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Sábado 06.06.15 EL CORREO
CIUDADANOS
Locales vacíos del Casco Viejo ceden sus escaparates a comercios en activo El programa ‘Pop Up Window’ de Surbisa centra sus esfuerzos en dos grandes lonjas en alquiler de Artecalle, la vía con mayor índice de cierres en el sector :: ITSASO ÁLVAREZ BILBAO. Hay pocas cosas que afeen más a una calle en un entorno comercial que la imagen de un local cerrado, que transmite una sensación de abandono. Un malestar que se agranda cuando hay más de una tienda en estas circunstancias. Para darle una vuelta a este asunto, una tendencia que desde hace años triunfa en Nueva York y Londres son las denominadas ‘Pop Up Stores’. Se trata de comercios efímeros que se abren para dar a conocer un producto, venta de stock, permitir un acercamiento con el cliente... y, una vez logrado su objetivo, bajan la persiana. El hecho de que ‘salten’ a las calles de un modo imprevisto y espontáneo (de ahí el término ‘pop up’, como las ventanas que se abren en internet) y durante un periodo de tiempo preciso es una estrategia de marketing. Se busca otorgar un valor añadido a la marca. En España se ven mucho los ‘Pop Up espacios’ especializados en inmobiliarias. Y en Bilbao se ha optado ahora por el ‘Pop Up Window’, para dar vida no a todo el local, sino sólo a los escaparates. En concreto, puede verse ya en los números 15 y 26 de Artecalle, una de las vías con mayor índice de cierres comerciales. En esa calle hay lonjas que llevan tantos años desocupadas que nadie recuerda ya qué negocios las mantuvieron en pie
un día si no es porque aún conservan un rótulo en la parte superior que lo recuerde. Además, están muy abandonados. Las persianas echadas y oxidadas, se ve desde fuera el polvo acumulado y algunos lucen carteles de ‘se alquila’ en sus cristales y varios pegotes de propaganda.
Programa piloto Por el momento se trata de un proyecto piloto que ha partido de Surbisa, la empresa municipal que incentiva la rehabilitación urbanística de los edificios residenciales de la villa. Con los votos de PNV y PSE y la abstención de PP y Bildu, el consejo de administración de la entidad aprobó en julio de 2013 una serie de propuestas para dar vida a las lonjas cerradas haciendo de intermediario entre propietarios y emprendedores, o al menos para mejorar su imagen. Hace ahora un año se actuó en Carnicería Vieja. Alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco embellecieron las persianas de varias tiendas vacías para concienciar a los propietarios de la necesidad de mantenerlos medianamente atractivos y en las debidas condiciones de seguridad y salubridad. Ahora se da un paso más. ‘Pop Up Window’ se mete dentro de cada lonja. Surbisa ha convencido a algunos propietarios para que cedan las vitrinas de forma gratuita a comercios en activo de la misma calle o de todo el Casco Viejo para que expongan su género. Paraguas, edredones, bolsos, artículos de peluquería... Desde fuera el local sigue cerrado porque no es más que una mera exposición, pero, así de entrada, parece que hay actividad, que ya es algo. Además, la sociedad pública ha realizado un croquis
Sobre las cristaleras tintadas de los antiguos almacenes de Hogartex se han colocado vinilos. :: EL CORREO
44 posibles negocios para nuevos emprendedores
Cinco negocios llevan sus artículos a la vieja lonja de Pedro Salcedo. :: E. C. de cada local y difunde información en su web. «Beneficia, por un lado, al propietario», explica Elena Pérez Hoyos, arquitecta de Surbisa y responsable del programa. Puede que una de estas lonjas vacías encuentre un destino, como sucedió con un obrador que abrió en agosto de 2013. También ayuda al comerciante en activo, que le permite abrirse a otros posibles clientes. «Las tiendas colindantes dejan de convivir con una persiana sucia. Y, por último, mejora el aspecto
del conjunto de la calle». En las generosas cristaleras de la lonja que queda a la altura del número 15 de Artecalle, donde antes estaba Almacenes Hogartex, cuatro comerciantes exponen su género en los vinilos colocados sobre las cristaleras. Las ventanas estaban tintadas y ahora son puro color. En el número 26, antigua tienda de Pedro Salcedo, participan por el momento dos comerciantes. Podrán ocupar la tienda dos semanas para dar cabida a todos.
Vecinos exigen que se peatonalice la calle Iturburu, sin aceras y con excesivo tráfico
1987 solicitaron una intervención urbanística, pero les dijeron que no había dinero. Desde hace una década, insiste, registran hasta cuatro instancias anuales para exigir una actuación. «La respuesta siempre es la misma, no hay presupuesto», sostiene. Aunque no se ha producido ningún accidente, el hecho de que el portal número 3 esté en una curva les llena de temor de que en cualquier momento «ocurra una desgracia», porque algunos vehículos bajan por Iturburu marcha atrás. «No sólo la gente mayor se expone a un atropello, también los niños o los padres que salen con los carritos», dicen. Los residentes consideran que la solución pasa por desviar el tráfico de la parte alta hacia la calle Santiago Aznar. El enlace entre ambas vías, a la altura del edificio de Bilbao Arte, está actualmente cerrado por dos pivotes. Esta actuación debería acom-
:: ERLANTZ GUDE BILBAO. Vecinos de la calle Iturburu, en Bilbao La Vieja, se movilizan estos días para reclamar al Ayuntamiento su peatonalización. Dos de sus tres portales desembocan directamente en la carretera, ante la ausencia de acera, y un tercero está rodeado de escaleras, lo que dificulta el acceso de sus residentes. El estrecho vial de una sola entrada es atravesado por los vehículos que estacionan en su parte alta, con más de veinte aparcamientos libres de OTA. Laureano Azkorra, presidente del colectivo vecinal, vive en el número 1 de esta calle. Asegura que ya en
El portal número 2 está rodeado de escaleras. :: ERLANTZ GUDE
En la cuna de la ciudad el 14% de las lonjas están vacías. Menos que en otros barrios, pero demasiado para una zona de referencia en compras y gastronomía. En Carnicería Vieja el porcentaje se dispara al 25%, al 17% en Artecalle y al 7% en Belosticalle, las vías con mayor número de aperturas y cierres. «Hay movimiento y eso está bien, pero no cuando son más los que cierran que los que abren», apuntan en Surbisa. A la venta o en alquiler, disponibles para nuevos emprendedores, hay en las denominadas por Surbisa «calles priorizadas» (las Siete Calles) 44 locales vacíos . El más pequeño tiene tan sólo seis metros cuadrados y está ubicado en la calle Esperanza, 2. El mayor es un edificio de cuatro plantas de Artecalle, junto al portal número 15. Son 614 metros cuadrados. Surbisa ofrece apoyo integral a los emprendedores, desde la búsqueda de local y el plan de negocio a la financiación.
pañarse del cierre al tráfico que accede a Iturburu por Urazurrutia, en la parte baja. Los vecinos creen que no sería una actuación costosa, y podría dar un espaldarazo a una zona que se está renovando con gente joven y que llegó a contar con varios comercios y un par de bares, todos ellos cerrados a cal y canto en la actualidad. También instan al Consistorio a resolver la situación del portal número 2, envuelto en una maraña de escaleras, y facilitar el acceso a sus residentes. Otras medidas que plantean son el adecentamiento del jardín, invadido de maleza, y de la amplia plaza de la zona baja de Iturburu. Pese a que un tramo de la zona verde y la plaza son privados, consideran que el Ayuntamiento podría estudiar su adquisición. «No creemos que sea mucho dinero, y revitalizaría por completo Iturburu», afirma Azkorra.