¿Es la vida obra de un creador?

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ÂżEs la vida obra de un Creador?


¿Qué cree usted? Muchos fundamentalistas religiosos creen que la Tierra y todo cuanto hay en ella fue creado en seis días de veinticuatro horas, apenas unos milenios atrás. Los ateos, por su parte, sostienen que Dios no existe, que la Biblia es una colección de mitos y que todas las formas de vida son producto de procesos aleatorios no dirigidos.

La mayoría de las personas adoptan posiciones intermedias. El hecho de que usted esté leyendo este folleto probablemente indica que es una de ellas. Quizás crea en Dios y respete la Biblia, pero al mismo tiempo valore la opinión de científicos influyentes, con una alta formación, que no creen que la vida fue obra de un Creador. Y si tiene hijos, tal vez se plantee qué les responderá cuando le pregunten acerca de la evolución y la creación. La presente obra no pretende ridiculizar las opiniones de los fundamentalistas ni de los que optan por no creer en Dios; más bien, su intención es animar al lector a que reconsidere la base de algunas de sus creencias. Este folleto aborda el relato bíblico de la creación desde un ángulo distinto al concepto popular y nos ayuda a ver que sí importa lo que uno crea acerca del origen de la vida. ¿Aceptará usted la palabra de los que afirman que no existe un Creador inteligente y que la Biblia no es fidedigna, o investigará lo que dicen las Escrituras? ¿Qué enseñanzas son dignas de su fe y confianza: las de la Biblia, o las de los evolucionistas? (Hebreos 11:1.) Lo invitamos a analizar los hechos.

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¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

Portada: playa y arrecife: 5 Digital Vision Ltd/age fotostock

¿Cuál es la finalidad de este folleto?


Índice PÁGINA 4

El planeta vivo

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¿Quién lo diseñó primero? PÁGINA 18

Mitos y realidades de la evolución PÁGINA 24

La ciencia y el relato de Génesis PÁGINA 29

¿Importa lo que uno crea? PÁGINA 30

Bibliografía

Esta publicación se distribuye como parte de una obra mundial de educación bíblica que se sostiene con donativos. Prohibida su venta. Si desea hacer un donativo, visite jw.org. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se han tomado de la versión en lenguaje moderno Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias). ¿Es la vida obra de un Creador? Was Life Created? Impresión de noviembre de 2016 Spanish (lc-S) 5 2010 WATCH TOWER BIBLE AND TRACT SOCIETY OF PENNSYLVANIA Editores Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., Wallkill, New York, U.S.A. Made in the United States of America ´ Impreso en los Estados Unidos de America


El planeta vivo La vida en la Tierra jamás habría existido de no ser por una serie de felices “coincidencias”, algunas de las cuales eran desconocidas o mal entendidas hasta el siglo XX. Son de destacar las siguientes: ˛

La ubicación de la Tierra en la galaxia Vía Láctea y en el sistema solar, así como su órbita, inclinación, velocidad de rotación y su singular Luna

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Un campo magnético y una atmósfera que forman un doble escudo protector

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Ciclos naturales que reabastecen y purifican las reservas de aire y agua

Al examinar cada uno de estos puntos, pregúntese: “¿Son las características de la Tierra el producto del ciego azar o de un diseño con propósito?”.

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¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?


¿Podría la Tierra estar en un lugar más idóneo para la vida?

Cuando escribimos nuestro domicilio, ¿qué datos ponemos? Entre otros, el país, la ciudad y la calle. A modo de comparación, la galaxia Vía Láctea sería el “país” de la Tierra, el sistema solar (formado por el Sol y sus planetas) sería la “ciudad”, y la órbita que la Tierra describe dentro del sistema solar sería la “calle”. Gracias a los adelantos de la astronomía y la física, los científicos han aprendido muchísimo sobre las ventajas de nuestra ubicación especial en el universo. Para empezar, nuestra “ciudad” —el sistema solar— se halla situada en la región ideal de la Vía Láctea, ni muy cerca ni muy lejos del centro. Esta “zona de habitabilidad”, como la denominan los astróno-

EL PLANETA VIVO

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& NASA/JPL/Caltech

El “domicilio” perfecto

mos, posee la concentración adecuada de los elementos químicos necesarios para la vida. Más allá, dichos elementos escasean; más acá, el vecindario es sumamente peligroso debido a la abundancia de radiación letal y otros factores. Como dice la revista Scientific American, “vivimos en un sector exclusivo”.1 La “calle” ideal. No menos “exclusiva” es la “calle”, es decir, la órbita o trayectoria que sigue la Tierra dentro de nuestra “ciudad”, el sistema solar. Dista del Sol 150.000.000 de kilómetros (93.000.000 de millas) y se encuentra dentro de los límites de una zona idónea para el desarrollo de la vida, porque allí los organismos ni se congelan ni se chamuscan. Además, por ser casi circular, nos mantiene más o menos a la misma distancia del astro rey todo el año. El Sol, por su parte, es la “central eléctrica” perfecta: es estable, tiene el tamaño ideal y libera la cantidad exacta de energía. Con razón se dice que es “una estrella muy especial”.2 El “vecino” perfecto. Si tuviéramos que escoger un “vecino” para la Tierra, no hallaríamos uno mejor que la Luna. Su diámetro mide algo más de la cuarta parte del de la Tierra. Por lo tanto, comparada con otras


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¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

Escudos protectores El espacio es un lugar peligroso a causa de la radiación letal y de los meteoroides que lo surcan constantemente. Pese a ello, nuestro planeta azul viaja por esta “caseta galáctica de tiro al blanco” sin sufrir apenas daño. ¿Cómo lo logra? Gracias a que está blindado por un potente campo magnético y una atmósfera hecha a la medida. El campo magnético. El núcleo de la Tierra es una esfera giratoria de hierro fundido, lo que crea un enorme y potente campo magnético que se extiende muchos kilómetros en el espacio. Dicho campo actúa como un escudo que nos protege del impacto directo de la radiación cósmica y de las fuerzas potencialmente letales que emanan del Sol. Entre estas figuran el viento solar, que consiste en un flujo constante de partículas de energía; las erupciones solares, que en minutos liberan una energía equivalente a la que produciría la detonación de miles de millones de bombas de hidrógeno, y las explosiones en la corona, o capa más externa del Sol, que expulsan al espacio miles de millones de toneladas de materia. Hay señales visibles que nos recuerdan

Magnetosfera: NASA/Steele Hill; inclinación del eje terrestre: basado en NASA/Visible Earth imagery

lunas de nuestro sistema solar, la nuestra es excepcionalmente grande respecto a su planeta anfitrión. ¿Mera coincidencia? No parece. En primer lugar, la Luna es la principal causa de las mareas oceánicas, tan vitales para la ecología del planeta. Además, su presencia estabiliza la orientación del eje terrestre. Sin su satélite hecho a la medida, nuestro planeta se bambolearía como un trompo y quizás hasta se volcara y girara acostado. Los cambios que se producirían en el clima y las mareas, entre otros, serían catastróficos. Inclinación y rotación perfectas. La Tierra tiene una inclinación de aproximadamente 23,4°, lo que da lugar al ciclo anual de las estaciones, modera las temperaturas y permite una amplia variedad de zonas climáticas. “La inclinación del eje terrestre parece ser la ‘idónea’ ”, señala el libro Rare Earth —Why Complex Life Is Uncommon in the Universe (Tierra rara: por qué la vida compleja es tan escasa en el universo).3 “Idónea” es también la duración del día y la noche, que resulta de la velocidad de rotación de la Tierra en torno a su eje. Si fuera mucho más lenta, los días serían más largos y la cara del planeta que da al Sol se abrasaría, mientras que la otra se congelaría. Al revés, si la Tierra girara mucho más deprisa, los días durarían menos, quizás unas cuantas horas, y se generarían vientos huracanados incesantes y otros fenómenos muy perjudiciales.


El invisible campo magnético de la Tierra

Aurora boreal: foto: Jan Curtis (http://latitude64photos.com); meteorito: ESA, NASA

la protección que nos brinda el campo magnético terrestre. Por ejemplo, las erupciones solares y las explosiones en la corona del Sol producen intensas auroras polares, fenómenos luminosos de gran colorido que se observan en la atmósfera superior cerca de los polos magnéticos de la Tierra. La atmósfera. Esta envoltura gaseosa no solo nos permite respirar, sino que también nos ofrece protección extra. Una de sus capas, la estratosfera, se caracteriza por la presencia de una variante del oxígeno llamada ozono, que absorbe hasta el 99% de los rayos ultravioleta. Así pues, la capa de ozono protege de la radiación nociva a las múltiples formas de vida que hay en la Tierra, desde el plancton —del que dependemos para la producción de gran parte de nuestro oxígeno— hasta nosotros los seres humanos. El nivel del ozono estratosférico no es fijo, sino que varía en función de la intensidad de la radiación ultravioleta. En efecto, la capa de ozono constituye un escudo eficaz y dinámico. La atmósfera también nos defiende del bombardeo diario de millones de objetos procedentes del espacio, que van desde par-

Aurora boreal

tículas muy finas hasta rocas gigantescas. La gran mayoría se incendia al penetrar en ella, provocando destellos luminosos conocidos como meteoros. Los escudos de la Tierra, sin embargo, no bloquean el paso de la radiación necesaria para la vida, como el calor y la luz visible. La atmósfera contribuye incluso a la distribución térmica en la superficie terrestre, y durante la noche sirve a modo de manta para retardar la fuga de calor hacia el espacio. La atmósfera y el campo magnético de la Tierra son verdaderas maravillas del diseño que el hombre aún no entiende a plenitud. Lo mismo es cierto de los ciclos que sostienen la vida. La atmósfera nos protege de los meteoritos

¿Es solo coincidencia que nuestro planeta esté protegido por dos escudos dinámicos?


Ciclos naturales para la vida Si una ciudad se quedara sin aire y agua puros y el sistema de alcantarillado se tapara, sus habitantes pronto enfermarían y morirían. Ahora bien, nuestro planeta es autosuficiente. No es, por ejemplo, como un restaurante, donde los alimentos frescos y otros suministros se traen de fuera y la basura se la lleva un camión. El aire y el agua puros, imprescindibles para la vida, no nos llegan del espacio sideral, ni mandamos allí la basura. Entonces, ¿cómo se mantiene la Tierra sana y habitable? Mediante ciclos naturales, como los del agua, el carbono, el oxígeno y el nitrógeno. He aquí la representación esquemática de cada uno. Ciclo del agua. El agua es esencial para la vida. Si se nos priva de ella, morimos al cabo de pocos días. El agua pura y fresca se distribuye en la naturaleza siguiendo un ciclo que comprende tres etapas. 1) Debido al calor del Sol, el agua se evapora y asciende a la atmósfera. 2) Esta agua limpia de impurezas se condensa y forma las nubes. 3) Las nubes, a su vez, se precipitan sobre el suelo en forma de lluvia, nieve o granizo, y así se completa el ciclo. ¿Cuánta agua se recicla cada año? Se calcula que la suficiente para cubrir la superficie terrestre a una altura de casi un metro (más de dos pies y medio).4

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Ciclo del carbono y el oxígeno. Es bien sabido 2

Oxígeno

Dióxido de carbono

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que para vivir hay que respirar, es decir, inhalar oxígeno y expulsar dióxido de carbono. Con tantos miles de millones de personas y animales haciendo lo mismo, ¿cómo es que no se acaba el oxígeno y se carga la atmósfera de dióxido de carbono? La clave está en el ciclo del oxígeno. 1) Mediante un fascinante proceso llamado fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono que nosotros exhalamos y lo utilizan, junto con la energía suministrada por la luz solar, para producir hidratos de carbono y oxígeno. 2) El ciclo concluye cuando aspiramos el oxígeno. Toda esta producción de aire puro e hidratos de carbono por parte de las plantas se realiza de forma limpia, eficaz y silenciosa.


La atmósfera terrestre está formada por un 78% de nitrógeno

Moléculas orgánicas

A Bacterias

C

B Compuestos nitrogenados

Bacterias

Ciclo del nitrógeno. La vida en la Tierra también depende de la producción de moléculas orgánicas como las proteínas. A) La formación de dichas moléculas requiere de nitrógeno. Afortunadamente, este gas constituye el 78% de la atmósfera. Los relámpagos y las bacterias convierten el nitrógeno en compuestos que pueden ser absorbidos por las plantas. B) Las plantas, a su vez, incorporan estos compuestos a sus tejidos en forma de moléculas orgánicas, que pasan a los animales herbívoros al ser ingeridas. C) Finalmente, cuando las plantas y los animales mueren, las bacterias descomponen los compuestos nitrogenados que hay en ellos. Durante el proceso se libera nitrógeno, que es devuelto al suelo y a la atmósfera, cerrándose así el ciclo.

El hombre, con toda su tecnología, genera cada año incontables toneladas de residuos tóxicos no reciclables. La Tierra, en cambio, recicla perfectamente todos sus desechos mediante procesos químicos muy originales. ¿Cómo cree que surgieron estos sistemas de reciclado? “Si el ecosistema terrestre hubiera evolucionado por pura casualidad, habría sido imposible que alcanzara una armonía medioambiental tan perfecta”, observa el escritor de temas científico-religiosos M. A. Corey.5 ¿Comparte usted su punto de vista?

Stockbyte/Getty Images

Reciclado perfecto

¿Qué respondería usted? ˛

¿Considera que las características de la Tierra son el producto de un diseño con propósito? De ser así, ¿qué hechos de los aquí expuestos le parecen más convincentes?

˛

¿Con qué argumentos rebatiría la idea de que la Tierra no es un planeta especial, sino un escenario más donde pudo darse el proceso evolutivo? EL PLANETA VIVO

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Desbordante de vida Nadie sabe cuántas especies hay en la Tierra, si bien los cálculos oscilan entre dos millones y cien millones.6 ¿Hasta dónde llega la presencia de vida en el planeta?

Suelo. Tan solo 100 gramos

Bacterias subterráneas

(3,5 onzas) de tierra pueden alojar 10.000 especies de bacterias,7 y no digamos ya el número total de microbios. Se han descubierto bacterias que viven a tres kilómetros (dos millas) de profundidad.8

Aire. Además de las aves, murciélagos e insectos que surcan los aires, la atmósfera está llena de polen y otras esporas, así como de semillas y —en ciertas regiones— de miles de distintas clases de microbios. La diversidad de vida microbiana en el aire va “a la par con la diversidad de los microbios en el suelo”, indica Scientific American.9

Polen

Agua. Los océanos siguen siendo en gran parte un misterio, pues la exploración de las profundidades marinas implica el uso de medios técnicos muy costosos. Hasta los arrecifes coralinos, tan accesibles y estudiados, quizás alberguen millones de especies aún desconocidas.

Anémona

¿Surgió por azar tan gran variedad de vida? Muchas personas concordarán con el poeta que dijo: “¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus producciones” (Salmo 104:24).1 1 La Biblia enseña que el nombre de Dios es Jehová (Salmo 83:18).

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Bacterias: Penn State University, laboratorio de Jean Brenchley, y por gentileza de Springer Science Business Media: Extremophiles, Novel ultramicrobacterial isolates from a deep Greenland ice core represent a proposed new species, Chryseobacterium greenlandense sp. nov., January 2010, Jennifer Loveland-Curtze; polen: 5 Fotosearch


¿Quién lo diseñó primero?

En los últimos años, científicos e ingenieros han sido instruidos, en un sentido muy real, por las plantas y los animales (Job 12:7, 8). Tales expertos estudian e imitan las características de los seres vivos —disciplina conocida con el nombre de biomimética— en un intento de crear nuevos productos y mejorar los ya existentes. Al analizar los siguientes ejemplos, pregúntese: “¿A quién pertenece en realidad el mérito de estos diseños?”.

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Aprenden de las aletas de la ballena ¿Qué pueden aprender los ingenieros aeronáuticos de la ballena jorobada? Por lo visto, mucho. Un ejemplar adulto pesa unas treinta toneladas (lo mismo que un camión cargado), su cuerpo es relativamente rígido, tiene grandes aletas a modo de alas y mide hasta 12 metros (40 pies). Con todo, su agilidad en el agua es sorprendente. Los investigadores tenían gran curiosidad por saber cómo esta criatura de cuerpo poco flexible nada en círculos tan increíblemente cerrados. Descubrieron que el secreto residía en la forma de sus aletas. Estas no tienen el borde anterior liso, como las alas de un avión, sino dentado, con una serie de protuberancias llamadas tubérculos. Cuando la ballena se desplaza por el agua, tales abultamientos aumentan el empuje, o fuerza ascensional, y disminuyen la resistencia al avance. ¿De qué manera? Según la revista Natural History, los tubérculos aceleran el paso del agua por encima de la aleta y generan un flujo rotatorio ordenado, aun cuando la ballena ascienda en ángulos muy pronunciados.10 ¿Qu é aplicaciones prácticas ofrece este

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hallazgo? Si las alas de los aviones siguieran este mismo modelo, necesitarían menos alerones y otros dispositivos mecánicos para modificar el flujo del aire; además, serían más seguras y se facilitaría su mantenimiento. Según John Long, experto en biomecánica, “es muy probable que pronto veamos en todos los aviones de pasajeros las mismas protuberancias que tiene la ballena jorobada en las aletas”.11

Inspirados en las alas de la gaviota Aunque es obvio que la forma del ala de los aviones ya imita la de los pájaros, los investigadores han ido un paso más lejos. “Ingenieros de la Universidad de Florida han construido un prototipo de avión teledirigido que permanece suspendido en el aire, desciende en picada y se remonta rápidamente, tal como hacen las gaviotas”, informa la revista New Scientist.12


Imitan las patas de la gaviota La gaviota no se congela aunque esté parada sobre el hielo. ¿Cómo mantiene la temperatura corporal? Parte del secreto estriba en un fascinante sistema de intercambio contracorriente de calor, presente en muchos animales que habitan en las regiones heladas. ¿Cómo actúa este mecanismo? Para entenderlo, imaginemos dos

El calor se transfiere y se conserva dentro del cuerpo El frío se queda en los pies

Avión: Kristen Bartlett/University of Florida

5 Fotosearch

Las gaviotas realizan sus asombrosas acrobacias aéreas doblando las alas por la articulación del codo y del hombro. Para copiar tal flexibilidad, “el prototipo, que mide 60 centímetros (24 pulgadas), se vale de un pequeño motor conectado a una serie de varillas metálicas que mueven las alas”, explica la revista. Con estas ingeniosas alas, la diminuta nave es capaz de mantenerse en vuelo estacionario y zambullirse entre edificios altos. Al personal militar le interesa mucho desarrollar una nave tan maniobrable para buscar armas químicas o biológicas en las grandes ciudades.

tubos atados uno al otro por donde corre agua caliente y agua fr ía, respectivamente. Si ambos líquidos circulan en una misma dirección, el primero cederá más o menos la mitad del calor al segundo; pero si fluyen en sentidos contrarios, el calor se transferirá casi en su totalidad. Cuando la gaviota se posa en el hielo, los intercambiadores de calor de sus extremidades calientan la sangre que vuelve de los pies fríos; de este modo, el calor se conserva en el interior del cuerpo del ave en vez de escaparse por los pies. Arthur P. Fraas, ingeniero mecánico y aeronáutico, describió este sistema como “uno de los intercambiadores regenerativos de calor más eficaces del mundo”.13 Tan ingenioso es este diseño que los ingenieros se lo han copiado.


Un prototipo de auto calca la extraordinaria aerodinámica y estabilidad del pez cofre

El sistema de sonar de los delfines es superior a la copia hecha por el hombre

La NASA ha construido un robot de múltiples patas que camina como un escorpión, y una firma tecnológica finlandesa ya ha fabricado un tractor de seis patas que trepa sobre los obstáculos como si fuera un insecto gigante. Asimismo, a partir de la observación de las piñas del pino, se ha desarrollado un tejido que contiene laminillas que se abren o se cierran. Las ¿De quién es la patente de la naturaleza?

prendas confeccionadas con este material se adaptan automáticamente a la temperatura corporal. Por otra parte, una empresa automotriz ha diseñado un vehículo inspirado en el pez cofre, cuya aerodinámica es ideal. También se estudian las propiedades amortiguadoras del caparazón de la oreja de mar a fin de fabricar elementos de blindaje corporal más fuertes y ligeros. Son tantas las buenas ideas extraídas de la naturaleza que ya existe una base 14

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de datos con miles de mecanismos biológicos catalogados. Los investigadores pueden consultarla para encontrar “soluciones naturales a problemas de diseño”, dice la revista The Economist. Los mecanismos naturales contenidos en esta base de datos reciben el nombre de “patentes biológicas”. El titular de una patente suele ser la persona o entidad que registra legalmente como propia una idea original o invento. “Al llamar ‘patentes biológicas’ a los trucos de la biomimética —puntualiza la revista—, los investigadores solo están poniendo el énfasis en el hecho de que la naturaleza es, en efecto, la dueña de la patente.”14 ¿De dónde sacó la naturaleza todas estas brillantes ideas? Muchos investigadores atribuyen los aparentemente ingeniosos diseños que se evidencian en la naturaleza a un proceso evolutivo de acierto y error que duró millones de años. Otros opinan diferente. El microbiólogo Michael J. Behe escribió en The New York Times del 7 de febrero de 2005: “La clara manifestación de diseño [en la naturaleza] da pie a un argumento sencillo e irre-

Pez cofre y auto: Mercedes-Benz USA

¿A quién corresponde el mérito?


Los científicos estudian las propiedades amortiguadoras del caparazón de la oreja de mar

Pata del geco: 5 Fotosearch; colibr í: Laurie Excell/Fogstock/age fotostock

futable: si parece un pato, camina como un pato y grazna como un pato, mientras no se demuestre lo contrario, tiene que ser un pato”. ¿Cuál fue su conclusión? “No debe descartarse la idea de diseño sencillamente por ser tan obvia.”15 Por supuesto, el ingeniero que diseña un ala de avión más segura y eficiente es digno de reconocimiento, como lo es también el inventor de un tejido más cómodo o de un vehículo de mayor rendimiento. Por eso, quien fabrique un producto utilizando un diseño ajeno sin atribuir el mérito a su creador puede ser acusado de un delito. Ahora piense en lo siguiente. Para resolver complejos problemas de ingeniería, expertos investigadores copian burdamente los ejemplos de la naturaleza. No obstante, algunos atribuyen la concepción de la ingeniosa idea original a un proceso evolutivo desprovisto de inteligencia. ¿Le parece eso lógico? Si la copia requiere un diseñador inteligente, ¿no lo necesita también el original? ¿Y quién tiene más mérito: el maestro ingeniero, o el aprendiz que emula sus diseños?

El geco trepa por superficies sumamente lisas utilizando fuerzas moleculares

La conclusión lógica Tras analizar las pruebas de diseño presentes en la naturaleza, muchas personas comparten el sentir del escritor bíblico Pablo, quien dijo: “Las cualidades invisibles de [Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad” (Romanos 1:19, 20).

¿Qué respondería usted? ˛

¿Le parece lógico que la magnífica ingeniería observable en la naturaleza se deba a un simple accidente?

˛

¿Con qué argumentos rebatiría la opinión de que la vida solo parece haber sido diseñada?

¿QUIÉN LO DISEÑÓ PRIMERO?

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¿Fue diseñado? Si la copia requiere un diseñador, ¿no lo necesita también el original?

Fibras ˛

Producto artificial. El kevlar es una fibra sintética muy resistente utilizada en la fabricación de chalecos antibalas y otros artículos. Su producción exige el empleo de altas temperaturas y disolventes peligrosos.

˛

Producto natural. Las arañas orbitelares segregan siete tipos de seda, siendo la más resistente la del hilo de seguridad (conocida también como seda Dragline). Aunque más liviana que el algodón, esta es, gramo a gramo, más resistente que el acero y más fuerte que el kevlar. Una telaraña del tamaño de un campo de fútbol tejida con hilos de un centímetro (0,4 pulgadas) de grosor dispuestos a 4 centímetros (1,6 pulgadas) de distancia unos de otros podría detener un jumbo en pleno vuelo. La araña produce dicha seda a temperatura ambiente utilizando agua como disolvente. Vista microscópica de la secreción de la seda de araña Copyright Dennis Kunkel Microscopy, Inc.

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Navegación ˛

Producto artificial. Los aviones de algunas aerolíneas comerciales cuentan con sistemas de piloto automático computarizados que, además de guiarlos en vuelos internacionales, pueden efectuar el aterrizaje. La computadora de un piloto automático experimental tiene el tamaño aproximado de una tarjeta de crédito.

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Producto natural. La mariposa monarca, cuyo cerebro es del tamaño de la punta de un bolígrafo, recorre 3.000 kilómetros (1.800 millas) desde Canadá hasta una pequeña zona boscosa de México. Es capaz de reajustar el rumbo de acuerdo con la trayectoria del Sol, del cual se sirve para orientarse.

Lentes ˛

Producto artificial. Los ingenieros han inventado un ojo compuesto que contiene 8.500 lentes, ensambladas en un área del tamaño de la cabeza de un alfiler. Las lentes de este tipo pueden aplicarse a detectores de movimiento de alta velocidad y cámaras multidireccionales ultradelgadas.

˛

Producto natural. El ojo de una libélula posee unas treinta mil lentes, cada una de las cuales produce imágenes que se combinan para crear una amplia visión de mosaico. El ojo compuesto de la libélula tiene una capacidad extraordinaria para detectar movimientos.

¿QUIÉN LO DISEÑÓ PRIMERO?

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Mitos y realidades de la

evolución “La evolución es una realidad tan innegable como el calor del Sol”, asevera el destacado biólogo evolucionista Richard Dawkins.16 Que el Sol es caliente, es demostrable tanto por observación directa como por experimentos. Pero ¿es posible probar de forma incontestable la validez de la teoría de la evolución basándose en la observación y la experiencia?

Charles Darwin y su libro El origen de las especies

o pelo más largo que sus antecesores.1 Algunos cient íficos engloban estos leves cambios bajo el nombre de microevolución. Los evolucionistas afirman que la acumulación gradual de pequeños cambios en el lapso de miles de millones de años provocó los grandes cambios necesarios para que los peces se convirtieran en anfibios y los simios en hombres. Este hipotético proceso recibe el nombre de macroevolución. 1 Las variaciones obtenidas por los criadores se deben por lo general a defectos genéticos. Así, la pequeña estatura del perro salchicha es consecuencia de una anomalía en el desarrollo del cartílago, lo que causa enanismo.

Darwin: del libro Origin of Species (1902); libro: AbeBooks.com

Antes de responder a esta pregunta, cabe aclarar algo. Los cient íficos han notado que los seres vivos pueden experimentar cambios menores a lo largo de generaciones. Por ejemplo, mediante el cruzamiento selectivo, los criadores de perros obtienen individuos con patas más cortas


Charles Darwin enseñó, por ejemplo, que las pequeñas variaciones observadas en la naturaleza indican que cambios mucho mayores —que nadie ha presenciado— también son posibles.17 Según él, ciertas formas de vida primigenia, supuestamente simples, sufrieron una serie de “modificaciones ligerísimas” a lo largo de vastos períodos de tiempo hasta originar los millones de formas vivas que hay en la Tierra.18 Muchos consideran l ógico este postulado. Razonan que si en una especie pueden ocurrir variaciones menores, ¿por qué no podría la evolución producir modificaciones mayores a lo largo de extensos períodos de tiempo?1 Pero la realidad es que la teoría evolucionista descansa sobre tres mitos. Veamos. Mito 1. Las mutaciones proveen la materia prima para la creación de nuevas especies. La teoría de la macroevolución gira en torno a la idea de que las mutaciones —cambios aleatorios en el código genético de plantas y animales— pueden originar no solo nuevas especies, sino familias completamente nuevas.19 Realidad. Muchos de los caracteres de las plantas y los animales vienen determinados por las instrucciones del código genético, los planos contenidos en el núcleo de cada célula.2 Aunque se ha descubierto que las mutaciones pueden producir alteraciones en los descendientes de los seres vivos, ¿generan de verdad especies enteramente nuevas? ¿Qué ha revelado un siglo de investigaciones en el campo de la genética? A finales de la década de 1930, la comunidad científica abrazó efusivamen-

te una novedosa idea. Si la selección natural —el proceso por el que las criaturas mejor adaptadas al medio sobreviven y se propagan— podía producir nuevas especies vegetales a partir de mutaciones aleatorias, como se pensaba, seguro que el hombre sería capaz de hacer lo mismo, y de un modo más efectivo, mediante la selección artificial de las mutaciones. “Se desató la euforia entre los biólogos en general y entre los genetistas y criadores en particular”, dice Wolf-Ekkehard Lönnig, científico del Instituto Max Planck para la Investigación de la Reproducción Vegetal en Alemania.1 ¿Por qué tanta euforia? Lönnig, quien lleva unos treinta años estudiando las mutaciones genéticas en vegetales, explica: “Los investigadores pensaron que había llegado la hora de revolucionar 1 Lnnnig cree que la vida fue creada. Sus comentarios aquí citados no representan la opinión del Instituto.

Los mutantes de la mosca del vinagre, aunque deformes, siguen siendo moscas del vinagre Las mutaciones pueden originar cambios en las plantas —como este mutante con flores grandes—, pero solo dentro de ciertos límites Normal

1 Nttese que la palabra especie, empleada aquí con frecuencia, tiene un significado levemente distinto del de la palabra original utilizada en el Génesis, vertida “especie” o “género” en muchas versiones de la Biblia. El término hebreo es más abarcador. 2 Los estudios han demostrado que el citoplasma, las membranas y otras estructuras celulares también intervienen en la configuración de un organismo.

MITOS Y REALIDADES DE LA EVOLUCIÓN

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el método tradicional de crianza de plantas y animales. Creyeron que provocando mutaciones y seleccionando las que fueran beneficiosas obtendrían nuevas y mejores variedades”. 20 Algunos hasta esperaban ver surgir especies completamente nuevas. Gracias a generosos aportes, científicos de Estados Unidos, Asia y Europa pusieron en marcha programas de investigación en los que emplearon métodos que prometían acelerar el proceso evolutivo. ¿Qué resultados arrojaron más de cuatro decenios de intensa labor? “Pese a todo el dinero invertido —afirma el investigador Peter von Sengbusch—, los intentos de conseguir variedades de mayor rendimiento mediante radiación [para inducir mutaciones] fracasaron ostensiblemente.”21 Y Lönnig señala: “Para los años ochenta, las esperanzas y la euforia de los científicos habían terminado en un fracaso mundial. La selección por mutación como una rama autónoma de investigación fue abandonada por los países occidentales. Casi todos los mutantes [...] morían o eran más débiles que las variedades silvestres”.1 Las investigaciones de cien años sobre las mutaciones en general y de setenta años sobre la selección por mutación en particular bastan para que los científicos determinen si es posible que las mutaciones generen nuevas especies. Después de examinar las pruebas, Lönnig concluyó: “Las mutaciones no pueden transformar una especie original [vegetal o animal] en otra totalmente nueva. Esta conclusión armoniza con los resultados de todos los ex1 Los experimentos demostraron una y otra vez que la cantidad de nuevos mutantes descendía a un ritmo constante, mientras que aparecía de forma recurrente el mismo tipo de mutantes. Además, menos del 1% de las mutaciones vegetales se elegían para proseguir las pruebas, y de este grupo, menos del 1% resultaban aptas para uso comercial. Nunca se logró crear siquiera una especie nueva. Como los resultados de la selección por mutación en animales fueron todavía peores, se descartó el método por completo.

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perimentos y estudios sobre mutaciones realizados en el siglo XX, así como con las leyes de la probabilidad”. Por tanto, ¿pueden las mutaciones convertir una especie determinada en una completamente distinta? Las pruebas demuestran que no. Los estudios de Lönnig lo llevaron a concluir que “las especies debidamente definidas tienen límites claros que las mutaciones accidentales no pueden eliminar ni traspasar”.22 Lo anterior tiene muchas implicaciones. Si científicos consumados son incapaces de producir nuevas especies induciendo mutaciones y preservando las que sean útiles, ¿qué probabilidades hay de que un proceso carente de inteligencia lo haga mejor? Si las investigaciones demuestran que las mutaciones no pueden transformar una especie original en otra totalmente diferente, ¿cómo, entonces, podría tener lugar la macroevolución? Mito 2. La selección natural condujo a la creación de nuevas especies. Darwin creía que el proceso que llamó selección natural favorecía a las formas de vida mejor adaptadas al medio y que las menos adaptadas al final se extinguían. En la actualidad, los evolucionistas enseñan que al dispersarse las especies y quedar aisladas, la selección natural preservó a los individuos cuyas mutaciones genéticas los hicieron más aptos para sobrevivir en el nuevo ambiente. Con el tiempo, conjeturan, estos grupos aislados dieron origen a especies totalmente nuevas. La realidad. Como se ha señalado, las pruebas indican de manera enfática que las mutaciones no producen formas completamente nuevas de plantas o animales. Pues bien, ¿en qué se basan los evolucionistas para afirmar que la selección natural elige las mutaciones favorables a fin de crear nuevas especies? Un folleto editado en 1999 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos cita como


Si algo demuestran los pinzones de Darwin es que las especies se adaptan a los cambios climáticos

bién notaron que algunas de las distintas “especies” se cruzaban y producían descendientes que sobrevivían mejor que sus progenitores. Concluyeron que, de persistir el cruce, podría darse el caso de que dos “especies” se fusionaran en una.25 Entonces, ¿puede la selección natural realmente crear especies nuevas? Hace varios decenios, el bi ólogo evolucionista George Christopher Williams cuestionó si la selección natural tenía tal capacidad.26 En 1999, el teórico de la evolución Jeffrey H. Schwartz escribió que la selección natural quizás ayude a las especies a adaptarse a las cambiantes exigencias de la existencia, pero en ningún caso crea nada nuevo.27 Efectivamente, los pinzones de Darwin no se han transformado en “nada nuevo”. Siguen siendo pinzones. Y el hecho de que se crucen pone en entredicho los criterios que emplean ciertos evolucionistas para definir una especie. El caso de estos pájaros también revela que hasta las más prestigiosas instituciones científicas son capaces de presentar la información de manera sesgada. MITOS Y REALIDADES DE LA EVOLUCIÓN

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Dibujos de picos: del libro Journal of Researches, de Charles Darwin (1873), imagen gentileza de Biodiversity Heritage Library

ilustración “las trece especies de pinzones estudiados por Darwin en las Galápagos, hoy conocidos como pinzones de Darwin”.23 En la década de 1970, un equipo de investigación dirigido por Peter y Rosemary Grant, de la Universidad de Princeton, estudiaron estos pinzones y descubrieron que tras un año de sequía en las islas, los de pico un poco más grande sobrevivieron mejor que los de pico más pequeño. Dado que la observación de la forma y el tamaño del pico constituye uno de los principales medios para distinguir cada una de las trece especies, se otorgó gran importancia a este hallazgo. El folleto de la Academia agrega: “Los Grant calculan que si, por término medio, ocurre una sequía por década, surgiría una nueva especie de pinzón al cabo de solo doscientos años”.24 Sin embargo, el folleto no menciona que en los años posteriores a la sequía los pinzones de pico más pequeño volvieron a predominar. Los investigadores descubrieron que tras el cambio climático, los pájaros de pico más grande dominaron por un año, pero luego fue justo al revés. Tam-


Mito 3. El registro fósil documenta los cambios de la macroevolución. El folleto antes mencionado deja al lector con la impresión de que los restos fósiles hasta ahora descubiertos documentan sobradamente la macroevolución. Dice: “Se han hallado tantas formas intermedias entre peces y anfibios, entre anfibios y reptiles, entre reptiles y mamíferos y dentro de la cadena evolutiva de los primates, que en muchos casos resulta difícil precisar cuándo se produce la transición de una especie a otra”.28 La realidad. La anterior aseveración sorprende bastante. ¿Por qué? Niles Eldredge, acérrimo evolucionista, declara que el registro fósil no revela una acumulación gradual de cambios, sino que durante largos períodos de tiempo “se acumulan

El registro fósil indica que los principales grupos de animales aparecieron de repente y se mantuvieron prácticamente inalterados

Creer en la evolución es un acto de “fe” ¿Por qué insisten tantos evolucionistas prominentes en que la macroevolución 1 Aun los pocos ejemplos del registro fósil que se aducen en favor de la evolución son discutibles. Véanse las páginas 22 a 29 del folleto El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis, editado por los testigos de Jehová.

22

¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

1 El materialismo, en este sentido, se refiere a la teoría de que el universo, con todas sus formas de vida, vino a la existencia sin intervención sobrenatural alguna.

5 Juan Carlos Mu ñoz/age fotostock, gentileza del Royal Tyrrell Museum of Palaeontology

pocos o ningún cambio evolutivo en la mayoría de las especies”.129 Al presente, por toda la Tierra se han desenterrado y catalogado unos doscientos millones de fósiles grandes y miles de millones de fósiles pequeños. Muchos científicos concuerdan en que este vasto y detallado registro prueba que los principales grupos de animales aparecieron de repente y se mantuvieron prácticamente inalterados, y que muchas especies desaparecieron con la misma rapidez con que llegaron.

es un hecho? El influyente evolucionista Richard Lewontin admitió con franqueza que muchos científicos no dudan en aceptar hipótesis no confirmadas porque tienen “un compromiso previo, un compromiso con el materialismo”.1 Se niegan a considerar siquiera la posibilidad de que exista un Diseñador inteligente porque, como escribe Lewontin, “no podemos permitir que un Ser Divino ponga el pie en la puerta”.30 La revista Scientific American recoge el siguiente comentario del sociólogo Rodney Stark: “Desde hace doscientos años se viene promocionando la idea de que para ser un hombre de ciencia hay que liberar la mente de las cadenas de la religión”. También señala que en las universidades donde se realizan labores de investigación, “la gente religiosa se queda callada”.31 Si vamos a aceptar como válida la teoría de la macroevolución, hay que creer que los científicos agnósticos o ateos no se dejarán influir por sus convicciones personales a la hora de interpretar sus hallazgos. Hay que creer que las mutaciones y la selección natural produjeron todas las formas complejas de vida, pese a que un siglo de investigaciones ha demostrado que las mutaciones no han transformado ni una sola especie debidamente definida en otra totalmente distinta. Hay que creer que todas las criaturas evolucionaron de manera gradual a partir de un antepasado común, aunque el registro fósil indique con contundencia que las principales clases de plantas y animales aparecieron de súbito y no evolucionaron hasta convertirse en otras, ni siquiera en el transcurso de millones de años. ¿Le parece que esta clase de creencia se basa en realidades, o en mitos? Sin duda, creer en la evolución es un acto de “fe”.


¿Qué respondería usted? ˛

¿Cómo rebatiría la idea de que la llamada microevolución es prueba de que tuvo que haber ocurrido una macroevolución?

˛

¿Por qué es significativo el hecho de que el registro fósil muestre que la mayoría de las especies cambiaron muy poco a lo largo de vastos períodos de tiempo?


La ciencia y el relato de Génesis Muchas personas sostienen que la ciencia refuta el relato bíblico de la creación. Sin embargo, la verdadera contradicción no es entre la ciencia y la Biblia, sino entre la ciencia y las opiniones de fundamentalistas cristianos. Varios de estos grupos defienden el falso concepto de que la Biblia enseña que el universo físico fue creado en seis días de veinticuatro horas hace unos diez mil años. No obstante, la Biblia no respalda tal conclusión. Si lo hiciera, muchos de los descubrimientos científicos de los últimos cien años la desacreditarían, y con razón. Un análisis cuidadoso del texto bíblico revela que este no choca con los hechos científicos demostrados. Por ello, los testigos de Jehová no compartimos el pensamiento de los fundamentalistas ni de un buen número de creacionistas. Veamos qué enseñan realmente las Escrituras sobre el particular.

¿Cuándo fue “el principio”?

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¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

¿Cuánto duraron los días creativos? ¿Fueron los días creativos períodos de veinticuatro horas? Hay quienes afirman que como Mois és —el escritor de Génesis— relacionó el día de descanso que siguió a los seis días creativos con el sábado semanal, cada uno debió durar veinticuatro horas literales (Éxodo 20:11). ¿Avalan las palabras de Génesis esta conclusión? No. El caso es que la palabra hebrea que se traduce “d ía” puede designar

Nebulosa: IAC/RGO/David Malin Images

El Génesis se abre con esta sencilla y poderosa declaración: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Algunos eruditos coinciden en que aquí se describe una acción distinta de la actividad que tuvo lugar en los días creativos mencionados a partir del versículo 3. Las palabras de apertura de la Biblia son de gran trascendencia, pues indican que el universo, incluida la Tierra, ya había existido por una cantidad indefinida de tiempo antes de que comenzaran los días creativos. Los geólogos calculan la edad de la Tierra en cuatro mil millones de años, y los astrónomos estiman la del universo en quince mil millones. ¿Contradicen estas cifras, o los nuevos cálculos que pue-

dan venir en el futuro, las palabras de Génesis 1:1? No, pues la Biblia no precisa la edad real de “los cielos y la tierra”. Así que la ciencia no desmiente el texto bíblico.


Génesis no enseña que el universo y la Tierra fueron creados en días de veinticuatro horas hace unos cuantos milenios


Sucesos que se iniciaron en un “día” se extendieron a uno o más de los siguientes “días”

espacios de tiempo de diversa duración, no solo de veinticuatro horas. Por ejemplo, al resumir la obra creativa de Dios, Moisés englobó los seis días de la creación en uno solo (Génesis 2:4). Por otra parte, el primer “día” creativo, “Dios empezó a llamar a la luz Día, pero a la oscuridad llamó Noche” (Génesis 1:5). Aquí, el término “día” se aplica a una fracción del período de veinticuatro horas. Queda claro, pues, que la hipótesis de que cada día creativo duró veinticuatro horas es arbitraria y carece de fundamento bíblico. Entonces, ¿cuánto duraron los días creativos? Aunque la Biblia no lo especifica, la redacción de los capítulos 1 y 2 de Génesis indica que se trató de extensos períodos de tiempo.

Seis períodos creativos Moisés escribió su relato en hebreo, y lo hizo desde la perspectiva de un observador terrestre. Estos dos factores, aunados al hecho de que el universo ya existía antes de que empezaran los días, o períodos creativos, ayudan a difuminar en gran parte la polémica en torno al relato de la creación. ¿De qué manera? 26

¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

Un examen atento del relato bíblico deja ver que algunos sucesos que se iniciaron en un “día” concreto se extendieron a uno o más de los siguientes “días”. Así, por ejemplo, antes de que comenzara el primer “día” creativo, ya existía el Sol; pero había algo, posiblemente nubes densas, que impedía que su luz alcanzara la superficie terrestre (Job 38:9). En el transcurso del primer “día” empezó a disiparse dicha barrera, permitiendo el paso de la luz difusa a través de la atmósfera.1 El segundo “día”, la atmósfera evidentemente siguió despejándose, creando un espacio entre las densas nubes arriba y el océano abajo. El cuarto “día”, la atmósfera se aclaró tanto que el Sol y la Luna se hicieron visibles “en la expansión de los cielos” (Génesis 1:14-16). En otras palabras, desde la perspectiva de un observador en la Tierra, empezaron a divisarse el Sol y la Luna. Estos acontecimientos se produjeron de forma paulatina. 1 En la descripción de lo que sucedió el primer “día”, la palabra hebrea para “luz” es ’ohr, que designa la luz en sentido general; mientras que al hablar del cuarto “día” se emplea ma’óhr, que denota la fuente de la luz.


El relato de Génesis también dice que en el quinto “día”, según iba aclarándose la atmósfera, fueron apareciendo las aves y, al parecer, los insectos voladores y otras criaturas con alas membranosas. La narración bíblica deja abierta la posibilidad de que algunos de los principales sucesos de cada “día”, o período creativo, ocurrieran de un modo gradual y no instantáneo y de que incluso se prolongaran hasta los siguientes “días”.1

Según su género ¿Significa la aparición progresiva de las plantas y los animales que Dios se sirvió de la evolución para producir la enorme diversidad de seres vivos? No. El relato dice claramente que Dios creó todos los “géneros” básicos de plantas y animales (Génesis 1:11, 12, 20-25). ¿Se dotó a estos “géneros” con la capacidad de adaptarse a los cambios del medio? ¿Qué define los límites de un “género”? La Biblia no lo dice. Pero sí nos dice que las 1 Por ejemplo, durante el sexto “día”, Dios dijo a los humanos que se hicieran muchos y llenaran la tierra (Génesis 1:28, 31). Sin embargo, este mandato no comenzó a cumplirse sino hasta el siguiente “día” (Génesis 2:2).


criaturas vivas “enjambraron según sus géneros” (Génesis 1:21). Esta afirmación da a entender que las posibilidades de variación dentro de un “género” tienen un límite. Tanto el registro fósil como las investigaciones recientes confirman que las categorías fundamentales de plantas y animales han experimentado pocos cambios a lo largo del tiempo. Contrario al pensamiento de algunos fundamentalistas, Génesis no enseña que el universo —incluidos la Tierra y todos los seres vivos que la pueblan— fue crea-

¿Qué respondería usted? ˛

¿Cuáles son algunos falsos conceptos sobre el relato bíblico de la creación? ˛ ¿Qué tiene de singular el hecho de que la Biblia y la ciencia concuerden en muchos puntos?

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do en un breve espacio de tiempo en un pasado no muy lejano. Al contrario, diversos aspectos de la descripción que allí se da sobre la creación del universo y la aparición de la vida en el planeta armonizan con los últimos descubrimientos científicos. Debido a sus creencias filosóficas, numerosos hombres de ciencia rechazan la afirmación bíblica de que Dios creó todas las cosas. Resulta interesante, sin embargo, que Moisés escribió en el antiguo libro de Génesis que el universo tuvo principio y que la vida apareció por etapas, progresivamente, durante un largo lapso de tiempo. ¿De dónde obtuvo Moisés hace tres mil quinientos años información tan exacta desde el punto de vista científico? Existe una explicación lógica. Aquel que poseía el poder y la sabiduría necesarios para crear los cielos y la Tierra le transmitió estos conocimientos tan avanzados. Ello añade peso a la aseveración que hace la propia Biblia de ser “inspirada de Dios” (2 Timoteo 3:16).1 Llegados a este punto, tal vez usted se pregunte qué importancia tiene el que uno crea o no en el relato bíblico de la creación. Analicemos algunos argumentos que muestran que sí es importante. 1 Si desea más información, vea el breve video ¿Por qué podemos confiar en que la Biblia dice la verdad?, disponible en jw.org.

Ping üinos: gentileza de John R. Peiniger

Las investigaciones recientes confirman que todos los seres vivos se reproducen “según su género”


¿Importa lo que uno crea? ¿Cree usted que la vida tiene un propósito? El evolucionista William B. Provine dice: “Lo que hemos aprendido sobre el proceso evolutivo tiene enormes implicaciones para nosotros, pues influye en nuestra noción del sentido de la vida”. ¿Y a qué conclusión llega? “No le encuentro un sentido cósmico ni último a la vida humana.”32

& Faunia, Madrid

Evaluemos el significado de esas palabras. Si, en efecto, la vida no tiene un sentido último, nuestra existencia no tendría otro fin que el de tratar de hacer algún bien y quizás transmitir nuestros genes a la siguiente generación. Al morir, dejaríamos de existir para siempre. Nuestro cerebro, con su capacidad para pensar, razonar y meditar en el sentido de la vida, sería un simple accidente de la naturaleza. Y eso no es todo. Muchos partidarios del evolucionismo aseguran que Dios no existe o que no intervendrá en los asuntos humanos. En cualquier caso, nuestro futuro quedaría en manos de los líderes políticos, intelectuales y religiosos del mundo. Y a juzgar por la manera como estos han obrado en el pasado, el caos, los conflictos y la corrupción seguirían plagando a la humanidad. Si la evolución es una realidad, estamos más que justificados para regirnos por el lema fatalista que dice: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir” (1 Corintios 15:32). La Biblia, por su parte, enseña que “la fuente de la vida” está con Dios (Salmo 36:9). Estas palabras conllevan profundas repercusiones.

Si lo que la Biblia dice es cierto, quiere decir que la vida sí tiene sentido. Amorosamente, nuestro Creador se ha propuesto bendecir a todo aquel que opte por vivir de acuerdo con Su voluntad (Eclesiastés 12:13). Su propósito incluye la promesa de vida en un mundo libre de caos, conflictos y corrupción... libre incluso de la muerte (Salmo 37:10, 11; Isaías 25:6-8). Millones de personas por todo el globo terráqueo dan fe de que nada aporta tanto sentido a la vida como aprender acerca de Dios y obedecerlo (Juan 17:3). Estas personas no se alimentan de fantasías. Las pruebas son contundentes: la vida es obra de un Creador. ¿Qué respondería usted? ˛

¿A qué deducción ha llegado: que somos producto de la evolución, o que fuimos creados? ¿En qué basa su respuesta?

˛

¿Qu buenas razones existen para que examine la base de sus creencias?

29


Bibliografía El planeta vivo 1. “Majestic Universe” (título de portada), número especial de Scientific American (2008), p. 11. 2. Burger, William C.: Perfect Planet, Clever Species—How Unique Are We?, 2003, pp. 24, 34. 3. Ward, Peter D., y Donald Brownlee: Rare Earth—Why Complex Life Is Uncommon in the Universe, 2000, p. 224. 4. Suzuki, David: The Sacred Balance—Rediscovering Our Place in Nature, 2007, p. 102. 5. Corey, M. A.: God and the New Cosmology —The Anthropic Design Argument, 1993, pp. 144, 145. Desbordante de vida (recuadro) 6. Vié, Jean-Christophe, Craig Hilton-Taylor y Simon N. Stuart (eds.): Wildlife in a Changing World—An Analysis of the 2008 IUCN Red List of Threatened Species, 2009, p. 6. 7. Torsvik, V., R. Sørheim y J. Goksøyr: “Total Bacterial Diversity in Soil and Sediment Communities—A Review”, Journal of Industrial Microbiology, vol. 17 (1996), pp. 170-178. 8. Chivian, Dylan, y otros: “Environmental Genomics Reveals a Single-Species Ecosystem Deep Within Earth”, Science, vol. 322 (10.10.2008), pp. 275-278 5 David Hawks

9. Biello, David: “Microbe Census Reveals Air Crawling With Bacteria”, Scientific American, http://www.scientificamerican.com/ article.cfm?id6microbe-census-reveals-ai. ¿Quién lo diseñó primero? 10. Summers, Adam: “As the Whale Turns”, Natural History (junio 2004), pp. 24, 25. 11. “Flippered Flight”, en la sección “Random Samples”, Science (21.5.2004), p. 1106. 12. “Is It a Bird, Is It a Plane . . . ”, en la sección “Technology”, New Scientist (3.9.2005), p. 21. 13. Fraas, Arthur P.: Heat Exchanger Design, 2.a ed., 1989, p. 2. 30

¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

14. “Technology That Imitates Nature”, en la sección “Report”, The Economist Technology Quarterly (11.6.2005), pp. 18-22. 15. Behe, Michael J.: “Design for Living”, The New York Times (7.2.2005), p. A21. Mitos y realidades de la evolución 16. Dawkins, Richard: “Darwin & Evolution —The Illusion of Design”, Natural History (noviembre 2005), p. 37. 17. Darwin, Charles: El origen de las especies, Grijalbo, 1957, pp. 391, 392 18. Ib., p. 61. 19. Muller, H. J.: “The Production of Mutations”, 1946, en Nobel Lectures, Physiology or Medicine 1942-1962, 1999, p. 162. 20. Lönnig, Wolf-Ekkehard: “Expectations in Mutation Breeding”, en Mutation Breeding, Evolution, and the Law of Recurrent Variation, 2005, p. 48, y entrevista con Wolf-Ekkehard Lönnig. 21. Lönnig, Wolf-Ekkehard: Mutation Breeding, Evolution, and the Law of Recurrent Variation, 2005, pp. 48-51. 22. Ib., pp. 49, 50, 52, 54, 59, 64, y entrevista con Wolf-Ekkehard Lönnig. 23. “Evidence Supporting Biological Evolution”, en Science and Creationism—A View From the National Academy of Sciences, 1999, p. 10. 24. Ib., p. 11. 25. Grant, Peter R.: “Natural Selection and Darwin’s Finches”, Scientific American (octubre 1991), p. 87; Gibbs, H. Lisle, y Peter R. Grant: “Oscillating Selection on Darwin’s Finches”, Nature (11.6.1987), p. 511; Grant, Peter R., y B. Rosemary Grant: “Hybridization of Bird Species”, Science (10.4.1992), pp. 193-197. 26. Williams, George C.: Adaption and Natural Selection, 1966, p. 54. 27. Schwartz, Jeffrey H.: Sudden Origins—Fossils, Genes, and the Emergence of Species, 1999, pp. 317-320. 28. “Evidence Supporting Biological Evolution”, en Science and Creationism—A View From the National Academy of Sciences, 2.a ed., p. 14.


30. Lewontin, Richard C.: “Billions and Billions of Demons”, The New York Review of Books (9.1.1997), pp. 28-32. 31. Larson, Edward J., y Larry Witham: “Scientists and Religion in America”, Scientific American (septiembre 1999), p. 91. ¿Importa lo que uno crea? 32. Provine, William B.: “Evolution and the Foundation of Ethics”, en Science, Technology, and Social Progress (ed. Steven L. Goldman), 1989, pp. 253, 266.

w

NASA, ESA y el Hubble Heritage (STScl/AURA) -ESA/Hubble Collaboration

29. Eldredge, Niles: The Triumph of Evolution and the Failure of Creationism, 2000, pp. 49, 85.

¿Se contradicen la Biblia y la ciencia? ¿Se cumplen sus profecías? ¿Por qué ha tenido una distribución tan amplia?

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Para saber la respuesta a estas preguntas, vea el video de cuatro minutos y medio titulado ¿Por qué podemos confiar en que la Biblia dice la verdad?, disponible en jw.org.

También puede hallar respuesta a las siguientes preguntas: ˛

¿Por qué sufrimos? ˛ ¿Cómo podemos ser más felices en la vida familiar? ˛ ´ ˜ ¿QUE ENSENA realmente LA BIBLIA?

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˛

¿Fue diseñado nuestro planeta para la vida?

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¿Qué aprendemos de los diseños evidentes en la naturaleza?

˛

¿Se basa la teoría evolucionista en hechos?

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¿Desmiente la ciencia el relato bíblico de la creación?

˛

¿Por qué importa lo que uno crea?

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¿Es la vida obra de un Creador, o somos sencillamente el producto de procesos aleatorios no dirigidos? Pocas preguntas despiertan tanta polémica. No obstante, hallar la respuesta es de vital importancia. Este folleto analiza, entre otros, los siguientes temas:


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