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DE SEGUNDA Y EN EL SUR

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Rompecabezas para armar

LA SIEMBRA DE SEGUNDA EN EL SUR BONAERENSE EXIGE COMBINAR CON EL MAYOR DETALLE POSIBLE FECHAS Y CICLOS DE LOS HÍBRIDOS POR UTILIZAR. LAS AMENAZAS ESTÁN TANTO EN EL COMIENZO COMO EN EL FINAL DEL CULTIVO SEMBRADO DETRÁS DE LA FINA.

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La siembra de maíz de segunda en el sur bonaerense requiere atender una serie de factores específicos para maximizar rendimientos.

Desde la Chacra Barrow, en el sur de la provincia de Buenos Aires, Fernando Ross se refiere a los parámetros por manejar cuando se siembra maíz de segunda en esta zona. En principio hay que hablar de fecha de siembra (FS) y longitud de ciclo. Poco a poco los productores van tomando nota de que hay materiales más cortos y se van animando a sembrarlos.

La ventana de crecimiento del maíz se da entre la cosecha del cultivo de invierno y la ocurrencia de la primera helada (el cultivo ya no tiene chance de seguir creciendo y acumular biomasa); si el tallo cuenta con reservas, ocurrirá una removilización. En un escenario de fecha tardía de segunda, el material largo (143 días de ciclo total) es el que más se va a resentir porque va a tener una etapa corta de llenado y un rendimiento acotado. Afortunadamente hay nuevos

híbridos intermedios y cortos en el mercado

(137 a 130 días). También es cierto que de la mano del cambio climático la primera helada

en cuestión se está corriendo hacia atrás en

el tiempo y le da más chances al maíz en el sur. De todos modos si no se produce una helada que afecte directamente al cultivo, igualmente se caen la temperatura y la radiación, y se frena el crecimiento de los granos. Por todo lo indicado queda claro que no es conveniente llenar granos demasiado tarde”, explica Ross.

MUCHO CUIDADO

Es habitual que los sembradores de segunda pongan el foco más sobre la helada que respecto de las condiciones iniciales que pueden retrasar el desarrollo; la disminución de la “antena” podría afectar la captación de recursos en el periodo crítico (radiación) y limitar rendimientos. Por ejemplo, salir a sembrar con poca humedad en el suelo porque el antecesor se la llevó; las lluvias entre madurez fisiológica del cultivo de invierno y la siembra de maíz de segunda son necesarias para reactivar el ciclo de nutrientes del suelo, además de recargar el perfil (en la zona de Tres Arroyos las precipitaciones son relativamente limitadas). Lo mismo puede decirse de la calidad de implantación cuando hay que trabajar con mucho rastrojo. taja producto de las deficiencias iniciales mencionadas. Más allá de esa fecha su rinde cae significativamente y no habría que usarlos. En Barrow se ha verificado una variación de rendi-

miento por atraso de la FS del 20 de diciembre

al 5 de enero de +45 kg/día promedio para los híbridos cortos. En ciclos intermedios la aguja no se mueve, en tanto los materiales de 115-118 días pierden 48 kg/día y los de más de 120 días resignan 105 kg/día. Entonces, no funcionan

ciclos cortos sembrados temprano (deficiencias iniciales) ni materiales largos sembrados

muy atrasados (heladas). El adecuado llenado de granos está relacionado con una fecha de floración más temprana. Los cortos requieren 65-68 días de llenado para llegar a un peso aceptable. Un ciclo largo de-

CÓMO PROCEDER

Ross recomienda algunas estrategias de manejo para resolver estos inconvenientes. Sin limitaciones hídricas las fechas tempranas (15 a 17 de diciembre) tienen ventaja, pero si inicialmente estas carencias se presentan con rela-

tiva intensidad, las FS de comienzos de enero

funcionan mejor. Respecto de los materiales, en FS de hasta fi-

nes de diciembre los ciclos largos tienen ven-

LIMITANTES INICIALES Agua y Nutrientes Calidad de implantación LIMITANTES TARDÍAS Temperatura y radiación

Hay amenazas tanto en el inicio como en el final del ciclo para el maíz detrás de la fina en esta zona.

HOJA DE RUTA /////////////////////

Si va a sembrar maíz de segunda en el sur de Buenos Aires:

• Tenga en cuenta las condiciones iniciales

(antecesor, precipitaciones después de madurez fisiológica del cultivo previo) y a partir de ahí elija la mejor combinación de FS y largo del ciclo. • Los ciclos cortos responden a la densidad, siempre y cuando el nivel de rendimiento potencial no sea acotado. Poner 60 mil plantas en un ambiente de 4.000 kg de maíz no tiene sentido. Hay que adecuar la densidad al potencial de la zona. Y cuanto mayor longitud de ciclo, menor densidad. • La calidad de implantación cuenta; tendrá que lidiar con mucho rastrojo y altos rindes del cultivo de invierno. El uso de barrerrastrojos es clave.

• Cuando aumenta el nivel de rendimientos y las condiciones son propicias, hay que in-

crementar el aporte de N. La idea es poner 50 kg a la siembra y aportar en 6 hojas si el cultivo y la situación lo ameritan.

manda 80 días y habitualmente no lo puede cumplir. La elección de un material de este tipo puede tener un perjuicio importante en el peso hectolítrico. Un ciclo largo no debería sembrarse más allá del 22 de diciembre si queremos un producto aceptable en calidad. El material corto, en cambio, se puede sembrar hasta el 6 de enero. Por otro lado, los ciclos largos están limitados por fuente y no por destino; es decir, tienen mucha cantidad de granos en función de lo que pueden llenar. Además, muestran baja respuesta a la densidad y un requerimiento de densidad óptima menor que los cortos, que sí están limitados por destino como sucede en un maíz de primera.

TOME NOTA

La merma de rendimiento por heladas se da en función del estadio, y es mayor en un cultivo que llega con escasez de reservas. Es más probable que esto le pase a un ciclo largo. Tendríamos una quita del 37-40 % en los rindes; con reservas, esa merma cae al 20-25 %. En cuanto al cultivo previo, el antecesor arveja se impone sobre trigo candeal y avena. La respuesta a la fertilización detrás de la leguminosa se reduce a medida que se incrementa la dosis de N. Como fuere, la fertilización nitrogenada es fundamental, especialmente con antecesor gramínea. Cebada, colza y trigo van en otro camino; en general no hay

respuesta a incrementos por sobre los 50 kg de N cuando los

rendimientos del maíz de segunda van hasta los 6.500 kg. Más arriba de esa marca hay que sostener la mejora con un mayor nivel de N. Colza es un antecesor muy deseado para maíz pero desde el punto de vista práctico tiene algunos problemas; no deja nada de rastrojo y entrega suelos muy compactados en superficie.

Claudio Gianni Fuente: INTA

DENSIDAD

Ross cita una experiencia a campo. En FS del 29 de diciembre se obtuvieron rindes más altos que en FS del 17 de diciembre para todos los ciclos. Eso sí, a los más largos les duele pasar de 35.000 a 54000 pl/ha; necesitan menor densidad para maximizar rendimientos.

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