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MARÍA ROSTWOROWSKI
gunda a Túpac Yupanqui y la tercera a Huaina Capac.27 Según él, el licenciado Polo le enseñó las momias, dándole, como es de comprender, los nombres de ellas. Ondegardo no pudo dar a Garcilaso los nombres que él menciona en los Comentarios reales, ni se puede alegar a favor de Garcilaso que después de muchos años de haberlas visto se hubiera olvidado y confundido los nombres, ya que tuvo, cuando escribió su libro, la Crónica de Acosta, la cual él menciona, sin decir nada del cuerpo de Pachacutec. A la momia nombrada por los otros cronistas como la de Pachacutec, la señala Garcilaso sin más ni más, como siendo la de Viracocha, haciendo con los cuerpos de los difuntos soberanos, lo mismo que había hecho con la victoria sobre los chancas y la derrota de estos últimos a las puertas del Cuzco. Tanto el cuerpo de Viracocha como el de Túpac fueron quemados, y por lo tanto no podía haberlos visto en la posada de Ondegardo ni le había dado esta versión el licenciado tan distinta a la que encontramos en su crónica. No cabe duda que las momias vistas por Garcilaso fueron la de Pachacutec y seguramente la de Amaru Yupanqui, siendo la tercera la de Huaina Capac.28 Una vez más encubre Garcilaso intencionalmente la verdad, debido seguramente a que el cuerpo de Pachacutec estaba guardado con el ídolo chanca y era una prueba de que había vencido a este pueblo. Si bien el soberano que nos interesa sobresale de entre todos lo demás incas por su genio y sus conquistas, es difícil suponer que todos los cronistas se hayan confundido, sobre todo si tomamos en cuenta las diversas fuentes a las cuales acudieron; no faltó en el Cuzco miembros de los ayllus relacionados con Viracocha. En cuanto a la Declaración de los Quipucamayus de Vaca de Castro, basada sobre los antiguos quipus, serían según Riva Agüero, las más seguras; pero en ellas no encontramos ninguna mención sobre la victoria de Viracocha sobre los chancas y por lo tanto no podemos tomar a los quipucamayus como apoyando la tesis de Garcilaso. De gran importancia son los valiosos datos que nos suministran las “Informaciones” de Toledo; en ellas declararon varios curacas y jefes de la región chanca, que por su origen debían estar bien informados sobre los hechos pasados. Nos limitaremos a citar a unos cuantos, no habiendo ni uno solo que mencione a Viracocha como el conquistador de la región. Así vemos que Juan Chanca Vilca, cacique de Parinacochas, de 93 años de edad, y don Pedro Asto, cacique de Lurin Changa, del
27.
Garcilaso, tomo I, lib. 5, cap. XXIX.
28.
Acosta, tomo I, lib. 5, cap. XXIX.