Diseño y RENTABILIDAD por Iván Flucia Diseñador Industrial
¿Qué es el Diseño rentable? ¿Cómo hacerlo posible? ¿Dónde podemos encontrar diseño rentable?
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Diseño y rentabilidad La rentabilidad entendida en primera instancia como la obtención de una ganancia por la acción he intervención del diseño, es un punto de partida que tomaré para hacer una introducción y reflexión a modo de comprender el rol del profesional en un proyecto de diseño que se supone debe ser rentable; ahora bien, esto debe desglosarse en diferentes puntos de vista ya que es amplio y con diferentes áreas, actores y niveles de relación y complejidad. En primer lugar quiero partir de una actitud común, analizando posturas recurrentes del diseñador; y es en las que se llega prematuramente de asumir un rol protagónico; impartiendo subjetiva y arbitrariamente juicios de valor sobre la propuesta solución desligada de una lectura compleja de relación temporal contextual. En segundo lugar también evitar
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darle a la propuesta un rol indiscutible he innegociable, se debe comprender qué protagonismo cumplirá la propuesta entre el resto de los actores que intervienen en un proyecto como sistema amplio y complejo de desarrollo, producción, uso, distribución y comercialización. Esta reflexión y análisis de situaciones desde mi postura, es tanto para el servicio de diseño a un cliente o empresa que lo solicita, como para el diseñador en los roles de emprendedor, fabricante, distribuidor y de comercialización de sus productos, conocido en muchos ámbitos como diseño de autor. En estas últimas dos décadas de ejercer la profesión, puedo llegar a la conclusión que una competencia importante que se adquiere fuertemente en el trayecto experiencial es la de “resiliencia”, lograda a
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través de aplicar los conocimientos adquiridos por formación, pero más que nada por las políticas de diseño que se construyen a partir de reflexionar los alcances y condiciones impartidas por las políticas cambiantes de los últimos gobiernos democráticos de nuestro país. Los cambios cíclicos en medidas económicas y producción y comercio, hacen que un profesional deba tener capacidad de recuperación y adaptación contextual, capacidad de lectura de cómo funciona el sistema de contextos involucrados que condicionan fuertemente, y que por ende un diseñador a de actuar de manera coherente a los costos, inversiones y rentabilidades contemporáneas al proyecto emergente y alineada con el proyecto país. Puedo asegurar, que un mismo proyecto tendrá diferentes propuestas estratégicas y por ende cambios de materialización, producción, complejidad, comercialización, distribución, márquetin, etc.,
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en las diferentes experiencias políticas de mercado interno como externo, económico y social que hemos tenido en estos últimos tiempos. Por ende una problemática común que atenta con la eficacia de la rentabilidad es hacer un excesivo y prematuro foco en la intervención inmediata de diseño sobre el producto de forma descontextualizada, atemporal y no concurrente; esto es lo que se hace comúnmente en las primeras experiencias e instancias de diálogo con un cliente, algo que al diseñador le seduce de inmediato y trata rápidamente es el hecho de saciar su necesidad de diseñar, elaborando previsiones erradas sin llevar a cabo procesos correspondientes y por no entender que el diseñador no es “el gestor” sino parte de la gestión; en estos casos lo aconsejable es dejar de lado siempre la pre visualización inmediata de un producto propuesta emergente
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como solución ideal, a cambio de una lectura analítica de contextos y niveles de complejidad para derivar en el “diseño de la estrategia” que más conviene por rentabilidad, costos, serie de producción, inversión, mercado y amortización, estrategia y gestión que podrá incluir o no la existencia misma de una propuesta de diseño, entendiendo por esto que el diseñador puede y debe actuar interdisciplinariamente para llegar también en muchos casos a proponerle a un cliente no hacer un determinado producto, o tener estrategias que van más allá de diseñar y derivar hasta en acciones con resultados de mínima intervención desde el diseño y más desde otras áreas que resultan más rentables, como graficas, de ingeniería, normativas, legales, etc.. La visión del contexto y la correcta lectura de condiciones de adaptabilidad y aceptación harán el tipo
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de intervención de diseño sobre el producto, pero no como una entidad aislada, disociada con los actores, sino como una respuesta coherente de materialidad cuando se llega a la conclusión de diseñar, debemos ver a la propuesta de diseño como a un “actante”, la cual tiene un rol importante pero no condicionante hacia el resto, interactúa y se nutre de todos los elementos contextuales, diversos y complejos, temporales y condicionantes en la que la propuesta deberá mostrarse eficiente desde cada uno de estos puntos de vista con sus actores conocidos como así de los desconocidos, en relación para lograr aceptación, lo que posibilitará por la adaptabilidad de los requisitos que cada uno demande. A partir de allí adecuadamente el diseñador manejará en la estrategia consensuada y en el posible diseño, mostrando eficiencia funcional, no solo física sino principalmente por que será rentable para todos, ya que esta debe serlo no solo desde
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la lectura del diseñador, si no desde la aceptación y previsión de cada entidad relacionada con este en la cadena de valor tanto de generación y materialización, como luego y fundamentalmente de comercialización y uso, es decir rentable para todos. Desde otro punto de vista, a la rentabilidad en diseño, puedo definirla como “ganancias emergentes de propuesta”, pero también significa retorno de inversión a plazo; rentabilidad, y es también no invertir más allá de lo eficientemente necesario, es ver la manera de reducir el largo de la cadena de valor que dará existencia a la propuesta y también al ciclo de vida y situación de uso contextual de la misma entendiéndola como una propuesta que no demande gastos de mantenimiento, perdidas, fallas, peso volumen, transporte, stock, depósitos y todo tipo de acciones posibles de reducir a futuro rentabilidad,
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tanto para el dueño del producto, como así para todos aquellos que estén involucrados con esta de manera temporal y futura. El diseñador debe tomar siempre postura de “visión integral” de proyecto, más allá del planteo de reducidos tiempos de acción y ejecución por parte de los clientes y que hoy condiciona la calidad del trabajo, condición que siempre se acepta haciendo que se vea finalmente la tarea de diseño como una rápida improvisada y simple intervención de diseño, descontextualizada, y sin valor. Toda tarea de diseño, como acto significativo de creatividad debe siempre ser previsiva analizando conveniencias económicas, de baja inversión, y alto valor agregado sobre un mínimo de costo material, potenciando las cualidades y propiedades tanto de los materiales existentes disponibles y accesibles, como de los procesos de manufactura, como
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así de las campañas y avisos publicitarios que tal vez sean más significativos desde la estrategias de comercialización que el producto en sí, es decir en la generación de la demanda, lo que hará una “acción rentable” más que un producto rentable, no solo para la empresa o cliente solicitante, si no para todas las entidades relacionadas con este en la producción y comercialización, estas acciones derivan por consecuencia en un retorno de rentabilidad para el diseñador por realizar propuestas inteligentes, coherentes, ajustadas, concurrentes y principalmente por lograr mostrar eficiencia y experiencia por su justa y medida tarea expresada en el tipo de propuesta entendida como un buen asesoramiento. Los recursos más utilizados en estos últimos tiempos que dieron buenos resultados de rentabilidad son aquellos como, potenciar las propiedades de los
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materiales resaltando su valor sin agregar mano de obra de procesos y atapas de conformado como así de terminaciones, potenciar al máximo la búsqueda y elección, encontrar un material integración de cualidades, poco peso, fácil moldeo, poca intervención, poca o nada de terminación superficial, resistencia estructural, por ende he utilizado mucho el recurso de migración de materiales, migración de procesos, integración y sustitución de partes, diseño modular y repetición de piezas, por ende deriva en menos inversión de moldes y matrices, como así intervenir objetos más a nivel bidimensional que tridimensional, haciendo uso de recursos gráficos sobre piezas tridimensionales, como así proponer piezas tridimensionales a partir de tipologías bidimensionales que demandan menos costos de producción, menos peso, menos volumen, etc., entre otras en post de la rentabilidad desde la creatividad.
Diseño y RENTABILIDAD Fuente utilizada
Alegreya Sans de Huerta Tipográfica
cero / 2016 número
ABRIL DE
+ lavacadragon@gmail.com