Reconstruir la innovación para seguir peleando por la mejora de la educación Juan Manuel Escudero XXI, Revista de Educación, 2 (2000): 13-42. Universidad de Huelva
‘La educación ha de ser entendida siempre como una actividad innovadora relacionada con el cambio y la transformación social.’ Innovación o renovación educativa, mejora y calidad de la educación, y también cambio y reforma, son términos omnipresentes, ayer y hoy, en el pensamiento y lenguajes educativos. Puede haber innovaciones para bien así como puede haberlas que sean para mal; reformas que habrían de ser superadas, y quizá hasta resistidas, para realmente hacer posible y efectiva la genuina renovación pedagógica. Resulta difícil pensar en serio sobre la educación si no se hace desde perspectivas que nos exigen entenderla y vivirla como algo inestable, fluido y móvil, dinámico y cambiante. Tanto un lectura sobre la educación desde claves macroscópicas (historia, sociedad, cultura, política, ideologías), como otra más atenta a lentes particulares y cotidianas (relaciones pedagógicas, enseñanza y aprendizaje de sujetos particulares en tiempos y espacios específicos) avalan ampliamente, por tanto, la idea de que la educación ha de ser entendida como una actividad innovadora, relacionada con el cambio y la transformación, con la mejora social y humana. La educación no puede disociarse de la idea de calidad.la tarea de la educación y la formación de los sujetos es algo siempre perfectible, pendiente de revisión y abierto a mejoras sucesivas. Hoy en día cualquier postura que no se esfuerce en ir más allá de una aureola de presunta bondad y consenso corre todos los riesgos de ser tachada de ingenua. La reflexión pedagógica sobre las reformas y los cambios en educación viene insistiendo desde hace tiempo en que la razón y pasión renovadora no goza de los mejores caldos de cultivo para desplegarse con optimismo y sentido de la posibilidad.
Karla Cristina García Barajas | LEPREE