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Métodos de la conservación

Fig. 04 Intervención del Muro Bícromo Rojo-Blanco en el Sector sur..

Pintura Mural Bícroma (recinto Rojo- blanco):

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Luego de la liberación, se procedió a la fijación preventiva del color mediante la aplicación de una solución de agua destilada y alcohol absoluto en partes iguales a fin de lograr la readherencia de las costras de pintura desprendidas, fijándolos en su lugar evitando así que se pierdan por efectos naturales. Para esta operación fue necesario el empleo de aspersores de mano, a fin de proceder a humectar las partes afectadas para luego presionar con algodón hidrófilo hasta lograr la readherencia de las costras de pintura sobre el enlucido. Teniendo en cuenta la fragilidad que presentaba la cabecera del muro, fue necesario aplicar bordes de contención con mortero a base de tierra y arena en proporción 2:1; con el fin de fijar los fragmentos sueltos al muro soporte. Los vacíos internos fueron tratados mediante la aplicación de cargas de mortero acuoso para permitir la readherencia del enlucido y devolverle la resistencia físico-mecánica. En la limpieza de la capa pictórica se empleó la vía seca, procediendo a retirar el barro adherido con bisturí de hoja fina en forma manual y muy lentamente para no dañar la pigmentación. El velo arcilloso y chorreras de barro producto de la percolación de aguas pluviales, fue retirado mediante el sistema de rodamiento, con el uso de hisopos de algodón humedecidos en agua destilada; una operación muy lenta y que requiere de los conocimientos necesarios para evitar deterioros en la pintura. En el vértice suroeste del muro, fue necesario realizar la restitución de la masa estructural, mediante la aplicación de un mortero de barro simple, preparado en proporción 2:1, con la finalidad de recuperar el volumen de material terroso que había sido afectado por las profanaciones, dejando como consecuencia la pérdida de una parte del muro que comprometía su estabilidad. Para lograr el efecto deseado, se adicionaron capas de mortero de barro superpuestas, siguiendo las características del sistema constructivo, hasta recuperar parte del volumen, que garantice la estabilidad estructural de la arquitectura intervenida.

Concluida la fase de limpieza de la capa pictórica se procedió a la aplicación de Silicato de Etilo 40 y alcohol al 96.8°, cubriendo las estructuras con mantas de plástico para permitir una adecuada penetración del consolidante por el lapso de 15 días. Posteriormente se procedió a la fijación del color con la aplicación de Paraloid B-72 disuelto en thinner acrílico al 2%. Después de 20 días aproximadamente del procedimiento de fijación del color se realizaron pruebas de rodamiento habiendo obtenido resultados positivos.

Friso Polícromo Collud:

La develación de este importante símbolo en la iconografía del sitio, motivó la preocupación para conservarlo adecuadamente. Las condiciones adversas que se presentan por efectos del deterioro en este caso internos por la presencia de humedad capilar que motivó la activación de sales y aparición de hongos que ponían en riesgo esta estructura, nos llevó a plantear y discutir la metodología necesaria para su adecuada preservación.

Se inició la intervención con la protección adecuada del área para preservarla de los efectos del deterioro externo, y luego se procedió a la liberación en forma mecánica y muy lentamente con el uso de espátulas, brochas, pinceles, bombillas a fin de no dañar la frágil pigmentación.

La limpieza superficial se realizó por vía seca, a fin de no comprometer más a la iconografía afectada por la humedad. Con el uso de bisturíes, pinceles de cerda suave, bombillas de jebe, hisopos de algodón; se procedió al retiro del barro adherido. El problema principal radicaba en la liberación y limpieza de las líneas que forman el dibujo, las mismas que se encontraban totalmente cubiertas de barro y arena adheridos, por lo que fue necesario el uso de pequeñas espátulas de madera, que facilitarán la extracción del material extraño, dejando al descubierto los relieves de esta expresión artística ancestral, sin dañar ni alterar su diseño original.

Para el emboquillado de fisuras se utilizó mortero preparado a base de tierra y arena en proporción 2:1, enriquecido con arcilla, a fin de evitar que la arena y material extraño siga ingresando por estas fisuras ocasionando empujes laterales que ponen en riesgo la estructura. Las eflorescencias salinas y hongos fueron retirados con bisturíes de hoja fina en forma manual, aplicando luego pulpa de papel con agua destilada para retirar las sales del interior del friso. Culminado el tratamiento preventivo, se procedió a proteger el Friso con una capa de arena lavada y muretes de adobe modernos que permitan asegurar su preservación, en tanto trabajamos para solucionar el problema que genera la elevada napa freática en el sitio.

Intervenciones en Paramentos y Muros

Por sus originales características tanto del material empleado como por su diseño y técnica constructiva, en Ventarrón se debió ajustar la metodología de conservación para estructuras de barro, de tal forma que se evite la alteración original en el diseño de la arquitectura.

En este caso resulta prácticamente imposible el reemplazo de los bloques que componen los muros por tratarse de trozos de arcilla original, de formas y composiciones heterogéneas muy difíciles de conseguir, por lo que solo se procedió a consolidar los muros y estructuras que presentaban defectos, empleando el mínimo de materiales.

Para las intervenciones de reestructuración se ha reutilizado los mismos trozos de arcilla que formaron parte de la composición del monumento, recuperados de las excavaciones y que se encontraban principalmente formando parte de los rellenos. En la preparación de los morteros se ha empleado tierra seleccionada procedente de las excavaciones, mezclada con arena fina y en algunos casos con cal apagada para darle mayor resistencia.4 No se trabajado con fibra vegetal para evitar la presencia de insectos que se alimentan de celulosa, que se han detectado en los alrededores e incluso en algunos sectores del monumento, lo que podría generar problemas estructurales, en caso de registrarse ataque de insectos xilófagos en las estructuras tratadas.

Consolidación preventiva de enlucidos:

Como consecuencia de la prolongada exposición a los fenómenos climáticos se produjo la exfoliación o desprendimientos de los enlucidos, siendo necesaria la aplicación de sustancias acuosas para readherir nuevamente las capas de enlucido a su muro- soporte con lo que le damos la resistencia físico-mecánica para evitar su pérdida. La operación consiste en aplicar mediante inyecciones con hipodérmica una solución de agua-alcohol al 50% para humectar las caras internas de los fragmentos de enlucido, ejerciendo luego la presión necesaria hasta lograr la firmeza adecuada del fragmento tratado. En los casos en que se presentan vacíos interiores se aplica cargas de arcilla líquida hasta lograr el volumen adecuado que permita la firmeza de las capas de enlucido a su muro–soporte. Estas cargas fueron preparadas a base de arcilla previamente seleccionada, libre de impurezas, molida y tamizada hasta lograr una especie de harina que mezclada con agua destilada permite una adherencia de considerable resistencia. Ha quedado demostrado que en el tratamiento de estructuras de barro como en este caso, la arcilla líquida funciona como el mejor pegamento para consolidar fragmentos sueltos y recuperar volúmenes. Con este método se ha trabajado principalmente en las Fachadas del Sector Norte, Contrafuertes del Sector Sur y Paramentos Enlucidos del Sector Oeste; que por efectos del tiempo eran los que presentaban mayores problemas de exfoliaciones y desprendimientos de enlucidos.

Fig. 06 Reforzamiento estructural del Relieve de los Peces.

Fig. 07 Proceso de consolidación preventiva de enlucidos.

Fig. 08 Reestructuración de la Escalera Lateral del sector norte.

Consolidación estructural

Uno de los mayores problemas que se presentaba en la arquitectura y que comprometía la estabilidad de la misma, fue la presencia de minaduras y forados en las estructuras. Para corregir estos defectos se hizo necesario proceder a la reestructuración y recomposición de las estructuras afectadas.

Reestructuración Escalera Principal y Escalera Lateral Norte:

En el caso de la escalera Principal del Sector Norte, presentaba la pérdida casi total de la estructura, quedando solo la evidencia de los dos primeros pasos y parte de siete pasos superiores siguientes. Por el riesgo de colapso en que se encontraba, se planteó y se discutió la necesidad de proceder a su reestructuración a partir de la evidencia encontrada y siguiendo el mismo patrón constructivo; para lo cual se dio forma a los pasos faltantes y se aplicó la capa de enlucido correspondiente. De esta manera se logró la estabilidad estructural, ya que de no intervenirla se hubiera producido el colapso de esta estructura.

La Escalera Lateral del Sector Norte, igualmente presentaba la pérdida del paso superior y parte de la fachada a la que se adosa, lo que motivó su reestructuración a fin de brindarle la estabilidad necesaria.

Monitoreo higrotérmico e impacto ambiental

Una de las principales preocupaciones que surgieron ante el proceso de deterioro que sufre la arquitectura, fue el comportamiento climático y su influencia en la degradación de los materiales. Como se sabe la presencia de agua en sus diferentes manifestaciones (lluvias, humedad ambiental, capilaridad) es responsable de muchos procesos de deterioro por su efecto hidrolizante sobre el barro5 .

En este sentido se inició un monitoreo permanente de la temperatura y humedad relativa, así como de las condiciones ambientales para determinar el grado de afectación de estos elementos sobre el monumento. Estas observaciones se realizaron con la ayuda de un termohigrómetro ubicado en el Recinto Central, casi desde el inicio de la intervención y complementado con los datos aportados por la Estación Meteorológica instalada desde el año 2009.

El estudio nos ha permitido establecer que las diferencias entre las temperaturas mínimas y máximas varían entre 8°C y 12°C durante el año en tanto que la oscilación térmica anual ha ido decreciendo de 4,6°C a 3.3°C, como respuesta a la protección sobre las estructuras que ha generado un microclima estable que permite una mejor aplicación de la metodología de conservación. Solo el año 2011, se ha registrado un notable incremento en la temperatura, generado por fenómenos naturales registrados en toda la región.

En cuanto al viento, se ha llegado a medir velocidades de hasta 69.20 Kph, que resulta preocupante por sus efectos nocivos sobre la arquitectura, ya que las partículas de arena en suspensión producen un efecto abrasivo al mismo tiempo que la fuerza con que golpea el viento sobre los paramentos ocasiona exfoliaciones y desprendimiento de las capas de enlucidos. Para mitigar estos efectos se ha instalado cortavientos provisionales de tal forma que se mantenga una leve sensación de viento al interior del sitio.

Para complementar nuestros estudios se mantiene un control del movimiento freático del subsuelo en el que se asienta el monumento, con la finalidad de establecer su grado de influencia en el proceso de degradación del material terroso, de producirse problemas de ascenso de humedad por capilaridad. Para el efecto, contando con el apoyo de la EAI Pomalca, se habilitaron ocho pozos de registro, que nos permite establecer los momentos en se registran incrementos de la humedad interna en el subsuelo, lo que nos ha llevado a establecer que estos incrementos son estacionales y mayormente se presentan durante los meses de verano en que se registran mayores volúmenes de agua en el río que se encuentra muy cerca.

El registro de colorimetría, necesario para establecer los cambios que podrían afectar a las pigmentaciones en el caso de los murales, fue posible gracias al apoyo del Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. En este caso, es necesario complementar nuestros estudios, a fin de establecer los posibles efectos que ocasionan los diferentes factores tanto externos como internos, y que puedan causar la degradación de las pigmentaciones.

Fig. 10 Instalación de la Estación Meteorológica Ventarrón.

Fig. 11 Registro de Colorimetría en el Mural Polícromo .

Fig. 11 Coberturas de contacto en el sector este de Huaca Ventarrón.

NOTAS

1.Documentos ICOMOS: Carta de Venecia 1964; Carta de Burra 1979; Documento de Nara 1992. 2.Basados en los “Principios para la Conservación y Restauración de las Estructuras del Patrimonio Arquitectónico”- ICOMOS 2003. 3.Paul Phillippot y Paolo Mora : “La Conservación de Pinturas Murales”. 4.Se ha probado que el uso de la cal en cantidades adecuadas permite una mejor cohesión de los morteros, y al mismo tiempo actúa como repelente de insectos. 5.- Paul Coremans: “Clima y microclima”.

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