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EL CAMPO SE PLANTÓ
Hartos ya de estar hartos
EL AGRO Y OTROS SECTORES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA LLEGARON A UN LÍMITE. DEMANDAN RESPETO POR SU TRABAJO Y POR LA PROPIEDAD PRIVADA. QUE SE TERMINE EL DESPILFARRO DEL GASTO Y SE HONREN LAS LIBERTADES INDIVIDUALES.
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Una multitud del más variado origen expresó, junto con el campo, su descontento por el rumbo que ha adoptado el gobierno. Sólo piden trabajar en libertad.
No se trata de un deja vú; todo lo que es-
tamos viendo en efecto sucedió hace
unos años, antes de 2016, con la misma carga de necedad y con un gobierno del mismo signo político. Probablemente es lo que más duele, el tiempo que se pierde tropezando con la misma piedra. Acorralado por una serie de medidas carentes de toda lógica, el campo tuvo que volver a la ruta, en principio para reunir voluntades y regalarles a los funcionarios de turno un “hasta acá llegamos”. Y no estuvo solo en esta patriada de lograr que entiendan los que no quieren hacerlo. Lo acompañaron otros actores del tejido social, unidos por una misma característica: hartos de que les metan la mano en el bolsillo. San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, fue el punto detonante, pero no debe perderse de vista que hubo actos y movilizaciones de una punta a la otra del país productivo. Se contabilizaron reuniones desde Formosa, Salta, Chaco, el norte de Santa Fe, hasta el sur de la provincia de Buenos Aires. En todas se sumaron representantes de pymes del más variado tipo: comerciantes, gastronómicos, empresas de transporte, industriales de diversos rubros. Incluso educadores. Es difícil hallar una actividad privada que no resulte afectada, que no sienta que se están quedando con ingresos genuinos que realmente necesita. Nadie está conforme con la realidad que le toca vivir.
LA MESA DE ENLACE
Fueron 60.000, 65.000 o 70.000. En un detalle que no hace a la cuestión. Los reclamos y pedidos se concentraron en lo que se denominó la “Proclama de San Nicolás”, que se fundamentó más que nada en pedir respeto por la Constitución Nacional y las leyes vigentes, con especial énfasis en la propiedad privada. Y dejar de gastar como si no existiese un nivel de pobreza alarmante. Todavía resuena la advertencia del presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes. “La pobreza es consecuencia de
las políticas nefastas que implementa el gobierno, que además miente, porque no asume los errores que comete. No vamos a permitir
que nos pase por encima”. A su turno, Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria Argentina, fue igualmente contundente: “No quiero que mis hijos se vayan del país. Nece-
EMOTIVO
En tiempos de pandemia, resultó realmente conmovedor el minuto de silencio por los fallecidos a causa del coronavirus. El sentido aplauso de los asistentes apuntó a reconocer la tarea de todo el personal de salud del país.
sitamos un desarrollo equitativo, federal. A todos los políticos les pido: ‘anímense a gobernar un país libre’”. Y fue Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, quien reconoció que será difícil la relación si no nos llaman a dialogar. “Defendamos la Argentina, nuestro trabajo, nuestros derechos, la libertad”. Por su parte, Elbio Laucirica, de Coninagro, sostuvo: “Esperamos que haya espacio para dialogar con el gobierno, pero las medidas tomadas son inexplicables; perjudicaron a todos. Hay un claro avasallamiento de la propiedad privada”.
CHACRA TV recogió los testimonios de los hombres de campo, que no entienden por qué el Ejecutivo los ha elegido como sus enemigos.
MANO A MANO
CHACRA TV se mezcló entre los productores y obtuvo sus testimonios. Aníbal Chiramberro, de Federación Agraria, mostró su satisfacción de haber visto que otros sectores se movilizaron junto a ellos. “Esto demuestra que no es un tema ligado exclusivamente al comercio de carne vacuna; hay mucha gente de otros ám-
bitos que se ha cansado de los impuestos, la inflación, el manejo de las escuelas, el vacunatorio VIP, la falta de conectividad, las ru-
tas. Todo apunta a que haya menos personas viviendo en el campo”. Juan José Madero, titular de la Cámara de Inmobiliarias Rurales, aconsejó ver el acontecimiento como una movilización de ciudadanos de un país que parece ir hacia un destino distinto del que prevé nuestra Constitución. “Acá se está pidiendo volver a un sistema republicano, con respeto por las libertades individuales. Día a día crece el número de propietarios que venden su campo porque se van del país o porque sus hijos están pensando en irse y no van a continuar con la empresa”. Oscar Subarroca, titular del Mercado de Liniers, fue contundente. “Nos preocupa el lobby
entre el gobierno y los grandes frigoríficos y los exportadores, lo cual perjudica la libre
competencia; es la única forma que tenemos de defender al productor ganadero. No solo han reducido las exportaciones de carne, sino que hay muchas matrículas a las que no se les permite competir; carecemos de una adecuada formación de precios”. Santos Zuberbuhler, quien pertenece a la Sociedad Rural Argentina, descerrajó su enojo. “El campo, la actividad más federal de la Argentina, le está diciendo al gobierno que el camino que ha tomado está equivocado. Espero que nos escuche. Repite los errores que en 2006 nos
llevaron a perder miles de fuentes de trabajo
y casi 12 millones de cabezas. Nunca funcionó, pero con la misma receta pretende obtener resultados distintos”. Ricardo Burgos, de CRA, advirtió con preocupación:“Estamos yendo a un lugar que no queremos; es la razón que nos une a todos los que estamos acá. Lo que hicieron con la ganadería es inconcebible, no tienen la menor idea. No sirve. La vaca conserva hay que dejarla en los
campos, no se puede vender. Rompieron algo
que estaba funcionando bien”. Por último, Gabriel de Raedemaeker, expresidente de Cartez y actual vicepresidente de CRA, explicó que “son muchos los sectores sociales que la están pasando mal y quieren expresar su descontento a un gobierno que no está escuchando.
“Pedimos la posibilidad de producir, generar divisas y puestos de trabajo. No nos agrada lo que hemos visto en días recientes. La exportación de carne se ha convertido en un negocio para unos pocos, pierde el productor y pierde el consumidor”.
Claudio Gianni
Entrevistas Carina Rodríguez