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CUANDO LA COBERTURA COMPLICA

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MÉXICO AGRÍCOLA

MÉXICO AGRÍCOLA

Cómo trabajar con alta cobertura

RASTROJOS ABUNDANTES SUELEN COMPLICAR LA TAREA DE LAS MÁQUINAS DEDICADAS A IMPLANTAR EL CULTIVO QUE SIGUE EN LA ROTACIÓN. PISTAS PARA RESOLVER EL PROBLEMA.

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La implantación sobre residuos abundantes exige tomar una serie de recaudos respecto de la sembradora y su regulación.

Tenga en cuenta que todo arranca un tiempo antes. Durante la

cosecha hay que tratar de

cortar lo más alto posible y dejar el material lo más entero que se pueda. “Estamos yendo a plataformas muy grandes, que a veces hacen que los sistemas desparramadores no logren llegar a todo el ancho de trabajo. No suele ser la mejor opción desde el punto de vista de la posterior calidad de implantación”, afirma Ricardo Martínez Peck, reconocido especialista en maquinaria agrícola. A veces interviene nuestra percepción de la cosecha. Por una espiguita o dos que quedan, los técnicos le hacen bajar toda la plataforma al cosechero, y eso significa que la pérdida de

cola se complica y también la siembra poste-

rior. Que quede el material entero es importante, porque todo lo que se mantenga agarrado al suelo es mucho más fácil de manejar que lo que está suelto. En cuanto a la siembra en sí, para el grano fino el desafío es “pasar”. No nos sirve que una máquina sea fantástica si no “pasa”, o nos obliga a trabajar solo de 10 a 15, imposible para cubrir

una superficie importante. Para el grano grueso, el problema es la “plantabilidad”; es decir, poner la semilla correctamente en su lugar, lograr que la plántula emerja bien.

GRANOS FINOS

Cuando uno ve los bastidores disponibles, el grado de amontonamiento es dispar. ¿Cuáles son las probabilidades de que una sembradora se atore? Martínez Peck compara tres dis-

tancias distintas entre bastidores o planos de

cuerpos sembradores. “Debo decir que 17.5 cm es una medida que a los trigueros del sur les encanta, y si fuera menos, mejor aún. Con 50 cm entre bastidores, si uno tira una moneda, no llega al suelo. Pasar a 1 m entre bastidores mejora un poco, pero todavía se ve muy apretado. Ya

con 1.50 m entre bastidores la cosa mejora de manera interesante, probablemente se puede

llegar a transitar sin mayores inconvenientes. No es fácil de conseguir”. ¿Qué pasa si nos vamos a 21 cm entre hileras, algo que puede parecer mucho para más de un triguero? Con los bastidores a 50 cm no cambia demasiado. A 1 m y 1.50 m ya el desahogo es muy importante; a 1.50 m empieza a poder pasar por todos lados. “La tracción necesaria a 21 cm es menor, el tractor es más chico para los mismos metros de ancho y el mantenimiento es menor. Los que se animan a ir a 21 cm entre

hileras hacen más barata la sembradora y el

tractor; se gasta menos gasoil por hectárea y se atora menos”. Hay otra opción dando vueltas, que en algún momento habrá que reconsiderar: control trasero de profundidad vs. control lateral. “Si tenemos la máquina con 50 cm entre bastidores, no es descabellado incurrir en un control trasero de profundidad; hay que ponerlo dentro de escala de prioridades y ver cuánto suma y cuánto resta”.

CIERRE DEL SURCO

“Acá también puede haber complicaciones. Los kilos que necesitan esos tapadores salen de los mismos resortes que transfieren carga al cuerpo de siembra. Aparecen como opción ruedas con pinchos de goma; no duran demasiado pero ayudan. Otras alternativas son las estrellas, simple y doble. Estamos negociando un compromiso en-

tre tapar el surco y afirmarlo; a veces vamos

por una opción intermedia”. (Martínez Peck)

El profesional advierte que para tener profundidad de chasis,

en general nos tenemos que ir del diseño tradicional del trans-

porte de punta. Los chasis medianamente profundos que hay en el mercado no corresponden a ese diseño; ahí entran las air drill. “Los conceptos autotrailer también nos dan la posibilidad de tener la geometría que buscamos, de gran avance entre los cuerpos de siembra, y la profundidad de chasis que nos asegure pasar medianamente bien cuando el rastrojo es abundante”.

Es importante asegurarse una buena transferencia de carga sobre el tren de siembra, para lograr uniformidad temporal y espacial.

En general negociamos un compromiso entre tapar el surco y afirmarlo. La tarea tiene sus bemoles. GRANO GRUESO

En muchos casos tenemos el rastrojo abundante y seco, y también la siembra sobre coberturas verdes roladas, donde predomina la humedad y hasta las tapadoras pueden ir con barro. Lo dicho. En el caso de las máquinas de grano grueso, el tema es la “plantabilidad”. Hay que

eliminar puntos de enganche, lograr cortar

residuos, barrerlos (ahí aparecen todas las opciones que tenemos en barre-rastrojos) y eventualmente remover el suelo, abrir los surcos con los plantadores, afirmar semilla y cerrar y apretar el surco (otro de los puntos críticos). La cuchilla prácticamente define todo y no se puede cambiar por cualquier otra cosa, por caso, la llamada arandela turbo. Eso sí, los resortes, típicos en la Argentina, nos dan muy poco recorrido de cuchilla y tenemos basti-

dores muy anchos que hacen muy difícil con-

trolar la posición a la que va la cuchilla. “Con un bastidor que en muchos casos mide 7-9 m y los microrrelieves que solemos encontrar a campo, es imposible que la cuchilla vaya en una posición (profundidad) definida -afirma el especialista-. Y cuando son cuchillas chicas, perdemos mucho nuestro ángulo de corte y hay tendencia a atorarse. Van a ir con la tierra cerca de los bolilleros, gastando los retenes. Tampoco sirve llevar las cuchillas hasta la masa; cuando las clavamos demasiado se pierde todo el efecto de corte. Combinado con un chasis ancho y un terreno cada vez más desparejo, terminan cerrando un mal trabajo”. En algunos casos los recorridos de los brazos de las cuchillas tienen un resorte muy largo, y eso ha permitido empezar a trabajar con topes reguladores de profundidad, que nos ayudan a que la cuchilla corte bien, no profundice demasiado y se termine atorando. Asimismo es importante asegurarse una bue-

na transferencia de carga sobre el tren de siembra. Es el factor de mayor peso para lo-

grar uniformidad temporal y espacial. Hace años que los fabricantes argentinos trabajan en este tema. Esa transferencia de carga, además de hacerse de forma neumática, electro-neumática o electro hidráulica, también se puede mejorar con un simple amortiguador que combina la acción de los resortes. El asunto es que sea fácil de regular y eficiente. “Bienvenidos los sistemas sofisticados, pero no podemos decir que los resortes están perimidos”. Si queremos estabilizar el cuerpo de siembra y estamos trabajando con rastrojos abundantes, los barredores son una opción. Pero para que funcionen bien es necesario pasarnos a las ruedas angostas. “Para ir de la ancha a la angosta no hay que gastar más plata; en caso de que fueran a cambiar la banda de goma, la rueda angosta es más barata. Van a lograr estabilizar el movimiento del cuerpo de siembra y el control de profundidad”.

Claudio Gianni

Fuente: JAT CREA

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