La función social cultural y docente de la escuela William H. Kilpatrick
Capítulo III Vivir y aprender, una concepción nueva y vieja del proceso de aprender El aprender por el que estamos interesados no es el aprender silabas sin sentido, sino el aprender que tiene sentido, que lo tiene en una situación vital en que algo está dudoso, el aprender cómo tratar una situación de vida real. Si construimos una escala de todo el aprender desde el más bajo al más alto, colocaremos estas cosas en el extremo más bajo, siendo el ensayo y error la más inferior de todas y poniendo no tan bajo, sino posiblemente un poco más alto el laberinto, y así sucesivamente hasta el tipo más alto del aprender reflexivo. El aprender de la vida con el aprender de la escuela. Consideremos como en cualquier caso de experiencia activa ocurre el aprender durante todo el tiempo. En cualquier caso de experiencia activa el aprender se realiza en todo momento de la experiencia. El aprender es absolutamente necesario si lo que entonces ocurre ha de tener sentido consigo mismo. Nosotros no aprendemos principalmente con referencia al futuro. Aprendemos esencialmente con referencia a lo que tenemos inmediatamente a mano. El aprender es, absolutamente necesario para el escuchar con éxito, como éste es absolutamente necesario para la réplica adecuada. Se trata aquí de algo más que de memorizar. Se evocan sentimientos y se aceptan para actuar. Se despiertan impulsos, y después de examinados se aceptan más o menos para actuar con ellos en algún sentido. Cuando hacemos cualquier cosa, surgen de la experiencia pensamientos, sentimientos e impulsos, y para que éstos sirvan en cualquiera otra experiencia se tienen que aprender en este grado de la experiencia en algún sentido, para que utilizándolos como base podamos pasar inteligentemente al grado siguiente. La mayor parte del aprender tiene lugar en el momento que ocurre la cosa y no por repetición. Aprender de la vida ocurre todo el tiempo en que estamos despiertos realizamos algo. Se realiza automáticamente. Constituye una parte inherente de la actividad de la vida y raramente hacemos en todo lo que realizamos un esfuerzo para tal aprender. La parte del aprender viene por sí misma. Aprendemos algo en el grado en que le concedemos importancia. Si es de poca importancia lo aprendemos ligeramente, y lo olvidamos pronto. Si lo es de mucha, lo aprendemos profundamente.