4 minute read

Intereses y objetivos

cios y privilegios,no obtuvo los que seguramente hubiera querido asignarse,sino los que discrecionalmente le cedía la élite imperial.

Es decir,los beneficios del grupo intermedio no estaban en función de lo que él hiciera o dejara de hacer,sino de lo que hiciera o dejara de hacer la élite hegemónica.

Advertisement

Éste era un grupo independiente; el otro, en cambio,era dependiente. La fuerza social hegemónica “se” había fijado sus propios objetivos y los alcanzaba paulatina e incesantemente. En cambio,la otra fuerza social,a pesar de tener sus propios objetivos,lograba sólo aquellos que “le” permitía alcanzar la élite imperial inka.

Para la inmensa masa de hatunrunas, mitimaes, yanaconas, acllas y piñas,el proyecto imperial,por el contrario,lesionaba seriamente sus intereses:atentó contra sus vidas, les arrebató sus territorios,les quitó sus hijas e hijos,les impuso a muchos un nuevo idioma,los dasarraigó y llevó a parajes desconocidos y hostiles,obligó a muchos al celibato forzoso,los obligó a aportar enormes tributos,etc.

A no menos de 9 millones de personas el proyecto imperial les resultaba objetiva e inexorablemente dañino. No era su proyecto. Entre tanto,y mientras durase la marejada inka,el proyecto nacional de cada uno de los pueblos conquistados habría de permanecer “sumergido”. Por lo menos hasta que,eventualmente,un conjunto favorable de condiciones le permitiera aflorar nuevamente a la superficie.

Intereses y objetivos

El Imperio Inka,en los albores del siglo XVI,mostraba pues cuatro grandes grupos sociales:la élite hegemónica,el grupo intermedio dominante no hegemónico,el sector dominado de hatunrunas y mitimaes,y el sector dominado de yanaconas y piñas en condición esclavizada.

Cada grupo tenía su propio conjunto de intereses por defender y,por consiguiente, aspiraba a alcanzar su propio conjunto de objetivos.

Afirmar –embriagados de idealismo,e incluso de chauvinismo anticientífico– que no hubo tal multiplicidad de grupos,y en consecuencia la correspondiente multiplicidad de conjuntos de intereses y objetivos,equivale a sostener que la sociedad andina bajo el Imperio Inka era un conjunto social homogéneo. Y ello,simple y llanamente,es insostenible –no obstante, ésa es la imagen que se suyo difunde aún la historiografía tradicional–.

Pues bien –recurriendo a una analogía de la física–,cada uno de los cuatro grupos era una fuerza –fuerza social– y se comportaba como tal.

Cada una de las fuerzas sociales actuaba, implícita pero coherentemente,para mantener sus intereses,es decir,para preservar todas aquellas conquistas materiales y espirituales que históriamente había logrado. Pero también actuaba para incrementarlos,y así alcanzar los objetivos que,quizá también sólo de manera implícita,se había fijado.

Cuadro Nº 10 Intereses y Objetivos generales

Grupo social Int. Obj.

Élite imperial I e O e Sector intermedio I i O i Hatunrunas - Mitimaes I hm O hm Yanaconas - Piñas I yp O yp

Gráfico Nº 15 Las cuatro principales fuerzas sociales en el imperio: dirección y magnitud

i

i2 Élite (e)

i

i2 Sector intermedio (i)

i1

t1 t2 t

i1

t1 t2 t

Permítasenos explicitar una vez más que,en la versión de la historia andina que estamos presentando, nuestra hipótesis básica –como extensamente hemos desarrollado en Los abismos del cóndor,Tomo I–,es que,en condiciones normales –de salud mental– cada individuo y cada grupo social actúa cotidianamente de manera tal que asegura la preservación de sus intereses (vida,familia,alimento,abrigo,ideas y creencias, idioma,etc.);y,complementariamente,cada individuo y cada grupo aspira a alcanzar el correspondiente conjunto de objetivos (prolongar su vida,extender su familia,mejorar sus condiciones de vida,etc.).

Coherentemente,la hipótesis básica complementaria es que sólo excepcionalmente,en casos graves de alienación,los individuos actúan atentando contra sus propios intereses o los del grupo al que pertenecen. El suicidio es quizá el ejemplo por antonomasia.

Las conductas y aspiraciones normales o habituales,tanto en el caso del individuo como del grupo social,por lo general son inadvertidas e intuitivas e implícitas. Pero pueden alcanzar a ser concientes y explícitas. Mas,invariablemente,el ser humano actúa en función y en procura de lo que estima su legítimo beneficio.

Así,consistentemente,las razones de que un individuo,grupo social,pueblo,nación o país se vea perjudicado en sus intereses y/o no concrete sus objetivos,deben buscarse en las circunstancias históricas o el entorno al que pertenece:en la naturaleza,pobre de recursos y/o que sistemáticamente atenta contra el grupo; en su relación con otros grupos sociales,que eventualmente lo dominan o sojuzgan; en ambas razones,etc.

A nuestro juicio,y aunque nunca ha sido explicitada,la historiografía tradicional –de hecho y quizá hasta inadvertidamente– ha enfrentado el “fracaso histórico de muchos pueblos” (ausencia de creación de grandes culturas,atraso,pobreza,subdesarrollo, etc.) a partir de una hipótesis sustantivamente distinta: los individuos y grupos actúan cotidianamente de manera errática –no consistente–:hoy obteniendo beneficio de sus acciones,y mañana perjudicándose así mismos. O,si se prefiere,que los individuos y grupos actúan absolutamente desprovistos de objetivos. Así, como resultado de ese errático “ir y venir”,ven transcurrir el tiempo sin ver incrementados sus intereses, sin progresar.

No se requiere profundizar mucho en el análisis para concluir que,de la mano de esa hipótesis implícita,la historiografía tradicional –sin duda sin proponérselo–,ha reducido al ser humano a una condición inferior a la de los animales mismos. Porque éstos, aunque claramente sin objetivos,actúan en cambio consistentemente –por instinto de supervivencia–,en defensa de sus “intereses” biológicos. No se conoce de especie animal que actúe erráticamente poniendo en riesgo su propia existencia.

Si la conducta humana fuera infrazoológicamente errática, ¿cómo explicar entonces que unos grupos sociales o pueblos “progresen” y otros “fracasen”? ¿Acaso porque,contra toda lógica y contra toda probabilidad,unos tienen la increíble fortuna de erráticamente “acertar” siempre; y otros la inaudita desgracia de erráticamente “equivocarse” siempre?

¿Y cómo explicar que un mismo grupo social,o un mismo pueblo,o una misma nación –la inka,por ejemplo–,en un estadio no fuera sino un pueblo primitivo,que hasta cayó dominado sucesivamente por los kollas y por los chankas; en otro fuera la quintaesencia del éxito,centro y protagonista de un imperio; y en un tercer estadio –hoy– volviera a ser uno de los

i Hatunrunas-Mitimaes (h-m)

i Yanaconas-Piñas (y–p)

i2

i1

t1 t2 t

i2 i1

t1 t2 t

This article is from: