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Los discretísimos logros lingüísticos de los inkas

chua en el mundo andino. ¿Cómo llegó a ser la lengua más hablada de los Andes? ¿Fue acaso –como cree la mayor parte de los peruanos y mucha otra gente– uno de los más grandes e importantes legados del Imperio Inka,en cuyo caso habría sido una de las más graves agresiones del imperialismo inka?

La historiografía tradicional sostiene que el quechua –o runa simi (boca o lenguaje del hombre)– fue el “idioma oficial” del Tahuantinsuyo 643. Pero el idioma oficial,como bien sabemos,no siempre es,necesariamente,el idioma hablado por todos los habitantes. Muchas veces “idioma oficial” sólo hace referencia a la lengua en la que se propalan las normas y disposiciones que dicta el Gobierno y que rigen el aparato estatal de un pueblo,una nación o de un imperio.

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No obstante,Del Busto explícitamente afirma que “el Runa Simi fue impuesto como idioma de vencedores...” 644 .

Así,si nos atuviésemos textualmente a la frase de Del Busto,deberíamos pues entender que “efectiva y realmente el Imperio Inka logró que el quechua fuera hablado por todos los habitantes del imperio”–independientemente de si cada pueblo mantuvo además o no su idioma materno–.

Pero bien saben Del Busto y todos los historiadores que la pretendida imposición generalizada,real y efectivamente,no se concretó. Porque en efecto,como se ha visto –y tal y como constataron los conquistadores españoles–,millones de hombres y mujeres en el Tahuantinsuyo hablaban única y exclusivamente su idioma materno original –ya fuera el muchik o el aymara,o cualesquiera de los 700 de los que habla Josep de Acosta–y no el runa simi o quechua oficial.

Es decir,lo que la historiografía tradicional llama “imposición”,no pasó de ser una “disposición”. O,si se prefiere,fue una “orden” imperial cuyas expectativas,simple y llanamente,no llegaron a concretarse. Y,menos todavía,en el alcance totalizador que muy probablemente los Inkas esperaron que tuviese.

Así las cosas,no puede pues cargarse en la cuenta de los latrocinios imperiales inkas el haber desarraigado idiomas andinos para imponer el quechua. Y si el hecho no ocurrió, tampoco puede entonces considerársele un “mérito” del Imperio Inka.

Los discretísimos logros lingüísticos de los inkas

Ahora bien,el hecho de que el quechua no lograra desplazar al muchik ni al aymara, ¿permite acaso concluir que:(1) sí desplazó a otros idiomas menos hablados; o,en el extremo opuesto,permite acaso concluir (2) que realmente no desplazó a ninguno? Ciertamente no. Ni lo uno ni lo otro. No hay la más mínima evidencia de que alguno de esos fenómenos lingüísticos se diera.

Pero,como se verá,hay más razones para suponer que fuera precisamente lo segundo lo que se dio en los Andes durante la centuria de imperialismo inka. Esto es que,en verdad, no alcanzó a desterrar y desplazar a ningún idioma de los que existían en el momento en que Pachacútec dio inicio a la formación del Imperio Inka.

En otros términos,el imperialismo inka,a lo sumo,podría preciarse de haber convertido compulsivamente en bilingües a algunos pocos miles de pobladores de los Andes. Esto es,casi exclusivamente,a las élites de funcionarios locales de los pueblos conquistados,que eran las que debían alternar con los

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