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Diálogos sobre Nanotecnologías Memorias del Primer Seminario Iberoamericano, 2014
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Revista de ciencia, tecnología y difusión; julio 2015; número especial; issn 1870 – 8196
armando silva chÁireZ Rector Universidad Autónoma de Zacatecas rodolfo garcÍa Zamora
Diálogos sobre Nanotecnologías. Memorias del Primer Seminario Iberoamericano 10–11 de diciembre de 2014
Director Unidad Académica de Estudios del Desarrollo,
uaZ
contenido
guillermo foladori abeledo Co-Coordinador Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad miguel garcÍa guerrero Coordinador Primer Seminario Iberoamericano Diálogos sobre Nanotecnologías
Coordinación editorial Miguel García Guerrero Héctor Antonio Durán Muñoz
Comité de revisión m arlen hernÁndeZ ortiZ
Presentación, 5 Historia y conceptos básicos de nanotecnologías, 11 Nanomateriales y nanoproductos, 19 Nanociencias, nanotecnologías en Latinoamérica: la participación de relans, 27 Investigación nanotoxicológica en México, 33 Gobernanza de la regulación de las nanotecnologías en México: Comité Técnico de Normalización, 37
Posgrado de las Ciencias e Ingenierías Universidad Autónoma de Zacatecas r aÚl sÁncheZ Zeferino
Percepción pública y divulgación de las nanotecnologías: nanopánico o nanoeuforia, 43
Departamento de Física Universidad de Sonora yoxKin estÉveZ m artÍneZ Nano Coating Technologies México
Un buen comienzo: talleres recreativos para la divulgación de conceptos básicos de nanotecnologías, 49 Cartel oficial del evento, 57
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Presentación edgar a rteaga figueroa miguel garcÍa guerrero Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad
En las últimas décadas el ser humano ha sido capaz de manipular la materia a una escala de átomos y moléculas de forma consciente, además ha diseñado materiales con propiedades novedosas y aplicaciones a lo largo de todas las cadenas productivas. Se trata de las nanotecnologías, un sistema científico–tecnológico que empieza a revolucionar la forma en que se vive en el siglo xxi. Durante el 10 y el 11 de diciembre de 2014 se llevó a cabo el Primer Seminario Iberoamericano Diálogos sobre Nanotecnologías, en el doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas». El seminario contó con la participación de académicos de la institución sede, así como de la Universidad de Barcelona, la Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad (relans), la Universidad de Guadalajara, el Colegio de San Luis y Grupo Quark. Durante la apertura Miguel Rodríguez Jáquez, Secretario Académico de la uaZ, destacó que los planes académicos de la universidad cuentan con las disciplinas en las que se sustentan las nanotecnologías (matemáticas, física, química, biología), por lo que éstas deben ser impulsadas en un marco integral, que considere prioritario el estado de derecho, en beneficio de la sociedad. El seminario se desarrolló como un primer esfuerzo para propiciar la ref lexión y la discusión social concerniente a los elementos fundamentales de las nanotecnologías y el rumbo que han de seguir en el futuro. En esencia se asumió la trascendencia de la difusión de los avances nanotecnológicos. Guillermo Foladori, co–coordinador de relans, destacó que desde su creación en 2006 reúne a representantes de más de una docena de países de América Latina; ha publicado seis libros, diversos artículos científicos y folletos; asimismo cuenta con colaboraciones de la Unión Europea, Sudáfrica y Estados Unidos. Añadió que en la producción de nano–materia prima existe un grado muy alto de concentración industrial: más
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del 80 por ciento de la producción mundial de nanotubos de carbono es realizada por menos de diez grandes corporaciones. No existen cambios importantes en las trayectorias tecnológicas; las grandes transnacionales, que ya controlan la producción de materiales en escala macro, se han apropiado de esos segmentos del mercado.
Viaje al nanomundo Miguel García Guerrero ofreció un panorama histórico de las nanotecnologías, a la par que describió sus conceptos y capacidades: «Es la manipulación de la materia a una escala que comprende la mil millonésima parte de un metro; a esta escala, la materia presenta nuevas propiedades y, dada su amplia gama de aplicaciones, no podemos hablar de una sola tecnología, sino de un conjunto de ellas». Expresó que toda tecnología presenta riesgos; sin embargo, «una tecnología no debe descartarse por el hecho de generar riesgos, éstos deben minimizarse». Por su parte, Foladori destacó que la tecnología constituye un tema de naturaleza humana; el desarrollo científico–tecnológico evoluciona a la par de la sociedad. En el siglo xix, los centros de investigación efectuaban acciones al servicio de la comunidad e incrementaban el acervo de conocimientos científicos, aunque no necesariamente a corto plazo. En el siglo xx las universidades se apropiaron de las patentes, los investigadores realizaron investigación pública y se beneficiaron de manera privada mediante los esquemas de start–ups; comenzó entonces una tendencia a la privatización de los resultados de la investigación pública. En lo que respecta a América Latina (al ), durante la última década las nanotecnologías se han considerado como áreas prioritarias en los planes de Ciencia y Tecnología (c y t). Brasil creó en 2004 el primer plan nacional de nanotecnologías de América Latina y en 2001
y 2003, los planes de c y t de México y Argentina consideraron a las nanotecnologías como áreas prioritarias; estos países lideran las actividades de i+d nanotecnológica en la región. Edgar Arteaga Figueroa ofreció un panorama de las actividades de investigación en nanotecnología en al en tres áreas prioritarias para el desarrollo social: salud, energía y agua, a través de la participación de relans en el proyecto nmp–dela: Nanosciences, Nanotechnologies, Materials and New Production Technologies Deployment in Latin American Countries. El propósito del proyecto es identificar posibles canales de cooperación en i+d y transferencia de tecnología entre países de la Unión Europea y de al, en particular, en áreas relacionadas con necesidades sociales. Complementariamente advirtió que en la región, para el área de Nano–Medicina prevalecen los grupos de investigación en fármacos, aplicaciones terapéuticas, sistemas de entrega de medicamentos y vacunas. En Nano–Energía, las tecnologías fotovoltaicas dominan la i+d. Por último, en Nano–Agua, el área de remediación representa mayor interés para los grupos de investigación. Sin embargo, «esta área representa una proporción menor en comparación a las de Nano–Medicina y Nano–Energía. De los 464 grupos de investigación detectados para las tres áreas en América Latina, el 42.03 por ciento están dedicados a la Nano–Medicina; el 43.32 por ciento a la Nano–Energía y únicamente el 14.66 por ciento realiza i+d en Nano–Agua». También destacó que el financiamiento para las actividades de i+d en estas áreas es principalmente público. Existe además una gran iniquidad entre los países en términos de infraestructura, financiamiento y recursos humanos. En la mayoría de los casos se trata de ciencia básica, por lo que existe aún dificultad para catalogar los desarrollos en un área específica.
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Trabajando en el nanomundo: ¿es seguro? Edgar Záyago Lau explicó que en México las nanotecnologías han extendido su desarrollo mediante la creación de redes, laboratorios y parques de investigación científica, que han aumentado el financiamiento; no obstante, las investigaciones académicas han beneficiado sólo a las empresas. En consecuencia, las actividades de i+d nanotecnológicas están orientadas a satisfacer aplicaciones industriales y a fomentar el incremento de la competitividad. De ahí que a pesar de no conocer todas sus propiedades, los productos nanohabilitados entren al mercado sin pruebas adecuadas de riesgos a la salud humana o el medio ambiente. En el país la preocupación sobre los riesgos de las nanotecnologías es muy limitada: se monitorearon en la Web of Science 4 mil 471 artículos publicados entre 2000 y 2012 que trataban sobre nanotecnologías; pero únicamente 25 (0.6 por ciento) aborda los riesgos. En ese sentido, Jordi Díaz, de la Universidad de Barcelona, expuso que las propiedades de los nanomateriales no han sido analizadas por completo para conocer sus efectos en el cuerpo humano y el medio ambiente, y proceder con su regulación. Aunque las nanopartículas siempre han estado presentes en la naturaleza (en la brisa marina y las cenizas volcánicas, por ejemplo), al momento de fabricarlas con propósitos industriales se presentan problemas de control y producción. Advirtió que en el proceso de producción hay tres formas posibles de exposición a las nanopartículas: vía inhalación ( la más común), dérmica y digestiva; por lo general los trabajadores son los primeros en entrar en contacto con ellas. Guillermo Foladori complementó mencionando que existen implicaciones sociales intrínsecas al desarrollo de las nanotecnologías; se presentan sobre la división social del trabajo y producen riesgos en distintos niveles: hacia trabajadores, consumidores, la sociedad en
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su conjunto y el medio ambiente. En el ámbito de la transparencia, la información es prácticamente inexistente: las cláusulas de confidencialidad de las empresas impiden el acceso de los trabajadores al conocimiento acerca de los materiales que manipulan.
El diálogo de nanotecnologías: panorama, regulación, divulgación y ética Rubén Rodríguez Rojas, de la Universidad de Guadalajara, abordó la tendencia de los desarrollos nanotecnológicos a nivel mundial. Explicó que hasta el 2008 destacaba el trabajo en baterías, iluminación de células para aplicaciones médicas y técnicas de nanoimpresión. Hacia el año 2015 se perfila un fuerte avance de los plasmónicos, los nanotubos de carbono, las nanopartículas de oro y los oleds, utilizados ampliamente en dispositivos electrónicos. Para un futuro próximo se espera que los recursos se orienten al desarrollo de computadoras cuánticas y nanomáquinas, así como al estudio de sus implicaciones. Con ello aparece implícita una tendencia en la que la creación de aplicaciones comerciales supera el análisis de riesgos de estas tecnologías para el productor, el trabajador y el consumidor. Así, es importante establecer criterios de clasificación; al respecto, Mónica Anzaldo, de El Colegio de San Luis, resaltó la necesidad de contar con términos y definiciones estandarizados para el desarrollo de nanomateriales. Lo anterior permitirá reducir la incertidumbre, evaluar la exposición y concretar los términos y las definiciones que faciliten la comunicación entre quienes diseñan, producen y utilizan los nanomateriales. Relativo a la gobernanza y la regulación, Anzaldo explicó: «La primera describe cambios de poder en las sociedades, en donde el Estado ha transferido muchas de sus funciones y responsabilidades al sector privado y los organismos internaciona-
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les. La segunda, implica a la industria y la sociedad civil en la creación de regulaciones». Cabe resaltar que también se requiere involucrar personal especializado, como son los científicos. Desde 2007 México tiene un comité voluntario que determina normas metrológicas de los nanomateriales, el Comité Técnico Nacional de Normalización en Nanotecnologías (ctnnn), coordinado por el Centro Nacional de Metrología y la Secretaría de Economía. Sin embargo, aún persiste una limitada capacidad institucional para evaluar las nuevas tecnologías, una escasez de perfiles adecuados dentro de las agencias reguladoras y, en consecuencia, una delegación casi total de las decisiones en los actores académicos y en los organismos internacionales.
El avance de las nanotecnologías es inconmensurable, por ello se requiere que todos los actores sociales involucrados en su desarrollo conozcan sus oportunidades y riesgos. El papel de la divulgación científica es crucial para un adecuado esquema de participación social integral. Miguel García Guerrero destacó la relevancia de hacer partícipe al conjunto a la sociedad en el desarrollo de las nanotecnologías. Esto supone facilitar el acceso de los diferentes agentes a la discusión que propiciará su avance de estas tecnologías, permitiéndoles entender sus aspectos más trascendentes y sugerir hacia dónde deben ir. Por otro lado, Bertha Michel Sandoval, directora del Museo de Ciencias de la uaZ, destacó elementos fundamentales para la divulgación de nanotecnologías: «La divulgación se enfrenta a la dificultad de representar y explicar las propiedades nuevas de la materia; por lo que es necesario comprender el tamaño nano y aclarar mitos y distorsiones». En busca de establecer un esquema para su popularización a gran escala en México, se creó la caja de aventuras científicas, un paquete de actividades re-
creativas. El proyecto fue financiado por conacyt, y hasta hoy ha producido dos libros y cuenta con una red nacional de divulgación y colaboración que incluye a diez estados, la cual atendió a más de 18 mil personas en sus primeros seis meses de acción. Esta labor es difícil, en un contexto en el que las nanotecnologías apenas comienzan a figurar dentro de la discusión pública. Díaz comentó que en España, cuna de microscopistas a nivel nano de primer nivel y donde se localizan cuatro de las empresas más importantes del mundo en producción de grafeno, las iniciativas de divulgación aún prevalecen como esfuerzos aislados y desarticulados entre universidades. A su vez, Foladori argumentó que las nanotecnologías plantean importantes retos para la sociedad moderna: por ejemplo, está claro que los nuevos avances desplazan segmentos completos de la economía pero generan una menor cantidad de empleos que los que eliminan. Díaz indicó: «A pesar de que en esta década se ha generado una gran cantidad de innovaciones, entre 1998 y 2004 el mundo occidental ha perdido el 14 por ciento de los empleos de fabricación». Ambos ponentes coincidieron en que la ética es una cuestión poco estudiada y que depende del contexto socio–histórico específico en que se ubica. Las nanotecnologías se subordinan a la ética del mercado; una ética que responde a un lugar en la división social del trabajo. El trabajador defiende su propia ética, quiere saber qué es lo que está manipulando; el consumidor defiende su ética, para saber —y decidir— qué consume. Las nanotecnologías prometen un mundo sin enfermedades, sin hambre, con agua limpia; no obstante el mercado se interpone, se adelanta a los análisis y al debate sobre los riesgos.
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Conclusiones Ante el avance de las nanotecnologías resulta imprescindible encontrar el balance entre la nanoeuforia y el nanopánico. En el primer caso existe una alta expectativa de que dichos desarrollos puedan ofrecer aplicaciones nuevas y mejoras sobre nuestra calidad de vida. El punto de pánico refiere al temor de que las nanotecnologías provoquen riesgos (invasión a la privacidad y modificaciones a seres vivos), así como los diferentes impactos de las nanopartículas fabricadas para la salud y el medio ambiente. En todo caso la evolución de las nanotecnologías es paulatina y este tipo de encuentros promueven el planteamiento de propuestas socialmente pertinentes, aunque la investigación responda sobre todo al mercado: se desarrollan con base en aplicaciones comerciales que buscan colocación inmediata en los anaqueles de los mercados. Las nanotecnologías avanzan sin una regulación adecuada y, para acentuar el problema, en al los análisis de riesgos son marginales. Pero la sociedad comienza a manifestar interés porque exista información clara y objetiva; asimismo la participación de la industria, la sociedad civil y la academia es de importancia primordial en la elaboración de políticas que contemplen aspectos de regulación, divulgación, trabajo, consumo y deshecho de las nanotecnologías.
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Historia y conceptos básicos
de nanotecnologías miguel garcÍa guerrero Universidad Autónoma de Zacatecas miguel@grupoquark.com
Resumen Al inicio del nuevo milenio las nanotecnologías ( nt ) han destacado como un sistema científico–tecnológico en varios niveles: por su carácter transdisciplinar y la diversidad de avances con propiedades extraordinarias, así como el discurso revolucionario que busca el apoyo de la sociedad. En este trabajo se caracterizan las nt a partir del contexto histórico que les dio origen.
Antecedentes Alrededor del año 400 a.C. los griegos Leucipo y Demócrito fueron los primeros en presentar la idea de una partícula tan pequeña que no pudiera ser dividida: el átomo (del latín atomum, indivisible); pero su planteamiento era más especulativo que científico, pues no indicaron las características que debía tener tal partícula ni enunciaron una manera práctica de encontrarla. Aunque Leucipo y Demócrito sentaron las bases, el concepto moderno–científico del átomo se construyó después. A comienzos del siglo xix Lavoisier (1743–1794) ya había identificado a los elementos químicos como sustancias que no podían descomponerse en otras más sencillas y Proust (1754–1826) estableció que todos los compuestos tienen proporciones bien definidas de los elementos que los forman. Dalton (1766–1844) partió de los trabajos previos y de sus propios experimentos para formular su teoría atómica: los átomos son partículas indivisibles y unidades fundamentales de los elementos químicos (Flores, 1986) y cada elemento (como hidrógeno, carbono u oxígeno) tiene átomos diferentes en función de su masa distintiva (Rogers, 2011). Su modelo resultó intere-
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sante para los científicos de la época, pero detentaba dos problemas esenciales: no había evidencia de la existencia de los átomos y tampoco se ofrecía una idea de su tamaño. En los albores del siglo xx, la existencia de los átomos y las moléculas (compuestas por conjuntos de átomos) no era un hecho científicamente reconocido; se les consideraba objetos hipotéticos útiles para el trabajo estadístico de la termodinámica de Maxwell (1965) y Boltzmann (1895). Posteriormente, Einstein (1879–1955) que en su estudio sobre el movimiento browniano (Einstein, 1905) explicó la trayectoria aleatoria de granos de polen sumergidos en agua como consecuencia de los choques de millones de moléculas. Con ello asentó las bases para demostrar la existencia de los átomos y determinar su tamaño (Haw, 2005). Perrin (1909) confirmó las predicciones de Einstein y estableció experimentalmente el tamaño de las moléculas en el orden de los nanómetros. Un nanómetro es una mil millonésima parte de un metro (1 x 10–9 m). Si bien los átomos son las unidades básicas de los elementos químicos, el planteamiento de su indivisibilidad quedó descartado con el descubrimiento de partículas subatómicas: electrones, protones y neutrones. Pese a que el significado etimológico del término fue superado, el concepto se mantuvo como la nomenclatura científica para las unidades básicas de los elementos. Con estos descubrimientos, la primera mitad del siglo xx atestiguó el progreso de una de las grandes revoluciones científicas de la historia: la física cuántica, paradigma científico que extendió el conocimiento de la estructura de la materia y mostró que las reglas del mundo a escala atómica son diferentes a las demás; lo anterior ha permitido el desarrollo de tecnologías como el transistor, el rayo láser, los aparatos de resonancia magnética, las celdas solares y las cámaras digitales, por mencionar algunos. El 29 de diciembre de 1959 Richard Feynman, uno de los artífices del avance de la física cuántica,
dictó la conferencia «There’s plenty of room at the bottom» en la que abordó la posibilidad de controlar a la materia a una escala muy pequeña. La charla fue en esencia «una invitación para entrar a un nuevo campo de la física» (Feynman, 1960). No obstante, Feynman nunca trabajó científicamente en su proposición, por lo que su mayor inf luencia se dio de manera indirecta; aún así se le considera uno de los padres fundadores de las nt. El primer uso específico del término nanotecnología se atribuye a Norio Taniguchi (1974) al referirse a tecnologías capaces de procesar materiales con acabados ultrafinos de un nanómetro (oecd, 2010; Eisler, 2012 ). En 1981, al reconocer las propiedades dependientes del tamaño en los materiales a escala nano, Gleiter empezó a usar un lenguaje con prefijos «nano» y a impulsar la creación de un programa de investigación (Eisler, 2012 ). En 1979, Drexler leyó la conferencia de Feynman y decidió dedicarse a la práctica de dichos postulados, efectuó aportes de frontera de la época en la comprensión de la función de las proteínas. Para 1981 publicó el artículo «Molecular engineering: an approach to the development of general capabilities for molecular manipulation» que contiene su visión de fabricación molecular con precisión atómica (Fanfair et al., 2007). Hasta ese momento la precisión atómica parecía una utopía porque no existían instrumentos capaces de visualizar la materia en esa medida con la resolución necesaria.1 Esto cambió a inicios de la década de 1980 con el trabajo de los laboratorios de ibm en Suiza: en 1981 Binning y Rohrer crearon el Microscopio de Efecto Túnel, primer aparato que visualizó la materia a escala atómica (oecd, 2010; Maclurcan y Radywyl, 2012 ). Cinco años después Binning formó parte del equipo que creó el 1 Los microscopios ópticos sólo permiten producir imágenes de objetos de 200 nanómetros, los electrónicos de la época mejoraban hasta diez veces esa resolución pero no se acercaban a la capacidad requerida.
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Microscopio de Fuerza Atómica. Ambos aparatos permiten visualizar, medir y manipular la materia a la escala de nanómetros; comenzaron a comercializarse a finales de la misma década. Aunque las ideas de Feynman y Drexler inspiraron a numerosos investigadores, la base material que condujo a las nt fueron los «nanoscopios» de ibm. El avance se complementó con nuevas técnicas fundamentales para las nt: la simulación computacional de fenómenos cuánticos, la litografía de rayos x y los distintos métodos para la síntesis de materiales (Maclurcan y Radywyl, 2012 ). Otras piezas trascendentes fueron el descubrimiento de los puntos cuánticos (en 1983), los fulerenos (en 1985) y los nanotubos de carbono (en 1991) (Maclurcan y Radywyl, 2012). Drexler presentó el libro de divulgación Engines of Creation. The coming era of Nanotechnology (Drexler, 1987), el cual le otorgó mayor relevancia a la ingeniería molecular porque las nociones de Feynman y Taniguchi estaban inactivas hasta que Drexler ofreció un nuevo panorama de las posibilidades y los riesgos de las tecnologías a escala nano (Selin, 2007). En efecto: el libro propuso el uso de biomoléculas para crear ensambladores moleculares capaces de armar artefactos con precisión atómica. La publicidad derivada de su trabajo inf luyó en científicos de todo el mundo que empezaron a interesarse en las nt. Richard Smalley, Premio Nobel de Química por el descubrimiento del fulereno, inicialmente se declaró «fan de Eric» (Fanfair et al., 2007), comentó que Engines of Creation... lo inf luyó a trabajar en nt e incluso regaló copias del libro a las autoridades de la Universidad de Rice, donde trabajaba en ese momento. Más tarde se convirtió en un importante crítico de Drexler. Desde la década de 1970 se investigaba a escala de nanómetros, con otra nomenclatura, pero el impacto del texto de Drexler hizo que a principios de los años 1990 cobrara auge el uso de terminología «nano» para describir esos fenómenos (Eisler, 2012 ).
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Pronto aparecieron revistas especializadas, departamentos de i+d en empresas y grandes estrategias nacionales (Selin, 2007). Durante los últimos cinco años del siglo xx, bajo el liderazgo de Mihail Roco y con la colaboración de Smalley, se emprendió una intensa gestión para promover a las nt como la nueva gran corriente tecnológica con potencial para reactivar la economía y resolver múltiples problemas sociales. Así, en el periodo 1998–2000 se unieron campos fragmentados de la ciencia y la ingeniería con el interés de establecer una definición científica y una visión de diez años para la i+d en nt (Roco, 2011). El documento Nanotechnology Research Directions (Roco et al., 2000) fue el sustento para la Iniciativa Nacional de Nanotecnología ( nni ) de Estados Unidos, anunciada por el presidente Bill Clinton en el año 2000. Desde entonces, se observó un creciente compromiso de inversión pública y privada con las nt a nivel mundial. Japón, la Unión Europea y China se ubicaron detrás de Estados Unidos como los principales interesados en promover el desarrollo de ciencia y tecnología en esa área. A pesar de su trascendencia de modo gradual, científicos y autoridades públicas empezaron a separarse de la perspectiva de Drexler. Se le calificó como un «hilado de ciencia ficción» (Meyyapan, 2007). Por su parte, Smalley desmintió varias concepciones de Engines of Creation... junto con varios científicos que criticaron públicamente a Drexler en eventos académicos y medios de comunicación (Meyyapan, 2007). Drexler, con el apoyo de numerosos seguidores, intentó defenderse, pero fue incapaz de detener el giro en la visión hegemónica del nuevo campo. Si bien fue quien impulsó la construcción social de las nt, no consiguió mantener el significado original del concepto. La visión primigenia de la ingeniería molecular es muy ambiciosa e implica un desarrollo a largo plazo que no tiene certeza de lograrse; mientras el trabajo con nanopartículas útiles puede ofrecer resultados más mo-
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destos con metas viables en el corto plazo (Meyyapan, 2007). Ello no significa que la ingeniería molecular no pueda convertirse en una realidad, sin embargo, en la actualidad se halla fuera de las prioridades de inversión pública y privada. nt:
definición y trascendencia
Aunque con frecuencia se usa una referencia singular, la noción de una sola nanotecnología es engañosa pues se engloban muchos avances, con múltiples funciones en diferentes direcciones (David, 2008). Las nt representan un concepto que agrupa un gran número de progresos científico– tecnológicos procedentes de diferentes campos: microscopía, física cuántica, ciencia de los materiales, electrónica, química, medicina, biotecnología y farmacología, por mencionar algunos. El único elemento en común para tal diversidad de disciplinas es el tamaño; Roco, uno de los pioneros en el impulso a las nt en Estados Unidos, las define como: La habilidad para controlar y reestructurar la materia al nivel atómico y molecular, en el rango aproximado de 1–100 nm, así como explotar propiedades y fenómenos distintos en esa escala (...). La meta es crear materiales, dispositivos y sistemas con propiedades y funciones fundamentalmente nuevas a través de la ingeniería en su pequeña estructura. Esta es la última frontera para cambiar económicamente las propiedades de los materiales y la escala de longitud más eficiente para la fabricación y para la medicina molecular (Roco, 2011, p. 428).
La característica primordial que hace especial a la escala nano es que las propiedades físicas y químicas de los materiales en este tamaño son distintas a las de objetos más grandes. Esto sucede por los efectos del aumento de la superficie en proporción a la masa de los materiales (Buzea et al., 2007)
y la naturaleza mecánico–cuántica de la física en el dominio de lo ultra pequeño (Bhushan, 2012). Cabe destacar que los materiales a escala nano no son nuevos ni exclusivos de la manipulación humana: en el mar la brisa desprende nanopartículas de agua con sal y las exhalaciones de volcanes emiten partículas de ceniza. Al respecto, existen tres ejemplos de efectos accidentales de dichos materiales con resultados sobresalientes: a) cuando los mayas mezclaron y cocieron el tinte natural índigo con una arcilla porosa, que tiene huecos de tamaño nano que encapsularon el color, produjeron el tinte conocido como azul maya que ha perdurado por miles de años sin perder su coloración. b) La copa de licurgo que se halla en el British Museum en Londres, está hecha con vidrio contaminado con nanopartículas de oro y plata que cambian de tonalidad dependiendo de la luz: si se ilumina desde atrás, emite una coloración roja, mientras que si la luz procede de enfrente se ve verde. c) El acero de Damasco, célebre por las espadas del ejército de Saladino en el siglo xii, tiene propiedades sorprendentes de dureza y elasticidad que se explicaron recientemente al comprobar que en su proceso de elaboración accidentalmente se produjeron nanotubos de carbono que reforzaron su estructura. En ese sentido, los promotores de las nt esperan que las propiedades novedosas de esos materiales cambiarán la forma en que vivimos mediante aplicaciones que serán más pequeñas, rápidas, fuertes, eficientes y confiables. The Project on Emerging Nanotechnologies (que puede ser consultado en el enlace: http://www.nanotechproject.org/cpi/ products/) tiene identificados más de mil 800 productos con nt en el mercado, no se trata de innovaciones revolucionarias, sino de avances incrementales de tecnologías existentes orientadas más a la comodidad del consumidor que a la solución de problemas sociales. Existe una desconexión entre la retórica revolucionaria y la realidad de las nt (Corner y Pidgeon, 2012 ); no obstante, cual si se
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Características de las
tratara del mercado de valores, los promotores de las nt han logrado vender su potencial e involucrar a un gran número de países y corporaciones en una ola mundial de inversión.
Las cifras de las
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Hoy, la mayoría de las nt que se hallan en el mercado son resultado del enfoque de arriba hacia abajo (top–down) que consiste en manipular los materiales de lo grande hacia lo pequeño mediante técnicas avanzadas de litografía, corte, grabado y afilado (oecd, 2010); en esencia se trata de «esculpir» los materiales, retirando lo que no se necesita para lograr las propiedades deseadas. En contraste, se espera que los avances revolucionarios de las nt sucedan dentro del enfoque de abajo hacia arriba (bottom–up), más cercano a la visión original de Drexler, que consiste en ensamblar piezas atómicas y moleculares para crear materiales y artefactos útiles a través de procesos de síntesis química, autoensamblaje, ensamblaje por posición e incluso por procesos bioquímicos (oecd, 2010). Sus principales retos radican en mejorar la eficiencia económica de las técnicas para efectuarlas de modo industrial, aunque ya existan materiales que cumplan dicho proceso (por ejemplo, nanotubos de carbono y grafeno). Los progresos actuales en nt involucran una amplia gama de disciplinas, por ello es complicado revisar a detalle cada una. Con el propósito de ofrecer una pers-
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De 2000 a 2011 el sector público mundial destinó 67.5 miles de millones de dólares para respaldar investigaciones en nt (Científica, 2011); Estados Unidos invirtió 19 mil 357 millones de dólares de 2001 a 2014 (www.nano.gov). En una caracterización general de las nanotecnologías, resulta útil revisar los datos de la tabla 1. Se aprecia un crecimiento importante en todos los rubros, con un aumento en la producción científica, el registro de patentes y el valor de los productos en el mercado. Las cifras del sitio especializado statnano.com completan el panorama: de 2009 a 2013 el número de artículos sobre nanotecnologías en la base de datos isi (Web of Science) se incrementó de 74 mil 33 a 116 mil 31; en el mismo periodo las patentes de la United States Patent Office (uspto) se elevaron de 10 mil 450 a 21 mil 379.
Tabla 1 Avance de las nanotecnologías, 2000 –2008 Fuerza de trabajo
Publicaciones en sci
Solicitudes de patentes
Valor de productos nt
Inversión total en i+d
Capital de riesgo
2000
Mundial Estados Unidos
60,000
18,085
1197
30 mmd
1.2 mmd
0.21 mmd
25,000
5,342
405
13 mmd
0.37 mmd
0.17 mmd
400,000
65,000
12,776
200 mmd
15 mmd
1.4 mmd
150,000
15,000
3,729
80 mmd
3.7 mmd
1.17 mmd
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Mundial Estados Unidos
Los mmd refieren a miles de millones de dólares. Fuente: Roco, 2011.
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pectiva general y pragmática, se distinguen seis grandes áreas de avance (Monguillo, 2007; David, 2008; Freudenburg y Collins, 2012; Tsuzuki, 2009): 1) Medicina. Nuevos métodos en el diagnóstico de enfermedades; protocolos para la administración de medicamentos con efectos secundarios negativos mínimos (al enviar los fármacos a lugares específicos); vendas que evitan infecciones y facilitan la regeneración de piel en quemaduras; sistemas de etiquetado molecular. 2) Energía. Desarrollo de fuentes renovables de energía limpias y costeables (en especial materiales para celdas solares con mayor eficiencia y versatilidad en su instalación); creación de baterías eléctricas más eficientes, como las que se usan en cámaras digitales y celulares, pero con capacidad para aplicaciones más robustas como autos y casas; catalizadores para combustibles; sistemas de transmisión de energía de alta densidad. 3) Calidad ambiental. Técnicas viables en la detección y eliminación de contaminantes del agua y el aire; protocolos innovadores para la remediación de desechos peligrosos; mejoras en procesos industriales orientadas a la reducción en el uso de materias primas. 4) Información y comunicaciones. Técnicas avanzadas de almacenaje de información; nuevos dispositivos de cómputo (transistores de un solo electrón y sistemas de computación cuántica); pantallas ultradelgadas, más brillantes y eficientes. 5) Industria pesada. Aplicaciones de nuevos materiales para medios de transporte y la construcción, enfocados en el desarrollo de fibras más resistentes y ligeras; recubrimientos resistentes al desgaste que alargan la vida útil de la maquinaria; materiales auto–limpiantes. 6) Bienes de consumo. Son los menos revolucionarios y a la vez los más abundantes en el mercado. Incluyen la producción de alimentos y empaques; cosméticos e insumos de cuidado personal; nuevos textiles antimanchas o que facilitan la transpira-
ción; agentes antibacteriales para lavadoras; múltiples aplicaciones en equipo deportivo. Foladori ( 2010) resume el aporte de las nt en tres fortalezas: la posibilidad de hacer más eficientes los productos que hoy conocemos, la probabilidad de hacer productos multifuncionales, la reducción y la sustitución significativamente la cantidad de materia prima en diversas ramas industriales. Complementariamente, advierte la existencia de tres debilidades: la materia en nanoescala posee propiedades toxicológicas desconocidas, es preciso considerar las afectaciones a la salud, y el empleo y la división social del trabajo a niveles regional, nacional e internacional (Foladori, 2010). De manera semejante Freudenburg y Collins ( 2012 ) indican cuatro áreas de riesgo potencial: 1) la seguridad laboral en torno a la fabricación o el uso de nanopartículas; 2) la seguridad del consumidor en contacto con productos con nt; 3) posibles daños ambientales derivados de procesos industriales o de contaminación directa por utilización y desecho de dichos productos; 4) probables alteraciones socioeconómicas, en particular en la agricultura, las materias primas y el trabajo. Con el objeto de hacer viable un desarrollo exitoso de las nt es imprescindible enfrentar esos riesgos.
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Investigación
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Nanomateriales y nanoproductos Jordi dÍaZ Universidad de Barcelona
guillermo foladori Universidad Autónoma de Zacatecas gfoladori@gmail.com
Nueva revolución tecnológica Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (tics) revolucionaron el procesamiento, el almacenamiento y la transmisión de información, al distanciar el mundo virtual de la realidad material. Las biotecnologías modificaron los organismos vivos y los ajustaron a funciones específicas, lo que confundió la tradicional diferencia entre lo artificial y lo natural. A su vez, las nanotecnologías, que conforman la nueva revolución tecnológica en curso, alteran las conocidas propiedades físico– químicas de los materiales; no se circunscriben a la información, ni a los organismos vivos, sino que afectan a la materia en términos generales, de ahí que configuren la revolución tecnológica de más amplio espectro que se ha conocido. A pesar que no hay todavía una definición internacionalmente aceptada de las nanotecnologías, dos características son recurrentes: el tamaño, referente a la manipulación de la materia en una escala de entre 1 a 100 nanómetros–tamaño de las moléculas y los átomos; y las propiedades, dado que la materia manifiesta peculiaridades físico–químicas diferentes que en la escala macro. Además, es preciso tener en cuenta otros aspectos para su definición: el porcentaje de nanopartículas (nps) que debe poseer un material para formar parte de las nanotecnologías y la discusión sobre si deben considerarse sólo las nps manufacturadas ex profeso, las producidas naturalmente y las que son consecuencia involuntaria de ciertos procesos. En ese sentido, la definición de la Unión Europea contempla que un nanomaterial existe cuando hay una proporción de 50 por ciento o más
20
Investigación
CIENTIFICA
de nanopartículas entre 1 y 100 nm (Commission Recommendation, 2011).2 Al manifestar características distintas en escala nanométrica y al tener una mayor superficie externa que hace a las nanopartículas más catalíticas, la manipulación nanotecnológica puede innovar todas las ramas productivas (figura 1) (Bhushan, Luo, Schricker, Sigmund & Zauscher, 2014; Nalwa, 2004; Parveen, Rana & Fangueiro, 2013; Rao, Müller & Cheetham, 2004; ul–Islam et al., 2014 ). Así, aparecen algunas modificaciones de las propiedades clásicas (físicas, químicas, ópticas, etcétera) de los mismos materiales en tamaño macro: nanomateriales más duros o efectos sobre aspectos físicos (punto fusión y ebullición, particularidades eléctricas, ópticas y magnéticas, banda prohibida, etcétera), los efectos cuánticos (cuando las cualidades electrónicas están cuantizadas); la distancia espacial es extremadamente pequeña. Adicionalmente, los puntos cuánticos (Quantum dot) son estructuras semiconductoras que confinan el movimiento de los electrones a la banda conductora, los huecos a la banda de valencia o los excitones en las tres dimensiones del espacio. También se ve afectado el color, puesto que por su tamaño pequeño tienden a absorber un determinado color; por ejemplo, en la escala nano, el oro, el cobre y la plata exhiben diferentes colores dependiendo de su dimensión. Cabe mencionar que los sistemas no son bastante grandes como para tener propiedades extensivas, muestra de ello son las partículas que se convierten en polimorfos de materiales «en volumen» (figura 2). Asimismo destaca la elevada área superficial de los nanomateriales: mientras sus atributos fundamentales siguen siendo los mismos, medi«A natural, incidental or manufactured material containing particles, in an unbound state or as an aggregate or as an agglomerate and where, for 50% or more of the particles in the number size distribution, one or more external dimensions is in the size range 1 nm–100 nm». 2
da, forma y área superficial alteran alguna función relacionada con solubilidad, potencial químico y adsorción. Las reacciones en la interfaz incrementan el ph de las partículas. El cambio total depende de la medida de partícula y el tiempo de exposición, lo que puede modificar la reactividad del medio ambiente de las nanopartículas en comparación con las micropartículas (figura 3). Las fuentes de fabricación, generación o emisión de nanopartículas son variadas y no necesariamente son resultado de la acción humana (Buzea, Pacheco & Robbie, 2007). Una vela, un volcán, el tubo de escape de un motor diesel, el tabaco, reacciones químicas o procesos de laboratorio para nanofabricación pueden crear nanopartículas. Algunas de las nanopartículas más comunes y que se hallan en el mercado son los fulerenos (Andreoni, 2000), los nanotubos de carbono, el grafeno, los óxidos metálicos (Mody, Siwale, Singh & Mody, 2010), nanomateriales cerámicos o poliméricos, los puntos cuánticos ( Alivisatos, Gu & Larabell, 2005), la nano–arcilla (Batra, Gotam, Dadarwal, Nainwani & Sharma, 2011), la nano–plata (Wijnhoven et al., 2009). Hay que recordar que la nano–materia prima ya está en cientos de productos.
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Size, shape, composition and surface coating control by design.
Size in nm
1
10
100
1000
10 4
105
Ion
Size of some particles
Molecule Colloïds Particles Clays Mineral salts Pigments Hair Carbon black Levures Bacteria Ions Aerosols Virus Sugar Pollens Tobacco fume Nanoparticles
Membrane separation domains
Sand filters
Reverse osmosis
Microfiltration Ultrafiltration
Nanofiltration
Nano–tree
d
s,
ub e
y
ta ca
mbl
e nc
lys is
y
pa r
x pita
no Na
me
Surface modification
Bea
Biocompatible coverage
e sy t ic l si s
l ms
e nt h
Nanolithography U l t ra t hi Thiol– or silane org ani n z monolayer ated fi
Ca f u rbon l le r e n na n s ot
ha
a s se Self–
En
Nanoparticle arrays Mesocrystals, opals Magnetic layers Block copolymers and composites Inorganic/organic composites Core–shell Nanowires particles Nanotweezers
Nanofilters Surface pattening
Molecular s ru imprinting o op l s Sensor elements e s r ia M ate Biomembrane m technology le Nanoreactors u c ole om acr m Drug delivery Bio mbly e a ss systems
Nanotechnology
Figura 1. Los nanomateriales pueden tener cualquier forma.
Investigación
22
CIENTIFICA Nano–scale effects on properties Properties
Examples
Catalytic
Better catalytic efficiency through higher surface–to–volume ratio
Electrical
Increased electrical conductivity in ceramics and magnetic nanocomposites, increased electric resistance in metals
Magnetic
Increased magnetic coercivity up to a critical grain size, superparamagnetic behaviour
Mechanical
Improved hardness and thougness of metals and alloys, ductility and superplasticity of ceramic
Optical
Spectral shift of optical absorbtion and fluorescence properties, increased quantum efficiency of semiconductor crystals
Sterical
Increased selectivity, hollow spheres for specific drug transportation and controlled release
Biological
Increased permeability through biological barriers (membranes, blood–brain barrier, etcetera), improved biocompability
Characteristic sizes for physical and chemical
nano
effects
Lattice constants for metals pt, pd, fe and ta Decreasing with size
Bulk lattice constants
Surface energy pb Increasing with size
Independent of size
Break down of hall petch grain–size hardening metal layer structures Super paramagnetic transition at room temperature Hematite
Oxide phase stability
Goethite Anatase
Brookite
Rutile
Hermatite Lattice parameter and neel temperature
Goethite
cuo
Oxide layers on Fe
Air exposed bulk metal Oxygen exposed nanoparticles
1
10
100
Critical or characteristic particle sizes [nm] Macroescala
Nanoescala
Cobre
Opaco
Transparente
Platino
Inerte
Catalítico
Aluminio
Estable
Combustible
Oro
Sólido a T. amb
Líquido a T. amb
Silicio
Aislante
Conductor
Figura 2. Propiedad de materiales en macro y nano–escala.
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crear complejidad con elementos atómicos y moleculares, acercándose a un modo de proceder similar al que la vida ha ido perfeccionando en la Tierra durante los últimos tres mil setecientos millones de años. En ese sentido, predominan las «top–down», que con seguridad sobrevivirán un largo tiempo; en cambio, las técnicas «bottom–up» requieren más esfuerzo en investigación básica, pues se necesitarán dos o tres décadas para que existan productos derivados de ellas (figura 4b).
Mercado nanotecnológico global El mercado de los nanomateriales fue estimado en 22.9 mil millones de dólares en 2013, el cual se incorporo a mercancías por más de 300 mil millones (bbc Research, 2014). Se estiman en más de 2 mil íneas de productos y más de 1 millón 300 mil productos finales.
Aplicaciones nanotecnológicas
Figura 3. Comparación del área superficial: un material y un nanomaterial. Efectos sobre la nanotoxicidad.
Fabricación de nanopartículas Para la fabricación de nanopartículas existen dos tipos de aproximaciones (Correia, 2007): «top– down» (de arriba a abajo) y «bottom–up» (de abajo hacia arriba) (Poole & Owens, 2003) (figura 4). Mientras que la primera se basa en métodos que buscan lo pequeño a partir de lo grande, táctica empleada de modo habitual en la industria, la segunda, la verdaderamente revolucionaria, intenta
Dentro de este ámbito se hallan avances médicos: sensores para detectar cáncer, partículas que mejoran el contraste en imágenes de resonancia magnética o sistemas de liberación de fármacos. Otros son: recubrimientos anti–ref lejantes, el incremento de la conductividad en equipos electrónicos; dispositivos móviles más baratos, grandes, brillantes y eficientes; nanopartículas que eliminan la contaminación y filtran de modo eficaz el agua; polímeros y catalizadores en automóviles; electrocatalizadores para pilas de combustible de alta eficiencia; bactericidas en textiles; dispositivos de transferencia de calor en colectores solares; materiales duros, resistentes a la corrosión o al desgaste; equipos deportivos más f lexibles, resistentes y livianos.
Investigación
24
CIENTIFICA
Nanoparticles can be fabricated «two dimensional directions» «Top–down» approaches
a)
«Bottom–up» approaches
Optical and x–ray lithography
Layer–by–layer self assembly
E–beam and ion–beam lithography
Molecular self assembly
Scanning probe lithography
Direct assembly
Atomic force mocroscopic lithography
Coating and growth
Material removal and deposition (chemical, mechanical or ultrasonic)
Colloidal aggregation
Printing and imprinting 1. «Top–down»: Reducció de tamany. Els mecanismes i les estructures es miniaturizen a escala nanométrica. Aquest tipus de nanotecnología ha estat el més freqüent fins avui. 2. «Bottom–up»: Autoensamblat. Es comenca amb una estructura nanométrica com una molècula i mitjanÇant un procés de muntatge o acte ensamblat, es crea un mecanisme major que el mecanisme amb el qual comencem. Aquest enfocament, que alguns consideren com l’únic i «veritable» enfocament nanotecnològic, ha de permetre que la matèria pugui controlar–se de manera extremadament precisa.
«Top–down» versus «bottom–up» Bottom–up 1 nm
10 nm
100 nm
1 µm
Nanoescala Top–down b)
Calendario para implantación «bottom–up» 2000
2040
Primera fase (2000 –2020) La industria basada en la aproximación «top–down» agota sus posibilidades Segunda fase ( 2010 –2030) Las tecnologías «bottom–up» conviven con las tecnologías «top–down» Tercera fase ( 2020 –2040) Predominio de las técnicas «bottom–up» en la industria Figura 4. Ejemplos de nanofabricación: a) Esquema que ilustra el concepto de nanoescala y el rango de trabajo de «top–down» y «bottom–up». b) Etapas de implantación de las metodologías «bottom–up» en los procesos de fabricación.
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Total products listed 1628
1400
1317 1015 803
800 600 400 200 0
356
380
2006
2007
40000
Dollars millions
Number of products
1600
1000
30000 20000 10000
54 2005
2008
25
Global nanotechnology market 2011–2017
1800
1200
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2009
2010
0
2013
2011
2012
Nanomaterials
2017
Nanotools
Nanodevices
Product categories
Cross cutting
Food and beverage
Automotive
Home and garden
0
61
48
29
100
70
50
30
0
20
Nanotools
Nanomaterials
Nanointermediates
Nano–enabled products
Capital equipment and software to visualize, manipulate and model
Nanoscale structures in unprocessed form
Intermediate products with nanoscale features
Finished goods incorporating nanotechnology
Atomic force microscopes, nanoimprint lithography equipment, nanomanipulators
Coatings, fabrics, memory and Nanoparticles, nanotubes, logic chips, contrast media, quantum dots, fullerenes, optical components, orthopedendrimers, nanoporous dic materials, superconducmaterials ting wire
Clay nanoparticles Examples: [none]
Clay/ propylene nanocomposite memory chip
mram
Cars, clothing, airplanes, computers, consumer electronic devices, pharmaceuticals, processed food, plastic containers, appliances...
Chevrolet Impala Mobile phone
45
Sustainable Pr...
100
150 100
Tools
83
180
200
Healthcare
142
194
250
Goods for children
221
200
Appliances
300
300
300
Aerospace
500 400
340
Materials
600
350
Chemicals
2013
Dollars billions
700
Health and fitness
400
2011
Pharmaceuticals
788
Electronic and computers
Number of products
800
Nanotech market estimates 2015
2006
Electronics
900
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CIENTIFICA Nanomaterial nano–tio2
ceox
Product group Cosmetics (incl. sunscreens) Plastics Paints Chemical mechanical planarization Fuel catalyst uv–coating, paints
% of total use 70 –80 <20 10 –30 45 –80 1–50 5–10 20
cnts
Composites & polymer additives Composites Batteries
Fullerenes
r&d
80
nano–ag
Paints, coatings & cleaning agents Textiles Cosmetics
50 50 10 –30 30 – 50 20
Figura 5. Algunos gráficos sobre el mercado nanotecnológico global.
Fuente:
bbc
Research, Piccino et al. (2012). Nanopart res., 14, 1109.
El proceso de producción En la actualidad, el proceso de producción sucede en diferentes etapas denominadas cadena de valor, por las que transita un producto desde su diseño, consumo final y hasta que se convierte en desecho (Gereffi, 2014; Gereffi & Fernandez–Stark, 2011; Mayer & Gereffi, 2010). En seguida se presenta un esquema simple de una cadena de valor (figura 6). A esta cadena de valor deben agregarse los instrumentos empleados en cada etapa. De esa forma, el diseño virtual puede llevarse a cabo en un país, mientras que los prototipos, la producción en escala y los instrumentos en otros. También es indispensable considerar los desechos. La figura 7 detalla las materias primas en nanoescala más utilizadas. Los materiales en nanoescala se catalogan dependiendo del tipo de base del que se componen: de carbono (nanotubos, fulerenos), metálica o semi metálica (oro, plata, zinc), cerámicas o polímeros. A su vez, esos nanomateriales se procesan o acoplan para su incorporación en otros productos, por lo que reciben el nombre de nano–intermediarios (pinturas, sensores, circuitos integrados), los cuales se aplican en diversas ramas de la economía (medicina, electrónica, industria tex-
til, automovilística, agricultura, etcétera). Cada uno de los procesos requiere instrumentos específicos para la medición y la manipulación, que se entrelazan en la cadena de valor. Debido a que gran parte de la materia prima en nano–escala es producida por unas cuantas corporaciones, y como la producción final también se concentra en el mercado mundial, países y empresas que pretendan incorporarse a la cadena de valor de las nanotecnologías deben ser conscientes y analizar sus potencialidades, así como el grado de dependencia que pueden sufrir. Lo anterior con la intención de establecer políticas acordes con esas dificultades, cuyas implicaciones sociales, políticas e internacionales son innumerables.
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Nanomaterials
Nanointermediates
Nano–enabled products
Nanoscale structures in unprocessed form
Intermediate products with nanoscale features
Finished goods incorporating nanotechnology
Nanoparticles, nanotubes, quantom dots, fullerenes, dendrimers, nanoporous, materials...
Coating, fabrics, memory and logic chips, contrast media, optical components, othopedic materials, superconducting wire...
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Cars, clothing, airplanes, computers, consumer electronic devices, pharmaceuticals, processed food, plastic containers, appliances...
Figura 6. Cadena de valor en las nanotecnologías. Fuente: Lux Research https://www.altassets.net/pdfs/sizingnanotechnologysvaluechain.pdf
Research
Design
Nanoscale Materials Carbon–based Semi–metallic Metallic Ceramic/ inorganic Polymers & chemicals
Tools, equipment & machinery Analytical equipment Production: synthesis
Manufacturing
Logistics & distribution
Nanoscale Intemediates Coatings & ink Composites & catalysts Sensors Energy generation & storage Therapeutics & carriers Integrated circuits
Software & modeling
Marketing & sales
Service
Nano–enabled final products Apparel, sports & home Construction & industrial Transportation Electronics & computers Personal care $ agri–food Medical
Production: patterning
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la participación de relans
edgar a rteaga figueroa Universidad Autónoma de Zacatecas arteagafigueroa@gmail.com
Resumen El artículo consolida información sobre actividades de Investigación y Desarrollo (i+d) en aplicaciones nanotecnológicas relacionadas a la salud, energía y agua en América Latina. Los datos presentados provienen de la participación de la Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad (relans) en el proyecto nmp–dela Nanosciences, Nanotechnologies, Materials and New Production Technologies Deployment in Latin American Countries. fp7–nmp–2013–csa–7. El propósito es identificar posibles canales de cooperación en i+d y transferencia de tecnología entre países de la Unión Europea y de América Latina, en particular, en áreas que podrían ser relacionadas más directamente que otras a las necesidades sociales. La información se concentra en América Latina, particularmente en seis países: Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Uruguay. En esta región, los países a la cabeza de la i+d nanotecnológica son Brasil, México y Argentina; no obstante, otros países latinoamericanos también cuentan con grupos de investigación en diversas áreas de las nanotecnologías.
Introducción La investigación se realizó a partir de dos fuentes: a) Datos bibliométricos de la Web of Science (wos) para América Latina y el Caribe, de forma agregada y para los seis países seleccionados durante el periodo 2003–2012. b) Se efectuó una búsqueda de los proyectos y grupos de investigación en las áreas seleccionadas mediante consultas de páginas web de las principales instituciones de investigación y enseñanza en nanotecnología. Se revisaron
Investigación
30
CIENTIFICA Tabla 1 Grupos de investigación en el área de Nano–Medicina por tema específico Grupos de investigación
Diagnóstico
Fármacos, terapéuticos, sistemas de entrega, vacunas
Medicina regenerativa
Biomateriales y partículas metálicas
Otras y no especificadas
100
10
62
4
24
0
México
57
12
24
2
13
6
Argentina
20
1
15
1
1
2
Colombia
2
0
1
1
0
0
Chile
9
1
7
0
1
0
Uruguay
7
3
1
1
2
0
Total
195
27
110
9
41
8
%
100
13.8
56.4
4. 6
21
4.1
País Brasil
Fuente: elaboración propia con base en
además las convocatorias a proyectos, currículos, redes y sociedades profesionales, así como algunas bases de datos de empresas. El agrupamiento de la información de cada área en grandes temas obedeció a la necesidad de comparar ambas fuentes. A continuación se muestran los resultados.
Nano–Medicina Los temas definidos son cinco: 1. Diagnóstico; 2. Fármacos, terapéuticos, sistemas de entrega, vacunas; 3. Medicina regenerativa; 4. Biomateriales y partículas métalicas; 5. Otro y no especificado. En materia de publicaciones se detectaron en total 998 artículos: 3 el segundo tópico posee el mayor número (64.3 por ciento equivalente a 642 artículos), seguido del primero ( 28.2 por ciento equivalente a 211 artículos); el cuarto contabilizó únicamente el 4.1 por ciento ( 41 artículos); el quinto 3.4 por ciento ( 34 artículos); respecto del tercero no se encontraron artículos publicados. Concerniente a los grupos de investigación, en el segundo tema predomina el interés de la i+d nanotecnológica con un 56.4 por ciento del total. Le El total es de 950 artículos; sin embargo, algunos pueden ser clasificados en más de un sector.
3
nmp–dela ( 2014 ).
siguen los grupos que investigan el tópico cuarto con un 21 por ciento. La tabla 1 consolida los datos de los grupos de investigación en Nano–Medicina.
Nano–Energía Los temas definidos para clasificar la i+d son cuatro: 1. Tecnologías fotovoltaicas. 2. Combustibles fósiles. 3. Almacenamiento y transporte. 4. Otro y no especificado. Entre 2003 y 2012 se encontraron 853 artículos, número que se toma como referencia total.4 El primer tópico domina el área de publicaciones (35.87 por ciento equivalente a 306 artículos publicados durante ese periodo). En seguida, se halla el tema tercero ( 32.7 por ciento equivalente a 279 artículos), posteriormente el segundo ( 31.42 por ciento equivalente a 268 artículos). Referente a los grupos de investigación, el primer tema manifiesta el mayor porcentaje de i+d en Latinoamérica ( 36.8 por ciento del total), le sigue el tópico tercero ( 22.9 por ciento). La tabla 2 consolida la información de los grupos de investigación en Nano–Energía.
El total es de 816 artículos; sin embargo, algunos pueden ser clasificados en más de un sector.
4
volumen 9, número especial
julio 2015,
issn 1870 –8196
31
Tabla 2 Grupos de investigación en el área de Nano–Energía por tema específico Grupos de investigación
Tecnologías fotovoltaicas
Combustibles fósiles
47
18
5
7
17
106
39
16
31
20
Argentina
25
6
2
5
12
Colombia
7
1
1
0
5
Chile
3
1
0
1
1
País Brasil México
Uruguay
Almacenamiento y transporte
Otro y no especificado
13
9
0
2
2
Total
201
74
24
46
57
%
100
36.8
11.9
22.9
28.3
Fuente: elaboración propia con base en
nmp–dela ( 2014 ).
Tabla 3 Grupos de investigación en el área de Nano–Agua por tema específico País
Grupos de investigación
Remediación
Potabilización
Brasil
22
16
6
0
México
31
28
3
0
Argentina
10
10
0
0
Colombia
2
2
0
0
Chile
2
1
1
0
Uruguay Total %
1
1
0
0
68
58
10
0
100
85.3
14.7
0
Fuente: elaboración propia con base en
Nano–Agua La temática quedó establecida del modo que sigue: 1. Remediación. 2. Potabilización. 3. Otro y no especificado. Se registraron 487 artículos en total.5 El primer tema abarca la mayoría de las publicaciones ( 52.8 por ciento equivalente a 257 artículos). El 47.2 por ciento ( 230 artículos) corresponden al segundo tema. En cuanto a los grupos de investigación, predomina en el primer tópico la i+d de Nano–Agua El total es de 435 artículos; sin embargo, algunos pueden ser clasificados en más de un sector.
5
Otro y no especificado
nmp–dela ( 2014 ).
en América Latina. Con relación al segundo tema se registró el 14.7 por ciento. La tabla 3 consolida la información de los grupos de investigación en esta área.
Conclusiones En América Latina se detectaron 464 grupos de investigación en las tres áreas; Nano–Medicina ( 42.03 por ciento), Nano–Energía ( 43.32 por ciento) y Nano–Agua (14.66 por ciento), quien realiza i+d. Dado que los grupos de investigación identificados son heterogéneos en número de miembros,
32
Investigación
CIENTIFICA
infraestructura, financiamiento y trayectoria temporal, no es pertinente efectuar una comparación entre ellos. La utilidad de esta información radica en la posibilidad de constatar la orientación de las investigaciones en los países de América Latina. Existe una gran inequidad entre países en términos de infraestructura, financiamiento y recursos humanos. En la mayoría de los casos se trata de ciencia básica, por lo que prevalece la dificultad para catalogar los potenciales desarrollos. El financiamiento para las actividades de i+d en nanotecnología vinculada con la medicina, energía y agua es sobre todo público para los países seleccionados.
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Investigación nanotoxicológica en México edgar Z Áyago l au Universidad Autónoma de Zacatecas zayagolau@gmail.com
Resumen La toxicidad de los nanocomponentes y nanomateriales es un tema que genera acalorados debates entre los que apoyan la regulación de las nanotecnologías y los detractores de ésta. Existe un amplio número de investigaciones científicas que colocan a la nanotoxicidad como un tema obligatorio de cualquier agenda de investigación nacional. En este trabajo se sintetiza de una metodología de investigación implementada para descubrir la relevancia de la investigación sobre la toxicidad de nanomateriales en México.
Introducción La toxicidad de nuevos químicos o materiales es una cuestión de interés público y social, puesto que una vez que éstos llegan a la vida cotidiana los riesgos son difíciles de controlar. La historia económica evidencia que el mercado, vinculado a la ganancia y a la competencia, exige la introducción de mercancías sin dar tiempo a evaluar toxicidad y riesgos. Actualmente es el turno de las nanotecnologías ( nt), y México es protagonista de su impulso en el contexto latinoamericano, pero ¿qué tan relevante es la investigación de toxicidad de los nanomateriales en la agenda nacional?
Relevancia de la nanotoxicología Las características novedosas de la materia en escala nano han sido uno de los principales motivos del apoyo de las nt a nivel mundial. Es, sin embargo, hasta años recientes que se comenzaron a emplear herramientas para aprovechar al máximo los fenómenos en dicho tamaño ( nni, 2015). Con el surgimiento de nuevas aplicaciones y usos para estos mate-
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Investigación
CIENTIFICA
riales, también han emergido implicaciones anteriormente desconocidas; es el caso de la toxicidad de los nanomateriales o, al menos, su interacción con organismos biológicos y el medio ambiente. Dicho asunto ha alcanzado a grupos de investigación, organizaciones no gubernamentales (ongs), laboratorios y gobiernos; incluso el Grupo de Publicación Nature ( npg), uno de los más prestigiados del mundo y encargado de publicar la revista del mismo nombre desde 1869, tiene una sección especial dedicada al tema: nanotoxicology focus (Nature, 2014). Respecto a los nanomateriales y sus implicaciones existen estudios relativos al potencial cancerígeno de los nanotubos de carbono (Poland et al. 2008; Takagi et al. 2008; Chou et al. 2008; Ghafari et al. 2008; Nygaard et al. 2009) y sobre efectos de nanopartículas en el cuerpo humano y el medio ambiente (Yang et al., 2009; Stoher et al., 2011; Liu et al., 2012 & Sweden Chemical Agency, 2012). Este tipo de investigaciones es de suma importancia, ya que ha habido reportes concretos de casos en que la salud de los trabajadores se ha visto afectada por los nanomateriales (Liao et al., 2013; Song et al., 2009 & Liou et al., 2012).
México en el mundo nano Si bien Estados Unidos de América, China, la Unión Europea y Japón son líderes en el desarrollo de las nt, en América Latina destacan Brasil y México en cuanto a publicaciones, número de investigadores, infraestructura o empresas (Foladori, Invernizzi y Záyago, 2013; Robles–Belmont, 2012 & Kay & Shapira, 2009). No obstante la trascendencia que ello supone, nuestro país carece de una iniciativa nacional o un plan para desarrollar a las nt; su desarrollo se fundamenta en la creación de redes de investigación orientadas al tema, en el impulso a parques especializados y en el establecimiento de laboratorios (Záyago & Foladori, 2010).
Nanotoxicología en México Puesto que el interés y el financiamiento de los gobiernos se enfoca al empleo de las nt para mejorar la competitividad económica, los estudios en nanotoxicología se destinan a tal propósito (Foladori, Invernizzi y Záyago, 2012). A ello se añade la constante presión de las transnacionales, quienes con sus fuertes inversiones impulsan la tecnología de lo diminuto. El resultado es que las evaluaciones de toxicidad o riesgos dejan de ser prioridad en la investigación y el desarrollo ( i+d). Esa lógica es exacerbada en los países subdesarrollados, los cuales debido a su poco poder geopolítico tienen la meta de utilizar a las nuevas tecnologías como palancas de competitividad. Cabe señalar que la República Mexicana es socia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan), uno de los tratados con mayor f lujo mundial de mercancías, por lo que los esfuerzos para regular nuevos materiales resultan limitados ya que éstos se subordinan a la rapidez del intercambio. Ante la gran laguna en la literatura académica y científica sobre el tema, es necesario conocer los estudios en torno a él y la ubicación de los grupos de investigadores o instituciones que lo abordan. Con esta premisa se llevó a cabo un protocolo de investigación con base en Záyago, Foladori, Frederick & Artega (2014). Dado que la información se encuentra esparcida se implementaron metodologías de búsqueda. En primer lugar se realizó un estudio bibliométrico entre las publicaciones en nt con autores mexicanos en un periodo de doce años (2000–2012). En segundo, se efectuó una búsqueda manual en las universidades públicas, privadas y centros de investigación del país para localizar grupos, laboratorios o individuos que analizaron las propiedades toxicológicas de nanomateriales. La búsqueda bibliométrica arrojó veinticinco artículos de entre 4 mil 471, orientados a la toxicidad de nanomateriales o nanocomponentes para
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la salud o el medio ambiente. Eso representa el 0.6 por ciento del total. Por su parte, la investigación manual permitió identificar a doce instituciones con grupos o individuos abocados al tema. El número es minúsculo en el marco del universo objetivo; por ejemplo, de entre los más de 4 mil Cuerpos Académicos (ca ) del Programa de Mejoramiento del Profesorado de Educación Superior (promep), sólo hay 99 que hacen investigación relacionada con nt, y de éstos uno tiene interés en nanotoxicología.
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Conclusiones
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En México no hay instituciones de investigación que contemplen a la nanotoxicología como tema a desarrollar a largo plazo. Esto se ref leja en las pocas publicaciones y líneas de investigación que existen, lo cual evidencia las limitantes en la agenda de investigación nacional. Si se considera el nivel de infraestructura, inversión y recursos humanos dedicados a las nt del país, lo anterior muestra una ausencia temática importante.
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Gobernanza de la regulación de las nanotecnologías en México:
Comité Técnico de Normalización mÓnica a nZaldo montoya El Colegio de San Luis manzaldo@colsan.edu.mx
Resumen A través del marco analítico de la gobernanza se muestran algunos resultados de la observación participante en el Comité Técnico de Normalización para las Nanotecnologías, órgano colegiado coordinado por la Secretaría de Economía y el Centro Nacional de Metrología creado por el gobierno mexicano para formular normas voluntarias para el uso de las herramientas de las nanotecnologías en el país.
Agenda global de regulación de las nanotecnologías Desde hace al menos diez años la regulación de las nanotecnologías se halla presente en las agendas de gobiernos y organismos internacionales. En la actualidad, el tema de la regulación de los nanomateriales se aborda en foros académicos y en reuniones de regulación academia–industria. Cabe destacar que existe un consenso respecto a los riesgos que estos últimos representan en la salud humana y el medio ambiente, y un desacuerdo en la manera que se afrontan socialmente. Durante este lapso los objetivos han variado, incluso las preocupaciones se han acotado. El Nanoscience and nanotechnologies: Opportunities and uncertainties de la Royal Society (2004) estableció una agenda de la regulación sintetizada en los siguientes puntos: a) Tratar a los nanomateriales como sustancias químicas nuevas. b) Someter estas nanopartículas incorporadas a productos comerciales a profundas evaluaciones de seguridad antes de permitir su uso.
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c) Etiquetar los productos que contienen nanomateriales. d) En los ambientes de trabajo considerar a los nanomateriales como sustancias peligrosas. e) Evitar en la medida de lo posible la liberación de nanomateriales al medioambiente. A diferencia de las recomendaciones emitidas en el anterior reporte, los organismos internacionales y algunos gobiernos toman en cuenta otras prioridades: a) Establecer términos y definiciones que faciliten la comunicación entre quienes diseñan, producen y usan los nanomateriales: nanoescala, nano– objeto, nanofibra. b) Reducir la incertidumbre sobre los efectos en la salud humana y el medio ambiente, es decir, establecer metodologías a fin de evaluar toxicidad del gran número de nanomateriales existentes. c) Valorar la exposición a los nanomateriales en el largo plazo y en diferentes etapas del ciclo de vida: ambiente laboral, la etapa de uso y la etapa de desecho. d) Revisión de los marcos regulatorios nacionales e internacionales, como etiquetado de productos que contienen nanomateriales. En ese sentido, la agenda de los organismos internacionales y gobiernos focaliza la regulación de los nanomateriales con la finalidad de establecer un lenguaje común para incentivar la aplicación de las nanotecnologías que facilite la comunicación entre las industrias que participan en la cadena de valor de un producto o sector. Por otra parte, la perspectiva de la nueva agenda regulatoria se aleja del principio precautorio recomendado en el informe de la Royal Society cuando resalta la importancia de «reducir la incertidumbre» en lugar de evitar la comercialización de productos.
Gobernanza y regulación En general, cuando se aborda la regulación de sustancias químicas se piensa en leyes y mecanismos impuestos por las agencias gubernamentales encargadas de proteger la salud y el medio ambiente; no obstante, la regulación de sustancias y productos ya no se ajusta a esto. Para analizar la regulación de las nanotecnologías es indispensable que no se limite a observar mecanismos como las leyes o decretos obligatorios que procedan de una entidad gubernamental. Con base en lo anterior, vale la pena hablar de gobernanza de la regulación de las nanotecnologías porque permite analizar los procesos regulatorios que no se restringen a las leyes emanadas del Estado. Dicha noción refiere un modo de conducción en el que el Estado ha dejado de establecer de manera vertical los objetivos sociales y económicos de la sociedad (Alfie, 2008; Aguilar, 2010); ello significa la transferencia de buena parte de sus funciones al sector privado o a organismos supranacionales. De igual modo refiere que ningún actor controla los recursos, la información y la organización necesarios para resolver los actuales desafíos, del cambio científico y tecnológico por ejemplo. La ciencia y la tecnología cuya orientación la dirige el Estado no escapan a ese proceso de transferencia de responsabilidades al sector privado. Windholz y Hodge (2010) puntualizan ciertas características del proceso regulatorio. En principio, el proceso de regulación ha dejado de ser una función del gobierno y se ha ampliado, pues es capaz de generar regulaciones de la misma manera que la industria y la sociedad civil lo hacen a través de instrumentos distintos a las leyes. Posteriormente, los mecanismos de regulación se han multiplicado y f lexibilizado, lo que antes se concretaba a leyes o acciones legislativas ahora se extiende a toda una tipología de instrumentos: códigos, lineamientos, estándares, incentivos económicos, mecanismos de autorización (re-
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gistros, acreditaciones, etiquetado de productos). Por último, el conocimiento que se requiere para producir regulaciones se ha vuelto más específico, especializado y multidisciplinario. La promoción del conocimiento y la regulación de sus impactos éticos, ambientales y sociales concuerdan con esta dimensión de análisis en gobernanza, puesto que tales prácticas sociales han dejado de pertenecer al Estado. Así, la gobernanza de la regulación de las nanotecnologías es el instrumento o el mecanismo cuya finalidad es orientar la trayectoria de las nanotecnologías, que resultan de la interacción interdependencia, negociación, acuerdo entre el gobierno y las organizaciones privadas y sociales.
Resultados de normalización En México, la regulación de las nanotecnologías es un tema todavía muy distanciado de la política de ciencia y tecnología y de las prioridades legislativas de las agencias reguladoras; sin embargo, se ha identificado la existencia de varios actores nacionales e internacionales que inciden en la regulación nacional de dicha tecnología (tabla 1). En el ámbito nacional se ubica el Comité Técnico de Normalización para las Nanotecnologías (ctnnn), se trata de una instancia colegiada en la que se crean regulaciones voluntarias para las nanotecnologías en
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México. Aunque se estableció en 2007 coordinado por el Instituto Mexicano de Normalización y Certificación, A.C. ( imnc), tras varios años de existencia ambigua, a principios de 2013, la Secretaría de Economía tomó la coordinación del comité y lo formalizó bajo la Ley Federal sobre Metrología y Normalización. El ctnnn, de acuerdo con el artículo 1 de sus reglas de operación tiene como objetivo: Elaborar, modificar, revisar y cancelar normas mexicanas de productos, servicios, equipos, procesos, métodos de prueba, instrumentos, instalaciones, procedimientos, terminología y nomenclatura, metrología e instrumentación, simbología, incluidas las especificaciones de materiales de referencia, metodologías de prueba, modelado y simulaciones, la salud basadas en la ciencia, seguridad y prácticas ambientales en materia de nanotecnologías (Secretaría de Economía, 2013). Otra característica fundamental es que funge como el Comité de Normalización Internacional Espejo del iso/tc 229, lo que significa que se encarga de atender los trabajos de normalización internacional que México tiene comprometidos al ser miembro activo de la iso en general y del iso/ tc 229 en particular. En términos investigativos, el hecho de que el ctnnn tenga una interacción sistemática con el iso/tc 229 posibilita la aproximación a los temas que son clave para los gobiernos e
Tabla 1 Actores de la gobernanza de la regulación de las nanotecnologías en México Comité Técnico de Normalización Nacional en Nanotecnologías (ctnnn ) 2007 iso/ tc 229:
1. Terminología 2. Medición
vamas:
Proyecto Versalles para Estándares y Materiales Avanzados
Rednyn
y caracterización 3. Salud, seguridad y Medio ambiente 4. Dimensiones sociales 5. Sustentabilidad
wpmn–oecd:
Grupo de Trabajo sobre Seguridad de Nanomateriales
Consejo de Alto Nivel para la Armonización Regulatoria México–Estados Unidos
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industrias que tienen más en juego en esta tecnología y que inciden más en su gobernanza. En el contexto del ctnnn se han publicado hasta octubre de 2014 cinco normas voluntarias mexicanas (nmx) para las nanotecnologías. Se trata de traducciones a documentos ya publicados por el iso/ tc 229 lo cual se indica en la columna de la izquierda de la tabla 1. El ctnnn ha llevado a cabo la traducción de documentos básicos sobre definiciones y terminología, pero ninguno de los proyectos de norma atiende todavía el tema de la evaluación y gestión de riesgo. Por tanto, México se halla atrasado en la creación y en la adopción de normas. En 2004, China ya había publicado siete estándares para su territorio, y a la fecha en que se escribe esta tesis, el iso/tc 229 ha publicado 43 documentos (11 de ellos vinculados a la evaluación y gestión del riesgo de los nanomateriales) ( Jarvis y Richmond, 2011). Actualmente se realiza la traducción del documento «Gestión de riesgos laborales aplicados a los nanomateriales de ingeniería. Parte 1», publicado desde 2012 por el iso/tc 229, el cual contempla me-
didas para la protección de los trabajadores que manipulan nanomateriales. En cuanto a nuevos temas de normalización nacional, una empresa ha propuesto para el programa de normalización 2014 trabajar sobre un «Método para evaluar las propiedades antimicrobianas de nanopartículas de t io2 en superficies cerámicas de muebles sanitarios».
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Tabla 1 Normas Mexicanas para las nanotecnologías en México Año de publicación en el iso/ tc 229 2008
Proyecto de Norma Mexicana ( nmX ) nmx–r–27687–scfi–2013
Nanotecnologías–Terminología y definiciones para nano–objetos – Nanopartícula, nanofibra y nanoplaca
2010
nmx–r–10867–scfi–2013 Nanotecnologías–Caracterización de nanotubos de carbono de una pared ( ntc1p) mediante espectroscopía de fotoluminiscencia en el infrarrojo cercano (efl–irc).
2010
nmx–r–80004–1–scfi–2013
Nanotecnologías–Vocabulario–Parte 1: Conceptos básicos.
nmx–r–80004–3–scfi–2013
Nanotecnologías–Vocabulario–Parte 3: Nano–objetos de
2010 2012
carbono. nmx–r–10929–scfi–2013
Nanotecnologías–Caracterización de muestras de nanotubos de carbono de pared múltiple ( ntcpm ).
Fuente: Elaboración propia con información recuperada de http://www.economia-nmx.gob.mx/normasmx/ consulta.nmx para el caso de las normas mexicanas y en http://www.iso.org/iso/home/store/catalogue_tc/ catalogue_tc_browse.htm?commid=381983&includesc=true&published=on para los documentos del iso/tc 229
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Percepción pública y divulgación de las nanotecnologías:
nanopánico o nanoeuforia
miguel garcÍa guerrero Universidad Autónoma de Zacatecas miguel@grupoquark.com
Resumen ¿Cómo presentar un conjunto de avances que no puede ver o sentir la población pero que ya está cambiando su vida? La capacidad de hacer partícipe a la sociedad del desarrollo de las nanotecnologías es fundamental para determinar si ese sistema científico–tecnológico logrará una transformación de fondo o se quedará como una promesa más que no alcanzó a convertirse en revolución. Es indispensable distinguir la forma en que los diferentes sectores acceden a conocimientos sobre el tema y cómo los relacionan con su realidad, así podrá identificarse su construcción del panorama: nanoeuforia, nanopánico o punto intermedio. En este documento se explora de manera general el reto intrínseco a la divulgación de las nanotecnologías.
Nanotecnologías y comunicación Las nanotecnologías ( nt), desde su origen, han estado íntimamente ligadas a la comunicación. Fue necesaria una estrategia discursiva dirigida primero a investigadores, con Feynman, y luego a públicos no especializados, con Drexler y Roco, para edificar una visión integradora cuya novedad no fue el trabajo técnico en sí mismo —mucho del cual se realizó décadas atrás— sino la capacidad de vender a los distintos sectores el potencial de los nuevos avances. La nt constituyen uno de los primeros casos de ciencia y tecnología (c y t) en fase de investigación que se ve afectado por creencias populares al considerarlo una especie de «Investigación Científica Pop» (Mariotti et al., 2008, p. 262 ).
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Debido a que se han llevado a cabo inversiones considerables a nivel internacional en las nt, se corre el riesgo de enfrentarse a una reacción pública adversa semejante a la de los cultivos modificados genéticamente (Macnaghten, 2010). Por ello, la búsqueda de una percepción favorable es un tema que ha preocupado a los promotores de las nt desde un inicio: Se puede afirmar que la nanotecnología y la nanociencia son el primer ámbito científico–tecnológico en el que preocupan abiertamente las percepciones sociales que existen sobre él. Dicho ámbito nace y se desarrolla pendiente o preocupado por las percepciones y actitudes públicas (Gómez, 2012, pp. 178–179).
Las autoridades intentan con la bandera de innovación responsable, caracterizar las preocupaciones sociales de modo proactivo para integrarlas desde etapas tempranas en los programas de investigación en nt (Macnaghten, 2010); pero también se pueden interpretar estas acciones como esfuerzos para supervisar las reacciones públicas y diseñar una sociedad que vivirá con los productos nano, en un afán de allanar el camino para integrar esas nuevas tecnologías a la sociedad (Bensaude–Vincent, 2012) y evitar estigmas sociales que se han tenido o tienen en otras áreas de la c y t (Gómez, 2012 ). Existe entonces un posible choque entre las visiones con que los múltiples agentes se acercan al proceso de divulgación y construcción social de las nt: un cambio guiado por la oferta tecnológica, donde el mercado da forma a los nuevos productos y el gobierno actúa como facilitador de los cambios; una ruta definida por el impulso social que responda a las necesidades y las aspiraciones de los agentes involucrados. Puesto que la c y t interacciona de forma dinámica con la sociedad, moldeándose con reciprocidad, eso implica que la ruta a seguir por las nt es definida socialmente y, de manera paralela, afecta-
rá a la sociedad en su conjunto. En tal contexto es preciso que la divulgación del tema transcienda lo técnico para incorporar los aspectos sociales que puedan resultar relevantes. Con base en el trabajo de Lewenstein (2005), se establecen cuatro grandes aspectos a considerar: Aspectos económicos y políticos. Se enfocan al valor económico de los nuevos materiales e industrias creados a través de las nt, así como a las posibles rupturas económicas por cambios en las inversiones y la caída de industrias relacionadas con tecnologías desplazadas. Aspectos en prioridad de inversión pública. El financiamiento público para la investigación en nt conlleva la existencia de problemas importantes para la sociedad que pueden resolverse mediante sus avances; los sectores definen las rutas estratégicas que serán privilegiadas. Aspectos de desigualdad (la brecha nano). Si bien se sostiene que la c y t ayudará a mejorar la vida de toda la humanidad (World Bank, 1998; pnud, 2001), los beneficios de los grandes avances tienden a acentuar las brechas de desigualdad: mientras se benefician los países centrales y las personas/empresas que ostentan la riqueza, la periferia y la población más pobre se rezagan y deben lidiar los efectos nocivos de las nuevas tecnologías. Cabe preguntarse si las nt siguen una ruta que permite contrarrestar las brechas de desigualdad o que contribuye a acentuarla. Aspectos del manejo de riesgos. Hay múltiples señales de alerta acerca de los riesgos de las nt, por lo que resulta esencial avanzar en la definición de regulaciones que posibiliten un avance seguro de esas tecnologías. Tal aspecto se vuelve sensible ya que existen conf lictos de interés entre las grandes empresas con inversiones millonarias en ciertas nt, los gobiernos que en teoría deben cuidar los intereses de sus ciudadanos y las organizaciones sociales que pugnan por un desarrollo seguro de las nuevas tecnologías.
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Lo anterior invita a una profunda ref lexión social que sirva como referente para el avance de las nt y de cualquier sistema reciente de c y t. En Estados Unidos y la Unión Europea se han hecho esfuerzos para, desde un modelo de compromiso público, promover una participación social temprana a través de páneles ciudadanos, consejos asesores y estudios de percepción (Chittenden, 2011; Laurent, 2012); no obstante, el impacto se limita a sectores ciudadanos muy específicos, mientras que la mayoría de las personas y los agentes sociales siguen sin tener una perspectiva clara de los avances. En contraste a esos esfuerzos de participación erigida de arriba hacia abajo, se hallan organizaciones —sobre todo grupos ambientalistas y sindicatos— que intentan incidir en la ruta de las nt, con especial atención al tema de regulación de riesgos. El etc Group pidió en 2003 una moratoria para la introducción de nuevas nt al mercado hasta que se garantizara su seguridad. Incluso en 2007 la International Union of Food, Agricultural, Hotel, Restaurant, Catering, Tobacco and Allied Workers’ Associations ( iuf), una organización que agrupa a 365 sindicatos de 122 países y que representa a más de 12 millones de trabajadores, emitió una declaración sobre ese asunto: Pidiendo un debate público, advirtiendo que los productos con componentes nano se están lanzando al mercado antes de que la sociedad civil y los movimientos sociales puedan evaluar sus posibles implicaciones económicas, ambientales y sociales y su efecto en la salud humana. Más aún, la declaración advirtió la necesidad de asegurarnos que el debate de un asunto que llevará a profundos cambios sociales no puede dejarse exclusivamente a los expertos (Foladori y Záyago, 2010, pp. 158–159).
La resolución de la iuf hizo un llamado para movilizar a las organizaciones afiliadas a fin de efectuar una amplia discusión sobre las posibles con-
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secuencias de las nt. Se demandó que los gobiernos y organizaciones implicadas aplicar el Principio de Precaución, prohibiendo la venta de alimentos, bebidas, forraje y todos los insumos de agricultura que contuvieran nt hasta demostrar su seguridad y ser aprobados por un sistema internacional de regulación diseñado ex profeso. Asimismo, se pidió a la International Labour Organisation ( ilo) realizar un estudio urgente respecto al impacto de las nt en las condiciones de trabajo, además de su empleo en la agricultura y la industria de los alimentos; esto con el afán de efectuar una conferencia tripartita con relación a ello (Foladori y Záyago, 2010). El impacto de dicha postura se centra en la contraposición a las propuestas avaladas por gobiernos y empresas, lo cual enriquece el debate. Un elemento interesante de la petición de moratoria de la iuf y la del mismo etc Group, es que se funda en la experiencia histórica más que en un análisis técnico específico. Foladori y Záyago (2010) aluden que la experiencia histórica es un concepto sociológico fuerte para el análisis político, pero muy débil en el análisis técnico; para los científicos, expertos en tecnología y empresarios, las experiencias previas no revisten gran importancia. Sin embargo, para los sindicatos los referentes de interacciones pasadas con empresas y corporaciones son decisivos en la medida que demuestran que éstas ponen las ganancias por encima de la previsión en seguridad, así como manifiestan que las empresas no implementan de forma voluntaria los avances en regulación de riesgos, sino que resultaron de la lucha de trabajadores y organizaciones no gubernamentales. En ese sentido las organizaciones de sindicatos y el etc Group no están solos: el Centro de Nanotecnología y Sociedad de la Universidad de California en Santa Barbara tiene identificados 125 grupos activistas que pugnan por una mayor regulación de las nt. Cabe aclarar que, pese al gran número de grupos, se trata de esfuerzos focalizados; es-
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tudios del mismo centro evidencian que no hay una aversión pública a las nt como la hubo con la ingeniería genética. Aún así las reacciones dependen del tipo de nt en cuestión, los usos para energía limpia son bien recibidos pero los usos en alimentos o la nano–mejora humana provocan una reacción muy negativa (Phillips, 2012 ). Es necesaria una mayor divulgación de nt, ya que gran parte de la sociedad no está informada sobre los elementos básicos del tema ni sobre sus aspectos sociales. Debe primero abordarse lo técnico para que su comprensión permita dimensionar lo social, para ello es indispensable tomar en cuenta retos específicos que lo distinguen respecto a la divulgación de otros temas de c y t.
Retos para la divulgación de
nt
La divulgación de las nt «implica la comunicación de una gran cantidad de conceptos no manejados por el público» (Sánchez–Mora y Tagüeña, 2011, p. 89); es por esta riqueza conceptual y compleja que debe abordarse de un modo específico. A continuación se puntualizan cinco obstáculos principales para la comunicación del tema: Invisibilidad. A diferencia de otras tug que son fácilmente identificables —como la electricidad, el vapor o los aparatos electrónicos— las nt son invisibles; físicamente son tan pequeñas que nunca podrán distinguirse a simple vista y no tienen un elemento visible, como un reactor nuclear, que las haga notar. Un reto para la divulgación es lograr que las personas imaginen cómo se vería algo que no pueden percibir de forma directa y que requiere avanzadas técnicas de microscopía para ser visualizado (Priest, 2012 ). Tamaño y escala. Para la mayoría de las personas el nanómetro es una unidad abstracta, les es difícil imaginar la escala en la que trabajan las nt. Batt ( 2011) señala que los investigadores del tema tienen cierto nivel de comprensión del tamaño a través
de la habilidad adquirida de traducir medidas y eventos de la escala nano, pero el público no experto no tiene esa ventaja; facilitar una comprensión del tamaño requiere de enfoques creativos. Multidisciplina. El aprendizaje escolar nos tiene acostumbrados a acercarnos a los temas científicos desde la perspectiva de una disciplina científica específica, pero las nt son sumamente extensas e incluyen conceptos, metodologías y campos semánticos de diversas disciplinas (Serena, 2013). Principios cuánticos. A pesar de que las reglas de la naturaleza a escala nano, y menor, permiten que nuestro universo exista tal como lo conocemos, con frecuencia los principios de la física cuántica resultan contra–intuitivos y hasta extraños para la mayoría de las personas. Mitos. A partir de que el concepto de nt se introdujo a la discusión pública se ha asociado a escenarios tanto utópicos como apocalípticos. Ejemplos como el ensamblaje molecular que puede construir cualquier cosa hasta los nanobots autoreplicantes que pueden acabar con la civilización, suscitan la nanoeuforia o el nanopánico. Estos mitos impiden una divulgación verídica del tema, por lo que es esencial presentar una perspectiva realista que no se incline a ningún extremo. Existen estrategias para ahuyentar esos supuestos y acercar el conocimiento de las nt a públicos no especializados. Serena ( 2013) menciona que una de ellas es señalar la abundante presencia de productos nano en el mercado y despertar la curiosidad con temas de ciencia ficción relacionados con nt. Además, si se conecta la naturaleza social de la construcción de la c y t con la importancia de las narrativas en el pensamiento humano (Negrete, 2008), es posible aprovechar elementos históricos, biográficos y hasta anecdóticos inherentes a las nt para crear vínculos emotivos y cognitivos con los públicos. Finalmente, como un elemento para mayor claridad y facilidad de trabajo, Batt (2011) propone
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realizar la divulgación de nt del modo más general y básico posible, al contemplar cuatro conceptos indispensables: a) Todas las cosas están hechas de átomos. b) Las moléculas tienen forma y tamaño. c) A la escala de nanómetros los átomos están en constante movimiento. d) Las moléculas en su ambiente a escala nano tienen propiedades inesperadas. Estos pilares técnicos facilitan una comprensión de los fenómenos que dan base a las nt y posibilitan elaborar discusiones más ricas y profundas respecto a las características novedosas de los productos nano en el mercado, los beneficios que se podrían encontrar en nuevos desarrollos, los riesgos asociados a esos avances, lo que la sociedad espera de las nt y otros aspectos sociales asociados al tema.
Estudios relevantes El trabajo académico relacionado a la divulgación de las nt se ha centrado en dos puntos fundamentales: por un lado el grado de conocimiento y la percepción pública del tema; y por el otro los estudios de contenido y enfoque en los medios masivos de comunicación (sobre todo revistas y periódicos). Los resultados del primer tipo de investigaciones arrojan que la mayoría de las personas no está familiarizada con el concepto de nt y prácticamente no tiene conocimientos de lo que es o lo que podría llegar a ser (Macnaghten, 2010). No obstante, un meta–análisis de veintidós encuestas que se realizaron entre 2002 y 2009 en Canadá, Estados Unidos, Europa y Japón encontró bajos niveles de familiaridad con las nt pero con una visión de beneficios que se imponen a los riesgos con un margen de tres a uno, aunque el 44 por ciento de las personas aún no establecían una postura al respecto (Roco et al., 2011). El optimismo moderado del público, que tiende a subestimar más que a sobrestimar los riesgos,
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resulta extraño al considerar la creciente evidencia asociada a los efectos nocivos de las nt. Priest (2012) advierte que normalmente ignoramos o minimizamos los riesgos de las tecnologías que nos ofrecen beneficios claros, tal como los teléfonos celulares y los automóviles. Aunque desde la visión empresarial o gubernamental esa situación es adecuada, en realidad la indiferencia ante los riesgos representa un reto mayor para los esfuerzos de divulgación. Son las organizaciones sociales quienes han asumido esa responsabilidad: se desempeñan como agentes que demandan una divulgación específica sobre el tema de riesgos y trabajan para llevarla a sectores sociales más amplios, así como para incidir en políticas públicas. Si bien la participación social relativa al tema de riesgos se halla sobre la mesa y avanza en la discusión pública sobre nt, esto no garantiza un avance social; inf luyen factores como la calidad de información que llega a los diferentes agentes y la atención que se presta a su aporte. Lewenstein ( 2005) indica que muchos investigadores en nt se preocupan de que en la cobertura mediática del tema se aborden demasiado los riesgos y no lo suficiente los beneficios, lo que afecta la opinión pública y dificulta el logro del potencial que anticipan para las nt. Ello significa pugna de poder: los investigadores quieren definir lo que constituye un desarrollo adecuado del campo, sin el temor de que algún otro grupo social pueda ejercer su poder para determinar el rumbo de las nt. Es por todo lo expuesto que resulta fundamental la participación social en el tema, tanto para enriquecer su perspectiva como para legitimar el avance de este nuevo sistema científico–tecnológico a través del apoyo de sectores interesados, informados y comprometidos.
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Empezar por el principio: talleres recreativos para la divulgación de conceptos básicos de nanotecnologías bertha michel sandoval miguel garcÍa guerrero viridiana esparZa m anriQue Universidad Autónoma de Zacatecas tita@grupoquark.com
Resumen Las nanotecnologías se han establecido como un sistema científico–tecnológico de gran relevancia en los albores del siglo xxi, sus avances se aprecian en casi todos los ámbitos de nuestras vidas y se espera que en el futuro su impacto sea aún mayor. Dicha situación demanda que los ciudadanos conozcan y entiendan en qué consiste, para qué sirve, cómo se puede emplear y cuáles son sus riesgos. Al respecto, se requieren estrategias específicas para divulgar el tema tomando en cuenta los retos concretos del abordaje de la ciencia y la tecnología a la escala nanométrica. Este escrito detalla el trabajo realizado por el Museo de Ciencias de la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas» y el Grupo Quark para desarrollar un paquete didáctico de divulgación de las nanotecnologías, el cual ha sido presentado a 18 mil personas en diez estados de la República Mexicana.
Introducción Desde la década de 1990 Carl Sagan advirtió: «Vivimos en una sociedad exquisitamente dependiente de la ciencia y la tecnología donde difícilmente cualquiera sabe algo de ciencia y tecnología» (Sagan, 2006, p. 100). En efecto: esta circunstancia, aparte de continuar vigente, se ha transformado en una ominosa profecía en el siglo xxi. Esta paradoja de la modernidad, que se halla en todos los contextos del universo científico–tecnológico, adquiere trascendencia al abordar el tema de las nanotecnologías
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(nt), cuyos avances a lo largo de los últimos veinte años resultan extravagantes para gran parte de la sociedad; la mayoría de las personas no está familiarizada con el concepto de nt y desconoce sus funciones (Macnaghten, 2010). Un meta–análisis de veintidós encuestas aplicadas entre 2002 y 2009 en Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón revela que si bien existen bajos niveles de familiaridad con las nt hay una visión de beneficios que se impone a los riesgos con un margen de 3 a 1, mientras que el 44 por ciento no ha establecido una postura al respecto (Roco et al., 2011). El origen del concepto deriva de la célebre conferencia dictada por Richard Feynman «There’s plenty space at the botton» en Caltech en 1959, donde propuso al público la manipulación de átomos en forma individual (Feynman, 1960). En 1974, Norio Taniguchi acuñó el término específico de nt al referirse a la creación de materiales de precisión atómica. Richard Samlley contribuiría con el descubrimiento del fulereno (1985), cuyas propiedades físicas y químicas son tan variadas y productivas que todavía son objeto de estudio. Finalmente, el libro de Eric Drexler (1987) Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology plantea el concepto de ingeniería molecular y propone ingenios moleculares auto replicables que pueden convertirse en una plaga (el «grey goo»). En principio, las nt recibieron financiamiento en los países desarrollados. En 1994 la National Science Foundation de Estados Unidos creó la Red Nacional de Usuarios de la Nanofabricación. En 2000, Bill Clinton creó la Iniciativa Nacional de Nanotecnología, lo que promovió otras inversiones internacionales. En la actualidad, es posible definir las nanotecnologías como aquellas que se ocupan del estudio y la manipulación de la materia a escala de 1 a 100 nanómetros —millonésimas partes de milímetro— para obtener materiales, aparatos y sistemas con propiedades novedosas y utilidad práctica. Cabe destacar que sus campos de acción
son muy amplios e implican numerosas disciplinas que convergen sólo en la cuestión del tamaño.
Los retos para divulgar nanotecnologías Hoy día es difícil encontrar un noticiero del universo científico que no aborde el tema de las nt. Inclusive se ha afirmado que pueden ser la panacea de todos los males: curan el cáncer, evitan las arrugas, pueden multiplicar la producción; es decir, son el futuro motor del desarrollo. Sin embargo, su naturaleza y sus particularidades continúan siendo un misterio para la sociedad no especializada, debido a que por sus características presentan varios retos para los divulgadores científicos, como el problema de la escala y la notación científica, ¿cómo se ve lo que no se puede ver?, ¿por qué cambian las propiedades de los materiales a nivel nanométrico?, ¿desafían las propiedades de los objetos nanométricos el sentido común? La divulgación de las nt no puede llevarse a cabo del mismo modo en que se comunica cualquier otro tema científico o tecnológico con el público no especializado; su riqueza le otorga mayor complejidad «porque implica la comunicación de una gran cantidad de conceptos no manejados por el público, pero necesarios para su comprensión» (Sánchez–Mora y Tagüeña, 2011, p. 89). Imaginar un objeto más allá de tres magnitudes es siempre difícil, y su expresión matemática —la notación científica— incluida en la currícula escolar, no trasciende el aula. Si en el campo de estudio hay elementos que son menores que la frecuencia de onda de la luz visible, el problema se agudiza, pues no existe la posibilidad física de «ver» esos objetos. Por otra parte, se ha fomentado la idea de que un elemento químico tiene propiedades definidas, de manera que cuando se mencionan aquellas que se relacionan con su manipulación a nivel nanométrico, parecería que se desafía el sentido común.
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Carl Batt ( 2011), investigador de la Universidad de Cornell, propone cuatro pilares en la divulgación de las nanotecnologías: 1) Todas las cosas están hechas de átomos. 2) Las moléculas tienen forma y tamaño. 3) A la escala de nanómetros los átomos están en constante movimiento (a esta magnitud el movimiento cobra gran importancia). 4) En su ambiente a escala nano, las moléculas tienen propiedades inesperadas. Estos pilares técnicos facilitan una comprensión de los fenómenos que sustentan a las nt y permiten elaborar discusiones profundas: desde las características novedosas de los productos nano en el mercado, sus probables beneficios, los riesgos, lo que la sociedad espera y diversos aspectos sociales. Para la divulgación de las nt se cuenta con varias herramientas. Serena ( 2013) indica la abundante presencia de productos nano en el mercado y la curiosidad propiciada por la ciencia ficción. Además, al conectar la naturaleza social de la construcción de la ciencia y la tecnología con la trascendencia de las narrativas en el pensamiento humano, es plausible aprovechar elementos históricos, biográficos y anecdóticos inherentes a las nt a fin de crear vínculos emotivos y cognitivos con el público. En síntesis, si se pretende divulgar las nt, es preciso considerar elementos particulares como la necesidad de comprender lo que implica la escala nano, su transversalidad disciplinar, los principios contraintuitivos que —aunados a conceptos abstractos— son susceptibles de establecer mitos y distorsiones, y el entorno social; por lo que resulta imprescindible generar el desarrollo de un pensamiento crítico capaz de realizar un balance objetivo entre sus riesgos y beneficios.
La caja de aventuras científicas El Grupo Quark y el Museo de Ciencias de la Universidad Autónoma de Zacatecas han incursionado
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en el diseño y la ejecución de actividades nano–recreativas en México con la Caja de Aventuras Científicas, un paquete de actividades basado en ejes temáticos: fuentes de energía, ingeniería genética, nanotecnologías, telecomunicaciones y termodinámica. Dichas actividades, apoyadas por la convocatoria de Proyectos de Comunicación Pública de la Ciencia de conacyt, produjeron quince paquetes con materiales para veinticuatro actividades, se creó una red nacional de colaboración y se publicaron mil ejemplares de la guía para talleristas La Ciencia en nuestras manos y el manual Para jugar con la ciencia y la tecnología. Concerniente a nanotecnologías, se diseñaron distintas actividades: Escalas y Potencias. Dinámica que explica la notación científica a través de ejemplos y comparaciones familiares para los participantes. Nanoscopio. Modelo que detalla de forma conceptual el funcionamiento de un microscopio de fuerza atómica, como instrumento para visualizar y manipular el mundo nano. Grafeno y nanotubos. Especifican la estructura y las propiedades físicas de uno de los nanomateriales más prometedores, a la vez que el carbono ejemplifica las propiedades que surgen de la manipulación atómico–molecular. Indeterminación. Se trata de un juego simbólico que ilustra el principio de incertidumbre de Heisenberg y muestra que la materia a escala nano se puede comportar de maneras que desafían el sentido común. ¿Quién detiene a las nanopartículas? Su intención es ref lexionar sobre cómo los nanomateriales pueden atravesar barreras biológicas consideradas infranqueables y sus efectos en la salud. Los paquetes se distribuyeron en diez sedes en el país: Baja California, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Zacatecas. Se involucró a escuelas científicas, centros de investigación, museos de ciencias y consejos de ciencia y tecno-
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logía. Hasta mayo de 2014 asistieron 18 mil personas a los talleres.
Conclusiones Un proyecto de gran relevancia para la divulgación de las nanotecnologías entraña la formación de equipos multidisciplinarios que involucren especialistas en comunicación, didáctica y otras disciplinas científicas involucradas. Gracias a la generosa colaboración de varias instituciones a nivel nacional, la primera red de acción para la divulgación de nt en México empieza a consolidarse. Es pertinente aclarar que en Baja California, San Luis Potosí y Tabasco los encargaGrupo
dos no se conforman con realizar actividades sino que buscan habilitar nuevos grupos que puedan acercar ese tópico a más personas. Actualmente se trabaja en una estrategia diferente para establecer formalmente la red, involucrar a los principales investigadores de nt del país, incrementar la oferta de actividades de divulgación del tema y conseguir que sus actividades cubran el territorio nacional con difusión de nanotecnologías.
Referencias Batt, C. (2011). Too small to think (about). Materials Today, 14(6), 238.
Institución
Sede
Número de talleres
Personas atendidas
Quark
Museo de Ciencias, Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas»
Zacatecas, Zac.
16
6,319
Red de Divulgación de la Ciencia y la Cultura «José Antonio Alzate»
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, Estado de México
5
441
Atomic Zar
FES Zaragoza Universidad Nacional Autónoma de México
México, D.F.
4
290
GruFi
Facultad de Física, Universidad Veracruzana
Xalapa, Veracruz
6
512
Sociedad Científica Juvenil
Universidad Autónoma de Baja California
Ensenada, B.C.
10
895
Ingenialidades
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
San Luis Potosí, S.L.P.
10
967
Grupo Ónix
Planetario de Morelia
Morelia, Michoacán
16
7,054
Ciencia Recreativa Universum
Universum, Museo de las Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México
México, D.F.
50
1,041
Fundación Comunitaria del Bajío
Fundación Comunitaria del Bajío
Mineral de Pozos, Gto.
32
373
ccytet
Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco
Villahermosa, Tab.
11
315
cocyt
Consejo Oaxaqueño de Ciencia y Tecnología
Oaxaca, Oax.
4
138
164
18,345
Total
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Drexler, E. (1987). Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology. Garden City: Anchor. Feynman, R. (1960). There’s Plenty of Room at the Bottom. Engineering and Science, 23(5), 22–36. Macnaghten, P. (2010). Researching technoscientific concerns in the making: narrative structures, public responses, and emerging nanotechnologies. Environment and Planning a, 42(1), 23–37. Roco, M., Harthorn, B., Guston, D. y Shapira, P. (2011). Innovative and responsible governance of nanotechnology for societal development. Journal of Nanoparticle Research, 13(9), 3557–3590.
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