Periódico Redes no. 423, edición digital

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es decir, la “humanización” de Dios en Jesús de Nazaret. De forma que, en aquel modesto y sencillo galileo se nos hizo presente y se nos comunicó Dios. En definitiva, a Dios no lo conocemos en su “ser”, sino en su “actividad”. Que es una actividad liberadora del sufrimiento y la opresión. Y a eso exactamente es a lo que se dedicó Jesús, liberando a los enfermos y a los que sufren de sus dolencias. Pues bien, si el tema de Dios se piensa y se aplica, a la realidad de la vida, tal como lo hace la Biblia y tal como lo presenta concretamente el Evangelio, se puede (y se debe) asegurar que la pandemia nos enfrenta cada día al tema de Dios, al problema de Dios y, sobre todo, nos está diciendo a todas horas dónde y cómo tenemos que encontrar a Dios. Cuando hay más confinamiento y más amenaza de contagio y peligro de morir, entonces y en eso es donde, sean cuales sea nuestras ideas, si tomamos en serio aliviar tanto sufrimiento, ahí y en eso es dónde (lo sepamos o no lo sepamos) en su sentido más profundo, estamos buscando a Dios, tratando el tema de Dios y palpando el significado que tiene en nuestras vidas. Queridos lectores, hoy ponemos en sus manos este ejemplar del periódico REDES para colaborar en la tarea de sembrar esperanza llevando la Buena Nueva del Evangelio: el Reino de Dios.

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lama la atención que, en la pandemia que estamos sufriendo en casi todo el mundo, el tema de Dios apenas se tiene en cuenta. Por lo menos, de la relación, que tenga o no tenga Dios con la pandemia, es un asunto que, por lo visto, a poca gente le interesa. Y a quienes les interese, lo más seguro es que se pregunten: si Dios lo puede todo, ¿por qué no resuelve este problema? Como es lógico, quien se haga esta pregunta, lo primero que tendría que pensar es si, cuando pregunta por lo que resuelve o no resuelve Dios, en realidad, ¿sabe de quién está hablando? Y en general,

cuando hablamos de Dios, ¿estamos seguros y sabemos precisar de qué o a qué nos referimos? Es indispensable hacerse esta pregunta porque, si hablamos de Dios, por eso mismo de lo que estamos hablando es del Trascendente. Ahora bien, hablar de “trascendencia” es hablar de “incomunicación”. Esto exactamente es lo que define y precisa la trascendencia. Pero, entonces, cuando hablamos de Dios, ¿de qué estamos hablando? La solución que el cristianismo le ha dado a esta pregunta ha sido la “encarnación”,

Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible curar a un hombre enfermo de su soledad. Santa Teresa de Jesús


dominante de hoy no promueve este enfoque: a nivel social, el temor y la hostilidad hacia la discapacidad a menudo llevan a la elección del aborto, configurándolo como una práctica de "prevención". Pero la enseñanza de la Iglesia sobre este punto es clara: la vida humana es sagrada e inviolable y el uso del diagnóstico prenatal con fines selectivos debe ser desalentado, porque es la expresión de una mentalidad eugénica inhumana, que elimina la posibilidad de que las familias abracen y amen a sus hijos más débiles.

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VER

n columnista del periódico nacional El Sol de México escribió: “El delito de aborto es un fenómeno similar en toda América Latina. Un factor en común es la intervención de ideas religiosas, dogmas y doctrinas, en lo que debería ser un asunto puro de salud pública y derechos humanos de las mujeres”. ¡Qué ignorancia y perversión! ¿Es salud pública matar a un inocente? ¿Es un derecho humano asesinar a otro ser humano, que no pidió venir a la vida y que no es culpable de lo que le pasa a una mujer? ¿Luchar por la vida humana en el seno materno es sólo fruto de ideas religiosas, dogmas y doctrinas? Cierto que la religión cristiana ordena no matar; pero este precepto, antes de todo, es humano, es una moral natural, es una ética de cualquier cultura civilizada, de todos los tiempos. Lo peor del caso es que muchas personas abortistas se consideran católicas, evangélicas y cristianas, demostrando con ello una aberrante ignorancia y una contradicción flagrante con su fe. Un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la nación dijo: “El aborto es un dilema que corresponde al foro más íntimo de la mujer”. Sí y no. Sí, porque ella debe decidir en conciencia. No, porque su decisión atañe a derechos humanos de otra persona en gestación. El derecho de la mujer termina donde empieza el derecho de otro ser

humano. El foro más íntimo de la mujer debe ser educado para que respete la vida que ella libremente engendró. No falta quien insista en que nuestro gobierno es laico y que, por tanto, no debe depender de ideas religiosas, ni en éste ni en otros casos. Siguen pensando que defender una vida inocente es asunto exclusivo de quienes creemos en Dios. Sí, nuestra fe nos ilumina para no tomar caminos errados, pero esto es de elemental sensibilidad humana. No es la fe la que nos dice cuándo empieza una vida humana, sino la ciencia. Esta ha demostrado que, a partir de la concepción, se inicia el proceso de una vida humana. No son células de un pez, de cualquier vegetal o animal, sino de una persona. Y lo es desde ese momento, no hasta que empieza a latir el corazón, ni hasta que se forma el cerebro, ni hasta que el feto empieza a sentir dolor, ni hasta la 12 semana, sino a partir del primer momento. Eso dice la ciencia, no la fe. Sin embargo, hay quienes insisten en que no hay persona humana sino hasta alguno de las etapas antes dichas. Esas son sus defensas ideológicas, no acordes con la ciencia. PENSAR El Papa Francisco, en un discurso a quienes atienden embarazos de niños con alguna deficiencia o malformación, dijo: “Desafortunadamente, la cultura

A veces escuchamos: "Ustedes los católicos no aceptan el aborto, es el problema de su fe". No. Es un problema pre-religioso. La fe no tiene nada que ver con eso. Viene más tarde, pero no tiene nada que ver con eso; es un problema humano. Es un problema pre-religioso. No cargamos en la fe algo que no le pertenece desde el principio. Es un problema humano. Solo dos cosas nos ayudarán a entender esto: dos preguntas. Primera pregunta: ¿es legítimo eliminar una vida humana para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿es permisible alquilar un sicario para resolver un problema? La respuesta es tuya. Este es el punto. No vayas a los religiosos en algo que concierne a lo humano. No es lícito. Nunca, nunca elimines una vida humana o rentes a un sicario para resolver un problema. No es lícito. Nunca, nunca elimines una vida humana o rentes a un sicario para resolver un problema. No es lícito. Nunca, nunca elimines una

vida humana o rentes a un sicario para resolver un problema. El aborto nunca es la respuesta que buscan las mujeres y las familias. Más bien, es el miedo a la enfermedad y la soledad lo que hace que los padres vacilen. Las dificultades prácticas, humanas y espirituales son innegables, pero precisamente por esta razón son urgentes y necesarias acciones pastorales más incisivas para apoyar a quienes reciben niños enfermos. Es decir, es necesario crear espacios, lugares y "redes de amor" a los que las parejas puedan recurrir, así como dedicar tiempo al acompañamiento de estas familias. Y gracias, en particular, a ustedes, familias, madres y padres, que han acogido con satisfacción la vida frágil - la palabra fragilidad debe ser enfatizada - porque las madres, e incluso las mujeres, son especialistas en fragilidad: dar la bienvenida a la vida frágil; y que ahora están apoyando y ayudando a otras familias” (25-V-2019). ACTUAR ¡Se necesitan salvavidas, personas que luchen por defender el derecho humano básico, que es el derecho a la vida! Comprendamos a quienes consideran el aborto como su única alternativa existencial, pero ayudémosles con otras opciones favorables a la vida humana, de la madre y de la creatura. + Felipe Arizmendi Esquivel Obispo Emérito de SCLC


Vatican News

"Donde hay rigidez no hay Espíritu de Dios, porque el Espíritu de Dios es libertad". Y esta gente se llevó "la libertad del Espíritu de Dios y la gratuidad de la Redención". Pero "la justificación es gratuita. La muerte y la resurrección de Cristo es gratuita. No se paga, no se compra: es un don".

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oy es el Día Mundial de la Familia: oremos por las familias para que el Espíritu del Señor, el espíritu de amor, respeto y libertad, crezca en las familias.

preguntaban si la Resurrección de Cristo había conducido o no, la antigua ley a una mayor plenitud. Estaban preocupados, turbados, y hubo mucha discusión entre ellos.

En su homilía, el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 15:22-31) en el que Pablo y Bernabé son enviados a los paganos convertidos de Antioquía, escandalizados y perturbados por los discursos de algunos que no tenían ningún cargo. Los Apóstoles traen una carta que anima y alegra a los nuevos discípulos, explicándoles cómo no están obligados a la circuncisión según la Ley de Moisés, como exigían algunos fariseos convertidos en cristianos.

Los "judaizantes" apoyaron su tesis "con argumentos pastorales, teológicos, incluso algunos morales" y "esto cuestionaba la libertad del Espíritu Santo, incluso la gratuidad de la Resurrección de Cristo y de la gracia". Eran metódicos. Y también rígidos". Jesús ya había reprochado a estos doctores de la Ley por hacer a los prosélitos peores que ellos. "Estas personas que eran ideológicas", más que dogmáticas, habían "reducido la Ley, el dogma a una ideología", a "una religión de prescripciones, y con ello quitaron la libertad del Espíritu". Y sus seguidores eran "gente rígida", que no conocían la alegría del Evangelio. La perfección del camino para seguir a Jesús era la rigidez". "Estos doctores manipularon las conciencias de los fieles, las convirtieron en rígidas o se fueron".

"En el Libro de los Hechos de los Apóstoles - dijo el Papa - vemos que, en la Iglesia, al principio, hubo tiempos de paz", pero "también hubo tiempos de persecución" y "tiempos de agitación". Y este es el tema de la primera lectura de hoy: un tiempo de agitación". Había sucedido que los cristianos que venían del paganismo "habían creído en Jesucristo y recibido el bautismo, y eran felices: habían recibido el Espíritu Santo. Del paganismo al cristianismo, sin ninguna etapa intermedia". Pero había cristianos "judaizantes" que "argumentaban que esto no podía hacerse". Si uno era pagano, primero debía convertirse en judío, un buen judío, y luego en cristiano". Y los cristianos convertidos del paganismo no entendieron esto: "¿Pero cómo, somos cristianos de segunda clase? ¿No se puede pasar del paganismo directamente al cristianismo?". Se

El Papa lo reitera: "La rigidez no es del buen Espíritu, porque pone en tela de juicio la gratuidad de la redención, la gratuidad de la resurrección de Cristo" y "durante la historia de la Iglesia, esto se ha repetido. Pensemos en los pelagianos", “rígidos famosos”. Y aún en nuestros tiempos hemos visto algunas organizaciones apostólicas que parecían muy bien organizadas, que funcionaban bien... pero todas rígidas, todas iguales entre sí, y entonces nos enteramos de la corrupción que había dentro, incluso en los fundadores".

"Los apóstoles se reunieron en este concilio y al final escribieron una carta que comenzaba así: 'Parecía bien, de hecho, al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna otra obligación', y pusieron estas obligaciones más morales, de sentido común: no confundir el cristianismo con el paganismo" y "al final, cuando estos cristianos turbados, reunidos en asamblea, recibieron la carta" se "alegraron por el aliento que les daba. De la tristeza a la alegría. El espíritu de la rigidez siempre te lleva al turbamiento: "¿Pero he hecho esto bien? ¿No lo hice bien? El escrúpulo." En cambio, el espíritu de libertad evangélica te lleva al gozo, porque eso es precisamente lo que Jesús hizo con su Resurrección: el gozo". La relación con Dios, la relación con Jesús no te lleva a decir: "Yo hago esto y tú me das esto", una "relación comercial: ¡no! Es gratis, así como la relación de Jesús con los discípulos es gratuita: "Sois mis amigos". No los llamo sirvientes, los llamo amigos. No me has elegido a mí: yo te he elegido a ti: esto es la gratuidad".

"Pidamos al Señor que nos ayude a discernir los frutos de la gratuidad evangélica de los frutos de la rigidez no evangélica, y que nos libere de toda perturbación de los que ponen la fe, la vida de fe bajo prescripciones casuísticas, prescripciones que no tienen sentido. Me refiero a estas prescripciones que no tienen sentido, no a los mandamientos. Que nos libere de este espíritu de rigidez que te quita la libertad". El Papa nos invitó a hacer la comunión espiritual con esta oración: A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abandona en su nada y en tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece; esperando la felicidad de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo venga a ti. Que tu amor inflame todo mi ser para la vida y la muerte. Creo en ti, espero en ti, te amo. Que así sea. El Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística. Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantaba la antífona mariana "Regina caeli" en tiempo de Pascua:


Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá. Señor, enséñame tu camino, guíame por la senda llana, porque tengo enemigos. No me entregues a la saña de mi adversario, porque se levantan contra mí testigos falsos, que respiran violencia. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. —Salmo 26 II— Algunos, poniéndose de pie, daban testimonio contra Jesús. Marcos 14,57

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e parece que hemos venido a ser una sociedad que se debate ante nuevas formas de miedo. A veces, al grado de la paranoia o del delirio de persecución. Así que me pregunto: y, ¿cómo me quito el miedo? Es posible que por hoy estuve sensible, no sé si melancólico y triste. En tal caso, comprendo que debo aminorar la sensación de que alguien se levanta contra mí. Pero ¿cómo ajustar mis sensores cuando estoy en peligro? ¿Cómo vencer la tendencia al miedo? No lo voy a negar ahora que termina el día: lo pasé mal. Inestable, caí en el desánimo y me levanté, luego respiré violencia en contra mía y me llené de terror. Así que dije: Señor, Tú eres mi luz, ¡quítame el miedo! Gracias a ti, Jesús, hacia el final de

mi jornada se entreabrió una puerta y se iluminó mi rostro: pensé que si mi objetivo de vida es estar en tu casa por todos los días, el hecho de vivir con los míos sabiendo que Tú también estás aquí, hace de mi casa la antesala del cielo. Por eso me digo: he de gozar de tu dulzura y tu paz aquí, entre los míos. Y como sé que toda mi vida discurre como un camino hacia la morada final, hacia el país de la vida, mientras llego me animo cuando la luz del sol ya no brilla ante mis ojos y las tinieblas del desánimo y de mi pecado me pueden asaltar y digo: El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne,

ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen. Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo. Él me protegerá en su tienda el día del peligro; me esconderá en lo escondido de su morada, me alzará sobre la roca; y así levantaré la cabeza sobre el enemigo que me cerca; en su tienda sacrificaré sacrificios de aclamación: cantaré y tocaré para el Señor. —Salmo 26 I— Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?, ¿quién podrá apartarnos del amor de Cristo? Romanos 8, 31.35 Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro.” Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.

Te doy gracias, Jesús, porque me sacas del dominio de las tinieblas y me cubres de confianza. Ahora que te veo, como imagen de Dios invisible, primogénito de todos nosotros, me fortalezco porque estoy seguro de que Tú eres anterior a todo y todo se mantiene en ti. Y si Tú eres el primogénito de entre los muertos, eres el primero en ver la luz. Eres quien nos toma de la mano, nos saca de nuestras muertes, tinieblas, dudas y errores, y nos introduce en la luz que no se extingue. ¡Muéstranos tu rostro y tómanos como tu familia por esta noche! Haz descender sobre nuestro hogar una suave bruma de tu paz y, al amanecer, acércanos a tu monte santo para orar junto con toda la creación. Amén.


ILUMINACIÓN DESDE LA FE

Por: Pbro. Carlos Sandoval Rangel

y la omisión de muchísimos favorecieron que en el corazón de determinadas personas se formara una coraza de maldad. La maldad no para, pero, igual, muchos niños siguen creciendo en condiciones infrahumanas que los convierten en victimas fáciles del crimen organizado. Aceptar el llamado del Reino y trabajar por él nos exige trabajar para que estas realidades sean diferentes. No esperemos a que muchos niños, que viven en circunstancias difíciles, sean grandes para que la policía los detenga, como queremos que detengan a todos los delincuentes. Hoy, como parte del trabajo del Reino, estamos llamados a ayudar para que sus historias sean más humanas. Dios siempre sigue confiando en nosotros, a pesar de que nosotros tantas veces le damos la espalda. En este terreno quiere sembrar Dios.

dar los frutos más selectos. De origen, todo corazón es capaz de lo mejor, todo corazón tiene una bella disponibilidad a las cosas buenas, sólo que, a algunos, el pecado y el caminar de la vida los han hecho duros, ásperos y, hasta, maldadosos. En muchos casos, las condiciones familiares inadecuadas, la crueldad de la vida, la maldad de otros

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esús trae algo en lo más profundo de su corazón que no puede contener, le urge que el Reino de Dios llegue a todos. El llamado al Reino lo hace a través de una serie de parábolas, empezando por ésta: “Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto… pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto…” (Mt. 13, 1-23).

en el camino, en las piedras o en los espinos y sólo alguno en tierra buena? ¿Acaso no aprendió que antes de sembrar hay que preparar la tierra y valorar si dicha tierra es adecuada para el cultivo? Pues no, el agricultor de la parábola no es un inexperto. La parábola parte de algunos fundamentos contundentes: el primero es que nada puede detener el Reino de Dios, ni las malas circunstancias, ni los obstáculos más altos. Hoy podemos decir: la pandemia no puede impedir que el Reino de Dios crezca entre nosotros, más aún, hoy más que nunca urge que crezca. Se limitan unas expresiones y unos caminos, pero la fe encuentra otros. Ya lo he dicho en otra ocasión, la fe no acepta pausas.

Con toda certeza, cualquier agricultor podrá decir que el sembrador que nos presenta la parábola del Evangelio es alguien inexperto y hasta desperdiciado, pues ¿cómo es eso echar la semilla

Un segundo fundamento de esta parábola es que el Señor sabe lo que hay en cada corazón humano. Él, más que nadie, tiene la certeza de que de origen todo corazón es bueno y es apto para

Y un tercer fundamento, esta parábola nos muestra la generosidad de Dios, que siempre siembra con abundancia. Además, la semilla que se anuncia en la parábola, no es cualquier semilla, es la mejor de todas. Por lo que podemos decir con certeza que la oferta de esta parábola es viva y actual. La oferta está viva en el corazón del Padre, está viva en los labios del predicador, está viva en el corazón del que cree y ama. “Y, si de tal manera es viva, es también, sin duda, eficaz” (Balduino de Canterbury). ¿Por qué no apostarle en serio a este proyecto de Jesús?


LA FAMILIA CATÓLICA MODERNA

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Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto

El ejemplo es contundente en este punto. Seamos hombres y mujeres í�ntegros para formar hijos coherentes y valientes, capaces de dar ejemplo de sus virtudes y de contagiar a otros con su testimonio.

E

l tema de liderazgo es algo polémico porque la mayoría lo abordan desde un aspecto muy competitivo y la recomendación es hacer lo que sea necesario para ser el mejor en todo y ser el número uno, sin importar a quien se deba hacer a un lado. Pero también hay un aspecto más humano y con valores de ser líder, por eso hoy te dejo mis 5Tips para ayudar a nuestros hijos a ser buenos líderes. PRIMERO. Edúcalo en la obediencia. Para poder mandar hay que saber obedecer, por lo tanto es necesario que nuestros hijos sepan obedecer, más por convicción que por obligación. Para eso es necesario que comprendan que lo que les pedimos es por su bien, para hacerlos mejores personas.

De tal forma que nadie le pueda reprochar nada.

Podemos lograrlo poco a poco y dándoles una pequeña explicación para que comprendan la orden que les damos, después es necesario también, estar seguros que les ha quedado clara la indicación. SEGUNDO. Edúcalo en la humildad. Esta virtud es la base de todas las demás virtudes por lo mismo es de vital importancia educar a nuestros hijos para que sean humildes, acepten sus errores y reconozcan sus fortalezas. La humildad, según Santa Teresa es andar en verdad, es decir, es conocerse bien y saber los límites y fortalezas. Al principio nuestros hijos no saben eso, pero debemos hacerles ver cada detalle para que aprendan a conocerse y así pongan al servicio de la familia y

de la comunidad sus talentos y trabajen en sus debilidades. La humildad es la base de todas las virtudes, solo así podrán ser buenos líderes, con los pies en la tierra y los ojos en el cielo. TERCERO. Que sepan dominar su voluntad. Y esto no se aprende de la noche a la mañana, es necesario hacer pequeños ejercicios de voluntad para lograrlo. Es bueno comenzar desde pequeños, logrando que aprendan a esperar un poco para obtener lo que quiere, que puedan esperar hasta llegar a cada para comerse el dulce que se les antojo tanto, que esperen a que sea su cumpleaños para tener el juguete que tanto les gustó, etc. Todo esto es un proceso y como tal, tiene altibajos pero debemos aplaudir los logros y apuntalar las caídas para ayudarles a levantarse e impulsarlos a seguir adelante. Todo y siempre con amor. CUARTO. Que tenga pureza de intención. Para esto es necesario que tengan conciencia de que todo lo que deseamos y queremos debe estar ordenado al bien común y a la moral, de esta forma evitaremos que crezcan esa nuestros hijos deseos impuros, ilícitos o que afecten el bienestar de los demás. La pureza de intención consiste en desear solo lo que hace bien y les

hace bien, de esta forma buscarán los mejores medios para obtener el fin que buscan y están pendientes de que los resultados de sus acciones sean siempre adecuados y conforme a la moral y las buenas costumbres. Y debemos comenzar desde pequeños ya que la conciencia se forma poco a poco y mientras más temprano, mejor. Y QUINTO. Que sea congruente. Un buen líder, un hombre o una mujer cabal, sabe que debe actuar bien en todo momento, es decir, que debe actuar siempre como si mamá o papá lo estuvieran viendo. De tal forma que nadie le pueda reprochar nada. Aquel aplica el dicho que hay que evitar ser candil de la calle y oscuridad de su casa, y nosotros podemos enseñarles esto con nuestro ejemplo. La congruencia es una virtud que se aprende del actuar de los que nos rodean, de mamá y papá; por eso es necesario que si les decimos que no es bueno mentir, no los obliguemos a decir mentiras piadosas, que si les decimos que no es bueno robar, no los enseñemos a tomar lo que no es nuestro sin avisar aunque todo el mundo lo haga. El ejemplo es contundente en este punto. Seamos hombres y mujeres íntegros para formar hijos coherentes y valientes, capaces de dar ejemplo de sus virtudes y de contagiar a otros con su testimonio.


C

on mucha emoción, el pasado 6 de julio, se levantó la primera superestructura de 32 metros de alto, de un total de 16, que sostendrán la nave de la Nueva Catedral. Los trabajos de colado de las enormes trabes se están realizando en el mismo terreno, debido a la enorme tamaño de cada pieza, que hubiese sido imposible transportar desde otro estado de la República.

En espera del momento en que se levantaría la primera estructura, el Sr. Obispo Benjamín Castillo, sacerdotes y equipo técnico de la obra se reunieron en el terreno de la Nueva Catedral el pasado 6 de julio de 2020, a las 9 de la mañana.

Dos de las grandes estructuras, ya de pie en su lugar, enmarcan el sitio donde en un futuro se levantará la Catedral de Celaya.

Los trabajadores preparan la estructura de metal que será colada con concreto, para formar otro de los triángulos de trabes que serán el soporte de la nave de la Nueva Catedral.

Posteriormente, se colocó el segundo par de pilastras, ya que moverlas implica mucho tiempo, además de que es necesario aguardar varios días para que el concreto con que están hechas seque por completo, sin embargo ya se estaba concluyendo con el

armado de la tercera y había un avance del 95% de la cuarta, lo que permitirá apreciar el avance que se ha tenido, gracias al apoyo de todos los bienhechores que siguen aportando su granito de arena para que esta gran obra sea una realidad. Cabe señalar que las aportaciones monetarias hechas a través de células, alcancías, losas y donativos voluntarios, están siendo utilizados hasta el último centavo en la construcción, que incluye la casa sacerdotal, la cual lleva un gran avance, estando ya en la etapa del detallado, que incluye electricidad, puertas, ventanas y más, que, se espera, pronto pueda ser habitada por los sacerdotes mayores.


¿Qué haces por la paz? Por Silvia Elisa García del Valle

analizar, nos ha tocado vivir en una realidad donde cada vez es más normal la violencia y muchas veces ni siquiera lo vemos como algo malo. Me refiero por ejemplo a las Y tal vez nos hemos películas, series, programas, preguntado por qué pasan videojuegos, música, etc; que así las cosas, o cómo hemos cada vez son más sádicos y explícitos, y van haciendo llegado a este punto. laxa nuestra conciencia. Para algunos es algo lejano, que escuchan en las noticias, Con esto no te digo que no pero gracias a Dios no han veamos nada, simplemente experimentado. Para otros hagamos conciencia de que dejó de serlo cuando tocó hay extremos y excesos, y a algún amigo o familiar. que no nos de pena bajar o Y a otros, tristemente, les cambiar la mirada cuando en ha tocado experimentarlo una película sintamos que una escena es demasiado personalmente. violenta. Ante esta situación podemos Porque además, no solo tomar diferentes posturas. hace que veamos la violencia Podemos decir “eso pasa como algo normal, sino en otros lados, aquí no, es que inconscientemente nos volvemos más violentos. exagerado preocuparme” Yo creo que todos estamos impactados con el nivel de violencia que hay en nuestro país, y en el mundo en general.

También podemos quedarnos en un “qué pena, pobres personas, ojalá que nunca me pase algo así, ni a mi familia”

No olvidemos que hay diferentes tipos de violencia, y la violencia verbal también es fuerte y también lastima.

Pero lo realmente importante es que nos cuestionemos ¿qué estoy haciendo YO? ¿Promuevo la paz o la violencia?

Si queremos un mundo sin violencia, sin matanzas, sin asaltos; comencemos haciendo lo que está en nuestras manos.

Y es que, si nos ponemos a Con

nuestras

acciones

podemos promover la gritar, cuando hablamos sin violencia o la paz sin groserías, promovemos la necesidad de mencionarlas. paz Cuando evitamos la burla Y tú, ¿promueves la violencia y el sarcasmo y cuando no o la paz? humillamos a los demás, promovemos la paz. ¡Que todo sea para la máxima gloria de Dios! Cuando dialogamos sin


Además, si invitamos a los integrantes de nuestra familia a unirse a nosotros en la oración, mejorará nuestras relación con cada uno de ellos. Por eso, hay un famoso dicho que dice que “la familia que reza unida, permanece unida”, pues la experiencia de abrirnos con la gente con la que vivimos para compartir la fe, a nadie deja insensible y permite que los lazos que nos unen se fortalezcan al invitar a Dios ser el centro de esa reunión espiritual. Definitivamente, nadie sabe qué va a pasar en el futuro, pero podremos verlo con más esperanza y alegría si, junto con nuestros seres queridos, nos animamos a romper las barreras de comunicación que nos separan, ya sea por edad o por diferencia de pensamientos, y nos atrevemos a formar un grupo de oración dentro de nuestro hogar, les aseguro que, con algo tan sencillo como rezar el santo rosario en familia, tendrá como fruto el aumento de amor y paciencia y comenzarán a notar cambios en todos los ámbitos de su vida. Ánimo, no estamos solos. Que tengan una excelente semana.

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Además, si invitamos a los integrantes de nuestra familia a unirse a nosotros en la oración, mejorará nuestras relación con cada uno de ellos.

enemos aproximadamente cien días con esta situación de confinamiento, que nos ha mantenido alejados de nuestras actividades cotidianas, esperando que pronto las autoridades anuncien que el semáforo ha cambiado a verde y que podemos regresar a lo que han llamado la “nueva normalidad”, sin embargo, ante los número de contagios tal parece que eso aún está lejos de concretarse, lo que no debería extrañarnos, pues una enfermedad viral siempre será complicada de controlar, si no se tienen los cuidados y la higiene necesaria para evitarla, sin embargo, debemos ser pacientes y obedecer las indicaciones que se nos dan para lograr también una convivencia cordial entre todos los habitantes del lugar en el que vivimos.

Creo que, respecto a este punto, a veces nos cuesta trabajo acatar las normas y reglas que se hace necesario adoptar cuando surgen toda clase de eventos, ya sea esperados o inesperados, quizá porque en nuestro país

no todos estamos acostumbrados al orden o tal vez porque a muchos les gusta optar por lo más fácil, basta ver a los motociclistas que, a pesar de los letreros que marcan la prohibición, suben a los puentes vehiculares para ganar tiempo, o los automovilistas que se pasan los altos o dan vueltas prohibidas, o los peatones que se atraviesan por donde sea, en lugar de usar las cebras pintadas en las esquinas para que pasen con seguridad. El caso es que pasan los días y cada vez se nos hace más difícil permanecer encerrados, la necesidad de reactivar la economía día a día se vuelve más urgente ante la falta de trabajo, porque todos tenemos que comer y es indispensable buscar el sustento, por eso mucha gente siente desesperanza y no sabe cómo afrontar las carencias que se están volviendo comunes, ante la incertidumbre económica. Asimismo, el ánimo va decayendo y el optimismo brilla por su ausencia. ¿Qué hacer?

Muchas son las recomendaciones que se nos han dado, desde armar rompecabezas hasta aprender algún idioma, con tal de mantenernos distraídos y contrarrestar el estrés. Pero, algo que, sin duda, es infalible, es rezar, no únicamente recitar oraciones sin sentido, sino poner nuestra fe y corazón juntos en las peticiones que vamos presentando a Dios. Puedo decirles, por experiencia propia, que compartir con Dios lo que pasa en nuestro diario vivir, nos ayuda a seguir adelante, apacigua los ánimos, despeja la mente para ver con claridad y encontrar soluciones a nuestras dificultades.


P. Pedro Figueroa de pagar. Así que, vayamos viendo qué vicios y basura están ocupando un lugar que no les corresponde y démonos a la tarea de tirar todo aquello que nos esté estorbando aunque parezca ya parte de nuestra vida, es pues, necesario hacer una limpieza de manera seria para que no sigamos auto-engañándonos y no seguir engañando a los demás al presentarles una imagen que no

Muy apreciable lector de este tu periódico REDES, te saludo y deseo te encuentres bien. Hoy sólo será necesario centrar nuestra atención en los vacíos que existen en nuestra persona, ¿cómo los hemos ido adquiriendo, en qué momentos y por qué causas nos fuimos atreviendo a vaciar nuestro sentido de la vida misma? Por múltiples circunstancias en el transcurso de nuestras vidas, sin que nos demos cuenta, o conscientemente o con toda la ingenuidad del atrevimiento, vamos cediendo ante la lucha encarnizada que enfrentamos, perdemos la capacidad de la precaución y nos lanzamos a una osada aventura que nos desarma de nuestra confianza y destruye la libertad que ya poseemos por naturaleza, vaciando de nuestro ser natural las potencias que son necesarias para dirigir nuestra existencia hacia un futuro esperanzador.

De tal manera que, al ir dándonos permisos que no necesitamos en el ámbito vital, vamos a la par de las circunstancias provocando vacíos al intercambiar nuestra libertad, voluntad y seguridad por las cosas que se nos apetecen o representan un reto equívoco en nuestro vivir cotidiano. Así, en el vaivén de la vida, vamos vaciando y viciando nuestro corazón al grado de que nos llenamos de basura y esta pasa a ocupar el lugar que le pertenecían a las grandes oportunidades de la vida en sus múltiples facetas, desde que empezamos a existir dentro del vientre de nuestra madre hasta la última exhalación de vida. Decía San Antonio de Padua: “El tiempo perdido los santos lo lloran”. Ya no derrochemos el tiempo en cosas vanas, efímeras y frívolas, el tiempo no perdona nada, ni una milésima de segundo y la naturaleza en sociedad con el tiempo, todo lo cobran pero muchas de la veces, somos incapaces

sea la original, seamos honestos con nosotros mismos y dejemos caer las caretas de la superficialidad para vivir en libertad con una voluntad asumida y una seguridad que garantice la estabilidad que los demás esperan de nosotros mismos. Hasta la próxima. Bendiciones.

Oh Jesús, te pido humildemente por todos mis hermanos y hermanas Que se han alejado de la Iglesia Católica. Que vuelvan a ver y revisar las razones que los movieron a hacer tal cosa. Ilumínalos y muévelos a la conversión. ¡Que regresen sin miedo al seno de la Iglesia Católica, su verdadera Madre! ¡Que regresen al seno de la Iglesia Católica, que los espera con los brazos abiertos para que te reencuentren a Ti! ¡Que regresen para reencontrar a su Madre, la Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Que regresen a la Iglesia Católica donde se encuentra la plenitud de la verdad revelada y los medios de salvación! ¡Que regresen a la Iglesia Católica donde se encuentra la ininterrumpida tradición cristiana! ¡Que vuelvan a estar unidos a la vid verdadera! Amén.


En nuestra catequesis anterior vimos: LA COLECTA.Ahora veremos: EL OFRECIMIENTO DE LOS DONES. Una vez que el sacerdote recibe el pan y el vino que la comunidad presenta toma el copón con el pan, y manteniéndolo un poco elevado sobre el altar dice: “Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre que hemos recibido de tu generosidad y ahora te lo presentamos. Él será para nosotros pan de vida”. Si se hace en voz alta la presentación, la asamblea responde: “Bendito seas por siempre, Señor”. Si hay canto de ofrendas, en este momento el sacerdote dice en secreto estas mismas palabras.

Después deja la patena con el pan sobre el corporal (lienzo blanco), y el diácono, o el mismo sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto: “EL agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana”. Luego, toma con ambas manos el cáliz, lo eleva un poco y dice: “Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino fruto de la vid y del trabajo del hombre que hemos recibido de tu generosidad y ahora te lo presentamos. Él será para nosotros bebida de salvación”. Y, si es hecha en voz alta, la asamblea responde: “Bendito seas por siempre, Señor”.


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Fernando Millán Romeral O.Carm.Por Vida Religiosa -12 mayo, 20200627

compartiendo, desterrando tonos clericales o arrogantes. Cada uno de estos verbos tiene su sentido y supone un reto para nuestra pastoral, lo de Isaías que Mateo aplica a Jesús en el Evangelio: “La caña cascada no la quebrará, y no apagará la mecha humeante… y en su nombre pondrán las naciones su esperanza”. Otra fe que veo como una llamada a la humildad, es la que late en el sentido del deber, en la profesionalidad, en la entrega heroica de tantos sacerdotes, religiosos-as, enfermeros, policías, soldados y trabajadores. Que el ejemplo de los que han dado su vida así, en el servicio generoso, no sea estéril.

cuidarla, mimarla, acompañarla, respetarla y aprender de ella, porque el Espíritu habla a través de los alejados y de los que aparentemente no tienen nada que enseñarnos. Con diálogo, afecto y paciencia, no volando los puentes, sugiriendo, anunciando, agradeciendo, curando,

M

El tesoro de la fe

e han sorprendido algunos amigos no creyentes, que nos han pedido que recemos por una persona enferma o algún difunto en la Eucaristía. Una persona se vuelve hacia Dios cuando no encuentra esperanzas humanas, cuando está, por tanto, desesperada, cuando no hay asideros, ni certezas, ni salidas. Aunque se trate de una fe incompleta, inmadura, interesada, esta actitud encierra una proclamación de Dios como el que está por encima de todo lo humano, como el Señor de la historia, de la vida y de la muerte. Puede tratarse de falta de conversión auténtica y genuina al Dios del Evangelio o de una fe no comprometida, pero no es difícil descubrir ahí una semilla, en el rescoldo de una fe que pasó, pero, al fin y al cabo, fe. Fe en un Dios bueno, fe en un Dios que no quiere esto, fe

en el Dios del bien. En la Plegaria IV, le pedimos al Señor: acuérdate de “aquellos que te buscan con sincero corazón” y “de los difuntos cuya fe solo tú conociste”. Jesús alabó la fe de la mujer cananea (“Mujer, ¡qué grande es tu fe!”), y la de la hemorroisa que –en un acto que más de uno calificaría de superchería milagrera– tocó su manto y quedó curada, y la del centurión, varias veces impuro, que tenía su criado enfermo y cuyas palabras repetimos (¡nada menos!) en la eucaristía: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa”. No perdamos este kairós para descubrir, admirar y aprender también de la fe de muchos que, en circunstancias normales, quizás no se manifestaría. Esa fe hay que purificarla, encauzarla, confrontarla con el Dios de Jesucristo, alimentarla y evangelizarla, pero también, en un contexto social y eclesial como el nuestro, hay que

Hay muchos otros tesoros escondidos de esta crisis, como en todo lo humano. Un drama de estas dimensiones saca a relucir lo peor y también lo mejor del género humano. Ojalá que nosotros, religiosos y religiosas del siglo XXI, como contemplativos, sepamos descubrir los tesoros escondidos y envueltos en el sufrimiento de tantas personas y de tantas familias y, como consagrados, hagamos lo posible para que lleguen a multiplicarse en nuestra sociedad de un mañana incierto.


Lic. Gustavo Ramírez

buen ejemplo de los padres en la formación emocional de los hijos, amándolos y mostrándoles el camino de cómo amar incondicionalmente, de cómo controlar sus emociones, del manejo de sus frustraciones. Hay padres que, cuando el hijo se “porta mal”, le dicen con la boca o con actos un mensaje “así no te quiero, así no mereces mi aceptación, portándote así quien te va a querer, no eres digno de ser amado”; y por lo tanto estamos formando a una persona con múltiples complejos o daños, persona de la que abusarán, otros niños o en su edad adolescente, los amigos o los novios o novias; y siempre tendrá en su interior, una condicionante: “debo siempre ser bueno y portarme y complacer a todos, para ser aceptado o amado, en incluso no

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Por regla general, todas las personas, llevamos dentro el anhelo de sentirnos amados de manera constante y sabernos aceptados de manera incondicional. ¿Qué significa incondicional?, es sencillo, quiere decir –sin condiciones- que, desde pequeño, no se le pongan condiciones u obstáculos al niño pequeño, para amarlo; sin que esto implique que no se pongan límites a su conducta, pero sin violencia. Ejemplo: si estoy de buen humor, te quiero, pero si estoy de mal humor, ni te me acerques, porque no respondo de mí”. Y aunque no sea deliberado o intencional este acto, puede ser de manera inconsciente, cuando, recibimos un daño de nuestros padres, bien por la vía física o verbal (violencia verbal, o gestual o lenguaje corporal o por vía de preferencia de un hermano o hermana que sí se porta bien y eso da motivo a un trato diferente). A muchos nos cuesta dar amor, porque no se nos enseñó en la infancia cómo amar sin condiciones. A “producir” amor, para que el amor crezca. Y, si a esto agregamos, que, en la vida vamos acumulando resentimiento o rencor, se da lo que dice el refrán: “ya no busco al que me la hizo, sino quien la pague,

aunque no me lo haya hecho”; en una palabra, nos convertimos en resentidos profesionales, siempre pendencieros, siempre bravucones o simulamos no alterarnos, pero guardamos el resentimiento que se va acumulando, en lugar de “sanar” nuestro interior. Es cierto que hay personas que se ufanan de que salieron adelante con una familia a la que aman, a pesar de la disfuncionalidad de su familia paterna o parental, pero este no es el caso de la mayoría, sino de una minoría con una resiliencia tal, que, pudieron vencer sus propias adversidades; qué bueno que así fuera en todas las personas. ¿Y qué pasa con aquellas, que, no son capaces de superar el daño?, sencillamente, sus sentimientos las rebasan, porque carecen de la materia prima en su interior, para comenzar una nueva vida, esa materia prima se llama “autoestima o auto aprecio” o amor propio, conciencia del valor que tengo ante los ojos de Dios, aunque los demás no me valoren. Por esta razón, el hecho de amar incondicional es vital, para la salud mental de todas las personas. Dice el refrán: “la palabra convence, pero el ejemplo arrastra”, de ahí que sea importantísimo el

importa que me violenten”, esta persona, padecerá frecuentemente de ansiedad y mucho sufrimiento; y es en verdad, no debemos minimizar estos hechos, para así, tener cada día hombres y mujeres que sean capaces de formar familias sanas, una sociedad mentalmente sana, que no recurran al alcoholismo o la drogadicción a la pornografía. El amor perfecto sólo Dios lo tiene y nos lo da, pero cada uno debemos de amar con amor sincero, sin fingimiento, con empatía y comprensión; en esta medida, seremos cada día más plenos. Vamos, date prisa en amar, produce en tu interior el amor a tu familia, por amor a tu familia; serás muy feliz. HASTA LA PRÓXIMA.

El Instituto Don Vasco, de inspiración católica, tiene las mejores actividades para la formación académica, humana y espiritual para niños, adolescentes y jóvenes. Estamos ubicados en Morelos 115, Apaseo el Grande. Teléfono: 01 413 158 35 44

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Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid

N

ació en Toscana, en la margen derecha del lago Bolsena, en un villorrio frecuentemente sacudido por elementos naturales y al mismo tiempo transformado por diversas culturas en el transcurso del tiempo. Cristina es la hija de Urbano, gobernador pagano de la región y presentado por los libros antiguos como enemigo acérrimo de los cristianos. La niña se ha aficionado desde pequeña a aquello que cuentan de ese Cristo tan perseguido y maltratado; la curiosidad primera se cambia en pensamiento cuando descubre que son muchos los cristianos juzgados por su padre y condenados porque son fieles dispuestos a dar la vida por su ideal. Crece más y más la simpatía y a escondidas busca datos de unas señoras cristianas; la instruyen y la forman; se bautiza en secreto y toma el nombre de Cristiana. Entre juego y travesura formal ha hecho algo que saca de quicio a su padre y será el motivo que la lleve al martirio; no se le ha ocurrido otra cosa que apañar las estatuillas de ídolos que su padre siempre ha conservado con esmero, casi como un patrimonio familiar, las ha tomado por suyas, las ha destrozado y ha dado el rico material de que estaban hechas a los pobres para remedio de su necesidad. El padre ha descubierto su condición y lleno de ira, al notar la rebeldía de la niña, la trata con peores modos que a los demás cristianos. "No se ha de decir en el mundo que una niña me dio la ley, ni que estos hechiceros de cristianos triunfan de nuestros dioses en medio de mi propia familia. Yo veré si sus hechizos pueden más que mis

tormentos y si la paciencia de una hija ha de hacer burla de la cólera de un padre". El gobernador manda usar con ella azotes y garfios admirándose de que Cristina persista en su actitud. Manda el desnaturalizado padre preparar un brasero ardiente para quemarla poco a poco; mas el brasero se hizo una hoguera que abrasó a los verdugos y a los curiosos cercanos. Puesta en la cárcel para que cambie por la lobreguez de la mazmorra, la oscuridad y el hambre; pero allí es consolada con luminosas apariciones de ángeles que le curan sus heridas y le prometen protección. El padre, a los pocos días, manda atarle al cuello una pesada piedra y arrojarla al lago; sin embargo un ángel la transporta a la orilla. Esa noche muere de un sofoco Urbano en su cama. Mandan las autoridades un nuevo gobernador que se siente estimulado a proseguir el asunto Cristina presumiendo que su padre, por padre, no supo solventarlo. Se llama Dion y ya piensa en nuevas crueldades: estanque de aceite hirviendo mezclado con pez del que la niña Cristina es liberada. Luego la manda llevar al templo de Apolo para obligarle a ofrecer sacrificio, pero, ante el asombro de todos, el ídolo se derrumba y se hace polvo ante el mismísimo gobernador que muere en el acto ¡claro que los verdugos y miles de testigos presenciales proclaman espantados proclaman a gritos que es el de Cristina el único Dios! El tercero de los gobernadores poderosos se llama Juliano quien, preocupado por el caso pendiente, lo ha estudiado con detenimiento llegando a la conclusión de que se trata de artificios, encantamientos y magia que todos los cristianos profesan. Por ello maquina nuevos procedimientos para hacer desistir a la

niña Cristina de sus pertinaces rebeldías y conseguir que el poder romano y los dioses propicios terminen con la situación que ha puesto al borde del caos a la región. Mandó preparar un horno encendido donde mete a la niña para que el fuego la consuma; siete días la tiene allí sin conseguir que le suceda daño alguno. Luego será una habitación oscura plagada de serpientes, víboras y escorpiones venenosos de la que sale indemne y sin ningún picotazo, cantando alabanzas a Dios; la desesperación del mandatario llegó entonces al extremo de decretar cortarle la lengua, pero ¡oh prodigio! ahora canta más fuerte y mejor. Y acude, arremolinándose, toda la comarca ante la contemplación evidente del triunfo que se comenta por todas partes de la debilidad cristiana ante la fortaleza y brutalidad romana. Basta un tronco caído en donde atan a la delicada niña para que las saetas atraviesen su cuerpo y ella decida, suplicándole al buen Dios, rendirle su espíritu con el martirio. Dicen que sus restos se trasladaron de Toscana a Palermo de Sicilia donde es reverenciada. ¿Verosímil? Parece más bien como si la vida y la muerte martirial de Cristina hubiera servido de modelo para expresar la confrontación entre el bien y el mal, o lo que es lo mismo, entre fe cristiana y paganismo, entre la

frágil niña Cristina y la personalidad experimentada y abrumadora de tres hombres de gobierno sucesivos -el primero su propio padre- con el mismo común empeño de demostrar que ellos pueden más. Parece como si se tratara de exaltar en Cristina aquello que debe ser real en todo cristiano -la fe en su Cristo y la confianza sin límite en su ayuda constante-, mientras que los gobernadores representan la obstinación ciega que rechaza el poder cada vez más evidente, como in crescendo, de Dios. Los verdugos y el pueblo serían los testigos que en la narración van a testificar con sus reacciones -esas que se intuyen llenas de emoción compasiva- dónde está la verdad y lo grande que es el poder de Dios. Da la sensación de que la Passio que narra la muerte de Cristina intenta también cargar motivos veterotestamentarios en donde parecen inspirarse algunos hechos que se narran. El hecho histórico del martirio sería la ocasión que motiva la amplia catequesis. De todos modos, estas consideraciones más parecen próximas a la labor pasada de los bolandistas; pero, en el caso de que hubieran sido los hechos tal como expresa la Passio, nos quedaría el regusto de disfrutar el aroma extraño que desprende la fidelidad del débil a las exigencias amorosas divinas que no entienden de edades y que perduran más allá de la muerte. ¡Felicidades a las Cristinas/os!


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