Año 21 / Edición 192-193 / Publicación Mensual / Junio - Julio 2019 / Información desde Medellín hacia el Sur / 20.000 ejemplares
Obra del artista plástico Norman Hernández.
Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel 2019
Gratis
2 Cultural
ÓRBITA | Muy cultural con 21 años de existencia Junio - Julio 2019
Misioneros escabechados Estando Fernando González como cónsul de Colombia en Bilbao*, una tribu del Bajo Putumayo se comió a tres abnegados misioneros capuchinos que esparcían el polen de la fe en esas ignotas regiones de la patria. Esos santos mártires, que hoy deben estar gozando de la Eterna Luz, se llamaron en vida Fray Ambrosio de la Paella, Fray Lucas de Jerez y Fray José de la Puñeta. El caso fue muy lamentado. Y cuando llegó la noticia a España, los reporteros bilbaínos, como personeros del dolor nacional, se trasladaron al despacho del cónsul para exigirle explicaciones. Fernando González, formidable escritor, autor de Viaje a pie, Mi Simón Bolívar y otros libros de gran salida, no es un católico muy aplicado. O no lo era. Lo cierto es que no tomó el caso demasiado a lo serio y le dio un tratamiento que se consideró irreverente. El texto de ese reportaje, una encantadora tomadura de pelo a la gravedad hispánica, reposa bajo varias llaves en los Archivos Secretos de la Cancillería. Hoy, por primera vez, ha sido reconstruido para esta página por un alto funcionario de esa dependencia, el cual nos ruega reservar su nombre. Advertimos: no es Alfredito Vázquez. *** —Señor Cónsul, ¿os habéis enterado? ¡Unos compatriotas vuestros han pasado a manteles a tres reverendos capuchinos que sembraban la fe en una de esas tierras vuestras, olvidadas de Dios! —Sí, me he enterado y estoy confundido. El nivel de vida de los colombianos había subido mucho en los últimos años y me siento apenado por ellos. Nunca pensé que mis compatriotas tuvieran que volver a comer otra vez viandas innobles, alimentos fétidos… ¡Nunca! —Entonces, señor Cónsul, ¿aceptáis que en Colombia, vuestra patria, se practica la antropofagia? —No podría decir que no sin faltar a la verdad. Pero hoy, ya no tanto. Yo mismo, cuando niño, fui antropófago. Probé carne de infante: tierna, delicada y de mucho alimento. Con salsa de manzana queda riquísima. Sin embargo, la de los niños muy pequeños, de pecho, no es lo mismo. Por mucho que se la adobe siempre queda sabiendo a caca. ¡No se las recomiendo, amigos! —Qué horror, señor Cónsul. ¡Y vos que parecíais una persona decente! Decidnos: ¿habéis comido misionero también? —No, carne de misionero no he comido. Dicen que es tiesa, acordonada y frondia. Y me lo explico. Los misioneros, después de las del bautismo, no vuelven a recibir nunca más aguas. Pero los he visto matar y sé también cómo los preparan… —¡Horror otra vez! ¿Y cómo los matáis y os los coméis, si se puede saber? —Los matamos a flechazos. Pero eso sí, con flechas envenenadas para que no sufran. Luego los desvestimos completamente
y les rapamos la barba. Trenzada, sirve para tejer chinchorros, alpargatas, mochilas y toda suerte de artesanías. ¿Ven ustedes este lindo tapete? Permítanme que me persigne. La parte rucia fue elaborada íntegramente con material suministrado por un anciano capuchino, Fray Bartolomé de Pontevedra. Era un santo. Y la parte negra no recuerdo. A lo mejor debió ser con pelo de monja… Pero sigo con lo mío. Las sandalias y la ropa de los misioneros sacrificados, por su alto contenido de pecueca y malos humores, se utilizaban antes para pescar, como substitutos del barbasco, otro veneno violento. Pero el gobierno los prohibió. Los peces sufrían mucho. Tenían una expresión horrible después de muertos… —Bien, señor Cónsul, y cuando ya los tenéis así, ¿qué más, Dios Santo, hacéis con ellos? —Los ensartamos en una vara. Se les mete por abajo, por el ojo de la infamia, y se les saca por arriba, por la boca, para empujarles de paso sus dentaduras postizas. Bien desinfectadas, y aseguradas con un bejuco, las usamos como collares. Ahora, infortunadamente, no tengo ninguno para mostrarles. Eso lo aprendimos de un tío muy bruto, Francisco Pizarro, paisano de ustedes. Así mató él a Atahualpa, alma bendita. ¡Pero sigamos! La vara, ya con el misionero ensartado, se coloca atravesada sobre dos horcones y se le mete candela por debajo, dándole vueltas continuamente, hasta que el santo catequista queda completamente dorado… El olor es hediondo. Pero es que entre nosotros hay un cariño enorme por los españoles. —Atiza, ¿y todos los colombianos sois así? ¿O simplemente los putumayos? —Éramos. Ya no. Es que los putumayos, por la pobreza de la tierra que les tocó en el reparto, no pueden criar vacas ni animales de carne fina. Por lo general comen micos, y en épocas de gran escasez, como la presente, misioneros. Pero no crean ustedes que lo hacen por ojeriza o mala voluntad. No. Lo hacen por necesidad. Los putumayos son de natural pacífico. Ustedes pueden averiguar con su embajador en Colombia, y él les dirá que en los tiempos normales los misioneros los bautizan, les dicen misa, les enseñan el catecismo y hasta los casan, y los putumayos se dejan sin hacerles nada. Claro que si ustedes consultan los estudios del naturalista y botánico José Celestino Mutis, un compatriota de ustedes que a pesar de serlo resultó sabio, verán que él, al referirse a los putumayos, desacierta. Dice: «Tribu feroz, de Sigue pagina 3
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Editorial
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Redes sociales para bien o para mal Actualmente la polarización hace parte del juego de las redes sociales, y no es de extrañar
su presencia en la política, es inherente a la controversia política y en nuestra maltrecha democracia, y una de sus manifestaciones es la antípoda del unanimismo que aspira a patentar el pensamiento único, el partido único, el caudillismo autocrático alrededor de un Jefe. La polarización se explica cuando se produce por la fricción de ideas. Por las discrepancias filosóficas que le dan dinamismo, creatividad, enriquecimiento al ejercicio de la política. Pero cuando la polarización degenera en radicalización visceral, en gérmenes de odios, se vuelve de alta peligrosidad. Y hoy la política colombiana, impera más la maledicencia que el debate cerebral. La excitación como munición de los energúmenos para disparar agravios, degradando la polémica, caso de una congresista que no es propiamente paloma de la paz. En el Congreso, hay que decirlo, se cosechan menos razones lógicas y más abundancia de pasiones desbordadas. Ante la violencia verbal y escrita que inunda micrófonos, imágenes y periódicos, empresa como la revista Semana que presuntamente recibe millones y millones de pesos en mermelada -muy común en el gobierno Santos- para acallar conciencias y torcer voluntades, sale de su equipo de colaboradores uno de los más destacados y frenteros Periodistas colombianos, Daniel Coronell, por cuenta de la censura y el disimulo tan común ahora en la vida nacional, confirmando en su cuenta de twitter que dicha revista canceló su columna de opinión, tras 14 años de escribirla, la última sobre el escándalo contra el Ejército. Y dizque es de pensamiento libre ja.
Por Fabio Gómez Gómez
Viene pagina 2 antropófagos y pederastas». Sí. Eso dice Mutis, pero lo dice de oídas, porque los putumayos son todo lo que ustedes quieran menos eso último. No están suficientemente civilizados para permitirse esos refinamientos. Para mí lo que pasó fue que Mutis oyó decir que los putumayos se comían a los niños, y como en España comerse a los niños es otra cosa, él, que lo repito, era naturalista, tomó el rábano por las hojas… —Señor Cónsul, perdón, pero ¡creed que no nos sentimos nada orgullosos de haberos descubierto! —No tiene importancia. Y además los que nos descubrieron no fueron ustedes. Pero continúo: cuando el misionero ya está dorado, se le quitan las partes hediondas, que prácticamente son todas, y se botan lejos, en las aguas del río Caquetá. Caquetá, de Caque, caca, y Tá, corriente, quiere decir en lengua indígena, corriente de… bueno, ustedes saben de qué. Y a la mesa sólo se llevan las partes aprovechables, que desgraciadamente son muy pocas. La lengua, que cuando el misionero no sufre del hígado, es limpia y rosada. Se prepara a la vinagreta y es un bocado muy apreciado, especialmente porque quienes la comen resultan hablando el castellano con ce y zeta. Como el Gran Curro, Francisco Franco. Los ojos, porque hay la creencia de que los de los misioneros son los ojos de la fe, y pensamos que comiéndonoslos vamos a ver en vida al Supremo Hacedor. Y las criadillas, con las cuales se prepara un caldo de gran fuerza hormonal y tremenda potencia demográfica, llamado el Putu-Putu, o sea, en idioma nativo, el Omnipreñe. Como ustedes comprenderán, yo no le he probado, pero dicen que basta un sorbo para que una mujer, aun cuando jamás haya visto a un varón en su vida, quede templada y esperando… Hoy, mis amigos, cuando la natalidad excesiva se está convirtiendo en una amenaza para la Humanidad, los Laboratorios Quibi S. A., colombianos, de un millonario loco, Mario Laserna, están pagando las criadillas de capuchino a treinta centavos el juego, a fin de preparar un suero anticonceptivo llamado el Anti-Putu. ¡Pobres misioneros! Decid, por último, anunció el Cónsul, que lamento doblemente lo ocurrido: por los santos catequistas desaparecidos, desde luego, pero más todavía por lo que ello significa
como índice de que en mi amada Colombia inmortal el nivel de vida ha descendido. Todo me dice que mis hermanos putumayos tienen hambre. Que están comiendo porquerías otra vez. Estoy triste, muy triste, amigos. ¡Ahuequen, pues! (Punto final). *** España, a causa de las declaraciones del Cónsul, estuvo a punto de romper relaciones con nuestro país. El embajador, Gilberto Alzate Avendaño, tuvo que presentar oficialmente excusas y condecorar después de muertos, con la Cruz de Boyacá en la categoría de Santos Mártires, creada exprofeso para tan luctuosa ocasión, a Fray Ambrosio de la Paella, a Fray Lucas de Jerez y a Fray José de la Puñeta. ¡Paz a sus tumbas! Es decir, ¡paz a los putumayos que se los comieron! Fuente: Caballero, Lucas (KLIM). «Misioneros escabechados». Periódico El Tiempo, miércoles 15 de agosto de 1973, página 3-B.
Ilustración del artículo original en El Tiempo.
4 Envigado
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Plantón para exigir al Gobierno Nacional construcciones de aulas escolares Intervinieron niños y niñas de Envigado
Redacción ÓRBITA. Definitivamente en este país pasan cosas donde si viviera Rípley no se las creería. A finales del mes de mayo, niñas y niños de diferentes establecimientos educativos acompañados por adultos de la ciudad, realizaron plantones para exigirle al gobierno nacional respuesta frente al incumplimiento de las obras constructivas de las I.E. Normal Superior, la José Miguel de La Calle y la Alejandro Vélez Barrientos, sede Alto de Las Flórez. Dichos plantones fueron liderados por María Sormerida Berrio Villegas, Comunicadora Social Periodista, integrante del Comité de la zona cinco, lideresa y trabajadora incansable por las causas sociales, especialmente defensora de los derechos infantiles de la urbe.
Medellín en 100 palabras Hasta el 11 de agosto estará abierta la convocatoria para el concurso Medellín en 100 palabras que, en este 2019, llega a su segunda edición. Entre los cuentos, que pueden postularse en la página web www. medellinen100palabras.com, se elegirán los 100 mejores relatos que irán a un libro de Palabras Rodantes, alianza entre Comfama y el Metro de Medellín que también hace posible esta nueva edición del concurso. De Medellín en 100 palabras podrán parti cipar todas las personas con domicilio estable en Medellín y en el Valle de Aburrá. La temática de los relatos debe estar relacionada con la vida en Medellín o en algún municipio del Valle de Aburrá. Los relatos deben ser estrictamente inéditos y no superar las 100 palabras, sin contar el título.
Primer lugar - Categoría infantil año 2018 Amor muy animal En la bella zona de San Sebastián de Palmitas, cierto día un gato negro se enamoró perdidamente de una yegua rosada. Cada vez que la veía le declaraba su amor. Ella le decía que la naturaleza no permitía este vínculo amoroso por diferencia de especies, el gato continuó triste. Cierta vez caminando por un tejado se encontró un hada madrina a quien pidió le concediera el deseo de ser un caballo plateado; lo que se hizo realidad. El hada dijo: «¡Qué tan raro! esta mañana una yegua rosada me pidió que la convirtiera en una gata blanca...». Thomas Cano Muñoz
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Reportaje Gráfico
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Piedras sagradas y olvidadas “Ha sido sorprendente que para la historia de la escritura y en la investigación de las cosmogonías aborígenes, ni siquiera estén mencionadas nuestros pictogramas y petroglifos en los capítulos de los sucesos paleontológicos que debieran despertar un interés científico.” Por Juliana Giraldo Madrid
Petroglifos y arte rupestre en Itagüí Actualmente El Parque Arqueológico Graciliano Arcila Vélez llamado así en honor al profesor que se dedicó al estudio de los petroglifos en 1979, es reserva histórica y ecológica del municipio de Itagüí, sin embargo, pasa desapercibido aún más para quienes viven cerca al lugar que, entre escombros, y olvido cohabitan con vestigios de lo que fueron las comunidades de los Nutabes descendientes de los Chibchas. Las piedras sagradas están situadas en el barrio El Rosario en Itagüí, pero estando cerca al preguntar por los petroglifos nadie sabe dónde quedan, hasta los lugareños tienen dificultad para pronunciar Pe -tro-gli-fos. Por tal razón, algunas corporaciones como SIPAH vienen trabajando para concientizar a la comunidad sobre lo que estas piedras marcadas representan. El olvido significa la muerte para el arte rupestre que todavía se conserva en los petroglifos, y que albergan datos importantes para el estudio y comprensión de antiguos asentamientos en el sur del Valle de Aburrá.
Mejía Peláez, David. A cincuenta años del descubrimiento de los petroglifos de itagüí, Antioquia Colombia
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Opinión
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Regresa la música sacra a la Iglesia Santa Gertrudis Un Ángel devolvió el sonido
“Es la forma especial de la música la que es capaz de mover el corazón.”
Por Jaime Alberto Palacio
Juan Sebastian Bach
Con todo el orgullo que le cabía en su ser, el cura párroco le anunció a unos feligreses que le acompañaban: “La resurrección de nuestro señor Jesucristo estará acompañada por el sonido del órgano que se inaugurará al terminar la procesión. Los esperamos a todos.” Frases como esas, y durante muchos días, fueron expresadas por el padre Jesús María a lo largo y ancho del pueblo, a todos los lugareños. Toda vez que el acontecimiento de contar en la iglesia de Santa Gertrudis, con un órgano tubular, iba a ser un hecho sin igual en el año 1909, hasta el punto que no faltó quien dijera que era la primera vez que se iba a presentar en el país. La Alcaldía, no inferior al compromiso del párroco, promulgó un decreto de tres artículos en el que instaba a que todas las paredes de las casas estuvieran pintadas de blanco, y las puertas y las ventanas retocadas. Ordenaba que las calles y los parques fueran aseados y las cajas de las aguas debidamente tapadas. Todo ello en un plazo perentorio de 25 días. Es que no podía ser distinto. Al magno evento de la llegada del órgano a la catedral las autoridades esperaban tener a todo el pueblo engalanado y uniforme y la población comprometida para estar en el concierto inaugural. Llegado el día, “la parroquia estaba alzada en medio del parque. El atrio de la iglesia adornado con flores.
Las paredes blancas contrastaban con el azul pálido del cielo, el color de la tierra y las piedras del suelo. Algunas personas estaban todavía entrando a la iglesia, cuando aún las campanas sonaban.” (Tomado de: “Un poquito de cal: guion para cortometraje escrito por Sara Palacio Garcés).
predice que se podrá apreciar en el instrumento -cuyo remozamiento se viene fraguando desde hace muchos meses- la más exigente y delicada colección de obras compiladas a través de la historia musical, para deleite, culturización y formación de todos los habitantes del municipio.
Mayúscula sorpresa y estremecimiento colectivo recibió el municipio cuando el intérprete del órgano hizo sonar los primeros acordes del preludio coral para órgano BWV 627 “Christ ist erstanden” de Juan Sebastian Bach.
Juan Carlos, un Ángel restaurador, con el más exquisito oído musical, con la más depurada técnica de reparación y ensamble de maderas, tubos, flautas, fuelles y teclados, ha trabajado intensa y denodadamente para entregarle a Envigado un órgano tubular a la altura de los mejores y, así como en el año 1909, ubicar al de la iglesia de Santa Gertrudis como uno de los más representativos en el país.
Ciento nueve años después, en el marco de un delicioso secreto a voces, Envigado se prepara para reeditar un acontecimiento tan magno como aquel y con una significación que, vista en el espectro de una apertura al repertorio de la música interpretada por un órgano, logrará llevar a quien lo escuche a lo más alto de la conjunción música-espírituser, fina expresión para sentir de otra manera la presencia de Dios. El padre Gerardo Díaz, párroco de la iglesia, viene preparando con toda discreción y cuidado, la reinauguración del órgano, evento del que, seguramente, todos los envigadeños seremos informados oportunamente. Este año 2019 será un verdadero hito en la historia de la música religiosa en Colombia, en tanto habrá un recinto más para escucharla. Se
Sólo nos falta que el día de la inauguración, todos corramos, como lo hicieron los coterráneos de aquellas calendas, a sentir en lo más hondo de nuestra sensibilidad los primeros acordes de la interpretación seleccionada para iniciar el concierto. Qué inmenso sería que quien se vaya a sentar como intérprete, le llegara una fuente de inspiración para que, ciento nueve años después, empecemos la fiesta con la misma obra de la interpretación original. Ahí podríamos hacer una bella parodia, Cristo ha resucitado, con el padre Gerardo la música retornó a Santa Gertrudis y un Ángel nos devolvió el sonido.
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Opinión
El libre derecho desarrollo de la “inmoralidad” Por José Alejandro Tamayo Maya
Un viejo chiste habla de un hombre que fue al médico y éste le recetó para cuidar su salud que no podía tomarse más que una copita de licor diario. Sin embargo, días después, un viejo amigo que sabía de su restricción, lo encontró completamente borracho, y le reclamó por no estar acatando la instrucción de un trago por día, tal como se lo sugirió su doctor. Pese a ello, la respuesta fue más que elocuente: “Yo si estoy cumpliendo lo que me recomendó el médico, lo que pasa es que decidí adelantar algunos traguitos y ya me he tomado el equivalente a 30 días de dosis mínimas”.
y su tranquilidad en medio de quienes sí tienen el derecho para invadir su espacio, su tranquilidad y sus buenas costumbres y hábitos ahondando aún más las incoherencias regulatorias de esta sociedad enferma. No. No se trata de que no se traguen sus pepas, se fumen sus “baretos” o se embrutezcan con su trago. Que bien pueda lo hagan los que así lo deseen, pero en privado, y no bajo la permisiva norma que les permite exponer en lo público sus vicios, arriesgando a que sus excesos, como es común que suceda, terminen generando atropellos y tragedias.
Recojo esta picaresca narrativa simplemente para advertir que las famosas “dosis personales” no existen, y que al final sólo representan un sofisma de distracción bajo el cual se ha disfrazado de legalidad y derecho a la libertad, lo que en la práctica sólo termina siendo el libre desarrollo de la “inmoralidad”. Eso, sin duda, es lo que acaba de ratificar la Corte Constitucional con el fallo que declaró inexequibles algunos artículos del Código de Policía, y levantó la prohibición que impedía el consumo de bebidas y sustancias alucinógenas en espacios públicos.
Que curiosa equidad justiciera la de un país que castiga la venta de una empanada en espacio público, pero tutela el derecho a expresarse libremente a quienes microconsumen repetidas dosis de alcohol y alucinógenos, alimentando la cadena ilícita del microtráfico y la red mafiosa de una de las peores pestes que azotan hoy a Colombia y a la humanidad. No se trata sólo de defender el derecho de los niños a vivir en una sociedad sana y con buenos referentes. Se trata de ser coherentes con la norma moral.
Prefiero que me tilden de moralista que de ingenuo o de despistado, pero todos bien sabemos que los que hoy se amparan en las “dosis mínimas” no son más que consumidores solapados que a cuentagotas se emborrachan o se “traban” sin que ello signifique “romper la ley”. La liberalidad de la norma así se los permite hoy. Si la policía encuentra a alguien en el espacio público con una botella de licor en la mano tendrá que asumir que es una “dosis mínima”, así sea que se haya tomado 6 ó 10 (al fin y al cabo no se podrá tomar la caja de un solo tajo), y si lo ve con un “cacho” de marihuana o con una pastilla de éxtasis o de cualquier otro alucinógeno, tampoco podrá hacerle nada porque técnicamente no sabrá cuántas más habrá consumido o si lo que porta en ese momento es uno de los muchos estupefacientes que tranquilamente vende al menudeo. Y mientras tanto, lo que la gente de bien si tendrá que hacer es exponerse a convivir “libremente” y a jugarse la vida
Más allá de que constitucional y hasta filosóficamente haya motivos teóricos o hermenéuticos para justificar principios inherentes al ser humano, en la práctica la norma tiene que ser consecuente con el nivel de desarrollo moral, educativo y cultural de nuestra sociedad. Esto no puede reducirse a la mirada bucólica de una familia tomándose un vinito con frutas en la mitad de un parque, ni un marihuanerito trasnochado que aún sueña con hacer el amor y no la guerra. No. Esto es en serio. Y las interpretaciones fundamentalistas de la ley no pueden servir de cómplice intelectual para que las mafias se sirvan de los fallos de la Corte para garantizar su negocio de corrupción y muerte. A los que les gusta “pintar pajaritos en el aire” ahí les va esto: ¿Les gustaría que sus hijos salieran a las calles y vieran decenas de consumidores de “dosis mínimas” de drogas y de tragos al amparo de la ley, y tratar de explicarles que eso es normal en un país que se mata, se maltrata y se destruye diariamente porque a muchos de esos
“consumidores legales” se les fue la mano en sus “dosis” y de repente no saben ni lo que hicieron? André Comte-Sponville, en su libro El Pequeño Tratado de las Grandes Virtudes señala que “tolerar es aceptar lo que podríamos condenar; es permitir lo que podríamos impedir o combatir… La tolerancia sólo tiene valor contra uno mismo y en relación con otro. No hay tolerancia cuando no se tiene nada que perder, y todavía menos cuando se tiene todo que ganar soportando, es decir, no haciendo nada”.
Es lo que el filósofo de las ciencias sociales Karl Popper llama La Paradoja de la Tolerancia”:
“Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia”. Lo que la corte ha hecho, en nombre de la ley y de la libertad, es concederle a muchos enfermos sociales una patente de corso para que expongan públicamente sus vicios en nombre de eso que yo no dudaría en llamar el “libre desarrollo de la inmoralidad”.
Envigado
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ORGANIZA
APOYAN
Datos del Municipio de Envigado Restrepia Antennífera. (Nombre vulgar “zancudo”)
Flor emblemática de Envigado. El sabio Alejandro Humboldt, inmortalizó la memoria del gran historiador envigadeño Dr. José Manuel Restrepo, dándole su nombre a esta orquídea propia de Envigado.
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Las pulseras de Sharit
ART XXI TV ahora en Cosmovisión Artxitv El programa de arte que inició en el año 2015 en el CANAL CNC. Se destaco por ser uno de los programas televisivos en los que sus presentadores Juan Álvaro quintero y Valeria Álvarez viajaban en busca de talento para mostrar la importancia del arte en el mundo. Ahora se encuentra todos los sábados y domingos en el CANAL DE COSMOVISIÓN.
A divertirse todos los sábados y domingos a las 5:00 pm
12 años tiene la artista Sharit Pineda quien viene de Medellín a Envigado con hermosas manillas hechas por ella y la mama . Si la ven en la Ciudad Señorial no duden en comprar sus artesanías llenas color y belleza.
Restaurante il Vizzto Lo
mejor en el parque de Envigado, El restaurante de comida italiana il Vizzto ofrece un menú lleno de sabores y colores en un ambiente tan calido como agradable para deleite de lugareños y turistas que a diario visitan el Municipio. La especialidad de la casa son las pastas y las carnes. También, cuenta con cafetería y panadería artesanal donde no se puede dejar de probar los cafés, capuchinos y lattes.
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Envigado
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Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel Se celebrará en Envigado del 10 al 14 de julio de 2019
Claudia Uribe Peña Directora de Cultura de Envigado
Redacción ÓRBITA En vísperas de la Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel quisimos consultar con la directora de cultura, Claudia Uribe Peña, a propósito del lema de este año: “Envigado celebra la vida” ¿Qué proyecta la Administración Municipal con esta consigna? Claudia Uribe Peña- Directora de Cultura de Envigado: La Dirección de Cultura de Envigado, como encargada de velar por el fortalecimiento y protección de los elementos que conforman la identidad municipal, quiere con este lema visualizar la alegría, la calidez de su gente, el esfuerzo y el trabajo honesto que poseen los habitantes de Envigado; celebramos entonces la vida, visibilizando la herencia, las tradiciones y el presente cultural de la Ciudad Señorial. ¿Qué se quiere resaltar en esta Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel 2019? Identidad, memoria, patrimonio material e inmaterial, idiosincrasia y las tradiciones del municipio. También, buscamos entregar una variada programación, con diferentes escenarios que nos permitan crear red social, fortalecer procesos de cultura ciudadana y mostrar propuestas de actores culturales locales en todos los campos. ¿Por qué es tan importante que los envigadeños se reconozcan en estas festividades y participen en ellas? Porque a medida que los envigadeños participan de sus festividades, adquieren sentido de pertenencia por sus tradiciones e historias; valoran sus expresiones artísticas locales y conocen la oferta cultural de otras localidades. ¿Qué se tuvo programación?
en
cuenta
para
la
La programación de las fiestas, parte de un diagnóstico que se realiza sobre las experiencias exitosas de las diferentes versiones que se han desarrollado de la Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel. Todo este proceso direccionado a mejorar la calidad de la oferta cultural. Cada año, se
trata de fortalecer el sector cultural local, combinándose con una oferta cultural de artistas de otras localidades. Es importante resaltar que la oferta cultural en esta importante semana, siempre tiene presente programación descentralizada, llegando así, a sectores como el rural que para este año será en la vereda Perico. ¿Cuáles son las actividades más esperadas por los envigadeños este año y en años anteriores ? El corredor gastronómico y artesanal, las fondas del carriel, la programación artística del parque principal Marceliano Vélez Barreneche, las tarimas descentralizadas, las caminatas patrimoniales y el Foro Metropolitano Economía Naranja “certezas y viabilidades”. ¿Qué traen de nuevo estas festividades en el 2019? Este año las fiestas se celebrarán nuevamente en el marco del cumpleaños número 244 de Envigado. Como novedad, realizaremos Foro Metropolitano Economía Naranja, “certezas y viabilidades”. ¿Cómo ha sido la trasformación que ha tenido la celebración de la Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel a través de los años? Las fiestas han tenido una historia interesante a través de los años. En primer lugar, su versión inicial se realizó pensando en obtener fondos para organizar y obtener las primeras colecciones de libros para la Biblioteca José Félix de Restrepo en la década de los años cincuenta. Nuestras fiestas, tienen un componente transversal que es la parte académica que a su vez se enlaza con las diferentes actividades artísticas y culturales en diferentes lugares del municipio.
¿Qué mensaje les deja a los envigadeños para que puedan participar de esta Semana de la Cultura y sacarle el mayor provecho a cada una de las actividades programadas por la dirección de cultura? Que participemos activamente de esta Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel 2019, en el marco de la sana convivencia y el respeto para que todos disfrutemos y celebremos la vida en Envigado.
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