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DAR EN EL BLANCO
Asperjado eFIciente, resultado sustentable
LA CALIDAD DE APLICACIÓN DE FUNGICIDAS EN CULTIVOS DE GRANOS FINOS FUE UNO DE LOS TEMAS PROPUESTOS POR EL INTA EN SU WEBINAR “EL TRIGO EN FOCO”, QUE REUNIÓ A PROFESIONALES DEL MÁS ALTO NIVEL.
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Las condiciones ambientales deben ser ampliamente analizadas para elegir el momento correcto y evitar derivas, con todo lo que eso significa.
El Ing. Agr. (Esp.) Pedro Platz, investigador de la Facultad de Ciencias
Agrarias de la Universidad de Mar del Plata-Unidad In-
tegrada Balcarce, formó parte de la movida implementada por el INTA para poner de relieve los avances en trigo de cara a la nueva campaña. Uno de los pilares del manejo integrado de plagas (MIP) es el monitoreo de los cultivos, que permite detectar con anticipación la necesidad de proteger el cultivo con fitosanitarios. Durante el monitoreo es fundamental detectar
en qué parte del cultivo se encuentra ubicado
el blanco u objetivo que queremos controlar. Es lo que condicionará la calibración del equipo de aplicación. Desde que se detectan los primeros síntomas o daños, se puede comenzar a pensar en qué
productos tenemos disponibles. Evaluaremos
la banda toxicológica, el costo/dosis y se tendrán en consideración los índices ambientales de contaminación, entre otras cosas. Lo que sigue es prescribir todas las recomen-
daciones a través de una Receta Agronómica
(RAO). Es un documento legal (Ley 10.699) que reúne toda la información que un operario necesita para aplicar correctamente un fitosanitario.
FUNDAMENTAL
En cuanto a la calidad de agua con la cual se llevarán a cabo las aplicaciones, siempre se recomienda realizar análisis de los puntos de extracción y almacenamiento del vital fluido, si es posible en las dos épocas contrastantes
del año. Aguas de mala calidad pueden tener problemas de dureza (concentración de cationes) que interfieren con la actividad molecular de los productos que vamos a aplicar. El pH es otro indicador que no debe faltar en el análisis. En caso de tener que usar correctores, es fundamental que se agreguen al tanque de la pulverizadora varios minutos (al menos 15) antes de incorporar el o los productos fitosanitarios. Estas recomendaciones deben quedar por escrito en la RAO.
DERIVAS
Conocer las condiciones meteorológicas antes, durante y después de la aplicación es un punto clave porque está asociado con el tamaño de gotas que vamos a generar durante el asperjado. Asimismo pueden predisponer a pérdidas del producto aplicado, lo que comúnmente se denomina como derivas (30%, hasta un 50 %), tanto exoderivas (implican el traslado de las gotas por efecto del viento o corrientes de aire de un lote aplicado a otra zona sensible)
Es fundamental saber con qué pastillas cuenta el equipo, ya que determinan los parámetros que definen una pulverización adecuada.
como endoderivas (pérdidas dentro del lote o cultivo). Por cierto, también existe la deriva por volatilización del o los productos aplicados; es una de las pérdidas más difíciles de cuantificar y puede ocurrir posteriormente a la aplicación, vinculada con las condiciones de demanda atmosférica, temperatura, velocidad y dirección del viento.
EL MOMENTO ADECUADO
Mientras inicia los monitoreos y hace el seguimiento, paralelamente el asesor puede con-
sultar cómo se comportarán los pronósticos meteorológicos para poder combinar el mejor
día (condiciones meteorológicas adecuadas) dentro de una semana pronosticada para realizar la aplicación. En general se recomienda usar 3 a 5 pronósticos, los que mejor funcionen en la zona. Con el promedio o lo que la mayoría indique, se puede dar aviso al productor o, bien, directamente al aplicador para que reserve el turno de la aplicación, dada la alta demanda de trabajo que tienen estos equipos.
La principal falla deviene de la demora en en-
carar la tarea. Además, puede suceder que el día en que finalmente se lleve a cabo la aplicación las condiciones meteorológicas no sean las ideales. Estos son los escenarios de mayores pérdidas desde el punto de vista de eficiencias de los productos, y afectarán el rinde del cultivo. Recuerde que una ventana de aplicación está regida por la temperatura, la humedad y velo-
TODO BIEN INDICADO
En la RAO, donde dice “Recomendaciones”, el profesional dejará claramente indicado al operario los puntos para la regulación: tipo de boquilla, presión de trabajo, altura de la barra y velocidad con la cual el equipo debe aplicar. Define así con qué caudal se va a aplicar, además de la calidad de aplicación que se busca lograr.
cidad del viento. Se recomienda suspender las
aplicaciones cuando la temperatura supere los 30°C, la humedad sea inferior al 20 % o superior al 80 % y la velocidad del viento sea
inferior a 5 km/h o mayor a 15 km/h. Una interesante integración de estos puntos es el uso de un indicador llamado “delta T”, que relaciona mejor la temperatura y la humedad dándonos una referencia de la demanda atmosférica. La misma afecta directamente a las gotas (principalmente las más chicas) que se pueden perder por evaporación. Ahora bien, es posible que,
en algún momento del día, estas condiciones
cambien y alguno de los indicadores se encuentre al límite; para ello se puede prescribir el uso de adyuvantes, un cambio en el tamaño de las gotas, etc. Todo debe quedar claramen-
te identificado en la RAO.
EQUIPO CHEQUEADO
El tercer aspecto que se debe tener presente es conocer el equipo que va a realizar la aplicación. A grandes rasgos debemos saber con qué tipo de boquillas o pastillas cuenta. Las boquillas determinan el caudal que queremos aplicar, el tamaño de las gotas que pretendemos lograr y la uniformidad con la cual se van a distribuir esas gotas en el cultivo. Por otro lado, es importante estar seguros de que la bomba del equipo funcione correctamente, que no tenga desgastes y pueda erogar el caudal suficiente para mantener la presión en la barra de aplicación, además de lograr una correcta y constante agitación del caldo en el depósito. Es necesario que el equipo se encuentre verificado técnicamente y que funcione de manera correcta; es fundamental que las boquillas no se encuentren parcialmente tapadas o desgastadas; recordemos que solo se admite un 10 a 15 % de variación del caudal nominal de acuerdo con el tipo de boquilla que se use. El mantenimiento diario del equipo es responsabilidad del operario. Se recomienda que cada vez que termine una jornada se lo lave completamente, desde el depósito, pasando por todo el circuito (filtros, mangueras, cañerías), hasta las boquillas. De esta manera se garantiza que no se acumulen residuos de otros productos aplicados evitando diluciones en las próximas aplicaciones y problemas de contaminación del cultivo.
El asesor decidirá cómo calibrar el equipo y lo
comunicará a través de la ROA. Quedará indicado el tipo de boquilla, la presión de trabajo,
la altura del botalón y la velocidad de aplica-
ción en función de: • La cobertura que tiene el cultivo. • La ubicación del blanco a controlar (estratos superiores, medios o bajos del cultivo). • Las condiciones meteorológicas que pueden presentarse antes, durante y posteriormente a la aplicación. • Las características del producto que vamos a aplicar, si es sistémico o de contacto. El asesor determinará asimismo la cantidad y tamaño de gotas que se debe lograr para que llegue la mayor parte del producto al blanco.