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La arquitectura pública del Periodo Precerámico Tardío y el reto conceptual del urbanismo andino
Vista panorámica de las pirámides del sector alto, Caral, Lima.
Urbanismo andino. Centro ceremonial y ciudad en el Perú prehispánico
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residencial, aunque también provista de ambientes de uso ritual, es similar a la de una aldea (menos de 4 hectáreas)?
¿Por qué la tradición arcaica de la arquitectura ceremonial desaparece al inicio del Horizonte Temprano —salvo en algunos centros de la sierra, como Chavín y Kuntur Wasi— y no se registran niveles semejantes de esfuerzo constructivo mancomunado en el ámbito local del Norte Chico hasta la conquista española?
¿Por qué el patrón de asentamiento del Periodo Precerámico Tardío, supuestamente urbano, guarda pocas similitudes con el urbanismo que se conoce en la Costa Norte durante el Horizonte Medio, un periodo en el que varios estados regionales cuya existencia está fuera de la discusión —por ejemplo, Moche, Wari, entre otros—, se habrían enfrentado en una lucha por hegemonía?
Estas preguntas inspiran otras, más de fondo y de carácter metodológico: ¿Es admisible en todos los contextos preindustriales una definición del urbanismo europeo de la era moderna, con una rígida separación entre el campo, lugar de trabajo y de residencia del campesinado explotado, por un lado, y la ciudad, entendida como la residencia de élite, el centro de producción y de distribución de bienes no alimenticios, así como el principal escenario de lucha por el poder entre clases sociales, por el otro? ¿Puede ser operativa y acertada una definición trascultural y ahistórica del urbanismo, concebida, además, como fundamento de una sola línea evolutiva en la prehistoria e historia de la humanidad?
Todas estas preguntas se vuelven aún más actuales en el contexto de trabajos recientes en Mesopotamia, los que invitan a una profunda reevaluación de los modelos del surgimiento de sociedades urbanas pre- y protohistóricas. El desarrollo de los centros urbanos de la cultura Uruk (hacia 4.000-3.100 antes de Cristo) antecede por más de mil años el uso generalizado de la escritura en la cuenca.
En los asentamientos urbanos del valle alto solo se han encontrado evidencias de sistemas contables (tokens, en inglés). Asimismo, es evidente que tanto la primera como la segunda «Revolución Urbana» —en la terminología usada, entre otros, por Akkermans y Schwartz (2003)— anteceden por varios siglos el incremento de la estratificación social y el surgimiento de la propiedad privada a fines del tercer milenio antes de Cristo (Trigger 2003).