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JUGAR CON LAS EXPORTACIONES
Sin exportación no hay crecimiento
ES UNA VERDAD INDISCUTIBLE, PERO ALGUNOS TODAVÍA NO REGISTRAN LA IDEA. LOS ÚLTIMOS MESES ENSEÑAN QUE EL DISCURSO VA POR UN LADO Y LAS ACCIONES OFICIALES, POR OTRO. EL PAÍS LO PADECE.
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Por SUSANA MERLO ESPECIAL PARA CHACRA | contenidos@revistachacra.com.ar
La realidad va más allá de la falta de una vi-
sión estratégica de mediano y largo plazo o la carencia de un plan estable de po-
líticas de Estado básicas para el país, que sea mantenido -y defendido- por todos los partidos políticos, lo cual sería deseable y además es la forma que adoptaron los países democráticos desarrollados del mundo, sea cual fuere su tendencia política. Si no se puede lograr interés en torno de estos objetivos básicos, urge solicitar
lo mínimo de corto plazo como para poder se-
guir adelante en lo que resta de este período presidencial; es decir, dos años más. Pues bien, no se sabe si por error, ignorancia o directamente indiferencia, los funcionarios de turno optan por insistir con medidas retrógradas, antiguas, muy costosas, y que llevará luego mucho tiempo intentar neutralizar. Con apenas un par de ejemplos, se puede mostrar esto claramente.
PASOS ERRADOS
Desde la segunda quincena de mayo el Poder
Ejecutivo reinstaló la prohibición de exportar
carne vacuna, lo mismo que en forma inédita había hecho en marzo de 2006 el entonces presidente Néstor Carlos Kirchner, y que fue una de las razones más fuertes para la posterior liquidación de buena parte del rodeo local. En estas 8-10 semanas que transcurrieron desde la insólita medida (o repetición del error, como se prefiera), ya hubo al menos 3 o 4 correcciones de distinto tenor, prueba de la falta
de consistencia con que se tomó semejante
decisión. También desde entonces, se perjudicaron los criadores (por la caída del precio de la vaca conserva), los tamberos (ídem anterior), los frigoríficos (que tuvieron que reducir sus faenas), los obreros de la carne (que perdieron horas extra), los compradores del exterior (como China e Israel, que protestó airadamente por la medida que los dejó sin la mercadería prevista), y también salió perdiendo el país como conjunto, por la caída de ingreso de divisas que representa el recorte de las exportaciones. Si con esto no alcanzara, también se perjudicó
el supuesto beneficiado: el consumidor, que debía ver cómo caían los precios internos de la mano del cierre de las exportaciones, según el cálculo de los funcionarios. Lo cierto es que tal cosa jamás ocurrió, sino todo lo contrario, y ahora aunque corrijan, buena parte del daño ya está hecho. Lo más irónico, o contradictorio, es que al mismo tiempo anunciaron un (nuevo) Plan Ganadero. ¿Para qué? ¿Para producir más y no poder venderlo?
AISLADOS
Simultáneamente, el Gobierno volvió a tensar la relación con el alicaído Mercosur, separándose fuertemente de la posición mucho más aperturista (ahora) de Brasil, Uruguay y Paraguay. Si la Argentina no es capaz de flexibilizar las protecciones históricas y competir con terceros países en territorio de los socios del bloque, ¿puede pretender hacerlo en los mercados asiáticos o en Estados Unidos o en la propia Europa? Y eso sin hablar de la mismísima China. La actitud soberbia hacia los otros integrantes del Mercosur, la mentalidad arcaica de no avanzar en acuerdos de libre comercio que saquen al bloque de su actual postración, ¿hacia dónde conducen? Seguramente a nada bueno.
LÓGICA BÁSICA
Si no se aumenta la producción de los rubros en los que el país es más competitivo, como la agroindustria, ¿en qué se podrá basar entonces el intercambio con el mundo? Porque tal vez todavía quede algún distraído que crea que se puede exportar sin producir.