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Lluvias
cultura togas
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y mucho arte
2015 Por: Héctor Márquez
La última semana de octubre se llevó a cabo la clausura de la edición 43 del festival artístico y cultural más grande de todo el continente americano, hablo del Festival Internacional Cervantino en la ciudad de Guanajuato. Esta edición tuvo como países invitados de honor a Chile, Colombia y Perú y Morelos como estado invitado. Cómo los últimos cinco años, decidí acudir el fin de semana de clausura de este festival, así que a continuación les compartiré mis experiencias de lo que fue
este increíble fin de semana. Para los estudiantes universitarios de todo el país, pero sobre todo de la Ciudad de México (como es mi caso), el Festival Internacional Cervantino es un evento que desde tu primer hasta el último año de carrera va a llamar tu atención, si afortunadamente tienes la posibilidad de asistir no puedes dejar pasar esta gran oportunidad. Cuando llega el mes de septiembre el 100 % de las universidades públicas y el 60% de las escuelas particulares del DF se tapizan con anuncios de paquetes extremadamente baratos para asistir a esta fiesta del arte en la que para mí es la ciudad más bella de todo México. Los paquetes extremadamente baratos antes mencionados tienen precios que oscilan entre los 350 y 500 pesos transporte redondo y entre 700 y 1200 pesos transporte redondo y hospedaje por dos noches, por este precio es un hecho que
no encontraremos transporte y hospedaje de 5 estrellas pero aún así sigue siendo la mejor opción para la mayoría de los estudiantes.
Jueves 22: salida y hospedaje Las 22:30 horas era la cita que mis amigos de Hospedajes Cervantino (jóvenes ya egresados de la universidad que organizan tours desde el DF y con los cuales llevo tres años viajando al festival). Al llegar a la cita ya los camiones nos esperaban para trasladarnos hasta la hermosa ciudad de Guanajuato. Desde que pones un pie en el camión sabes que te espera un gran fin de semana y es que en la mayoría de los casos, estás con muchos de tus mejores amigos camino a una ciudad diferente con la actitud de pasar uno de los mejores fines de semana de tu vida en uno de los eventos culturales más grandes e importantes de todo el mun-
do. Para mí este año fue un tanto diferente ya que mis amigos defeños me dejaron solo, pero no por eso podía dejar pasar la oportunidad de asistir una vez más a este maravilloso festival y menos teniendo a mi novia y a tantos buenos amigos instalados en la ciudad de Guanajuato. En cuanto toqué el asiento del autobús caí rendido aún con el sonido de fondo de cervezas destapándose y canciones de rock en español mal interpretadas por mis compañeros de autobús. Durante los años que he asistido, he pasado por todo tipo de hospedajes Cervantinos, casas semi-habitadas, casas de acampar, hoteles de 2 y 4 estrellas, y en esta ocasión la casa de mis amigos guanajuatenses que conocí por azares del destino el año pasado en otro evento del cual estoy enamorado, el Festival Internacional de Cine de Guanajuato. Para muchos lo que menos importa
es el hospedaje, incluso conozco a muchas personas que no tienen lugar fijo donde dormir durante su estancia en el festival, duermen un poco durante el día en alguno de los muchos parques que existen en la ciudad y a base de bebidas espirituosas y mucho (en serio mucho) aguante sobreviven tres días continuos de fiesta cervantina.
Viernes 23: Patricia cambia los planes Cansado por el viaje llegue a las 7:30 am a casa de mis amigos guanajuatenses los cuales ya me esperaban, me instalé y descansé un rato más para tener toda la energía para los planes del día que eran: Encontrar todas las esculturas de la aclamada artista anglo-mexicana Leonora Carrington distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad. Buscar a algún artista callejero que tocara alguno de los pianos que la marca de cerveza Heineken instaló en Guanajuato. Asistir a la presentación que había en la Alhóndiga de Granaditas y que sería curada por el festival de música electrónica MUTEKMX. Sin embargo, no contaba con que en mi camino de Distrito Federal a Guanajuato se estaba gestando el mayor huracán en la historia de la humanidad. Patricia fue un golpe fuerte a los planes de ese viernes debido al clima lluvioso que no paró durante todo el dia. A final de cuentas de los planes que teníamos, solo pudimos encontrar 3 de las esculturas, hallamos a un señor de alre-
dedor de 60 años tocando magistralmente uno de los pianos callejeros frente al Museo Iconográfico del Quijote y, fortuitamente, descubrimos a un grupo de músicos argentinos tocando por la tarde en la Plaza de San Fernando los cuales escuchamos a lo lejos desde uno de mis bares favoritos en Guanajuato, “La Inundación de 1905”, la cual le debe su nombre a la catástrofe ocurrida en la ciudad durante ese año. El plan del concierto de la Alhóndiga decidimos abortarlo. Más tarde mis amigos tenían ya preparada una peculiar fiesta para celebrar el último fin de semana del Cervantino: una fiesta de togas. Y es que esa es una de las grandes virtudes de ciudades con eventos como lo es el Cervantino, no sabes los amigos que puedes llegar a conocer caminando por sus calles.
Sábado 24: un día mejor El sábado al fin salió el sol de Guanajuato, Patricia nos dejó disfrutar como se debe nuestros planes para el último sábado Cervantino que eran: •Encontrar las esculturas restantes de Leonora Carrington. •Asistir a la presentación de Susana Harp en la Plaza de San Fernando. •Escuchar a los artistas mexicanos que se presentan durante todo el día en la Plaza de los Ángeles. •Detenernos en cada performance callejero. Para comenzar el día nos adentramos en la plaza de San Roque donde observamos a 4 bailarinas de danzas árabes provenientes de la Ciudad de México que se presentaban jus-
to debajo de la iglesia que le da nombre a esta plaza. Las presentaciones de la plaza de San Roque durante este día estaban organizadas por un colectivo de artistas capitalinos los cuales no forman parte del festival como tal, pero que aprovechan la afluencia que este evento genera para compartir su arte. Estos artistas urbanos son los que a mi parecer hacen del Festival Internacional Cervantino un evento multicultural enriquecedor ya que el talento no es exclusivo de los reflectores y los grandes escenarios y las 4 chicas que presenciamos en ese momento eran un claro ejemplo. Acto seguido nos adentramos a la Plaza de San Fernando la cual se encuentra a solo unos pasos de San Roque para la presentación de Susana Harp, la cual, fue sin
lugar a duda mi evento favorito de este fin de semana. Acompañada de 4 bailarines y un presentador Jarocho, deleitó a todo el público que acaparó prácticamente en su totalidad la plaza para escuchar a la cantante oaxaqueña interpretar los éxitos que la han acompañado durante toda su carrera. Sin lugar a duda uno de los mejores momentos fue cuando presentó el clásico son istmeño “La Llorona” interpretado en árabe, español y zapoteco. Después de escuchar durante al menos una hora y media la maravillosa voz de Susana en al menos cinco lenguas distintas, nos dirigimos a la Plaza de los Ángeles, esta es una de las sedes del festival que me parecen
más interesantes por qué no existe una programación definida, puedes llegar y encontrarte a un grupo de ska chilango haciendo retumbar las inmediaciones del Callejón del Beso o bien escuchar un poco de blues de algún grupo de artistas nómadas sudamericanos que viajaron de mochilazo exclusivamente al festival. El grupo que pudimos presenciar era un puñado de jóvenes mexicanos que tocaban uno de esos ritmos ligados al folk que son extremadamente difíciles de definir, pero que hacen bailar a todos los que los escuchan.
Después de estos dos actos continuamos con el plan que la lluvia no nos permitió culminar un día antes y lo logramos. Conquistamos las 10 esculturas en las que el fundidor Alejandro Velasco, bajo la supervisión de Leonora Carrington, plasmó el mundo quimérico y surrealista de la artista y permitió llevar a estos monumentales personajes del lienzo al metal. En un recorrido de prácticamente toda la zona centro pudimos ver en su esplender esculturas como “La Inventora Del Atole” o “The Palmist” las cuales son sinceramente imponentes por su gran tamaño y la ubicación estratégica alrededor de la ciudad. Después de la larga caminata, cansados por este último peregrinar artístico,
decidimos hacer el típico recorrido nocturno de bares, empezando por la antes mencionada Inundación de 1905 sucursal plaza de San Fernando donde tomamos una bien merecida cerveza y un Sangre de Cristo (jugo de tomate, limón, jugo sazonador y una onza de mezcal, recomendado a más no poder), después nos dirigimos al bar Golem, una casa de tres pisos que en su primer planta cuenta con un bar, en el segundo nivel con un expendio de whisky, una enoteca y hamburguesería de nombre Mandrágora (a la cual regresamos a cenar el día domingo y recomiendo ampliamente) y en el tercer nivel una terraza muy agradable que me cuentan acababan
de inaugurar. Para terminar la noche visitamos la segunda sucursal de La Inundación de 1905, la cual se encuentra justo detrás del Teatro Juárez. Fue un día redondo, pude tachar todos los planes de la lista y pasé una gran noche con una maravillosa compañía.
Domingo 25: adiós guanajuato El domingo 25 era mi último día en Guanajuato, así que dejé un poco de lado los eventos del festival hasta el mediodía y nos dedicamos a salir a fotografiar todo lo que se nos pusiera enfrente, personas, performances callejeros, actividades artísticas, prácticamente todo lo que se nos pusiera enfrente. Después de llenar la memoria de mi cámara y una comida ligera fuimos directo a la Alhóndiga de Granaditas solo para descubrir la fila de más de cuatro horas que se debía de hacer para aspirar a ver la ceremonia de clausura y espectáculo final de la edición 43 del FIC, el cual fue en esta ocasión el Ballet Folklórico de Amalia Hernández, uno de los actos más esperados por todos los asistentes de esta edición. Al ver la larga fila decidimos aprovechar mejor esas cuatro horas, cambiar la memoria de las cámaras y continuar con nuestro recorrido fotográfico por la ciudad duran-
te toda la tarde. Por la noche, mientras acontecía la ceremonia de clausura nos dirigimos a lo más alto de las escalinatas del edificio principal de la Universidad de Guanajuato (sí, los 82 escalones que pueden ver en los billetes de 1,000 pesos) para ser testigos de los fuegos artificiales que anunciaban la clausura de esta fiesta cultural. Así, me despedí oficialmente de la ciudad de Guanajuato después de uno de los mejores cervantinos que he vivido.
Recuento de los daños Siendo este mi quinto año consecutivo asistiendo al fin de semana de clausura puedo decir que sin lugar a dudas, el Festival Internacional Cervantino ha madurado junto con sus asistentes. Durante esta edición fue mínimo el número de personas que tomaban bebidas alcohólicas en la calle o que eran remitidas a las autoridades por faltas administrativas en vía pública, lo cual durante años anteriores era más que común. A mi parecer es un buen momento para decir que el mito que dice “Guanajuato se convierte en la cantina más grande del mundo en época de Cervantino” está por terminar.
Continuando con el tema de las bebidas alcohólicas, Jorge Volpi, Director del FIC a través del patrocinio de la marca holandesa Heineken, desarrollo la venta de bebidas dentro de algunas de las sedes más importantes del festival como lo es el Teatro Juárez y el Teatro Cervantes, lo que coloca al FIC como una festividad moderna ya que, como mencionó Volpi “esto sucede en todos los teatros del mundo, uno puede tomar una copa de vino, una cerveza: no hay necesidad de controlar nada”. El Festival Internacional Cervantino una vez más se consolida como el evento cultural por excelencia en
nuestro país, gracias a la casi perfecta curaduría de sus organizadores y su gran equipo de trabajo, el FIC cuenta con una de las ofertas artísticas y culturales más grandes que hayamos visto. La invitación de la Alianza del Pacífico con la representación de Chile, Colombia y Perú enriqueció los lazos culturales entre países del continente y Morelos realizó un digno papel como estado invitado llevan-
do a la capital guanajuatense sus mejores representantes. El 2016 sin lugar a duda será una edición más que especial ya que se celebrará el 400 aniversario del fallecimiento del escritor que fue la principal inspiración para la creación de este festival y del cual deriva su nombre, el español Miguel de Cervantes Saavedra. Se tendrá un eje temático llamado “Cervantes 400, de la locura al idealismo” y contarán como país invitado de honor a España y como estado invitado de honor a Jalisco.
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