Si bien pareciera que el diseño grafico nace en medio de la gran voracidad del comercio alimentado por la era industrial, en realidad el diseño grafico, que es una disciplina que retoma las artes y las ciencias para desarrollarse, siempre ha sido un arte que viene nutriéndose de la historia, la política, la economía, las revoluciones, la literatura, etc. Sin memoria histórica y sin conocimiento político, cultural, económico y social no se pude ser diseñador/a. A través del diseño debemos hacer conciencia, despertar las mentes, generar sensibilidad, abrir puertas para la emancipación y la libertad de la conciencia crítica. Todo esto es cultural y los diseñadores somos una fuerza catalizadora de la cultura a través de la comunicación visual. Es un verdadero reto romper clichés, atreverse a romper esquemas, hacer diseño de contracultura.