El Dibujo Infantil TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
______________________________________ ÍNDICE
I – INTRODUCCIÓN 1.1. Justificación 1.2. Problema de investigación 1.3. Objetivos
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II - MARCO TEÓRICO 2.1. El dibujo infantil 2.2. La interpretación del dibujo infantil
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III - POBLACIÓN DE ESTUDIO 3.1. Ámbito de estudio 3.2. Muestra
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IV – METODOLOGÍA 4.1. Tipo de investigación 4.2. Técnicas 4.3. Recopilación de datos
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V - ANÁLISIS DE DATOS 5.1. Elaboración y análisis de datos 5.2. Instrumentos 5.3. Definiciones operacionales
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VI – BIBLIOGRAFÍA
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ANEXOS
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_________________________ I – INTRODUCCIÓN
1.1. JUSTIFICACIÓN ¿Es posible conocer a nuestros alumnos? Es una pregunta que se puede plantear cualquier profesor medianamente preocupado. Naturalmente el conocimiento pleno y profundo de todos y cada uno de los alumnos es un ideal inalcanzable, pues es enorme la diversidad de ámbitos naturales en los que el alumno se desenvuelve cotidianamente. Pero lo que es innegable es que cuanto más conozcamos a nuestros alumnos mejor podremos llevar a cabo el proceso de enseñanzaaprendizaje, atendiendo a la diversidad. El dibujo infantil como instrumento de conocimiento El dibujo infantil puede suponer una herramienta más para aumentar el conocimiento de los alumnos, pero… ¿En qué medida puede ser eficaz? ¿Se puede emplear aisladamente, o se debe completar con otros instrumentos? El dibujo es un medio esencial de comunicación humana, a través del cual transmitimos nuestra percepción de la realidad, así como nuestros pensamientos y sentimientos sobre ésta. Para el niño, el dibujo significa además de una expresión plástica, una manera de formular ideas o sentimientos que no comunicaría de otra manera, ya que, entre otros motivos los niños y niñas de Educación Infantil no han adquirido aún la comunicación a través de la lecto-escritura para conseguir que el adulto pueda acercarse al entendimiento de su mundo afectivo. Un dibujo es importante pero no lo define todo. Es una expresión de sentimientos y de deseos que pueden ayudar a saber, por ejemplo, cómo se siente el niño respecto a su familia, a su escuela, etc. Pero solo es eso una herramienta más para el conocimiento del niño, que bien utilizada, puede conseguir grandes avances. A través de los dibujos de los niños se pueden observar detalles que a cualquier adulto le pueden pasar inadvertidos. El dibujo puede ser, en la infancia, un canal de comunicación entre el niño y su mundo exterior. El dibujo proyectivo es una técnica que se utiliza para recopilar información de la persona y medir formación de conceptos, percepción, abstracción y generalización. A través de éste se pueden generar hipótesis que sean corroboradas o descartadas dentro de una metodología evaluativa amplia. Debe utilizarse como una herramienta evaluativa complementaria que pueda integrarse con los otros elementos de la evaluación psicológica (incluyendo otras pruebas) en búsqueda de una correlación de indicadores.
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A través de este trabajo intentaremos establecer en qué medida el dibujo infantil refleja el carácter del niño, desarrollando al mismo tiempo un manual básico para acercarnos a su mundo interior.
1.2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ¿Es posible establecer una correlación significativa entre el dibujo de un niño y su carácter? ¿De qué manera se puede alcanzar el conocimiento del alumnado a través del dibujo? ¿Cuáles son los indicadores válidos a analizar? ¿Cuál sería el proceso a seguir para que dicho análisis fuera lo más cercano a la realidad posible? El problema consistiría en qué medida, el dibujo es, exactamente, un reflejo del carácter del alumno. Y cómo se debe analizar para llegar a una interpretación fiable.
1.3. OBJETIVOS Objetivo General Realizar un estudio analítico de corte transversal de las características emocionales e intelectuales de niños y niñas, a través del dibujo como herramienta de conocimiento a emplear en un aula; averiguando en qué medida el carácter del niño se proyecta en su dibujo. Objetivos Específicos o Establecer un método de empleo conjunto del Test de la Familia y el Test de la Figura Humana, para establecer un diagnóstico en un aula. o Analizar el grado de concordancia de los resultados de uno y otro test, y por lo tanto de su nivel de fiabilidad. o Analizar el grado de proyección del carácter del niño en sus dibujos.
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_______________________ II – MARCO TEÓRICO
2.1. EL DIBUJO INFANTIL El concepto de dibujo infantil según Jean Piaget Piaget define el dibujo como una forma de la función semiótica que se inscribe a mitad del camino entre el juego simbólico y la imagen mental con la que comparte el esfuerzo de la imitación de lo real. El dibujo es un intermediario entre el juego y la imagen mental, pero necesitaríamos analizar los elementos que conforman el dibujo infantil: La intención (que es la continuación de una idea que el niño tiene en la mente al empezar el dibujo; dentro de los objetos reales el niño reproduce los elementos que le interesan) La interpretación (idea que el niño tiene durante el transcurso o al final de la ejecución de su dibujo, del nombre o la explicación que le dará a éste, generalmente coincide con la intención que ha sugerido el dibujo) El tipo (representación de un mismo objeto que el niño da en todos sus dibujos, siguiendo una evolución gradual, que a su vez está compuesta por dos factores: conservación del tipo y modificación del tipo) El modelo interno (este concepto corresponde a una realidad psíquica y nos sirve para distinguir la representación mental y el objeto que se plasma en el dibujo) El color. El niño es sensible al color, abstrayéndolo de los objetos que le sirven de soporte y el realismo está presente, tanto en la naturaleza de sus temas como en los asuntos que trata. El mismo color está acompañado de realismo cuando pertenece esencialmente al objeto. Hay dos clases de dibujo: el figurativo (su fin es representar algo) y el no figurativo (geométrico, que no representa nada para el niño). En tanto que los niños demuestran un mayor interés por las formas de vida se inclinan más por el dibujo figurativo que por el no figurativo que representaría las formas bellas. Queda claro que el dibujo infantil es realista, con matices esquemáticos e idealistas. En sus primeros dibujos el niño no busca reproducir una imagen, sino hacer líneas sin ningún propósito, esta actividad le produce un gran placer pues se da cuenta de poseer un poder creador y esto lo lleva a repetirlo. Pero cuando ya disfruta haciendo garabatos sin significado alguno, se da cuenta de que el dibujo representa cosas de la realidad y los disfruta aún más. Más tarde el niño nota una similitud casi precisa entre un dibujo y un objeto real y es cuando lo considera como representación de un objeto determinado. Pese a esta casualidad, este caso no se repite constantemente y vuelve a hacer dibujos sin atribuirles interpretación alguna, ni con una intención representativa. Todas estas percepciones con respecto al dibujo se corresponden con lo que Piaget llamó un realismo fortuito. 4
Cuando el niño es consciente de su facultad gráfica, significa que está en la etapa final del dibujo fortuito y comenzando la del realismo malogrado que es cuando el niño al buscar imitar la realidad, se enfrenta a una serie de obstáculos que se lo impiden. Uno de los primeros obstáculos es meramente físico, el segundo es de orden psíquico ya que el niño no reproduce más que un limitado número de detalles o elementos reales del objeto representado, no porque los ignore, sino porque no les presta mucha atención. En algunos dibujos, cuando las dimensiones y proporciones de los elementos no corresponden a la realidad, se habla de una imperfección global del dibujo y de una característica esencial de la fase del realismo malogrado, conocida como incapacidad sintética. La desproporción puede deberse a varias causas: torpeza gráfica, impotencia del niño para terminar un trazo, falta de espacio disponible. En esta fase del dibujo la incapacidad sintética se atenúa gradualmente, y puede ocurrir que el niño sufra una especie de estancamiento o hasta retroceso. En esta etapa, está preparado para la siguiente fase. La etapa del realismo intelectual se da cuando la fase anterior ha sido superada y nada impide que el dibujo infantil sea completamente realista. Una de las características del dibujo intelectual es el uso de subtítulos. Por medio del realismo intelectual se logra un adiestramiento de varios procedimientos para llegar a la fase del realismo visual. Uno de los procedimientos más simples consiste en separar bajo formas diversas los detalles que en la realidad se confunden y se mezclan. Otro es el de la transparencia y uno más complicado es el plano. Dichos procedimientos no se utilizan aisladamente. Ahora bien, hacia los ocho o nueve años el realismo visual se hace manifiesto al excluir procedimientos propios del realismo intelectual: la transparencia es sustituida por la opacidad, y el aplanamiento y el cambio de enfoque por la perspectiva. Lógicamente el realismo visual sólo podrá lograrse si el realismo intelectual es abandonado.
Las etapas del dibujo Infantil según Lowenfeld y Brittain (1980)
El garabato El primer garabato (no siempre efectuado sobre papel), supone la primera expresión gráfica de lo que más adelante serán trazos que irán tomando progresivamente forma y contenido. Son los precursores de algo más importante que vendrá después: el dibujo y la escritura. Estos primeros dibujos suelen efectuarse a partir del año y medio. Evidentemente sin intención ni capacidad para representar formas, figuras u objetos. Sí pueden, desde un punto de vista psicológico, permitirnos explorar algunos detalles tempranos de su afectividad y temperamento como se expone un poco más adelante. Sus primeros contactos con el lápiz y el papel van a ser exploratorios y muy condicionados por las limitaciones obvias de su capacidad y maduración visomotora. Igual como ocurre con en otros aspectos del aprendizaje, cada niño es un mundo y seguirá su propio proceso y ciclo. Los hay más precoces y otros más lentos en la adquisición de ciertas habilidades. Ello no tiene que ser síntoma inequívoco, al menos en estas edades, de retraso o menos 5
capacidad futura. No obstante, siempre será positivo potenciar, motivar y acompañar al niño en cualquier proceso de aprendizaje y estar atentos a cualquier problema que pudiera surgir.
Del garabato a las primeras formas A partir del segundo año, el niño es capaz de ir dando forma a los garabatos. Ya no se trata sólo de líneas inconexas sino que se observan agrupamientos de trazos en formas con contornos. Pueden ser los primeros intentos de representar objetos del mundo real. Evidentemente el nivel de maduración no permite todavía la definición de las formas. Suele también empezar la experimentación con diferentes colores. En esta etapa ya podemos distinguir algunos rasgos del temperamento del niño tal como se apunta más adelante.
Las líneas comienzan a tomar fuerza Estamos ya en la etapa de 2,5 años aproximadamente. El niño es capaz de dibujar círculos y combinarlo con líneas para crear nuevas formas. Son dibujos que ya tienen cierto parecido con objetos y figuras humanas pero sin llegar a nivel de detalle suficiente como para identificarlas plenamente.
El detalle aumenta Cercanos los tres años pueden aparecer las primeras formas que identifican objetos o personas. El dibujo puede tener ya una intención clara de comunicar situaciones, personajes y emociones. La forma se perfila y podemos reconocer en ellos el primer esbozo de la figura humana. Son humanoides sólo con piernas y cabeza. Otros objetos de interés para el niño pueden ser también objeto de plasmación en el papel (autobús, coche, casa, etc.).
La figura humana se perfila Entre los tres y cuatro años el niño va depurando sus dibujos. La figura humana evoluciona de un simple humanoide con piernas y cabeza a una figura más completa en las que ya se han incorporado el cuerpo y los brazos. La cabeza con frecuencia aparece muy grande al igual que los ojos. En los niños más detallistas puede que también se incorpore el pelo como un elemento más.
Se consolida la forma Estamos ya en los cinco años. Las diferentes estructuras cognitivas han ido madurando y el dibujo es una más de las facetas en el que el niño ha progresado. Ahora la figura humana es perfectamente identificable y presenta la mayoría de los elementos principales: Cabeza, cuerpo y extremidades superiores e inferiores. En la cara pueden observarse los ojos y la boca. La nariz y las orejas suelen tardar un poco más. La presencia del cabello es también habitual. Además aparece otro aspecto importante: la diferenciación. Cuando se pintan varias figuras humanas, el niño es capaz de pintar en cada una de ellas rasgos diferenciales (más grande, más pequeño, con pelo, sin pelo, alegre, con algún objeto en la mano, etc.). Este detalle es importante dado que es un síntoma de creatividad y de capacidad de observación del entorno. 6
El personaje en situación De los cinco a seis años el dibujo está consolidado. Cada niño a su forma y con su propia destreza. No obstante, el dibujo va a mantener un elemento común en todos los niños: Su capacidad de ser una plataforma comunicativa, un escaparate donde se nos va a mostrar un mosaico de sensaciones y emociones, es decir, el mundo interno del niño. No siempre serán obvias sino que deberán interpretarse cautelosamente en la clave peculiar e intransferible de cada niño. Ahora, figuras humanas y objetos interactúan dentro del papel y el niño puede plasmarlas no tan sólo como formas individuales sino formando parte de una escenificación, de una situación concreta.
El dibujo a partir de los 5 años Como hemos visto, tras la primera etapa, el garabato se ha transformado progresivamente en un dibujo con forma, con color e intención comunicativa que refleja la madurez de los cambios madurativos, pero también, la forma particular en que el niño ve y vive su mundo. El dibujo es la representación de su universo subjetivo. Sin embargo, es a partir de los cinco años, cuando el dibujo se convierte en una herramienta de gran utilidad en la evaluación psicológica de los niños. Acompañándolo de preguntas simples acerca de algunos de los aspectos dibujados, nos proporciona información valiosísima y el niño lo vive de forma muy natural, poco intrusiva lo que le ayuda a expresarse con libertad.
2.2. LA INTERPRETACIÓN DEL DIBUJO INFANTIL El interés por los dibujos infantiles tiene una larga historia. Ya en 1885 apareció en Inglaterra un artículo en el que describía la evolución del dibujo infantil. Desde entonces ha habido numerosos estudios de psicólogos y educadores, evolucionando desde observaciones meramente descriptivas a investigaciones cuidadosamente controladas y el uso del análisis estadístico. Hay dos enfoques principales del uso e interpretación del dibujo; uno clínico, como técnica proyectiva de aspectos de la personalidad (K. Machover), y otro como test evolutivo para valorar la madurez mental (Goodenough, Harris). E. M. Koppitz destaca el valor del dibujo infantil precisamente porque puede ser empleado de ambas maneras: refleja tanto el estadio de desarrollo mental como las actitudes y preocupaciones en un momento dado, siendo muy sensible para detectar los cambios evolutivos y emocionales en el niño. El test ayuda a la detección, predicción del desempeño escolar, y en el diagnóstico, tratamiento y evaluación del progreso de los niños. Veamos a continuación el estado de la cuestión en cuanto a los dos tipos de test empleados en este estudio: El Dibujo de la Familia de Louis Corman y El Dibujo de la Figura Humana de Elizabeth Münsterberg Koppitz.
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Dibujo de la Familia de Louis Corman El dibujo que realiza un niño sobre su familia, nos permite comprender, sin que el niño lo advierta, los sentimientos reales que experimenta hacia cada uno de los suyos. Asimismo, expresa, a través de las formas visuales creadas por él mismo, su propia situación emocional con respecto al resto de los miembros; es decir, el dibujo nos da a conocer la familia tal como él se la representa, cognitiva y afectivamente, lo cual, en última instancia, es mucho más importante que saber cómo es realmente esa familia desde el punto de vista de adulto. Entre las pruebas para niños, el Dibujo de la Familia tiene un gran valor diagnóstico. Con ella se pueden conocer las dificultades de adaptación al medio familiar, además de reflejar el desarrollo intelectual del niño. La prueba del Dibujo de la Familia se trata de una prueba gráfica proyectiva que por lo tanto comparte los fundamentos de la interpretación de la expresión gráfica del niño. Dibujar a una familia requiere los mismos elementos de desarrollo que dibujar una figura humana, pero en la prueba de la familia se ponen en juego, de manera más marcada, los aspectos emocionales. A LA HORA DE INTERPRETAR La interpretación de un dibujo infantil debe basarse en aproximaciones estadísticas, es decir, en que la presencia de una determinada característica del dibujo se asocie con una elevada probabilidad de presentar un rasgo de temperamento o personalidad concreto. También, desde el posicionamiento teórico del psicoanálisis, se ofrecen algunas explicaciones. No obstante, de ningún modo, se trata de una ciencia exacta, por lo tanto, hay que ser prudentes en la interpretación de estas pruebas. Los datos deben analizarse en conjunto y no tan sólo individualmente. Hemos de tener en cuenta, además, que el niño es un ser en desarrollo, en constante cambio y no siempre es fácil determinar qué piensa y por qué actúa de determinadas maneras. Sin embargo, esta reflexión no debe hacernos perder de vista la gran utilidad de estas pruebas como canal comunicativo y de conexión con el mundo interior infantil. Las diferentes características del niño que podemos ir suponiendo del análisis de esta prueba, sólo tiene validez en tanto en cuanto sean complementadas con otras pruebas u observaciones. Por lo tanto, sólo nos permiten formular hipótesis de trabajo que luego debemos contrastar con otras pruebas. La peculiaridad de cada niño, de cada caso, hace muy difícil establecer el mismo significado incluso para dibujos muy parecidos. De aquí la necesidad de este tipo de pruebas sean subordinadas o complementarias de otras más objetivas. Las interpretaciones del dibujo deberán tener en cuenta la edad del niño. Una misma característica puede tener diferentes significados según la edad. El dibujo debe analizarse en varios niveles. Primero en su conjunto, teniendo en cuenta aspectos de la situación general en el papel tamaño, forma; distancia de los personajes; presencia o no de elementos añadidos (animales, objetos, etc.). En segundo lugar, hay que analizar individualmente cada figura representada: su tamaño, forma, situación 8
respecto a otros, etc. En último lugar hay que verificar la información aportada verbalmente por el niño con respecto a lo que ha plasmado en el dibujo. Puede ser que un niño manifieste verbalmente mucho amor por su padre pero, en el dibujo, aparece desplazado y pequeño. INDICADORES VÁLIDOS Tamaño Se refiere al espacio que ocupa el dibujo dentro del soporte de papel proporcionado (folio, cuartilla, etc.). El tamaño puede clasificarse en: Muy grande, grande, mediano, pequeño o muy pequeño. Se dice que es muy grande cuando no cabe en el marco de papel proporcionado necesitando otro. Los tamaños grandes se relacionan con carácter extrovertido, sentimiento de seguridad y confianza en uno mismo. Expresa la sensación de poder hacer frente a los retos externos. Sin embargo, dibujos grandes con trazos impulsivos, formas muy distorsionadas o extravagantes pueden ser indicadoras de exceso de vanidad o menosprecio de los otros. Por su parte los dibujos pequeños o muy pequeños, en especial, cuando aparecen en un rincón de la hoja, denotan sentimientos de indefensión, desvalorización, retraimiento, desazón, temor hacia el exterior, desconfianza, timidez. En casos extremos, posibilidad de trastornos emocionales, depresión, ansiedad. Grande: si sobrepasa los 2/3 del espacio disponible. Normal. Pequeño: cuando no rebasa 1/4 parte del espacio disponible. Se proyecta la vivencia de la relación dinámica entre el individuo y el ambiente y, más concretamente, entre el individuo y sus figuras parentales. La forma de responder a las presiones ambientales y el sentimiento de autoestima, son también características bien reflejadas en esta variable. GRANDE: Los dibujos grandes muestran cierta seguridad. Gusta ser protagonista. Vanidoso. Indica extroversión, vitalidad y entusiasmo por los valores. Son niños que reaccionan habitualmente a las presiones ambientales con actitud agresiva y expansiva. Si son demasiado grandes, tendiendo a presionar los bordes de la página, denotan sentimientos de constricción ambiental, acompañados de acciones o fantasías sobrecompensatorias. El orgullo o vanidad, el deseo de superar los sentimientos de inferioridad, la necesidad de demostrar algo… PEQUEÑO: Necesitan poco espacio para expresarse. Son niños reflexivos o con falta de confianza. Denota introversión, concentración, prudencia, timidez, inseguridad, temores, retraimiento, sentimientos de dependencia. Se asocian a una autoimagen del niño insuficiente, a sentimientos de inferioridad, a formas autocontroladas de responder a las presiones ambientales.
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Emplazamiento IZQUIERDA Introversión, encerrado en uno mismo. Desaliento, pereza, agotamiento. Todo lo que queda sin resolver. Pensamientos que giran en torno al pasado. Tiene dificultad para proyectarse en el futuro. DERECHA Extroversión. Se trata de una persona que no teme al prójimo, ni al enfrentamiento con la sociedad. Representa el futuro, el destino. Siente su porvenir abierto y sin limitaciones. SUPERIOR Está relacionado con la cabeza, el intelecto, la imaginación, la curiosidad y el deseo de descubrir cosas nuevas. Niño soñador o idealista. Si el tamaño global del dibujo es pequeño y queda desplazado hacia el lado izquierdo, parece que existe una tendencia regresiva, ya que los estudios normativos realizados tienden a demostrar la existencia de una correlación negativa entre la edad y el uso preferencial de esta zona. INFERIOR Revelan un mayor contacto con la realidad y corresponden a sujetos más firmemente arraigados. Según esto, el emplazamiento en la zona inferior del papel correspondería a sujetos más maduros. Con todo, si los dibujos llegan al borde final de la página, parece que reflejan tendencias represivas, inseguridad, necesidad de apoyo, y dependencia exagerada. CENTRO La ubicación en la parte central de la página, si el tamaño del dibujo es normal, indica seguridad; pero si este emplazamiento central corresponde a un dibujo pequeño, es indicio de una vivencia de prohibición de la expansión vital sobre el mundo ambiente. Sombreado Las hipótesis que parecen mejor establecidas presuponen que el sombreado en cualquier cantidad es un índice de ansiedad, y que, si es intenso (en tal caso va acompañado de un trazo vigoroso y fuerte), refleja una descarga de la agresividad. Tachaduras Al igual que los sombreados, los borrados parecen ser indicadores importantes de conflictos emocionales. Distancia entre personajes La distancia entre el dibujo del propio niño y los diferentes personajes nos dará una idea de la distancia afectiva entre los mismos. A mayor distancia física, mayor distanciamiento afectivo. Las figuras que son percibidas con mayores vínculos afectivos son los más próximos (normalmente los padres). Cuando los hermanos se sitúan alejados del núcleo familiar o simplemente se omiten del dibujo, puede ser un síntoma de celos. Una familia que se dibuja con sus personajes agrupados suele mostrar una familia unida con buenos vínculos de comunicación. Si están unidos cogiéndose las manos, el niño puede expresar su voluntad de que permanezcan unidos. Si contrariamente, los
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personajes se muestran dispersos en el papel es síntoma de distancia afectiva y poca comunicación. o Dibujos en estratos: En el dibujo de la propia familia, la representación de los personajes en planos diferentes refleja en algún grado falta de comunicación, a no ser que los distintos planos se justifiquen por la presencia de un elevado número de personajes, que no pueden ser yuxtapuestos por razones de espacio, como en el caso de las familias muy numerosas. La distancia emocional entre los distintos personajes de la propia familia se proyecta en numerosas ocasiones por la distancia física existente entre los mismos en los dibujos. o Incomunicación: La vivencia de la distancia emocional la llaman incomunicación, porque los personajes dibujados aparecen no sólo distanciados en el dibujo, sino también aislados. Cada uno ocupa una esquina del papel, tiene su propio espacio, o está absorto en una tarea individual. Los elementos de la familia no comparten nada, ni se observa ningún tipo de interacción o diálogo. Plano de valoración de personajes o Personaje más valorado. o Personaje menos valorado. o Supresión de algún personaje: La supresión de algún elemento de la familia responde a un mecanismo de defensa consistente en negar una realidad que produce angustia. Ante el sentimiento de incapacidad de adaptarse a esa realidad, el sujeto reacciona negando su existencia. Podemos pensar que el niño que suprime a un elemento de la familia, de una forma inconsciente desea su eliminación. A este respecto debemos precisar, sin embrago, que los sentimientos del sujeto suelen ser en tales casos ambivalentes, pudiéndose apreciar frecuentemente la coexistencia del amor y del odio. Debido a los sentimientos de culpa que tal eliminación produce en el niño, este tiende a racionalizar su problema, como ocurre, por ejemplo, cuando en la entrevista nos indica que no ha tenido tiempo de dibujar cierto personaje, que no le ha cabido o, simplemente, que se le ha olvidado. Eliminar a un elemento de la propia familia es la máxima expresión posible de desvalorización, e indicará siempre, por lo menos, problemas relacionales importantes. En ciertas ocasiones la desvalorización se proyecta a través de una representación más pequeña, más imperfecta, con menos detalles, o distanciando el personaje desvalorizado del resto de elementos integrantes de la familia. Omisión del propio niño: Baja autoestima, poca identificación con el núcleo familiar o sentimientos de exclusión del mismo. Temor a algunos de los personajes próximos que se asocian a la familia. Omisión del padre (madre o hermano): Se asocia con el rechazo a los mismos. Puede tener (según circunstancias 11
del caso) el significado de celos (p.e. hacia un hermano pequeño) o también de temor o miedo hacia la figura omitida. El niño expresaría así inconscientemente su voluntad de alejar al personaje tanto física como emocionalmente. Omisión de manos La supresión de las manos en parte o en la totalidad de los personajes puede atribuirse (en niños de hasta 9 años) a la insuficiente capacidad analítica, dependiente del desarrollo intelectual. Rasgos faciales Es un indicativo más de desvalorización. Probablemente dicha supresión refleja algún tipo de perturbaciones en las relaciones interpersonales, ya que la cara es la parte más expresiva del cuerpo, y las facciones representan los aspectos sociales por excelencia. Aparición de otros personajes o elementos Las adiciones más frecuentes consisten en dibujar uno o varios abuelos, primos, tíos, animales, o paisaje. En algunos de los dibujos de la familia pueden aparecer animales, objetos u otros elementos. Hay que interpretar todas estas claves en función del dibujo en su conjunto. Un exceso de elementos ajenos a la familia puede relacionarse con un patrón cognitivo con dificultad para centrarse en lo fundamental (distracción, dificultad de síntesis, pensamiento peculiar...), pero también, pueden proporcionarnos pistas sustanciales acerca de cómo ven y sienten los niños a cada miembro de la familia. Si cada familiar se muestra ocupándose de determinadas actividades personales, es síntoma de comunicación fragmentada. Cuando vemos intercalados perros o animales domésticos entre el propio niño y otros personajes de la familia puede señalarnos distanciamiento afectivo. El padre que es dibujado en un plano superior (por encima del suelo) o cercano a las nubes significa distanciamiento físico y/o afectivo (p.e. padre que está fuera trabajando durante largos tiempos). Los niños pueden expresar así su sentimiento de angustia por la separación física y lo sitúan en un plano difícilmente alcanzable. Son también habituales la presencia de elementos meteorológicos (sol, nubes, lluvia, etc.). Su significado debe buscarse también según las claves de todo el dibujo. El sol, en especial cuando se muestra sonriente, suele expresar felicidad, alegría, estado de ánimo positivo, extraversión, ganas de comunicarse, sociabilidad. Algunos autores identifican el sol como símbolo o representación del padre (fuente de luz, protección, vida...). Por su parte la lluvia, tormentas, se relacionan con la expresión inconsciente de ciertos temores o miedos.
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Dibujo de la figura humana de Elizabeth Münsterberg Koppitz Como plantea Machover la personalidad no se desarrolla en el vacío, sino a través de los movimientos, sentimientos y pensamientos de un cuerpo específico. Los métodos proyectivos permiten explorar las motivaciones internas del individuo que de otras formas no podrían expresarse, ponen al descubierto determinantes profundas y quizá inconscientes de la expresión de la personalidad, que difícilmente se manifestarían en la comunicación directa. Sin duda se puede dar por sentado que toda actividad creadora lleva el sello específico de los conflictos y necesidades que ejercen presión sobre el individuo que crea. La actividad despertada en respuesta a la expresión dibuje una persona es realmente una experiencia creadora según lo atestiguará el individuo que dibuja. La experiencia vasta y concentrada en dibujos de la figura humana indica una conexión íntima entre la figura dibujada y la personalidad del individuo que hace el dibujo. Cuando un individuo intenta resolver el problema contenido en la orden dibuje una persona, se ve obligado a dibujar partiendo de algunas fuentes. Las figuras externas son demasiado variadas en sus atributos corporales y no se prestan por sí mismas para una representación espontánea, total y objetiva de una persona. En algún momento entra en un proceso de selección que implica identificación a través de la proyección y la introyección. El individuo debe dibujar conscientemente y sin duda inconscientemente, sobre su sistema total de valores psíquicos. El cuerpo, o el yo, es el punto de referencia más familiar en cualquier actividad. En el curso del desarrollo, hemos llegado a asociar las varias sensaciones, percepciones y emociones a ciertos órganos corporales. Esta asociación a los órganos corporales, a la percepción de la imagen del cuerpo conforme ésta se ha desarrollado de la experiencia personal, de algún modo debe guiar al individuo que dibuja en la estructura específica y el contenido de su hechura de una persona. Por consiguiente, el dibujo de una persona, al implicar una proyección de la imagen del cuerpo, proporciona un vehículo natural para la expresión de las necesidades y conflictos de nuestro propio cuerpo. La interpretación afortunada del dibujo se ha adelantado sobre la hipótesis de que la figura dibujada se relaciona con el individuo que dibuja con la misma intimidad característica del porte de ese individuo, de su escritura o de cualesquiera otros de sus movimientos expresivos. A LA HORA DE INTERPRETAR Cuando a un individuo se le pide que dibuje una persona completa, este no escapa a los impulsos, ansiedades, conflictos y compensaciones característicos de ese individuo. De alguna manera, la figura dibujada es la persona, y la hoja corresponde al medio ambiente. Dibujar la figura humana es para el sujeto una situación que implica la proyección de sí mismo en el conjunto de los significados y actitudes del cuerpo que han llegado a quedar representados en la imagen de éste. En esta medida, se podría decir que la figura dibujada es una presentación del sujeto que dibuja. El tamaño de la figura, el sitio en que se la ubica en la hoja, la rapidez del movimiento gráfico, la presión, la firmeza y la variabilidad del trazo empleado, la sucesión de las partes dibujadas, el porte, el uso del fondo o 13
de los efectos de la base, la extensión de los brazos hacia el cuerpo o en dirección opuesta, la espontaneidad o la rigidez, si la figura está dibujada de perfil o de frente, todo esto hace parte de la presentación del sujeto. En el análisis también se da importancia a otros aspectos como: las proporciones de las partes del cuerpo, los rasgos incompletos, los detalles, los refuerzos, los borrones y cambios de líneas, el grado de simetría, la representación de la línea media y, sobre todo, la disposición de ánimo expresada en la cara o en la postura del dibujo. INDICADORES VÁLIDOS La cabeza Machover plantea que la cabeza es el centro importante de la localización del propio yo. Generalmente se hace énfasis en las cabezas, excepto en los dibujos de los individuos neuróticos, deprimidos o socialmente retraídos. La cabeza es esencialmente el centro del parte del cuerpo que está expuesta a la vista y, de esta forma, envuelta en las relaciones sociales. La cara Es la parte más expresiva del cuerpo, el centro más importante de la comunicación. La cabeza o la cara son las partes que se acepta dibujar de mejor gana y, subjetivamente, las más fáciles, y en los dibujos más toscos, a menudo las representadas con mejor habilidad. Los sujetos de todas las edades frecuentemente presentan la cara (o la cabeza) como el dibujo completo de una persona, en tanto que el tronco o cualquier otra parte de la figura, nunca es considerada en sí como representación de una persona. Los sujetos que dibujan la cabeza como rasgo último de su figura muestran trastornos de las relaciones interpersonales. La cara puede considerarse como el rasgo social del dibujo. La boca Esta aparece en los dibujos de los niños casi tan pronto como la cabeza. La boca, a semejanza de los otros rasgos faciales, ofrece un vasto campo para la proyección del dibujo. El énfasis en la boca puede expresarse mediante su omisión, refuerzo, tamaño especial, forma particular, sombreado, borrones o colocación fuera de sitio. El énfasis oral se nota en los dibujos de niños de poca edad, y en los individuos primitivos, regresivos, alcohólicos y deprimidos. Puesto que a menudo la boca es la fuente de satisfacción sensual y erótica, ella se destaca notablemente en los dibujos de individuos con dificultades sexuales. Los ojos Una parte considerable de la función de comunicación social que se atribuye a la cabeza se halla concentrada en los ojos del individuo. El ojo no solamente ha sido considerado como la ventana del alma, que revela la vida interior del individuo, sino también como órgano básico para el contacto con el mundo exterior. Ver para creer es solo uno de los numerosos dichos que atestiguan la función central del ojo en la aceptación o el rechazo del mundo que nos rodea. Los ojos son el punto principal de concentración del sentimiento del yo y de su vulnerabilidad. 14
El cuello Estructuralmente el cuello es el nexo entre el cuerpo y la cabeza. La representación de conflicto en el cuello que implica la falta de coordinación entre el impulso y el control racional, aparece en muchos dibujos, ya que el equilibrio entre la expresión de la individualidad y las restricciones impuestas por la sociedad es especialmente precario en un medio cultural contradictorio y complejo. La omisión del cuello se considera como un factor de inmadurez en los dibujos de los niños, de adultos deficientes e individuos regresivos. Los rasgos del contacto Forjamos nuestra imagen del yo debido a nuestros impulsos, nuestra conducta y la realidad que nos rodea; y la representación de la imagen del cuerpo en los dibujos tiende a provocar la expresión gráfica de cualquier conflicto que pudiera experimentarse en cual-quiera de estas esferas. La imagen del cuerpo cambia con las enfermedades físicas y mentales, con las frustraciones y las alteraciones de la adaptación. La organización de toda la estructura corporal se desarrolla paulatinamente con el enriquecimiento e interiorización de la experiencia. La representación más universalmente detallada y hábil de la cabeza en relación con el cuerpo, en los dibujos de niños de poca edad y de individuos degenerados, tiende a confirmar la lentitud con que se forja la imagen del cuerpo y la vulnerabilidad del mismo frente a las enfermedades mentales, los conflictos o la desorganización de la personalidad. El movimiento y el contado con el mundo exterior unifican la imagen del cuerpo. Los brazos y las manos Funcionalmente considerados, los brazos y las manos están cargados de significados psicológicos que se refieren primordialmente a la evolución del ego y a la adaptación social. Con los brazos y las manos nos alimentamos, nos vestimos, realizamos nuestros oficios, exploramos nuestro cuerpo y nos ponemos en contacto con las personas que nos rodean. Teniendo en cuenta estas implicaciones de mucho alcance en cuanto al papel de los brazos y las manos, no es de extrañar que tantos sujetos tengan dificultades en la proyección de tales partes en los dibujos. El rasgo más comúnmente omitido son las manos, siguiéndole, en orden, los pies. Si se dibujan las manos, a menudo pueden aparecer con imprecisión, o borrosas (falta de confianza en los contactos sociales, en la productividad o en ambas cosas), sugiriendo culpabilidad respecto a impulsos agresivos o a actividades de masturbación, las manos pueden aparecer fuertemente sombreadas. La dirección de la colocación del brazo se considera de gran importancia para determinar el contacto del individuo con el medio ambiente. Los dedos son muy importantes en el patrón que de la experiencia deriva una persona. Son los puntos reales de contacto, de suerte que, por ejemplo, sus huellas más que cualquiera otra parte determinada del cuerpo se utiliza para la identificación. Los dedos de las manos son tan importantes que cada uno de ellos tiene un nombre. También tienen 15
importancia en el proceso de contar. Se destacan como proyecciones que generalmente están a la vista; son flexibles e instrumentos de manipulación. Las piernas y los pies Ya se ha mencionado que las piernas, y especialmente los pies, son fuentes de conflictos y dificultades en muchos dibujos. Examinando estas partes del cuerpo por su significado funcional, podemos comprender por qué, literalmente interpretada, la inseguridad en los pies se muestra en la mayoría de los dibujos con problemas. Además de la capacidad para el contacto, que las piernas y los pies comparten con los brazos y las manos, todos ellos conllevan la responsabilidad adicional de sostener y balancear el cuerpo propiamente dicho y de hacer posible la locomoción del mismo. El tronco A menudo el tronco se reduce a una simple unidad oblonga, cuadrada o circular. La figura redonda se ha asociado a los dibujos menos agresivos, menos desarrollados y más femeninos, en tanto que la figura que incluye ángulos se considera más masculina, conforme a los principios del movimiento expresivo que conciernen a toda clase de proyecciones creativas. Es la sede o asiento principal de los estados emocionales y de los impulsos que experimenta el sujeto. Desde lo real es el gran coordinador de nuestro esquema corporal en tanto a él vienen a insertarse las demás partes que conforman el cuerpo físico, tales como el cuello, brazos y manos, la zona pélvica y las piernas. A la vez, en el tronco descansan la mayoría de nuestros órganos vitales, tales como el corazón, los pulmones, nuestro sistema digestivo; psicológicamente se trata de la sede o núcleo de nuestras emociones y lugar de intercambio con el exterior (pulmones). Los hombros El ancho y la solidez de los hombros se consideran la expresión gráfica más común de la fuerza física y de la perfección del cuerpo. En los dibujos de varones los hombros sólidos, relievados a expensas de otras partes de la figura, se observan en los adolescentes y con frecuencia en los individuos sexualmente ambivalentes a manera de super-compensación por los sentimientos de insuficiencia corporal. De la mujer que dibuja la figura de su propio sexo con hombros poderosos puede sospecharse que posee cierto grado de protesta masculina, si tal interpretación se corrobora.
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Indicadores Emocionales Para Koppitz los Indicadores Emocionales (IE) son signos clínicos que reflejan actitudes y características subyacentes de los niños en el momento de realizar su Dibujo de la Figura Humana (DFH). Los IE revelan sentimientos y preocupaciones iguales o similares, y una misma actitud puede ser expresada por diversos IE. Señala que la presencia de dos o más indicadores emocionales es altamente sugestiva de problemas emocionales y relaciones personales insatisfactorias. Además los define como aquellos signos objetivos que no están relacionados con la edad y maduración del niño, sino que reflejan sus ansiedades, preocupaciones y actitudes. Así mismo señala que un indicador emocional es definido aquí como un signo en el DFH que puede cumplir los tres criterios siguientes: Debe tener validez clínica, es decir, debe poder diferenciar entre los DFH de niños con problemas emocionales de los que no los tienen. Debe ser inusual y darse con escasa frecuencia en los DFH de los niños normales que no son pacientes psiquiátricos, es decir, el signo debe estar presente en menos del 16 por ciento de los niños en un nivel de edad dado. No debe estar relacionado con la edad y la maduración, es decir, su frecuencia de ocurrencia en los protocolos no debe aumentar solamente sobre la base del crecimiento cronológico del niño. Koppitz señala que no es posible identificar o diagnosticar problemas emocionales a partir de los IE que aparecen en los DFH. Los IE simplemente sugieren tendencias y posibles dificultades que pueden requerir mayor o menor investigación, dependiendo del DFH. Pero dos o más indicadores emocionales son altamente sugestivos de problemas emocionales y relaciones personales insatisfactorias. Categorías de Indicadores Emocionales o Indicadores emocionales de IMPULSIVIDAD Tendencia a actuar espontáneamente, casi sin premeditación o planeación; a mostrar baja tolerancia a la frustración, control interno débil, inconsistencia; a ser expansivo y a buscar gratificación inmediata. La impulsividad se relaciona, por lo común, con el temperamento de los jóvenes con inmadurez. Se ven reflejados en: integración pobre de las partes de la figura, asimetría grosera de las extremidades, figura grande, omisión del cuello. o Indicadores emocionales de INSEGURIDAD Implica un autoconcepto bajo, falta de seguridad en sí mismo, preocupación acerca de la adecuación mental, sentimientos de impotencia y una posición insegura. El niño se considera como un extraño, no lo suficientemente humano, o como una persona ridícula que tiene dificultades para establecer contacto con los demás. Se ven reflejados en: figura inclinada, cabeza pequeña, manos seccionadas u omitidas, omisión de los brazos, omisión de las piernas, omisión de los pies.
17
o Indicadores emocionales de ANSIEDAD Tensión o inquietud de la mente con respecto al cuerpo (ansiedad corporal), a las acciones, al futuro; preocupación, inestabilidad, aflicción; estado prolongado de aprensión. Ansiedad, temor anticipado de un peligro futuro, cuyo origen es desconocido o no se reconoce. Se ven reflejados en: sombreados, borrones, piernas juntas, trazo indeterminado. o Indicadores emocionales de TIMIDEZ Conducta retraída, cautelosa y reservada; falta de seguridad en sí mismo; tendencias a avergonzarse, tendencia a atemorizarse fácilmente, a apartarse de las circunstancias difíciles o peligrosas. Timidez, limitación o defecto del carácter que impide el desarrollo armónico del yo y que en las personas que la padecen se manifiesta por una inseguridad ante los demás, una torpeza o incapacidad para afrontar y resolver las relaciones sociales. Se ven reflejados en: figura pequeña, brazos cortos, brazos pegados al cuerpo, omisión de la nariz, omisión de la boca, omisión de los pies.
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______________ III – POBLACIÓN DE ESTUDIO
3.1. Ámbito de estudio El ámbito de estudio se centra en la población infantil comprendida entre 5 y 6 años, etapa en la que, como decíamos antes, el dibujo se convierte en una herramienta de gran utilidad en la evaluación psicológica del niño; los dibujos en estas edades nos pueden proporcionar una información valiosísima para el estudio que nos ocupa. Características generales de los dibujos de los niños de esta edad Esta Etapa recibe el nombre de Esquemática, ya que los esquemas se repiten, sus temas favoritos (dibujan lo que conocen no lo que ven: ellos jugando, haciendo cosas con otras personas, actividades cotidianas), las formas son más definidas ya que su pensamiento se ha hecho más operatorio (según Piaget); es la etapa en que su pensamiento da los primeros pasos hacia el desarrollo del pensamiento abstracto. El esquema tiene su desarrollo máximo alrededor de los 7 años y se refiere tanto a las personas, como al espacio y los objetos. Es de esperar que a esta edad, logren representar un esquema humano con sus detalles característicos y que para el adulto resulten fácilmente reconocibles. Como apunté anteriormente, las partes componentes, no tienen valor por sí mismas, los niños utilizan líneas y formas geométricas (círculos o triángulos) como así también formas irregulares para el esquema de piernas, ojos o ropa. Sólo tienen significado cuando se ven integrados en el todo, y dependen en gran medida del mayor o menor conocimiento que el niño tenga del cuerpo. Por lo tanto, el esquema humano es algo muy personal y puede considerarse como un reflejo del desarrollo del individuo. El principal descubrimiento de esta etapa es que el niño descubre que existe cierto orden en las relaciones espaciales (la representación espacial va evolucionando, van aprendiendo conceptos básicos y los incorporan a sus representaciones: arriba-abajo, delante-detrás, encimadebajo, derecha-izquierda). Ya no piensa en objetos aislados sino que establece relaciones entre los elementos y se considera a sí mismo como una parte del entorno. Esta evolución se expresa, al menos en nuestra cultura, por la aparición de la línea de base: al principio el niño colocará todo en el borde inferior de la hoja de papel, organizando frontalmente de forma lineal los elementos; posteriormente dibujará una raya para simbolizar la base sobre la que se encuentran los objetos. (A. Cambier) Esta referencia de ordenación luego se extenderá a la aparición de una línea de cielo y el espacio entre ambas representa el aire o atmósfera. La línea de base es el indicio de que el niño se ha dado cuenta de la relación entre él y el ambiente. (Lowenfeld, 1972 p.177). Algunos niños, duplican la línea de base. Sitúan la segunda más arriba, representando otra parte más alejada del mismo paisaje. Estos casos 19
denotan un desarrollo mayor y, aunque la representación sigue siendo bidimensional, es un paso hacia la perspectiva. Si bien esta representación espacial es la más común, en ocasiones, pueden desviarse de este tipo de esquema y usar representaciones espaciales subjetivas. Resulta muy interesante analizar lo que ha dado en llamarse el proceso de doblado, que significa representar los objetos perpendiculares a la línea de base, aun cuando resulte que aparecen en forma invertida al observador (para representar por ejemplo, ambos lados de una acera, o de un muelle. Se comprende mejor la intención doblando el papel por la mitad para reconstruir la escena). Otras formas de representación espacial en esta etapa pueden ser, la desaparición completa de la línea, representando la escena desde arriba. También según la necesidad, pueden aparecer líneas de base en cada lado del papel, para representar por ejemplo, la circunvalación de un espacio. La representación de espacio-tiempo, es la manera que tienen los niños de señalar acontecimientos que tuvieron lugar en distintos momentos. De alguna manera, es el sistema de los cómics, aunque no los separen en cuadros delimitados. Otra de las representaciones espaciales es la de radiografía o rayos x (transparencias). Es un sistema por el cual los niños, representan al mismo tiempo, el exterior y el interior de algún ambiente cerrado, sin que para ellos tenga ninguna importancia, la real posibilidad visual. También combinan frente y perfil (indicando diversidad de puntos de vista). Otra característica de esta etapa es que exageran lo que consideran importante y empequeñecen u omiten lo que para ellos no tiene importancia (principios de economía y claridad representativa: elude la confusión) Como es lógico, el niño descubre que hay relación entre el color y el objeto. Y como también es comprensible para esta etapa, elige un color para cada objeto y siempre repite el mismo. El color ha dejado de ser absolutamente afectivo como lo era en etapas anteriores. Como señala Lowenfeld, El niño ha comenzado a desarrollar la capacidad de categorizar, de agrupar cosas en clases y de hacer generalizaciones. Aunque ciertos objetos son pintados con colores comunes para todos los niños, como el cielo azul o la hierba verde, cada niño desarrolla sus propias relaciones de color. El esquema de color es un indicio del proceso que conduce al pensamiento abstracto y muestra que el niño puede generalizarlo a otras situaciones, a partir de su propia experiencia. Su intención artística posee un fuerte carácter narrativo y lo representan a través de claros dibujos en los reflejan sus gustos.
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3.2. Muestra En el estudio han participado todos los alumnos y alumnas de un aula de 3º de Educación Infantil del Colegio de la Sagrada Familia de Úbeda (JAÉN). En total 25 sujetos, 10 niñas y 15 niños con edades comprendidas entre 5 y 6 años. Se eligió por tratarse de un aula normal y por ser en la que se realizaban las prácticas, con la consecuente facilidad para realizar las tareas de realización de los dibujos. A continuación una tabla con la relación con características:
01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Edad 5 5 5 5 5 5 5 5 6 6 5 5 5 5 5 5 5 5 6 6 6 6 6 6 6
Sexo Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Fem. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas. Mas.
Hermanos 1º 2 3º 3 1º 2 2º 2 2º 2 1º 1 1º 2 2º 2 1º 2 1º 2 1º 2 1º 2 2º 2 1º 2 2º 2 1º 2 1º 2 2º 2 1º 2 3º 3 1º 1 1º 2 2º 2 3º 3 1º 2
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_________________________ IV – METODOLOGÍA
4.1. Tipo de investigación El estudio se ha planteado desde un punto de vista descriptivo, ya que vamos a usar el método de análisis, para lograr caracterizar el grado de efectividad que pueden tener los test de dibujo y su valor a la hora de conocer la realidad de nuestros alumnos. Intentaremos pues presentar una interpretación correcta de los resultados obtenidos en dichos test.
4.2. Técnicas Para el estudio se les encargó a los alumnos/as que componen la muestra de población, la realización de dos dibujos: Uno que representara una familia cualquiera viviendo en la selva y otro que fuera su familia real. Estos dos dibujos nos facilitarán la observación del grado de proyección que el niño puede transmitir en el dibujo. Dibujo A - Dibujo de una familia cualquiera en la selva Se realizó en una sesión de 1 hora, el jueves 8 de abril de 2010 a las 13:00 h. Se les pidió que dibujaran una familia que vive en la selva, (debido a que en esos días el aula estaba trabajando en un proyecto de trabajo sobre la selva). Se les facilitó un papel A4 en posición horizontal, y rotuladores de varios colores. Conforme iban terminando el dibujo se les hacía una entrevista para identificar los personajes presentes en cada dibujo y qué tarea estaban realizando. Dibujo B - Dibujo de la familia propia del alumno/a Se realizó en una sesión de 1 hora, transcurrida una semana, el jueves 15 de abril de 2010 a las 13:00 h. Se les pidió que dibujaran a su propia familia. Se les facilitó igualmente un papel A4 en posición horizontal y rotuladores de varios colores. Conforme iban terminando el dibujo se les hacía una entrevista para identificar los personajes presentes en cada dibujo y qué tarea estaban realizando.
4.3. Recolección de datos A estos dos dibujos de cada alumno/a se les pasó el test del Dibujo de la familia por un lado, y el de la Figura Humana sobre la representación del propio alumno en el dibujo B (el dibujo de su familia real), ambos tipos de test están especificados en el apartado 2.2. La estructuración de indicadores operativos para este estudio, quedó como sigue:
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Diseño basado en el Test del Dibujo de la Familia de Louis Corman. Tamaño del dibujo o Grande o Pequeño Emplazamiento del dibujo o Plano Superior o Centrado o Plano Inferior o Plano de la Izquierda o Plano de la Derecha Sombreado Tachaduras Separación entre las figuras o Distribuidas en diferentes estratos o Separadas o Juntas o Con obstáculos entre ellas Personajes más valorados o El padre o La madre o El autor o autora o Otro miembro de la familia (abuelos, hermanos,…) Personajes menos valorados o El padre o La madre o El autor o autora o Otro miembro de la familia (abuelos, hermanos,…) Personaje más cercano o El padre o La madre o Otro miembro de la familia (abuelos, hermanos,…) Personaje más alejado o El padre o La madre o Otro miembro de la familia (abuelos, hermanos,…) Omisión de algún personaje o El padre o La madre o El autor o autora o Hermanos o Ninguna omisión Ausencia de algunos elementos físicos en las figuras o Ausencia de manos o Ausencia de ojos o Ausencia de nariz o Ausencia de boca Presencia de otros elementos anexos o Presencia de objetos o Existencia de escenario alrededor o Presencia de animales, mascotas,… 23
Diseño basado en el Test de la Figura Humana de Elizabeth Münsterberg Koppitz Este test fue aplicado a la figura que representa al propio alumno. Indicadores para el grado de IMPULSIVIDAD Integración pobre de las partes de la figura Asimetría grosera de la extremidades Figura grande Omisión del cuello Brazos largos Cabellos en punta Indicadores para el grado de INSEGURIDAD Figura inclinada Cabeza pequeña Omisión de manos Omisión de brazos Omisión de piernas Omisión de pies Indicadores para el grado de ANSIEDAD Sombreado de la cara Sombreado del cuello o extremidades Sombreado de las manos Piernas juntas Omisión de ojos Presencia de tachaduras Indicadores para el grado de TIMIDEZ Figura pequeña Brazos cortos Brazos pegados al cuerpo Omisión de nariz Omisión de boca Omisión de pies
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____________________ V – ANÁLISIS DE DATOS
5.1. ELABORACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
ANÁLISIS DE TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Tamaño
TOTALES Dibujo A Dibujo B
GR. 20 7 13
% 40 % 28 % 52 %
Coincidencias Desvíos
PQ. 30 18 12
% 60 % 72 % 48 %
17 8
68 % 32 %
100 90 80 70 60 50 40 30
20 10 0 Total GR
DIB A GR
DIB B GR
Total PQ
DIB A PQ
DIB B PQ
Según los datos computados obtenemos una mayoría escasa (60 %) de representación de figuras en tamaño pequeño, dándose de una forma más representativa (72 %) en el dibujo A. Esto puede denotar cierto grado de introversión en el aula. Basado en las coincidencias de las características del dibujo A con el Dibujo B, en este indicador sobre el tamaño, podemos contemplar una proyección del 68%.
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Emplazamiento Sup
TOTALES Dibujo A Dibujo B Coincidencias Desvíos
5 0 5
%
10 % 0% 20 %
Cent
%
20 40 % 10 40 % 10 40 %
Inf
15 11 4
%
30 % 44 % 16 %
Izq
%
18 36 % 9 36 % 9 36 %
Der
%
11 7 11
22 % 28 % 44 %
9 36 % 16 64 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB ADIB B SUP SUP SUP
Total DIB ADIB B CENTCENT CENT
Total DIB ADIB B INF INF INF
Total DIB ADIB B IZQ IZQ IZQ
Total DIB ADIB B DER DER DER
Se aprecia un porcentaje más elevado (40 %) en los dibujos situados en el centro del folio, lo cual nos da a entender que esta mayoría de alumnos vive el momento actual. Le sigue un 30 % de niños que sitúan el dibujo en la parte inferior, lo cual confirma la dependencia de la familia que aún existe a estas edades. En cuanto a las ubicaciones a izquierda o derecha, parece ser que con una reducida diferencia se prefiere la izquierda (36 %) (Tras la ubicación central 40 %), esto significa una cierta dificultad a la hora de proyectarse en el futuro, también normal por otro lado en estas edades. El grado de proyección o coincidencia entre el dibujo A y el B se nos manifiesta en un 36 %, frente a un 64 % de desvío (no coincidencia). Esto significa un grado bajo de proyección.
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Sombreado
TOTALES Dibujo A Dibujo B
25 12 13
% 50 % 48 % 52 %
Coincidencias Desvíos
18 7
72 % 28 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total
DIB A
DIB B
El indicador del sombreado nos revela el índice de ansiedad del niño. Nos arroja un índice del 50 %, y aparece con una ligera ventaja en el Dibujo B. Este indicador quizás esté desvirtuado por las herramientas usadas en el dibujo, (rotuladores) que hacen que el sombreado se pueda percibir un tanto más agresivo que el deseado. De todas formas el grado de ansiedad entraría dentro de los márgenes normales. Las coincidencias en este indicador entre los dos tipos de dibujos son elevadas (72 %).
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Tachados
TOTALES Dibujo A Dibujo B
22 10 12
% 44 % 45 % 55 %
Coincidencias Desvíos
17 8
68 % 32 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total
DIB A
DIB B
Los datos del indicador referente a la aparición de tachaduras viene a ser muy parecido a los del anterior, ligeramente menor, tras el cómputo se establece en 44 %. Este indicador nos denota los posibles conflictos emocionales, y normalmente aparece muy similar al de los sombreados. Aparece más representado en el dibujo B (55 %), debido quizás a que puede aparecer un grado mayor de ansiedad y de conflictos emocionales cuando el niño se enfrenta al dibujo de la familia real que a la familia ficticia o ideal, en la cual se encuentra más libre de implicaciones emocionales. Nivel de proyección en 68 %.
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Distancia de separación Estratos
%
Sep.
%
Juntos
%
Obst.
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
21 8 13
42 % 32 % 52 %
2 2 0
4% 8% 0%
21 10 11
42 % 40 % 44 %
7 6 1
14 % 24 % 4%
Coincidencias Desvíos
14 11
56 % 44 %
23 2
92 % 8% Media
14 11
56 % 44 %
20 5 71 %
80 % 20 %
100 90 80
70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB A DIB B EST EST EST
Total DIB A DIB B SEP SEP SEP
Total DIB A DIB B JUN JUN JUN
Total DIB A DIB B OBS OBS OBS
La distancia emocional entre los distintos personajes de la propia familia se proyecta en la separación entre los personajes representados en el dibujo. En este sentido un 42 % de los dibujos están representados en estratos diferentes, lo que nos refleja algún grado de falta de comunicación, compensado en cierta medida por un porcentaje equivalente (42 %) que nos arroja el indicador de personajes unidos. Si hacemos la media de los porcentajes de coincidencias entre los dos dibujos nos arroja un valor del 71 %, lo cual denota un grado alto de proyección.
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Personaje más valorado PADRE
%
MADRE
%
AUTOR
%
OTRO
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
15 7 8
30 % 28 % 32 %
19 38 % 6 24 % 13 52 %
9 6 3
18 % 24 % 12 %
7 14 % 6 24 % 1 4%
Coincidencias Desvíos
10 15
40 % 60 %
18 72 % 7 28 % Media
16 9
64 % 36 %
18 72 % 7 28 % 62 %
100 90 80 70 60 50 40
30 20 10 0 Total DIB A DIB B PADRE PADRE PADRE
Total DIB A DIB B MADRE MADRE MADRE
Total DIB A DIB B AUTOR AUTOR AUTOR
Total DIB A DIB B OTRO OTRO OTRO
Existe un significativo valor en el personaje de la madre (38 %), significativamente alto en el dibujo real (B); seguido del personaje del padre (30 %). Esto nos viene a demostrar que la dependencia de los niños de esta edad se encuentra en relación más con la madre que con el padre. El grado de coincidencias, según la media, se sitúa en un porcentaje de 62 %.
30
Personaje menos valorado PADRE
%
MADRE
%
AUTOR
%
OTRO
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
10 8 2
20 % 32 % 8%
10 20 % 5 20 % 5 20 %
18 9 9
36 % 36 % 36 %
13 26 % 4 16 % 9 36 %
Coincidencias Desvíos
15 10
60 % 40 %
17 68 % 8 32 % Media
15 10
60 % 40 %
17 68 % 8 32 % 64 %
100 90
80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB A DIB B PADRE PADRE PADRE
Total DIB A DIB B MADRE MADRE MADRE
Total DIB A DIB B AUTOR AUTOR AUTOR
Total DIB A DIB B OTRO OTRO OTRO
Se aprecia una mayoría (36 %) en la menor valoración del propio niño, lo cual denota una baja autoestima, y ciertos sentimientos de exclusión. Tal vez la causa de esto podamos encontrarla en la competencia y celos entre hermanos (tanto pequeños como mayores) que puede llegar a ser muy importante en estas edades. En cuanto al grado de proyección podemos situarlo en una media de 64 %.
31
Personaje más cercano PADRE
%
MADRE
%
OTRO
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
10 6 4
20 % 24 % 16 %
25 50 % 15 60 % 10 40 %
27 54 % 9 36 % 18 72 %
Coincidencias Desvíos
17 8
68 % 32 %
12 48 % 13 52 %
12 48 % 13 52 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Total DIB A DIB B PADRE PADRE PADRE
Total DIB A DIB B MADRE MADRE MADRE
Total OTRO
DIB A OTRO
DIB B OTRO
Aparece una mayoría (54 %) de dibujos en la que el alumno se representa más cercano a otros personajes de la familia, como hermanos o hermanas, esto denota que el tipo de relación con ellos es al mismo nivel. No obstante le sigue muy de cerca (50 %) la proximidad de la madre, relacionado con el personaje más valorado. En cuanto a la proyección estaríamos en una media alrededor de 54 %.
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Personaje más lejano PADRE
%
MADRE
%
OTRO
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
24 10 14
48 % 40 % 56 %
8 16 % 1 4% 7 28 %
14 28 % 11 44 % 3 12 %
Coincidencias Desvíos
15 10
60 % 40 %
19 76 % 6 24 %
17 68 % 8 32 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20
10 0 Total DIB A DIB B PADRE PADRE PADRE
Total DIB A DIB B MADRE MADRE MADRE
Total OTRO
DIB A OTRO
DIB B OTRO
El personaje menos valorado es en este caso el padre (48 %), debido a que por regla general la figura del padre se encuentra más ausente del hogar familiar, lo que provoca una menor dependencia. En la proyección encontramos una media de coincidencias del 68 %.
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Omisión de personajes Padre
%
Madre
%
Autor
%
Otro
%
Nadie
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
11 8 3
22 % 32 % 12 %
9 18 % 7 28 % 2 8%
6 5 1
12 % 20 % 4%
11 22 % 9 36 % 2 8%
30 10 20
60 % 40 % 80 %
Coincidencias Desvíos
14 11
56 % 44 %
18 72 % 7 28 %
19 6
76 % 24 %
14 56 % 11 44 %
13 12
52 % 48 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Total DIB A DIB B PADRE PADRE PADRE
Total DIB A DIB B MADRE MADRE MADRE
Total DIB A DIB B AUTOR AUTOR AUTOR
Total OTRO
DIB A OTRO
DIB B OTRO
Total NADIE
DIB A NADIE
Los dos valores más altos en cuanto a omisión (22 %) recaen en los personajes del Padre y de los hermanos, la mayoría de estas exclusiones se producen en los dibujos A o figurados. Esto contrasta también con el alto porcentaje (60 %) de los dibujos en los que no se excluye a nadie. Grado de proyección, una media total del 62 %.
34
DIB B NADIE
Omisión de partes del cuerpo MANOS
%
OJOS
%
NARIZ
%
BOCA
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
21 11 10
42 % 44 % 40 %
7 14 % 5 20 % 2 8%
32 17 15
64 % 68 % 60 %
7 14 % 4 16 % 3 12 %
Coincidencias Desvíos
21 4
84 % 16 %
20 80 % 5 20 %
17 8
68 % 32 %
20 80 % 5 20 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB A DIB B MANOS MANOS MANOS
Total OJOS
DIB A OJOS
DIB B OJOS
Total DIB A DIB B NARIZ NARIZ NARIZ
Total BOCA
DIB A BOCA
DIB B BOCA
La omisión de las manos nos habla de una insuficiente capacidad analítica, aquí se representa en un valor de 42 %. La omisión de ojos es baja (14 %), lo cual denota un normal interés por la información, un alto nivel de curiosidad y predisposición al aprendizaje. El dato de la omisión de la nariz es alto con respecto a los demás elementos (64 %), esto nos puede indicar un cierto grado de timidez, retraimiento o falta de empuje. Que viene a coincidir con los datos obtenidos sobre el grado de introversión denotado en el tamaño de las figuras. La boca se omite en un 14 %, este indicador concuerda en grado con el de la omisión de los ojos (14 %) y puede significar cierta dificultad en la expresión de sentimientos. El grado de proyección se sitúa según la media en 78 %
35
Otros elementos OBJETOS
%
ESCENARIO
%
ANIMALES
%
TOTALES Dibujo A Dibujo B
26 21 5
52 % 84 % 20 %
28 56 % 22 88 % 6 24 %
11 6 5
22 % 24 % 20 %
Coincidencias Desvíos
7 18
28 % 72 %
9 36 % 16 64 % 45 %
18 7
72 % 28 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB A DIB B OBJ OBJ OBJ
Total DIB A DIB B ESC ESC ESC
Total DIB A DIB B ANIM ANIM ANIM
En relación a la aparición de otros elementos en los dibujos, el análisis se debe realizar más a nivel individual en cada dibujo, relacionándolo con la situación familiar de cada alumno. No obstante el hecho de aparecer el escenario (56 %) y objetos (52 %) en porcentajes altos y situarse una gran mayoría en el dibujo A, nos denota que se despliega la imaginación de una forma más libre en el dibujo de la familia ficticia (dibujo A) que en la real (dibujo B). Corroborado esto con un nivel bajo de coincidencia entre los dos dibujos, en el dibujo A se ven más riqueza de elementos que el dibujo B situado en este indicador en un 45 %.
36
Items relevantes 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Tamaño pequeño
Dibujo centrado
Sombreado Tachaduras Figuras en Madre mas estratos valorada
Autor menos valorado
Toda la familia
Omisión de Presencia de nariz escenario
En este gráfico se presentan los ítems más representativos (en columnas azules), junto a su grado de proyección en los dos dibujos (en columnas rojas), con la idea de que cuanto más alta sea la columna roja más validez tendrá el item. De una primera lectura destacamos: Omisión de la nariz: Este ítem es representativo y se encuentra respaldado por un alto nivel de proyección en los dos dibujos. Según los estudios la omisión de la nariz en el rostro apunta a una asociación con la conducta tímida y retraída, con ausencia de agresividad manifiesta, a la vez que puede denotar también un escaso interés social. Figuras de tamaño pequeño: En consonancia con el ítem anterior, denota timidez, inseguridad y retraimiento, inhibición y preocupación por las relaciones con el ambiente (según Machover)
37
ANÁLISIS DE TEST DE LA FIGURA HUMANA IMPULSIVIDAD POSITIVO
TOTALES Dibujo A Dibujo B
162 78 84
%
54 % 48 % 52 %
NEGATIVO
138 72 66
%
46 % 52 % 48 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total DIB A DIB B POSITIVO POSITIVO POSITIVO
Total DIB A DIB B NEGATIVO NEGATIVO NEGATIVO
En este indicador apreciamos un valor muy equilibrado con respecto al grado de impulsividad que apunta una ligera mayoría en torno al 54 %, manifestándose un poco más claro en el dibujo B.
38
Impulsividad por elementos
Integración pobre de las partes de la figura Asimetría grosera de las extremidades Figura grande Omisión del cuello Brazos largos Cabello de punta
SI 45 42 9 45 16 6
% 90 % 84 % 18 % 90 % 32 % 12 % 54 %
NO 5 8 41 5 34 44
% 10 % 16 % 82 % 10 % 68 % 88 %
Proyec.
22 21 21 24 24 21
% 88 % 84 % 84 % 96 % 96 % 84 % 89 %
% 12 % 16 % 16 % 4% 4% 16 % 11 %
No Proy.
3 4 4 1 1 4
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Falta de Integración
Asimetría
Figura grande
Omisión de cuello
Brazos largos
Cabello de punta
Apreciamos en el gráfico que los indicadores que más aparecen en los dibujos, son la falta de integración, la omisión del cuello y la pobre integración en los cuerpos. Elementos relacionados en cierta medida con la inmadurez y un pobre control interno. De todas formas los índices no son preocupantes, pues el total como hemos dicho solo llega al 54 %. En cuanto a la proyección se manifiesta bastante alta con un 89 % de coincidencias.
39
ďƒź INSEGURIDAD POSITIVO
TOTALES Dibujo A Dibujo B
77 34 43
%
26 % 44 % 56 %
NEGATIVO
223 116 107
%
74 % 52 % 48 %
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Total POSITIVO
DIB A POSITIVO
DIB B POSITIVO
Total DIB A DIB B NEGATIVO NEGATIVO NEGATIVO
Este indicador nos aparece en negativo, ya que los elementos que lo significan no aparecen en el 74 % de los dibujos, o lo que es lo mismo solo se encuentran en el 26 %. Concuerda perfectamente con el positivo del indicador anterior sobre la impulsividad. De destacar una mayor frecuencia del grado de inseguridad, en el dibujo B de la familia real.
40
Inseguridad por elementos
Figura inclinada Cabeza pequeña Omisión de manos Omisión de brazos Omisión de piernas Omisión de pies
SI 21 2 24 2 1 28
% 42 % 4% 48 % 4% 2% 56 % 26 %
NO 29 48 26 48 49 22
% 58 % 96 % 52 % 96 % 98 % 44 %
Proyec.
14 23 17 23 24 19
% 56 % 92 % 68 % 92 % 96 % 76 % 95 %
No Proy.
11 2 8 2 1 6
% 44 % 8% 32 % 8% 4% 24 % 5%
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Figura inclinada
Cabeza pequeña
Omisión de manos
Omisión de brazos
Omisión de piernas
Omisión de pies
De los 6 elementos que componen este indicador solo es significativa su presencia los de la omisión de manos y la omisión de pies, que pueden apuntar ciertos sentimientos de culpabilidad, o de temor a los castigos de los adultos, pero como ya hemos dicho, estos rasgos negativos se encuentran en un porcentaje relativamente bajo. Este indicador apunta un grado de proyección de los más altos al encontrarse en torno al 95 %.
41
ANSIEDAD POSITIVO
TOTALES Dibujo A Dibujo B
128 67 61
%
43 % 52 % 48 %
NEGATIVO
172 83 89
%
57 % 48 % 52 %
100 90 80 70
60 50 40 30 20 10 0 Total POSITIVO
DIB A POSITIVO
DIB B POSITIVO
Total DIB A DIB B NEGATIVO NEGATIVO NEGATIVO
Este indicador también arroja un valor ligeramente negativo en torno al 57 % de dibujos en los que no se encuentran los elementos representativos, frente al 43 % en el que si aparecen. En los dibujos en que aparecen se centran más en los dibujos de la familia real.
42
Ansiedad por elementos
Sombreado de la cara Sombreado del cuello o extremidades Sombreado de las manos Piernas juntas Omisión de ojos Tachaduras
SI 19 26 21 27 7 30
% 38 % 52 % 42 % 54 % 14 % 60 % 43 %
NO 31 24 29 23 43 20
% 62 % 48 % 58 % 46 % 86 % 40 %
Proyec.
20 21 20 22 19 15
% 80 % 84 % 80 % 88 % 76 % 60 % 78 %
No Proy.
5 4 5 3 6 10
% 20 % 16 % 20 % 12 % 24 % 40 % 22 %
100 90 80 70 60 50 40
30 20 10 0 Sombredo de Sombreado de Sombreado de Piernas juntas Omisión de ojos cara extremidades manos
Tachaduras
Los elementos que más abundan son las tachaduras seguidos de las piernas juntas y los sombreados en las extremidades. Esto puede significar síntomas de inconformidad, y temores no manifestados con respecto al propio cuerpo, a su futuro y a su entorno. El nivel de proyección es igualmente alto, en torno al 78 %.
43
TIMIDEZ POSITIVO
TOTALES Dibujo A Dibujo B
134 67 67
%
45 % 50 % 50 %
NEGATIVO
166 83 83
%
55 % 50 % 50 %
100 90 80 70 60 50 40 30
20 10 0 Total POSITIVO
DIB A POSITIVO
DIB B POSITIVO
Total DIB A DIB B NEGATIVO NEGATIVO NEGATIVO
También en este indicador destaca la ausencia de elementos representativos pues arroja un valor negativo en torno al 55 %, en el que no aparecen los elementos que denotan timidez.
44
Timidez por elementos
Figura pequeña Brazos cortos Brazos pegados al cuerpo Omisión de nariz Omisión de boca Omisión de pies
SI 34 28 7 32 7 28
% 68 % 56 % 14 % 64 % 14 % 56 % 45 %
NO 16 22 43 18 43 22
% 32 % 44 % 86 % 36 % 86 % 44 %
Proyec.
17 17 22 17 18 19
% 68 % 68 % 88 % 68 % 72 % 76 % 74 %
No Proy.
8 8 3 8 7 6
% 32 % 32 % 12 % 32 % 28 % 24 % 26 %
100 90 80 70
60 50 40 30 20 10
0 Figura pequeña Brazos cortos Brazos pegados Omisión de al cuerpo nariz
Omisión de boca
Omisión de pies
Destaca como determinante de la timidez, la presencia de las figuras de pequeño tamaño, relacionadas con la inseguridad y el retraimiento; le sigue la omisión de la nariz en el rostro. También se aprecia un elevado grado de proyección en torno al 74 %
45
Items relevantes 100 90 80 70 60 50
40 30 20 10 0 Falta de integración
Omisión de pies
Tachaduras
Figura pequeña
Aquí se representan los ítems más representativos del estudio de la Figura Humana en azul, acompañados por su grado de proyección en rojo, destacan: Falta de integración: Se trata de un indicador de inmadurez, pero no preocupante pues tiene más validez a partir de los 6 años de edad, encontrándose la mayoría de la muestra aún en los 5 años. Figura pequeña: Expresa inseguridad, retraimiento, y en ocasiones depresión. De todas formas estos ítems habría que verlos en un plano individual en los dibujos de cada niño en concreto, para alcanzar un diagnóstico más válido.
46
NIVELES DE PROYECCIÓN
Test del Dibujo de la Familia
Indicador Tamaño de las figuras Emplazamiento Sombreado Tachados Distancia de separación Personaje más valorado Personaje menos valorado Personaje más cercano Personaje más alejado Omisión de personajes Omisión de partes del cuerpo Presencia de elementos Media TOTAL
Nivel de proyección 68 % 36 % 72 % 68 % 71 % 62 % 64 % 54 % 68 % 62 % 78 % 45 % 62 %
Test de la Figura Humana
Indicador Impulsividad Inseguridad Ansiedad Timidez
Nivel de proyección 89 % 95 % 78 % 74 % Media TOTAL 84 %
Podemos apreciar un grado de proyección más elevado en los datos referidos al test de la Figura Humana (84 %), frente a un nivel inferior en el análisis del dibujo desde el punto de vista de la Familia (62 %). Una de las interpretaciones puede ser que el niño proyecta de una forma más clara su carácter en el dibujo de la figura humana, en la cual refleja mejor sus sentimientos y su mundo interior, de una manera más espontánea.
47
RESULTADOS DE LA PUNTUACIÓN SEGÚN LA NORMA KOPPITZ Para efectuar la puntuación del Test de la Figura Humana, según la norma Koppitz, hemos utilizado la tabla en Microsoft Excel que se adjunta en el CD. En esta tabla se detallan los ítems esperados (casillas en blanco) y excepcionales (casillas en verde) para cada edad y sexo. Siguiendo las instrucciones que se acompañan en el lateral de la tabla. La hoja ofrece el resultado final de la puntuación. Sólo hay que introducir la puntuación correspondiente en cada ítem (-1, 0, o +1), ver el total y confrontar con la tabla de resultados.
Instrucciones generales de puntuación Los ítems esperados si están presentes no puntúan (puntuación = 0), en caso de no presentarse se puntúa con –1 punto. Por su parte los ítems excepcionales sólo se puntúan si están presentes con + 1. Si están ausentes no reciben puntuación ni positiva ni negativa. Hay que sumar a las dos puntuaciones (esperados + excepcionales) la cantidad de 5. Esto se lleva a cabo para evitar puntuaciones negativas. Finalmente se contrasta la puntuación total obtenida con la tabla siguiente para determinar el nivel de maduración mental y obtener el C.I.
Puntuación 0ó1 2 3 4 5 6 7u8
Nivel de Capacidad Intelectual. Mentalmente retardado (o graves problemas emocionales) Límite – Bordeline (60-80) Normal Bajo (70-90) Normal Bajo a Normal (80-110) Normal a Normal Alto (85-120) Normal Alto a Superior (90-130) Superior (> 130)
48
Resultados de la puntuación 100 90 80 70 60 50 40
30 20 10 0 1
2
3
4
5
6
7u8
A la vista del grafico podemos ver que se trata de una clase avanzada, en la que destacan un 32 % de alumnos en el nivel 5 (85-120), seguidos por un 24 % en los niveles más altos (> 130). Estos datos habría que contrastarlos con otros test más específicos, para ver el grado de fiabilidad.
49
5.2. INSTRUMENTOS Se empleó un escáner para digitalizar los dibujos, con objeto de conseguir una mayor usabilidad en su manipulación. Se adjuntan la totalidad de las imágenes en un cd archivadas en formato JPG. El instrumento fundamental para la recopilación de datos ha sido el programa Hoja de Cálculo Excel del paquete Microsoft Office Professional Plus 2010. Con este programa se han realizado todos los cómputos de datos así como sus correspondientes porcentajes. En el cd adjunto se incluyen las hojas de cálculo desarrolladas para tal efecto. Para la interpretación y análisis de los datos recopilados se ha empleado la bibliografía que se relaciona al final del estudio.
5.3. DEFINICIONES OPERACIONALES El dibujo se convierte, sin duda, en un medio que podemos utilizar en la práctica diaria como maestras y maestros, tanto para fomentar el gusto por la expresión gráfica en los niños, como para que constituya un instrumento para el conocimiento de nuestro alumnado. Puede ser algo arriesgado sacar conclusiones definitivas acerca de los resultados obtenidos objetivamente, aunque sí puede servir de orientación para futuras intervenciones o comprensión de ciertas actitudes detectadas con anterioridad. Además el análisis del dibujo nos permite conocer el desarrollo del niño, tanto a nivel físico como cognitivo, ya que, por ejemplo, nos muestra el desarrollo de la motricidad fina o conceptos espaciales, permitiéndonos además detectar posibles dificultades del alumnado, puesto que el conocimiento del desarrollo gráfico general nos permite observar la aparición de algún problema. Pero, sobre todo, nos permite conocer un aspecto que consideramos incluso de mayor importancia, y que otros instrumentos de investigación no suelen considerar, como es el aspecto afectivo, especialmente importante en la etapa infantil. Combinando los dos tipos de test, se puede llegar a un diagnóstico muy aproximado de la realidad emocional del alumnado a través del dibujo; pero sin olvidar que el dibujo es tan solo una herramienta más para alcanzar dicho conocimiento, de manera que debe ser contrastado con la observación directa de nuestros alumnos. Analizando los resultados del estudio podemos afirmar que realmente el niño proyecta su carácter sobre el dibujo, lo que puede suponer para los profesores una ventana abierta al análisis del desarrollo infantil, lo que facilitaría el proceso enseñanza-aprendizaje.
50
_________________________ VI – BIBLIOGRAFÍA
BÉDARD, Nicole. Cómo interpretar los dibujos de los niños. Barcelona: Ed. Sirio S.A. 1999. BERSON, M. Del garabato al dibujo. Buenos Aires: Kapelusz, 1962. BIEDMA, Carlos y D'ALFONSO, Pedro. El lenguaje del dibujo. Buenos Aires: Kapelusz, 1960. BOUTONIER, Juliette. El dibujo en el niño normal y anormal. Buenos Aires: Paidos, 1976. CORMAN, Louis. Le test du dessin de famille dans la pratique médicopédagogique. París: P.U.F., 1961. CORMAN, Louis. Test de pata negra: Manual. Madrid: TEA Ediciones, 2001. DEBIENNE, Marie-Claire. El dibujo en el niño. Barcelna: Planeta, 1977. DELVAL, Juan. Lecturas de psicología del niño. Madrid: Alianza Universidad, 1979. DI LEO, Joseph H. Los dibujos de los niños como ayuda diagnóstica. Buenos Aires: Paidos. DI LEO, Joseph H. El dibujo y el diagnóstico psicológico del niño normal y anormal de 1 a 6 años. Barcelona: Paidós, 1985. DUBORGEL, B. El dibujo del niño: estructuras y símbolos. Barcelona: Paidos, 1981. GOODENOUGH, F. Test de inteligencia infantil por medio del dibujo de la figura humana; Buenos Aires: Paidós, 1951. GOODNOW, J. El dibujo infantil. Madrid: Morata, 1983. HARRIS, Dale B. El test de Goodenough. Madrid: Paidos, 1981. KELLOGG, Rhoda. Análisis de la Expresión Plástica en Preescolar. Madrid: Ed. Cincel, 1996. KOPPITZ, Elizabeth. El dibujo de la figura humana en los niños. Buenos Aires: Ed. Guadalupe, 1995. LEÓN, Roger L. Indicadores emocionales del test del dibujo de la figura humana de Koppitz en niños maltratados y no maltratados. Trabajo Auditado por la Dra. Ana María Castañeda Chang. LOWENFELD, V. y LAMBERT, B. W. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1980. LUQUET, G.H. El dibujo infantil. Barcelona: A. Redondo, 1972. LLUIS-FONT, J. M. Test de la familia. Barcelona: Da Vinci, 2006. MACHOVER, Karen. Proyección de la personalidad en el dibujo de la figura humana. Bogotá: Ediciones Cultura, 1974. MEILI-DWORETZKI, G. El dibujo de la figura humana. Barcelona: OikosTau, 1979. PIAGET, J. La representación del espacio en el niño. Madrid: Morata, 1975. PIAGET, J. La formación del símbolo en el niño. México: Fondo de Cultura Económica, 1971. PORTUONDO, Juan A. La figura humana, test proyectivo de Karen Machover. Madrid: Biblioteca Nueva, 1997. 51
SÁINZ, Aureliano. El arte infantil. Conocer al niño a través de sus dibujos. Madrid: Eneida, 1978. SALVADOR ALCAIDE, Aurora. Conocer al niño a través del dibujo. Madrid: Narcea, 1982. SANTROCK, John W. Psicología del desarrollo de la infancia. Madrid: Mc Graw Hill, 2003. STERN, A. Interpretación del arte infantil. Buenos Aires: Kapelusz, 1990. WIDLOCHER DANIEL. Los dibujos de los niños. Bases para una interpretación psicológica. Barcelona: Herder, 1982. ALMAGRO GARCÍA, Antonio. El dibujo infantil. Asignatura de Segundo Curso de Educación Infantil. Escuela Universitaria del Profesorado Sagrada Familia. Departamento Ciencias Sociales. Úbeda, 2010.
52
_____________________________________ ANEXOS
Documentos incluidos en el cd adjunto
Carpeta con los dibujos objeto de estudio. Carpeta con hojas de cálculo (archivos Excel) con la totalidad de datos extraídos de los dibujos. Tabla en Excel para el cómputo de la puntuación del nivel de Capacidad Intelectual según la Norma Koppitz.
53