Periódico Redes no. 415

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Centrales


4. La Misericordia es un estilo de vida cuya fuerza transforma en hermandad nuestros conflictos, nuestras rivalidades y nuestras violencias.

E

n este tiempo de contingencia es deseable y urgente que nos contagiemos de esperanza y alegría. La misma que brota del Evangelio y que nos invita a propagarla a mayor velocidad y con mayor eficacia que el Covid-19. Hoy precisamos un modelo de ser Iglesia al estilo de la figura del samaritano que presentó Jesús. (Lc 10). La Iglesia que sabe escuchar samaritanamente la realidad, la vida, los acontecimientos y las situaciones de la fragilidad humana, tiene en la Misericordia su más grande argumento de credibilidad. Para nosotros los creyentes, los discípulos de Jesús, la Misericordia tiene 4 grandes rostros que hemos de cuidar continuamente.

Don, opción, tarea y estilo de vida. En el Evangelio de Jesús, la Misericordia no es una teoría, no es una estrategia, no es una doctrina para enseñar o discutir, es ante todo una praxis una práctica donde se compromete todo el ser del misericordioso: vete y haz tú lo mismo. Le dijo al doctor de la ley, después de haber contado la parábola Para nosotros la Misericordia es del samaritano compasivo. todo, por ahí comienza todo. NO TENEMOS DERECHO A LA MI- Esta narración de Lucas que se ha mencionado mucho, SERICORDIA. nos hace comprender como 1. Es una gracia concedida por la samaritaneidad pasa por el Padre que nos entrega en una escucha que se hace de Jesús un sacramento. El sacra- muchas formas y se reflemento de su ternura inagotable. ja en signos muy concretos. Cuando uno lee el EvangeEs un don. lio de este texto los verbos 2. La Misericordia es una op- usados por Lucas. A propósición. También. Es fruto de nues- to, Lucas es el gran teólogo tra libertad como hombres y mu- de la teología de la escucha jeres que quieren vivir haciendo entre los cuatro evangelios. de su vida un programa de Mise- Hay unos estudios muy interesantes sobre toda la teoloricordia y de compasión. gía de la escucha contenida 3. La Misericordia es una tarea, en el Evangelio de Lucas. es un esfuerzo, es un trabajo constante de anuncio sin cesar Los verbos usados por san del Evangelio de la Misericordia Lucas son otras tantas formas de escuchar como gesy del perdón. tos de ternura samaritana.

Miren, estos son los verbos que usa en esta parábola: 1. Se le acercó. 2. Lo vio. 3. Se compadeció. 4. Lo curó. 5. Lo vendó. 6. Lo puso en su cabalgadura. 7. Lo llevó a la posada. 8. Lo cuidó. 9. Pagó por él. 10. Pidió que lo cuidaran. Todos estos verbos son otras tantas formas de escuchar, pero como gestos muy concretos de samaritanidad. Definitivamente la Misericordia sin gestos concretos, claros y visibles. No vale absolutamente nada sería como una farsa, una cobardía o una traición al Evangelio. El samaritano sabe escuchar por eso sabe servir. Ahora y temporalmente hemos suspendido la edición impresa del periódico REDES. Mediante esta versión digital pretendemos ser portadores del mensaje de la Iglesia que contiene la Buena Nueva del Evangelio.

Pido para vosotros la gracia de la luz y de la fuerza Espiritual en el sufrimiento, para que no perdáis el valor, sino que descubráis individualmente el sentido del sufrimiento y podáis, con la oración y el sacrificio, aliviar a los demás"


peregrina en México, en respuesta a nuestra misión de ser “pastores con olor a oveja” como pide el Santo Padre, deseamos acompañar a nuestro pueblo para caminar en la esperanza y en la confianza inquebrantable en el Señor, tomados de la mano de María de Guadalupe. Es verdad que humanamente el presente y el futuro inmediato nos ponen a prueba, es verdad que la tribulación nos puede traer la tentación de la desesperación, pero ahora más que nunca debemos acogernos a las palabras amorosas de María de Guadalupe: “Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?” (cf. Nican Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, humanidad también se ve sacudida por Mopohua). 25 de Marzo de 2020 la turbación e inquietud. Un pequeño ser vivo ha puesto de rodillas a la especie Celebremos la vida, amemos la vida, “Confío en ti, Señor. Me gozaré y humana y pone en cuestión nuestra defendamos la vida a tiempo y a arrogancia y soberbia. El coronavirus destiempo, desde su concepción y me alegraré en tu misericordia nos ha hecho reflexionar sobre nuestra en todas sus etapas hasta su muerte porque te has fijado en mi fragilidad, sobre la caducidad de la natural, no permitamos que el temor vida terrena y sobre las vanidades de nos arrebate la esperanza y apague aflicción” (Salmo 30) los poderes terrenales, pero al mismo nuestra entereza. Pedimos para tiempo, a la luz de la Anunciación, nuestros gobernantes y líderes de aprendemos a esperar y confiar en el la sociedad la prudencia y fortaleza A todo el Pueblo de Dios que Señor, de la mano de María, valorando necesarias para conducir a nuestra peregrina en México: el inmenso don de nuestra vida. nación. Pedimos por nuestros médicos, enfermeras y personal Les saludo fraternalmente en nombre Como Obispos de la Iglesia Católica que dedicado al cuidado de la salud, de Jesucristo, fuente de vida. Cada año el 25 de marzo celebramos la Solemnidad de la Anunciación, y en esta fecha la Iglesia conmemora el día de la vida humana, don de Dios desde la concepción hasta su muerte natural, para cada uno de sus hijos. En esta fecha y en el contexto de la crisis mundial de salud causada por el coronavirus, queremos transmitir este mensaje a los hombres y mujeres de buena voluntad de nuestro querido pueblo. Lo hacemos ante la mirada maternal de la Santísima Virgen de Guadalupe, nuestra madre tierna que nos recuerda que ella está cerca de nosotros en todo momento, en las alegrías y en las penas, en las preocupaciones y temores. El anuncio del ángel Gabriel a la Santísima Virgen María, y la respuesta de esta al llamado a ser Madre de Dios, constituye el inicio de la existencia del Hijo de Dios hecho hombre y de una espera dichosa que concluye con el Nacimiento del Salvador. Este hecho de la Encarnación pasó aparentemente desapercibido en medio del mundo con sus preocupaciones e ignorado por el poder de los imperios o la sabiduría de los grandes de la tierra (cf. Lucas 1, 2638), así es como Dios se hizo hombre. En los primeros meses de 2020 la

para que el Señor bendiga su labor y sea eficaz, así como para que vele por su salud y la de sus familias. Pedimos para cada mexicano la paz y la confianza en medio de la prueba. Invitamos a todos a elevar nuestras oraciones pidiéndole al Señor que nos escuche y venga en nuestra ayuda, que renueve a nuestro pueblo, un pueblo que valora y defiende la vida. Pedimos, de modo muy especial, a la Santísima Virgen de Guadalupe, que interceda por nuestro pueblo de México y lo libre de la pandemia del coronavirus. Madre Santísima, tú que quisiste hacerte presente en medio de nosotros bajo la imagen y advocación de Guadalupe, tú que has abrazado con ternura a cada generación de mexicanos que se alegran y lloran a tus pies, venimos con toda humildad y sencillez, a rogarte por nuestra grey para que obtengas del Señor la gracia de la liberación de nuestra patria de la pandemia del coronavirus. Lo hacemos desde el fondo de nuestro corazón, con la certeza de que tu amor maternal siempre nos acompaña. Fraternalmente +José Jesús Herrera Quiñones Obispo de Nuevo Casas Grandes y Responsable de la Dimensión Episcopal de Vida.


A

l atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacio ́ desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discip ́ ulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discip ́ ulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos. Es fácil identificarnos con esta historia, lo difić il es entender la actitud de Jesús. Mientras los discip ́ ulos, lógicamente, estaban alarmados y desesperados, Él permanecia ́ en popa, en la parte de la barca que primero se hunde. Y, ¿qué hace? A pesar del ajetreo y el bullicio, dormia ́ tranquilo, confiado en el Padre —es la única vez en el Evangelio que Jesús aparece durmiendo—. Después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas, se dirigió a los discip ́ ulos con un tono de reproche: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (v. 40). Tratemos de entenderlo. ¿En qué consiste la falta de fe de los discip ́ ulos que se contrapone a la confianza de Jesús? Ellos no habia ́ n dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaron. Pero veamos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (v. 38). No te importa: pensaron que Jesús se desinteresaba de ellos, que no les prestaba atención. Entre nosotros, en nuestras familias, lo que más duele es cuando escuchamos decir: “¿Es que no te importo?”. Es una frase que lastima y desata tormentas en el corazón. También habrá sacudido a Jesús, porque a Él le importamos más que a nadie. De hecho, una vez invocado, salva a sus discip ́ ulos desconfiados. La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto

esas falsas y superfluas seguridades con las que habia ́ mos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habia ́ mos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raić es y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad. Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos. «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, esta tarde tu Palabra nos interpela se dirige a todos. En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros, hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo. Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa. No nos hemos detenido ante tus llamadas, no nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo. Ahora, mientras estamos en mares agitados, te suplicamos: “Despierta, Señor”. «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti. En esta Cuaresma resuena tu llamada urgente: “Convertio ́ s”, «volved a mí de todo corazón» (Jl 2,12). Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás. Y podemos

mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espiŕ itu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espiŕ itu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Cuánta gente cada dia ́ demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras. «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discip ́ ulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere. El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas

donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado. El Señor nos interpela desde su Cruz a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la esperanza. Abrazar su Cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espiŕ itu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad. En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza. «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Queridos hermanos y hermanas: Desde este lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, esta tarde me gustaria ́ confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios. Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, “descargamos en ti todo nuestro agobio, porque Tú nos cuidas” (cf. 1 P 5,7).


te digo: “Tú eres mi refugio y mi heredad en el país de la vida”. Atiende a mis clamores, que estoy agotado; líbrame de mis perseguidores, que son más fuertes que yo. Sácame de la prisión, y daré gracias a tu nombre: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor. —Salmo 141—

Te Estoy Llamando ante el Peligro DOMINGO I I Vísperas Sabes que desde que estoy contigo, Jesús, decidí serte fiel, a tu proyecto más que al mío; fiel también a mí mismo, sostenido en los nuevos principios que rigen mi vida; y fiel a los demás, en especial a quienes son vulnerables. Pero hoy fue muy difícil mantenerme. Uno de esos días en que parece que todo sale mal. Me dio la impresión de que incluso mis mejores amigos, aprobaban que me corrompiera. ¡Qué difícil vencer mis tentaciones! ¡Cuánta inseguridad y miedo! Pero Tú me saliste al paso y al final aquí estoy, ileso. Por eso te invoco: Señor, te estoy llamando, ven de prisa, escucha mi voz cuando te llamo. Suba mi oración como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. Coloca, Señor, una guardia en mi boca, un centinela a la puerta de mis labios; no dejes inclinarse mi corazón a la maldad, a cometer crímenes y delitos; ni que con los hombres malvados

participe en banquetes. Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda, pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza; yo opondré mi oración a su malicia. Sus jefes cayeron despeñados, aunque escucharon mis palabras amables; como una piedra de molino, rota por tierra, están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba. Señor, mis ojos están vueltos a ti, en ti me refugio, no me dejes indefenso; guárdame del lazo que me han tendido, de la trampa de los malhechores. —Salmo 140, 1-9— A voz en grito clamo al Señor, a voz en grito suplico al Señor; desahogo ante Él mis afanes, expongo ante Él mi angustia, mientras me va faltando el aliento. Pero Tú conoces mis senderos, y que en el camino por donde avanzo me han escondido una trampa. Me vuelvo a la derecha y miro: nadie me hace caso; no tengo a dónde huir, nadie mira por mi vida. A ti grito, Señor;

Me voy a descansar por este día. Señor Jesús: gracias porque ahora descubro que a pesar de tu condición divina, no hiciste alarde, sino que te anonadaste a ti mismo. Quisiste pasar por uno de tantos. Y así, me enseñas a pasar por un hombre cualquiera y a aceptar mi muerte y mi vida, y a comprender mi cruz. Gracias por la vida y el amor de este día. Ve que doblo mis rodillas ante ti y proclamo que Tú eres mi Dios y mi salvador. Amén.


Pbro. Carlos Sandoval

H

El Señor nunca se cansa de invitarnos a su fiesta, la fiesta de la fe, la fiesta de la salvación.

oy que se presume, como nunca, de enormes desarrollos científicos, tecnológicos y económicos, que se habla de un sin fin de oportunidades, paradójicamente resulta que, al mismo tiempo, al ser humano se le dificulta encontrar respuestas satisfactorias a necesidades fundamentales como su realización, la felicidad y vivir con alegría. El corazón de muchos parece no encontrar plena satisfacción y, por tanto, un sentido de vida.

Esto tiene una causa: la posibilidad del ser humano de estar abierto al ser, a la verdad, a la belleza y a la bondad deja de ser un ejercicio cotidiano, pues “el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, la rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede lugar a lo provisorio” (EG 62). La misma ciencia y la tecnología, siendo tareas y área muy serias y con enormes beneficios, no resuelven lo más importante del ser, como son las necesidades interiores. En definitiva, hay necesidades que ni lo material ni el sustento puramente humano pueden resolver. Hay realidades donde se vuelven indispensables las propuestas de la fe. La experiencia de tantos, a lo largo de la historia, nos muestra que nada como “la alegría del Evangelio

puede llenar el corazón y la vida entera. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesús siempre nace y renace la alegría” (E G 1). Por el contrario, “el gran riesgo del mundo actual, con múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien…” (E G 2). La paz interior que suscita la verdadera fe siempre genera alegría y certeza, ya que es ahí donde el corazón se siente pleno, con la magnitud que sólo la amistad con Dios puede dar. Mientras que las seguridades que ofrece el mundo son transitorias y siempre dejan espacio a la duda, a la incertidumbre y a la desesperanza, la fe, que se funda en Cristo vivo, como la presenta el Evangelio, por el contrario, quita los miedos y ofrece paz y felicidad. La Iglesia tiene la dicha de ser

depositaria de ese tesoro divino de la fe. Un tesoro que implica un conocimiento de las cosas de Dios y, desde Dios, un conocimiento de la vida. No se trata de un simple sentimiento ni de un ritualismo vacío, pues la fe es también un tesoro que nos exige un modo de vida arraigada en el amor a Dios. Y, con las mismas exigencias, en consecuencia, nos exige un amor al prójimo.

con sentido claro. Es lo que estamos llamados a contagiar a aquellos que viven tristes, desesperados y sin rumbos seguros.

Recordando la tarea de la Iglesia, el Papa Benedicto XVI nos decía: “también hoy es necesario un compromiso eclesial (de todos) más convencido a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe”. Y aclara, “la fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo” (Porta Fidei, 7). La fe que nace del Evangelio es, en efecto, el tesoro que debemos compartir; esa es la dicha y la alegría que a muchos nos ha ayudado a vivir

nuestra vida. El hecho de ser hijos de Dios, la dicha de creer, la oportunidad de tener un Padreque nos ama y nos da como regla el amor, debe ser la fuente fundamental de nuestra alegría.

El Evangelio es el anuncio de la Buena Nueva que suscita alegría. Pero eso que creemos también lo celebramos en la Santa Misa, la cual es la fiesta de la fe. De esto se nutre y toma sentido

El Señor nunca se cansa de invitarnos a su fiesta, la fiesta de la fe, la fiesta de la salvación. Sólo aquí encuentra nuestro corazón la plenitud con que fue creado.

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Tips para vivir la MISA EN LÍNEA


P. Modesto Lule MSP

poder ser mejores padres de familia. Nadie nace con un chip en su mente para saber qué decir o cómo actuar en relación a sus comportamientos. Ciertamente, esto es verdad, pero basta que tengan un sentido de orientación para buscar los lineamientos necesarios que otros padres de familia ya han tomado y poder caminar por senderos más seguros e iluminados y evitar los tropiezos que otros han tenido. No hay pastillas para que los adolescentes se porten bien. Solamente hay buena educación y su seguimiento, realizado desde el primer día, por parte de los padres. Algunos padres esperan recibir respuestas, sobre la problemática

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aúl tiene 16 años y está causando problemas en su familia. Su misma madre dice que ya no encuentra qué hacer con él. Ha buscado muchas maneras de formarle pero no ha podido; su paciencia llegó al límite, tanto que, incluso, le ha corrido de la casa. Todo ese problema, según ella, comenzó cuando Raúl nació y los doctores dijeron que tenía un problema en el corazón. No era el primer hijo que tenían, de hecho, él era ya el tercero en la familia, pero ahora los doctores les habían alarmado al decirles que su hijo necesitaba muchos cuidados para que siguiera una vida normal. Su preocupación se fue hasta el otro extremo, buscaron todo tipo de ayuda y cuidados para que Raúl creciera sin ninguna preocupación. Toda la familia, al enterarse de la situación de enfermedad en Raúl, incrementó sus manifestaciones de cariño, de manera que siempre buscaron darle regalos, pues se imaginaban lo peor. Actualmente ya no le hablan a Raúl y su misma madre les culpa por haberlo consentido a tal grado que ahora ya no encuentra la salida, pues el muchacho le pide a ella cosas no puede costear por la vida al día que llevaban. Los familiares, cuando Raúl era niño, se desvivían por él y le compraban todo lo que señalaba con la mano cuando caminaba por los establecimientos o lo que miraba por televisión. No se le

exigía como a los otros hermanos en cuestión de los aseos y quehaceres del hogar, porque tenían el temor de que fuera a agitarse y le fuera dar un colapso. Dejaban que durmiera o hiciera como él quisiera e incluso abandonó la escuela porque no le gustó. Para todo esto los doctores no supieron explicarles o ellos no lograron entender que la enfermedad que tenía en el corazón Raúl no era para que le dieran una vida como la que le dieron y lo llevó a creerse el centro del universo. Conforme iba creciendo, los que le conocían prácticamente se retiraron de su área para no verse chantajeados. Raúl, con el paso de los años, había aprendido la manera de manipular conciencias y se hacía el enfermo cuando veía que las cosas que pedía no se las querían proporcionar. El muchacho caprichoso era inaguantable y sus mismos hermanos buscaban siempre estar fuera de casa para no estarle soportando sus berrinches. Raúl había sido deformado por unos padres y familiares que no entendieron bien su enfermedad. Su egoísmo fue creciendo de forma imparable hasta el punto de querer gobernar sobre su propia familia. Los seres humanos pocas veces recurren a una formación para

del mal comportamiento de los hijos adolescentes, pero con unos pocos consejos recibidos, no se solucionan los años de haber consentido todo, es un largo proceso educativo. Modificar el mal comportamiento de los adolescentes, es un procedimiento de ensayo y error, costoso, lento y no exento de sacrificios. Por eso, cuanto antes empiecen los padres a intentar modificar el comportamiento de los adolescentes, será mucho mejor. Y si lo pueden hacer desde que son niños, obtendrán mucho mejores resultados. No anden por los malos caminos que otros han recorrido. Hasta la próxima.


E

l 19 de marzo, la comunidad parroquial de San José, en Cortazar, Gto., celebró con gran alegría la festividad de su santo patrono, aunado al gran acontecimiento del año jubilar por el 300 aniversario del culto al Señor San José y de la fundación de la ciudad, que en un principio se llamó San

José de los Amoles. En la santa Misa, presidida por el Sr. Obispo Benjamín Castillo, acompañado del párroco, RP Fray Gerardo Crespo, los padres franciscanos y algunos sacerdotes invitados, que presenciaron la apertura de la puerta santa de la parroquia.

C

on ocasión de la fiesta patronal en honor a San José, la parroquia de la colonia Las Flores de Celaya, encomendada a su patrocinio, tuvo diversas actividades y celebraciones en su honor, tales como una procesión con el Santísimo Sacramento por algunas calles de la colonia con motivo del XVII Aniversario de la

Adoración Nocturna, la renovación del servicio de los ministros extraordinarios de la comunión, la Confirmación de adolescentes y jóvenes, presidida por el Sr. Obispo Benjamín Castillo, un partido de futbol entre sacerdotes y padres de familia y eventos culturales, festividad encabezada por el Sr. Cura Fernando Arellano.


U

n proyecto que ha florecido en el templo del barrio de Tierras Negras ha sido la banda juvenil, promovida por el P. Rogelio Segundo Escobedo, conocido sacerdote que ha trabajado en el área de la pastoral social desde hace muchos años, recordando, por ejemplo, proyectos como el comedor comunitario del barrio, la casa del migrante en la colonia Santa Teresita, en la que colabora junto a Cáritas diocesana, cocinas ecológicas y cooperativas en comunidades rurales, trabajo con hermanos emigrados a Estados Unidos y últimamente, la pastoral del turismo religioso, trabajando de la mano de dependencias de gobierno para apoyar para que los beneficios lleguen siempre a sus destinatarios. Es por eso llamativo que, entre esos trabajos en favor de la comunidad, surgiera hace unos 8 años, la banda juvenil Tierras Negras, en la que los niños, ahora adolescentes, que la han formado, hayan notado mejorías en su vida y desempeño escolar desde que son parte de ella. Presentamos, a continuación, César Sandoval Tiene dos años en la banda, empezó porque su abuelita le dijo que entrara, toca la trompeta y le gusta mucho pertenecer a ella. Dice que le ayuda a sacar buenas calificaciones en la escuela Víctor Javier Martínez Ríos Está en la banda desde hace cuatro años, su abuelita lo llevó porque dice que su hermano ya tenía un año ahí y que le comentó que le gustaría verlo también a él tocar un instrumento. Toca el trombón, lo que le gusta muchísimo. Comenta que también le ha ayudado a mejorar su promedio en la escuela y que para presentarse en público le ha servido para no tener pánico escénico. Se reúnen los primeros martes de mes pronto, ella planea pertenecer muchos a tomar clases e invita a todos los niños años y recomienda a otros niños que que ya sepan leer a integrarse a la estén interesados a acercarse a ella. banda. Carlos Alberto Caballero Ari Carrillo Tiene 7 años tocando la tambora en la Ari tiene 15 años y desde hace 5 toca la banda, dice que le ha cambiado la vida armonía. Empezó en la banda porque porque ha conocido nuevas personas, su mamá la llevó, pero después fue ha hecho viajes y tenido nuevas decisión suya seguir. Dice que, gracias experiencias. También comenta que a la música ha cambiado su vida porque en la escuela le ha ayudado mucho, ha mejorado en sus estudios, en su en especial en los problemas de comunicación y en muchos aspectos matemáticas porque leer las notas sociales. Comenta que no hay tiempo musicales y tocar, le sirve a desarrollar límite para pertenecer a la banda, por lo la mente.

Por: Mónica Muñoz


lavoz.com.ar/

En una situación de "confianza básica" las personas pueden alternar entre los tres movimientos de manera espontánea y adecuada a cada momento (la capacidad de dar y recibir afecto, de ceder, de luchar y de retirarse), pero al sentir que estamos en un territorio precario vamos a recurrir de manera rígida y extrema a los mismos.

E

stamos en aislamiento social, lo que implica permanecer en casa evitando el contacto físico directo con otras personas o con objetos que pudieran portar el tan temido Coronavirus Covid-19.

Esto se va a ver incrementado si a la incertidumbre general se agrega la preocupación financiera personal o familiar, al no poder salir a trabajar y generar los recursos económicos durante el período de aislamiento.

Ya sabemos qué hacer para evitar el contagio, cómo mantener la higiene y cómo saludarnos. Pero en la convivencia permanente forzada en la que nos encontramos también es necesaria una higiene mental.

Es muy importante poder recurrir, en diferentes momentos del día al sentido del humor, poder reírnos es fundamental para momentos como estos, ya que es una forma de procesar la situación.

Así el afecto se hace dependiente, se pelea sin tener en cuenta los verdaderos sentimientos o se distancia siempre ante el menor indicio de conflicto. Así en la interacción cercana y permanente de la cuarentena se hace más difícil, ya que si uno de los integrantes de un sistema se pone extremo y rígido en su modo de relación los demás se quedan sin muchas opciones para interactuar. Respetemos los tiempos y modos de cada quien, a veces van a necesitar estar más aislados o callados, respetemos la intimidad sin invadirla, y compartamos también en otros momentos.

Adaptación creativa Ordenar el tiempo en el día a día es muy importante, determinar los momentos de trabajo, de ocio, de descanso, y tratar de mantener una rutina ordenada, flexible y sin las corridas habituales, ya que el tiempo de traslado y las complicaciones de salir a la calle van a estar resueltas. Entonces pautar los momentos para los chicos de enfrentar este nuevo desafío de hacer la escuela en casa. Somos seres que vivimos y nos desarrollamos en contacto con otras personas y con el entorno. En ese contacto, las funciones psíquicas se ocupan, diciéndolo de manera muy simple, de regular ese contacto. En esa tarea la adaptación y acomodación que se realiza es de una creatividad permanente, es una “adaptación creativa” que implica asimilar lo que necesitamos para nutrirnos y filtrar lo que nos resulta nocivo.

Promover una convivencia en esta nueva forma, con más tiempo de contacto y de permanencia requiere una nueva organización, seguramente habrá roces y peleas que habitualmente no se dan por las salidas a la escuela y el trabajo, tratemos de sostener el diálogo, el compromiso con el grupo que hemos conformado, los lazos con los afectos y amistades que están en A esa capacidad podemos recurrir ante una situación tan nueva como esta, una sus casas también. crisis implica una posibilidad siempre de Intentemos una comunicación genuina, cambio y aprendizaje.

Para prevenir posibles futuros inconvenientes es muy importante (según una revisión de Brooks, Webster & Smith del 14 de marzo de 2020) intentar que esta experiencia sea lo más tolerable posible: sabiendo qué está pasando y por qué, qué podemos hablando cada uno de sí mismo y no de hacer mientras tanto. los demás, en especial de las emociones y sensaciones, tener paciencia y Nosotros y los otros poder alternar en los roles adultos de La psicóloga alemana Karen Horney contención y frustración, en especial define en 1937 a la "angustia básica" con los menores, los padres deben asumir sus roles de ser quienes están a No es patológico sentirlos, no evitemos como “la sensación de estar aislado cargo, pero pueden turnarse para poner las emociones, sí podemos regular, en y solo en un mundo potencialmente los límites, así no se estereotipan. lo posible, su expresión: identificando hostil” y considera que es un punto con la mayor claridad posible en de inicio en la construcción de una A los niños no habría que darles más relación a qué fenómeno sentimos lo forma de relacionarse neurótica (la contrapone a una forma más saludable información sobre el tema que la que que sentimos. a la que llamaba Erik Erikson "confianza necesitan, cómo prevenir el contagio, qué le pasa a los que se enferman, y Es decir, si con el encierro me frustro, si básica"). aprovechar a preguntarles qué han con las noticias me asusto y no sé qué entendido de todo esto para poder ir hacer, si me enojo con el primero que Tomando el concepto y trasladándolo ayudándolos a procesar la información se cruza, trato de comentar qué siento y a la situación actual, estamos en una y saber qué sienten ante esta situación de cobrar conciencia en relación a qué situación de angustia básica por una tan atípica. es esa sensación o emoción. Si puedo amenaza externa potencial muy grande. la comunico a quienes me acompañan Ante semejante amenaza vamos a Otro aspecto, que está de moda para que sepan cómo estoy, y si puedo emplear los mecanismos adquiridos mencionar últimamente, es la empatía, les digo qué necesito (quejarme, llorar, durante nuestra vida para afrontar esa que es “ponerse en el lugar del otro y gritar) para que me puedan entender sensación de angustia básica. tratar de sentirse como él o ella”, es y/o ayudar. Horney planteaba que para resolver la capacidad de percibir, compartir o inferir los sentimientos, pensamientos y Es inevitable que sintamos ansiedad ésta situación las personas tienden a emociones de los demás. fijarse en uno de los tres movimientos o que nos angustiemos ante una posibles en relación a los otros: ir hacia incertidumbre tan grande, ante una los otros, alejarse de los otros o ir contra Para eso necesito reconocer a las posible amenaza externa tan enorme. demás personas como iguales a mí, los otros. El encierro y el aislamiento pueden despertar algunas emociones como miedo intenso, irritabilidad, enojo, falta de concentración, angustia y ansiedad. Si fuera otra situación u otro contexto podría tratarse de un diagnóstico en sí mismo, pero estamos en una situación novedosa, extraordinaria y única en nuestra historia, entonces estos son procesos transitorios, que van a pasar en un tiempo.

y a mí como igual a los demás. Es una buena oportunidad de ajustar esa capacidad, tratando de interactuar compartiendo en voz alta con quienes estamos en aislamiento lo que pensamos, lo que sentimos, y nos pasa, incluso preguntando “¿Qué piensas?” “¿Cómo estás?” “¿Cómo te sientes?”.

Recuperar la posibilidad de ver que muchas de las actividades u objetos que solemos buscar en el exterior también están en nuestro hogar. Los niveles de exigencia habituales necesitan revisarse y adecuarse a este tiempo, ya que mucho de lo que hacemos con el ritmo de vida “normal” es mucho más acelerado, y hoy se puede relajar (sin abandonar) algunos tiempos. Ejemplo, el desayuno o el almuerzo, pueden realizarse con calma porque no hay que salir a trabajar o a la escuela. Recuperar la capacidad de jugar, de compartir sin competir, de divertirnos en grupo o en familia. Y se puede aprovechar a contar anécdotas y la historia familiar que a veces queda relegada, saber de dónde venimos, que hacíamos cuando éramos chicos, en la escuela, en el barrio. Es una forma de recuperar recursos que hoy pueden ser de mucha ayuda y que empleábamos en esa época.


P. Mateo Calvillo Paz pecados graves que se hayan cometido. Si sólo hay pecados veniales es necesario dolerse al menos de uno, o confesar algún pecado de la vida pasada.

L

a situación mundial que ha generado el COVID-19 (Coronavirus), ha llenado de nerviosismo a muchas personas. Si bien la tasa de mortalidad es más baja que otras enfermedades como el SARS y el MERS (causados también por otros tipos de coronavirus), indudablemente ha planteado a muchos creyentes algunas consideraciones acerca de vivir sin los auxilios sacramentales y más aún, morir sin la asistencia de un sacerdote o no recibir los últimos sacramentos. Los fieles preguntan ¿Qué sucede si tengo pecados y estoy muriendo y no hay cerca ningún sacerdote que me administre los últimos auxilios espirituales? La respuesta esperanzadora es: tener una contrición perfecta. Pero ¿en qué consiste la verdadera contrición? ¡Toma tu Biblia y vamos a averiguarlo! 1. La “atrición”. Es un pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios por temor a los castigos que Él puede enviar en esta vida y en la otra, o por la fealdad del pecado cometido, que es una ingratitud para con Dios y un acto de rebeldía (ej. Jonás 3). La atrición es dolor imperfecto, pero basta para la CONFESIÓN. No es lo mismo tener dolor de los pecados cometidos por miedo de ir al infierno (atrición) que sentir pena por haber ofendido a la Bondad Divina (contrición). 2. ¿En pecado grave y peligro de muerte? Cuando uno, en peligro de muerte, está en pecado grave y no tiene cerca un sacerdote que le perdone sus pecados, hay OBLIGACIÓN de hacer un ACTO DE PERFECTA CONTRICIÓN CON PROPÓSITO DE CONFESARSE CUANDO PUEDA. El acto de contrición le perdona sus pecados, y si llega a morir en aquel trance, SE SALVARÁ. Pero si se arrepiente sólo con atrición, NO consigue el perdón de sus pecados graves, a menos que se confiese, o reciba la unción de los enfermos. Se salvarían muchos más si se acostumbraran a hacer con frecuencia un acto de contrición bien hecho. Deberíamos hacer un acto de contrición siempre que tengamos la desgracia de caer en un pecado grave. Así nos ponemos en gracia de Dios HASTA QUE LLEGUE EL MOMENTO DE CONFESARNOS. Deberíamos hacer actos de arrepentimiento cada

noche, y cada vez que caemos en la cuenta de que hemos pecado. Dios está deseando perdonarnos. Pero si no le pedimos perdón, no nos puede perdonar. Sería una monstruosidad perdonar una falta a quien no quiere arrepentirse de ella. «De Dios no se ríe nadie». 3. El verdadero arrepentimiento incluye el pedir perdón a Dios. «No sería sincero nuestro arrepentimiento si pretendiésemos despreciar el modo ordinario establecido por Dios para perdonarnos» (P. Jorge Loring): la CONFESIÓN. Un sencillo acto de contrición puede ser: «Dios mío, yo te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas. Yo me arrepiento de todos mis pecados, porque te ofenden a Ti, que eres tan bueno. Perdóname y ayúdame para que nunca más vuelva a ofenderte». Y si quieres uno más breve para momentos de peligro: «Dios mío, perdóname, que yo te amo sobre todas las cosas». 4. La contrición perfecta es un pesar sobrenatural del pecado POR AMOR A DIOS, por ser Él tan bueno, porque es mi Padre que tanto me ama, y porque no merece que se le ofenda, sino que se le dé gusto en todo y sobre todas las cosas. «Entre los actos del penitente, la contrición es considerada por los teólogos la parte más esencial e insustituible» (P. Loring). El dolor de los pecados es lo más importante de la confesión, es indispensable: sin dolor no hay perdón de los pecados. POR ESO ES UN DISPARATE ESPERAR A QUE LOS ENFERMOS ESTÉN MUY GRAVES PARA LLAMAR A UN SACERDOTE. Si el enfermo pierde sus facultades, ¿podrá arrepentirse? Pues sin arrepentimiento, no hay perdón de los pecados, ni salvación posible. El dolor debe tenerse -antes de recibir la absolución- de todos los

5. Dolor de los pecados es arrepentirse de haber pecado y de haber ofendido a Dios. Arrepentirse de haber hecho una cosa es querer no haberla hecho, comprender que está mal hecha, y dolerse de haberla hecho. El arrepentimiento es un aborrecimiento del pecado cometido; un detestar el pecado. No basta dolerse de haber pecado por un motivo meramente humano. El arrepentimiento es «dolor del alma». Para una buena confesión basta que se tenga un deseo sincero de tenerlo. Quien diga sinceramente «quisiera no haber cometido tal pecado» tiene verdadero dolor. 6. Examen de conciencia. Consiste en recordar los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha. El examen se hace antes de la confesión para decir después al confesor todos los pecados que se han recordado; y cuántas veces cada uno, si se trata de pecados graves. Si sabes el número exacto de cada clase de pecados graves, debes decirlo con exactitud. Pero si te es muy difícil, basta que lo digas con la mayor aproximación que puedas: por ejemplo, cuántas veces, más o menos, a la semana, al mes, etc. Y si después de confesarte recuerdas con certeza ser muchos más los pecados que habías cometido, lo dices así en la próxima confesión. Pero no es necesario que después de confesar sigas pensando en el número de pecados cometidos, pues entonces nunca quedarías tranquilo. Si hiciste el examen con diligencia, no debes preocuparte ya más: todo está perdonado. El examen debe hacerse con diligencia, seriedad y sinceridad; pero sin angustiarse. La confesión no es un suplicio ni una tortura, sino un acto de confianza y amor a Dios. No se trata de atormentar el alma, sino de dar a Dios cuenta filial. Dios es Padre. El examen de conciencia se hace procurando recordar los pecados cometidos de pensamiento, palabra y obra, o por omisión, contra los mandamientos de la ley de Dios, de la Iglesia o contra las obligaciones particulares. Todo desde la última confesión bien hecha. Para quien se confiesa con frecuencia, basta una mirada seria y sincera a su conciencia, con arrepentimiento y propósito de enmienda, pensando en el modo de evitar las ocasiones de pecado. Quien ha tenido la desgracia de pecar gravemente, si quiere salvarse, no tiene más re-

medio que confesarse para que se le perdonen sus pecados, pues el sacramento de la penitencia ha sido instituido por Cristo para perdonar los pecados cometidos después del bautismo. Es cierto que, con el acto de PERFECTA CONTRICIÓN, puede uno recobrar la gracia, pero para esto hay que tener el propósito firme de confesar «después estos pecados, aunque estén ya perdonados; pues Jesucristo ha querido someter al sacramento de la CONFESIÓN todos los pecados graves. «Por voluntad de Cristo, la Iglesia posee el poder de perdonar los pecados de los bautizados, y ella lo ejerce de modo habitual en el sacramento de la penitencia por medio de los OBISPOS y de los PRESBÍTEROS». Por eso NO puedes decir: “Yo voy directamente a confesarme con Dios, sin sacerdote”. ¡Gran error! Este sacramento se llama también de la RECONCILIACIÓN, pues nos reconcilia con Dios y con la Comunidad Cristiana de la cual el pecador se separa vitalmente, al perder la gracia por el pecado grave. En conclusión: NO VIVAS NUNCA EN PECADO. Si tienes la desgracia de caer, ese mismo día haz un acto de contrición perfecta, y luego CONFIÉSATE CUANTO ANTES. No lo dejes para después. El que se confiesa a menudo no es porque tenga muchos pecados, sino para NO TENERLOS. El que casi nunca se lava, estará más sucio que el que se lava a menudo. Hoy mucha gente va al psiquiatra o al psicólogo. Es posible que el psiquiatra cure; pero, desde luego, no perdona. Y muchos para tener paz necesitan sentirse perdonados. Cuando uno se siente perdonado, tiene paz. Arrepentirse de lo malo que hayamos hecho, y pedir perdón a Dios es lo único que nos da paz. Y Dios perdona todo y del todo, si le pedimos perdón. Para eso ha hecho la CONFESIÓN. «Es dogma de fe que cuando Dios perdona, perdona de veras. (…) Si pensáramos otra cosa, cometeríamos un pecado mortal». La MISERICORDIA de Dios es infinita. «Como el viento norte borra las nubes del cielo, así mi misericordia borra los pecados de tu alma» (cf. Isaías 44,22). «Cogeré tus pecados y los lanzaré al fondo del mar para que nunca más vuelvan a salir a flote». (Miqueas 7,19) Pero también Su JUSTICIA es infinita, y por lo tanto no puede perdonar a quien no se arrepiente. Esto sería una monstruosidad que Dios no puede hacer. Así que… ¡Reconcíliate y Ánimo! ¡BENDICIONES!


En nuestra catequesis anterior vimos: LA SEGUNDA LECTURA. Ahora veremos: EL ALELUYA. Al terminar la Segunda Lectura y antes de la proclamación del Evangelio, se canta el “ALELUYA”. Es una palabra hebrea que significa: “ALABAD A YAHVÉ, ALABAD A DIOS”. Este es un grito que significa Alegría, Triunfo, por eso siempre debe de ser cantado. Es la alegría de la Asamblea por la Palabra de Dios hecha carne; es decir, Jesús que enseguida escucharemos en el Evangelio. En tiempo de Cuaresma se suple con: “El Honor y Gloria a Ti, Señor Jesús”.

A

nte la contingencia sanitaria que vive México, el 22 de marzo los padres del templo de San Francisco de Celaya, decidieron bajar de su nicho a la venerada imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de Celaya, para que los fieles pudieran orar y pasar bajo su manto, solicitando su protección, rogando además para que la pandemia termine pronto y todos puedan volver a sus actividades acostumbradas. Se pidió a quienes asistieran, seguir las recomendaciones de no tocar nada y guardar la sana distancia para evitar contagios.

La palabra “ALELUYA” se repite dos veces y se intercala un versículo, por lo general tomado del Evangelio que va a ser proclamado, que recita el lector. Cuando no hay Segunda Lectura, como entre semana, el Aleluya se canta después del Salmo Responsorial. “Esta aclamación del Aleluya constituye por sí mismo un rito… en que la asamblea de los fieles recibe al Señor que le va a hablar en el Evangelio, lo saluda y confiesa su fe con el canto”. (Instrucción general del Misal Romano # 62)


P. Pedro Figueroa

M

uy apreciable lector de REDES, deseando te encuentres bien, te saludo fraternalmente. Hoy en medio de esta contingencia sanitaria como medida precautoria, debemos de aprender vehementemente que, el ritmo agitado que llevamos, no siempre favorece, por más que nos reditúe en el campo de las cosas materiales y de los gustos que en algunas ocasiones nos pudiésemos llegar a dar, o bien, en algunos que para ellos, ya es algo de lo cotidiano. No pudiendo vivir sin ciertas cosas innecesarias y que, bajo circunstancias como las que se experimentan en estos momentos, son difíciles de manejar. Analicemos escuetamente que, la mortificación, nada tiene que ver con un placer o gozo por el sufrimiento o una evasión de la realidad que necesita ser atendida con carácter de urgencia. La mortificación deberá de estar respaldada por una toma de conciencia de lo que verdaderamente es la conciencia en cada uno de nosotros, sabiendo que es la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que es sí mismo experimenta. O el conocimiento interior del bien y del mal. También el conocimiento exacto y reflexivo de las cosas, según el diccionario esencial de la real academia española. O bien, como lo entendemos los que formamos parte de la Iglesia, en el ámbito moral: “En lo más profundo de su conciencia, el hombre descubre

una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándolo siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón... La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que se encuentra a solas con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella” (GS 16). Teniendo dicho presupuesto, debemos de poner lo que es en realidad el pecado que, hoy no parece existir “conciencia” de él. Por ello, entendamos que, “el pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna” (Cfr. San Agustín – Santo Tomás). Y de aquí, podemos comprender que vendrá, la oración, la penitencia y entonces sí, la mortificación tendrá sentido para “atacar” lo que deseamos combatir y salir triunfadores en el campo de los deleites sensitivos que nos van aplazando la vida de perfección, de santidad y de justicia. Decía Santa Teresa del Niño Jesús: “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la

prueba como desde dentro de la alegría”. Pues no debe de faltar en este ámbito a dónde deseamos llegar, purificarnos. La penitencia está muy unida a la mortificación por la expiación de los pecados cometidos, de tal manera que, en resumidas cuentas, se da por “efecto cascada” la retribución como necesaria, siendo la muestra palpable de un perdón encarnado, vivencial,sin olvidar que, el primer ofendido es Dios. Y sí, se le debe una retribución, un desagravio. Cuando hay perdón, no sólo es para el que lo pide, sino también para el que perdona la ofensa. Es precisamente un arte, tanto el pedir perdón como el ser perdonado. Y es pues que, en la medida que se pide perdón, se perdona a sí mismo y se sana la herida causada por el pecado. Y se demuestra ese arrepentimiento, excluyendo, el “miento”, pues, no hablamos de palabras compuestas sino de acciones que se conjugan. Donde hay coherencia de lo que se dice, se siente, se vive y se demuestra, “ese arrepentirse”, es una retractación y por lo mismo, se da como fruto, una muestra de dicha “acción del espíritu”, de ahí, se da la retribución, la compensación. Sí, no hablamos de que se solucionen las cosas y queden como estaban y se tenga después la errónea concepción de que no pasó nada. No. Pues, hay memoria pero, no se trata sólo de ajuste de cuentas sino, de ir más allá de lo que se ve, de lo que se siente. Es un cambio de perspectiva únicamente subjetiva que repercute en lo objetivo, se es más preciso, se dan frutos. Por el lado del “ofendido” no

podemos omitir que espera una muestra de sincero arrepentimiento de cuando se le pide perdón. Así mismo, de todos lo deleites del ámbito sensorial de la materia, debemos de aplicarnos en las mortificaciones para lograr despegar de una manera más ligera hacia nuestra meta última y primordial: el cielo que nos está aguardando desde la creación del mundo como los benditos de Dios (Mt 25, 34). Saludos y bendiciones. Hasta la próxima.

Decía Santa Teresa del Niño Jesús: “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.


Redacción ACI Prensa/EWTN Noticias

lugar que Dios me ponía” como los buses y la correccional de menores. A los 18 años sintió el llamado a la vocación sacerdotal e ingresó al Seminario de Loja sobreponiéndose a la oposición de su padre. “Él me decía: tú no puedes ser sacerdote porque tú debes saber bien quién eres”.

Yo podría estar en un tacho de basura, pero a mí se me dio la vida”, afirma el sacerdote Luis Alfredo León Armijos, de Loja (Ecuador) quien a sus 41 años comparte su historia al haber nacido tras una violación cuando su madre tenía solo 13 años. El presbítero también cuenta cómo conoció y perdonó a su padre a quien llegó a confesar y que ahora lleva una vida de fe. En diálogo telefónico con ACI Prensa el 6 de febrero, el sacerdote diocesano y párroco de la Parroquia San José en Loja, relató que su madre, María Eugenia Armijos Romero, a su corta edad cuidaba y limpiaba una casa en Loja para ayudar a sus padres y a sus siete hermanos: “el dueño de la casa aprovechando que estaba solo, abusó de ella dejándola embarazada”.

de Cuenca donde sobrevivió por sus propios medios. El domingo 10 de octubre de 1971 a las 10:00 a.m., en un parto lleno de complicaciones por su corta edad y su pequeña contextura, nació Luis Alfredo con algunos problemas respiratorios que el amor de madre también ayudaron a sanar. Después de un tiempo y con la ayuda paterna, María volvió a Loja para empezar “una vida como madre soltera. Le tocó quedarse a cargo de su violador –mi padre – quien acepta reconocerme y hacerse cargo de mi, pero eso no quiere decir que las cosas estaban sanas entre ellos”, relató el P. León.

El presbítero recuerda que su “padre visitaba siempre la casa y cumplía con nosotros. Ellos (sus padres) tuvieron 3 hijos más, y mi relación con él era distante pero buena. A pesar del rechazo de su familia que Le tenía mucho respeto, infundía “no quería que nazca el bebé por lo autoridad, conmigo ha sido muy que la golpeaban en la barriga y le fuerte, me llevaba a trabajar”. dieron bebidas para que abortara”, María siempre defendió la vida de Cuando el P. León tenía 16 años su hijo y al verse sola y sin apoyo lo invitaron a la Renovación “oró y sintió en su corazón que el Carismática donde “tuve mi primer Señor le decía: defiende ese niño encuentro con Cristo, aprendí de su amor maravilloso”, y comenzó a que está en ti”, contó el P. León. María huyó de Loja hacia la ciudad predicar y dar catequesis “en todo

la Iglesia a mí también me está haciendo ver el cielo, y en ese momento mi padre se lleno de lágrimas”.

Cuando el P. León predica a madres gestantes que pasan por dificultades les recuerda que así como Jeremías, Dios forma en el vientre la vida de un hijo, y que Con un permiso especial del Obispo no lo vean como “un hijo que trae por su corta edad, fue ordenado a los sufrimiento, que trae dolor, yo les 23 años: “fue toda una bendición para digo que un hijo trae la salvación, mi vida”, recuerda. trae bendiciones”. Dos años después ingresó al Camino Neocatecumenal y su madre le “Como Jesucristo que fue insultado, contó, tras terminar la relación con su perseguido, ya desde niño fue causa padre, cómo fue que vino al mundo. y cruz del dolor, en sus hijos reciban Eso marcó el punto de inicio para un la bendición de Jesús” agregó. camino de reconciliación de ambos. El sacerdote ayudó a su mamá a El presbítero aconseja a los hijos entender que no podía odiar a su que conozcan bien “la historia de padre y que Dios la invitaba a amar uno. Aprendan a ver las cosas su propia historia. desde el amor de Dios. Uno puede enterarse de su historia y odiar la El sacerdote relató a ACI Prensa que propia vida, juzgar a Dios como me con esta experiencia él comprendió había pasado a mí, pero descubrí que siempre había predicado a los que el amor de Dios había estado demás del amor de Cristo en sus ahí cuidándome la vida”. vidas y ahora entendía que “Dios me permitía ser sacerdote no para “Joven, si el padre de la tierra se ha juzgar sino para perdonar, para ser equivocado y te ha fallado, el padre instrumento de su misericordia, y yo Dios nunca nos ha fallado. Si eres había juzgado mucho a mi padre por hijo e madre soltera debes ver en todo”. tu vida cómo el padre Dios te ha cuidado”, exhorta. Años más tarde recibe una llamada de su padre “se iba a operar y le “Yo pude estar en un tacho de daba miedo, y me dijo: quiero que me basura, pero a mí se me dio al vida, confieses”. Después de unos 30 años yo digo es una gratuidad, todo lo que no comulgaba, “mi padre regresa que tengo, la vida en sí misma es a la comunión, a la Eucaristía”. un don exquisito que Dios da”, concluyó. “Yo le decía: papá, usted merece el cielo, una vida eterna, así como

“Yo pude estar en un tacho de basura, pero a mí se me dio al vida, yo digo es una gratuidad, todo lo que tengo, la vida en sí misma es un don exquisito que Dios da”, concluyó.


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a comunidad creyente es el espacio privilegiado del Espíritu y la mejor obra realizada por Él. En ella El despliega su fuerza, siendo al mismo tiempo creador de unidad y de diversidad. La experiencia cristiana ha resaltado desde siempre, que el Espíritu del Señor es origen tanto de la comunión como de las diferencia en la Iglesia. El relato de Pentecostés es un claro ejemplo en este sentido. Desde los comienzos se da la certeza de que el Espíritu, paradójicamente, es creador y principio rector tanto de la comunión eclesial como de la diversidad en sus expresiones de doctrina, de espiritualidad, de celebración y de ministerios. Diversidad y unidad son dos corrientes que alimentan la vida de la comunidad. Por eso la Iglesia es sacramento de la comunión de Dios entre los creyentes, al mismo tiempo que sacramento de la diversidad de Dios entre los discípulos del Señor. (Rom 12, 4-8; 1Cor 12, 4-11; Ef 4, 11-13; 1Pt 4, 7-11). El sujeto principal del Ministerio pastoral es la comunidad cristiana en su totalidad Ella es el beneficiario primero y sujeto primordial del Espíritu, que distribuye los carismas, los servicios, las tareas y las funciones, de tal manera que nadie (persona, institución, estructura o movimiento) puede arrogarse los ministerios como dueño absoluto. Sería tanto como pretender quitarle al Espíritu

la libertad de “soplar donde quiere”. El centro de los ministerios es la comunidad, que es al mismo tiempo fuente, lugar y meta de los mismos. La ministerialidad afecta por igual a laicos y pastores. No hay oposición entre laicos y pastores, porque todos están llamados a ejercer ministerios. De lo anterior se pueden sacar cinco consecuencias importantes: a) Que ministerios ordenados y laicales pertenecen y se desprenden del tronco común de la vocación ministerial de la Iglesia, como obra del Espíritu. b) Que entre los laicos hay 3 clases de ministerios que han de respetarse: los espontáneos, que nacen de la vida del pueblo sencillo y creyente, los reconocidos, que nacen para responder a las necesidades concretas de la comunidad, los instituidos que nacen de la decisión de los pastores y el deseo de los que reciben el ministerio. c) Que las dimensiones proféticas, celebrativa, comunional y promocional, además de ser esenciales para el crecimiento y la plenitud de la vida eclesial, afectan por igual a todos los miembros de la comunidad cristiana. Laicos y pastores todos son al mismo tiempo profetas, celebrantes, creadores de comunión y animadores de promoción humana.

d) Que la permanencia o temporalidad de algún ministerio en la comunidad también será decisión de la sabiduría derramada por el Espíritu dentro de ella misma. e) Que los signos para valorar la autenticidad de un ministerio en la Iglesia, procede también del Espíritu, a saber: su moción carismática, la situación de la comunidad, la respuesta libre del sujeto que recibe el ministerio y el reconocimiento de los guías de la comunidad. Bibliografía: P. Francisco Merlos A. “Manual para el catequista actual” Palabra Ediciones, 2da. Edición enero 2015

La ministerialidad afecta por igual a laicos y pastores. No hay oposición entre laicos y pastores, porque todos están llamados a ejercer ministerios.


Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica La Penitenciaría Apostólica emitió, con fecha 20 de marzo de 2020, una nota sobre el Sacramento de la Penitencia en la actual situación de pandemia, se recuerda lo siguiente: “También en la época de Covid-19, el Sacramento de la Reconciliación se administra de acuerdo con el derecho canónico universal y según lo dispuesto en el Ritual de la Penitencia. Cuando el fiel se encuentre en la dolorosa imposibilidad de recibir la absolución sacramental, debe recordarse que la contrición perfecta, procedente del amor del Dios amado sobre todas las cosas, expresada por una sincera petición de perdón (la que el penitente pueda expresar en ese momento) y acompañada del firme propósito de recurrir cuanto antes a la confesión sacramental, obtiene el perdón de los pecados, incluso mortales (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1452)”. La celebración en familia puede ser guiada por el papá o la mamá, o el miembro que haga cabeza en la familia. V. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amén. V. Bendigamos a Dios Padre, que nos reúne en nombre de Cristo para que unidos con toda la Iglesia estemos en comunión los unos con los otros por la fuerza de su Espíritu Santo. R. Bendito seas por siempre, Señor. V. A lo largo de la Cuaresma hemos caminado hacia Dios, que es la fuente de la misericordia, hacia Él, que nos pide que nos amemos los unos a los otros. La actual situación de pandemia nos impide, por el momento, acercarnos al sacramento de la Penitencia, pero aún así queremos expresar que estamos arrepentidos y nos presentamos con el corazón contrito y humillado delante de ti: Todos juntos cantan o recitan el Salmo 129: Desde lo hondo a ti grito Señor:

Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R. Mi alma espera en el Señor, mi alma espera en su palabra, mi alma aguarda al Señor porque en Él está la salvación. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón y así infundes respeto. R. Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela a la aurora; aguarde, Israel, al Señor como el centinela a la aurora. R Porque del Señor viene la misericordia y la redención copiosa; y Él redimirá a Israel de todos sus delitos. R. Entonces el que guía, u otro de los presentes, lee: De la primera carta del apóstol san Juan 1, 5- 2, 2

Q

ueridos hermanos. Este es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que ahora les anunciamos: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. Si demos que estamos con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos conforme a la verdad. Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos lo perdonará y nos purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra. Hijitos mios, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los del mundo entero.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

V. Atendiendo a la Palabra del Señor, reconozcamos que somos pecadores y necesitamos de su misericordia, diciendo:

V. Nos hemos puesto en tu presencia, Señor, Pidiendo que cambies nuestros corazones de piedra por corazones de carne para que nos obtener de ti perdón y misericordia. Sabemos cuánto nos amas, incluso cuando nos apartamos de ti. Confiamos en que con tu gracia perdonas nuestros pecados, y que nos animas a ser cada día más testigos de ti en el mundo. Señor, tú confías en nosotros; ayúdanos a no defraudarte y a avanzar cada día por por tus sendas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión. Dándose un golpe de pecho, continúan: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Y prosiguen: Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, A los ángeles, a los Santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Inmediatamente dicen todos juntos: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén. V. Ahora, hagamos un sincero acto de arrepentimiento delante del Señor, y digamos juntos: Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haberte ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de pecado, confesarme y cumplir la penitencia. Te ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Amén Todos guardan un momento de silencio. Después el que guía continúa: V. Porque somo hijos de Dios, juntos digamos: Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

R. Amén. Todos trazan el signo de la cruz mientras el guía continúa diciendo: V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios.

Oración del Papa Francisco Oh Marí�a, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros de que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegrí�a y la fiesta después de este momento de prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí� nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegrí�a de la resurrección. Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita.



Fotos: Juan Guillermo Quintana

E

n el marco de la Cuaresma 2020, las religiosas de la Diócesis de Celaya se reunieron el 14 de marzo en el Seminario Diocesano para participar de un retiro espiritual dirigido por Mons. Hércules Medina Garfias, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia. El tema central fue la “Acedia Espiritual”. ¿Qué es la acedia? El Catecismo la define así: "La acedía o pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino" (CIC 2094). Nuevamente, en otro lugar, tratando de la oración, la enumera entre las tentaciones del orante: "otra tentación a la que abre la puerta la presunción, es la acedía. Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza o desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón. `El espíritu está pronto pero la carne es débil´ (Mateo 26,41)" (CIC 2733) Por la naturaleza de la obra, el Catecismo no entra en detalles acerca de la conexión que tienen entre sí estos cinco pecados contra la Caridad. En realidad puede decirse que son uno solo:

acedia, en diferentes formas. La indiferencia, la ingratitud y la tibieza son otras tantas formas de la acedia. (Fuente: http://es.catholic.net/op/ articulos/43197/cat/30/la-acedia-pecado-capital. html#modal) Para este retiro, hubo representación de la vida consagrada de las dos zonas, quienes vivieron con recogimiento y alegría interior este momento de gracia.


lo que ya sabemos, no hay cura, sólo puede tomarse como paliativo y desinflamante el paracetamol, pues el mismo cuerpo se encarga de combatirlo y generar sus propios anticuerpos, así que, después de ese tiempo, desaparece sin dejar rastros y ya no hay riesgo de ser infectante, esta es la razón por la que se recomienda guardarse catorce días, evitando así contagiar a otros.

H

emos estado invadidos de noticias sobre la pandemia del COVID-19. Notas ciertas y falsas, corren por todos los medios en tal cantidad, que nos hemos llegado a convencer de que no existe otro tema de conversación. Y quiero destacar que, desafortunadamente, las noticias malas pululan con mayor facilidad, lo que quizá, tenga que ver con que el miedo es una de las emociones que se transmiten más eficazmente, por eso hay que tener cuidado con lo que compartimos, pues la psicosis que puede despertar en los que reciben tales mensajes podría acarrear funestas consecuencias, simplemente basta mencionar una anécdota que leí en algún lugar: Un rey árabe que atravesaba el desierto se encontró con la peste. El rey, le preguntó inquieto: “Peste, ¿a dónde vas?” La peste respondió: voy a Bagdad por 500 personas. Semanas después, volvieron a encontrarse en el desierto, y el rey, muy enojado, le increpó: “¡Peste mentirosa, me dijiste que ibas por 500 personas y acabaste con 5 mil”. La peste contestó: “efectivamente, yo fui por 500. Las demás murieron de miedo”.

Este cuento refleja perfectamente lo que estamos viviendo: creemos que ha llegado el fin del mundo porque se nos habla de un virus desconocido, altamente contagioso. Sin embargo, ante el maremágnum de información, me encontré con un video que quiero comentar. Se trata de una entrevista otorgada a un noticiario argentino por el Dr. Alfredo Miroli, médico especialista en inmunología, Presidente de la Sociedad Científica de Patologías Adictivas del Colegio Médico de Tucumán, Argentina, y colaborador durante 2018 del programa semanal “Hoy puede ser” en Radio María, Argentina. En dicho programa, el doctor Miroli explica detalladamente qué es

el COVID-19 y qué medidas tomar para combatirlo. La entrevista dura 26 minutos, por lo sólo comentaré los aspectos más importantes acotados durante la interesantísima plática. En primer lugar, el doctor hace una advertencia: “Sí” al prudente temor, que mueve a la prevención y cuidados. “No” al patológico terror que paraliza y genera discriminación. Luego, entró al tema, explicando que el virus está compuesto de una serie de proteínas con azúcar, que lo hacen pesado, (290 nanómetros, para ser exactos) por lo que, si alguien tosiera o estornudara expulsando saliva pulverizada que pudiese alcanzar los 12 metros, el virus no podría volar más de metro y medio porque caería al suelo, por lo que no infectaría a personas que se encontraran a dos metros del expulsor. Yo agrego que de ahí proviene la insistencia de la sana distancia. Sin embargo, esa característica también lo hace resistente, por lo que, aún después de tres días podría estar vivo en la superficie donde hubiese caído, por eso es importante lavarse constantemente las manos y no tocarse boca, nariz ni ojos, porque entra al organismo por las mucosas. En cuanto a cómo combatirlo, el doctor explicó mediante un dibujo que se trata de un virus compuesto de ácido ribonucleico de una sola cadena, recubierto de glicoproteínas, que se ven como una corona, (por eso se le dice “coronavirus”). Las glicoproteínas son proteínas y azúcar, que son, a su vez, la llave que reconoce la mucosa respiratoria y por la cual entra al cuerpo, causando faringitis, neumonía, etc. Aquí dio un dato muy importante: esa llave, se disuelve con jabón, por eso, remarcó, el mejor antiséptico no es el alcohol en gel, sino el jabón. Por eso es imprescindible lavarse muy bien las manos y desinfectar las superficies con agua jabonosa. El especialista continuó su exposición hablando de la “cuarentena” que hay que guardar ante la sospecha de haberse infectado, explicando que el virus vive dentro del organismo 12 días, recordando

Y agregó: ¿qué probabilidad tengo, si contraigo el virus, de enfermarme? Distinguiendo que, una cosa es estar “infectado”, es decir, tenerlo adentro, y otra estar “afectado”, o sea, que produzca síntomas y malestares. La respuesta es alentadora: sólo el 20 por ciento. Es decir, teniendo el virus adentro, tengo 80% de probabilidades de cursarlo sin ninguna molestia. En cuanto a la probabilidad de morir por su causa, es realmente bajo, a nivel mundial, sólo un 3%, es decir, teniendo el virus, hay un 97% de probabilidades de sobrevivir. ¿Qué lo hace peligroso? El hecho de enfermar a personas con bajas defensas y mala salud, como el caso de la gente entrada en años, que viven más gracias a los avances de la medicina, sin embargo, si entra en contacto en un cuerpo saludable, a veces ni siquiera se manifiesta, no obstante, si se ha estado en países como China, Italia, España o algunos lugares de Estados Unidos, por responsabilidad hay que guardarse dos semanas.

Para ver íntegra la entrevista, basta entrar a Youtube y buscar el nombre del doctor Alfredo Miroli, vale la pena escuchar a este experto que ofrece muchos otros datos de sumo interés. (Aquí dejo la liga para quien guste verlo https://youtu.be/e8-MSY7XPqQ?t=253). Así pues, no caigamos en temor exagerado, seamos prudentes y cuidadosos, aprovechando estos días y pensando mejor en cómo ayudar a las personas que viven al día y han visto afectada su situación económica ante el paro de labores. Confiemos y tengamos esperanza en que la contingencia sanitaria pasará pronto.


reflexionesparaelalma.net huellasdivinas.com

C

uando trabajaba de animador de un programa de discos en Ohio, solía visitar el hospital universitario o el hospital Grant camino a casa, recorría los pasillos de los hospitales, entraba en las habitaciones de diferentes personas y les leía la biblia o simplemente platicaba un poco con ellas, era una manera de olvidar mis problemas y de agradecer a Dios mi salud, les cambiaba la vida a las personas que visitaba y en una ocasión materialmente me salvó la vida. Yo tenía un programa muy polémico por la radio, había ofendido a alguien en una editorial que hice sobre un promotor que llevaría algunos artistas a la ciudad, que no eran los miembros originales de ese grupo en particular. La persona a la que expuse, de hecho, le puso precio a mi cabeza.

N

o estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas, ríos no caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay seis mil millones, además no es tan malo vivir solo, yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental para vivir. No caigas en lo que cayó tu padre que se siente viejo por que tiene 70 años olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90 es sólo por citar 2 casos conocidos, no estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado, no hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada, además la vida no te quita cosas, te libera de cosas, te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones, no perdiste a nadie porque el que murió sólo se nos adelantó y la vida es dinámica, por eso está en constante movimiento, por eso sólo debes estar atento al presente; por eso mi madre decía yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios, por eso Jesús decía el mañana no interesa, él traerá nueva experiencia, a cada día le basta con su propio afán, no perdiste a nadie. Sigue en tu corazón ¿quién podría decir que Jesús está muerto? no hay muerte.... hay mudanza y del otro lado te espera gente maravillosa Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre que creía que en la pobreza está más cerca el amor por que el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja porque nos hace desconfiados. No encuentras la felicidad ni es tan fácil, solo debes escuchar a tu corazón antes que intervenga tu cabeza que está condicionada por la memoria y complica todo con cosas viejas. con órdenes del pasado, con prejuicios que enferman, que encadenan, la cabeza que divide, es decir, empobrece, la cabeza que no acepta que la vida es como es, no como debería ser. Haz sólo lo que amas y serás feliz y el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito que llegará cuando deba llegar porque lo que debe ser será y llegará

naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor, entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida. la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija, la que me mantuvo viva cuando los médicos me diagnosticaban 3 o 4 meses de vida, Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo, a ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás, recuerda a Jesús, amarás al prójimo como a ti mismo, reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de afuera, además la felicidad no es un derecho sino un deber porque si no eres feliz estás amargando a todo el barrio; hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una pérdida de tiempo tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perúya, La Baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, las mil y una noches, la divina comedia, el quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman, Mahler, Brands, Ravel, Debussie, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravaggio, Rembrandt, Velásquez, Cezzane, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas. No estás deprimido, estás desocupado, ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo, el servicio es una felicidad segura como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá, da sin medidas y te darán sin medidas, ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida, Si Dios tuviera un refrigerador tendría tu foto pegada en él, si tuviera una cartera tu foto estaría dentro de ella, Él te manda flores cada primavera, te manda un amanecer cada mañana, cada vez que tú quieres hablar Él te escucha, Él puede vivir en cualquier parte del universo pero Él escogió tu corazón, enfréntalo amigo, Él está loco por ti, Dios no te prometió días sin dolor, risas sin tristeza, sol sin lluvia, pero Él si prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas y luz para el camino, cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y un razones por las cuales sonreír, no estás deprimido estas distraído.

Una noche, regresaba a casa alrededor de las dos de la mañana, acababa de terminar en un centro nocturno donde era maestro de ceremonias, cuando empecé a abrir la puerta un hombre salió del costado de mi casa y me dijo: - ¿Es usted Less Brown? – Sí, soy yo- le contesté. -Necesito hablar con usted, me han enviado para matarlo. Imaginen mi cara, imaginen mi sorpresa –¿A mí? ¿pero por qué? - Quise saber. -Hay un promotor muy molesto por el dinero que lo hizo perder cuando dijo que el grupo que vendría a la ciudad no era el grupo verdadero ni el original. - ¿Pero es usted quien va a matarme? -No- contestó No quise preguntarle el motivo porque no deseaba que cambiara de opinión, me dio gusto. -Mi madre estuvo en el hospital Grant y me escribió para contarme que usted un día la visitó, se sentó, habló con ella y le leyó la biblia, se impresionó mucho porque aquel locutor famoso al que no conocía ni ella tampoco la visitó e hizo eso simplemente, escribió sobre usted cuando yo me encontraba en el cárcel, me impresionó lo que hizo y siempre tuve ganas de conocerlo, cuando escuché en la calle que alguien deseaba matarlo, yo acepté el contrato y les dije que lo dejaran en paz o se las verían conmigo, así que no se preocupe buen hombre, quien bien actúa bien vive, quédese tranquilo nadie se meterá con usted.


Por: Pbro. José de Jesús Palacios Torres/ jjpt1636@gmail.com

Por su parte el Padre Cantalamessa afirma que “lo primero que hay que evitar cuando se habla de evangelización es pensar que es sinónimo de predicación y por tanto reservada a una categoría particular de cristianos, los predicadores”. Y añadió que “no se evangeliza solamente con las palabras, sino primero con las obras y la vida; no con lo que se dice, sino con lo que se hace y se es”. Podríamos concluir que de frente a la urgencia de una nueva evangelización y asumiendo que es el amor a los demás lo que nos “urge” a actuar; no podemos más que traer a la memoria las palabras de Benedicto XVI de la audiencia del día 6 de octubre de 2007, concedida al Car-

E

s el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, Él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cfr. Mt. 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una Nueva Evangelización para redescubrir y volver encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. La evangelización es una acción que concretiza en un aquí y ahora el amor de Dios por todos los hombres. La Iglesia ha sacado en todo tiempo y momento, su obligación, impulso y ardor misionero evangelizador del amor que Dios ha derramado en la comunidad de bautizados, la Iglesia; y es de lo que ella misma está en capacidad de dar testimonio, “porque el amor de Cristo nos apremia…” (2Co 5,14). En efecto, … Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe ser misionera. “La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: en efecto, abre el corazón y la mente de los que escuchan para acoger la invitación del Señor a aceptar su Pa-

labra ser sus discípulos” Debemos amar a Jesús, porque solo los que están enamorados de Jesús lo puede anunciar al mundo con profunda convicción. Se habla con entusiasmo solo de lo que se está enamorado. Si logramos entender la urgencia de la predicación con la palabra y con el ejemplo, como el mejor servicio que podemos ofrecer al prójimo, llegaremos a entender la expresión de San Pablo: “¡Ay de mí si no evangelizo!” esta expresión es una motivación para que, en todo momento, a cada instante evangelicemos, para que nos sintamos enviados con urgencia a una nueva evangelización: “como el Padre me ha enviado así los envió yo” (Jn. 20, 21). De lo que se trata es de anunciar a Cristo, no solo en algunos momentos, no solo “cuando me toca”, en la “misión de los 72” u otras experiencias de salida kerigmática, no solo en circunstancias favorables, sino en todo momento, siempre, sin descanso “¡Ay de mí si no evangelizo!” Hacer que nuestra misma vida se convierta en sí misma en una continua predicación evangélica. ¡No dejemos que nos roben la alegría de evangelizar! De frente al “gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada” (EG No. 2)

denal Prefecto para la doctrina de la fe, donde afirma: “el anuncio y el testimonio del Evangelio son el primer servicio que los cristianos nos pueden dar a cada persona y a todo el género humano, por estar llamados a comunicar a todos el amor de Dios, que se manifestó plenamente en el único Redentor del mundo, Jesucristo. El amor que viene de Dios nos une a Él y nos transforma en un nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea todo en todos”. “Que, con Cristo su Hijo, nos bendiga la Virgen María”.


aciprensa.com

Decanato de San Miguel (Celaya)

El Obispo de Cuernavaca subrayó que “jamás hablé de castigo, jamás hablé de culpa, jamás hable de ningún grupo en particular, de ninguna comunidad en particular”.

Decanato es la instancia eclesial donde el decano, en comunión con los animadores, coordina la pastoral de Conjunto y todas las acciones pastorales emanadas de nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

“De hecho, soy pastor y todos son mis hijos”, indicó. Mons. Castro Castro destacó que “lo bueno es que está grabado ese video. Ojalá que quien se interese o se sienta ofendido, véalo, óigalo, y verán que no hay nada, absolutamente, con lo cual yo haya intentado ofender”.

Parroquia de San Miguel Arcángel Diego Rivera y Francisco Javier Mina, Barrio de San Miguel Horarios: 7:30, 10:30 am, 12:30, 5:30 y 7:30 pm.

“Y menos hablaría del castigo de Dios, si yo sé que Dios es nuestro Padre que nos ama, que está con nosotros, que nos cuida a todos, y que es un Dios misericordioso”, señaló.

Parroquia de San José Margarita 1203, Colonia Las Flores Horarios: 8 am, 13 h y 7 pm

Parroquia Nuestra Señora de los Pobres Rafael Sancio N° 210 Col. Renacimiento Horarios: 8 y 10 am, 12 h, 6, 7 y 8 pm

Parroquia Nuestra Señora de Fátima San Nicolás de Parra s/n Colonia Ejidal Horarios: 8:30 am, 12:30 h y 5:30 pm

Parroquia de San Martín de Porres Monte Tauro s/n Colonia Lagos Horarios: 8:30 am y 12 h

San Juan de Dios Pípila N° 136, Zona Centro Horarios: 9 am, 12 h y 6 pm San Juan Bautista Rosas Moreno N° 22, Barrio de San Juan Horarios: 8 am, 12 h y 7 pm Cristo Redentor Justo Mendoza 109-A Colonia Residencial Horarios: 9 am, 12 h y 8 pm Santo Cristo Manuel Doblado y Francisco Juárez Barrio de Santo Cristo Horarios: 8, 11 am y 7 pm María Auxiliadora Monte Balcanes s/n Colonia Arboledas Horarios: 10 am, 12 pm y 5 pm Cristo Rey Yuriria y Salvatierra Colonia Santa María Horarios: 9 y 11 am y 7:30 pm Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Juan José Prado s/n Colonia Villas del Paraíso Horarios: 9:30 y 11:30 am y 12:30 h

En su homilía del 22 de marzo, en el último día en que se celebraron Misas con presencia de fieles en la Diócesis de Cuernavaca, Mons. istintos medios de comunicación y Castro Castro animó a “leer los signos de los activistas mexicanos han acusado al tiempos”, pues “Dios nos está hablando”. Obispo de Cuernavaca (México), Mons. Ramón Castro Castro, de difundir un mensaje “No podemos, no debemos estar ciegos y de odio por supuestamente decir que el sordos ante lo que Dios nos está diciendo”, coronavirus COVID-19 es un castigo divino por señaló el Prelado mexicano. el avance de la agenda gay y del aborto en el país. ¿Qué hay de cierto en esto? El Obispo de Cuernavaca dijo también que “creo sinceramente, y se los digo con todo el Una campaña de firmas que circula en Internet corazón, que esta crisis que estamos viviendo acusa a Mons. Castro Castro de difundir en de esta pandemia del COVID-19 es un signo de su homilía del 22 de marzo de este año un los tiempos”. “discurso de odio”, pues aseguran que dijo que “el COVID19 es una castigo de Dios por “Allí nosotros debemos aprender, con vigilancia, defender los derechos de la diversidad sexual y y leyendo con fe, qué es lo que Dios me quiere los derechos de las mujeres sobre su cuerpo”. decir”, señaló.

D

La revista mexicana Proceso tituló “Covid-19 es un castigo de dios por aborto, eutanasia y diversidad sexual: Obispo de Cuernavaca”, mientras que el portal La Silla Rota publicó: “Coronavirus es consecuencia de los abortos y la homosexualidad: Obispo”. Para los colectivos que lanzaron la recolección de firmas contra Mons. Castro Castro, su mensaje es de “incitación a la discriminación, la hostilidad, la violencia, incluso crímenes por homo,lesbo,bi,transfobia”.

“Hoy yo los invito, estemos atentos, Dios está pasando, Dios nos está diciendo, Dios nos está hablando, por lo tanto hay que abrir el oído y hay que abrir los ojos”. “Un pequeñísimo, microscópico virus viene a decirle a la humanidad ‘hey, eres frágil, eres vulnerable. Ni tu dinero, ni tu poder, ni tu éxito te van a ayudar”, señaló.

Mons. Castro Castro lamentó en la Misa del 22 de marzo que “la humanidad ha querido jugar a ¿Pero qué dijo realmente el Obispo de ser Dios y a determinar quién vive”, y recordó Cuernavaca? En diálogo con ACI Prensa, que “en el año pasado, 2019, (hubo) 50 millones Mons. Castro Castro precisó que “el Evangelio de abortos en el mundo”. hablaba del ciego de nacimiento y lo apliqué a la humanidad, en cuanto que en muchas “Y el ser humano a gusto y proclamando ocasiones podemos estar también nosotros su pseudo libertad”, dijo, y apuntó luego a ciegos y no darnos cuenta de que estamos “la corrupción, la violencia, los robos, y nos ciegos”. vamos acostumbrando a eso”, así como a “la eutanasia”. El Prelado indicó que invitó a reflexionar sobre “lo que está sucediendo en estos últimos Además, indicó que en estos tiempos se momentos”, y si acaso “Dios no nos está promueve “que se esperen los niños a ver qué hablando y es necesario tener conciencia de la género quieren ser. Que un niño decida que lectura de los signos de los tiempos: qué es lo quiere ser niña o que una niña que quiere ser que Dios nos quiere decir, qué es lo que Dios niño”. nos quiere manifestar. Que lo está haciendo, indudablemente, porque Dios es parte de “Seguramente Dios dice ‘oigan hijos, ¿a dónde nuestra historia”. van? Momentito, soy su Papá y los quiero y los amo y soy misericordioso, se están yendo a un abismo’. Y nos está gritando, y nos dice “Aplicaba esa ceguera a que en ocasiones ‘cuidado hijos’”. queremos ser como Dios, y queremos sustituir a Dios”, dijo.


los sacramentos, y así el esposo y la esposa participan del amor de Cristo a su pueblo que impregna la vida conyugal y, por tanto, el matrimonio es fuente de vida espiritual en la familia.

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Contáctanos por correo electrónico a: matrimoniosjovenes05@gmail.com o por Matrimonios Jóvenes 0-5 Celaya y por al 4613173670, 4611011966, 4611190308.

l domingo 8 de marzo de 2020 se realizó el primer taller del Área de Acompañamiento a Matrimonios Jóvenes de 0 a 5 años de Celaya, teniendo como asistentes a agentes de pastoral de los Decanatos de las zonas sur y norte de la Diócesis de Celaya y público en general (matrimonios).Dicho evento fue realizado en la Casa del Buen Pastor a un costado del Templo de la Piedad teniendo muy buena respuesta por parte de los diferentes decanatos quienes asistieron por medio de sus agentes y matrimonios de las diferentes parroquias. El citado taller fue realizado por la preocupación que existe respecto del número considerable de divorcios en los primeros años de matrimonio en México, ya que el 50% de las rupturas, se dan durante los primeros 6 años de casados y, por tanto, es urgente acompañar a los esposos en la etapa más vulnerable del matrimonio. Es por ello que con ayuda del subsidio de Recién Casados, el cual responde a los retos que enfrenta el matrimonio de hoy y que es un programa de apoyo para todas las familias que van iniciando su caminar, se ayuda a las familias a encontrar su propia vocación, promueve la familia como “Iglesia Doméstica” proporcionando herramientas para caminar y fortalecerse en la fe, a través de ejercicios prácticos para desarrollar actividades y habilidades que enriquezcan su vida conyugal. Consta de 12 talleres de los cuales se buscó dar a conocer su contenido a través de cuatro ponencias. De esta manera, se inició con la

primera ponencia con el tema “El matrimonio de hoy: retos y amenazas; familias de origen; distribución de tareas y economía”, impartida por la Licenciada en Psicología y Maestra en Ciencias de la Familia María Cecilia del Carmen Balderas Almanza, la cual desde el principio nos llevó a reflexionar sobre cómo el amor forma parte de la esencia misma de la persona humana, que el hombre es creado para el fin más grande que es amar y ser amado, que el hombre no puede vivir sin amor porque se convierte en un ser incomprensible para sí mismo y su vida carecería de sentido si no le es revelado el amor, si no se encuentra con el amor, sino lo experimenta ni lo hace propio, si no participa de él activamente y que una manera de manifestar este amor es a través de la vocación del matrimonio. Pero nos explicó que el matrimonio enfrenta retos y amenazas y por ello la importancia de abrir nuestro entendimiento a la voluntad para detectar todo aquello que pueda poner en riesgo nuestro matrimonio y, de la misma manera, también nos invitó a estar atentos, preparados y dispuestos para defender nuestro amor contra todo lo que pueda dañarlo desde nuestro interior o por influencias externas. Se continuó con la segunda ponencia que llevó por tema la “Espiritualidad del matrimonio y cultivo del amor conyugal” que desarrolló el Pbro. Sergio Moctezuma Estrada, Asesor del Sector Matrimonios. Él nos compartió aspectos sobre la espiritualidad del matrimonio que es una personal e íntima correlación y comunión con Dios que se da a través de la fe y

Asimismo, con la tercer ponencia que se denominó “Comunicación; amistades, trabajo y pasatiempos; solución de conflictos y llegada de los hijos”, explicada por Pbro. Gerardo Hernández Guerrero, Prefecto de Estudios del Seminario Menor y estudioso de la problemática en los matrimonios, descubrimos la importancia de la comunicación porque sin ella es imposible amarse porque el amor se tiene que comunicar, se tiene que transmitir, ya que es salirse de sí para ir al encuentro del otro, la comunicación nos lleva al conocimiento del otro, a la verdadera intimidad y que es fundamental para que los esposos se reconozcan, se comprendan y se amen. Finalizamos con la cuarta ponencia que se llamó “Fidelidad; admiración mutua y el perdón” expuesta por el Pbro. Juan Rubén Pérez García, quien pertenece a la Dimensión Vida y es estudiante de la Maestría en Ciencias de la Familia para la Consultoría, quien nos enfatizó que la fidelidad es una de las mejores y más grandes manifestaciones de amor y entrega mutua total y que para poder ser fieles hay que amar. Nos planteó cómo cultivar la fidelidad a través de los detalles, el respeto y el afecto, la ternura y la intimidad. En el tema de la admiración mutua nos señaló que es la capacidad de descubrir y mirar al otro y que los esposos al contemplarse mutuamente pueden apreciar lo bueno y lo bello que hay en cada uno de ellos y esto hace que su amor conyugal crezca,y también comentó que el perdón es un acto radical de voluntad porque aprender a perdonar es necesario para fortalecer todo matrimonio. Siendo este primer Taller muy interesante y dinámico dado que dichos ponentes hicieron un excelente trabajo, lleno de dinamismo y dedicación para que nuestros asistentes se sintieran en confianza y se familiarizaran con el material del subsidio, teniendo

como respuesta una buena participación dentro de un ambiente muy placentero de convivencia y aprendizaje quedando los asistentes muy comprometidos desde su vida personal en su matrimonio como en su servicio de agentes de pastoral. Y de esta manera, se pretende dar seguimiento a dicho Taller con un acompañamiento vivencialmente para agentes y matrimonios que gusten vivirlo. Hay que resaltar que por la Gracia de Dios en este 1er. Taller tuvimos frutos inmediatos ya que nos pusimos a trabajar en ese momento porque hubo un matrimonio que nos manifestó estar en problemas y por eso querían separarse, pero que al haber acudido al Taller ellos estabandispuestos a seguir luchando por su matrimonio. Al efecto, fueron canalizados inmediatamente con la especialista en la materia para darles tratamiento psicológico, y, por otra parte, darles una dirección espiritual y un acompañamiento en nuestra área de acompañamiento a matrimonios jóvenes de 0 a 5 años de Celaya. Por tal motivo, agradecemos a Dios, a la Diócesis de Celaya, a Nuestro Señor Obispo Benjamín Castillo Plascencia, al Pbro. Vidal Rodríguez, presidente de la Comisión Diocesana de Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida, al Pbro. Sergio Moctezuma Estrada que nos guió y apoyó para que este proyecto diera frutos, al Pbro. Juan Rubén Pérez García, Animador del Decanato de San Antonio por acogernos y darnos las facilidades para realizar dicho taller, al Pbro. Joaquín Domínguez Luna de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima por el apoyo incondicional de su equipo de pastoral familiar, en especial a cada uno de los ponentes y a todos los que asistieron a este taller e hicieron posible su realización. Te invitamos a las formaciones para agentes, matrimonios y público en general que seguiremos ofreciendo durante el transcurso del año, así que ¡ANÍMATE! y ¡PON EL AMOR A TRABAJAREN TU MATRIMONIO Y EN TU VIDA!


hijos. Si se es padre, la alegría radicará en la buena educación de los hijos, y qué satisfacción da a un padre de familia ver a sus hijos, ya grandes, bien formados. Para el hijo, la alegría debe consistir en obedecer a los propios padres, que representan el querer de Dios, y en ser caritativos con los que le rodean. Para el hijo de Dios, la alegría viene en la coherencia de vida

E

l cristiano, el seguidor de Cristo, será verdaderamente feliz cuando consciente y animosamente lo siga. Son muchas las manifestaciones de la alegría: personas que ríen, cantan, juegan, beben, cuentan chistes, están de buen humor, etc. Hay veces que la alegría es sincera, en otras ocasiones se busca simplemente aparentar que se está bien. La alegría se manifiesta en la autenticidad Si la alegría no está plenamente

en las manifestaciones anteriores, la pregunta surge espontánea: ¿en qué consiste la verdadera alegría? La respuesta es sencilla: la alegría está en la autenticidad de vida, en ser lo que se es. Esta es la clave. No radica en aparentar, ni en tener cada vez más posesiones, ni mucho menos en estar riéndose superficialmente de manera constante, porque como bien dice el dicho popular “la risa superficial abunda en la boca de los tontos”. Para la esposa y madre, la alegría estará en entregarse por completo al esposo y a los

Pero para el cristiano, que por definición es el seguidor de Cristo, la alegría consiste en la coherencia de vida, en ser, por lo tanto, fiel discípulo de Cristo. Esta es la fuente de la verdadera alegría. Así pues, para el auténtico seguidor de Cristo, la verdadera alegría se encontrará en buscar agradar en todo a su Señor, en hacerlo feliz con cada una de sus acciones. Pero cuando se empiezan a hacer cosas que van en contra de lo que se es, se irá creando en esa persona una división interior. Cuando no se vive como se piensa, se termina pensando como se vive. La genuina alegría produce una satisfacción interior. ¿Quién no ha experimentado esa paz interior que se produce cuando se es fiel al deber, cuando se llevan las responsabilidades al día, o cuando se tiene una conciencia tranquila? Cuánta alegría posee el que tiene una sola cara. Y, por el contrario, cuánta tristeza e insatisfacción se crea cuando se tiene dos personalidades diferentes, que se usan, dependiendo de los casos, cuando más convenga. El cristiano, el seguidor de Cristo, será verdaderamente feliz cuando consciente y animosamente lo siga. Cuando olvidándose de sí mismo y de sus

gustos personales, se entregue a los demás para ayudarlos en sus necesidades y compartir así la alegría que lleva dentro, que nada ni nadie le podrá quitar.


un horario y así organizarte mejor. Destinemos tiempo a hacer algo de ejercicio, no es necesario salir para hacerlo. Fácilmente podemos armar una rutina de abdominales, lagartijas, sentadillas, etc; esto nos ayudará a mantenernos en forma en estos tiempos que estamos dejando de hacer muchas cosas y también nos ayudará a sentirnos mejor, evitando la depresión y el mal humor.

Por Silvia Elisa García del Valle

Ante la situación que estamos viviendo por la pandemia del COVID-19 me ha tocado ver diferentes actitudes en los jóvenes con respecto a las medidas de prevención. Es muy triste escuchar que algunos no lo toman en serio porque, según ellos “solo es peligroso para los viejitos” (dato completamente falso) y ver a otros que entran en pánico o se deprimen. Debemos ser prudentes, obedecer las indicaciones y, sobre todo, pensar en el bien de todos. Puede ser que nosotros tengamos las defensas fuertes pero, si no nos cuidamos, podemos afectar a los que nos rodean. En estos momentos debemos pedirle a Jesús que nos ayude a ser portadores de esperanza. Él dijo que debemos ser sal de la tierra y luz del mundo, y si la sal se vuelve insípida ¿con qué se le devolverá el sabor? ¡Jóvenes, no perdamos el sabor! Que nuestra alegría alegre a nuestros seres queridos, que nuestra esperanza se contagie con los que están tristes, preocupados o incluso desesperados; y que nuestra

prudencia sea testimonio de obediencia para todos. Vivimos en una época en la que la comunicación a distancia es algo de todos los días y a nosotros se nos da de forma natural. A mi incluso me ha servido para contactar a amigos con los que tenía tiempo de no hablar por las prisas del día a día. Podemos dedicar un tiempo de nuestro día para llamar a nuestros abuelitos o tíos que estén más solos y con esto ayudarlos a que esta contingencia sea menos pesada y más alegre. Con nuestros amigos podemos chatear, hablar por teléfono, organizar video conferencias o incluso jugar juegos en línea, escoger entre todos un libro o una serie para comentar… el límite es nuestra creatividad. Por otra parte, recordemos que no son vacaciones, los estudios deben continuar y nosotros debemos ser responsables. Pon mucha atención con lo que tu escuela pide para que, en base a eso, puedas hacer

Aprovechemos este tiempo para aprender también otro tipo de cosas. En internet podemos encontrar una gran cantidad de cursos y tutoriales sobre muchísimos temas diferentes.

Pero sobre todo ¡aprovechemos este tiempo para convivir con nuestra familia y valoremos lo que tenemos! También hay muchas cosas que podemos hacer sin necesidad del internet o los dispositivos electrónicos. Aprovechemos para aprender cosas de nuestros papás ¡hay tanto por conocer, por aprender, por hacer! ¡Que no se te cierre el mundo! Y tú ¿te animas a ser portador de esperanza en este tiempo de caos y confusión? ¡Que todo sea para la máxima gloria de Dios!


Por: Silvia del Valle tipsmama5hijos@gmail.com

www.tipsmama5hijos.com

A

nte la situación de contingencia por la pandemia del COVID-19 nos han recomendado que nos quedemos en casa. Tengo un amigo en España que me acaba de escribir para decirme que nosotros, en México, estamos como estaban ellos hace un mes; que debíamos aprender de ellos y adoptar las medidas que ellos han tomado antes de que las cosas se pongan más difíciles. Es por esto que he tomado la determinación de quedarnos en casa, a menos de que sea indispensable. Y viene aquí una situación que para muchos tiene cara de problema ¿Qué hago con mis hijos tanto tiempo en casa? Aquí te dejo mis 5Tips para pasar en familia estos días en casa. Explícales a tus hijos lo que está pasando. Es tiempo de guardar no de vacaciones. Para evitar el caos es necesario que todos tengamos claro lo que está pasando y nuestros hijos también deben comprender que estamos en un periodo de contingencia y no de vacaciones.

Estén atentos de las indicaciones que se vayan dando. Conforme vaya avanzando el tiempo, las condiciones van a ir cambiando pues habrá más casos y se volverá más estricto el control. Así que debemos estar atentos y dispuestos a acatar las indicaciones por el bien de todos. Esto nos lleva a hablar con nuestros hijos para formarlos en la generosidad, esa capacidad de trabajar por el bien de los otros, aunque debamos sacrificar un poco nuestra comodidad o bienestar. Hagan un plan de actividades para este tiempo. Los primeros días puede ser muy sencillo todo porque nuestros hijos sentirán que están de vacaciones, pero en realidad no es así. Es necesario adecuar nuestros tiempos para tener actividades variadas dentro de casa. Podemos hacer un horario del día para coordinar los trabajos o también podemos programar varias actividades al día y dejar un poco flexibles los tiempos para cada actividad según la disposición de nuestros hijos. ¿Qué actividades podemos realizar? Podemos organizar un cine club y ver películas que tengan algún mensaje positivo, que fomenten valores o que nos ayuden a acrecentar nuestra fe.

Es por esto que no es bueno salir a lugares públicos para diversión, tampoco debemos asistir a lugares con muchas personas y mejor quedarnos en casa.

También podemos tener momentos de lectura, tanto familiar como personal, quizá podamos incluir momentos para realizar manualidades y por supuesto, momentos para estudiar o por lo menos repasar lo que se ha visto en la escuela.

Es importante explicarles que la obediencia es vital para evitar contagiarnos y pasar momentos difíciles. No siempre es fácil obedecer, pero en este caso es de vital importancia hacerlo.

Los tiempos de juego en los dispositivos electrónicos o consolas deben estar muy bien regulados para evitar que nuestros hijos caigan en excesos. También podemos propiciar los juegos de mesa que

esos ayudan a la convivencia familiar y un sano esparcimiento. Es necesario adecuar los espacios en casa y los roles. Como estaremos más tiempo dentro de casa, es necesario adecuar los espacios para que nuestros hijos tengan más comodidades y no se sientan asfixiados en casa. Si tenemos hijos pequeños, quizá sea bueno guardar los objetos que se pueden romper y para evitar accidentes. Por otro lado, con nuestros hijos en casa se nos reduce el tiempo para realizar las labores propias de las

mamás, por lo que debemos hacer roles para que todos cooperemos en tener la casa en orden, por eso podemos hacer una lista de las tareas que debemos realizar para asignarles responsabilidades de acuerdo a la edad de nuestros hijos y a sus capacidades y gustos. También esta puede ser una actividad para convivir y servir en familia, solo es cuestión de darle el sentido adecuado a todo esto. Hagan oración en familia. Cuando las cosas están mal, como ahora, debemos voltear los ojos a Dios y pedirle que nos ayude a superar nuestros problemas.


Por: Silvia del Valle tipsmama5hijos@gmail.com

U

na oración nos puede ayudar mucho, pero la oración en familia es mucho mejor.

Primero tenemos el DETENTE, que es una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que alrededor tiene la frase “Detente, el Corazón de Jesús está conmigo” podemos imprimirla y ponerla en un lugar visible para todos los miembros de nuestra familia. Además está la jaculatoria, “Jesús, en ti confío” estas dos pequeñas oraciones nos pueden ayudar si las decimos muchas veces al día, cada vez que nos sentimos angustiados o con poca fe. Hace tiempo, cuando hubo una epidemia de peste en Marsella, se repartieron miles de estas imágenes por toda la ciudad y la peste cesó, por la fe de las personas y la intercesión del Corazón de Jesús.

Otra oración eficaz es el Santo Rosario, que si lo rezamos en familia puede ser hasta divertido. Para los pequeños podemos preparar algunas hojas para que iluminen mientras rezamos. Si son más grandes nuestros hijos, podemos ponerles canciones entre cada misterio para que no sea tan cansado para ellos. Si ya son jóvenes nuestros hijos, podemos hacer una pequeña meditación de cada misterio que nos ayude a profundizar en lo que estamos rezando. Pero lo que no puede faltar es hacer un ofrecimiento, desde el corazón, de nuestra oración para que Dios nos ayude a superar esta prueba que nos ha tocado vivir y que ademas, nos proteja de la enfermedad y nos ayude a no perder la fe en estos tiempos de crisis. Otra forma de hacer oración es leer la Biblia y meditar juntos lo que Dios nos va diciendo en cada capítulo. Los más grandes pueden ayudar a leer, los más pequeños pueden hacer algún dibujo de lo que van comprendiendo y todos podemos hacer Lectio Divina y hacer un propósito de acción para llevar a la vida lo que hemos leído y orado. Por último, te comparto que yo me quedo en casa para poner un granito de arena en la solución de esta enfermedad que estará afectando a tantas personas.

Y además, obedeceré lo que mi obispo indique que será lo mejor para estos tiempos, ya que, aunque no me guste mucho lo que nos pida, la obediencia es la virtud de los santos y el que obedece no se equivoca. Estoy segura que si por algo, las indicaciones no son las mejores, con nuestra obediencia y ofreciendo nuestros actos a Dios, Él nos ayudará y nos dará la gracia para salir sanos y salvos de esta situación. Y tú ¿estás dispuesto a quedarte en casa?


gran número de páginas de internet que nos ofrecen el Evangelio diario con la explicación que corresponde, por ahí, es por donde podemos empezar, encontrarnos con Cristo Resucitado y compartirlo con la familia, pero si tenemos una Biblia, tomarla y después leer la explicación que se ofrece al pie de página respecto al Evangelio que leeremos y a partir de ahí invitar a hablar en el pensamiento con Jesús, que es Quien nos habla en el Evangelio.

T

engo 63 años y me ha tocado vivir una fracción de la década de los 50’s, y seis más completas; y ver la transformación de la sociedad mundial de manera drástica y dolorosamente diferente, dolorosamente decadente que va como en una vía del tren en una pendiente o declive que nos llevará a la autodestrucción, si no escuchamos la voz de Dios, si no recomponemos nuestra sociedad, comenzando por nuestras familias. Estamos viviendo una pandemia, esto es, una epidemia mundial de una enfermedad que, si bien dicen matará a una minoría que son las personas de más de 60 años, y a jóvenes y niños con un sistema inmunológico debilitado, es también cierto que a todo el mundo nos tiene con miedo, con angustia, con una crisis, -en algunas personas- de fe. También es cierto, que la enfermedad comienza por el miedo, tal pareciera que ese es el primer propósito, aterrorizar y controlar a las poblaciones a través del miedo. ¿Qué ocasiona el miedo?, intranquilidad y con ello la falta de paz, para escuchar a Dios, la falta de fe, de confianza en Dios, la falta de oración, de unidad familiar, matrimonial, en ocasiones de solidaridad con los más necesitados. ¿cuál es el camino que debemos tomar los que nos sabemos cristianos?, volver nuestra mirada a Dios, dentro de este confinamiento autoimpuesto, para quienes lo podemos hacer. Pero hay muchas personas más que no pueden quedarse en casa como los que deben laborar necesariamente, en fábricas y talleres, farmacias, mercados, hospitales públicos y privados, laboratorios de análisis clínicos, proveedores de

ropa médica, equipo médico, agricultores, transportistas, operadores de transporte público, empleados gubernamentales, policías y militares, en fin, son muchos los que deben salir a trabajar corriendo el riesgo de contagio. Muchos acostumbraban salir de misiones, a lugares, donde se hace necesario, tales como lugares apartados de los centros urbanos, las sierras, los bosques, desiertos o aún, a otros países, la mayoría no podrá salir de misión, pero tampoco de vacaciones en esta temporada; por tanto, ahora son más los que deberán quedarse en casa que los que estarán fuera de casa; y en consecuencia, crecen las oportunidades, para quienes sabemos la necesidad de misionar, pero también para aquellos que nunca lo han hecho. ¿Qué se hace en una misión?, llevar el alimento de paz que es el mensaje de Cristo Jesús a los necesitados de paz y de amor y decirles: “ENTÉRATE, DIOS TE AMA”; y en este tiempo, esos necesitados son: NUESTRA PROPIA FAMILIA, NUESTRA ESPOSA, ESPOSO, PADRE, MADRE o familiares que habitan en la misma vivienda, NUESTRO HOGAR, tomar el liderazgo como cabeza de familia o integrante de la misma, y motivar a los demás a “recibir la misión”. FORMAS DE MISIONAR La primera forma de misionar es leer pequeños trozos del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo en familia, hoy existen un

Orar con el Rosario: Por una tradición muy nacional y de la Iglesia, esta oración, el Rosario; quiero que sepan, que los de mi generación, cada día nos reuníamos a rezarlo en familia, y por este tiempo, podemos retomar esta bella costumbre, rezar el Rosario en familia; comenzando por hacerlo en lugar de 10 aves marías tal vez cinco por misterio, y después de unos días de “gozar” este rezo, podremos hacerlo como debe ser, de 10 aves marías cada misterio. Con la vida propia, teniendo más espíritu de servicio, de paciencia hacia los miembros de la familia, sabe- dores que tenemos un compromiso de vida, de que cada día corremos el riesgo de perder no solo la salud, sino la vida misma, bien por la enfermedad o la violencia sin control en las calles. Este virus que nos asedia, es tan contagioso como el pecado, nuestro enemigo declarado, hoy caminemos de vuelta con toda la familia de regreso a Dios, hagamos nuestra una porción del libro de Josué

15 "…yo y mi casa serviremos al Señor". HASTA LA PRÓXIMA, y recuerden, NO SALGAN DE CASA, HAGAMOS CASO DE LA AUTORIDAD SANITARIA, seguiremos con la forma de misionar en casa y desde casa.

E


Por: Pastoral familiar, sector matrimonios su amor y misericordia por nosotros, nos ayudó a comprender que, muchas veces, nosotros mismos provocamos nuestros propios malestares al ir en contra de lo que más conviene para nuestra salvación, es decir, ir en contra de la voluntad de Dios que siempre desea nuestra salvación, nos motivó a buscar reconciliarnos con el Señor cada día y dar siempre lo mejor de nosotros.

C

on gran alegría y buena asistencia se llevó a cabo el sexto retiro para las familias denominado “Hoy ha llegado la Salvación a tu Casa” a cargo de La Pastoral Familiar, Dimensión Familia, Sector Matrimonios, zona sur, área de Acompañamiento a Familias Heridas o en situaciones Difíciles e Irregulares, el cual tuvo lugar el pasado primero de marzo en la casa del Buen Pastor en Celaya, Gto. con temas muy interesantes sobre la realidad que hoy en día se vive en la sociedad y más específicamente en las familias. Siendo nuestra hermana la Pisc. María de Lourdes Martha Ayala quien estuvo presentando a todos los ponentes y coordinando las actividades durante el retiro, el primer tema fue presentado por la familióloga Margarita Cornejo

Serrano, la cual nos enseñó cómo es que en la vida cristiana un buen acompañamiento es importante y más cuando hablamos de la familia, nos habló del amor de Dios y nos hizo reflexionar sobre a donde o a quien acudimos en nuestras necesidades, ya que muchas veces nos olvidamos de buscar el encuentro personal con Jesús cada día y más cuando las cosas se ponen difíciles, en vez de recurrir a otros medios, nos habló sobre cómo buscar ayuda en Dios y confiar en Él nos hace ver las cosas de una manera diferente. Luego del almuerzo, el Padre Sergio Moctezuma, Asesor eclesial del sector Matrimonios de la pastoral familiar en nuestra diócesis, nos dirigió unas bellas y muy motivadoras

palabras de bienvenida, haciendo sentir acogidos por Dios y por la Iglesia a todas las familias presentes, independientemente de la situación que estén viviendo o los problemas que estén enfrentando, con la esperanza de que al final todo saldrá bien si dejamos a Dios actuar en nosotros. Posteriormente, el hermano Gilberto Enrique Ramírez Arellano, encargado de comunicación por parte del área de Acompañamiento a Familias Heridas y en Situaciones Difíciles e Irregulares, nos habló de cómo Dios es quien nos busca por su misericordia y gran amor por cada uno, nos hizo darnos cuenta de que sólo aceptando a Jesús en nuestro corazón, en nuestra familia y en nuestra casa podremos vencer la lucha de cada día y, sobre todo, podremos sanar las heridas que nos llevan a darnos por vencidos e incluso a la separación y finalmente al divorcio en muchos casos, también nos habló sobre cómo es que el amor de Dios no se aparta de nosotros, aún en la situación más complicada, que Dios no nos juzga, sino que nos entiende y nos quiere y desea nuestra salvación, descubrimos cómo, aunque sea divorciado, en nueva unión, mamá soltera, papá responsable o cualquier otra condición, la Iglesia no rechaza, al contrario, quiere estar más cerca. La hermana Catalina Aguilar nos compartió su testimonio y cómo llegó por medio del anterior retiro, cómo Dios le ha ido sanando y el acompañamiento ha sido fundamental en ese camino, nos conmovió con bellas y alentadoras palabras y de paso nos puso a cantar a todos con la alegría y espontaneidad que le caracteriza. Finalmente, el hermano Félix Eusebio Medrano Elías nos habló sobre la respuesta que hemos de dar a Dios ante

La hora Santa y la celebración eucarística, presididas por el Padre Rubén Pérez García, fueron muy profundas y emotivas, transmitiendo el amor que Dios tiene a cada uno de sus hijos y la importancia de confiar siempre en la misericordia de Dios, quien busca sanar nuestras heridas para poder amar con la libertad de los hijos de Dios. Durante el retiro se contó con módulo de atención personalizada para cada una de las secciones que atiende esta área, las cuales son: divorciados en nueva unión, parejas en unión libre, padres y madres responsables y familias en conflicto, así como un módulo por parte del movimiento de Valora. Algunos de los asistentes comentaron, entre otras cosas, haber descubierto en este retiro que Dios está con ellos aún en medio de sus problemas y a pesar de las situaciones de cada familia, que aprendieron algunos aspectos que desconocían sobre la postura de la Iglesia respecto de las familias en situaciones difíciles e irregulares, el equipo de agentes de pastoral expresó también que fue un retiro muy importante y que se encuentran ya preparando lo necesario para el siguiente retiro y nos invitan a estar al pendiente de dicho evento. Agradecemos al movimiento de “Valora” Celaya por su apoyo, al Padre Sergio Moctezuma, animador del sector Matrimonios de la Pastoral Familiar y al Padre Rubén Pérez García, animador de la dimensión de Vida. Esta área de acompañamiento tiene sus reuniones todos los martes a las 6:30 pm en la casa del Buen Pastor, junto al templo del Señor de la Piedad, también puedes seguir nuestras publicaciones en la página de Facebook “Acompañamiento a Familias Heridas”. Es notorio que nuestra diócesis trabaja arduamente en promover los valores cristianos en la familia y sigue dirigiendo nuestros pasos hacia un encuentro personal con Jesús para suscitar de esa manera la fe en cada persona y seguir buscando ante todo el Reino de Dios en nuestro mundo.


NUESTRO SACERDOTES

Por: Mónica Muñoz

E

l pasado 10 de marzo, la comunidad parroquial de Tenería del Santuario recibió a su nuevo Sr. Cura. El P. Felipe Obrajero Campuzano, quien sirviera en la parroquia del Espíritu Santo en la colonia FOVISSSTE durante 9 años. En la santa Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo Benjamín Castillo, el P. Felipe hizo profesión de su fe y renovó sus promesas sacerdotales. Después de proclamó el Evangelio. En la homilía, el Sr. Obispo comentó lo siguiente: La palabra de Dios ilumina lo que es la misión del sacerdote. En Jeremías, Dios envía a su servidor predicar su palabra al pueblo. Pablo

dice que solo Cristo ha dado la vida por ellos. En el Evangelio, menciona que sólo hay un gran maestro. Ni los padres son dueños absolutos de sus hijos. Deben ser los primeros en servir y no gloriarse de su grandeza. Sirven a su familia y hay buenos padres, gracias a Dios. Quienes tienen un cargo, no lo hacen en nombre propio, sino porque Dios les ha dado la autoridad y tienen que vivirla en el servicio, es el ejemplo que Cristo les ha dado. Al P. Felipe se le confiere una autoridad para servir, es un signo del amor de Dios por su pueblo, que somos todos, desde el día del Bautismo, en

que somos hijos de Dios. Él pone servidores en su nombre. Es una grandeza ser profeta, ser sacerdote pero no para alabanza nuestra sino para alabanza de Dios. Lo digo por todos los que predicamos, los que somos padres, unos espirituales, otros que han engendrado, pero todos para servir. Que se exprese esa grandeza en el padre que respeta y sirve a su familia. El sacerdote debe servir con fidelidad a su pueblo. El P. Felipe representará a Cristo cabeza que entregó su vida por nosotros.

Luego se refirió al párroco saliente: Reconocemos también al P. Chuy que ha estado 5 años sirviendo aquí y que pronto irá a otra comunidad a servir, que siga teniendo a todos los amigos que ha hecho aquí, que lo vayan a visitar y ojalá lo acompañen el día 20 en Ojo de Agua de la Trinidad. Por la situación de inseguridad y por prudencia, se omitieron los signos que se acostumbra hacer en estos casos. Únicamente, el nuevo párroco saludó a algunos representantes del Consejo de Pastoral Parroquial. Después de la santa Misa, el P. Obrajero agradeció a todos su presencia y apoyo.


Por: Mónica Muñoz

El 20 de marzo, ante unos cuantos fieles de la comunidad de Ojo de Agua y de Tenería del Santuario, su anterior parroquia, el padre José Jesús Ramírez Torres inició su servicio como párroco de la Santísima Trinidad en Ojo de Agua, municipio de Apaseo el Alto, acompañado también de su familia y algunos sacerdotes, que participaron en la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo Benjamín Castillo. Después de la lectura del nombramiento con el

que quedó acreditado como representante legal de la parroquia y pastor de la comunidad, el P. Jesús hizo su profesión de fe. En seguida, el Obispo le entregó su nombramiento y comenzó la liturgia de la palabra. Durante la homilía, el Pastor diocesano recordó que corresponde al párroco servir a su pueblo y escribir una nueva página de la historia con los fieles que le toca atender, comentando que tienen que realizar ese servicio con fidelidad a Dios.

Al finalizar la celebración. El P Jesús agradeció la compañía de todos los presentes y pidió a su mamá que dirigiera unas palabras en su lengua, ya que son originarios de la Misión de Chichimecas, en San Luis de la Paz,

Después comentó que, ante la contingencia sanitaria que se estaba viviendo, se omitirían los ritos que acompañan a una entrega de parroquia, pues había que dispersar pronto a la asamblea, por eso, el único rito que se realizó: saludar a integrantes del Consejo de Pastoral Parroquial. Al finalizar la celebración. El P Jesús agradeció la compañía de todos los

presentes y pidió a su mamá que dirigiera unas palabras en su lengua, ya que son originarios de la Misión de Chichimecas, en San Luis de la Paz, manifestando su agradecimiento a Dios y la confianza del Obispo ante el nuevo destino que le fue asignado


Encuentra las 5 diferencias

Diferencias: color de la manza, humo, color de la rueda trasera, color del faro delantero, llanta extra en la parte de adelante.

Para aprender ¡Ojo!

El Regina Caeli se reza en tiempo Pascual, el resto del tiempo litúrgico se reza el Ángelus.

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