I
/ LA FORMACIÓN DEL IMPERIO INCA
PREFACIO
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A LA PRESENTE EDICIÓN
on la publicación de la segunda edición de la biografía del gran Inca se cierra el círculo cincuenta años después, más aún si se toma en cuenta el tiempo que tardé en investigar, fichar y escribir la biografía de Pachacutec. En el transcurso de los años he continuado investigando el mundo andino; mi visión se ha enriquecido y mi mayor deseo ha sido tratar de captar y comprender su mentalidad, su pensamiento y su lógica. Cada vez que he profundizado en algún tema, he hallado grandes diferencias con los conceptos europeos; la originalidad de los pueblos del Ande radica en su aislamiento forzoso del resto del planeta. Quizás existieron contactos esporádicos con Mesoamérica, pero las distancias y sobre todo las dificultades de acceso impidieron mantener relaciones fluidas. Los andinos, y con esta expresión me refiero a los habitantes de la costa, sierra y selva, viven en entornos geográficos distintos pero que se complementan entre sí: se necesitan y a la vez se rechazan por sus diferencias. Extrañas circunstancias afectadas por el medioambiente que dificultan la integración. Debido a estos obstáculos y a los desiertos costeños, las quebradas serranas, las altas cumbres y punas, y las selvas hostiles, los pueblos del antiguo Perú debieron encontrar en ellos mismos la solución al grave problema de vencer los impedimentos que estorbaban la formación y creación de las altas culturas en el país. De ahí que fueron forzados a unirse para domar la compleja geografía, y por ende, el espíritu de cooperación. El hombre solo no podía subsistir y vencer la naturaleza. A diferencia