Por Arq. Pedro Gambarrotti Gรกmez
Conforme la ciudad de Guayaquil fue creciendo, diversos sectores fueron tambiĂŠn consolidando sus caracterĂsticas propias. Al pie de la Santa Cruz de Santo Domingo se forma el primer asentamiento de Ciudad Vieja, el mismo que junto a su iglesia, se reconstruyĂł una y otra vez ya sea con motivo del fuego o de los ataques de los piratas.
1790. Vista de la Ciudad Nueva y Vieja de Guayaquil; desde el cerro de Sto.Domingo o Santa Ana.
En sus primeros 100 años, Guayaquil y Santo Domingo fueron una sola, iglesia matriz y casa de refugio, lugar de oración y trinchera de defensa hasta que la necesidad de ampliar su asentamiento, la ciudad se desplaza hacia aquella gran sabana que existía cruzando el manglar y los esteros que cercaban a los cerros del Carmen y Santa Ana donde finalmente crece y progresa hasta el día de hoy.
Las casas de Guayaquil son de madera desde los cimientos construidos con madera negra incorruptible (mangle), clavados en la tierra, amarrados con llaves o riostras de Matasarna o Mangle, que suele petrificarse. Sobre ellas se forma un entablado.
1837. Calle Nueva o calle Real. Ă“leo realizado por los dibjantes de la expediciĂłn de la fragata "La Bonite". Al fondo apreciamos la culata de la iglesia de La Merced.
Las casas suelen tener portales, galerías, balcones y tejados. Hay casas con dos pisos (cuerpos) pero también de uno solo pero hermosas y cómodas. Las de dos plantas aprovechan el espacio con tiendas, bodegas o almacenes en la planta baja y el área residencial en la planta alta: Sala o salones, dormitorios y baños.
1868. A la izquierda, edificio de Gobierno en el Malecón. A la derecha, calle del Teatro durante un ejercicio de los bomberos. Publicado en el Frank Leslie's Weekly Illustrated.
Hacia la fachada algunas casas presentan amplias galerías con hamacas para el descanso disfrutando de una buena brisa. Otras en cambio, las galerías son aprovechadas con grandes salones para fiestas o reuniones sociales con elegantes balcones de talladas barandas y balaustres de madera. Con el tiempo estas balaustradas fueron reemplazadas con artesonados enjambres de diseños curvos y geométricos de hierro forjado.
Los techos son de tejas en la mayoría de los casos y se reserva el techo de paja, bijao o cade para las cocinas y casas pequeñas de familias de menores recursos. Igual como en el campo. Con el tiempo los techos de paja serían reemplazados por planchas de zinc.
Las paredes entre los estantes son bastidores de quincha de palos tejidos con bejucos y cubiertos con barro. Con el tiempo lastimosamente por las inclemencias del clima, estas mismas paredes huecas serán la morada de ratas e insectos portadores de enfermedades catastróficas para la población.
Luego del Gran Incendio de Guayaquil en 1896 las casas perdieron las galerías de sus fachadas así como también las grandes toldas que protegían del sol a los soportales de la planta baja.
Las ventanas son de madera con chazas. Se llama así a este conjunto de barajas de madera colocadas paralelamente dejando una pequeña apertura o espacio entre ellas para la circulación de aire. Las ventanas guayaquileñas, a diferencia de las caribeñas, tienen su abatimiento en sentido horizontal, prolongando la zona de sombra y aire fresco que entra hacia el interior de la casa. En su remate superior, se aprovecha para adornar la entrada de aire con un artesonado (decorado) tallado en madera o hierro en otros casos. Éstos actúan como catalizadores o filtros de aire y luz. Las puertas son de madera con hermosos tallados hechos a mano por hábiles artesanos.
Todas tienen la cocina en alto, pero separadas a 12 o 15 pasos (metros) de la casa, con la que se comunican por un pasadizo descubierto que nombran Barbacoa, hecho con el fin de cortarla rรกpidamente en caso que se incendie la cocina para aislarla y apagar el fuego.
La ubicaciรณn de los galpones de las Aduanas del Ecuador en el sector norte del Malecรณn, contribuye a que los hacendados establezcan sus casas y bodegas en sus inmediaciones para garantizar la frescura de su carga en los barcos que llevarรกn nuestro valioso grano al exterior.
1893. Vista del sector del Malecรณn desde el cerro Santa Ana.
Desde su fundaciรณn Guayaquil tuvo que luchar contra dos grandes enemigos: la salubridad y los incendios como aquel del 5 de octubre de 1896 que destruyรณ casi toda la ciudad.
Sobreviviente de cruentos incendios, la ciudad se levanta una y otra vez cual ave Fénix desde sus cenizas, ni las epidemias logran mermar su marcha hacia el progreso. 1896. Restos de la iglesia de Santo Domingo luego del Gran Incendio. 1915. Orilla del río Guayas. Nótese hasta dónde llegan los buques de gran calado
Los ríos Daule y Babahoyo son la principal vía de comunicación entre el campo y la ciudad, y el Guayas es la arteria por la que fluye el comercio exterior y lleva nuestros productos al mundo. Barcos de gran calado se acoderan en sus muelles para cargar la llamada “Pepa de Oro” que ha situado al Ecuador como el primer exportador de Cacao.
Para 1920 la producción nacional de cacao se estima en 1’200.000 quintales lo que representan para el país entre 20 y 30’000.000 de sucres anuales, y que es el 80% de la exportación total.
El cacao es el principal producto no solo en la costa sino en el país en general, y al cual está ligada íntimamente su vida económica; pues de la buena o mala cosecha del cacao y de los precios que éste obtenga en los centros de consumo depende el malestar o bienestar financiero de la nación.
Hacia el Malecón se asentaron principalmente los comerciantes y exportadores de cacao, café y banano, productos de gran comercio exterior. Por ello la presencia de bodegas y tendales que se apostaron en los portales y hasta en las calles de la ciudad como fue la actual calle Panamá.
Una pequeña línea de ferrocarril recorría el Malecón llevando y trayendo trabajadores y carga para los barcos acoderados en múltiples muelles.
1910. Calle Malecรณn. A la derecha, las bodegas de la Casa Reyre Hnos.
1910. Bodegas de cacao en Malecรณn y 9 de Octubre. A la izquierda en primer plano, la casa Juliรกn Coronel y al centro, las bodegas de Lautaro Aspiazu.
1915. Tendales de cacao en la calle Panamรก. Vista hacia el norte.
1908. Casa Juliรกn Coronel en todo su apogeo (hoy en el Malecรณn 1900 - PHG)
1930s. Una vista de las bodegas y tendales en la actual calle Panamรก hacia el sur, donde se prepara el cacao antes de su exportaciรณn.
Escenas de la actividad cacaotera en Guayaquil, actual calle Panamรก.
Escenas de la actividad cacaotera en Guayaquil, actual calle Panamรก.
Tendal interior de la Casa Reyre Hnos.
La “Era de la PEPA de ORO” elevó a Guayaquil a un insospechable nivel de prosperidad que, naciendo a mediados del siglo XIX, duró hasta la segunda década del XX, cuando, como producto de los cambios producidos por la Primera Guerra Mundial, cae estrepitósamente el costo de la saca provocando la quiebra de muchos agricultores y hacendados.
1949. Tendales en calle Panamรก. (Video de Watson Kintner, Universidad de Pensylvania)
1960s. Secando el cacao en la calle.
1976. El secado de cacao se mantuvo en el sector de la calle PanamĂĄ hasta mediados de los aĂąos 80s.
Otras edificaciones importantes que fueron parte de este barrio. La Casa Verde (Malecรณn 1900 del Parque Histรณrico Guayaquil)
Banco Territorial (Malecรณn 1900 del Parque Histรณrico Guayaquil)
La imagen del Guayaquil rico y romántico de aquella época aún se encuentra apresada en las maravillosas edificaciones que, hasta nuestros días, sobreviven como mudos testigos de un tiempo de gloria y de riqueza.
Bibliografía consultada El Ecuador en Chicago. Diario de Avisos. 1894. Guía Comercial, Agrícola e Industrial del Ecuador. 1909. Guayaquil a la Vista. 1ra. Edición. 1910. Guayaquil a la Vista. 2da. Edición. 1920. America Libre. Guayaquil en el Centenario de su Independencia. 1920. Guayaquil Antes y Después del Gran Incendio. Programa Editorial Municipal. Album Sanitario de Guayaquil 1929. Programa Editorial Municipal. Álbum Guía de Guayaquil. Consejo Municipal, 1929. Programa Editorial Municipal. Monografía de Guayaquil. Consejo Municipal, 1930. Ecuador. Banco Central del Ecuador, 1977 El Montubio, un forjador de identidad. Jenny Estrada, 1996. Testimonio y Memoria de la Arquitectura Histórica de Guayaquil. Pablo Lee, Claudia Peralta y Florencio Compte. Ediciones La Chaza. UCSG, 1996 Guayaquil. Memorias Urbanas. Melvin Hoyos, Efrén Avilés y Pedro Gambarrotti. Programa Editorial Municipal, 2007 Los Recuerdos de la Iguana. Programa Editorial Municipal. Melvin Hoyos, 2009 Guayaquil Nostálgico. Germán Arteta Vargas, 2009 La historia de los miembros de la Casaca Roja. Folleto del Museo del Bombero "Félix Luque Plata. FOTOGRAFÍAS Archivo Histórico del Guayas Parque Histórico Guayaquil Guayaquil a la Vista Colección Familia Woelke Murillo Archivo Pedro Gambarrotti
Pedro Gambarrotti Gámez / Septiembre 2017