Sin caer en el tremendismo de teorías conspirativas, tampoco podemos caer en la ingenuidad. Muchas campañas mediáticas y en especial ésta preparatoria para la batalla electoral del 6D, se montan organizadas desde centros políticos del imperialismo a fin de desprestigiar o construir preconceptos sobre un sector político de la población, en especial en las y los comunistas y el denominado “chavismo duro”, de modo que de manera irreflexiva se sienta rechazo o precaución sobre ese sector o esa corriente política. Esto no constituye una novedad; ya Michel Foucault nos alertaba sobre esos mecanismos, recurrentes desde el siglo xix como mínimo.