Fotografía: ACNUR
Uruguay: Campamento de refugiados
Posibles impactos en la población y economía uruguaya ante la eventualidad de registrarse una inmigración masiva y en un breve tiempo desde Argentina.
Uruguay: Campamento de refugiados
No es posible determinar cuando y cuántos de quienes manifiestan intención de emigrar de Argentina lo harán y tampoco en que condiciones sanitarias y económicas. Pero todo indica que apenas las fronteras se abran, total o parcialmente, un flujo indeterminado de personas comenzará a transitar desde Argentina hacia Uruguay. Por tal motivo resulta apropiado y también necesario proyectar escenarios a partir de datos concretos que permitan evaluar y anticipar acciones adecuadas ante tal fenómeno social. La finalidad de este trabajo es explorar en los datos disponibles y proyectar hipótesis que luego pudieran llegar servir de base a investigaciones más profundas por parte de especialistas en la materia. Walter Raymond
Uno de los escenarios proyectados permite estimar que entre 146.000 y 206.000 argentinos estarían considerando como muy posible emigrar y contaría con los medios para hacerlo. La incógnita es cuantos de ellos elegirían a Uruguay como destino.
El atractivo espejismo uruguayo La situación económica, social y política argentina actual, presenta algunas similitudes y paralelismos con el declive venezolano previo a la gran migración. Asistimos a un pronunciado empobrecimiento y pauperización de los sectores medios y bajos de la pirámide social en un contexto inflacionario y poco propicio para invertir. Se suma un progresivo cercenamiento de las libertades individuales y negación de derechos constitucionales bajo excusas sanitarias, debiendo agregarse una alta desocupación y la falta de oportunidades y vislumbrar alguna esperanza de desarrollo en el corto o mediano plazo. Por su parte, Uruguay, presenta aspectos que lo convierten en un atractivo destino para los migrantes argentinos. Cercanía con los grandes conglomerados urbanos argentinos, acceso relativamente sencillo y económico, histórica afinidad cultural y plena vigencia de las libertades. Tal situación podría alentar la fantasía de un exilio no traumático y relativamente cómodo. La desesperación ante una situación económica que pone a decenas de miles de personas en la pobreza podría obnubilar e impedir discernir con justeza que quizás solo se podría estar cambiando de camarote viajando a bordo del Titanic. Es que Uruguay es un país con economía en situación delicada aunque notoriamente en mejor situación que la argentina. Está comenzando un largo y complicado proceso de recuperación. Si bien su situación fiscal, socio económica y política es muy distinta que la de Argentina, debe tenerse en cuenta que el costo de vida es comparativamente alto en la región, con un mercado de trabajo reducido y deficitario, con acceso a la vivienda tan difícil y complicado como en Argentina. Sin la
generación de ingresos locales suficientes y estables, los migrantes argentinos se encontrarán ante una realidad muy distinta a la que se idealiza en estos momentos. En tal situación, cabe plantearse cuál podría ser la incidencia de una hipotética emigración masiva de argentinos hacia un país en proceso de recuperación económica.
Uruguay, como campo de refugiados La política sanitaria que lleva a cabo el gobierno argentino bloquea aún, desde marzo 2020, la libre circulación de ciudadanos dentro del país y la posibilidad de viajar al exterior. Sin embargo, en algún momento del futuro relativamente próximo esas restricciones y barreras se levantarán parcial o totalmente. Cuando ello ocurra se podrá verificar si la voluntad que expresan hoy cientos de argentinos de abandonar el país se concreta, y además en qué condiciones y en cuanto tiempo. Anticiparse a situaciones que pudieran tornarse conflictivas ayudaría a construir las condiciones más adecuadas dentro de las posibilidades del país para recibir, atender y dar cobijo a cientos, quizás miles de personas, que arribarían al país en un período relativamente corto de tiempo con la agravante que una parte de ellos presente, necesidades básicas apremiantes.
Quienes podrían emigrar desde Argentina Tal como se aprecia en los medios de comunicación y redes sociales, la situación económica y social de Argentina permite inferir que podría llegar a producirse una migración numerosa de ciudadanos argentinos y extranjeros residentes hacia destinos del exterior. De acuerdo a los datos de la composición social por ingresos de la sociedad argentina (pirámide social), el segmento que se ha visto más perjudicado por la crisis es el D1, Clase baja superior. En su gran mayoría son empleados, operarios, personal de la construcción, cuentapropistas y pequeños comerciantes, y jubilados de las actividades descritas. El D1 representa un segmento social con estudios primarios o primarios y secundarios incompletos. Hoy, ese segmento, se ha visto incrementado por los “caídos” de la clase media. Es el segmento social más numeroso con el 39% de los hogares. Le sigue, en posibilidades de emigrar, la Clase media tradicional (C3) que se ha visto reducida a un 21% de hogares (en 2019 representaba el 29%) y está constituida mayormente por empleados, jefes de empresas chicas, cuentapropistas, comerciantes, docentes, y algunos jubilados. En su gran mayoría poseen educación secundaria completa y pueden llegar a tener estudios completos o incompletos en institutos terciarios o universidades públicas. El segmento Clase media alta (C2), con un 11% de hogares, integra a dueños y directivos de pymes y explotaciones agrícolas, gerentes de empresas grandes o medianas, profesionales independientes con ocupación plena, docentes universitarios con ocupación plena y otros con oficios y actividades muy demandadas y escasas en el mercado. En este grupo se encuentran también rentistas que viven en forma parcial o total de las rentas obtenidas por sus inversiones. A nivel educativo los C2 suelen
tener educación terciaria o universitaria (completa o no) y en algunos casos también post grados. Es el grupo objetivo que intenta captar el gobierno uruguayo por su posibilidad de invertir en vivienda y servicios, además de ser generadores de trabajos genuinos para los segmentos inferiores. En conjunto, los segmentos sociales D1; C3 y C2 suman el 71% de la sociedad y es la población que expresa o presenta mayor potencial para emigrar. El segmento más pobre de la sociedad (D2 y E) Presentan una gran imposibilidad de generar ingresos estables por su baja calificación laboral. Es absolutamente dependiente de la ayuda estatal completando ingresos mediante actividades eventuales y precarias como recolección y reciclado, changas, compra venta y otros. Tal situación de dependencia lo transforma en un segmento muy conservador de su estatus para no perder los beneficios que le aporta el Estado. Solo se movilizaría ante la posibilidad que en el destino propuesto se le proporcione facilidades y ventajas mejores que las recibidas actualmente para subsistir.
Cuántos podrían emigrar desde Argentina La estimación de un escenario probable sobre datos de la pirámide social argentina aporta entre 146.000 y 206.000 personas del área metropolitana de Buenos Aires que podrían emigrar. De los cuales, entre 50.000 y 71.000 personas, podrían elegir a Uruguay como destino de residencia. La población proyectada de la ciudad de Buenos Aires para 2020, según el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo), es de 3.075.646 personas. La población del Gran Buenos Aires (GBA, representa los 24 partidos que rodean a la capital federal) es de 17.541.141 personas (simplificado en un total de 17,5 millones). En total, el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), suma aproximadamente 20,6 millones de personas. Aceptando el dato de la ACNUR donde se considera que el 1% de la población mundial se registra en calidad de desplazada, por diversos motivos, tendríamos un universo potencial en el área metropolitana de Buenos Aires de 206.000 personas que eventualmente podrían emigrar.
Pero si se toma solamente a los segmentos sociales D1; C3 y C2, (clase baja superior, clase media alta y baja) que son los más castigados por la situación suman el 71% de la sociedad, tendríamos entonces en el área metropolitana de Buenos Aires una población estimada de 146.206 personas que podría estar evaluando con un alto porcentaje de certeza la posibilidad de emigrar. Si consideramos la cierta similitud con la situación venezolana, donde el 34,6% de los emigrados decidió quedarse en Colombia, podríamos decir que entre 50.606 y 71.276 argentinos podrían albergar un fuerte deseo de emigrar, tener los medios para hacerlo, y elegir Uruguay como destino de residencia. La razón de focalizar el análisis de escenarios sobre el área metropolitana de Buenos Aires es porque son las más densamente pobladas y las más cercanas a Uruguay. Están situadas entre 50 y 200 kilómetros en línea recta de Uruguay. Por vía fluvial representa una hora de viaje. Por vía terrestre el paso fronterizo más cercano es Gualeguaychú – Fray Bentos situado a 230 kilómetros, algo así como tres horas de ruta. Algo más distantes quedan los puentes de Colón y Federación que unen esas ciudades con Paysandú y Salto, pero son menos utilizados por quienes residen en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires).
La estructura y red asistencial de Uruguay La población actual en Uruguay estimada (INE) para el año en curso es de 3.530.912 personas. Si aceptamos que aproximadamente 50 mil argentinos podrían elegir Uruguay para residir, tendríamos un impacto poblacional del 1,4%, aproximado. En cambio, si fueran 71 mil, se asistiría a un impacto del 2,0% de la población. Situación que sería bien considerada por la mayoría de los analistas debido a que sería población relativamente joven, y que se estima productiva, para un país donde la cantidad de habitantes se mantiene estable desde hace muchos años. La incógnita que se abre es relativa a los servicios que requerirán los migrantes, y si los organismos del Estado como el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), la Administración de los Servicios de Salud del Estado, (ASSE) y otros, podrán asimilar tal impacto. Tengamos presente que el segmento social más numeroso que encararía la emigración desde Argentina es el D1 (39% del total de la pirámide social) y que presenta una situación económica comprometida y sin ahorros suficientes para una larga estadía sin ingresos. Por lo que el segmento D1 aportaría entre 19.500 y 56.900 argentinos que requerirían de asistencia estatal durante un tiempo prolongado hasta su autonomía por haber ingresado al mercado laboral, de vivienda y otros. Hemos visto que el segmento con mayores necesidades básicas insatisfechas no sería proclive a trasladarse para no perder los beneficios que les aporta el Estado argentino. Sin embargo, podría producirse una situación similar a la que sufre Argentina en relación con Bolivia y Paraguay, con población fronteriza del segmento D2/E. Argentina se transformó desde hace 40 años en variable de ajuste de las economías boliviana y paraguaya fronteriza. Miles de migrantes de los segmentos más bajos de la pirámide social de dichos países utilizan los servicios médicos, alimentarios y otros beneficios estatales, incluyendo jubilaciones y planes sociales argentinos, con tan solo cruzar la frontera. Obligaciones del Estado receptor de migrantes Cabe señalar que las Directrices de ACNUR sobre protección temporal o acuerdos de estancia, indican que el Estado receptor debe garantizar a los migrantes y refugiados el acceso pleno a los servicios básicos y a los derechos fundamentales. Los derechos fundamentales a los que alude el organismo son: Acceso a la atención médica, a la educación, a mantener la unidad familiar, a la libertad de circulación, acceso a albergue adecuado, derecho al trabajo y garantía de no retorno. Debiendo, además, proveerles de legalidad suministrando a los migrantes, documentación oficial. Para aquellas personas que deban trasladarse por el territorio del país de recepción se debe asegurar accesibilidad al transporte a través de gratuidad, costos mínimos o no prohibitivos.
Debe considerarse, también, que una cantidad indeterminada de migrantes podría solicitar refugio por diversos motivos, por lo que el Estado receptor estaría obligado a asegurar la asistencia antes señalada. Para un mayor análisis se aporta en el área de fuentes consultadas la guía elaborada por ACNUR a fin de solicitar asilo o refugio en Uruguay. Los efectos de una migración masiva La experiencia que nos aporta la masiva migración forzada de ciudadanos venezolanos, y sus consecuencias sociales y económicas en los países de recepción, resulta muy útil para evaluar escenarios probables en el Río de la Plata. La gran migración venezolana hizo crujir la estructura asistencial de Colombia. Resultará interesante poner atención en lo ocurrido allí, países limítrofes y de gran afinidad cultural y poblacional, situación similar a la de Argentina y Uruguay. Los servicios de asistencia social y sanitarios colombianos se vieron rápidamente desbordados por la abrupta afluencia de decenas de miles de migrantes en un relativo breve período de tiempo. La mayoría de ellos eran personas que huían de los padecimientos por falta de alimentos, medicinas, libertad y falta de oportunidades. Lo hacían con escasas pertenencias, y en muchos casos solamente con lo puesto, presentando necesidades acuciantes en el plano alimentario y sanitario.
De acuerdo a los datos oficiales de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), al 5 septiembre 2020, se contabilizaban 5.098.473 de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo venezolanos reportados por los gobiernos anfitriones. De los cuales 1.764.883 (34,6% del total) se encontraban en Colombia (datos al 31/05/2020) recibiendo a través de distintos organismos civiles y estatales asistencias en Salud, Protección, Seguridad Alimentaria, Agua y Saneamiento e incluso aportes en efectivo, en ese orden de importancia.
“La mayoría de los refugiados y migrantes de Venezuela que llegan a los países vecinos son familias con hijos, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad. A menudo obligados a tomar rutas irregulares para alcanzar la seguridad, pueden ser víctimas de traficantes, tratantes y grupos armados irregulares. Más y más familias llegan con recursos cada vez más escasos y tienen una necesidad inmediata de documentación, protección, albergue, alimentos y medicamentos. Los países y comunidades de acogida en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y el sur del Caribe los han recibido con generosidad, pero están cada vez más sobrecargados y algunos están llegando a un punto de saturación”, detalla ACNUR en su informe sobre la migración venezolana. Situación afrontada en Colombia Colombia ha recibido, y aún recibe, a la mayor parte de los refugiados y migrantes que parten de Venezuela. La mayoría expresa el deseo de permanecer en el país, el resto transita el territorio para continuar su ruta hacia otros destinos. Estos últimos requieren de alimentación (el 60% se encontraban en alto riesgo de inseguridad alimentaria), alojamiento (el 94% duerme a la intemperie), protección (79 reportó discriminación) y acceso a transporte seguro, al agua y saneamiento durante su recorrido. Debe destacarse que Colombia, al mismo tiempo que recibe a venezolanos migrantes, también recibe y asiste a ciudadanos colombianos que retornaron al país desde Venezuela, estimados en unas 300 mil personas. Los organismos de ayuda internacional han elogiado la respuesta del gobierno de Colombia ante la abrumadora demanda de asistencia, servicios y documentación. En referencia a esto último, el país estableció el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV), que regulariza la situación de migrantes y les permite acceder a un Permiso Especial de Permanencia (PEP) con el cual pueden permanecer en Colombia por hasta dos años con acceso a derechos básicos, incluidos el empleo, la salud y la educación. Suma las Tarjetas de Movilidad Fronteriza (TMF), permiso
otorgado a aproximadamente 1,5 millones de venezolanos el cual les permite ingresar a Colombia por hasta siete días. El monumental esfuerzo también genera un costo monetario. El pasado viernes 15 de mayo 2020, el Banco de la República de Colombia publicó un resumen no técnico que detallaba el impacto de la migración venezolana en dicho país. El costo que significaba la prestación de los servicios de salud, educación y primera infancia alcanzó 0,12% del PIB en el periodo 2017-2019, de acuerdo con las cifras oficiales.
Los diferentes escenarios de proyección de gasto público en relación con la asistencia a migrantes, en el mediano plazo indicaban que el costo fiscal para la atención de migrantes venezolanos podría fluctuar entre 0,19 y 0,26% del PIB en 2020, 0,19% y 0,34% del PIB en 2021, y 0,20% y 0,42% del PIB en 2022, dependiendo dichos valores del número de migrantes a los que se les extienda la prestación de servicios provistos por el Estado. Con relación a los ingresos fiscales, se estima que los migrantes venezolanos han contribuido en promedio anual con 0,03% del PIB en IVA y 0,01% del PIB en renta. Situación afrontada en Brasil En Brasil, el estado fronterizo de Roraima es el principal punto de entrada para los refugiados y migrantes procedentes de Venezuela y el único estado accesible por tierra. Roraima tiene una población de más de 522.600 habitantes, con un ingreso per cápita de aproximadamente 270 dólares, lo cual lo ubica entre los estados más pobres de Brasil. La difícil situación social y la falta de recursos exacerbaron las tensiones sociales entre la comunidad de
acogida y las personas recién llegadas. Con el fin de aliviar esas tensiones y reducir el número de venezolanos que viven en situación de calle, el Gobierno federal presentó un plan para la re ubicación voluntaria en otros estados brasileños.
Fuentes consultadas: Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay (MIDES): https://www.gub.uy/ministerio-desarrollo-social/ Administración de Servicios Salud del Estado (ASSE): http://afiliaciones.asse.com.uy/documents/20181/0/Cartillas+de+Derechos/06f38543-2082-4ace-beb1-53a860a18751 Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR): https://www.acnur.org/ Informe de situación por país (ACNUR): https://www.refworld.org.es/docid/5cbe52304.html Guía para solicitantes de la condición de refugiado en Uruguay (ACNUR): https://www.acnur.org/publications/folletos/ 5b05b7534/guia-para-solicitantes-de-la-condicion-de-refugiado-en-uruguay.html Situación de venezolanos en Uruguay: https://www.acnur.org/op/op_prot/5e459ff34/aspectos-claves-del-monitoreo-deproteccion-de-personas-venezolanas-en.html Datos sobre situación en Venezuela: https://www.acnur.org/situacion-en-venezuela.html Proyecto Migración Venezuela: https://migravenezuela.com/ Datos Macro: Situación migración venezolana en Colombia: https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/inmigracion/colombia Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) Informes técnicos. Condiciones de vida. Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Primer semestre de 2020. Universidad Nacional de La Plata. Educación. Segmentación social: http://blogs.unlp.edu.ar/produccion/files/2016/09/ Lectura-1-Segmentacion-2020.pdf Consultora W de Guillermo Oliveto: http://www.consultoraw.com.ar/press Moiger compañia de negocios: https://fernandomoiguer.blogspot.com/ ACNUR (Situación Brasil): https://www.refworld.org.es/docid/5aa076f74.html
Walter Raymond