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EL GATOPARDO HA VUELTO

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NOTICIAS DE BRASIL

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Tiempos de un gatopardismo extremo

ELECCIONES, RESULTADO ADVERSO AL GOBIERNO, DECLARACIONES AQUÍ Y ALLÁ, VOLUNTARISMO INEFICIENTE. HASTA ACÁ EL ESCENARIO CAMBIA PARA QUE TODO SE MANTENGA COMO ESTABA ENTONCES.

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Por SUSANA MERLO ESPECIAL PARA CHACRA | contenidos@revistachacra.com.ar

Realmente, si alguien tenía alguna expectativa de que tras las elecciones el mundo político, y especialmente los funcionarios y legisladores, se iban a abocar a los trabajos

atrasados y a las funciones que quedan pen-

dientes después de tantos meses de internas y de enfrentamientos y especulaciones entre las partes…¡se equivocó! Si alguno creyó que ante la crisis en la que se hundió el país, los mayores responsables iban a tomar cartas rápidamente en los asuntos públicos para intentar mejorar la situación de la gente, y corregir errores como para remover al menos algunas de las restricciones que impiden producir más y crecer…¡también se equivocó! Y finalmente, si algún despistado pensó que después de tantos fracasos y errores, se iba a hacer un esfuerzo extra intentando encon-

trar una nueva fórmula para salir del estanca-

miento o al menos para copiar modelos exitosos, que hay muchos, incluso entre los países vecinos…¡tampoco acertó! Como una letanía, los actuales funcionarios re-

iteran una y otra vez medidas largamente fra-

casadas, con la única diferencia que las veces anteriores que se usaron, los hombres a cargo de las políticas eran otros.

¿Cómo se supone que se pueden abaratar los precios de cualquier bien o producto si no solo se desalienta la producción, sino que además

se le agregan más impuestos (etiquetado, envases, etc.), y se inunda de billetes sin respaldo el mercado? Suponen que con eso la gente siente que puede comprar más, pero los resultados son lógicamente opuestos. Entonces, los amantes de la intervención en los mercados se enojan y culpan a la parte empresaria acusándola de “especuladores”. ¿Y si aunque sea una vez prueban haciendo lo contrario y buscan alentar la producción, ya sea bajando las cargas impositivas o permitiendo que las empresas puedan recibir los precios “completos”, sin desdoblamiento cambiario ni quitas por retenciones? ¡Hay tantas cosas para hacer a contramano de lo que se sigue haciendo!

DESCONCERTADOS

Para el campo, proveedor de todo lo que llega a la mesa y que genera prácticamente las únicas divisas genuinas que ingresan al país, junto con el turismo receptivo aún de capa caída por la pandemia, la situación es cada vez más

insoportable, entre otras cosas por la incertidumbre que genera semejante inestabilidad en las reglas de juego. ¿O acaso alguien se anima a afirmar hoy que no habrá nuevos controles de precios o que no se van a cerrar más exportaciones o que no va a haber nuevos aumentos de las retenciones? Nadie lo haría, y los productores sospechan que

alguna de todas esas cosas (o varias) van a su-

ceder en breve, lo cual ya convenció a más de un exportador acerca de la necesidad de anotar ventas para acotar riesgos. Eso no soluciona el tema de fondo, y seguramente tampoco evitará que resurjan protestas y hasta enfrentamientos en el interior, lo que podría ser perfectamente evitable con un poco de sensatez oficial. ¿Y qué va a pasar con las provincias?, aceptarán silenciosamente un nuevo manotazo nacional con retenciones que no son coparticipables, mientras que sus principales productores -e inversores- se achican y se desencantan cada vez más? Difícil saberlo. Lo que es cierto es que el nivel de inversiones se resiente; los volúmenes se estancan, y la oferta se va a ir postergando, al menos, hasta que alguien decida que quienes más riesgos corren y ponen capital en juego,

deben recibir un precio acorde con el del mer-

cado mundial, aunque más no sea para mantener el entusiasmo.

PRIORIDAD ERRADA

Las necesidades del campo suelen ser postergadas por los candidatos de turno, que anteponen las urgencias (o el proselitismo) en los grandes conglomerados urbanos a las de amplísimas y estratégicas zonas rurales.

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