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NÚMERO

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PERfORMANCE

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NUEVA ÉPOCA AÑO X 2 MAYO DE 2014

INTERPRETACIONES SOBRE INTERPRETACIONES

OBITUARIO MORIR PARA CONTARLO

EDUARDO ESPINA

LOS DEMONIOS, LOS FANTASMAS Y LOS CONJUROS DE GGM ARTURO MENDOZA MOCIÑO

OBITUARIO EMMANUEL CARBALLO: CRÍTICO Y DESCUBRIDOR JUAN JAVIER MORA-RIVERA

ARTE UN DÍA DEL ARTE SIN ARTE OMAR GASCA

GABO, GABO, ¡HEY! I

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XALAPA COATEPEC VERACRUZ EJEMPLAR GRATUITO


índice 3

LOS DEMONIOS, LOS FANTASMAS Y LOS CONJUROS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

MORIR PARA CONTARLO EDUARDO ESPINA

ARTURO MENDOZA MOCIÑO

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El orden social había sido rozado por la muerte. El propio presidente de la República,

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LA QUINCEAÑERA DE LOS AÑICOS CAMILA KRAUSS

EL DÍA MUNDIAL DEL ARTE SIN ARTE

OMAR GASCA

a quien los

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JACARANDAS

JORGE CASTILLO

sentimientos

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MÚSICA INMORTAL

OSCAR GARCÍA SOBERANO

urbanos llegaban como a través de un filtro de purificación, alcanzó

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CRÍTICO Y DESCUBRIDOR DE GENERACIONES

JUAN JAVIER MORA-RIVERA

CARTELERA

a percibir desde su automóvil en una visión instantánea pero hasta un cierto punto brutal, la silenciosa consternación de la ciudad.

GGM

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NO. 197 SEGUNDA ÉPOCA AÑO X 2 DE MAYO DE 2014

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Director General José Homero Consejo de Edición Rafael Antúnez Nina Crangle Juan Carlos García José Luis Martínez Suárez Juan Javier Mora-Rivera Diseño Pablo Moya Diseño de portada Jobanni Díaz Arenas A partir de un retrato al óleo de GGM de Enrique Estrada Formación Jobanni Díaz Arenas Jefa de Redacción Nina Crangle Secretario de Redacción Carlos Romero

Asistente de Redacción Jonathan Flores Lira Cartelera Ezra Crangle carteleraperformance@gmail.com Fotografías Jorge Castillo AVC Noticias Gina Collins Administración Susan y Asociados Redes sociales Ezra Crangle Distribución César Vázquez

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Correspondencia Av. Murillo Vidal 506, tercer piso Fraccionamiento Ensueño 91060 Xalapa, Veracruz Teléfono (228) 8 178 535 editorialgraffiti@gmail.com periodicoperformance@gmail.com periodicoperformance.blogspot.

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PERFORMANCE Interpretaciones sobre interpretaciones es una publicación quincenal editada por José Homero Hernández Alvarado, con domicilio en Murillo Vidal 506, tercer piso, C.P. 91060, fracc. Ensueño, Xalapa, Ver. Tel.: (228) 8 178 535. Editor Responsable: José Homero Hernández Alvarado. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 042013-022511482500-101, ISSN 2007-2465; ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Reserva de derechos sobre licitud y contenido en trámite. Impreso por talleres de Diario AZ, 20 de Noviembre 621, col. Badillo, C. P. 91190, Xalapa, Veracruz. Tél.: (228) 8 121 363. Este número se terminó de imprimir el 2 de mayo de 2014 con un tiraje de 5 000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de José Homero Hernández Alvarado.


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OBITUARIO GARCÍA MÁRQUEZ

MORIR PARA CONTARLO EDUARDO ESPINA

Para despedir a Gabriel García Márquez (1927-2014), Eduardo Espina rememora sus lecturas de Cien años de soledad, El otoño del patriarca y El amor en los tiempos del cólera, desde sus años de juventud durante la dictadura uruguaya hasta su paso por Cambio, revista mexicana dirigida por el Nobel colombiano, su última aventura periodística.

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uchos años después, frente al silencio definitivo de las palabras, el escritor Gabriel García Márquez había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el lugar de los muertos. La imaginación, convertida al final en paráfrasis de lo vivido. Y es así, pues con la muerte la realidad y la ficción pasan a compartir una dimensión homónima, donde la vida se transforma en un recuerdo con porvenir. Ambas culminan su itinerario, sintiéndose correspondidas por lo que vendrá. Incluso los escritores sólo comparables consigo mismos están signados por este sino sin cuentas pendientes, por el cual se saben además situados en un territorio habitado sólo por privilegiados, en donde sus beneficios crecen a partir de la muerte, luego que los resultados han confirmado su posteridad. En ese lugar carente de fecha de vencimiento, Dante, Cervantes, Stevenson, y Kafka conversan ahora mismo con García Márquez y le preguntan cómo lo hizo. Sa-

ben un poco más de las estirpes condenadas que han tenido otra oportunidad. Lo que vengo a decir de Gabriel García Márquez podría quedar resumido al inicio de este segundo párrafo: es uno de los pocos escritores del que leí su obra completa sin haber encontrado un libro que no me gustara o que no me diera el más duradero de los placeres, el de la lectura; incluso el que menos me gustó, sus memorias (esperaba más de alguien que vivió la vida para escribirla), me gustó mucho. Además, uno suele asociar lo leído con el momento de la vida en que lo leyó. A García Márquez lo leí por primera vez cuando estaba aprendiendo a leer en serio y ya no sólo en serie, dos meses después de cumplir 15, pues para ese cumpleaños mi madre me regaló Cien años de soledad, una de las primeras ediciones de Sudamericana, con tapa de fondo blanco. Y de ahí en más me leí todo, lo de antes y lo siguiente, pero por esas cosas que la memoria no sabe explicar por completo, le

García Márquez enseñando el botín…

tengo un fiel y converso amor a dos de sus libros, magistrales antes y ahora. En 1975, en plena dictadura uruguaya, uno de los peores años de mi vida, junto con el año anterior, iba caminando por la calle Colonia, como quien no va a ninguna parte y encuentra la nada en cada esquina, y de pronto, como intentando decirme algo que recién mucho tiempo después pude saber qué era, apareció en la vidriera de una librería montevideana, hoy extinta, un libro de García Márquez que desconocía. Y no lo conocía, porque recién había salido a la venta. Compré el último ejemplar que quedaba de El otoño del patriarca, y lo terminé en menos de una semana, pues esa misma tarde leí de corrido más de 50 páginas, aunque iba lento, pues cada frase genial era seguida por otra de igual calibre. El deslumbramiento con mayúsculas. La literatura, vine a saber esa vez, no puede ser otra cosa que un intento desacatado por dar origen a frases geniales, una ametralla-

El patriarca del son jarocho. Gabo con Los Cojolites, Ricardo Perry incluido. [Cortesía: Ricardo Perry]

dora de estas, de ser posible. Y lo que me di cuenta en ese entonces vino a confirmármelo varios años después otro escritor obligatorio, el estadounidense Joseph Heller, al acuñar una de las mejores definiciones del acto de escribir que conozco: “La literatura es la gran frase que de pronto aparece.” El comienzo de El otoño del patriarca, que leí parado en la librería (por el estilo, los hallazgos sintácticos, las resonancias combinatorias, es un libro aparte en la bibliografía de GGM), me voló la cabeza, como dicen las nuevas generaciones, que tan poco leen: “Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza.” Aquel mundo a escopetazos había entrado en el mío igual a esas vorágines con espesor metafísico que ni queriendo uno puede sacarse de encima. Las palabras de la literatura cuando es muchas cosas a la vez sirven para eso: para mejorar mundos personales, para darle a la vida significado justo cuando no tiene ninguno. Supuse que después de El otoño del patriarca García Márquez no podría superar esa escritura descomunal, ni hacer un similar stript tease de la imaginación, con el asombro como principal convocado. Pero me equivoqué. En narrativa contemporánea, solo Onetti (y quizá también Borges y Rulfo, y saco ya mismo el quizá) entran en esa tan rara categoría donde la escritura parece haber sido escrita en otro idioma, aunque esté escrita en el nuestro, o en algo muy mejorado venido de por ahí. Diez años después, en 1985, cuando la vida

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zás el mejor pasaje de toda la larga obra del difunto reciente: “Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías recíprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron más conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla”. “Esta vez parece ser verdad: Ernest Hemingway ha muerto”. Así comienza el obituario “Un hombre ha muerto de muerte natural”

Foto: Vasco Szinetar

parecía mejor y algunos días lo era, y tras seguirlo en varios libros de recopilación de artículos periodísticos que lo ponían a la altura de los grandes de ese género (Larra, Umbral), y destaco entre ellos Textos costeños, GGM reapareció con un libro de esos que dejan estelas, y que impiden el stop de la lectura hasta tanto el libro no se acaba. Si Cien años de soledad era genial, y El otoño del patriarca agregaba a esa genialidad otros atributos, El amor en los tiempos del cólera trajo una nueva acepción a la palabra majestuosidad. La gramática de esa imaginación torrencial venía de un lugar en el que no había estado antes nadie, trayendo noticias sólo de ella. Y no venía a

LA QUINCEAÑERA DE LOS AÑICOS CAMILA KRAUSS

Enjoyada en pedacitos de cristal y boquetes de bala, Muere la quinceañera enfundada en su vestido El parabrisas frío Estrellado de fuego Otra Y tan reina Como las otras reinas de astillas asesinas De Obituarios

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Los espejos, como la cópula, son abominables dijo el Coronel porque nadie lo llevó a conocer el hielo. [GGM con Vasco Szinetar.]

dar explicaciones ni a pedirlas. Ahí estaba todo. Aquello, lo mismo que la poesía de Góngora, la música de Mahler, o la pintura de Max Beckmann, era un mundo completo, autosuficiente. García Márquez había conseguido lo que parecía imposible de lograr en una cultura con tanto de autista, como la hispana, en la cual el pudor y la cursilería atraviesan de punta a punta las manifestaciones culturales y sociales. GGM consiguió escribir sobre el amor sin caer en el lugar común, imponiendo una perspectiva a contramano, mediante la cual la aparente imposibilidad wittgensteiniana quedaba trascendida: sobre lo que no se puede hablar, sólo resta escribir de manera irrepetible. Antes que un manual amatorio o una historia de amor afín a los paradigmas tradicionales del género, repleta de personajes estereotípicos, El amor en los tiempos del cólera es un libro sobre el amor al idioma, que hace cumplir el dictado del amor sublime: para amar, antes que amar al amor, hay que amar a las palabras. De ese romance tan bien correspondido sale qui-

que García Márquez escribió en 1961. También esta vez hay un cadáver de verdad. Al escritor que le gustaba tomar champagne mientras hablaba de Pablo Neruda, le tocó morir en abril, mismo mes en que murieron Shakespeare y Cervantes. Hasta en eso fue un clásico. Murió a los 87 años (vivió cinco menos que la Mamá Grande), un Jueves Santo, un día en que en el mundo su muerte fue la única noticia importante. A su funeral no asistió el Sumo Pontífice, pero eso no importa. Desde hace mucho estaba en la otra orilla, a donde Caronte no cruza a cualquiera. También en el más allá hay playas exclusivas. Deja como legado una imaginación incombustible, por la que siguen viajando las versiones menos esperadas de la condición humana, de las cuales también estamos hechos. El inicio de Cien años de soledad es, junto con el de Anna Karenina (Cervantes y Musil sabrán perdonarme), el más memorable de la historia de la literatura. Escribió Tolstoi: “Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial

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para sentirse desgraciada.” Puede ser que todas las muertes sean parecidas, pero algunas tienen un motivo especial para hacernos sentir más desgraciados. Con la muerte de GGM se acaban una visión, un tono con su propia habla, una prosodia convertida en ritmo, en ocurrencias incesantes que salieron sin esfuerzo, pero también un humor rotundo, con gusto a talismán, real en lo mágico. Gracián, Buster Keaton y Buñuel bajo el mismo paraguas, una usina para modificar desenlaces e instalar lo inverosímil en el corazón de la vida diaria. La escritura como nacimiento: cuando llega a todos lados en ráfaga, sin haber querido ir a otra parte que a sí misma. En fin, deja una literatura que fue también una época. Por esas vueltas de la vida, que a veces son impensadas vueltas de tuerca, quien fue su fiel lector desde los infames años de la adolescencia terminó siendo su escritor. En 1999, a través de uno de sus editores, García Márquez me invitó a escribir una columna quincenal en la revista Cambio, publicada en México, un emprendimiento en asociación con Televisa. Fue su última aventura periodística. Escribía cada una de las columnas imaginándolo mi lector favorito, uno muy al alcance. La paga era fabulosa, aunque, verdad obliga, hubiera escrito gratis por ser parte del proyecto. Más no fuera para retribuir de alguna forma menor la tanta felicidad que me había dado su forma de hacer hablar a las palabras, de hacerles decir lo que a nadie antes se le había ocurrido.

Café TeaTro

Tierra Luna el son del corazón

Cartelera mayo

Jueves 8 El drama de una madre 20:30 h. Coop. $40.00 Viernes 9 21:00 h. Coop. $35.00 Sábado 10 Lizarely Servín 21:00 h.Coop. $80.00 Cooperación mamás $40.00 Miércoles 14 Historias de la Catrina y el Chamuco 21:00 h. Coop. $50.00 Viernes 16 Baile de Salsa 21:00 h. Coop. $25 Sábado 17 Gremmie´s 21:00 h. Coop. $60.00

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LOS DEMONIOS, LOS FANTASMAS Y LOS CONJUROS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Foto: Vasco Szinetar

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ARTURO MENDOZA MOCIÑO

Gabriel García Márquez se reencuentra con Vasco Szinetar

Macondo y buena parte del mundo se cubrieron de luto con la muerte del creador de Cien años de soledad el pasado 17 de abril. Luego llovió, tembló y miles de mariposas amarillas revolotearon junto con millones de lectores que lloraron y cantaron al Nobel colombiano. Ahora, cuando marcha hacia su eternidad literaria, el tiempo comienza a cambiar y escampa y se extiende un silencio, una tranquilidad, un estado tan perfecto como debe ser la muerte.

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i la negrita se hincó ante el mexicano en Aracataca no fue para pedirle perdón sino para seguirle prodigando placer porque cada uno supo, desde que se conocieron en Cartagena de Indias, que si viajaban hacia la cuna de Gabriel de García Márquez el deseo marcaría aún más cada paso y cada mirada. Fue así como los primeros poderosos hechizos, aquellas rotundas caderas henchidas de noche y ese oleaje sin calma que tiene por cabellera cedieron paso al cielo que brindaba una boca bembona que cuando no sonreía asestaba furtivos besos levantamuertos, como ahora que ella hurga entre sus ropas con sed y con descaro porque se hallaban solos en una de las viejas piezas donde crecieron los ancestros del Nobel colombiano y donde éste nació el 6 de marzo de 1928 y le pusieron por nombre Gabriel José. Aunque no es la casa original, que fue vendida por la familia el 18 de febrero de 1950, y las flores del jardín como los almendros de la puerta de entrada, las paredes de bahareque y los techos de paja desaparecieron ante el hambre de las hormigas, el polvo y el olvido cubren con su silencioso manto estas piezas dominadas también por la sombra, ese reino donde moran todos los muertos. Y fueron esos viejos fantasmas los que se escandalizaron con la negra fogosa y arremetieron contra la grabadora que llevaba el mexicano y la azotaron contra el suelo para que ya pusieran fin a su insolencia.

—¡Artista! –se asustó la descendiente de jamaiquinos, a la que el mexicano llamaba con creciente cariño Negrita cucurumbé–, ya se destripó tu aparato. Cerca de las rodillas de ella, entre la polvareda, yace roto el equipo que atrapa sonidos y guarda declaraciones. La vaina con sangre henchida quedó azorada ante la sorpresa del desastre y, como él no se puede agachar, le pide a su negrita que recoja las piezas y ella, en cuatro puntos, corazón de carne al aire, va reuniendo los trozos de la nueva ruina. Quién habrá dado aquel zarpazo. ¿La tía Petra, que murió en su cuarto y que al parecer recorre sus cuatro esquinas como alma en pena todo el día? ¿O acaso fue el tío Lázaro, que se cruzaba con los vivos cuando caía la noche? ¿O la tía Winifreda, llamada también Nana, y que era la más alegre y simpática de la tribu? ¿O Francisca Simodosea, la tía Mama, la generala de la tribu, que murió virgen a los 79 años? ¿O Doña Tranquilina, la abuela fabuladora? ¿O Don Nicolás, el paciente abuelo que inspirará El coronel no tiene quien le escriba? Porque como le dice Gabriel García Márquez al crítico literario Luis Harss en el libro Los nuestros, cada rincón donde estuvo la casa donde se gestó el universo mágico de Cien años de soledad, tenía muertos y memorias y, después de las seis de la tarde, la casa entera era intransitable porque era un mundo prodigioso de terror donde había conversaciones en clave.

Ahora lo que hay es una grabadora rota que Rafael Darío Jiménez promete reparar. El director de la casa museo tiene sonrisa de cantante y está acostumbrado a los extraños sucesos que ocurren en la morada que fue declarada Monumento Nacional, según el decreto número 00480 del 13 de marzo de 1996. Para tranquilizar al mexicano con su negrita los invita a que recorran el pueblo, mapa en mano, para que sus ojos conozcan los sitios que inspiraron al escritor y que han sido incluidos en sus libros. Van a la casa del telegrafista por el camino de los tramposos. Se pierden unas calles buscando la Biblioteca Remedios La Bella y se horrorizan ante la fea escultura que se erigió en su honor y que es todo menos bella. Se besan y se abrazan en la estación del ferrocarril. Toman un descanso en la Placita de los Perros donde el abuelo Nicolás llevaba a Gabito para contarle sus andanzas militares. Y se ríen al encontrar las piedras como huevos prehistóricos un día de 2006 y que será siempre un día nuevo y distinto cada vez que un lector lea Cien años de soledad. El calor que no cede, el deseo que tampoco cede, los lleva a buscar a Rafael Darío Jiménez, quien, mago de la electrónica, ya reparó la grabadora y sonríe rotundo por su victoria ante los fantasmas. Así como los musulmanes marchan hacia La Meca alguna vez en su vida, así muchos lectores de García Márquez vienen hasta Aracataca, un pueblito bananero que está a 690 kilómetros al norte de Bogotá, Colombia, y donde viven 51 mil 975 habitantes. Para llegar hasta allá se viaja una hora y media desde Santa Marta por la carretera que va a Bucaramanga y Bogotá. A mano izquierda está la Sierra Nevada de Santa Marta. A la derecha, una planicie que parece no tener fin. Luego de pasar por el Córdoba, el Sevilla, el Tucurinca y otros ríos

de aguas heladas que bajan de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta la Ciénaga Grande, aparece la entrada de Aracataca. Aquí el escritor pasó los primeros ocho años de vida con sus abuelos maternos y ellos se convirtieron en sus influencias literarias más sólidas. Aquí leyó Las mil y una noches a los nueve años de edad. Aquí presenció el auge y posterior decadencia de la riqueza que producía la explotación del banano y supo de mujeres de perdición que desnudas bailaban la cumbia y que, por ellas, hacían encender en los candelabros, en vez de velas, billetes de cien pesos. Fue en Aracataca, con tantas historias que escuchó de sus abuelos, donde García Márquez supo, como le explica a Harss en Los nuestros, que “lo que da valor literario es el misterio”. Por eso este autor trabaja siempre dejando una “cuerda floja” –una sugerencia enigmática, la rápida visión de algo fugitivo, indescifrable como un sueño que se pierde al despertar– en la que vibra esa “magia que hay en los actos cotidianos”.

El asesinato simbólico de la realidad Antes de que Mario Vargas Llosa le asestara un puñetazo a Gabriel García Márquez eran amigos, tan amigos que el narrador peruano escribió un libro donde ahonda en la génesis de Cien años de soledad. El 31 de agosto de 2006, el mismo día que iría con Dulce Colín Colín a visitar al arquitecto tapatío Fernando González Gortázar, a la vera de Tlalpan cerca del Viaducto, en una pila de libros viejos, encontré García Márquez. Historia de un deicidio en la edición de Monte Ávila Editores de 1971. Se hallaban ahí, olvidadas, las 667 páginas que Vargas Llosa les dedicó a Cristina y José Emilio Pacheco. Con pocas huellas de maltrato en la cubierta de Julio

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cen una y otra vez, convertidos en ‘temas’”. Esos demonios son de carácter personal, histórico o cultural, y, página tras página, el autor de La casa verde los va describiendo y ejemplificando en la vida y la obra de García Márquez. La decisiva influencia de los abuelos maternos determinan sus demonios personales, mientras el auge económico y el posterior declive que vivió Aracataca –con “la fiebre del banano” y ese período conocido como “La violencia” que ocasionó 300 mil muertes en 10 años– son los demonios históricos que marcaron su obra.

Kansas City Star a sus redactores y que el estadounidense Ernest Hemingway llevó más allá de su oficio periodístico y convirtió en estilo literario. Esas reglas las ocupó García Márquez como periodista y como escritor. Incluso añade: “Hemingway sólo contó lo visto por sus propios ojos, lo gozado y padecido por su experiencia, que era al fin y al cabo lo único en lo que podía creer”. Su ideal literario es el de la máxima sencillez y sobriedad. La hojarasca tiene más de un vínculo con las tragedias del clásico griego Sófocles.

Foto: Vasco Szinetar

Vivas, con varios pescaditos de oro flotando, el libro estaba intacto y virgen sin anotaciones en cada una de sus páginas. Se trata de un gran ensayo literario y una gran prueba de amistad y admiración. Una de sus líneas lo prueba: “Entre todos los rasgos de su personalidad hay uno, sobre todo, que me fascina”, afirma Mario Vargas Llosa sobre su todavía amigo: “el carácter obsesivamente anecdótico con que esta personalidad se manifiesta. Todo en él se traduce en historias, en episodios que recuerda o inventa con una facilidad impresionante. Opiniones políticas o literarias, juicios sobre personas, cosas o países, proyectos y ambiciones: todo se hace anécdota, se expresa a través de anécdotas. Su inteligencia, su cultura, su sensibilidad tienen un curiosísimo sello específico y concreto, hacen gala de anti-intelectualismo, son rabiosamente antiabstractas. Al contacto con esta personalidad, la vida se transforma en una cascada de anécdotas”. García Márquez. Historia de un deicidiocuenta con un excelente perfil biográfico de García Márquez, un análisis de los demonios que formaron el talento literario del colombiano y dos apartados, magníficos, donde disecciona los cuentos y su novela cumbre. Es también un manifiesto artístico: porque escribir novelas es un acto de rebelión contra la realidad, contra Dios, contra la creación de Dios que es la realidad, sostiene Vargas Llosa. Es una tentativa de corrección, cambio o abolición de la realidad real, de su sustitución por la realidad ficticia que el novelista crea. Éste es un disidente: crea vida ilusoria, crea mundos verbales porque no acepta la vida y el mundo tal como son (o como cree que son). La raíz de su vocación es un sentimiento de insatisfacción contra la vida, cada novela es un deicidio secreto, un asesinato simbólico de la realidad. Aclara que un escritor no elige sus temas, los temas lo eligen a él. García Márquez no decidió, mediante un movimiento libre de su conciencia, escribir ficciones a partir de sus recuerdos de Aracataca. “Un hombre no elige sus ‘demonios’: le ocurren ciertas cosas, algunas lo hieren tanto que lo llevan, locamente, a negar la realidad y a querer reemplazarla”, escribe Vargas Llosa. Así explica el peruano su categoría de análisis y sus divisiones: “Los ‘demonios’: hechos, personas, sueños, mitos, cuya presencia o cuya ausencia, cuya vida o cuya muerte lo enemistaron con la realidad, se grabaron con fuego en su memoria y atormentaron su espíritu, se convirtieron en los materiales de su empresa de reedificación de la realidad, y a los que tratará simultáneamente de recuperar y exorcizar, con las palabras y la fantasía, en el ejercicio de esa vocación que nació y se nutre de ellos, en esas ficciones en las que ellos, disfrazados o idénticos, omnipresentes o secretos, aparecen y reapare-

Tantas veces Mario…

Demonios culturales Cuando Vargas Llosa revela cuáles fueron las lecturas provechosas que forjaron el estilo literario García Márquez se adentra en uno de los momentos más fascinantes en la vida del colombiano. Uno a uno nos presenta sus demonios culturales, cuándo empezó a leer ciertos libros o ciertos autores, qué edad tenía y cuáles son los rastros de esas influencias en su obra. En las ficciones del estadounidense William Faulkner vio aparecer un mundo anacrónico y claustral, como el de su propia región, sobre el que gravitan obsesivamente las proezas y los estragos de una guerra civil, habitado por los derrotados, y que se desmorona y agoniza con la memoria fija en los esplendores de una opulencia ya extinta; vio aparecer un mundo dominado por el fanatismo religioso, por la violencia física y por la corrupción moral, social y política, un mundo rural y provinciano, de pequeñas localidades ruinosas separadas por vastas plantaciones que antes fueron el símbolo de su bonanza y ahora lo son de su atraso y –no es difícil imaginar con qué perplejidad, con qué alegría– vio encarnados en palabras sus demonios de infancia, vio traspuestos en ficciones los mitos, los fantasmas y la historia de Aracataca. Use oraciones breves. Escriba párrafos cortos. Use un inglés vigoroso sin olvidarse de la suavidad. Sea positivo, no negativo. Tales eran las célebres instrucciones del diario

PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

Vargas Llosa enumera cinco paralelismos: 1. Formulación de una promesa, cuyo cumplimiento tendrá consecuencias dramáticas o fatales. 2. La condenación. 3. Actitudes de los personajes. 4. El “motivo” del entierro del cadáver con sus pertenencias. 5. La forma del suicidio. Las novelas de la segunda etapa como escritora de la inglesa Virginia Woolf –Mrs. Dalloway, Al faro, Las olas y Orlando–, destinadas a la ambiciosa captura y expresión de “el momento” (ese instante vertiginoso y privilegiado que da sentido y orden a un destino humano, ese inasible estado veloz que es explicación y fuente de la vida) son las que más influyen en García Márquez, porque le ayudan a confirmar la existencia de dimensiones paralelas a la realidad y que cualquier relato, lejos de estar sometido a la servidumbre de la cronología, es un tiempo totalmente libre porque es el tiempo de la fábula. En 1952, cuando estaba exiliado en Argentina, el escritor colombiano Jorge Zalamea publicó El gran Burundún Burundá ha muerto, poema en prosa o relato poético cuyas conexiones con Los funerales de la Mamá Grande son abundantes y justifican la comparación. Ambas ficciones responden a un proyecto idéntico: narrar en forma

de crónica barroca, hiperbólica y peyorativa, los funerales de un caudillo todopoderoso. En Zalamea el caudillo es un patriarca, Burundún Burundá, y en García Márquez, una matriarca, la Mamá Grande: ambos son los amos fantoches de un mundo fantoche, aunque en Zalamea está más acentuada la nota esperpéntica. De niño el futuro escritor escucha con sus otros amiguitos los cuentos de un fabricante de camas donde el protagonista siempre era su falo o tenían que ver con él. Estas falofabulaciones son la primera gran influencia rabelesiana de García Márquez, mucho antes de que leyera Gargantúa y Pantagruel, libro del francés Francois Rabelais que lo influiría también en la concepción de la exuberancia fálica de los Buendía. Luego, cansado de que los críticos le recordaran esa “influencia” como una acusación, afirmó: “Yo creo que la influencia de Rabelais no está en lo que escribo yo sino en la realidad latinoamericana, la realidad latinoamericana es totalmente rabelesiana”. Si la realidad es movimiento, una sucesión vertiginosa de aventuras, las novelas de caballería son la mejor prueba de ello. García Márquez le explica a su amigo peruano su fascinación por ellas: “Uno de mis libros favoritos, que sigo leyendo y al que tengo una inmensa admiración, es el Amadís de Gaula… Como tú recuerdas, en la novela de caballería, como decíamos alguna vez, al caballero le cortan la cabeza tantas veces como sea necesario para el relato. En el capítulo III hay un gran combate y necesitan que al caballero le corten la cabeza, y se la cortan, y en el capítulo IV aparece el caballero con su cabeza, y si se necesita, en otro combate se la vuelven a cortar. Toda esta libertad narrativa desapareció con la novela de caballería, donde se encontraban cosas tan extraordinarias como las que encontramos ahora en la América Latina todos los días”. Algunos críticos han señalado, como prueba de filiación entre Cien años de soledad y Las mil y una noches, el “exotismo”. La referencia a razas, credos, geografías y naciones diversas, una constante en Cien años de soledad, sería una resonancia de esos cuentos que se ramifican por el mundo árabe, el cristiano, el japonés y el chino, pero en la costa atlántica colombiana la “fiebre del banano” atrajo a seres de las procedencias más diversas; y que en Macondo convivan gitanos, sirios, indios, europeos, norteamericanos y haya alusiones a realidades “exóticas” procede, evidentemente, de una experiencia vivida por el propio García Márquez y no nada más de lecturas.

ACLARACIÓN Dormir en tierra o el lenguaje de nadie de Juan Vicente Melo, publicado en Performance 196, es un artículo recopilado por Juan Javier Mora-Rivera en el libro La vida verdadera, publicado recientemente por el Instituto Literario de Veracruz, del cual publicamos además una versión editada del prólogo.


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El narrador cubano Reinaldo Arenas ha advertido muy bien en su ensayo llamado “En la ciudad de los espejismos” la presencia de un demonio argentino: “La presencia de (Jorge Luis) Borges es evidente en algunos giros verbales, que son exclusivos del gran poeta argentino: ‘Se extravió por desfiladeros de niebla, por tiempos reservados al olvido, por laberintos de desilusión. Atravesó un páramo amarillo donde el eco repetía los pensamientos y la ansiedad provocaba espejismos premonitorios.” También algunas imágenes oníricas son indiscutiblemente borgianas: ‘Soñó que estaba en una casa vacía, de paredes blancas, y que lo inquietaba la pesadumbre de ser el primer ser humano que entraba en ella. En el sueño recordó que había soñado lo mismo la noche anterior y en muchas noches de los últimos años, y supo que la imagen se había borrado de su memoria al despertar, porque aquel sueño recurrente tenía la virtud de no ser recordado sino dentro del mismo sueño”. En las páginas de Diario del año de la peste del inglés Daniel Defoe los lectores pudieron experimentar premonitoriamente la macabra vida que sería la de Londres bajo el imperio absoluto de la “Black Death”. El éxito enorme del libro se debió, en parte, a que objetivaba un “demonio histórico” que estaba en la memoria colectiva –la peste de 1665– y un demonio que latía en el temor de las gentes –la peste actual, en el continente–, y por otra, a su apariencia de reportaje periodístico, de documento, de testimonio de hechos ocurridos, que daba al indescriptible horror de su materia una inmediatez cotidiana, una espeluznante verosimilitud. Montado como una crónica –Defoe ha sido llamado “el padre del periodismo moderno”– el libro describe con meticuloso detallismo una calamidad “histórica” de contornos bíblicos, un cataclismo que como castigo divino o hazaña demoniaca, se abate sobre una comunidad, la corrompe física y moralmente y la destruye.

tener flores amarillas, de preferencia rosas amarillas, o estar rodeado de mujeres”. Por eso este hasta siempre es tan ambarino porque el amarillo era el color preferido de Gabriel García Márquez, pero no cualquier tono. No. El amarillo de los atardeceres

Voy hacerte una casa en el aire solamente pa´que vivas tú. después le pongo un letrero bien grande con nubes blancas que diga “Andaluz” Y remata complaciente: Voy hacerte una casa en el aire solamente pa´que vivas tú. es que voy hacerla en el aire pa´que no la moleste nadie.

La luz de Raúl Vicenteño Gabriel García Márquez tenía 87 años cuando expiró su último aliento lejos de Aracataca, en su casa de la calle Fuego 144, al sur de la ciudad de México, rodeado de los suyos. Murió el pasado 17 de abril, el mismo día en que murió la monja jerónima Sor Juana Inés de la Cruz en el año de 1695. Era un jueves santo y una serie de sucesos atípicos marcaron su partida: Una inquietante luna roja se desplazó por el cielo tan solo en una noche. Una granizada, también en una sola noche, colapsó el camino que une Ciudad de México con Toluca. Un temblor hizo sudar hielo a miles con sus 7.2 grados en escala ritcher. Tras unas exequias íntimas en su hogar mexicano fue despedido el 21 de abril en el Palacio de Bellas Artes por miles de lectores y los presidentes de México y Colombia: Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos Calderón. Sus cenizas reposaban en un cubo de caoba y su esposa Mercedes y sus hijos Rodrigo y Gonzalo cumplen con sus últimos deseos: hay once ramos de flores distribuidos en este velatorio. Dos en el primer piso y así, en pares, hay otros dos a media escalera, dos coronas a las puertas de los tlálocs, dos en las escaleras de acceso, hasta llegar al arreglo que, como anillo, circunda el pedestal donde está la urna. Sobre ella hay once rosas que giran en espiral hacia el cielo. “Mientras haya flores amarillas nada malo puede ocurrirme”, solía decir García Márquez, célebre tanto por sus libros como por sus conjuros. “Para estar seguro necesito

que se escribían con B: Bach, Beethoven y Bozart, y por eso los tres etéreos anegan el ambiente junto con las danzas rumanas y las rapsodias de Bartok, el coro Vapensiero de la Ópera Nabucco de Verdi y otras piezas de Schubert, Brahms y Mendelsson completan la selección de música clásica. De pronto, el acordeón, la caja y la guaracharca del grupo de vallenato Guatapurí rompen la solemnidad y la tristeza del evento. Brillan las sonrisas y los ojos. Hay caderitas y hombros que se menean. Se escucha los versos homenaje: “Es Gabriel García Márquez/ pero le decíamos Gabo/ Es de todos el más grande/ personaje colombiano” Y también se escucha el vallenato “Una casa en el aire” de Rafael Escalona, gran amigo del escritor y que falleció en 2009, que arranca diciendo:

Los funerales del Papá grande…

en Jamaica era el que más gustaba. Y amarillo era el tren que veía pasar en Aracataca junto con su abuelo Nicolás Ricardo Márquez Mejía. Amarillas fueron las hojas del manuscrito de El coronel no tiene quien le escriba. Amarillas son las 380 mil mariposas amarillas de papel de china que fueron traídas desde Colombia, desde ese restaurante llamado “Andrés, carne de res” donde, entre cacharros que penden del techo y sobre jugosos asados, revolotean estas mariposas cuando se quiere convocar el espíritu del escritor. Adentro y afuera de Bellas Artes revolotean esas mariposas entre los acordes de la música que Gabo escuchaba cuando escribía y que quiso, como último deseo, compartir en su funeral. En broma decía que había tres músicos

Igual le ocurría al escritor cuando escribía y pedía que nadie lo molestara. Así lo atestigua Raúl Vicenteño, el electricista de setenta años que niveló en un solo día la corriente eléctrica en la casa del Gabo después de recibir el Nobel. Desde Michoacán, el padre de María Teresa, David, Diego y Nuria Iris, explica que con una renivelación de corriente se evitó que cada vez que se prendía una licuadora se fuera la luz y el escritor dejara de escribir El amor en los tiempos del cólera en La cueva de la mafia. Vicenteño quitó los falsos contactos y los switches viejos. Estabilizó el voltaje y concentró todo en un centro de carga. Y así jamás volvieron a tener algún problema y para lo único que lo llamaban después era para cambiar foquitos. Dos frases animan los días de Vicenteño: “Toda la suerte es tener suerte” y “La corriente es tan noble que hasta se puede jugar con ella”. Lo dice este electricista desde los doce años nacido en Zumpango que conoció a García Márquez que siempre aparecía a la misma hora para comer, que siempre estaba serio y ensimismado, que se quejaba y sufría con su mujer cada vez que se iba la luz porque se le echaba a perder todo lo que llevaba trabajando. Claro. En aquellos días se alteraba la corriente nada más se encendía una bomba de agua, un calentador, una lavadora o una secadora hasta que llegó el hombre que sabe que la luz es como el agua y pone en su correcto nivel el torrente de energía. Así fue como el escritor regresó, feliz y relajado, a su escritorio llamado La Cueva de la Mafia en honor de sus amigos barranquilleros, Alfonso Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas y el sabio catalán Ramón Vinyes, y se calzaba un overol de mecánico por comodidad y porque, cuando no encontraba las soluciones a sus tramas, se levantaba a pensar y a desarmar y armar con un desentornillador las cerraduras y las conexiones eléctricas de la casa. Y si no hallaba allí la claridad buscada también se ponía a pintar las puertas de colores alegres como esos que hay en Macondo.

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ARTE

EL DÍA MUNDIAL DEL ARTE SIN ARTE OMAR GASCA Desde el año 2011, los países que integran la Unesco aprobaron en Guadalajara el 15 de abril como el Día Mundial del Arte, en conmemoración del nacimiento de Leonardo da Vinci. Resalta Omar Gasca en estas líneas la figura del artista florentino y las ciudades mexicanas, a excepción de Xalapa, que se sumaron a mediados del pasado mes a esta celebración.

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n cierto modo la historia es mitómana. Quizá no se distinga por hacer de la mentira el reflejo de una obsesión compulsiva pero continuamente falsea o exagera la realidad con la intención muchas veces frívola de hacerla más atractiva. También la historia, la historia de lo que sea –o el lector de ella– por una suerte de necesidad práctica no exenta a veces de formas vinculadas con el menor esfuerzo, reduce, generaliza, resume: precisa un año acá y señala un nombre, frecuentemente uno solo, allá. Así, Roma es Nerón, el Renacimiento es Florencia, la cultura es París, la independencia es Hidalgo, la Revolución cubana es el Che, el Muralismo Mexicano es Diego, 1968 es el 2 de Octubre y la Selección Mexicana es El Chicharito o Márquez. Por supuesto, los gringos comen hamburguesas y los mexicanos tacos, mientras los polacos beben vodka y los franceses vino… Es cierto, además, que entre clichés y arquetipos a la memoria le ayuda encargarse de pocas cosas. Se trata de patrones o modelos ejemplares. Un poco de este modo llega Leonardo o, más bien, su fecha de nacimiento a la escena del Día Mundial del Arte que se celebra desde 2011 el 15 de abril por iniciativa de la IAA (International Association of

Art) y a propuesta del Comité Turco, aprobada en la Declaración de Guadalajara por las delegaciones de las cinco regiones culturales de la UNESCO, asistentes a la XVII Asamblea General y Congreso de la IAA/ AIAP en Guadalajara, México, el 5 de abril del año citado. Para celebrar, festejar, recordar, vender, atraer atención, reconocer su importancia, hace rato ya que venimos inventando días: de la madre, del niño, del trabajo, del libro, del agua, del padre, del compadre, del amor, del medio ambiente.., esto es, de todo aquello a lo que le prestamos en realidad poca atención y nos merece no mucho respeto, prueba de lo cual es precisamente el hecho de establecer un día supuestamente para ello. Ahora el arte, todas las artes, porque el Día Mundial del Arte, de acuerdo con la UNESCO, “se concibe como un periodo durante el cual, todas las artes, de forma gratuita, lleguen a la comunidad, en las calles, parques, museos, jardines, teatros, instituciones culturales, donde las exposiciones de pintura, instalaciones, música, conciertos, ballet, poesía, literatura, cuentacuentos, teatros, etc., interactúen con la comunidad creando una gran fiesta mundial con fines culturales y positivos”.

PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

Carro de asalto, Leonardo Da Vinci

¿Por qué la fecha del natalicio de Leonardo? La respuesta está en el mismísimo documento citado: “… Leonardo da Vinci, hombre creativo por excelencia”. Efectivamente, nadie duda de las destrezas y los aportes de Leonardo da Vinci, hombre tan creativo que se ha dejado atribuir hasta la invención de la servilleta y el tenedor cuando con su amigo, el también pintor Sandro Botticelli, abrió La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo, restaurante precursor de la cocina actual, minimalista, y de algún modo de lo que hoy se llama la nouvelle cuisine francesa, propuesta muy interesada en el emplatado y en servir poco y caro pero muy decorado (para que rime). También le atribuimos toda clase de invenciones, especialmente de máquinas, aunque una muy buena parte de ellas la copió de las ilustraciones de Di Giorgio y Taccola, que a su vez las habían copiado de los chinos, según documentos de la Biblioteca Medicea Laurenziana de Florencia. Lo que sí hizo Leonardo fue simplificar tales máquinas y mecanismos e ilustrarlos de un

modo más claro y preciso, probablemente patrocinado por Lorenzo de Medici. Como sea, Leonardo representa un hito que favorece el mito, no digamos ya por la famosa historia de la sonrisa de La Gioconda y la identidad de la modelo de ese cuadro, que por cierto es el más famoso de la historia. Este artista es y seguirá siendo un personaje recurrente, del mismo modo que Colón, a quien a pesar de toda prueba en contra se le quiere seguir colgando el descubrimiento de América. Como sea, el 15 de abril, la fecha del natalicio de Leonardo, es el Día Mundial del Arte, de lo cual vimos muchas manifestaciones en la ciudad de México, además de Iztapalapa, Tlalnepantla, Ensenada, Tecate, Rosarito, Villahermosa, Jalpa de Méndez, Ciudad Victoria, Monterrey, Tapachula… Aunque no en Xalapa. Quizá no sea por desconocimiento o desinterés sino por esa elasticidad temporal por la que a veces llegamos tarde o nunca a muchas cosas. Ni teatro ni danza ni artes visuales ni... Ahora, es verdad: ¿Por qué habríamos de celebrarlo?


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JACARANDAS JORGE CASTILLO

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CINE JIM JARMUSCH 10

MÚSICA INMORTAL OSCAR GARCÍA SOBERANO

Detroit.. desierto, tierra yerma, flor que alcanzó su esplendor y decae lentamente.

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dam es un romántico, su transformación en vampiro quizá se remonta al siglo XV y arrastra su alma entre notas de una música anónima, testigo de los avances de la revolución musical de cinco siglos: acumula instrumentos, amplificadores, grabadoras de carrete abierto, viejos tornamesas y discos. Compone música luctuosa dedicada a los zombis que deambulan por el mundo ajenos y temerosos de su propia imaginación. Sus alrededores son los barrios abandonados del Detroit del siglo XXI, muy cerca de la casa donde creciera Jack White. Eve es más antigua, sobreviviente de la Edad Media, la Inquisición y la peste. Conserva sin embargo una perspectiva optimista de la vida, dedicada a los placeres del amor, la amistad, la naturaleza –que aún la maravilla–, la música del mundo y el baile. Posee un instinto para saber la edad de los objetos y vive en Tánger, en medio del mundo marroquí al lado del mismísimo Kit Marlowe, vampiro-celebridad, autor de la obra Doctor Fausto, quizá de Hamlet y quién sabe de cuantos sonetos y frases, piezas de un rompecabezas

virtuoso de colaboraciones, del que los personajes son consecuencia e inspiración. Un mundo de erudición, héroes terrenales, creadores y científicos, sangre embotellada, poesía, la música del trío Sqürl (agrupación donde rockea el mismo Jarmusch), los acordes funerarios y arabescos de Jozef Van Wissem, la voz de Yasmine Hamdan o Wanda Jackson, el blues recalcitrante de Charlie Feathers, acompasados por acordes de Paganini y su Capricho núm. 5. Música quirúrgicamente escogida y que nos transporta en viaje sangriento. Only lovers let alive, viaje ácido del amor/odio de dos vampiros ancestrales contra el mundo que los cobija, pero es el amor lo que finalmente los reúne y los aferra a su contexto. Escena: Tom Hiddleston –Adam–, una mezcla de Niccola Paganini y Syd Barret, eternizado en su belleza y necedad, en su constante fascinación por el suicidio y la depresión, encarga a su zombi-secretario-proveedor-de-instrumentos –Anton Yelchin– una bala confeccionada de calibre 38, con la punta de madera, pues, como sugiere el mito, sólo la madera detiene el corazón de un no muerto. Adam es un amante de la imaginación de los hombres, un virtuoso que ha regalado su arte a los mortales de diversas épocas para encontrar el eco que espera y que –resulta notable–,

PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

no ha experimentado jamás. Su pesimismo se reconforta con la luz de Eve, la mujer de su eternidad, quien lo hace ver que en su amor ha encontrado la respuesta. Jarmusch escribe, interpreta y juega con una versión de la inmortalidad sin demasiados aspavientos del género, sin entrar en una espiral de terror o querer domesticar la leyenda. Por el contrario hay algo en estos vampiros que roza la comedia, sutil; en medio de sendos viajes en auto, por el desierto Detroit y unos diálogos que, más bien, asoman intenciones no literales, chistes privados y, parecen un complejo juego de ajedrez entre los que dialogan. Como en el intercambio casi cínico entre el personaje de Jeffrey Wright (Doctor Watson), un médico que suplementa con sangre vital sin contaminar del hospital local y Adam, jugando con los nombres de las credenciales de ambos, así surge la referencia al Doctor Caligari, Fausto y al colega de Sherlock Holmes. Sin estratagemas estructurales, casi sin violencia o con un planteamiento muy atenuado de la naturaleza vampírica, la cinta transcurre como pasarían 10 años desde las perspectivas de Adam y Eve, hasta que la armonía es fracturada como en un mal sueño por la hermana de Eve: Ava –Mia Wasilowska–, un vampíro primitivo y con un ansia sin remedio, sin control, el toque dionisiaco

necesario para catapultar a los amantes en un viaje sin retorno al confín de su existencia y sus creencias. Only lovers left alive fue filmada en aspect ratio de 1.85: 1 y con tecnología digital, gracias a la cámara Arri Alexa Plus y el uso de óptica Cooke S4, lo que permite cierto brillo atenuado en las luces altas de la película, fotografiada con planos largos y de manera subjetiva pero casi como un fantasmagórico testigo por el francés Yorick le Saux. En el arranque de la película inunda el cuadro un manto estelar y, al sonido del scratch de un disco de 78 rpm, comienza a girar y nos revela a los amantes en perfecta composición desde un plano cenital, girando como discos en tornamesas y con un montaje reflexivo, pausado, sublime, creado por el brasileño Affonso Gonçalves. —DOCTOR WATSON: A propósito, ese estetoscopio que llevas colgado es, para cualquier propósito práctico, una antigüedad, de los setenta, (ríe) o de los sesenta tal vez. —DOCTOR FAUSTO (ADAM): ¿Ah, sí? (mientras abandona el laboratorio) ¿Acaso esto es el fin? Ya solo queda que el lector busque con ansia vampírica una copia de la cinta, y la asimile a su sistema sanguíneo como una jeringa de buena música y heroína.


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OBITUARIO EMMANUEL CARBALLO

CRÍTICO Y DESCUBRIDOR DE GENERACIONES

Foto: Pascual Borzelli

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JUAN JAVIER MORA-RIVERA

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eferir la obra de Emmanuel Carballo (Guadalajara, 1929-D.F., 2014) a partir de un puñado de opiniones sobre varias personalidades locales, aún presentes entre nosotros, significaría rebajar a la categoría de curiosidad su trabajo de más de seis décadas, riguroso e inteligente, por encima de cualquier duda. Certero en sus juicios, sus palabras de 1966 son acertadas y justas: “mis impresiones de Jalapa son casi inexistentes y los retratos de la gente, imagino, bastante subjetivos” [Diario Público (1966–1968)]. A Carballo se debe no nada más el justo valor de autores literarios del siglo xx (por ejemplo, su descubrimiento de casi la totalidad de los escritores de la Generación de Medio Siglo y de La Onda), sino también del siglo XX mexicano, desde José López Portillo y Rojas hasta Ignacio Manuel Altamirano o Vicente Riva Palacio. Es posible que su obra sólo resulte significativa y valiosa para “gente esnob y escritores de varios tipos”, como solía escribir; el público “lector” en general, acaecida su muerte, sólo reparaba en sus juicios escandalosos mientras se lamentaba de la muerte de García Márquez, considerando a Carballo envidioso de la fama de Xavier Velasco y Laura Esquivel por denunciar de ambos su pálida estampa de “escritores de cuarta” frente a, pongamos por caso, Arreola, Revueltas, Garro o Villaurrutia, para no mencionar al resto de sus potestades admiradas, presentes en varios de sus libros de entrevistas, poesía, cuento, ensayo, investigación, memorias, poemas y cuentos en antologías y prólogos. La noticia de su muerte llegó a todas las páginas de cultura de los medios impresos y digitales, incluida la BBC, El País…, inclusive en Letras Libres, donde Christopher Domínguez Michael escribió un perfil breve, lúcido y digno de Carballo (http:// www.letraslibres.com/blogs/fragmentos/emmanuel-carballo-1929-2014), a pesar de la opinión del jalisciense sobre el autor de Servidumbre y grandeza de la vida literaria. Es notable la conclusión de Domínguez Michael respecto del trabajo total de Carballo: “visionario en su sentido de la oportunidad crítica y el descubrimiento de los autores”, al final le reprocha su falta de talento para el ensayo, presente sin embargo en su último título, Párrafos de un libro que nunca publicaré (CNCA, 2013). Rescato en estos breves extractos lo sostenido por Emmanuel Carballo en vida, no sólo como un mínimo homenaje a su trabajo ordenado, valioso y constante hasta el final de sus días, a pesar de lo demoledores y fulminantes que pudieran ser sus opiniones y juicios. En medio de su solitario velorio, el poeta Jaime Labastida recordó lo que podría ser el epitafio perfecto para Emmanuel Carballo: “Cuando me muera van a necesitar dos ataúdes: uno para mi cuerpo, otro para mi lengua”.

BREVE ABECEDARIO DEL CRÍTICO EMMANUEL CARBALLO Alfonso Reyes: Con don Alfonso Reyes como nuestro general en jefe logramos derrotar el nacionalismo [literario]. Yo sin Reyes no sería lo que soy. Es mi santo y seña. Pero conforme pasa el tiempo he dejado algunos de sus libros para personas más jóvenes. Christopher Domínguez Michael: Christopher Domínguez actúa como si fuese europeo. Ya tiene veinte años –de crítico– y no ha descubierto un autor, no ha programado una obra maestra, habla de sus amigos, habla de los libros de otras literaturas y sus notas críticas son inferiores a las notas críticas que gente de otros países ha hecho de los mismos libros. No se puede jugar a ser en tu país un extranjero. [Abraham G. Martínez, “Memorias de un protagonista de la literatura mexicana. Entrevista a Emmanuel Carballo”, Universo del Búho, núm. 64, junio, 2005. Disponible en http:// www.reneavilesfabila.com.mx/universodeelbuho/64/64-martinez.pdf] Crítica: En la crítica uno tiene que olvidar sus puntos de vista y entrar a esas obras que a uno le interesa para decir lo que piensa de ella. Crítica literaria: Cada época tiene la crítica literaria que se merece: buena, mala, regular, excelente. Cada veinticinco años cambian totalmente las ideas estéticas, filosóficas, políticas, históricas. Dos días después de los veinticinco años las personas dicen: “Cómo admirábamos a Alfonso Reyes o a Juan Rulfo si tienen tantos defectos. Alfonso Reyes era un señor que no sabía griego y traducía a Ho-

mero; era un hombre que nunca se atrevió a decir que estaba enamorado; vivía todo a escondidas; sus amores nunca llegaron a sus poemas; nunca hizo novelas; fusilaba textos de otras lenguas y los traducía al español.” Yo adoro el estilo de Reyes pero no estoy, ni estuve, ni estaré de acuerdo con su visión del mundo. [Ixchel Cordero, “Cada época tiene la crítica literaria que se merece. Entrevista a Emmanuel Carballo”, Revista de la Universidad de México, pp. 85-90. Disponible en http://www.revistadelauniversidad. unam.mx/2706/pdfs/85_90.pdf ] Críticos actuales: Los he leído en un principio, pero después de haberlo hecho durante tres años me di cuenta que no son críticos y no tienen nada importante que decir. Son chapuceros que hablan de la gente que les conviene hablar y olvidan de una manera señorial a todos los escritores que no están dentro de su manera de pensar, de sentir y de vivir. El ejercicio de los géneros literarios: La poesía no ha sido generosa conmigo, pero la he amado profundamente, quizá más que los demás géneros literarios. Me ha ido mejor en la crítica y el ensayo, que es donde más o menos he logrado encontrar mi manera más personal de ser. Enrique Krauze y Vuelta: Los pleitos que inventó Krauze para quedarse con la revista (Vuelta)… Creo que fue la cosa más tonta de Paz haber preferido a Krauze y no a Fuentes. Fuentes era la verdadera literatura mexicana. Krauze ha leído, pero no ha dicho es-

pecialmente nada importante. ¿Qué ha dicho en literatura que me haga verlo como un maestro? Sus puntos de vista siempre tienen algún acompañante ilustre del pasado, pero no está solo en sus aventuras sobre el valor de un autor determinado. Escribir: Yo sigo escribiendo. Y no dejo de hacerlo todos los días. Lo difícil es que hoy escriba y mañana lo acepte porque esto pasa por muchas correcciones. Hay cosas que empecé a escribir en 1954 y no se publicaron hasta 1960, 1970 o 1980. Uno trabaja y trabaja, pero unas veces se acierta y otras se fracasa. Gabriel García Márquez: Tiene cuentos realmente notables, quizás algunas novelas bajen de ritmo y quizás algunos cuentos en el futuro inmediato suban. Es un gran escritor. Yo leí los originales de Cien años de soledad que Gabo me dio para que corrigiera. Pero se los entregué tal como me los entregó, sin ninguna anotación, porque no había nada que corregir. Todo estaba muy bien puesto y en el lugar adecuado. Literatura: La literatura es la conjunción entre un tema y la manera adecuada de tratarlo. El puro tema es como un bistec crudo y a mí no me gusta la carne tártara. La literatura es el tema, más la estructura, el estilo y, en el caso de una novela o cuento, la creación de personajes. Los cinco maestros [Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, José Vasconcelos, José Gorostiza y Octavio Paz]: Mientras que los cinco mejores escritores de los

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que hablamos son de escala mundial, los lectores que tenemos son de escala mexicana, de país subdesarrollado, que no entiende a sus propios autores. Ahora se lee a Laura Esquivel y Xavier Velasco, escritores de segunda, tercera y cuarta categoría, facilones, para secretarias que mascan chicle y para muchachos que no tienen la menor cultura literaria. [Agencia de noticias Al momento, “Laura Esquivel y Xavier Velasco, escritores de cuarta para ‘secretarias masca chicle’, dice el crítico Emmanuel Carballo”, núm. 27, marzo, 2014. Disponible en http://www.almomento. mx/laura-esquivel-y-xavier-velasco-escritores-de-cuarta-para-secretarias-masca-chicle-dice-el-critico-emmanuel-carballo/

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Obras futuras factibles de realizar: Me gustaría hacer en los próximos años quiénes fueron mis grandes autores y esos autores qué significan en este momento en mi obra y en mi vida. [“El crítico pone orden: Emmanuel Carballo”, entrevista con Juan Carlos Talavera, Excélsior, 18 de febrero, 2014. Disponible en http://www.excelsior.com. mx/expresiones/2014/02/18/944324 y http://www.excelsior.com.mx/ expresiones/2014/04/21/954940] Octavio Paz: Paz ha sido mi gran maestro y mi gran enemigo en batallas literarias. Siempre estuvimos política y literariamente en esferas distintas, aunque yo lo admire profundamente como escritor. Rulfo y Arreola: Rulfo, hay que recordar, suplió la falta de muchos libros con la excepcional calidad de sus dos obras: El llano en llamas y Pedro Páramo. Lo que sí me da una gran tristeza es que se tenga olvidado a un gran escritor de la misma generación de Rulfo: Juan José Arreola. Borges decía que uno de los grandes cuentos del siglo XX era “El Guardagujas”, que figura en las antologías más estrictas de cuento a escala mundial.

cartelera EXPOSICIONES

ENCRUCIJADAS

ExposiciÓn de Byron Brauchli hasta julio Pinacoteca Diego Rivera

FESTIVALES FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO UNIVERSITARIO Del 9 al 18 de mayo Programa completo: www.uv.mx/filu/ programa-de-actividades/ Viernes 9

PRESENTACIÓN DE LIBROS: CENTRALASIA

Osteomecánica

Hermanos Mayo

FOTO HERMANOS MAYO: MÉXICO, IMAGEN DE UN PAÍS, IMAGEN DE UNA CIUDAD Mayo Fotográfico Colectiva de fotografía Hasta junio Galería Ramón Alva de la Canal

LIBRO: HISTORIA ECONÓMICA DE VERACRUZ. MIRADAS MÚLTIPLES

CINE CÉSAR CHÁVEZ (CESAR CHAVEZ)

OSTEOMECÁNICA Y OTROS MUNDOS

Dir. Diego Luna Con Gabriel Mann, Kevin Dunn y Peter Jason Dur: 101 minutos Clasificación: B Exhibiéndose en Cinépolis Plaza Américas, Cinépolis Plaza Museo y Cinetix Plaza Ánimas

RECOVECOS DE LA IMAGINACIÓN

DALLAS BUYERS CLUB (DALLAS BUYERS CLUB)

De Gerardo Vargas Galería Urbana, corredor cultural Carlos Fuentes Exposición de Leticia Tarragó Biblioteca Carlos Fuentes

POST-HISTORIA

De Manuel Márquez Hasta junio Sala 3E de la GACX

Dir. Jean-Marc Vallée Con Matthew McConaughey, Jennifer Garner y Jared Leto Dur: 117 minutos Clasificación: B15 Exhibiéndose en Cinépolis Plaza Américas

TERRITORIOS DEL NOPAL

Plástica de Irma Villalobos Hasta Mayo Sala de exposiciones temporales del Max

INAUGURACIÓN FILU 2014

Entrega de los premios latinoamericanos Primera Novela Sergio Galindo e Hispanoamericano de Poesía Ernesto Cardenal 19:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV Sábado 10

LIBRO: EL TERCER PERSONAJE

De Sergio Pitol Con Elizabeth Corral, José Luis Martínez Suárez, Mercedes Lozano y Agustín del Moral 13:30 a 15:00 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV Con Mario Muñoz, Javier Ahumada, Víctor Hugo Vázquez Rentería y Hernán Lara Zavala 13:30 a 15:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

Gráfica de Sebastián Fund hasta mayo Recinto sede del Ivec Canal y Zaragoza, Veracruz

PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

Con Mayabel Ranero Castro, Hilario Barcelata Chávez y Abel Juárez 18:30 a 19:30 h. Auditorio central de la UVI

HOMENAJE A JULIO CORTÁZAR

GOLEM

[Agencia de noticias Al momento, “Laura Esquivel y Xavier Velasco, escritores de cuarta para ‘secretarias masca chicle’, dice el crítico Emmanuel Carballo”, núm. 27, marzo, 2014. Disponible en http://www.almomento. mx/laura-esquivel-y-xavier-velasco-escritores-de-cuarta-para-secretarias-masca-chicle-dice-el-critico-emmanuel-carballo/] Sobre la literatura mexicana: He cometido un error muy grande. Mi amor por las letras mexicanas me ha hecho olvidar en cierto momento figuras importantísimas de la literatura no solamente de lengua española sino de otras lenguas. Más o menos me muevo con facilidad en la literatura mexicana, pero sáquenme ustedes de la literatura mexicana y soy un crítico de tercera categoría. Yo tengo mis campos pero no pude llegar a más.

De Roberto Echavarren EL SUEÑO DE LAS FRONTERAS De Adolfo Castañón Con Rafael Antúnez, Adolfo Castañón y Nina Crangle 17:30 a 18:30 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

César Chávez

JAZMÍN AZUL (BLUE JASMINE)

Dir. Woody Allen Con Peter Sarsgaard, Alec Baldwin y Cate Blanchett Dur: 98 minutos Clasificación: B Exhibiéndose en Cinépolis Plaza Américas

OBEDIENCIA PERFECTA

Golem

Dir. Luis Urquiza Con Juan Ignacio Aranda, Juan Manuel Bernal y Alejandro de Hoyos Parera Dur: 99 minutos Clasificación: B15 Exhibiéndose en Cinépolis Plaza Américas, Cinépolis Plaza Museo y Xtreme Cinemas Plaza Crystal

Octavio Paz


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HOMENAJE A OCTAVIO PAZ

Con Adolfo Castañón, Malva Flores, Irlanda Villegas y Riccardo Pace 17:00 a 18:30 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

LIBRO: CIUDAD TOMADA

De Mauricio Montiel Con Mauricio Montiel, José Homero y Rafael Antúnez 19:00 a 20:00 h. Galería del Ágora de la Ciudad Domingo 11

PRESENTACIÓN DE TRAMOYA

Con Francisco Beverido y Ana Lucila Castillo Argüelles 12:00 a 13:00 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV

LIBRO: SÍMBOLOS DIGITALES. REPRESENTACIONES DE LAS TIC EN LA COMUNIDAD ESCOLAR De Diego Lizarazo Arias y Mauricio Andión García Con Miguel Ángel Casillas, Alberto Ramírez Martinell, Diego Lizarazo y Ernesto Treviño Ronzón 20:00 a 20:50 h. Auditorio central de la UVI

Martes 13

LIBRO: AMOR QUE SE ATREVE A DECIR SU NOMBRE.

De Mario Muñoz y León Guillermo Gutiérrez Con Benigno Arcadio Domínguez Barradas, Luis Arturo Ramos y los compiladores 12:00 a 14:00 h. Sala de Videoconferencias de la USBI

LIBRO: LOS MUERTOS INDÓCILES

De Cristina Rivera Garza Con Cristina Rivera Garza, Wendy Guerra y Germán Martínez 13:30 a 15:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

Lunes 12

LIBRO: AFRICA IN FLORIDA. FIVE HUNDRED YEARS OF AFRICAN PRESENCE IN THE SUNSHINE STATE

De Amanda B. Carlson y Robin Poynor Con Rafael Figueroa, Carlos Alberto Casas Mendoza y Álvaro Alcántara 12:00 a 13:00 h. Auditorio Fernando Torre Lapham de la Facultad de Teatro UV

LIBRO: HUERTOS DE AGUA. TODO LO QUE NECESITAS PARA TU JARDÍN HIDROPÓNICO De Andrea León García, David Lynch y Citlali Aguilera Con Leticia Rodríguez Audirac, Cristina Núñez Madrazo y Citlali Aguilera 13:30 a 14:30 h. Galería del Ágora de la Ciudad

LIBRO: ARTE Y ARQUEOLOGÍA EN EL ALTIPLANO CENTRAL DE MÉXICO

De María Teresa Uriarte Con María Teresa Uriarte, Sara Ladrón de Guevara y Alfredo Vargas 17:00 a 18:00 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV

LIBRO: LA INVENCIÓN DE LA REALIDAD. ANTOLOGÍA DE CUENTOS BRASILEÑOS De Paula Parisot Con Joca Reiners Terron, Luis Arturo Ramos, Delia Juárez y Magali Velasco 13:00 a 15:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

LIBRO: FERVOR DEL VIENTO

De León Guillermo Gutiérrez Con León Guillermo Gutiérrez y Maliyel Beverido 17:00 a 18:00 h. Galería del Ágora de la Ciudad

Con Esther Hernández Palacios, Borislav Ivaniv Gotchev y Germán Martínez Aceves 18:00 a 20:00 h.

LIBRO: LA VIDA AMOROSA DE LAS CIGARRAS

De Rodolfo JM Con Rodrigo Castillo, Itzel Guevara, Rodolfo JM y Alma Espinosa 20:00 a 20:50 h. Auditorio de la Facultad de Música de la UV

LIBRO: LIBRO ROJO

De Manuel Payno y Vicente Riva Palacio Con Gerardo Villadelángel, Ángel José Fernández y Nelly Palafox 20:00 a 20:50 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV Viernes 16

LIBRO: ÁLBUM ISCARIOTE

Jueves 15 De Enrique Serna Con Martha Elena Munguía, Ricardo Vigueras, Enrique Serna y Víctor Hugo Vázquez Rentería 17:00 a 18:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

De Salvador Elizondo Con Alejandro Páez Varela, Andrea Fuentes Silva y Alejandro Cruz Atienza 18:30 a 19:30 h. Auditorio Fernando Torre Lapham de la Facultad de Teatro UV

Con Óscar Armando Gutiérrez, Claudia Gidi y Benito Artigas 20:00 a 20:50 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV

Con Sergio Rommel, Omar Gasca, Alfredo García Martínez y Lázaro Gracia 12:00 a 13:00 h. Galería AP de la Facultad de Artes de la UV

LIBRO: GENEALOGÍA DE LA SOBERBIA INTELECTUAL

LIBRO: LA HISTORIA SEGÚN PAO CHENG

LIBRO: ANTOLOGÍA DIDÁCTICA DEL TEATRO LATINOAMERICANO CONTEMPORÁNEO

LIBRO: REFLEXIONES EN TORNO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR ARTÍSTICA

RADIO UV: PRESENTACIÓN DE LA ORQUESTA DE CÁMARA DE XALAPA Y DEL LIBRO EL SON JAROCHO Y LA FIESTA DEL FANDANGO

De Julián Herbert Con León Plascencia Ñol, Mónica Nepote, Julián Herbert y César Silva 13:30 a 14:30 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

LIBRO: PEQUEÑO CERDO CAPITALISTA De Sofía Macías Con Sofía Macías 17:00 a 18:00 h. Foro al aire libre de la Casa del Lago UV

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De Borislav Ivanov Gotchev Enrique Serna

LIBRO: HÁBLAME DE TIC. TECNOLOGÍA DIGITAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Con Ricardo Mercado del Collado, Carlos Lascuráin, Alberto Ramírez Martinell, Miguel Ángel Casillas y Verónica Ortiz Méndez. 13:30 a 14:30 h. Auditorio de la Biblioteca Carlos Fuentes

LIBRO: EL PAÍS DE LAS METRALLAS

De Felipe Rodríguez Con Rodrigo Castillo, Alejandro Ricaño, Felipe Rodríguez y Bina Lara 19:30 a 20:30 h. Auditorio Fernando Torre Lapham de la Facultad de Teatro UV

FORO ACADÉMICO: CIENCIA Y TECNOLOGÍA. INTELIGENCIA HUMANA, INTELIGENCIA ARTIFICIAL, INTELIGENCIA ANIMAL

Con Alejandro Aceves, José Negrete Martínez, Miguel Ángel Jiménez Montaño y Efrén Mezura Montes 19:00 a 20:30 h. Auditorio de la Facultad de Música de la UV Miércoles 14

LIBRO: DIEZ RAZONES PARA SER CIENTÍFICO

De Ruy Pérez Tamayo Con Víctor Manuel Alcaraz, Asdrúbal Flores y Ruy Pérez Tamayo 11:30 a 12:30 h. Galería del Ágora de la Ciudad

DIRECTORIO DE SITIOS Y ESPACIOS CULTURALES ÁGORA DE LA CIUDAD Bajos del parque Juárez, Centro Tel. 8 15 57 30 ALKIMIA González Ortega 20, Centro Tel. 8 14 01 38 AULA CLAVIJERO UV Benito Juárez 55, col. Centro CAFÉ TIERRA LUNA Rayón 18, Centro Tel. 8 12 13 01 CASA DE LA CULTURA DE COATEPEC Pedro Jiménez del Campillo 4, esq. Cuauhtémoc, Centro, Tel. 8 16 67 57 Coatepec, Veracruz CASA DEL LAGO UV Paseo de los Lagos, Centro Tel. 8 12 12 99 CENTRO RECREATIVO XALAPEÑO Xalapeños Ilustres 31, Centro Tel. 8 18 87 35 EL RINCÓN DE LOS TÍTERES Benito Juárez esq. Manuel Ávila Camacho, Centro Tel. 1 86 37 34

ESCUELA VERACRUZANA DE CINE LUIS BUÑUEL Belisario Domínguez esq. Dique, Centro Tel. 8 18 68 62 GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO IVEC Xalapeños Ilustres 135, Centro Tel. 8 18 04 12 GALERÍA CURIEL Av. 1 de Mayo 95, col. Obrero Campesina Tel. 1 67 05 29 GALERÍA DE LA FACULTAD DE AP UV Belisario Dominguez 25, Centro Tel. 8 17 31 20 GALERÍA PEATONAL FERNANDO VILCHIS Av 1 de Mayo 21, col. Obrero-Campesina, Tel. 8 40 32 44 GALERÍA RAMÓN ALVA DE LA CANAL Zamora 27, Centro Tel. 8 17 75 79 JARDÍN DE LAS ESCULTURAS Murillo Vidal s/n Tel. 8 12 73 69

LA CASA DE NADIE Cuauhtémoc esq. Xalapeños Ilustres, Centro Tel. 8 12 34 06 LA CEIBA GRÁFICA Ex Hacienda La Orduña Coatepec, Veracruz Tel. 8 16 93 30 MUSEO DE ANTROPOLOGÍA DE XALAPA Av. Xalapa s/n Tel. 8 18 75 62 PINACOTECA DIEGO RIVERA J.J. Herrera 5, Centro Tel. 8 18 18 19 REALIA Xalapeños Ilustres 66, Centro Tel. 8 17 50 09 TEATRO DEL ESTADO Ignacio de la Llave esq. Rubén Bouchez, col.Tamborrel Tel. 8 17 65 47 TEATRO LA CAJA La Pérgola, col. Lomas del Estadio Teléfono: 8 18 38 16

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Alejandro González Iñárritu

CÁTEDRA INTERAMERICANA “CARLOS FUENTES”

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LOS CONTRASTES DE GONZÁLEZ IÑÁRRITU JORGE VÁZQUEZ PACHECO

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l contraste en cuanto a formación desde la niñez, el entorno familiar y experiencias profesionales, fueron los renglones elementales abordados durante la entrevista realizada por Silvia Lemus a los cineastas Alejandro González Iñárritu y Rodrigo García Barcha, durante la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes” efectuada en las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI). Ambos directores fueron condecorados con el premio a la creatividad “Carlos Fuentes” y aunque García Barcha no pudo asistir a recibir la medalla correspondiente, sí estuvo presente gracias a una entrevista que le realizó la propia Lemus. Así, las vivencias de Iñárritu, expresadas en vivo, se compaginaron con fragmentos de la grabación, y los asistentes escucharon las diferencias y coincidencias que existen entre ellos. Mientras la infancia del hijo de Gabriel García Márquez transcurrió en medio de notables personajes de los contextos cultural y político, en González Iñárritu la máxima preocupación de su padre fue conseguir los recursos monetarios para solventar las necesidades de la familia. “Los amigos de mis padres fueron Cortázar, Buñuel, Neruda, Fuentes. Una infancia muy de clase media en ciudades como México o Barcelona, privilegiada pero no de jet set”, mencionó García Barcha.

En cambio, Alejandro nació en la Colonia Narvarte de la Ciudad de México y la mayoría de los visitantes a casa fueron los acreedores. Lejos de la tranquilidad financiera, para satisfacer la curiosidad por los viajes a los 17 años de edad se embarcó en un buque carguero para trabajar como limpiapisos en Veracruz. Mientras Alejandro fue el menor de cinco hermanos, “el más feo y prieto”, Rodrigo y su hermano suplicaban por la compañía de una hermanita. En casa de este último, las frases sentenciosas procedentes de Gabriel García Márquez le marcaron de por vida y todos leían. Eran los tiempos en que la televisión no registraba una presencia tan contundente. Otro renglón destacado en la entrevista fue la experiencia con los libretistas. “Mis experiencias, en cuanto a colaboradores para las historias, han sido distintas”, expresó González Iñárritu. “Cuando estás filmando, lo haces de una forma que proyecte tus inquietudes, realidades, los temas que en ese momento te perturban, eso enriquece la experiencia. Recuerdo mucho la música que empleo en cada película, que termina por permear la historia misma y determina el final de lo que estás haciendo”. La afición por el arte no surgió en Alejandro a instancias de su padre, que no era un gran lector, o por un ambiente enfocado a la literatura. “Fue la necesidad de hacer algo para sacudirme de la superioridad de mi her-

PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

mano mayor, que era el que acaparaba toda la atención. Leer, para mí, fue rebelarme ante la norma de la casa”. Con respecto a lo femenino en la obra de García Barcha, salta a la vista porque siempre se vio rodeado de mujeres fuertes y de recia personalidad, a lo que González Iñárritu indicó que “Rodrigo es mujer pero aún no lo sabe”, porque ellas son mucho más complejas y profundas que los hombres. “Nosotros somos muy primitivos y básicos”, indicó. “Los comentarios masculinos tienen una sola dimensión; ellas tienen una percepción mucho más sensible. Rodrigo retrata bien estos personajes. En mis películas, los personajes femeninos tienen un peso más allá del sexo, aunque los principales sean básicamente hombres.” Por su parte, Rodrigo estableció que prefiere el formato corto y la disyuntiva bajo presión. Esa brevedad me compromete a buscar el momento crítico en un espacio de tiempo muy corto. “Me inclino hacia los personajes que son su propio enemigo y que se

ven atrapados por su propia personalidad”. Alejandro destacó su menosprecio por los personajes de una sola premisa y un solo matiz. Los seres humanos “somos una contradicción absoluta y ello nos orilla a contradecirnos incluso en lo que quisiéramos ser y hacer. No se puede ser bueno del todo y malo del todo; me gusta cuando un personaje se contradice porque somos buenos y malos al mismo tiempo”. Continuó diciendo que ha sido demasiado excesivo en sus películas, “pero en las realizaciones largas, la vejiga es lo que te mata. Es que todos debemos hacer pipí y en ocasiones sólo pienso en eso cuando hay que estar cinco horas ante una realización. En Babel había dos historias más, que hubo necesidad de suprimir porque extendían demasiado la obra. El primer libreto para Amores perros era muy largo, de 158 páginas, y eso incrementa los costos notablemente”. Finalmente, el público asistente aplaudió cálidamente a la entrevistadora y los realizadores.

CARLOS FUENTES Y EL CINE MEXICANO JOSÉ LUIS COUTTOLENC SOTO, SUSANA CASTILLO l gallo de oro y Los caifanes, películas en las que Carlos Fuentes participó como guionista, son dos obras fundamentales de la historia contemporánea del cine mexicano, sus dos grandes momentos cinematográficos, aseguró Jorge Sánchez Sosa, director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), al participar en el panel “El cine y la narrativa” de la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes”, realizada en la Universidad Veracruzana. Para el titular del Imcine, El gallo de oro es una revisión del “melodrama ranchero” o “cine campirano”, que imperó la Época de Oro del cine nacional. En la película, dijo, “se hace una revisión verdaderamente maravillosa de lo que es ese género dentro del cine mexicano”. Esta visión cinematográfica de Carlos Fuentes se refleja en la estructura de sus novelas, dándoles un ritmo y un tono que sólo son posibles cuando el arte nos trasciende, aseguró Jorge Sánchez Sosa. Y por si esto fuera poco, hay que decir que la obra reunió a tres grandes escritores: Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, como guionistas, y a Juan Rulfo, en cuyo cuento se

Éstos sí eran caifanes… [Los caifanes de Juan Ibáñez]

basó la película dirigida por Roberto Gavaldón. En el caso específico de Los caifanes, dirigida por Juan Ibáñez -con quien Fuentes co-escribió el guión, indicó que es una cinta que revisó el género del cine urbano dentro del cine mexicano. “Aunque hay diferentes versiones al respecto”, se dice que dicho género inició con la película de Alejandro Galindo titulada Una familia de tantas. Asimismo, refirió que existen diversos ejemplos literarios muy destacados que mencionan la influencia del cine en la pluma de Fuentes. Precisamente, expresó, hay novelas que sin esa visión cinematográfica estarían despojadas de una noción de estructura que prevalece en ellas. Dicha influencia les da “un ritmo, un tono” que sólo es posible “cuando el arte nos trasciende a todos, cuando hay una capacidad narrativa y una posibilidad de atracción que nos lleva más allá de las sensaciones”. Durante el panel, el titular del Imcine moderó los comentarios del director Alejandro González Iñárritu y de la periodista Silvia Lemus,

hecho que consideró “un honor y un gusto”.


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2 MAYODE2014 NÚMERO197

PANTALLAS DE PLATA

SILVIA LEMUS ANUNCIÓ TEXTO PÓSTUMO DE CARLOS FUENTES KARINA DE LA PAZ, PAOLA CORTÉS, ADRIANA VIVANCO Y DAVID SANDOVAL

Para referirse a Alejandro González Iñárritu, enfatizó que es el primer mexicano por nacimiento en recibir un premio por el Festival de Cannes por su película Amores perros en el año 2000, y destacó que es uno de los mejores directores hispanos y además cuenta con un futuro de gran trascendencia en la historia internacional de la cinematografía. “Alejandro cuenta con un estilo de dirección cinematográfica notable, retrata el microcosmos, los problemas de comunicación interpersonal, lo íntimo que se convierte en pequeñas fronteras y limitaciones en las relaciones humanas y esto es lo que causa la incomunicación en un macromundo incomunicado e indiferente dentro de la globalización.” A continuación, Octavio Ochoa, secretario de la Rectoría, entregó a nombre de la UV el Premio “Carlos Fuentes a la Creatividad” a los cineastas Alejandro González Iñárritu y Rodrigo García Barcha, que fue recibido en su representación por el director del Imcine, Jorge Sánchez Sosa.

Admiré su generosidad con los jóvenes: Iñárritu sobre Fuentes

Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, durante la cátedra Interamericana Carlos Fuentes. Presentes el secretario técnico de la cátedra, doctor Víctor Arredondo Álvarez y el presidente de Conaculta maestro Rafael Tovar de Teresa.

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a Universidad Veracruzana (UV) celebró el 25 de abril la cuarta edición de la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes” (CICF) y en este marco otorgó los premios a la creatividad que llevan el nombre del finado escritor mexicano a los cineastas Alejandro González Iñárritu y Rodrigo García Barcha, mientras que la periodista y presentadora Silvia Lemus ofreció una primicia de un texto póstumo del laureado narrador y ensayista: Pantallas de plata. Durante la ceremonia de inauguración, la compañera del escritor leyó dos capítulos del libro póstumo de Fuentes sobre el cine y, al respecto, añadió: “Él siempre tuvo la pasión por el séptimo arte y durante un periodo de su vida se dedicó a crear guiones de cine, algunos con García Márquez”. La periodista dedicó su lectura a la memoria del escritor colombiano recién fallecido. Por su parte, la rectora Sara Ladrón de Guevara, expresó desde la Universidad de Austin, Texas, enlazada al evento mediante

sistema de videoconferencias, que la CICF se reafirma como un espacio académico y cultural que ha establecido lazos de inteligencia crítica. “Les doy la más cordial bienvenida y deseo que los trabajos de la cátedra sigan siendo una importante y significativa contribución a la cultura mexicana y a la cultura universal de nuestro tiempo”, externó. El acto convocó a universitarios de distintos campus, quienes abarrotaron la sala de videoconferencias de la USBI que contó con la presencia del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa; el director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Jorge Sánchez Sosa; Harry Grappa Guzmán, secretario de turismo y cultura de Veracruz, en representación del gobernador del estado Javier Duarte de Ochoa, además de Víctor Arredondo Álvarez, secretario técnico de la CICF, y Octavio Ochoa Contreras, secretario de la Rectoría. El Presidente del Conaculta señaló que

fue el propio Fuentes quien le invitó a participar en el comité de honor y técnico de la cátedra que “desde su concepción original reúne dos aspectos fundamentales: el espíritu de la libertad y la reflexión sobre la cultura”. Fuentes, dijo Tovar y De Teresa, siempre pensó en la Universidad Veracruzana como la institución de prestigio educativo y cultural para ser su sede. El secretario técnico de la CICF, Víctor Arredondo, fue el encargado de presentar a los dos galardonados este año con el Premio “Carlos Fuentes a la Creatividad”. Al hacer mención del cineasta Rodrigo García Barcha, explicó que su ausencia para recibir el premio se debió a la reciente muerte de su padre, el escritor colombiano Gabriel García Márquez, y al referirse a su trabajo cinematográfico señaló: “Rodrigo se define a sí mismo como un cineasta mexicano colombiano, que ha hecho su carrera transitando entre estos dos países y el resto del mundo”.

Previo a recibir el premio, González Iñárritu reconoció la labor de la UV por tener una cátedra en honor al autor de Aura. Para el director de la película Amores Perros, Carlos Fuentes siempre poseyó una visión clara, precisa y generosa. “Algo que yo admiré mucho de él fue su generosidad con las generaciones jóvenes. Nunca había rencor en sus palabras, envidia o juicio que muchas veces empaña o previene a autores jóvenes de hacer lo que realmente su corazón les dicta. Como gran maestro siempre enseñaba hacia dónde, pero con su dedo nunca tapaba la luna.” Por otro lado, Sánchez Sosa leyó el mensaje de agradecimiento de García Barcha, quien rememoró las reuniones de su padre con escritores y cineastas, donde aprendió que “poco se decía de creatividad y mucho de técnica, sudor y lágrimas son la herramienta con las cuales se le da forma a la inspiración. ”Ahí aprendí que el guionismo, como el novelismo, es un virus que se agarra una vez y es incurable, es una adicción maldita y deliciosa que ni se perfecciona ni se abandona.” El evento tuvo lugar en la USBI de Xalapa y se transmitió por videoconferencia a los cuatro campus de la UV, además de la UNAM, UANL, Universidad de Guadalajara, Universidad de Costa Rica, Universidad Fluminense de Brasil, Universidad de Chile, Universidad del Norte de Colombia, Universidad McGill de Canadá, Universidad de Arizona y la Pontificia Universidad Católica de Perú.

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