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EL OTRO YO

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ELOTROYO

24 VARIEDADES

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WILLIAM LUNA MOSCOSO “Soy fruto del sincretismo”

William Luna es cusqueño. Llegó a Lima hace una década. No es profeta en su tierra, pero sí del Perú. Hombre de fe, compositor y músico, que no deja de cantarle al amor desde sus raíces mestizas. Aquí sus confesiones.

ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA CARICATURA: TITO PIQUÉ ROMERO

¿Habla quechua?

–Poco me enseñaron mis padres, creo que porque la ciudad de Cusco es cosmopolita a pesar de que todavía muchos creen que aún está el cholito con poncho y su llamita. Cusco es más colonial que la misma Lima.

¿Y eso le gusta?

–Me parece muy bueno, es fruto de un coloniaje. Es un pedazo de Europa colocado en una piedra inca.

¿Con quién se identifi ca?

–Soy fruto del sincretismo, soy mestizo.

¿Se siente descendiente de los incas?

–No directamente. Debe haber algo de sangre inca en mí, y se lo agradezco a Dios, no me avergüenzo. Pero también tengo la española, por eso mis hijos tienen el pelo rojo y mi padre es rubio totalmente, colorado. En el colegio, le decían nectarín, porque ese era el nombre de una gaseosa cusqueña.

Ahora que se conmemora los 100 años del descubrimiento de Machu Picchu, ¿qué siente?

–Le mentiría si le digo que me siento "guauuu". La celebración es algo comercial. Y, además, por qué se celebra cien años, si Machu Picchu siempre estuvo allí. Fui de niño a visitarlo varias veces, pero no lo recuerdo bien. De grande lo disfruté más. Qué le puedo decir. Es como si a usted le preguntaran qué le parece su casa, si es su casa.

¿Machu Picchu es lo mejor que tiene el Perú?

–¡No, por Dios! Conozco nuestro país por mi trabajo, pero créame todavía no encuentro nada mejor que el Cusco.

Es verdad que uno no puede generalizar, pero, ¿cómo son los cusqueños?

-Es cierto, pero en su mayoría son luchadores, arraigados a su tierra, con su creencia y su fe, pero con ideas polarizadas. A tal punto que, por ejemplo, cuando iba al estadio a ver jugar al Cienciano contra Universitario de Deportes, encontraba a cusqueños que eran hinchas de la U, ¿me puede explicar?

Se dice que se sienten más cusqueños que peruanos...

–¡Eso sí! En una época muchos jóvenes de mi generación quisimos que Cusco fuera una nación independiente. Incluso escribí un poema en esos años: "El Cusco es una nación al sur de Lima". Nos sentíamos rechazados por el centralismo limeño.

¿Usted ha cambiado?

–Sí, y de la mejor manera, para bien, porque el resentimiento no creció en mí. Yo amo mi tierra y a mi gente, pero no comparto muchas ideas. Pienso que la cultura tiene que ingresar en la vida de cada uno de ellos. Imagínese que me peleaba con caballeros borrachos que miccionaban en lugares públicos. Hasta me amenazaron de muerte.

¿Le gusta la ciudad de Lima?

–Sí, ya me he acostumbrado. Hasta mi sangre se ha igualado al nivel del mar. Al punto que me afecta la altura. Si esto lo escucha un cusqueño dirá que soy un traidor a Cusco. Pero yo quiero que mi gente sepa que seré siempre el primero en defenderlo. En mi región no hay una estación de gas, a pesar de que sale de allí.

Eso le da rabia...

–Me indigna.

Después de 10 años en Lima, ¿qué quiere hacer...?

–Quiero seguir haciendo música, y también política. Me encanta la política, no para oponerme sino para aportar.

¿Incursionará en política?

–Sí, y ya incursioné y, sin embargo, mi música habla del amor y mis vivencias.

¿Qué es lo que más ansía lograr?

–La paz en mi vida y familia. Amo a mi esposa, mis cuatro hijos y a mi padre que aún vive. A mi tierra voy a ir. Jesús dijo que nadie es profeta en su tierra.

¿Es cristiano?

–Sí, desde hace dos años.

¿Y por qué decidió serlo?

–Porque siempre quise serlo.

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