POCAS NOVEDADES

Año nuevo, ideas viejas Actualmente, el temor más generalizado en el campo es que se vuelva a frustrar el crecimiento del agro por políticas coyunturales que sólo apelen a recortar más recursos de uno de los muy pocos sectores eficientes y competitivos que tiene el país.

Por SUSANA MERLO ESPECIAL PARA CHACRA | contenidos@revistachacra.com.ar

Adecir verdad fue un 2019 casi perdido, ya que legisladores, funcionarios y políticos en general se abocaron a la campaña proselitista durante gran parte del año. Ahora la historia es otra: se definieron los tantos políticos y, tal como lo marcan los tiempos -y formas- constitucionales, se produjo finamente el recambio presidencial. Por cierto, con muchas anécdotas y poca consistencia. No puede negarse que hubo una cierta distensión inicial por formas más prolijas y moderadas de parte de la cabeza del Ejecutivo. Sin embargo, las contradicciones no se hicieron esperar y aún subsisten, y el sector agropecuario no escapó a esa realidad. El balance de lo visto y oído a la fecha deja algunas conclusiones. Otra vez una abultada cantidad de ministerios, nuevamente medidas inconexas, sin que aparezca “el Plan”. Una obvia falta de equipo, lo que resulta lógico, pues en cada cartera recalan funcionarios de distintos orígenes y formación, y que nunca habían trabajado juntos. Y aún no está claro siquiera el objetivo final.

Va a haber que esperar otra vez a que las cosas vayan decantando, a que se sucedan los primeros fracasos. Habrá que aguardar también a que se midan las fuerzas internas dentro del Gabinete, para que vayan llegando las de

Aún no está claro siquiera el objetivo final.

finiciones -para bien o para mal-. El gran problema es que nuevamente los tiempos de la política poco o nada tienen que ver con los tiempos de la producción.

Alerta amarilla Como era de esperar, en la sucesión de hechos y medidas inconexas de los primeros días, el campo fue uno de los objetivos centrales. Es que tras la designación de un ministro de una provincia “chica” como Formosa, lo que del vamos da cuenta de la relevancia política que el Gobierno le otorga al campo (aunque en términos económicos siga siendo el que más aporta a la economía nacional, con poca o ninguna ayuda), se sucedieron dos o tres hechos que pusieron en alerta hasta a los más calmos.

Por un lado, el procesamiento y embargo de los miembros de la Mesa de Enlace de 2008, además de Margarita Stolbitzer y el dirigente Hugo Luis Biolcati de la Rural, que no conducía la entidad en ese momento, por uno de los cortes de ruta que se llevaron a cabo en aquel momento. Luego se produjo el previsible ajuste de las reten

CARAS LARGAS

Comentarios del tipo “se trabajará conjuntamente”, “marco de diálogo propuesto” o “esquema que incentive la producción y exportación”, entre otros, absolutamente contrarios a los hechos de la realidad, terminaron de completar el escenario de alerta y mal humor de un sector como el agro que había arrancado con prevenciones, pero que siempre se caracteriza por la apuesta a favor de lo que viene (entre otras razones, porque no le queda más remedio).

ciones, que provocó escozor ya que los números del campo siguen empeorando de forma exponencial, y para colmo, el clima no ayuda. Sin embargo, lo que más malestar causó, al menos a la dirigencia, fue que se enteraron por el Boletín Oficial y no por una información previa como supuestamente se había acordado con el nuevo Gobierno.

Y si bien los lamentos se asociaban a la sensación de sentir que estaban “pintados”, en apariencia al flamante ministro del área no le fue mejor

(¿no le habrían avisado tampoco?), y recién logró sacar un comunicado de prensa dos días después. Esa pieza de comunicación constituyó, a su vez, un capítulo aparte, un verdadero deja vu donde se hace una cosa pero se dice otra. Diferencias entre la realidad y el relato, que le dicen.

En tanto, del achicamiento y la racionalización de los gastos públicos, ni hablar. Y la espera será larga, porque el ministro de Economía, Martín Guzmán, ya avisó que no es momento de pensar en un ajuste fiscal. POLÍTICA AGROPECUARIA | COYUNTURA