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RUTINAS BÁSICAS DE CUIDADO DE LA PIEL

Rutinas Cuidar tu piel básicas para

Cepillarse los dientes es un acto esencial, una parte de nuestra rutina que independientemente del cansancio o el día que hayamos tenido, es una actividad que siempre completamos con poco esfuerzo, pues te cuento que la rutina del cuidado de la piel en la mañana y en la noche debe ser igual de importante e igual de fácil. C Lamentablemente se ha puesto de moda llevar rutinas kilométricas para el cuidado de la piel, y pensamos que mientras más pasos se incluyan en estas rutinas mejor es el resultado. Yo me atrevería a decir que es completamente lo contrario. La mejor rutina para tu piel será aquella que logres completar todas las mañanas y noches, sin faltar, por eso debe ser una rutina corta y efectiva al mismo tiempo, ahí yace el éxito.

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¿Cuáles son los pasos esenciales que debe incluir tu rutina AM y PM?

No debes abrumarte ante esto. Es muy simple, en la NOCHE toca una limpieza adecuada de la piel. ¿Cómo se logra esto? Primero pasar agua micelar por toda la cara con un algodón, luego un jabón de tu preferencia que limpie, pero que no deshidrate y luego un sérum o crema que sea dirigido a las necesidades de su piel. (Ojo: El dermatólogo es quien mejor puede indicarte cuáles de estos productos son ideales para ti). En la MAÑANA aplica el mismo jabón de la noche, una crema o sérum hidratante y por último tu protector solar (el paso más importante). ¡LISTO! No es mucho más de ahí. La próxima vez que te incentiven a tener una rutina de cuidado de la piel infinita para observar resultados, mira hacia el otro lado y no olvides que en la simpleza está la verdadera belleza y, por tanto, los resultados.

Por la Dra. Graciela Galva / Médico General

Alfa Hidroxiácidos

Seguro has escuchado la famosa leyenda de Cleopatra y los baños de leche para mantener su piel perfecta. Y es que, en realidad eran baños de ¡Ácido Láctico!, uno de los alfa hidroxiácidos (AHAs) más utilizados desde la antigüedad hasta nuestros días para renovar y cuidar de nuestra piel.

La piel tiene una gran capacidad de renovarse, pero con el paso del tiempo esa capacidad se ve reducida, lo que conlleva la aparición de arrugas, manchas, falta de elasticidad, pérdida de firmeza y luminosidad, entre otras imperfecciones. Y ahí entran los AHAs, para mejorar la calidad de la piel.

Los AHAs son ácidos orgánicos que se obtienen de ciertas plantas, frutas y otros alimentos. Sus moléculas hidrosolubles son de fácil absorción, penetrando la capa dérmica y favoreciendo la exfoliación o eliminación de células muertas que aumentan el grosor de la capa profunda de la piel, ya que estimulan la formación de nuevo colágeno, produciendo una transformación epidérmica.

Definitivamente usados de forma correcta, tienen propiedades muy beneficiosas contra los signos del envejecimiento, así como para el tratamiento de diversas enfermedades dermatológicas, como acné, piel seca, poros dilatados, comedones, espinillas, microquistes, hiperpigmentación (manchas color café) y pigmentación irregular asociados con el embarazo, cambios

hormonales y el uso de píldoras anticonceptivas, entre otras.

En el mundo de la dermocosmética podemos encontrar diferentes AHAs como el ácido glicólico, que se extrae de la caña de azúcar, el ácido azelaico, que se obtiene de diversas especies como el trigo, el centeno y la cebada, el ácido cítrico, que se encuentra en naranjas, limones o toronja, el ácido málico que se obtiene de las manzanas, el ácido mandélico que sale de las almendras, el ácido tartárico, que se encuentra principalmente en la uva, el ácido láctico, que se obtiene por fermentación bacteriana de la glucosa, cada uno con beneficios en concreto.

¿POR QUÉ SON TAN FAMOSOS Y LOS AMAMOS?

Por sus propiedades de: Exfoliantes: ayudan a renovar la superficie de la piel, eliminando las células muertas. Hidratantes: disminuyen la pérdida de agua de la epidermis y evitan la deshidratación. Antiarrugas: mejoran las líneas de expresión y las arrugas, al favorecer la renovación celular. Despigmentantes: mejoran y tratan las manchas y favorecen una homogeneización del tono de la piel. Antiacnéicos: algunos alfa hidroxiácidos como el ácido salícilico, ayudan a regular el exceso de grasa, limpiando los poros y disminuyendo los brotes de acné. Favorecen una mejor penetración de los productos o activos que se usan después. Suavizan la textura de la piel. Aportan luminosidad. A la hora de utilizar un AHAs debemos tener en cuenta que su principal problema es la tolerancia. Por lo que se recomienda un uso progresivo, comenzando por las concentraciones más bajas y limitando su uso en pieles sensibles, intolerantes y con problemas dermatológicos como la rosácea o la dermatitis atópica. Se deben aplicar en la piel previamente limpia, evitando el contacto con ojos y labios.

Tu piel nos importa, estamos aquí para cuidarla.

Nunca olvidar que los ácidos renuevan la piel, dejándola desprotegida e indefensa por lo que es necesario utilizar protección solar alta (SPF 50) con sus reaplicaciones durante el día, y son tratamientos de uso recomendado para la noche.

Por Dra. Erika Barroso / Especialista Medicina Estética y Antienvejecimiento

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