y una proporción
género en esta materia, difícilmente la habrá
importante de ellas carece de ingresos propios,
en el ámbito laboral y, por lo tanto, en el eco-
(De la Cruz, 2007).
nómico. Esto implica trasladar expectativas,
De allí la pertinencia en términos concep-
obligaciones, demandas, desde las mujeres a
tuales, metodológicos y políticos, por un lado
los varones, y desde el ámbito familiar al
de abordar el tema de pobreza y la pobreza de
ámbito público para que, efectivamente, los
tiempo de las mujeres desde un enfoque
cuidados sean un asunto de todas las perso-
de género, y por otro, colocar el trabajo no
nas, fundamental y no marginal a nuestras
remunerado en el centro de los esfuerzos para
vidas. Asimismo, sería necesario abordar a las
reducir la pobreza y la desigualdad.
personas no como grupos vulnerables, sino
Estas visiones y reflexiones cruzadas, las
como receptores continuos de cuidados, per-
del desarrollo humano, las del enfoque de
mitiendo de esta manera la unidad de las y los
derechos y las de las economistas feministas
proveedores de los mismos, y la redefinición
han destacado tres elementos claves para la
del sentido de la dependencia como una cate-
construcción de alternativas: a) El cuidado
goría fundamental de nuestra existencia. Si
como parte esencial del bienestar; b) el cui-
por el contrario se identifica con las necesida-
dado y quién lo ejerce (para sí o para otros)
des del o la dependiente, se niega su sentido
como ejercicio de derechos y como condición
de realización de derechos, y supone una
de política pública; y c) el desarrollo de las
vuelta al planteamiento de las necesidades
capacidades para fortalecer la capacidad de
básicas. Asimismo, desde el momento en que
los estados, organizaciones e instituciones
los receptores son los dependientes, es decir
para hacer efectiva la igualdad de género.
“los otros”, quedan excluidos de las decisiones relativas al cuidado. (Marco Navarro y Rodríguez Enríquez, 2010: 108)
III. Los desafíos para establecer políticas democráticas del cuidado
Por eso, el informe OIT-PNUD (2009) sostiene que no cualquier acción conciliatoria entre ambos espacios promueve la conciliación
En América Latina, la literatura con relación a
social. Se requiere evaluar cada medida en fun-
los cuidados refleja un creciente consenso
ción de si contribuye al traslado de responsa-
social en torno a la idea de que sin hacer de los
bilidades de cuidados, de las mujeres a los
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
hombres, y del ámbito doméstico al mundo
Para Martínez Franzoni (2010: 8), los
público, tanto en el sector privado, en el mer-
países que cuentan con políticas de empleo,
cado como en los servicios públicos. Es decir,
deberían colocar la generación, protección y
conciliación con co-responsabilidad social.
mejoramiento de la calidad de los servicios
Para el establecimiento de respuestas
relacionados con los cuidados en un marco
innovadoras en este ámbito, y que permeen las
más amplio. Por el contrario, “en los países de
condiciones de gobernabilidad para una mayor
la región adonde se carece de políticas públi-
igualdad de género, será necesario incorporar
cas de empleo, el avance en materia de crea-
al menos tres niveles de intervención: el relativo
ción de trabajo decente relacionado con los
al trabajo remunerado, a los cuidados y a las
cuidados, no requiere esperar a que dichas
condiciones en que se establece la relación
políticas existan. Por el contrario, puede plan-
entre ambos. Es por esto que las principales
tearse en términos más concretos, en tanto
dimensiones de política pública que afectan las
creación de empleo público pero también y,
medidas conciliatorias entre la vida familiar,
privado5. Por ejemplo, tanto puede una muni-
individual y laboral son las relacionadas con las
cipalidad crear puestos de trabajo destinados
políticas de empleo (que crean trabajo decente)
al cuidado infantil y de la población adulta
y con los sistemas de protección social (que
mayor de su área de influencia, como invitar a
hacen suya la responsabilidad de que exista
la empresa privada, a las cooperativas, a sin-
una oferta socialmente disponible en materia
dicatos y a otros actores a ser parte de una
de cuidados), (Martínez Franzoni, 2010: 6).
oferta de cuidados adonde la municipalidad
Asimismo, es necesario analizar las diversas condiciones que se articulan en cada país
contribuya con infraestructura y el empleo generado sea privado”.
para construir los instrumentos de políticas
El informe regional OIT-PNUD (2009: 115-
más adecuados. Dichas condiciones tienen
140) señala y propone con claridad dos niveles
que ver con los grados de formalidad del mer-
necesarios para avanzar en la construcción de
cado laboral; la función de la informalidad; las
políticas democráticas de cuidado, guiados por
brechas entre inversión social y demandas
un principio orientador. En este caso, el trabajo
sociales, y estrategias de reducción de la
decente con la conciliación con corresponsabili-
pobreza; los diversos niveles de cobertura de
dad social para alcanzar el desarrollo humano y
la seguridad social; los modelos de cuidado;
la igualdad de género.
la caracterización de la transición demográfica,
El primer nivel se refiere al diseño de una
la migración/inmigración; y la existencia de
serie de instrumentos de política centrados
diálogos sociales tripartitos, etc.
fundamentalmente en dos: las políticas públi-
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Carmen de la Cruz
cas, en particular relacionadas con el empleo y
cambios culturales, reconocer a mujeres y
la protección social, definida en un sentido
varones como titulares de derechos, y garan-
amplio (seguridad social, educación, transfe-
tizar una alta voluntad política que combine
rencias condicionadas), colocando el trabajo
políticas distributivas y redistributivas orien-
no remunerado en el centro de los esfuerzos
tadas a una lógica de cambio que incorpore la
para reducir la pobreza y la desigualdad y el
conciliación entre ambos espacios con corres-
diálogo social como manera de construir dicha
ponsabilidad social, así como los criterios
política pública.
para su diseño e implementación. Para avan-
El segundo alude a las productos de las
zar en estos propósitos se deberían crear
políticas necesarios para avanzar, señalando
asimismo las bases necesarias para el desa-
las regulaciones (como la existencia de centros
rrollo de dichas políticas a través de las
de cuidado infantil por cada cierto número de
siguientes estrategias:
personas trabajadoras), transferencias (como las relativas a licencias por maternidad, pater-
a) la creación de una base de conoci-
nidad y parentalidad), y servicios (como los de
miento, y de medición de los avances
cuidados especializados para niños/as peque-
para contar con las evidencias necesarias
ños o personas adultas mayores).
que influyan la toma de decisión para la
Si analizamos como se han construido
elaboración de políticas y medidas efica-
estas políticas en la región, según Martínez
ces. Esta base de conocimiento se puede
Franzoni (2010: 12) vemos que a medida que
crear a través de investigaciones e infor-
nos movemos hacia los principios orientado-
mes que muestre la oferta existente de
res, la agenda es común a toda la región. En
los servicios de cuidados, las condiciones
cambio, a medida que nos movemos hacia
de trabajo del personal contratado; que
instrumentos y, más aún, hacia los productos
evalúe los impactos de las políticas exis-
específicos que se espera de las políticas
tentes de apoyo a la conciliación, así
públicas, existen especificidades subregiona-
como el impacto de diferentes esquemas
les y nacionales a considerar en cualquier
de políticas económicas sobre distintas
acción de incidencia para la transformación
dimensiones del cuidado para incorporar
de políticas.
la dimensión del cuidado en los ejercicios
Reiterando que el cuidado en una socie-
de modernización macroeconómica; que
dad es una cuestión de todos y todas, la crea-
produzca estimaciones del número de
ción de políticas públicas en esta materia
empleo que es posible crear en torno a
requeriría sumar sectores y actores, promover
servicios dirigidos a la población meta
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Bienestar, cuidados y derechos en América Latina. El debate de desarrollo y las políticas pendientes
seleccionada, así como de los costos y
opinión favorable a la conciliación; la sen-
retorno implicado en dicha creación,
sibilización y desarrollo de capacidades
entre otros. La producción de información
de actores sociales (organizaciones socia-
desagregada para mejores diagnósticos
les, de mujeres, sindicatos, empresariado,
sobre la organización del cuidado; la
etc.) que posicionen la conciliación en la
aplicación de encuestas de uso del
agenda estatal; la sensibilización sobre el
tiempo para establecer el grado de res-
significado del trabajo en los ámbitos
ponsabilidad de uno u otro actor social
educativos de diversos niveles; la alianza
por los trabajos productivos y reproducti-
con los medios de comunicación social
vos; la incorporación de preguntas sobre
para contribuir a erradicar los estereoti-
ambas esferas en diversas encuestas; la
pos de género, y promover el debate
creación de indicadores que monitoreen
público sobre las responsabilidades del
los cambios en la calidad de vida de
cuidado en la región.
trabajadores, trabajadoras y quienes requieren de cuidados, así como de sus
d) El fortalecimiento de alianzas entre acto-
efectos en la igualdad de género parece-
res claves (tomadores de decisión a nivel
rían ser herramientas claves para reforzar
público, sector privado, sindicatos, sociedad
las existentes, o diseñar otras de nueva
civil, expertas y expertos, organizaciones de
generación.
mujeres, etc.) para hacer de la conciliación con corresponsabilidad social una preocu-
b) la creación de evidencias sobre los benefi-
pación de instancias y de personas con
cios de las políticas de conciliación para
capacidad de decisión para promover a una
la economía, para las empresas y para las
revisión de medidas ya existentes, valo-
familias en relación a los costos de su
rando sus efectos en la conciliación de la
ausencia para transformarlo en inversión
vida familiar y laboral, y debatir algunas
económica, social y política, y poner en evi-
medidas de nueva creación. En ambos
dencia el mayor costo y las consecuencias
casos las medidas a priorizar serían aque-
negativas de no tenerlas.
llas que más costo-efectivas sean a los efectos de avanzar en torno a la doble
c) La sensibilización para generar cambios
capacidad de la conciliación y de los cuida-
culturales, a través de diversas estrate-
dos, como generador de empleo y como
gias y con diversos actores, como campa-
proveedor de protección social. (OIT-PNUD,
ñas de información creando corriente de
2009:155 )
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De los esfuerzos que se hagan en esta dirección a través de una multiplicidad de medidas va a depender el resultado de esta apuesta por la conciliación con corresponsabilidad social, que sin duda necesitará contar con un enfoque de desarrollo humano donde la igualdad de género sea un objetivo, los derechos de las personas el marco necesario y condición de las políticas públicas, y la reproducción social y los cuidados estén en el centro del bienestar. En este empeño se debe contar con instrumentos de política pública (relacionadas con la generación de empleo y la protección social), y el desarrollo de las capacidades y alianzas estratégicas que fortalezcan la capacidad de los Estados, las organizaciones e instituciones para hacer efectiva la igualdad de género, “contribuyendo de esta manera a la habilidad global de un sistema humano, que resulta de la combinación de capacidades colectivas e individuales, y que permite crear valor público” (Dubois, 2010: 8).
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Notas
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El cuidado alude a los bienes y actividades que permiten a las personas alimentarse, educarse, estar sanas y vivir en un hábitat propicio. Abarca por tanto al cuidado material que implica un trabajo, al cuidado económico que entraña un costo y al cuidado psicológico que involucra un vínculo afectivo (Batthyány, 2004). Asociarle al término “cuidado” el concepto de economía implica concentrarse en aquellos aspectos de este espacio que generan, o contribuyen a generar, valor económico. Es decir, lo que particularmente interesa a la economía del cuidado es la relación que existe entre la manera cómo las sociedades organizan el cuidado de sus miembros y el funcionamiento del sistema económico. (MARCO NAVARRO y RODRÍGUEZ ENRIQUES, 2010) Brasilia, 13-16 de Julio de 2010. Los años 90 marcaron el inicio de la influencia del feminismo sobre el análisis económico. Este momento tiene como símbolo la creación en 1992 de la Asociación Internacional de Economía Feminista (IAFFE) y de su revista Feminist Economics, de gran prestigio académico actualmente. Otro elemento representativo de este fenómeno ha sido el éxito de la publicación Beyond Economic Man (Ferber y Nelson, 1993) cuyo subtítulo “Feminist Theory and Economics” indicaba una naturaleza interdisciplinaria y su carácter feminista a la vez que su énfasis en la economía como disciplina. RODRIGUEZ y GIOSA (CEPAL, 2010); PICCIO, A. (2001), VAN STAVEREN, Irene y GASPAR, Des, en De la Cruz (2007).
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