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Agradecimientos
No me habría sido posible llevar a cabo las investigaciones que han dado como resultado el presente libro sin el apoyo, la ayuda y la colaboración de muchas personas e instituciones, a las cuales quisiera expresar mi profundo agradecimiento. En primer lugar debo nombrar a Krzysztof Makowski, profesor y decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, quien en 1997 me animó a analizar el problema de la interpretación de los huacos retrato, y en los años siguientes me brindó su ayuda y consejo de manera inestimable. No menos sincera es la gratitud que le debo a Mariusz Ziółkowski, profesor de la Universidad de Varsovia (UW), promotor de mi tesis doctoral. Deseo agradecer también a Karol Piasecki, profesor de la UW, la ayuda al examinar el material desde una perspectiva antropológica, así como sus numerosos comentarios, no faltos de encanto, que me llevaron a hacer varios descubrimientos y me permitieron apreciar el «semblante vivo» de las imágenes conservadas en forma de huacos retrato. Las investigaciones que han dado como fruto el presente libro fueron realizadas entre mediados 1998 y 2003. Gracias a la beca concedida por el gobierno peruano y a la subvención del Comité de Investigaciones Científicas (Komitet Badan Naukowych, Nº 1H01H 028 14) fue posible la estancia de diez meses en el Perú; por su parte, los viajes a los museos europeos lo fueron gracias a los fondos obtenidos del Instituto de Arqueología de la UW y a la subvención del CIC (Nº 5H01H 037 21). El apoyo financiero de la Fundación para la Ciencia Polaca —Fundacja na Rzecz Nauki Polskiej— puso en marcha la traducción al castellano de este trabajo, que corrió a cargo de Francisco Javier Villaverde González. El material aquí aportado procede sobre todo de tres museos peruanos, cuatro europeos y de la colección privada del señor Joseph Maiman en Israel. Me gustaría dar las gracias de todo corazón a las directivas y los empleados científicos y técnicos de dichas instituciones. Les estoy especialmente agradecido a los directores del Museo
Arqueológico Rafael Larco Herrera de Lima, Isabel Larco de Álvarez-Calderón y Andrés Álvarez-Calderón Larco, así como a Claudio Huarache Morales y Carlos Velázquez, empleados de dicha institución. Por la ayuda y la colaboración prestada les debo mi gratitud a Fernando Rosas, director del Museo de Antropología, Arqueología e Historia del Perú en Lima, a Fanny Montesinos y a José Roel, del laboratorio de cerámica, y a Benjamín Guerrero, director de la biblioteca, todos de la misma institución. En el Museo de Arqueología, Antropología e Historia de la Universidad Nacional de Trujillo fueron particularmente atentos su director, Santiago Uceda, Carmen Rosa Oliden Sevillano y María Isabel Paredes Abad, del laboratorio y depósito de cerámica. Mi afectuosa gratitud a Marie-France Fauvet-Berthelot, directora del departamento de América en el Musée de l’Homme de París. Especial agradecimiento le debo a los empleados del Museum für Völkerkunde de Berlín (Dahlem), donde la doctora Manuela Fischer me brindó una excepcional hospitalidad y ayuda. A los empleados del Museo de América en Madrid quisiera expresarles mi más sentido reconocimiento por su amabilísima acogida, por su enorme ayuda y por facilitarme unas condiciones de trabajo ideales. Tanto la directora del museo, Paz Cabello Carro, la jefa del departamento de América Precolombina, Ana Verde Casanova, y las empleadas de la sección de documentación, Nieves Sáenz Gracia y en especial Ana Castaño Lloris, hicieron que la semana pasada en dicha institución fuera productiva y desde todo punto de vista, digna de recordar. Mi estancia en Israel y el trabajo con el catálogo de la colección del señor Joseph Maiman no habría sido posible sin la ayuda de Alfredo Rosenzweig, Raquel Gollergant y Cassia Lazar. No obstante, el primer «huaco retrato» de la cultura Moche, cuyo original tuve la oportunidad de contemplar allá por 1996, pertenecía a la llamada colección Kluger, propiedad del Museo Estatal de Arqueología —Państwowe Muzeum Archeologiczne— de Cracovia. Gracias a la propuesta del profesor Janusz K. Kozłowski pude tomar parte en la catalogación de la parte cerámica de esta colección, que en lo referente a objetos precolombinos, es la más importante de Polonia. Aprovecho para dar las gracias a los empleados del museo, la doctora Hanna Szymańska y Krzysztof Babraj, así como al fotógrafo Tomasz Kalarus, por la ayuda y la colaboración que me prestaron. Deseo también agradecer sinceramente a todas las instituciones antes mencionadas, por el permiso de publicar las fotos de los objetos pertenecientes a sus colecciones. Un especial agradecimiento les debo al doctor Chistopher B. Donnan y al señor Donald McClelland, por la posibilidad de utilizar y el permiso de republicar los dibujos realizados por Donna McClelland (+) de las vasijas pintadas pertenecientes al Moche Archive (Universidad de California, Los Ángeles). Fragmentos del presente trabajo fueron leídos y comentados por las siguientes personas: la profesora Maria Nowicka, del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia Polaca de las Ciencias; el profesor Aleksander Posern-Zieliński, del Instituto de Etnología y Antropología Cultural de la Universidad Adam Mickiewicz
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de Poznań; el profesor Tomasz Mikocki (+) y el profesor Karol Myśliwiec, del Instituto de Arqueología de la UW; y, el profesor Jan Szemiński, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Deseo igualmente expresar mi profundo agradecimiento a mis compañeros y amigos, quienes me facilitaron material incluido en sus trabajos de diplomado y licenciatura, dedicados tanto a los diferentes aspectos de la cultura Moche, como a la técnica y al simbolismo de tatuajes y otros tipos de ornamentación corporal. Me refiero en particular a Beata Jurkiewicz, Miłosz Giersz, Patrycja Prządka, Ulla Sorella Holmquist Pachas, Carmen Rosa Oliden Sevillano y Juan Domingo Mogrovejo Rosales. Aprovecho también para dar las gracias a ElŻbieta Jaskulska y Wiesław Więckowski del departamento de Antropología Histórica del Instituto de Arqueología de la UW, por toda la ayuda prestada. Mi estancia en Berlín fue posible gracias a la hospitalidad de Frank Markert y en París, gracias a Ewa Rakowska y a Luis Ilave. Finalmente, un agradecimiento muy especial a la Pontificia Universidad Católica del Perú, en cuyo claustro he madurado muchas de las ideas expresadas en el presente libro, y a su Programa de Estudios Andinos (Escuela de Graduados), que ha promovido la presente publicación. Asimismo agradezco al Fondo Editorial de dicha casa de estudios, a su directora, Patricia Arévalo; a su editora, Jenny Varillas; y a Marianella León, quien diseñó este libro.
Janusz Z. Wołoszyn