Periódico Redes no. 428

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con meticulosa paciencia, encienden y reencienden la llama de la fe. Es un serio deber comprender, respetar, valorizar, promover la fuerza eclesial y social de cuanto realizan. Las mujeres acompañaron a Jesús misionero; no se retiraron del pie de la cruz; en soledad esperaron que la noche de la muerte devolviese al Señor de la vida; inundaron el mundo con su presencia resucitada. Si queremos una nueva y vivaz etapa de la fe en este continente, no la obtendremos sin las mujeres. Así el Papa observó: “Por favor, no pueden ser reducidas a siervas de un recalcitrante clericalismo; ellas son, en cambio, protagonistas en la Iglesia latinoamericana; en su salir con Jesús; en su perseverar, aun en el sufrimiento de su Pueblo; en su aferrarse a la esperanza que vence a la muerte; en su alegre modo de anunciar al mundo que Cristo está vivo, y ha resucitado.”

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esde siempre la Iglesia ha proclamado la igualdad hombremujer: Dios los creó en igualdad de condiciones y de dignidad, con diferentes funciones y roles dentro de la sociedad y con características complementarias. “Y Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza” (Génesis, 2). Para Dios no hay distinción entre el hombre y la mujer, entre una raza u otra, todos somos hijos de Dios, creados para servir y adorar a Dios en esta vida y gozar eternamente de Él en la otra. La mujer y el hombre tienen cualidades y virtudes que se complementan, de ahí nace la vocación específica de cada uno delante de Dios y en relación a la sociedad en la que vive. Todos los hombres poseen una misión en la vida, y cada uno en nuestro peregrinar hacia Dios debe cumplir su misión. Un gran ejemplo nos lo dan los santos, cómo

hombres y mujeres de diversas culturas, razas y tiempos, han cumplido con heroísmo su misión. El Papa Francisco dijo, en Bogotá el 07 de septiembre del 2017, a los obispos miembros del CELAM: “La esperanza en América Latina tiene un rostro femenino. No es necesario que me alargue para hablar del rol de la mujer en nuestro continente y en nuestra Iglesia. De sus labios hemos aprendido la fe; casi con la leche de sus senos hemos adquirido los rasgos de nuestra alma mestiza y la inmunidad frente a cualquier desesperación. Pienso en las madres indígenas o morenas, pienso en las mujeres de la ciudad con su triple turno de trabajo, pienso en las abuelas catequistas, pienso en las consagradas y en las tan discretas artesanas del bien. Sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente. Son las mujeres que,

Como propuesta eficaz para realizar esta iniciativa del Papa a modo de utopía que puede llevarse a cabo, hemos de superar los residuos de machismo que nos quedan, así como los feminismos extremistas, y no excluirnos ni rechazarnos entre nosotros mismos por luchas mundanas de poder. Apreciemos el aporte específico de hombres y mujeres, sin perder nuestra identidad, para que seamos la sociedad y la Iglesia que Dios quiere.

La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona". Papa Benedicto XVI


las actividades económicas. Cierto, pero esta “normalidad” no debería comprender las injusticias sociales y la degradación del ambiente. La pandemia es una crisis y de una crisis no se sale iguales: o salimos mejores o salimos peores. Nosotros debemos salir mejores, para mejorar las injusticias sociales y la degradación ambiental. Hoy tenemos una ocasión para construir algo diferente” (19-VIII2020). “Este modelo económico es indiferente a los daños infligidos a la casa común. No cuida de la casa común. Estamos cerca de superar muchos de los límites de nuestro maravilloso planeta, con consecuencias graves e irreversibles: de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático hasta el aumento del nivel de los mares y a la destrucción de los bosques tropicales. La desigualdad social y el degrado ambiental van de la mano y tienen la misma raíz: la del pecado de querer poseer, de querer dominar a los hermanos y las hermanas, de querer poseer y dominar la naturaleza y al mismo Dios. Pero este no es el diseño de la creación. VER Durante la pandemia por el virus SARS-CoV-2, que redujo la movilidad humana, se han documentado casos de especies animales que deambulaban libremente por espacios urbanos, como recuperando lugares que les fueran propios. El agua de algunos lagos y mares recuperó sus colores originales. Se respiraba aire más fresco y limpio en algunos centros urbanos, sin tanta contaminación vehicular y humana. Lamentablemente estamos volviendo a “la normalidad”, que de por sí es anormalidad, y retomamos las costumbres de siempre, con lo cual seguimos destruyendo el medio ambiente. Parece que nada hemos aprendido. Por el rumbo de mi pueblo natal, mayoritariamente agrícola, hace años todo se cultivaba en forma orgánica; ahora casi todo lleva sustancias químicas para hacer rendir más la tierra y obtener mayores ventajas económicas, pero han aumentado los casos de cáncer y otras enfermedades desconocidas. Lo que importa es ganar más dinero, aunque se deteriore la salud. Varios productos se exportan a Estados Unidos y se reciben buenas cantidades de dólares, pero no dimensionamos el daño que se puede estar causando al medio ambiente. PENSAR Hace más de cinco años, el Papa Francisco publicó una carta encíclica

titulada Laudato si, para invitarnos a reflexionar sobre la responsabilidad de proteger “la casa común”, no por una moda estratégica, sino por el mandato divino de cuidar y cultivar la tierra que El nos dio. Ahora, nos ha insistido en lo mismo, también con ocasión de la pandemia sanitaria. En sus catequesis semanales de los miércoles, ha dicho: “La pandemia ha puesto de relieve lo vulnerables e interconectados que estamos todos. Si no cuidamos el uno del otro, empezando por los últimos, por los que están más afectados, incluso de la creación, no podemos sanar el mundo… Mirar al hermano y a toda la creación como don recibido por el amor del Padre suscita un comportamiento de atención, de cuidado y de estupor. Así el creyente, contemplando al prójimo como un hermano y no como un extraño, lo mira con compasión y empatía, no con desprecio o enemistad. Y contemplando el mundo a la luz de la fe, se esfuerza por desarrollar, con la ayuda de la gracia, su creatividad y su entusiasmo para resolver los dramas de la historia… Que el Señor pueda “devolvernos la vista” para redescubrir qué significa ser miembros de la familia humana. Y esta mirada pueda traducirse en acciones concretas de compasión y respeto para cada persona y de cuidado y custodia para nuestra casa común” (12-VIII-2020). “Todos estamos preocupados por las consecuencias sociales de la pandemia. Todos. Muchos quieren volver a la normalidad y retomar

Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la humanidad para que tuviera cuidado de ellos. Dios nos ha pedido dominar la tierra en su nombre, cultivándola y cuidándola como un jardín, el jardín de todos. Nosotros somos

administradores de los bienes, no dueños. Administradores… Cuando la obsesión por poseer y dominar excluye a millones de personas de los bienes primarios; cuando la desigualdad económica y tecnológica es tal que lacera el tejido social; y cuando la dependencia de un progreso material ilimitado amenaza la casa común, entonces no podemos quedarnos mirando. No, esto es desolador. ¡No podemos quedarnos mirando! Con la mirada fija en Jesús y con la certeza de que su amor obra mediante la comunidad de sus discípulos, debemos actuar todos juntos, en la esperanza de generar algo diferente y mejor” (26-VIII2020). ACTUAR No seamos de esos irresponsables que contaminan y colaboran en la destrucción del medio ambiente. Sigamos educándonos para no tirar basura donde sea, para no gastar más agua y electricidad que la necesaria, para no consumir más alimentos transgénicos, para evitar ruidos que molesten a los vecinos, etc. No destruyamos la casa que Dios nos dio para todos. + Felipe Arizmendi Esquivel Obispo Emérito de SCLC


Vatican News

actuar es más que justo, en el sentido de que va más allá de la justicia y se manifiesta en la Gracia. Todo es Gracia. Nuestra salvación es Gracia. Nuestra santidad es Gracia. Donándonos la Gracia, Él nos da más de lo que merecemos. Y entonces, quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. “Pero yo he trabajado mucho, he hecho mucho en la Iglesia, he ayudado tanto, ¿y me pagan lo mismo que a este que ha llegado el último?”. Recordemos quién fue el primer santo canonizado en la Iglesia: el Buen Ladrón. “Robó” el Cielo en el último momento de su vida. Esto es Gracia, así es Dios, también con todos nosotros. El que piensa en sus propios méritos, fracasa; quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último —como el Buen Ladrón— a primero (cfr. v. 16).

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

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a página del Evangelio de hoy (cfr. Mt 20,1-16) narra la parábola de los trabajadores llamados a jornal por el dueño de una viña. A través de esta historia, Jesús nos muestra el sorprendente modo de actuar de Dios, representado en dos actitudes del dueño: la llamada y la recompensa. En primer lugar, la llamada. El dueño de la viña sale en cinco ocasiones a la plaza y llama a trabajar para él: a las seis, a las nueve, a las doce, a las tres y a las cinco de la tarde. Es conmovedora la imagen de este dueño que sale varias veces a la plaza a buscar trabajadores para su viña. Ese dueño representa a Dios, que llama a todos y llama siempre, a cualquier hora. Dios actúa así también hoy: nos sigue llamando a cada uno, a cualquier hora, para invitarnos a trabajar en su Reino. Este es el estilo de Dios, que hemos de aceptar e imitar. Él no está encerrado en su mundo, sino que “sale”: Dios siempre está en salida, buscándonos; no está encerrado. Dios sale, sale continuamente a la búsqueda de las personas, porque quiere que nadie quede excluido de su plan de amor. También nuestras comunidades están llamadas a salir de los varios tipos de “fronteras”, que pueden existir, para ofrecer a todos la palabra de salvación que Jesús vino a traer. Se trata de abrirse a horizontes de vida que ofrezcan esperanza a cuantos viven en las periferias existenciales y aún no han experimentado, o han perdido, la fuerza y la luz del encuentro con Cristo. La Iglesia debe ser como Dios: siempre

en salida; y cuando la Iglesia no sale, se pone enferma de tantos males que tenemos en la Iglesia. ¿Por qué estas enfermedades en la Iglesia? Porque no sale. Es cierto que cuando uno sale existe el peligro de que tenga un accidente. Pero es mejor una Iglesia accidentada por salir, por anunciar el Evangelio, que una Iglesia enferma por estar encerrada. Dios sale siempre, porque es Padre, porque ama. La Iglesia debe hacer lo mismo: siempre en salida. La segunda actitud del dueño, que representa la de Dios, es su modo de recompensar a los trabajadores: ¿cómo paga Dios? El dueño se pone de acuerdo con los primeros obreros, contratados por la mañana, para pagarles «un denario» (v. 2). En cambio, a los que llegan a continuación les dice: «Os daré lo que sea justo» (v. 4). Al final de la jornada, el dueño de la viña ordena que a todos les sea dada la misma paga, es decir, un denario. Quienes han trabajado desde la mañana temprano se indignan y se quejan del dueño, pero él insiste: quiere dar el máximo de la recompensa a todos, incluso a quienes llegaron los últimos (vv. 8-15). Dios siempre paga el máximo. No se queda a mitad del pago. Paga todo.Y aquí se comprende que Jesús no está hablando del trabajo y del salario justo, que es otro problema, sino del Reino de Dios y de la bondad del Padre celestial que sale continuamente a invitar y paga el máximo salario a todos. De hecho, Dios se comporta así: no mira el tiempo y los resultados, sino la disponibilidad, mira la generosidad con la que nos ponemos a su servicio. Su

Que María Santísima nos ayude a sentir todos los días la alegría y el estupor de ser llamados por Dios a trabajar para Él en su campo, que es el mundo, en su viña, que es la Iglesia. Y de tener como única recompensa su amor, la amistad de Jesús. Después del Ángelus Queridos hermanos y hermanas:

Según los programas hechos antes de la pandemia, en los días pasados tendría que haberse celebrado el Congreso Eucarístico Internacional en Budapest. Por ello, deseo dirigir mi saludo a los Pastores y a los fieles de Hungría, y a todos los que esperaban con fe y alegría este evento eclesial. El Congreso ha sido aplazado hasta el año que viene, del 5 al 12 de septiembre, siempre en Budapest. Continuemos, unidos espiritualmente, el camino de preparación, encontrando en la Eucaristía la fuente de la vida y de la misión de la Iglesia. Hoy se celebra en Italia el Día por la Universidad Católica del Sagrado Corazón. Invito a sostener esta importante institución cultural, llamada a dar nuevo vigor a un proyecto que ha sabido abrir la puerta del futuro a muchas generaciones de jóvenes. Es muy importante que las nuevas generaciones se formen en el cuidado de la dignidad humana y de la casa común. Saludo a los romanos y a los peregrinos de varios países: familias, grupos parroquiales, asociaciones y demás fieles. Deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista.


ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. —Salmo 50— Renuévense en la mente y en el espíritu y vístanse de la nueva condición humana. Efesios 4,23-24 Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con aclamaciones. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre: “El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades”.

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unque me propuse no dejar a mis pecados punzarme desde el día en que fui libre, cuando lavaste mi culpa en confesión, no sé por qué amanecí sintiendo que aún te estoy en deuda. ¿Cómo no habría de estarlo, si Tú sigues ahí, a pesar de mis infidelidades? No es que yo intente una conciencia escrupulosa, es solo que me siento inseguro. Pienso en el proceso de infidelidad del rey David. Él no advirtió que del deseo de la mujer ajena pasaría a la infidelidad a ti y a su pueblo, y de allí al asesinato. David se perdió. ¿Cómo hago para no perderme? ¿Cómo advertir cuando estoy iniciando una infidelidad, cómo pararla? Señor Jesús, bendice mi jornada de este día y siempre. Que goce la vida

libre y pura que me diste en confesión. Y que al atardecer regrese a casa como templo tuyo y me crezca de cantar que Tú eres mi pastor, noche y día. Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud. Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,

—Salmo 99— Los redimidos deben entonar un canto de victoria. S. Agustín y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, Dios, Salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales,

Mientras atiendo las cosas de este mundo, devuélveme la paz, regálame el sentido de la victoria sobre mis errores. Alguien me dijo que Tú eres un Dios escondido, que ante ti se sonrojan todos por igual, y que se van avergonzados los fabricantes de ídolos mientras Tú salvas. Haz eso hoy conmigo, avergüenza a los ídolos que yo mismo fabrico. No permitas que nadie ocupe tu lugar, ningún apetito desmedido, ninguna soberbia ni vanidad, ninguna tentación. No permitas que me pierda. Hazme reconocer ante los demás que Tú eres mi Dios y que no hay otro. Amén.


ILUMINACIÓN DESDE LA FE Por: Pbro. Carlos Sandoval Rangel

mal, en nuestro país, ha sido, precisamente, la poca responsabilidad de muchos, con la propia persona y respecto a los otros. Por poner un ejemplo, cuántos, por descuido e irresponsabilidad, se han enfermado y han enfermado a otros. E, igual, no son pocos los abusos, de diversa índole, que se han constatado durante este periodo en el que más bien deberíamos de ser solidarios.

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a fe es un don extraordinario que nos viene de Dios y nos abre a su presencia. Nos permite vivir de Él y para Él. Pero es también un don que se encarna en nuestro diario vivir y nos enseña, precisamente, a hacerlo en las circunstancias de la vida. Podemos decir que la fe es un modo de vida sustentado en la verdad y el amor que nacen de Dios. Siendo así de rica y completa la fe, ésta debe ser nuestro principal baluarte en los tiempos difíciles que estamos viviendo, marcados por la pandemia del coronavirus, por la violencia, por la mentira, la corrupción… En ese sentido, la fe no es una doctrina fría o abstracta, ni la simple aceptación de un Dios a quien hay que rendirle cuentas. En particular, la fe ha estado muy a prueba en este tiempo de pandemia. Hay quienes con determinante decisión han dicho, por ejemplo: “yo no me puedo enfermar porque creo en Dios”, “los que estamos cerca de Dios estamos a salvo de esta enfermedad, porque Él nos protege”, “los que comulgan no se enferman, porque tienen a Dios en su corazón” y frases de este estilo podemos escuchar tantas. Desde luego que este tipo de afirmaciones nos llevaría a pensar en la fe como en una especie de burbuja o vitrina donde Dios mete a todos los que creen en Él. Desde esa perspectiva, sería difícil entender la fe como un don que se encarna y que nos exige transformar las realidades que vivimos. Así, la fe no aparecería como un llamado a ser sal y luz en medio del mundo, sino un llamado a pertenecer a un mundo diferente.

Pero cuando la fe se plantea como un estilo de vida, como una sabiduría desde la cual se puede discernir y enfrentar la vida, eso nos lleva, además de contar con la asistencia de Dios, a desarrollar virtudes como la prudencia, la recta razón, la templanza, entre otras. Es entonces, cuando el creyente entiende que tiene una tarea muy especial por desarrollar en medio del mundo, sea en la vida cotidiana, como en los momentos de crisis como el que estamos viviendo. Una fe encarnada nos lleva a valorar que somos parte de un universo, de una creación, donde Dios nos ha colocado y donde podemos compartir nuestra vida, en todas sus capacidades, con los demás seres que estamos en ella, especialmente con nuestros hermanos. De ahí que, en crisis, como la pandemia que enfrentamos, más que aspirar a entrar a una burbuja de sobreprotección, tenemos la oportunidad de acercarnos con caridad cristiana a los vulnerables física, emocional y espiritualmente. En este tiempo, por ejemplo, cómo ha sido necesario acrecentar la cultura del cuidado en todos los sentidos. La fe es un llamado a trabajar para fomentar los valores éticos, que nacen de la revelación divina, desde los cuales encontramos las claves de vida que le dan sustento al ser humano. Ya desde el Antiguo Testamento, Dios nos regaló los mandamientos en los cuales nos muestra lo que el hombre necesita para vivir bien: “Guárdenlos y cúmplanlos porque ellos son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticias de todos es-

tos preceptos, los pueblos se dirán: En verdad, esta gran nación es un pueblo sabio y prudente” (Dt. 4, 1-2. 6-8). Por desgracia, en muchos casos, dichos valores han quedado exhibidos durante esta pandemia. Pues siendo tiempo de poner en alto al ser humano cuidándolo, amándolo, orientándolo, etc., no, en todos los casos, ha sido así. Más aún, una de las grandes causas de que este virus nos genere tanto

“La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y en guardarse de este mundo corrompido” (Santiago, 1, 21-22. 27). “¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! ¡Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado!… No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad…” (Misericordiea Vultus, 15). Estamos en un tiempo oportuno para mostrar que la fe sí es fuente de vida, no obstante las circunstancias adversas. Tiempo oportuno para mostrar que el cristiano sí puede ser un pequeño oasis en este desierto de la vida.


27 septiembre/10 octubre de 2020

LA FAMILIA CATÓLICA MODERNA

Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto

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s importante clarificar a que se refiere esta inteligencia. Es la capacidad de fijarse en las cosas importantes para las otras personas, de sus intereses, sus motivaciones, su perspectiva, su historia personal, intenciones y por lo mismo puede predecir o suponer sus decisiones, sentimientos y acciones. Les gusta conversar, trabajar en grupos y hacer actividades con otras personas. Pasan mucho tiempo andando a personas y son los típicos voluntarios en causas humanitarias; son buenos mediadores en los conflictos sociales. También son capaces de comprender las expresiones y actitudes de las personas que le rodean. Son aquellos que parecen tener imán para los amigos y la gente por lo que pueden organizar eventos o actividades y ser líderes de muchos. Por eso aquí te dejo mis 5Tips par educar a nuestros hijos en la inteligencia interpersonal. PRIMERO. Observa sus reacciones cuando están con otros niños. Es importante que estemos siempre observantes de las reacciones de nuestros hijos ya que es la mejor forma de saber como educarlos. Y de manera particular en esta inteligencia ya que nuestros hijos tienden a relacionarse con otros niños y es necesario irlos orientando para que sus relaciones sean sanas. Como complemento debemos fomentar la inteligencia emocional y enseñarlos a hacer empatía con los demás para que tengan armas para generar relaciones interpersonales fuertes. SEGUNDO. Propicia la convivencia entre niños. Si tu hijo es hijo único, es necesario que tenga grupos donde pueda convivir con otros niños. Y si tiene varios hermanos, es bueno que aprenda primero a convivir con sus hermanos y después, que pueda convivir con niños de otras familias de su misma edad. Aquí cabe destacar que no siempre la escuela sea el medio más adecuado, ya que en la escuela tienen en común la edad y el grado escolar, pero no necesariamente los valores, aunque también deben aprender a convivir con quienes no comparten sus valores, siempre en un marco de respeto a la persona.

En este tiempo donde la convivencia interpersonal es complicada por las cuestiones de salud, podemos ayudarles con reuniones virtuales, por medio de las plataformas adecuadas para esto. Y una cosa muy importante, tanto virtual como presencialmente es necesario que estemos atentos a sus amistades, dependiendo de su edad y madurez. Así lograremos tener jóvenes seguros de sí mismos y capaces de establecer relaciones sanas y fincadas en valores trascendentes. TERCERO. Los juegos de mesa son de gran ayuda. Si desde pequeños les acercamos juegos de mesa que impliquen la participación de varios, fomentamos el que sepan convivir y participar en una dinámica de colaboración o de competencia sana. Si ganan deben saber comportarse adecuadamente y no actuar presumidamente; y si pierden, deben aprender a perder y actuar sin enojos y controlando su frustración para que puedan convivir con los demás sin hacer berrinches o lloriquear por que no saben perder. Todo es formativo y sobre todo, todo abona para que aprendan a tener relaciones interpersonales sanas y positivas.

CUARTO. Los deportes en equipo son básicos. El trabajo en equipo es su fuerte, aunque nunca está de más el que puedan tener trato con más personas y tener un grupo o equipo que les de sentido de pertenencia y que les dé una razón de alegría. Es importante que comprendan que su participación es de vital importancia para que el equipo funcione bien. En ocaciones, entra en conflicto la necesidad de estar en contacto con otras personas y la necesidad de ganar, por eso los deportes en equipo son excelente herramienta para su formación y para que aprendan a hacer empatía. Y QUINTO. Permite que organicen debates o actividades donde sea el líder. La capacidad de organización y liderazgo es algo que también tienen muy desarrollada, pero es necesario que aprendan a encausarla para el bien y que nosotros como papás revisemos que así sea. Es muy fácil que se enganchen con causas nobles y por lo mismo pueden ser manipulados por personas con intereses no tan buenos. En cuanto a la organización de eventos pueden empezar por organizar debates o tertulias en familia y luego

con los amigos, aunque por ahora sean digitales, pero esto les dará la posibilidad de adquirir capacidades de liderazgo y ejercerlo en familia. Deben comprender que ser líder conlleva una responsabilidad muy grande y que deben ejercer su liderazgo para el bien. Es bueno recordar que aunque se tenga como predominante una inteligencia, es necesario trabajar en ella y educar a nuestros hijos en valores y virtudes que les proporcionen una educación integral.


La Diócesis de Celaya comunica con profundo dolor que el Pbro. Rogelio Segundo Escobedo (1935-2020), el día de hoy 13 septiembre ha sido llamado a la casa del Padre celestial. El Pbro. Rogelio, era originario de Santa Clara del Cobre, Mich., hasta el momento de su deceso era rector del templo de Nuestra Señora de

El 11 de septiembre, la parroquia del Santo Niño de Atocha de la comunidad de Corral de Piedras, mpio. de San Miguel de Allende, recibió a su nuevo administrador parroquial, que

sustituye al primer párroco, el Pbro. Isidoro Gómez Sierra. Hizo lectura del nombramiento a nombre del Señor obispo, el padre Fernando Manriquez Decano de San Miguel de Allende.

Guadalupe, en el Barrio de Tierras Negras, en la ciudad de Celaya, gran propulsor de la Pastoral Social, se caracterizó por ser un sacerdote alegre y muy trabajador en favor de la comunidad que pastoralmente se le encomendó. Oremos por su eterno descanso.


dijo que esto no era el final de su servicio ni una despedida y agradeció a todos los sacerdotes presentes porque ellos en ese momento representaban a

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l 9 de septiembre, la Diócesis de Celaya celebró con júbilo los 75 años de vida de ́S.E.R. Mons. Benjamín Castillo Plascencia, con la Eucaristía presidida por él desde la Catedral, en donde, por las circunstancias de todos conocidas, se realizó con aforo limitado y observando las medidas de sanidad pertinentes, acompañado únicamente por una porción representativa de sacerdotes de toda la Diócesis, quienes poco a

poco fueron ocupando los lugares destinados para concelebrar con el Pastor Diocesano. La homilía fue predicada por el Pbro. Fernando Manríquez Cortés, quien hizo énfasis en el lema del escudo episcopal del Sr. Obispo Benjamín, “pro eis”, tomado del evangelio de San Juan 17,19 (por ellos yo me santifico). Al finalizar la Santa Misa, Don Benjamín

todo el clero. Oremos para que el Sr. Obispo Benjamín sea colmado de la gracia de Dios y le asista en todo su ministerio.


ALIMENTO PARA EL ALMA

Por. Monica Muñoz/ Twitter: @munozmonik

incompletos o de menor calidad que la anunciada, o bien, maltratar la mercancía y entregarla como si se encontrara en buenas condiciones. Engañar al cliente por ganar unos pesos puede destruir una relación comercial añeja. Eso le pasó a una persona cercana: pidió a domicilio algo de carne y pollo de la carnicería en la que tenía muchos años comprando. Al recibir la mercancía, no se molestó en revisar nada, confiando en que siempre le surtían bien sus pedidos. La sorpresa llegó al momento de cocinar, la carne era la mitad de lo que había solicitado y el pollo estaba echado a perder. El reclamo fue inútil, así que decidió cambiar de carnicería. Triste decisión, sobre todo porque quedó en entredicho el buen nombre del lugar y el de sus propietarios.

Y cuidado, porque si la noticia comienza a correr por las redes sociales, nada podrá hacerse para recuperar la credibilidad. Así que, ¡a cuidar el prestigio se ha dicho!

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n estos tiempos que corren, en los que tantos pequeños negocios han cerrado y la forma de vender ha cambiado, es necesario analizar cuidadosamente qué es lo que ha hecho que algunos comercios hayan crecido, porque, ciertamente, desde que no se puede salir con toda libertad a consumir en tiendas de autoservicio, restaurantes, lugares de esparcimiento, etc., la opción para adquirir productos ha sido pedir por teléfono o a través de alguna aplicación de celular, lo que ha permitido a muchas personas continuar con sus trabajos, unos surtiendo pedidos y otros, transportándolos. Lo cierto es que, lo más importante es ofrecer un buen servicio, que tenga a los clientes satisfechos y que les genere deseos de compartir su experiencia con otros, esto es, dar una valiosa recomendación que hará que el proveedor del producto sea conocido por más clientes potenciales. Por eso, no hay que menospreciar el poder de las redes sociales, que, también han crecido exponencialmente durante los últimos meses. Al respecto, la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019, presentado por el Instituto

Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indicó que la cantidad de personas que usan internet en México es de 80.6 millones: esto representa 70.1% de la población de seis años o más, de los cuales, el 95.3% lo hace a través de celulares. Otro dato interesante es que poco más del 90% de los usuarios son jóvenes de entre 18 y 24 años. Este año, con eso de las clases en línea, seguramente las cifras han incrementado, esperemos a que el INEGI nos informe. Sin embargo, podemos darnos cuenta de lo importante que es estar al día en el tema de las tecnologías de información, pero algo más que los propietarios de negocios deben afianzar es el servicio al cliente, porque hay algo que no pasará de moda y esto es el prestigio, que será, después de todo, la mejor recomendación para lograr la preferencia del público, aunado a la oferta de productos de calidad y precio razonable. Por eso, perder el prestigio ganado durante años se convertirá en una desgracia para cualquier negocio, y esto, que cuesta tanto tiempo y esfuerzo construir, se puede perder en muy poco y por varios motivos, como dar menos mercancía por el precio pagado, tal como vender litros o kilos

Otro caso es el de una gasolinera que tiene mala fama porque siempre sirven litros de menos. Me he dado cuenta de que quienes llegan a cargar son personas que van de paso, pues se encuentra cerca de la carretera, pero la gente que viven en el lugar ni por equivocación se acerca, a pesar de

que ha cambiado de marca y administración, porque el pésimo servicio siguió siendo el mismo, por eso no es raro verla sin clientes, y, aunque, aparentemente, con el último cambio hubieran corregido la situación, difícilmente la gente de la ciudad les dará la oportunidad de comprobarlo por la desconfianza que inspira sus antecedentes. Además del daño a la economía de la clientela, hay que agregar que el robo sigue siendo pecado y delito. Abusar de la confianza de la gente no puede traer nada bueno a quien pretende sostener un negocio, por eso, es mejor ser honestos con lo que se vende y conservar a los buenos clientes, porque la competencia crece día a día y fácilmente se puede encontrar quien proporcione productos semejantes, con la diferencia que un buen trato puede hacer en la adquisición del producto deseado. Y cuidado, porque si la noticia comienza a correr por las redes sociales, nada podrá hacerse para recuperar la credibilidad. Así que, ¡a cuidar el prestigio se ha dicho! Que tengan una excelente semana


Por Silvia Elisa García del Valle

Pero en el sacramento del matrimonio Dios otorga gracias especiales a la pareja para cumplir con su misión. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, por eso debemos esforzarnos por descubrir cuál es nuestra vocación, y para esto debemos tomarnos de la mano de nuestro Padre del cielo y pedirle que nos ayude a hacer su voluntad. Y si tu vocación es al matrimonio, recuerda que es eso, un llamado y por lo mismo debemos tomarlo en serio, no como un juego o algo hasta cierto punto de deber ser. Debemos responder a ese llamado con amor y entrega.

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s curioso que cuando escuchamos la palabra “vocación” casi siempre pensamos de manera automática en el Sacerdocio o la Vida Consagrada, y por lo tanto muchos nos cerramos al oír esta palabra pues decimos “eso no es para mí” o “yo no quiero ser monja/ sacerdote”.

En Mateo 19, 3-12 (ajutar Cita) los discípulos le preguntan a Jesús sobre el divorcio y tras la respuesta que Jesús les da, explicándoles el compromiso que debe haber entre los esposos y que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”; ellos le dicen que entonces no conviene casarse, y Jesús les contesta que no todos lo entienden sino solo Pero casi nunca relacionamos a aquellos a quienes se les ha esta palabra con el matrimonio concedido y les explica que no y se nos olvida que también es todos han sido llamados al mauna vocación. trimonio y que hay diferentes vocaciones. Vocación quiere decir “llamado”. Con esto Jesús nos explica que, Es un llamado que Dios nos así como él escoge y llama a la hace a cada uno y que somos vida religiosa, también lo hace al libres de aceptar o no. matrimonio y a la soltería. Dios llama a algunos a consagrarle sus vidas por entero en la vida religiosa o cómo sacerdotes. Es una entrega total de sí mismos al plan de Dios. Requiere valentía y abandono en Dios, pues no es un camino fácil, pero cuando Dios llama, él ayuda y colma de su amor a quien le responde.

Las 3 son vocaciones, llamados con una misión diferente pero igual de importante, el punto es discernir a qué nos está llamando Dios a cada uno. El matrimonio también requiere una entrega total de sí mismos al plan de Dios y a la otra persona. Requiere valentía y aban-

dono en Dios, pues tampoco es un camino fácil (simplemente veamos la cantidad de divorcios qué hay actualmente y cuántas parejas jóvenes prefieren no casarse y mejor solo vivir juntas, para evitar el compromiso y así, en cuanto quieran, separarse sin ningún problema).

Y tú ¿te animas a preguntarle a Dios cuál es su plan para ti? ¡Que todo sea para la máxima gloria de Dios!


Pbro. Joaquín Domínguez Lunz

en bulto durante la celebración en el templo. + Un conocido boletín de pastoral litúrgica, por ejemplo, nos propone la oración de comunión espiritual al inicio de la misa, porque el deseo no sólo es de comulgar sacramentalmente, sino participar en toda la misa y unirse a Cristo y a la Iglesia, simbolizada en la Asamblea. + Modo maravilloso de participar es siendo integrante del equipo sanitizador; no es fácil, no sabemos, pero es un humilde y serio servicio a la comunidad.

L

a no asistencia, o la parcial asistencia, de la asamblea a las celebraciones litúrgicas nos ha llevado a valorar nuestro ministerio litúrgico, laical u ordenado; a revisar y modificar nuestros elementos técnicos, por ejemplo: algún lector se pone muy nervioso al saber que se transmite por los medios de comunicación; o algún cantor o coro sufre, porque no coloca el sistema de bocinas, ni el volumen acostumbrado; o el sacerdote que prepara más tiempo la homilía porque no sabe qué inteligente lo puede ver en casa y le corrija.

Antes que hacer propuestas concretas desde esta realidad, es necesario tomar en cuenta dos principios teológicos presentes en el número 7 de la constitución Sacrosanctum Concilium: los modos de Presencia de Cristo y la definición de liturgia: “Pues en la celebración de la misa, en la cual se continúa el Sacrificio de la Cruz, Cristo está realmente presente en la misma asamblea congregada en su nombre, en la persona del ministro, en su Palabra y, con toda verdad, de una manera sustancial y permanente, bajo las especies eucarísticas”. Fijémonos en la primera afirmación: Cristo está presente en toda la asamblea, es decir las personas que celebramos somos casa, habitación de la presencia de Dios, estamos ante una verdadera realidad que los teólogos de la teología espiritual le llaman Mística. ¡Somos el lugar vivo de la presencia de Dios! El segundo principio teológico es la primer palabra con la que comienza la definición de liturgia: “Así pues se considera la liturgia como el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo,

en la que, mediante signos sensibles, se significa y se realiza, según el modo propio de cada uno, la santificación del hombre y, así, el cuerpo místico de Cristo, esto es, la cabeza y sus miembros, ejerce el culto público”. La palabra ejercicio nos lleva a la idea de “movimiento” y participación. Este aspecto de antropología litúrgica es justificado porque antes del Vaticano II la participación era muy pobre; recodemos que uno de los 5 mandamientos de la Iglesia dice: “oír misa entera los domingos y fiestas de guardar”, luego no se formaba en una participación integral. Ahora, desde estos criterios, en nuestra situación actual, ¿Qué retos tenemos fieles y sacerdotes? + No olvidar que el centro de la vida celebrativa sacramental es Cristo; y la respuesta a Cristo es la participación celebrativa y testimonial de la asamblea. + Que algunos elementos como las flores, servicio de altar completo, cantor o coro, campanadas no deben desaparecer por las dificultades en razón económica o formativa, porque estos elementos están hacia Cristo en primer lugar; no hacia la asamblea + La participación en casa, mediante los medios de comunicación es ventaja sobre todo para personas vulnerables, pero desventaja porque a algunos se les dificulta el ambiente de participación y no se recibe a Jesús sacramentado. + Esto nos hace valorar y participar de la mejor manera a quien sí podemos asistir y participar fisicamente; pues alguien en casa puede participar con más fe que quienes a veces estamos

La participación en la asamblea litúrgica supone, especialmente en quien tenemos algún ministerio en servicio a Cristo y a la comunidad eclesial: el momento de preparación previa, preparando nuestro ministerio. También implica el momento posterior de la evaluación. Pbro. Joaquín Domínguez Luna Coordinador diocesano de Pastoral litúrgica

la

asociado los dolores de la Madre a los tormentos del Hijo. V/. El Señor esté con ustedes. R/. Y con tu espíritu. V/. Levantemos el corazón. R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios En nuestra catequesis anterior vimos: LA ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS. Ahora veremos: EL PREFACIO. Luego de la oración sobre las ofrendas se inicia la Oración Eucarística o Plegaria Eucarística, que es el momento central y culminante de toda la celebración; y comienza con una plegaria de acción de gracias que se llama prefacio El Sacerdote invita a los fieles, que están de pie desde el “OREMOS, HERMANOS”, a levantar el Corazón hacia Dios y a darle gracias a través de la oración que él, en nombre de toda la comunidad, va a dirigir al padre por medio de Jesucristo. Esa oración, el Prefacio, que el sacerdote dice con las manos extendidas, puede variar según el tiempo litúrgico o la fiesta que nos encontremos celebrando. El siguiente Prefacios se puede utilizar el 15 de Septiembre, por la fiesta de Nuestra señora de los Dolores. Este prefacio se llama: El Padre ha

R/. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. En tu misericordia, por medio de tu Unigénito y de su Madre, has hecho de las penas y dolores un instrumento de gloria: para nuestra salvación, tú Padre, has asociado los dolores de la madre a los tormentos del Hijo en su santa pasión; y cumpliendo tu designio de amor has elevado al cielo a Aquella la cual vida fue marcada por la espada del dolor; y allá, coronada de gloria, está sentada junto al Hijo, como ministra de piedad, madre de perdón, reina de misericordia. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria Santo ...


LA FAMILIA CATÓLICA MODERNA

13

Por: Fr. Alonso Hernández Parra, ofm

Podríamos asegurar que: Cada persona es una vocación, cada persona es un llamado amoroso de Dios. Un llamado a la existencia, en primer lugar, y posteriormente, un llamado a realizar una misión especial. El Papa Francisco en el número 254 de la Exhortación Apostólica Christus Vivit utiliza esta hermosa frase: “Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo“. Por lo tanto, podemos decir: Yo soy una vocación, soy un llamado de Dios, soy una misión que Él desea realizar a través de mí.

A

preciados matrimonios jóvenes, el Señor les dé su paz.

Hermano, hermana ¿Qué piensas tú cuando escuchas la palabra vocación? ¿Piensas en un sacerdote, en una religiosa? Lo más probable es que sí, pienso que es común que esto pase, ya que casi siempre, la palabra vocación se relaciona con una especial consagración a Dios. Y es normal que esto sea así, pues cuando se habla de promoción vocacional, encuentro vocacional, salir a buscar vocaciones, etc., se entiende como una serie de actividades para buscar candidatos para el seminario o para alguna congregación religiosa. Generalmente se considera la vocación como algo que tiene que ver con las personas que desean consagrar su vida a Dios dentro de una congregación religiosa o en algún seminario. Sin embargo, será importante ampliar nuestro horizonte: ¡Toda persona tiene vocación!, y cada vocación es un llamado personal de Dios para cumplir una misión especial en este mundo. Vocación significa llamado. Sería ideal que cada uno de nosotros pudiera descubrir con claridad a qué está llamado en esta vida. Ahora bien, ¿qué tiene de diferente consagrar la vida a Dios en el sacerdocio, en la vida religiosa, en la vida de soltería o en el matrimonio? Mucho y nada a la vez. Mucho porque cada estado de vida es distinto y nada, a la vez, porque la meta de toda persona es la felicidad plena, es decir, la santidad. Mucho porque cada estado de vida tiene exigencias propias y nada porque todos los estados de vida implican toda la persona, su historia, sus virtudes y cualidades.

En este sentido, queridos hermanos y hermanas, Dios ha llamado de manera especial a cada uno de nosotros ha dado a cada persona, soltera, casada, religiosa o sacerdote una misión en favor de todos los hombres. En este punto, entonces, podríamos asegurar que cada persona es una vocación/ misión porque Dios que llama a algo especial y muy concreto, desea que todos alcancemos la santidad. El aspecto más complicado, sin embargo, será descubrir cuál es nuestro camino hacia la santidad. Si afirmamos que no solamente los sacerdotes y las religiosas tienen vocación, entonces, ¿también se necesita tener vocación para el matrimonio? ¿Qué dicen ustedes, estimados matrimonios jóvenes? Efectivamente, TAMBIÉN SE NECESITA UNA VOCACIÓN ESPECIAL PARA EL MATRIMONIO. Así, como en un cuerpo tenemos diferentes miembros y cada uno tienen una función específica, de la misma manera, en la Iglesia (Cuerpo Místico de Cristo) cada persona tiene una función particular. De este modo, como los pies no pueden pensar o el cerebro no bombea la sangre a todo el cuerpo, así los miembros de la Iglesia están llamados por Dios a realizar aquella misión específica que Él ha soñada para cada uno de ellos. En nuestras familias, muchas veces se nos inculca que el ciclo de la vida es nacer, crecer, casarse, tener hijos, verlos crecer, hacer su vida y, ya en la ancianidad, morir. Pero, alguna vez se han preguntado, ¿si verdaderamente estaban llamados al matrimonio? Ahora bien, ¿qué sería lo diferente o, mejor dicho, lo específico de la vocación al matrimonio? ¿Ser capaces de vivir en pareja? ¿Ser capaces de tener hijos y educarlos? Pues, no. Aunque todos estos aspectos están comprendidos en la vocación de los esposos. Cuando Dios nos crea, lo hace por

amor y nos llama a vivir en su amor infinito. Por eso, se dice que todos estamos llamados a la santidad, porque estamos llamados a participar del amor de Dios, a vivirnos en él y a manifestarlo al mundo entero. Ahora bien, si entendemos el matrimonio como una institución creada por Dios desde el principio de los tiempos (baste revisar los dos primeros capítulos del libro del Génesis, cuando Adán se descubre plenamente realizado al reconocer a Eva como “carne de su carne”). En ese mismo libro se menciona que: “el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser una sola carne”. En esos dos primeros capítulos de Génesis, podremos descubrir dos verdades profundas: primera, que toda persona está llamada a realizarse en sociedad, en la relación con otras personas, ya que nadie puede vivir en absoluta soledad. Y, segunda, que hombre y mujer están llamados por Dios a complementarse de manera tan perfecta que se consideran una sola cosa cuando viven en la plena comunión de sentimientos, afectos y proyectos. Es aquí donde el Señor funda la institución del matrimonio como un camino trazado para la mutua santificación de los esposos. El fin último del matrimonio es la mutua santificación de la pareja, por ello es importante la institución matrimonial como sacramento instituido por el Señor Jesús, ya que un proyecto tan exigente como este, requiere además de todo el empeño, el entusiasmo y la creatividad que le puedan poner los esposos, la gracia que proviene de Dios y que complementa el esfuerzo humano. Además del llamado a la santificación mutua, los esposos se comprometen a vivir la fidelidad, la unión exclusiva e indisoluble y, si Dios les concede el don de ser cooperadores de su obra creadora, están llamado a procrear, mantener, educar y evangelizar una familia. Sin duda, se trata de una difícil misión y, por lo tanto, es necesario prepararse, formarse para ello y, antes de todo, descubrir si verdaderamente Dios les llama por este camino. No basta con desear casarse, como tampoco basta con imaginar que se puede ser capaz de vivir un estado de vida como este, será necesario preguntarse honestamente si es esto lo que Dios quiere de mí. Para este proceso llamado de discernimiento vocacional, será importante la oración, el dejarse acompañar espiritualmente

y trabajar consciente y decididamente en la maduración personal y como pareja. Este sería el objetivo de un verdadero noviazgo, entendido como aquel tiempo de mutuo conocimiento, en el que se pasa del enamoramiento a la maduración del vínculo de pareja y a la consolidación del amor recíproco. Este proceso es muy importante porque en él se va trabajando de manera conjunta, para vencer los egoísmos, para consolidar las bases y para madurar la decisión de entregarse totalmente, hasta el punto de ser capaces de donarse plenamente a la persona amada y, también, de recibir el amor y la vida de la otra persona. Así, en la donación y acogida mutua, es como los que están llamados al matrimonio, se complementan y se van realizando como personas. Todavía, además de todos los esfuerzos humanos, será necesario tener a Jesús como invitado en el matrimonio, recordemos las bodas de Caná. Mencionamos anteriormente que la vocación al matrimonio exige la fidelidad, la exclusividad y la indisolubilidad del vínculo, pero para que esto pueda darse, es necesario pedir la gracia divina. Si Jesús está invitado al matrimonio, estará pendiente cuando falte el buen vino, el vino del diálogo, del amor, de la compasión, de la alegría, del perdón, cuando el desgaste de la vida cotidiana, la rutina y el cansancio hagan pesada la vida matrimonial. Cuando Dios llama a alguien para una misión, Él mismo da aquello que se necesita para llevarla a cabo; por eso, queridos matrimonios jóvenes, no teman en invitar a Jesús a sus vidas, porque si les ha dado esta hermosa vocación, Él mismo estará pendiente de ustedes y de sus familias.


CATEQUESIS PARA TODOS

Hay que salir de la carroza, no podemos hacer de la carroza un lugar intimista para tomar una actitud de escucha. 2. “…lo invitó a subir y sentarse junto a él” (Hch 8, 31b) Subir a la carroza pide un esfuerzo, así como entrar en la vida del otro pide un esfuerzo. Y para subir a la carroza del otro no podemos llevar nada, tenemos que dejar ciertas cosas atrás ¿Cuáles son aquellas cosas que tengo que dejar atrás? Y ahí se recibirá la invitación a “sentarse”. Sentarse implica tomarse el tiempo, algo contradictorio en este tiempo en el que todo necesita una respuesta “ya”. Pero, como catequista, ¿sabemos acompañar a nuestro interlocutor en este camino de fe? Y, más importante todavía, estando en mi carroza ¿Invito a alguien a subir a mi carroza y a sentarse junto a mí? 3. “Mandó parar la carroza, bajaron los dos…” (Hch 8, 38a)

E

El “caminar junto a la carroza” implica salir de nuestra propia carroza, para ir a caminar al lado, respetando el ritmo del otro, sin quedar atrás ni adelantarse.

n estos tiempos explotó internet como agente principal de comunicación. La palabra “zoom” parece ser la palabra mágica del momento. Cambiamos el salón parroquial, el templo, las reuniones de grupo, por “zoom”. Internet es como un gran supermercado con muchas ofertas de “misas on line”, “cursos on line”, “charlas on line”, “formación on line”, etcétera. Y a veces es difícil elegir entre tantas alternativas. Pero, si bien se suspendieron muchas actividades a todo nivel, nuestra agenda se llenó rápidamente con “encuentros” virtuales. Por lo menos esto es cierto para los que tenemos internet y conexiones, porque en realidad se abrió también una nueva brecha: entre los que “tienen internet” y los que no lo tienen. Y en este nuevo escenario, ¿dónde se

lleva a cabo la “acción que promueve y hace madurar la conversión inicial, educando en la fe del convertido incorporándole a la comunidad de fe”? ¿Cómo el catequista puede ser “testigo, comunicador, acompañante y mistagogo”? ¿Cómo vive o vivirá la comunidad el distanciamiento social? Reflexionando y meditando encontré algunas ideas (¿locas?) en el relato del encuentro entre Felipe y el eunuco (Hch 8, 26-40). 1. “Acércate y camina junto a la carroza” (Hch 8,29) El “caminar junto a la carroza” implica salir de nuestra propia carroza, para ir a caminar al lado, respetando el ritmo del otro, sin quedar atrás ni adelantarse. Al alcanzar la carroza del otro, habrá que desarrollar un oído fino para escuchar lo que se dice. ¿Qué escuchamos en este tiempo? ¿Cómo escuchamos? Necesitamos acallar nuestros ruidos

Hay que salir de la carroza, no podemos hacer de la carroza un lugar intimista; siempre se ha de tener la mirada hacia afuera, hacia la comunidad. El acompañamiento tiene que llevar a este momento: el encuentro (renovado) con la comunidad. A veces también pienso en Felipe. ¿No lo hubiera gustado continuar en el acompañamiento del eunuco? ¿Quizás formar una comunidad? ¿Desaparezco para dejar que el otro siga creciendo en la fe? “El eunuco no lo vio más, y continuó su viaje muy contento” (Hch 8, 39b). Tomado de: Andrés Boone, S.D.B. Después de la pandemia, ¿qué catequesis?, Ediciones Universidad Finis Terrae 2020. Equipo DIDIPAC.


https://sanctoral.com/es

N

ació por el año 1303 en Finsta, región de Suecia. Sus padres Birger e Ingerborg fueron ricos terratenientes. Como suele suceder en estas vidas abundan las leyendas de su infancia porque es poco lo que de ella sabemos críticamente: Su madre salvó milagrosamente del peligro de muerte al dar a luz a Brígida; las varas con que intentaban castigar a la niña se rompían antes de herirla, etc...

Guerra de los Cien años y el tristemente célebre Destierro de los Papas en Aviñón. Al volver de Compostela su esposa, Ulf Gudmarsson, murió, dejando libre a su esposa Brígida para que se entregara a sus apostolados que ya venía haciendo con permiso de aquél. Un día, estando en oración, le pareció oír la voz de Dios que le hablaba de la misión que le iba a confiar. Le pide el Señor que funde un convento y que invite insistentemente al clero, a los príncipes y a todo el pueblo en general a que vivan dignamente la vida cristiana, a que se corrijan de sus pecados y a que hagan penitencia si no quieren recibir duros castigos de parte del Señor...

Lo que parece ser cierto es que sus padres eran muy buenos cristianos y que educaron en esta fe y piedad a la pequeña Brígida. También tuvo una tía muy piadosa y un hermano a quien llamaba «el novio de la Virgen» por su gran bondad y piedad hacia la Virgen María. Brígida pone manos a la obra y con ayuda del rey da comienzo a la Como sucedía por aquellos tiempos, construcción del Monasterio. Pronto el la casaron con un noble caballero rey se opone y hasta llega a derribar a la tierna edad de catorce años. cuanto se había edificado. Brígida no Con él tuvo ocho hijos que muy cede. Insiste en las órdenes recibidas poco se parecieron entre sí ya que de parte del Señor. Escribe la Regla unos arribaron a la santidad y otros para su Monasterio y marcha a Roma recorrieron caminos nada dignos de -no a Aviñón-, para ganar el Jubileo del ser imitados. Brígida se preocupó Año Santo y presentar su Regla para grandemente de la educación de sus que fuera aprobada por el Papa. Santa hijos y trataba de inculcar en ellos el Brígida se hace rodear de almas buenas santo temor de Dios y la práctica de las «los amigos de Dios» los llamaba virtudes humanas. ella, entre los que se encontraba su misma hija Catalina que también sería Fue llamada por la reina doña Blanca canonizada después por la Iglesia... a formar parte de las damas de su y pide al Papa que apruebe su Regla corte y en esta nueva misión trató de y su Orden... Pide al Papa también implantar e influir una auténtica vida que vuelva a Roma y que abandone el cristiana. destierro de Aviñón... Lo consigue, pero de nuevo el Papa vuelve a su sede de Estaba de moda en tiempos de Brígida Francia. La aprobación no llega hasta hacer la Peregrinación a Santiago de después de veinte años de confiada Compostela, cosa que hizo la santa espera. acompañada de su marido durante dos años. En este tiempo pudo apreciar Acompañada de «los amigos de Dios», dos grandes calamidades que asolaron marchó en peregrinación a la Tierra del la cristiandad durante tanto tiempo: La Señor, donde permaneció medio año

recibiendo grandes gracias de parte volver de su dura peregrinación, moría de Dios. Tanto aquí, como en Roma y santamente en Roma el 23 de julio de durante su peregrinación, iba obrando 1373. prodigios la gracia de Dios por su medio. Además de la célebre Orden Brigidiana Brígida maceraba bárbaramente su fundó la Orden del Santísimo Salvador cuerpo con duras penitencias y se que llegó a disfrutar de gran esplendor. entregaba todo el día a la oración y Tuvo célebres revelaciones de parte obras de caridad. Poco después de de Dios, aún hoy muy conocidas.

* CALENDARIO del MAGNÍFICAT : El Calendario del Santoral seguido por el Monasterio del Magníficat es el calendario tradicionalmente seguido en la Iglesia antes del Concilio Vaticano II, añadido de algunos recién Santos y Beatos. * CALENDARIO del VATICANO : Santos del calendario desde Vaticano II. (En él, la fecha de la fiesta de Santa Brígida es el 23 de julio).


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