Doble confrontación en Venezuela Por GREGORY WILPERT - TELESUR (Título original: Venezuela’s Upcoming Double-Confrontation), 14 de enero 2016
A raíz de la reciente victoria electoral de la oposición venezolana en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, la oposición parece más decidida que nunca a dirigir hacia una confrontación directa con el presidente. El objetivo es desestabilizar al gobierno tanto como sea posible, y lograr su destitución antes de fin de año. El nuevo presidente de la Asamblea Nacional, dijo que su objetivo es tener un plan en marcha para el derrocamiento del presidente Maduro dentro de los seis primeros meses de 2016. Ramos Allup favorece este enfrentamiento el 6 de enero, cuando juramentó a tres miembros de la oposición como representantes, cuya elección según el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) había puesto previamente en suspenso debido a irregularidades electorales. El lunes 11 de enero, el TSJ de este modo declaró que el presidente de la Asamblea Nacional había actuado en desafío a la Corte y que a partir de ahora todas las leyes que los pases de la Asamblea Nacional son nulas y sin valor, ya que la asamblea había incorporado miembros en su cuerpo que no debería estar allí. Se inicia así un enfrentamiento político entre el poder legislativo y el poder ejecutivo de manera programada. El próximo conflicto será acerca de la ley de amnistía, por la que la oposición tiene la intención de liberar a todos los llamados presos políticos, es decir, todas las figuras de la oposición que han participado en la protesta violenta de un tipo u otro, muchos de los cuales son responsables de las muertes de personas inocentes. Ramos Allup ya advirtió al presidente Maduro que si él y el TSJ no desean aplicar la ley de amnistía, comenzaría la eliminación de los ministros del gabinete del presidente Maduro. Las opciones para la nueva Asamblea Nacional dominada por la oposición para deshacerse del presidente Maduro son varias. Como se mencionó anteriormente: 1) ir removiendo no sólo a los ministros y al vicepresidente; sino también retirando las cabezas de los otros poderes del Estado, tales como el Tribunal Supremo, el Fiscal General, o el Consejo Nacional Electoral (con la aprobación previa, ya sea del Tribunal Supremo o del fiscal general); 2) enmendar o reformar la Constitución (que luego tiene que ser sometida a un referéndum), o exigir una especie de constituyente (seguido de un referéndum).
Además, hay un montón de especulaciones de que la oposición podría tratar de organizar un referéndum revocatorio contra Maduro, pero hacerlo requeriría la colección de 20% de firmas de votantes registrados, lo que supone más de 3,8 millones de firmas.1 Aparte del proyecto para sacar a Maduro y dar amnistía a sus partidarios de abogados sin precedentes, ésta Asamblea Nacional opositora, también planea introducir una serie de leyes que podrían socavar la presidencia de Maduro. Tal es el caso de una medida populista que la oposición ha querido introducir desde hace tiempo que es darle títulos de propiedad a los beneficiarios de la misión de la vivienda. En los últimos cinco años, el gobierno ha construido un millón de viviendas públicas, que ha arrendado esencialmente a familias a perpetuidad, pero sin darles un título que puede ser comprado y vendido. El razonamiento detrás de esto es para evitar el desarrollo de un mercado de la vivienda especulativa de viviendas construidas con fondos públicos. La oposición está apostando a que la mayoría de los beneficiarios de una vivienda pública preferirían un título de propiedad vendible, para que puedan vender la casa y por lo tanto, posiblemente, hacer un beneficio de ella. Otra ley que probablemente pondría al presidente Maduro en problemas es un proyecto rumoreado para dolarizar la economía. Venezuela enfrenta una situación económica difícil, con alta inflación, escasez de bienes básicos, largas colas en supermercados y bancos, y un mercado negro masivo de productos con precios controlados, no es sostenible. Una "solución" a los problemas que algunos líderes de la oposición quieren favorecer es simplemente deshacerse de la moneda local, el bolívar, y colocar la base de toda la economía en dólares, al igual que Ecuador lo hizo en 2001. Aparte de socavar la soberanía económica del país, tal medida implicaría dolorosas e irrervesibles condiciones para la economía de nuestro país, lo que llevaría a un aumento de la desigualdad y el desempleo. Sin duda, todo ello es una nefasta estrategia de la oposición para luego tratar de culpar a Maduro por esto, pero es posible, por su1
Este último supuesto es una 'empresa' difícil. En comparación, cuando la oposición organizó el referendo revocatorio contra el presidente Chávez en 2004, tuvo que recoger tan sólo 2,5 millones de firmas porque el electorado era sustancialmente menor.
Fuente: http://venezuelanalysis.com/analysis/11816 (consultado: 2016.01.16; traducción y revisión de estilo: Producciones G.P. - Copyleft 2016, Caracas) 1/2
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puesto, que ellos mismos acabarían llevando una gran parte de la culpa, por lo que la oposición debería pensarlo muy bien, pero si va a entrar en este proyecto tendría que hacerlo sin ambigüedades y con unanimidad. Otros importantes proyectos en la agenda de la oposición incluyen la derogación de una amplia variedad de leyes progresistas que fueron aprobadas durante las presidencias de Chávez y Maduro, empezando por la reforma agraria, la re-privatización de industrias clave (Pdvsa, Cantv, Corpoelec, Banco de Venezuela, y complejos industriales), rematando con el desmantelamiento de los controles de precios, entre otras medidas legislativas. Finalmente, la oposición también ha anunciado que va a convocar a las comisiones especiales de investigación. Entre ellas se encuentran las comisiones para investigar la corrupción en el ejecutivo y otro para investigar las credenciales de los jueces del Tribunal Supremo recién nombrados. La investigación de los jueces podría llevar a la eliminación de varios de ellos porque la ley del Tribunal Supremo permite la remoción de los jueces que no cumplen con los requisitos bastante difíciles para el nombramiento. En el lado chavista ('Bloque Patriota') de la confrontación de las opciones las maniobras político-legislativas son aún más difíciles. Aquí el problema más importante para el gobierno es cómo hacer frente a la crisis económica en curso, el cual está obligado a tomar medidas drásticas sobre todo porque el precio del petróleo está cayendo. Mientras que el precio de un barril venezolano promedio del petróleo alcanzó un máximo de US$ 55 por barril a principios de 2015, las cifras más recientes apuntan a la mitad de esa cantidad, en US$ 27 por barril. A menos que este precio se recupere, esto podría ser devastador para nuestro país, sobre todo porque el 95% de los ingresos de exportación del país y el 50% de su presupuesto fiscal provienen de la venta de petróleo. El 50% de caída en el precio del petróleo en los últimos ocho meses, puede significar un colapso mucho mayor en cuanto a los ingresos debido a que gran proporción de éste recurso energético es petróleo extrapesado y que resulta muy costoso de extraer, alcanzando
un máximo de alrededor de US $ 20 a $ 25 por barril, dejando relativamente poco o ningún beneficio a precios tan bajos. En otras palabras, una caída del 50% en el precio del petróleo representa una caída mucho mayor que el 50% de los ingresos para el estado. El presidente Maduro recientemente nombró un nuevo gabinete, barajando muchas posiciones, pero en la posición clave de vicepresidente para el área económica colocó a Luis Salas, considerado como un defensor de las mismas políticas que vienen manteniéndose desde antes. Salas afirma que los controles de precios y el control de divisas deben mantenerse y que la debilidad principal del gobierno ha sido en el ámbito de la aplicación de las políticas existentes. En otras palabras, a pesar de que el país está esperando el anuncio de un prometido "plan de emergencia económica", parece dudoso que este plan señalará una desviación importante de las políticas económicas hasta el momento. La caída de los ingresos, combinado con una inflación espiral que la guerra económica del contrabando, el acaparamiento y la especulación y que el mercado negro de dólares han infligido a Venezuela, señala un futuro a corto plazo muy difícil para la economía y para toda la población venezolana. Algunos economistas advierten de posible hiperinflación y de la incapacidad para pagar sus cuentas extranjeras (crisis de balanza de pagos). En resumen, Venezuela se encamina hacia dos enfrentamientos de forma simultánea, donde uno amenaza con exacerbar al otro: uno económico y otro político. Perspectivas para la superación de estos enfrentamientos son imposibles de predecir en este momento. Dentro de los movimientos sociales chavistas y el partido de gobierno, el (Partido Socialista Unido de Venezuela) PSUV, más y más voces están pidiendo al gobierno para organizar un proceso de consulta masiva con las bases, que es algo que Maduro ha respaldado, pero sigue siendo una cuestión abierta si ésto sucederá en el tiempo y si lo hace, no se sabe si será capaz de proporcionar soluciones que le permitan a la Revolución Bolivariana poderse mover hacia delante, a pesar de una oposición revitalizada y posicionada en el parlamento.
Fuente: http://venezuelanalysis.com/analysis/11816 (consultado: 2016.01.16; traducción y revisión de estilo: Producciones G.P. - Copyleft 2016, Caracas) 2/2