Cuaderno virtual de ENTREVISTAS Los testigos mudos en el proceso de mobbing o acoso laboral Su papel es vital en el proceso de acoso psicológico. No hay que olvidar el apoyo del entorno al acosador. Esos testigos mudos que piensan que con ellos no va, que miran hacia otro lado cuando ven una denigración o una conducta hostil, incluso apoyan y actúan junto al que creen será el ganador seguro: el acosador. Si esos testigos mudos no existieran, no existiría jamás el acoso. Realizada por Carlos Sanz – Junio 2013 Presidente PRIDICAM
Rosa Peña Fue profesora estatal de Secundaria durante más de 30 años; se retiró en diciembre del 2009 cuando la Inspección médica la diagnosticó incapacidad permanente total para la profesión habitual por accidente laboral. Ha sido coordinadoraeditora de varios libros como Herramientas contra la crisis o Cómo abordar el acoso escolar. Formadora en Nuevas Tecnologías para la Universidad Politécnica de Catalunya en diferentes posgrados y cursos de extensión universitaria. Formadora
Pregunta. Buenos días, Rosario. Mobbing es un término cada vez más conocido en el entorno laboral. ¿Cree que falta aún sensibilidad y formación suficiente para poner en práctica las leyes que protegen a la víctima desde la entrada en vigor en el Código Penal? Respuesta. Buenos días. La Ley ampara al trabajador acosado aunque aún falta formación suficiente para poner en práctica las leyes. La sociedad cada día es más consciente y si no lo es suficientemente, esta entrevista, mi libro, las charlas, las asociaciones, los medios de comunicación, etc. hacen una excelente labor para luchar contra el mobbing y dar a conocer esta auténtica lacra social. Pregunta. El daño psicológico no se ve a simple vista y no es fácil de demostrar ¿no cree? Respuesta.La persona que sufre una agresión física sufre un daño que está a la vista, pero el agujero interior tan enorme que se sufre con un maltrato psíquico continuado en el tiempo es gigante yproduce daños y secuelas de por vida. Sin embargo, como bien explica el Magistrado Ramón Gimeno Lahoz, colaborador del libro, “el mobbing, a diferencia de otras figuras terminológicamente próxima como el acoso sexual, necesariamente es una conducta sostenida en el tiempo, y esto permite la acumulación de distintas pruebas”. Hay que indicar también, que aunque el porcentaje mayoritario sufre acoso psicológico, en algún caso, también hay agresiones físicas. Ayer mismo asistí a una ponencia en Barcelona, donde un afectado 1
de profesores en el área de las TIC en módulos I y II para el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya. Responsable de proyectos europeos sobre multimedia y educación con la participación de 7 países con temas como Elearning en multimedia.
explicó una experiencia terrible en la que además de un daño moral
Es autora de más de 50 libros técnicos de temas informáticos e Internet con más 100.000 ejemplares vendidos en España y Latinoamérica.
Pregunta. ¿Cuál es el perfil del acosador?
Ha sido ponente en multitud de conferencias y charlas sobre nuevas tecnologías, Internet, temas informáticos, proyectos europeos y, desde 2009 colabora con entidades para ayudar a otras personas que sufren acoso laboral y escolar.
Puig, psicólogo clínico que trata habitualmente con víctimas de mobbing, dice que son “verdaderos asesinos que matan en silencio y con total impunidad”.
psicológico continuado, había ido acompañado de dos agresiones físicas que produjeron incluso ingreso en el Hospital, pero la gran mayoría son maltratos psicológicos exclusivamente. En cualquier caso, lo cierto es que es una situación muy grave. Pregunta. ¿En quién se centra el acosador? Respuesta. Al hostigador no le interesan las personas serviciales ni los antipáticos. Está claro que lo que produce el centro vital de su agresividad con una fuerte cadena de situaciones de acoso es “la envidia”, los recelos por cualidades o méritos que el hostigado tiene y que él cree que podrían hacer peligrar su estatus o sus privilegios. Respuesta. Un acosador es un ser mediocre, un trepa, un incompetente, un lobo con piel de cordero. Es una persona infeliz, pues nadie satisfecho con su vida se dedicaría a hacer daño a nadie .Es unegoísta. Los demás sólo le interesan para lograr sus objetivos. Javier Ignacio Prieto, abogado que colabora en el libro, califica al acosador como “un delincuente de guante blanco” y Josep
Pregunta. ¿Qué opina de los testigos mudos? Respuesta. Su papel es vital en el proceso de acoso psicológico. No hay que olvidar el apoyo del entorno al acosador. Esos testigos mudos que piensan que con ellos no va, que miran hacia otro lado cuando ven una denigración o una conducta hostil, incluso apoyan y actúan junto al que creen será el ganador seguro: el acosador. Si esos testigos mudos no existieran, no existiría jamás el acoso. Pregunta. ¿Es la Administración un caldo de cultivo de estas situaciones? Respuesta. Sí, porque las funciones están diluidas, hay cargos otorgados “a dedo”, no hay un jefe claro. La Administración cuenta con excelentes protocolos de prevención de riesgos laborales, aunque no se “ponen en práctica” y “dejan a la víctima totalmente sola y aislada”. Pregunta. Su libro tiene un título claro y contundente: “Cómo enfrentarse al acoso laboral o mobbing”. ¿Cómo se detecta? Respuesta. Se detecta cuando se ve con claridad -o lo hacen ver los especialistas que la tratan- que no es ningún defecto o problema de la víctima, sino que proviene de conductas hostiles externas. Pregunta. ¿En qué medida afecta a la productividad de un trabajador ser víctima de acoso Respuesta. El mobbing no es un juego patológico con resultado cero en el que el fracaso de uno permite la victoria del otro. Al contrario, aquí pierden todos: la víctima en primer lugar (por las consecuencias tan negativas para su salud) pero también la empresa, ya que el clima de tensión lleva a una caída generalizada en el rendimiento. Cuando el acosado no cuenta con estrategias de afrontamiento 2
eficaces y no hay apoyo social o es muy escaso, incluso si lo hay, pero no es efectivo, perderá totalmente la salud. La Administración pública es la que registra más casos de acoso laboral, pero con la crisis las personas de la empresa privada que sufren crisis aguantan hasta la saciedad por no perder su empleo, aunque al final, todo se reduce a lo mismo: autoeliminarse. Pregunta. En su libro se ha rodeado de expertos como son jueces, abogados, catedráticos, psiquiatras, psicólogos… éstos últimos ¿qué consejos dan? Respuesta. Que la víctima debe ir con la cabeza muy alta, no hizo nada malo, no debe callarlo, los que deben sentir vergüenza de sus actos son los acosadores y, este libro y esta entrevista y todo lo que se pueda hacer para divulgar el tema, debe servir para que las víctimas se atrevan a denunciarlo. Todo el mundo debe ser tratado con dignidad, sea cual sea su origen, raza, creencias, estilo de vida, etc. Pregunta. ¿Cuál debería ser el rol de los sindicatos en esta materia? Respuesta. Los sindicatos, hoy por hoy, se limitan a aconsejar a la víctima que recurra al servicio jurídico que será un poco más asequible y poco más. Pregunta. ¿Qué papel juegan las asociaciones contra el acoso? Respuesta. Los que realmente luchan son las asociaciones, creo que no están suficientemente reconocidas y en realidad son las únicas que de verdad apoyan y ayudan a las víctimas,haciéndole ver que su caso no es único y aconsejando todo tipo de salidas, terapéuticas, de mediación y jurídicas, si es necesario. Pregunta. Como experta en este tema, ¿cuántos casos cree que se denuncian y cuántos quedan ocultos por el temor al trabajador a perder su empleo? Respuesta. Yo no soy experta en absoluto, expertos son los colaboradores que han participado en el libro. Soy una víctima que ha pasado por todas las etapas posibles, eso sí. Por miedo, no se denuncian la mayoría de los casos de maltrato laboral y, hoy, con la crisis, aún se denuncian menos. En la Administración, se pide traslado o se piden bajas largas que acaban en incapacidad permanente total o absoluta por la pérdida de salud. Pregunta. ¿Su experiencia personal fue traumática? Respuesta. Tengo que reconocer que mientras ocurría, aguantaba tanto que no era consciente realmente del daño que sufría. Pero lo cierto es que el psiquiatra al que fui remitida “obligatoriamente” por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales concluyó en su informe tras muchas pruebas que “Tenía síndrome postraumático” debido a acoso laboral. Pregunta. ¿Qué se debe hacer ante una situación de mobbing? ¿A dónde hay que dirigirse? Respuesta. Se debe denunciar ante el representante de los trabajadores o comité de la empresa; el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales o Unidad de Salud Laboral; el Órgano de 3
personal; el Director o Jefe superior o ante el Defensor del Pueblo (Síndic de Greuges en Cataluña o Ararteko en el País Vasco), estos últimos no tienen excesiva fuerza real, pero toda la ayuda es poca y servirán para hacer presión en favor de la víctima. Si todo eso falla, ante el Juzgado. Pregunta. Tras su experiencia después de proceso penal ¿aconseja denunciar en un Juzgado el maltrato? Respuesta. Si esta pregunta me la hubieran formulado hace un par de años, mi respuesta sería muy diferente, pero en estos momentos tengo que decir algo realmente duro: - Que sólo denuncie quien tenga “mucha valentía” y una fortaleza a prueba de bomba porque al denunciar, el acoso se multiplica por diez. Pregunta. ¿Su experiencia en el Juzgado es negativa? Respuesta. No es exactamente ésa la respuesta, pero he podido comprobar que el acosado, el que denuncia, tiene que demostrar, no que era bueno, sino que era “casi santo”; pero no sólo él, sino toda su familia al completo. Ellos, como querellados o imputados, tienen derecho a mentir, pueden delinquir, prevaricar, siguen con sus cargos y nuestra fortaleza cada vez es menor. Vemos desgraciadamente cómo personas con las que teníamos un excelente trato, mienten a favor del poder, se retiran a la otra acera según cómo va el proceso… Una auténtica pena, pero es una realidad cruda y dura. Aunque la verdad tiene mucha fuerza. Pregunta. Entonces ¿aconseja no denunciar en el Juzgado? Respuesta. Cuando te presentas en el Juzgado es porque se han agotado el resto de recursos, nadie antes solucionó un problema tan grave, nadie investigó realmente y se cree que el Juez es alguien “divino” que sabrá hacer JUSTICIA, pero la Justicia con mayúsculas no es fácil de lograr porque los jueces son personas, no seres divinos y las pruebas tienen que ser claras como la luz y en el acoso hay muchas cosas ocultas a simple vista, aunque un buen Juez que estudie bien las pruebas, no puede fallar en contra. Además, un buen abogado, con buenas pruebas y pericia puede lograrlo (y eso creo que ocurrirá al final en mi caso, mi abogado Prieto es excelente y lo está llevando francamente bien), pero es mucho más duro de lo que pensécuando inicié la denuncia. Lo cierto es que causa verdadero terror que se denuncie por la vía penal, aterroriza a los denunciados, a las entidades públicas, la imagen es muy importante y hay que preservarla ante todo y se mentirá constantemente para preservar esa “falsa imagen”. El colapso de casos en el Juzgado hace que el tiempo tampoco juegue precisamente en favor de la recuperación de salud. Eso sí, si conseguimos abstraernos y no pensar en ello hasta que llega una resolución, si conseguimos seguir con nuestra vida, la denuncia es necesaria, se gana aunque sólo sea en dignidad. Pregunta. ¿Qué pruebas hay que conseguir? Respuesta. Correos electrónicos, documentos de acusaciones falsas, modificaciones de horarios y jornadas laborales, cambios de funciones, notas interiores con el sello de registro, un diario que exprese cada día los actos y demuestre el deterioro en la salud, grabaciones en las que el acosado esté siempre presente, testigos a 4
su favor (esto es lo más difícil, el miedo es mal compañero), informes, escritos de acusaciones, denuncias ante el inspector de trabajo, informes médicos y psicológicos imparciales, etc. Pregunta. ¿Sigue usted tratamiento? Respuesta. Sí, como bien dicen mi excelente psicóloga Enriqueta López y mi psiquiatra Beatriz Allué, desgraciadamente ellas sólo pueden hacer una labor de contención que sólo acabará cuando el proceso judicial finalice. Mi marido siempre dice: Lo mejor que tienes es la conciencia tranquila ¿la tienen otros? Eso me anima a seguir. Pregunta. ¿Considera que un apoyo familiar o de amistad es fundamental? Respuesta. Es lo más importante, no hay nada más triste que oír a una persona hostigada que te explica su caso y te dice que su familia no lo entiende, que hay peleas constantes; eso, quien la tiene. Es difícil de entender que una persona que tenía prestigio se convierte en un ser miedoso, inseguro y que a menudo decae. Es “monotemática”, se hace pesada. Hay algo muy claro que han de entender la familia y amistades: “la persona hostigada no hizo nada malo, ella no lo generó, sólo es una víctima”. PRIDICAM (Plataforma en la Comunidad de Madrid contra los Riesgos Psicosociales y la Discriminación Laboral)
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