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PEDIÁTRICO

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SALUD

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Sistema inmune fuerte y sano

Una dieta variada y equilibrada, con un aporte adecuado de vitaminas y minerales permiten el correcto funcionamiento del organismo y una respuesta óptima del sistema inmune.

Paola Fernández del Pino

Farmacéutica comunitaria. Audióloga.

Sistema inmune y tipos de inmunidad del bebé

El sistema inmune del bebé es un tema que preocupa mucho a los padres y especialmente a los que son primerizos. Se cree que el bebé nace desprotegido por completo, por ello, evitan salir durante sus primeras semanas de vida, todo lo que toca el bebé se limpia repetidamente e incluso se pide a familiares y amigos que no se acerquen o no cojan al niño. A pesar de que el sistema inmune de los recién nacidos no completa su desarrollo hasta los dos años de vida, no nace desprotegido. Nacen con una protección que ha sido transmitida por la madre durante el embarazo, la denominada “inmunización pasiva”. Este tipo de inmunidad se da cuando el bebé recibe anticuerpos de la madre a través de la placenta y de la leche materna y le acompañará los primeros meses de vida. Durante estos primeros meses, el contacto con los patógenos estimulará la “inmunización activa” natural obtenida por los propios mecanismos de inmunidad del bebé. A lo largo de su crecimiento, este contacto será el encargado de hacer madurar su sistema inmunológico, pero no será el único, hay más factores que intervendrán en la madurez del sistema inmune. La alimentación del niño a lo largo de su etapa de crecimiento también jugará un papel importante en el desarrollo de sus defensas.

La alimentación y el sistema inmune

Una dieta variada y equilibrada, con un aporte adecuado de vitaminas y minerales permiten el correcto funcionamiento del organismo y una respuesta óptima del sistema inmune. La cantidad de micronutrientes debe ser la correcta para que la actividad inmunológica no se vea afectada, es decir, un exceso o un defecto de calorías podría reducir la eficacia del sistema inmune a la hora de combatir una infección. Los micronutrientes relacionados con la respuesta inmunológica son: • Ácido fólico y vitaminas del grupo B: son capaces de estimular la función de las células inmunes como son los linfocitos T y B y de los macrófagos.

Estas vitaminas las encontramos en los vegetales de hoja verde como las espinacas y las acelgas, frutas como el plátano y las naranjas, pan, cereales e hígado. • Vitamina D: aumenta la actividad de los macrófagos y monocitos, además de activar enzimas en los linfocitos T y B. Se sintetiza gracias a la exposición solar moderada. • Vitamina A: mantiene tejidos y mucosas en óptimas condiciones, algo muy importante, ya que no podemos olvidar que son la primera barrera de defensa de nuestro organismo. También interfiere en la respuesta de los anticuerpos dependientes de las células T y en la maduración de los linfocitos. Esta vitamina la encontraremos en alimentos como el hígado, zanahoria, tomate, queso, lácteos. • Vitamina E y C: son vitaminas antioxidantes.

La vitamina C, gracias a este poder antioxidante, previene el daño oxidativo de las células inmunes. También es capaz de promover la actividad de los glóbulos blancos y los macrófagos.

La podemos encontrar en las fresas, el kiwi y en los pimientos.

La vitamina E, por su parte, actúa directamente sobre el sistema inmunitario, en concreto, sobre los mastocitos. También ayuda a reducir la respuesta inflamatoria provocada por una reacción alérgica.

Esta vitamina la tenemos en el pan, arroz, frutos secos y en el AOVE. • Selenio: al igual que las vitaminas C y E, el selenio es un mineral antioxidante que actúa protegiendo a las células inmunitarias. Su deficiencia aumenta el riesgo de sufrir infecciones bacterianas y víricas como la gripe.

Este mineral lo encontramos en las carnes, los pescados y los mariscos. • Zinc: este micronutriente estimula el crecimiento, maduración y actividad de los linfocitos T y B y de las natural killer.

Está en las legumbres, el queso curado, los frutos secos, la carne y el huevo. • Hierro: el efecto que puede tener sobre el sistema inmune va a depender de la cantidad de hierro que haya en sangre. Niveles adecuados de hierro se relacionan con un menor número de infecciones.

El hierro está presente en las carnes, huevos, garbanzos y espinacas. fv

“La alimentación del niño a lo largo de su etapa de crecimiento también jugará un papel importante en el desarrollo de sus defensas”

La cantidad de micronutrientes debe ser la correcta para que la actividad inmunológica no se vea afectada.

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