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Tabla de contenidos Motivación, Reflexión………………………………………………………………………… Definición: Qué es la ética: definición nominal………………………………………… La ética y la filosofía moral…………………………………………………………………. Definición real…………………………………………………………………………………. Relaciones entre ética y otras ciencias…………………………………………………. La ética y la filosofía…………………………………………………………………………. ¿Cómo se plantea en el hombre el problema moral?............................................. El hombre ser imperfecto pero perfectible……………………………………………… ¿Es la perfección algo imperativo?............................................................................ Actos como medios parar alcanzar perfección………………………………………. Los actos son libres…………………………………………………………………………… El hecho de la moralidad…………………………………………………………………… El naturalismo ético………………………………………………………………………….. El bien natural…………………………………………………………………………………. El bien volitivo…………………………………………………………………………………. El bien social…………………………………………………………………………………… Comparación de posiciones: Naturalista vs Positivista……………………………….. La libertad de los actos humanos: dimensión esencial de la moralidad en ellos. El libre albedrio……………………………………………………………………………….. Los actos humanos considerados………………………………………………………… ¿Es libre la voluntad?.................................................................................................... Nociones filosóficas sobre temas de cuestión social: sociedad y autoridad……. La sociedad humana………………………………………………………………………… El principio de autoridad……………………………………………………………………. Las formas de la organización de la autoridad………………………………………… El bien común como meta de toda organización social……………………………. El trabajo humano: La profesión…………………………………………………………… Concepto de trabajo………………………………………………………………………… La profesión……………………………………………………………………………………. El hombre y el trabajo……………………………………………………………………….. La actualidad del hombre hacia el trabajo…………………………………………….. Una perspectiva existencialista sobre el trabajo………………………………………. La praxis………………………………………………………………………………………… El conflicto entre trabajo y capital ………………………………………………………. Formación profesional social……………………………………………………………….
Glosario……………………………………………………………………………….. Citas bibliográficas………………………………………………………………….
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Introducción Es importante rescatar primero que hoy en día el hablar de ética y sus problemas es un asunto que se ha generalizado, esto debido principalmente a la gran amplitud de las malas prácticas que se han presentado en gran parte de los países del planeta, por parte de los profesionales que ofrecen sus servicios así como de las diversas instituciones públicas y privadas que se al no tener límites en su toma de decisiones sobre explotan los recursos con los que cuentan, de tal manera que como respuesta a estos acontecimientos y prácticas se ha considerado trabajar el binomio del Estado de Derecho y el Estado Ético, pues como tales presentan una serie de condiciones que se constituyen en grandes fuentes de oportunidades para el desarrollo. Con base a lo anterior y en claridad de la temática se reúnen conocimientos confiables en esta antología, esta misma pretende ser una herramienta puntual y lineal, que tienen como fin concientizar al futuro o al actual educador. A la vez ayuda a la reflexión continua, práctica y valoración de diferentes áreas en la ética educativa. Esta antología, es ayudada con diferentes videos de la temáticas que contiene, esto para el reforzamiento puntual de las teorías, a la misma vez y según el planteamiento del curso, puede convertirse en un portafolio de evidencias, que tiene como finalidad, ser un libro interactivo o bien un manual que ayude precisamente al docente en diferentes circunstancias a nivel personal pero también en el marco educativo profesional.
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Reflexi贸n
Resultados, comportamientos, actitudes, expectativas, sentimientos, pensamientos, valores y creencias.
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Definiciones de ética
Ética nominal: Viene del griego ethos, significa costumbre. Moral viene del latín: mos, Morris: significa costumbre. Para mayor definición la conducta humana establecida en una época, o en una región, y de acuerdo con esto, la ética sería la ciencia de la costumbre. Definición real de ética: Le interesa exclusivamente el estudio de la maldad y la bondad, de la conducta humana. En el caso de la ética su objetivo material es la maldad y la bondad, por lo tanto la definición real de la ética es el estudio de la maldad y la bondad, de los actos humanos. Características de la moral: Se transmiten de generación en generación y evolucionan a través del tiempo, ofrecen fuertes diferencias, con respecto a las normas de otras sociedades y otras épocas históricas, y se utilizan para orientar la conducta de los habitantes de esa sociedad. Características de la ética: Se refiere al hecho real, que se da en la mentalidad de algunas personas, a saber un conjunto de normas, principios y razones, que un sujeto ha analizado y establecido, como la línea directriz de su propia conducta. El origen interno de la ética, contrasta con el origen externo de la moral. No importa que los contenidos de la ética coincidan o no, con los de la moral. Una persona recibe el exterior las normas morales, pero esa misma persona elabora de su interior las normas éticas, que el mismo se otorga. A continuación veremos las semejanzas que tienen la ética con la moral.
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Moral
Ética
Conjunto de normas que la sociedad se Conjunto de normas que in sujeto ha encarga de transmitir de generación en esclarecido y adoptado en su propia generación. mentalidad.
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Relación entre ética y otras ciencias: Aclarar los límites de esta ciencia y mostrar los terrenos más allá de sus fronteras: Sociología – Derecho – Educación – Psicología – Teología Ética: Nos proporciona datos reales sobre el comportamiento humano en diferentes épocas. Sociología: La sociología es una ciencia que trata los hechos. a) Muestra con sus estadísticas el nivel de moral, de ciertas sociedades, pero no es la justificación de las normas morales. b) La sociología dice lo que la gente hace, pero no lo que debe de hacer. c) Sociologismo es la tendencia a reducir la obligación moral a meras exigencias sociales. d) La perspectiva sociológica, por consiguiente, puede resultar sumamente útil, para apurar la mentalidad y las convicciones que existen de los hechos. e) Señala las mejores modalidades de transmitir los contenidos morales. f) Señala las mejores técnicas conociendo el substrato sociocultural del hecho existente. Ética: Las normas de la ética son autónomas.
Derecho: Las normas de esta ciencia son heterónomas (las normas provienen de una autoridad diferente al individuo.) a) Las normas del derecho rigen aspectos externos y la ética internos. b) Las normas del derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa) y en la ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas. c) Las normas del derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.). Y en la ética son incoercibles (aun cuando tienen un carácter obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas).
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Ética: Dicta lo que hay que hacer.
Educación: Muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto por la ética, significa conducir o guiar. a) El significado de la palabra educación proviene del vocablo ―educere‖, que significa conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito. (se da a entender que el mismo educando es la causa principal de su educación, pues contiene en sí mismo las potencialidades que se van a actualizar y la ética proporciona el modelo guía de conducta humana buena. b) También consiste en lograr que una persona haga, por sí misma lo que debe hacer, enseñándolo u orientándolo. c) La educación dice como conducir al niño dentro de ese modelo, captando un sentido personal en la realización valores, obligaciones y virtudes, y la ética muestra un modelo de conducta a seguir. Psicología: Estudia los actos humanos pero ésta los explica en el aspecto del hecho. a) La psicología solo estudia el acto como objeto material, ―el porque‖ ocurre y la ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto, estudia la bondad o maldad de dichos actos y dicta normas de cómo deben ser estos. Teología moral: trata de la valoración moral de los actos humanos y la ética con el mismo tema, pero esta última utiliza la razón como instrumento de su estudio. a) La Teología Moral además de la razón utiliza los datos de la fe como la biblia y fuentes afines. b) La teología moral examina cosas tales como la libertad, la conciencia, el amor, la responsabilidad, y la ley, esta pretende establecer principios generales para ayudar a los individuos a tomar las decisiones correctas y trata con los detalles de la vida cotidiana de una manera que vaya de acuerdo con la teología dogmática de la iglesia. c) La teología moral trata con el objetivo de la vida y cómo es alcanzado. Así que, la meta o propósito de la teología moral, es simplemente, determinar cómo debe vivir el hombre.
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Filosofía: “La filosofía significa el estudio de la sabiduría como perfecto conocimiento de todas las cosas que el hombre puede conocer.” Descartes
Su origen etimológico se encuentra en las palabras: phylos (amor) y sophia (sabiduría). El aspecto teórico de la filosofía se relaciona con ideas de cómo se originó el universo, la naturaleza y el conocimiento en el hombre. El aspecto teórico de la filosofía se relaciona con ideas de cómo se originó el universo, la naturaleza y el conocimiento en el hombre. La ética y la filosofía están relacionadas entre sí, porque ambas están enfocadas al estudio de los actos humanos. 1. La ética concierne a una ramificaciones de la filosofía, por ende ambas marcan pautas de: normas, disciplina, orden, conducta que busca la esencia de los actos humanos, busca tener de manera clara y concisa las características del comportamiento enfocadas hacía la moral y los valores que juegan un papel determinante. 2. Por lo tanto es la búsqueda del saber, que tiene un carácter social: solo de esta manera se podrán ampliar los conocimientos y la sabiduría. 3. Ambas son de carácter normativo ya que explican el deber ser de las cosas, como funcionan, hacen reflexiones sobre las conductas, y las relaciones humanas, buscando sus principales características, condiciones y valores. 4. Tanto la filosofía como la ética investigan las maneras de actuar de los hombres: que los lleva a hacer eso, su conducta, ya que de esta manera se distinguirían sus aspectos relacionados con los valores, lo que les permitirá convivir como sociedad. 5. Por lo tanto la filosofía como la ética comparten características similares como lo son, las de carácter teórico porque analizan los casos y normativas, porque estudian las reglas, y las reacciones que tienen los humanos sobre tales reglas. 10
¿Qué buscan ambas? Buscan de mane exhaustiva determinar de manera asertiva y perspicaz la esencia o condición de la bondad del hombre. En términos resumidos ambas están íntimamente relacionadas ya que buscan aprender, cultivar e investigar las conductas humanas que estén relacionadas con la moral, los valores, a fin de vislumbrar sus características más relevantes dentro de su comportamiento a fin de llegar a la verdad sobre la vida humana.
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¿Cómo se plantea el hombre el problema moral? El comportamiento humano práctico –moral, aunque sujeto a cambio de un tiempo a otro y de una a otra sociedad, se remonta a los orígenes mismos del hombre como ser social. Los hombres no sólo actúan moralmente, sino también reflexionan sobre el comportamiento práctico, y lo hacen objeto de su reflexión o de su pensamiento. Cuando nacemos, nuestra vida es como una página en blanco que está por escribir, lo que supone que cada uno de nosotros va a tener que construirse su propia existencia y su propia personalidad. La vida es por lo tanto un camino, en el que tendremos que diseñar nuestro estilo de vida personal. La construcción de ese camino, que es mi vida, se va realizando a través de los hechos que realizo y las relaciones con los demás. ¿Qué es moral? Como ya hemos visto, a la hora de actuar elegimos y decidimos qué vamos a hacer. Esta elección, no la realizamos al azar, recordemos que nos caracterizamos por ser seres racionales. Si tenemos varias posibilidades, nos inclinamos por aquella que preferimos porque tiene ―algo‖ que la hace más estimable que las otras opciones, ese algo es su valor, por ejemplo, la generosidad de un amigo, la belleza de un cuadro, la utilidad de un bolígrafo. Vemos que hay diferentes clases de valores (económicos, estéticos, religiosos, morales o éticos, etc.) pero todos ellos se caracterizan por o ser de cualidades especiales que están en los objetos, en las personas, en las acciones, o sólo los seres humanos somos capaces de valorar esas cualidades. Podemos decir que estamos ante valores morales cuando necesariamente deben ser apreciados y respetados o son universales, es decir, válidos para todos los individuos sin excepción, además, los apreciamos por sí mismos, no porque nos reporten algún beneficio egoísta, estando condicionados por intereses sociales, políticos. Por ejemplo, la justicia, la generosidad, la honradez, la sinceridad, la dignidad, la igualdad, etc. Son valores que podemos considerar universales, en el sentido de deseables y respetables por todos, es más, que necesariamente deberían ser estimados, y que su validez no estuviese condicionada ni por las épocas históricas los intereses particulares, etc.
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El desarrollo de la conciencia moral según Kohlerg, el psicólogo, situado dentro de las convencionalistas, describió muy bien este desarrollo moral de la conciencia, a través de tres niveles, dentro de cada uno de los cuales se diferencian dos etapas sucesiva, en total seis etapas que describimos a continuación: Infancia
Infancia
Adolescencia
Adolescencia
Juventud
Adulto
Etapa 1: el castigo y la obediencia (heteronomía). Etapa 2: el propósito y el intercambio (individualismo).
Etapa 3: expectativas, relaciones y conformidad interpersonal (mutualidad). Etapa 4: sistema social y conciencia (ley y orden).
Etapa 5: derechos previos y contrato social (utilidad).
Etapa 6: principios éticos universales (autonomía).
El punto de vista propio de esta etapa es el egocéntrico, no se reconocen los intereses de los otros como diferentes a los propios. Las acciones se consideran sólo físicamente, no se consideran las intenciones, y se confunde la perspectiva de la autoridad con la propia. La perspectiva característica de esta etapa es el individualismo concreto. Se desligan los intereses de la autoridad y los propios, y se reconoce que todos los individuos tienen intereses que pueden no coincidir. De esto se deduce que lo justo es relativo, ya que está ligado a los intereses personales, y que es necesario un intercambio con los otros para conseguir que los propios intereses se satisfagan. La perspectiva de esta etapa consiste en ponerse en el lugar del otro: es el punto de vista del individuo en relación con otros individuos. Se destacan los sentimientos, acuerdos y expectativas compartidas, pero no se llega aún a una generalización del sistema.
El punto de vista desde el cual el individuo ejerce su moral se identifica en esta etapa con el del sistema social que define los papeles individuales y las reglas de comportamiento. Las relaciones individuales se consideran en función de su lugar en el sistema social y se es capaz de diferenciar los acuerdos y motivos interpersonales del punto de vista de la sociedad o del grupo social que se toma como referencia. En esta etapa se parte de una perspectiva previa a la de la sociedad: la de una persona racional con valores y derechos anteriores a cualquier pacto o vínculo social. Se integran las diferentes perspectivas individuales mediante mecanismos formales de acuerdo, contrato, imparcialidad y procedimiento legal. Se toman en consideración la perspectiva moral y la jurídica, destacándose sus diferencias y encontrándose difícil conciliarlas. En esta última etapa se alcanza por fin una perspectiva propiamente moral de la que se derivan los acuerdos sociales. Es el punto de vista de la racionalidad, según el cual todo individuo racional reconocerá el imperativo categórico de tratar a las personas como lo que son, fines en sí mismas, y no como medios para conseguir ninguna ventaja individual o social.
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En esta última etapa, es fundamental la idea filosófica de la dignidad humana, idea que ha sido especialmente destacada por el filósofo alemán Kant. Según éste, los seres humanos se merecen trato especial y digno que posibilite su desarrollo como personas. En este sentido, afirma Kant el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para usos de otros individuos, lo que convertiría en una cosa. Los seres irracionales, como los animales, pueden ser medios para, por ejemplo, la alimentación, en el cambio existencia de las personas es un valor absoluto y por ello, son merecedoras de todo el respeto moral mientras que la discriminación, la esclavitud, etc. Son acciones moralmente incorrectas, porque atentan contra la dignidad de las personas.
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El hombre ser imperfecto pero perfectible Como seres humanos, por consiguiente, somos imperfectos, pero en nuestra misma naturaleza radican, en potencia, las cualidades espirituales que nos permiten contener día con día, por nuestro perfeccionismo. En otras palabras, somos un proyecto vital, debidamente capacitados para forjarnos a nosotros mismo en cada uno de nuestros actos. ―El hombre no es otra cosa que lo que él se hace‖. La capacidad que tiene el hombre para comprender que vive, existe, es el único ser viviente que puede darse cuenta de ese suceso: La esencia, lo que caracteriza al ser humano como tal, es su existencia, por cuanto se crea a sí mismo, se hace en libertad con todas y cada una de sus acciones. Al seleccionar los actos que darán forma a nuestro proyecto vital, estamos concediendo un valor a lo que elegimos ser, por cuanto escogido será – actuando ética y racionalmente – para nuestro bien. ¿Qué es lo que valoramos en las personas cuando las valoramos moralmente? Valoramos las acciones. De donde resulta que el contenido de nuestra valoración moral no es teórico, sino práctico. De esto vemos como nosotros mismos estamos dotados para saber que queremos ser, no esperar lo que vayamos a hacer… Poniéndolo a pensar a fondo cada día que pasa, nos preocupamos de forjar a una persona para la sociedad, para el qué dirán y no vemos que el individuo en si vale por lo que es, no de como se ve, nuestro carácter se forma y nace, de ahí es de donde vinimos como seres interdisciplinarios o de carácter múltiple cada quien con una forma única, parecemos pero no iguales; así, el individuo vale por sí mismo no basado en una reputación importuna a lo que nuestro ser es. Hasta ahora vemos que la exquisitez del hombre tiene como fundamento el cómo nos formamos, como somos inculcados desde niños, distinguiendo lo justo y lo verdadero, poniendo en práctica la moral que llevamos, de esto aplicando la ética que como persona en todo lo que hacemos debemos llevar, una moral digna.
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De lo dicho hasta ahora se desprende que la valoración moral propiamente dicha la aplicamos solo a acciones humanas con principios, Estos principios lo serán la buena voluntad, presente en el espíritu de cada hombre, interpretándolo como “el querer hacer lo que se debe.” En la vida diaria, quiéralo o no, el hombre adquiere obligaciones, compromisos, los cuales deben satisfacer en el momento oportuno, así que bien el hombre tiene el potencial para idearlos y proyectarlos como seres dignos con espíritu, con las enseñanzas y toda la información que contiene la biblia u las ideas que nos han trasmitido, todos los papas que han tenido y tienen una gran influencia con el amor a Dios y el amor al prójimo. Preceptos que han consolidado una buena actitud de solidaridad como nunca antes había manifestado en las relaciones entre los hombres, necesaria promoción social por la que el hombre alcanza su suprema dignidad espiritual. A lo anterior, reflexionando vemos como todos nosotros siendo y viniendo de un mismo lugar, somos lo que nos proponemos, no viviendo bajo mantos de ideologías, sino viviendo como seres altruistas dignos y formados, llevando nuestras metas adelante para poder darnos nuestra propia realización y perfeccionamiento.
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¿Es la perfección algo imperativo? La diferencia existente entre Principio y Máxima nos sitúan ante otra cuestión fundamental de la moral Kantiana, como es la que hace referencia al problema de la experiencia de la OBLIGACIÓN MORAL y LOS IMPERATIVOS. Y es que, como hemos, visto, los principios objetivos de la moralidad pueden ser también principios subjetivos de la volición (hacer lo bueno y evitar lo malo), al funcionar como máximas formales. Ahora bien, también hemos señalado que pueden existir discrepancias entre tales principios objetivos y las máximas o principios subjetivos de la voluntad (máximas empíricas) por lo que la concordancia entre ambos no está garantizada a priori. Y es que según Kan, si fuéramos agentes morales puramente racionales, entonces los principios objetivos gobernarían siempre nuestros actos subjetivos y no tendríamos, por ellos, la experiencia de la obligación. Pero lo que sucede es que, en la práctica, somos capaces de obrar con máximas que son incompatibles con la ley moral, lo que nos lleva a experimentar tal obligación. En otras palabras, si nuestra voluntad fuera santa (éste es el ideal), no tendríamos experiencia de lo que es una orden o imperativo que nos obliga. Como sucede lo contrario, entonces la ley moral toma para todos nosotros la forma de un imperativo que experimentamos como obligación. La razón práctica nos da órdenes y nuestra obligación consiste en vencer los deseos subjetivos que dificulten el poner en práctica tales órdenes. Por ello dirá Kant, al establecer su imperativo categórico: Obra de tal modo que siempre puedas querer que tu máxima se convierta en una ley universal.
¿Cuál es la naturaleza de los imperativos? ¿Qué entiende Kant por imperativos? En primer lugar, Kant, diferencia entre MANDAMIENTO y ORDEN e IMPERATIVO. Por ello señala lo siguiente:
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Orden o mandamiento: Es la noción de un principio en cuanto impone a una voluntad su necesidad. Todos los imperativos se expresan mediante la fórmula del deber ser y muestran la relación de una ley objetiva de la razón práctica y una voluntad que, a causa de sus constitución subjetiva, no está necesariamente determinadas por ella. Todo esto implica que, aunque el imperativo no determina necesariamente a la voluntad subjetiva, ya que ésta no tiene por qué seguir necesariamente los dictados de la razón, lo que si hace es ejercer presión o constricción sobre ella ya que tales imperativos se muestran como algo externo que impone obligación. En este sentido, el imperativo aparece como la causa de que alguien actué en contra de su voluntad pero, al mismo tiempo, no la determina necesariamente. (Nótese que estamos hablando de una voluntad que actúan en un mundo fenoménico y no es, por tanto voluntad santa).
Voluntades: Voluntad santa: Es aquella que sólo puede ser determinada por la razón, nunca por la inclinación como ocurre en Dios. Para esta voluntad la ley moral no tiene la forma de imperativos puesto que inevitablemente, dada su constitución, cumplirá la ley. Voluntad humana: Es aquella que puede ser determinada, además de por la razón por la inclinación. Dado que la inclinación puede movernos a realizar una acción contraria al deber, en nuestro caso la ley moral tiene la forma de imperativo (―debes hacer X‖). Por lo tanto, según Kant: Los Imperativos son fórmulas que expresan la noción de deber y que por tanto, manifiestan la presión que la ley moral impone constrictivamente a la voluntad. (Impera o es capaz de mandar o dominar) Pues bien, Kant al analizar la naturaleza de tales imperativos afirma que existen varios tipos
Imperativos Hipotéticos
Imperativos Categóricos 18
Imperativos Hipotéticos
¿Qué son?
Son aquellos imperativos en donde las acciones van siempre encaminadas como medios para conseguir algún tipo de fin. Tales acciones, por tanto, no vale por sí mismas sino únicamente como medios para conseguir algo. Dentro de los imperativos hipotéticos por sí, Kant diferencia dos tipos
b) Imperativos hipotéticos problemáticos o de habilidad: Kant denomina así porque, desde el momento en que lo esencial en ellos es la necesidad de conseguir algo para llegar al fin, entonces pueden adquirir formas que nada tienen que ver con la moral pero no por ello dejarían de ser imperativos hipotéticos. Por ejemplo: si quieres hacerte rico, entonces debes llegar a ser un ladrón profesional, estaría formulando un imperativo hipotético problemático o de habilidad, aunque fuera inmoral.
a) Imperativos hipotéticos asertóricos: Por su parte estos son aquellos que no tienen el modelo estricto de una fórmula condicional (Si quieres… entonces…). Por ejemplo: deseas la felicidad por una necesidad de la naturaleza; por lo tanto, has de llevar a cabo una serie de acciones que te permitan alcanzarla; es evidente que estaríamos ante un imperativo hipotético, aunque no problemático ya que la felicidad no sería algo que intentáramos conseguir como fin pues tal imperativo estaría afirmando que por naturaleza desearíamos la felicidad.
Apatheia: es el estado mental alcanzado cuando una persona está libre de alteraciones emocionales. Puede entenderse como ecuanimidad o indiferencia. 19
Imperativos Categóricos
¿Qué son?
Ordena acciones que son buenas en sí mismas, u no por construir meros medios para conseguir algo. Kant los denomina como imperativo apodícticos, es decir, imperativos que valen por sí mismos. Por todo ello afirma Kant: el imperativo categórico, que declara una acción es objetivamente necesaria en sí misma sin referencia a finalidad alguna, o sea, sin finalidad alguna distinta de sí misma, es válido como principio práctico apodíctico.
A continuación, Kant, analiza la naturaleza de tal imperativo señalando que es algo a priori, ya que sólo nos muestra una fórmula que nos dice únicamente que deberíamos lograr que las máximas subjetivas deberían de adecuarse a la ley moral universal, Por ello, Kant, lleva a cabo la siguiente formulación del imperativo categórico:
a) Obra sólo según la máxima que te permita al mismo tiempo querer que tal máxima se convierta en una ley universal.
b) Obra como si la máxima de tu acción hubiera de convertirse por tu voluntad en ley universal de la naturaleza. En definitiva, de la formulación de tal principio se deduce claramente que la universalidad es la forma de la ley moral práctica y que los principios concretos de conducta subjetiva (máximas) deberían acomodarse a tal universalidad si es que pretenden el calificativo de deberes perfectos. 20
Kant describe cuatro ejemplos que nos mostrarían la grave contradicción que se produciría si alguien decidiera convertir en ley universal acciones subjetivas que no tuvieran en concordancia con la ley moral universal.
Hace referencia a un hombre que por una serie de desgracias raya en la desesperación, siente despego de la vida, aunque tiene aún suficiente razón como para preguntarse si no será contrario al deber para consigo mismo quitarse la vida.
Hace referencia a otro hombre se ve apremiado por la necesidad de pedir dinero prestado. Sabe perfectamente que no podrá pagar, pero también sabe que nadie le prestará nada si no promete formalmente devolverlo en determinado momento. Siente deseos de hacer tal promesa, pero aún le queda conciencia bastante como para preguntarse ¿No está prohibido, no es contrario al deber salir de apuros de esta manera? Se refiere a otra persona que posee cierto talento en su interior, lo que, con ayuda de alguna cultura, podría hacer de él un hombre útil en diferentes aspectos. Sin embargo, se encuentra en circunstancias cómodas y prefiere ir en búsqueda de placeres a esforzarse por ampliar y mejorar sus afortunadas capacidades naturales. Kant, se refiere a otra persona a la que le va bien las cosas y que ve a otras luchando con grandes dificultades. Podría ayudarles, pero piensa: ¿a mí que me importa? Que cada uno sea lo feliz, que el cielo le conceda o él mismo quiera hacerse; nada voy a quitarle, y ni siquiera le tendré envidia; no tengo ganas de contribuir a su bienestar o a su ayuda en la necesidad.
Yo Kant, intento explicar por qué serían deberes imperfectos el quitarse la vida, no cumplir las promesas, no cultivar el talento natural, y no preocuparse por el destino.
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Actos como medios para alcanzar la perfección La perfección, un camino más que una meta. Está en alza hablar de excelencia, de aspirar a lo mejor. Pero a la vez es muy frecuente la chapuza, el ―ya que‖, el camuflar con lo medio técnicos la imperfección, etc. Es propio del hombre ir a más, prosperar, aspirar a algo nuevo y mejor. Así se aproxima a la endaimonia (felicidad). La vida buena, orientada por la ética, es el camino de perfección, pues nos señalará, en todo momento, los criterios necesarios para alcanzar la felicidad. Si anhelo de la felicidad, es uno de los objetivos prioritarios del hombre, la búsqueda de la perfección, a través de la vida buena, es uno de sus caminos más certeros. Con perfección, aludimos a un quehacer excelente considerando el enfoque de la eficiencia: hacer algo bien junto a su coste. Lo mejor es enemigo de lo bueno. Lo bueno es relativo, y la perfección, un entrelazamiento de lo técnico y lo estético, lo material y lo espiritual que vive el hombre. Es saber a dónde vamos y acercarnos en y desde la felicidad. Ahí está la felicidad, en el camino cuando se siguen los dictados de la ley moral natural, del “folleto explicativo‖ que cada uno llevamos consigo y sobre sí mismos. El camino hacia la perfección comporta: Responsabilidad o respuesta personal a los propios: Actos y consecuencias: A ello se oponen la negación, la proyección, la represión como falsos caminos de defensa. Esperanza como motor de actividad y forja. Entusiasmo: Su enemigo: la desesperanza, ilusión y pensamiento positivo. Nada peor que anular nuestras propias posibilidades y dejar pasar las oportunidades. A ella se opone la anticipación negativa propia del pesimismo. La alegría de rectificar. Errar: Es el propio de la persona humana y saberlo es una ventaja. Practicar la sabiduría de rectificar. Y más si aprendemos del tropiezo. La búsqueda de la perfección entraña la posibilidad de perder batallas pero conduce a ganar la guerra. Magnanimidad, alma grande, capacidad. Enamoramiento: Hemos de saber cultivar buenas ambiciones y desdeñar las nocivas. Perseverancia: Comenzar es de muchos, perseverar sólo de vencedores. La proyección que buscamos requiere comenzar, proseguir y persistir con determinación. La perseverancia es el antídoto del desaliento. Saber priorizar. Eficiencia: Nuestras posibilidades son limitadas y hay que jerarquizarlas. Cada opción implica descartar otras muchas. Saberlo y considerarlo es un tesoro. 22
Deberes fundamentales del profesional
Honradez Honestidad Estudio Independencia Carácter Cortesía
Investigación Equidad en el cobro de honorarios Prestigio de la profesión Cuidado de la cultura Puntualidad Discreción, etc.
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Los actos son libres La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es responsable de sus actos. Los actos humanos, o sea, los actos libremente realizados tras un juicio de conciencia, son moralmente buenos o malos. La bondad o maldad de los actos humanos depende de: El objetivo elegido
La intención o fin que se busca
La persona humana se ordena a la bienaventuranza por medio de sus actos deliberados; las pasiones o sentimientos que experimentan pueden disponerle o contribuir a ello, pero en sí mismas las pasiones son no buenas ni malas; sólo reciben calificativo moral en la medida en que depende de la razón y de la voluntad
Las circunstancias de la acción
¿Qué son los actos humanos? Los actos humanos son los actos libres del hombre. ¿Cómo se califican moralmente los actos libres del hombre? Los actos libres del hombre pueden ser actos moralmente buenos o moralmente malos, pero nunca indiferentes. ¿De qué depende la bondad o maldad de un acto humano? La bondad o maldad de un acto humano depende del objeto elegido, de la intención o fin que se busca y de las circunstancias de la acción. ¿Qué se requiere para que un acto sea moralmente bueno? Para que un acto sea moralmente bueno se requiere a la vez que sea bueno en el objeto, en el fin y en las circunstancias. ¿Un fin bueno justificaría el uso de unos medios malos? Nunca, un fin bueno jamás justificaría el uso de unos medios malos, porque el acto sería malo siempre consiguiente, no está permitido hacer un mal para obtener un bien. ¿Sólo la inteligencia y la voluntad intervienen en los actos humanos deliberados? No, intervienen también las pasiones, que son impulsos o de la sensibilidad, y según dependan o no de la razón y de la voluntad, hay en las pasiones bien o mal moral
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Objetivismo ético:
―La moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente del objeto. Pero ―para aprender el objeto de un acto, que lo especifica moralmente, hay que situarse en la perspectiva de la persona que actúa‖ o elegido racionalmente por la voluntad deliberada‖. El consecuencialismo, que deriva del juicio moral de las consecuencias que se siguen a un determinado acto
La moralidad deriva del “fin” por el que se actúa. Ejemplos:
El proporcionalismo que juzga que una acción es buena o mala según la proporción de bienes o de males que se consiguen. El “circunstancialismo ético” o “moral de situación”, el bien y el mal morales dependen sólo de las circunstancias que concurran en el acto. Niega que ―puedan existir actos intrínsecamente ilícitos, independientemente de las circunstancias en que son realizados por el sujeto‖. 1. Del objeto elegido: ―es un bien hacia el cual tiende deliberadamente la voluntad. Es la materia de un acto humano. Especifica moralmente el acto del querer, según que la razón lo reconozca y lo juzgue conforme o no conforme al bien verdadero.
El juicio moral delas acciones humanas se debe emitir a partir de tres criterios que se han de sopesar conjuntamente:
2. Del fin que se busca (intención): en razón del fin, una acción en sí buena puede convertirse en mala cuando el sujeto se propone un fin malo (ej.: gratificación se puede hacer como limosnao con la finalidad de recibir elogios o de beneficiarse en algo). Además se han de tener en cuenta los medios que se usan para obtener el fin deseado: el fin no justifica los medios. 3. De las circunstancias: ―comprendidas en ellas las consecuencias, son los elementos secundarios de un acto moral. Contribuyen a agravar o disminuir la bondad o la malicia moral de los actos humanos (por ejemplo, la cantidad de dinero robado). Pueden también atenuar o aumentar la responsabilidad de que obra (como actuar por miedo a la muerte). Las circunstancias no pueden modificar la calidad moral de todos; no pueden hacer ni buena ni justa una acción.
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El hecho moral Es la acción realizada por el hombre en cuanto hombre, sin relación con las realidades de la naturaleza. Sus características son: a) El hecho moral es consciente, porque el individuo que actúa moralmente es consciente del fin que quiere conseguir y de los motivos que le han llevado a realizar ese acto, lo cual comporta la previsión del resultado y la responsabilidad de su actuación. b) El hecho moral afecta al grupo social, porque el comportamiento moral del individuo trae consecuencias que el grupo social lo aprueba o no. De ahí se desprende los actos morales, inmorales y amorales. c) El hecho moral está encaminado a la consecución de un fin, porque tiende a identificarse con la práctica del bien. d) El hecho moral está sometido a una norma, porque el individuo interioriza conscientemente preceptos sin presiones externas, a diferencia de las normas jurídicas o sociales. La moral como un hecho La existencia de lo moral no la niega nadie. Nadie niega que haya algunos actos inmorales y otros virtuosos. Ejemplo: Nadie negaría que dar una paliza a un anciano (A) para divertirse no sea inmoral, ni que la caridad heroica de San Maximiliano Kolbe, que sustituye a un compañero de prisión para morir de hambre, sea virtuosa y meritoria. En el hecho moral se da un hecho interno que se manifiesta en el hombre como fuerza que manda o que prohíbe y que se impone al espíritu de modo inmediato y constante. Su intuición es la conciencia moral. “Eres libre, pero estás obligado, puedes pero no puedes”. En un saber del valor o no calor de los propios actos, de los preceptos y leyes. Leyes, que por ser mismo tiempo necesario y violables, escapan a toda identificación con las leyes fisicoquímicas o instintivas. En este hecho real de nuestra experiencia hay un substrato real, vita, un hecho que está en la realidad básica, objetiva no puesta por el juicio y acto intelectivo míos. Es una realidad que se me pone delante, no empírica, sino esencial, que no dice relación al mundo físico, biológico o psicogenético, sino al significado y
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dignidad de la conducta en cuanto tal o cual sino a la coherencia de la persona con lo que él mismo es. Esta experiencia moral no es de una sola clase, sino variada: a) Nos muestra, en primer lugar, una serie de imperativos y prohibiciones: haz el bien, no hagas el mal, no debes mentir, no robes, no hagas daño al prójimo etc. b) Y también nos muestra juicios valores éticos o morales. Estos juicios no obligan ni prohíben, simplemente dicen que ―algo‖, una acción humana, es buena o mala moralmente. Pueden ser ejemplos de juicio moral los siguientes: “Sacrificarse por los demás es un bien para mí y los demás”, “Engañarlos es un mal para mí y los demás”. El juicio moral aparece como forma de experiencia en la que se desvela en la conciencia un cierto estado de las cosas, una realidad objetiva, y la conciencia toma acta de ello y dinámica y libremente, desempeña en afirmarlo. Se trata de una toma de posición de la conciencia frente a una realidad que el acto de juicio no crea, sino reconoce y ratifica.
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Naturalismo ético Lo moral en realidad no existe: Toda conducta supuestamente ―moral‖ podría ser descrita como un tipo de conducta biológica compleja, característica de ciertos animales (entre ellos el hombre), la mayoría de ellos sociales (el comportamiento social se entiende como un tipo de comportamiento biológico). Las conductas biológicas están fundamentalmente determinadas por lo genes (los animales no son ―libres‖ o autónomos), y las conductas sociales añaden la determinación cultural. Ambas (conductas biológicas y conducta social) están aparentemente dirigidas por ciertos fines o intereses invariables (la supervivencia, la reproducción… del individuo, la especie, el grupo social). Lo que llamamos ―moral‖ no sería distinto de esto, así que no hay, en realidad, nada que corresponda a lo ―moral‖ (es decir: a una conducta libre o autónoma por la que el individuo escoge sus propios fines o intereses). A esta teoría negadora de lo moral se puede llamar “naturalismo ético” (también sociobiologismo ético).
¿Qué es entonces la “moral” para el naturalista ético? Pues nada diferente de ciertas reglas de conducta instituidas en ciertos grupos biológicamente complejos (como son las sociedades humanas). Estas reglas pueden ser beneficiosas para el grupo. Por ejemplo: una regle como ―no es bueno asesinar a otros (salvo en defensa propia o en cumplimiento de la ley)‖ parece necesaria (según algunos) para asegurar la convivencia, dado que, sin ella, nos aniquilaríamos unos a otros (―el hombre es un lobo para el hombre‖, decía Hobbes-filósofo inglés). Aunque otras pueden ser perjudiciales, porque (según otros)‖repriman‖ o ―corrompan‖ los deseos naturales de la gente.
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Por ejemplo: reglas como ―es bueno ser competitivo‖ o ―es bueno dañar a los enemigos‖ podrían reprimir o echar a perder el carácter naturalmente cooperativo y empático del hombre (―el hombre es bueno por naturaleza‖, decía Rousseau-filósofo francés).
Bien racional: Viene del latín rationalis, racional es lo perteneciente o relativo a la razón. Este concepto tiene numerosos usos, como las referencias a la facultad de discurrir (fluir), el motivo o causa, el argumento que se esgrime para apoyar algo, o el cociente de dos números.
Bien volitivo: La palabra volitivo proviene del latín y su traducción está directamente relacionada con el verbo querer. La Real Academia Española (RAE) afirma que volitivo es aquello relacionado con los actos y fenómenos de la voluntad. La voluntad, por su parte es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta.
Bien social: Se entiende por bienestar al conjunto de factores que una persona necesita para gozar de buena calidad de vida. Estos factores llevan al sujeto a gozar de una existencia tranquila y en un estado de satisfacción. El bienestar social, por lo tanto, incluye aquellas cosas que inciden de manera positiva en la calidad de vida: un empleo, recursos económicos, vivienda, educación, salud, tiempo para ocio, etc.
“La moderación en el temperamento es siempre una virtud, pero la moderación, en los principios, es siempre un vicio.”
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Naturalista vs. Positivista El naturalismo propone que la justicia es una realidad que se encuentra en las cosas o situaciones, y que es posible conocer a través de los métodos de la razón y la observación, tal como el hombre descubre y explora otros aspectos de la realidad. El positivismo, en cambio, sostiene lo contrario, y dice que no existe una realidad independiente tras el concepto de lo justo, que los hombres llaman justicia es un conjunto variopinto de realidades, producto del azar que ha influido en la realidad cultural o histórica, y que por lo tanto las leyes pueden establecerse en cualquier sentido necesario, sin que por ello se las pueda calificar de justas o injustas. El máximo representante del naturalismo es el filósofo griego Aristóteles, que nos transmitió el concepto de ley natural, como aquella que el hombre puede conocer a través de la razón o la observación. El positivismo jurídico, en cambio es de tendencia moderna y fue expuesto en su forma definitiva por Hans Kelsen (1881-1973) con su obra Teoría Pura del Derecho, cuyo objetivo fundamental fue desligar completamente la legitimidad de la norma jurídica, de la ética. Volviendo a la pregunta de Jorge, la libertad personal ¿depende de una ley? ¿o de la opinión de un jurista? ¿de un juez? Si adoptamos una posición positivista, la respuesta es ―sí, depende de una ley‖ de manera que si la decisión del juez que restringe la libertad se ajusta a la ley vigente, no es posible calificar de injusta esa privación, o criticarla. Si adoptamos una posición naturalista, en cambio, debemos responder que ―no, la propiedad sobre uno mismo es anterior y superior a la ley‖, y luego discurrir acerca del valor de la libertad, y en qué casos es razonable que la autoridad pública la restrinja. Ambas posiciones tienen argumentos a favor y en contra. Como ya se imaginarán, el catolicismo sólo es compatible con la visión naturalista de la ley, como lo expuso Santo Tomás de Aquino en el S. XIII, junto con defender el derecho a resistir a una ley injusta y la capacidad de los pueblos para derrocar a los gobernantes que se han convertido en tiranos.
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La libertad de los actos humanos: dimensión esencial de la moralidad en ellos. Cuando nacemos, nuestra vida es como una página en blanco que está por escribir, lo que supone que cada uno de nosotros va a tener que construirse su propia existencia y su propia personalidad. La vida es, por tanto, un camino, en el que tendremos que diseñar nuestro estilo de vida personal. La construcción de ese camino, que es mi vida, se va realizando a través de los hechos que realizo y de las relaciones con los demás. Nuestra vida es el resultado de lo que hacemos, de nuestros actos, ellos definen lo que vamos siendo y hacia dónde vamos. Estos actos deben ser elegidos y decididos por cada uno de nosotros, elegir los objetivos que queremos alcanzar, buscar los medios adecuados para lograrlos, y es fundamental, en la medida de lo posible, tomar estas decisiones en libertad, intentando no ser condicionados, por ejemplo, por la publicidad de la televisión. Pues bien, dado que la vida es el resultado de los que vamos haciendo, empecemos por analizar el tipo de actos que realizamos cotidianamente para poder distinguir cuales son nuestros actos morales, muy importantes, porque son los que en mayor medida nos pueden conducir hacia una vida buena y feliz, que es el objetivo de esta materia nueva en la que te inicias, la Ética. Características de la acción moral: Una acción humana para ser considerada de tipo moral tendrá las siguientes características: o es aquella que se realiza, ajustándose a un código o conjunto de normas y valores morales, las cuales designan lo que debe ser considerado como moralmente bueno o malo, egoísta o generoso, etc. Más adelante veremos en qué consiste un valor y una norma moral. o Éste código moral, no debe ser impuesto por la sociedad a las personas, sino que el individuo lo debe poder elegir libremente, por ejemplo, yo debo ser libre de elegir si acepto moralmente la eutanasia o no, no se me puede imponer mi forma de valorar ciertas cuestiones. Por este motivo, la moral es, sobre todo, una cuestión individual. Podemos definir la libertad como la capacidad de la voluntad humana para elegir y decidir. O El hecho de ser libre cuando actúo, es de total importancia a la hora de ser valorada moralmente una acción porque, si la realizo libremente, entonces soy responsable moral de lo que hago y de lo que dejo de hacer. La responsabilidad, es la obligación de responder acerca de nuestros actos. En este sentido, si las acciones de una persona se ajustan a las 31
normas morales existentes en una sociedad, se la considera moralmente buena, etc. pero, si por el contrario, una persona conoce las normas y valores morales de una sociedad y, a pesar de ello, las transgrede, entonces estamos ante un individuo inmoral. o Llegamos así, a una condición fundamental para que podamos juzgar si un individuo actúa moralmente bien o no, que sepa lo que hace, solo de esta forma, podemos decir que actúa libremente y que, por lo tanto, es responsable de sus actos.
Los valores morales: Como ya hemos visto, a la hora de actuar elegimos y decidimos qué vamos a hacer. Ésta elección, no la realizamos al azar, recordemos que nos caracterizamos ser racionales. Si tenemos varias posibilidades, nos inclinamos por aquella que preferimos porque tiene ―algo‖ que la hace más estimable que las otras opciones, ese algo es su valor, por ejemplo, la generosidad de un amigo, la belleza de un cuadro, la utilidad de un bolígrafo, etc. Vemos que hay diferentes clases de valores (económicos, estéticos, religiosos, morales o éticos, etc.) pero todos ellos se caracterizan por o ser cualidades especiales que están en los objetos, en las personas o en las acciones. El problema del origen y legitimidad de los valores: Pero esto sabemos que no es tan fácil, recordemos en cualquier caso que la Ética nos dice cómo deberían ser los comportamientos humanos, no como son y, lo cierto, es que las acciones humanas se dan en un momento histórico y en un lugar concretos, de ahí que la Ética se haya formulado dos importantes interrogantes en torno a los valores morales: ¿Cuál es el origen de los valores? Veamos las dos posturas éticas que intentan responder a esta cuestión: Subjetivismo: Los valores son una creación humana, es decir, el origen de valores como lo justo o lo honrado depende de las apreciaciones, las preferencias o incluso de sentimientos como el agrado o el deseo. Esta postura llevada al extremo, conduce al subjetivismo e individualismo radical, para el cual, todo depende de la opinión de cada uno y al todo vale.
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Objetivismo: Los valores existen por sí mismos al margen de que los individuos y las sociedades los conozcan, los estimen o los pongan en práctica. Ello implica que las personas pueden y deben descubrirlos y convertirlos en exigencias morales objetivas, es decir, independientes de las opiniones particulares, por lo que podrían ser una guía universal del comportamiento moral humano. Muy relacionado con el problema de su origen está el interrogante ético de su validez o legitimidad dado que, no olvidemos, estos están siempre relacionados con un momento y un lugar concretos. ¿En que descansa su validez o legitimidad? Absolutismo moral: Según esta postura, los valores valen por sí mismos, su legitimidad no depende de que los individuos sepan apreciarlos, ni estarían condicionados por la sociedad o la época. • Esta postura, directamente relacionada con el objetivismo, puede llevar a caer en el dogmatismo, postura para la cual ciertos valores concretos serían los únicos correctos imponiéndose y despreciando los demás. Relativismo moral: Las valoraciones dependen, son relativas a, cada persona, y a las circunstancias sociales, históricas incluso biológicas, en que surgen. Por tanto, no existen valores universales sino que las circunstancias influyen en modo de valorar. En su versión radical, un relativismo radical puede llevar a defender cualquier actuación, por aberrante que sea, como moralmente aceptable, por ejemplo la venganza, la ablación del clítoris, etc. Las normas morales: Entre los distintos tipos de normas que rigen los comportamientos del individuo particular y del ciudadano que vive en sociedad, vamos a centrarnos en las normas específicamente morales. De los valores éticos, salen y se fundamentan las normas morales que guían nuestros actos, por ejemplo, si valoramos la amistad y la sinceridad, saldrá de esa valoración personal la norma, también personal, ―debo ser sincero con los amigos‖ que, posiblemente, nos demos a nosotros mismos.
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La conciencia moral: Todo lo que hemos dicho hasta aquí, la capacidad del ser humano para comportarse moralmente, llevando a cabo actos elegidos de forma libre, reflexionados racionalmente, asumiendo la responsabilidad de sus consecuencias, etc. es gracias a que el ser humano posee lo que se conoce como conciencia moral, una capacidad exclusivamente humana que nos hace capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc. Nuestra conciencia moral es capaz juzgar nuestros propios actos, nos permite saber íntimamente, si actuamos bien o no, produciendo sentimientos de satisfacción o remordimientos y es la que nos hace sentirnos responsables de las consecuencias de nuestras acciones. Parece claro para ciencias como la Psicología que la conciencia moral existe, ya solo por el hecho de experimentar remordimientos o satisfacción después de realizar ciertas acciones no es posible dudar de esta capacidad humana. El desarrollo de la conciencia moral según Kohlberg El psicólogo Kohlberg, situado dentro de los convencionalistas, describió muy bien este desarrollo moral de la conciencia, a través de tres niveles, dentro de cada uno de los cuales se diferencian dos etapas sucesivas La dignidad humana según Kant En esta última etapa, es fundamental la idea filosófica de la dignidad humana, idea que ha sido especialmente destacada por el filósofo alemán Kant. Según éste, los seres humanos se merecen un trato especial y digno que posibilite su desarrollo como personas. En este sentido, afirma Kant, el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para usos de otros individuos, lo que lo convertiría en una cosa.
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El libre albedrio Según Matt Slick El libre albedrío es la habilidad que tiene cada individuo para tomar sus propias decisiones. Existen debates en cuánto a la extensión que tienen las personas de entender este libre albedrío. Existen dos puntos de vista: el compatibilismo y el libertarianismo. El punto de vista del compatibilismo es la posición de que la libertad de una persona está restringida por su naturaleza como está descrita en la Escritura. En otras palabras, la persona sólo puede escoger lo que su naturaleza le permitirá escoger: el pecado o la regeneración. Por lo tanto, versículos como los siguientes, son usados para demostrar que, por ejemplo, el no creyente es incapaz de escoger a Dios por propia voluntad: 1ª Corintios 2:14: "Pero un hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad, y no puede entenderlas porque se han de discernir espiritualmente". Romanos 3:10-12: "como está escrito: No hay justo, ni aun uno, 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios, 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno‖. El libre albedrío en el libertarianismo dice que la voluntad de la persona no está restringida por su naturaleza pecadora y que la persona, es todavía capaz de escoger o aceptar a Dios libremente. Los versículos usados para sostener esta posición son: Juan 3:16, 36: "16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo, no verá vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él". Libre albedrío en la biblia: Dios dio al hombre la facultad para obrar según desee, independientemente de si sus decisiones son buenas o malas. En este sentido, abundan pasajes bíblicos que apuntan a la libertad de los hombres para elegir el camino que ha de tomar. 35
Libre albedrío en la filosofía: San Agustín de Hipona sostenía que el libre albedrío supone la posibilidad que tiene el hombre de elegir entre el bien y el mal. En este sentido, es un concepto aplicado a la libertad del ser humano para obrar bien o mal. No obstante, él distingue que lo que se considera como libre albedrío es el buen uso de esta libertad. Por otro lado, según el determinismo, toda conducta o elección humana tiene su raíz en una causa, de modo que nuestras decisiones estarían determinadas indefinidamente por todas las causas que preexisten, lo cual significaría que no hay elección posible y que es el libre albedrio en realidad no existe. Libre albedrío en derecho: Según el derecho penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o castigo aplicado para dicho delito. Como conclusión general, podemos decir que el hombre es libre entres sentidos: Libre, como atributo esencial de su naturaleza racional. Libre, cuando vive en el marco social bajo el imperio de las leyes justas, lo cual implica el respeto a sus derechos. Libre, cuando vive en lo que San Pablo llama la ley en su plenitud: La caridad y esta última es la más plena y gozosa libertad.
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Los actos humanos morales considerados Acto humano: Son aquellas acciones internas y externas en las que el hombre actúa por su voluntad, a propuesta del entendimiento y previa la deliberación anterior. Requisitos del acto humano: a. Es el elemento imprescindible, porque no se puede querer algo si antes no se conoce, y tampoco podemos querer algo libremente si no somos conscientes de ello. Este conocimiento incluye: Advertencia: atención de la mente al acto. Deliberación: valoración sobre la conveniencia o inconveniencia del acto. Imperio: la determinación al querer. No basta cualquier conocimiento para que haya un acto humano; pero no se requiere un conocimiento tan completo y exhaustivo que apenas podría darse en la práctica. Puede decirse que, en general, para que haya un acto humano es necesario y suficiente con que el sujeto tenga advertencia del acto que va a realizar y de su conveniencia o inconveniencia: así el sujeto puede ser dueño de ese acto. b. Conocimiento: Santo Tomás define al acto voluntario como "el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin". Para que el acto se considere voluntario, es necesario: a) Que procede de nuestra voluntad a manera de efecto. b) que el efecto o resultado de nuestra voluntad haya sido, al menos en su causa, previsto por el entendimiento, previamente a ser realizado por la voluntad. c. Voluntad: Son también voluntarios los efectos o resultados de las acciones y hasta de las omisiones, con tal que se hubieran previsto y fuera obligación de evitarlo.
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d. Libertad: Es característica esencial de los seres inteligentes y, por tanto, de su actividad. Sin ella, el obrar humano se queda a un nivel puramente animal. Sin libertad no puede haber vida moral porque, para obrar moralmente, no basta con saber distinguir entre el bien y el mal, se necesita también tener posibilidad de autodeterminarse con dominio del acto. Sólo de esta manera se puede ser responsable y, por tanto, capaz de mérito o culpa, de premio o castigo. Moralidad: La Ética es una ciencia que es parte de la filosofía práctica y su función es dirigir las acciones del hombre y se relaciona con todas las demás ciencias ya que en todas existe el actuar humano y los valores. Como toda ciencia tiene un objeto material que indica la materia que estudia y un objeto formal que indica desde que punto de vista lo estudia. Su objeto material son los actos humanos en cuanto son libres, y su objeto formal son estos actos en cuanto son buenos o malos, o sea que el fin de la Ética es la moralidad de los actos humanos en relación al fin último del hombre, que es el bien. Los actos humanos moralmente considerados son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son originados en la parte humana del hombre, en sus facultades específicas (inteligencia y voluntad). Son el objeto material de la Ética y pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Moral. La división del acto humano: Algo tiene carácter de bien o mal en sentido absoluto sí constituye un bien o un mal que afecta radicalmente al desarrollo en plenitud de la vida humana, en cuanto humana. De entre todos los vivientes, el hombre es el único ser para quien su propia vida, su existencia, constituye una tarea: algo que debe lograr y que, correlativamente, tiene la posibilidad de malograrse. Las acciones buenas moralmente, son aquellas que contribuyen a la perfección de la persona que las realiza, o a la planificación de su carácter moral (hacer el bien a los demás, ser honesto, ser justo, ser responsable).
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Nociones filosóficas sobre temas de cuestión social: sociedad y autoridad Sociedad y autoridad Como sabe un ser humano es un ser social por naturaleza desde su existencia porque, puesto que hace facultad de su razonamiento e interactúa con los que lo rodean para poder procrear. Porque la persona mediante su conocimiento y amor no solo sobre el mundo sino también a los demás hombres en la instancia de Dios; la cual aprende una vida verdaderamente humana. Si bien se sabe que la sociedad es un requisito indispensable: para el hombre pero no suficiente, para la existencia de la cultura. Sin la sociedad al ser humano le sería muy difícil sobrevivir. Como se ha visto hoy en día la sociedad en algunos casos en vez de ayudar o cultivar nuevas personas con mayor responsabilidad en el uso de valores y deberes; las aísla, las cuestiona, las discrimina, las estigmatiza. Recalcando las sociedades familiares como la base principal de toda persona puesto que los padres tienen el deber y obligación de ayudar al nuevo ser humano nacido para que este se relaciones con lo que rodea. Dentro de esto debemos decir que una sociedad se tiene que regir por normas establecidas para una mejor convivencia o la búsqueda de alguien que represente a ese grupo de personas. Ante ello la autoridad tiene que ejercerse de buena forma no de aprovecharla para poder realizar cosas indebidas, la autoridad es una gran responsabilidad que se imparte a personas responsables capaces de desarrollarlas con carácter positivo y veraz.
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Sociedad: Es el conjunto de individuos que actúan y viven de manera organizada, es un cuerpo cuyos miembros son hombres que conviven, siempre que por convivencia se entienda, no el mero vivir juntos, sino la ayuda recíproca. Siendo que el hombre es un ser naturalmente social: El hombre es por naturaleza un animal social (Razón – Palabra). Donde la familia es el primer modelo de sociedad política (padres –hijos) La sociedad construye un sin fin de cosas tanto materiales, espirituales, en otros aspectos la cual ayuda a una convivencia integra. (Rousseau). Aunque en la actualidad carecemos todas las personas de una integridad, ocasionando caos entre nosotros, por falta de valores, deberes y de una autoestima. (Kant).
4 Caracteres de una sociedad
Personalista: La sociedad como un todo de personas cuya dignidad es anterior a la sociedad. Comunitaria: Reconoce que la persona humana tiende naturalmente a la sociedad y comunión. Pluralista: La persona humana reclama normalmente una pluralidad de comunidades autónomas. (Derechos, libertades, autoridad propia). Teísta o cristiana: La realidad de las cosas, Dios, principio y fin de la persona humana, y primer principio de la ley natural, autoridad de todos.
Tipos de sociedad
Sociedad conyugal: sociedad de intereses construida por el marido y la mujer durante el matrimonio, salvo que pacten otra cosa en las capitulaciones matrimoniales.
Sociedad civil: sociedad en la que los socios se obligan mutuamente a cambiar sus recursos o sus esfuerzos para la realización de un fin común. 40
Aspectos de la socialización
Aspecto psicológico: Se refiere al desarrollo de estructuras psíquicas del niño (proceso de maduración del mismo)
Aspecto Cultural: Es el desarrollo de las potencialidades como sujeto social del nuevo miembro de la sociedad se lleva a cabo, necesariamente en el seno cultural
Aspecto Social: Se refiere a lo que el individuo recibe de la sociedad y viene a formar parte de su ser psíquico; también medio para su comunicación con los demás, para la actualización de conversación efectiva.
Autoridad: Para tener una verdadera concepción de ella y funda un ejercicio justo de la misma, se tienen que decir algunas cosas, tales como su arraigamiento en el derecho natural, el bien común y la libertad, sus finalidades y sus restricciones. La autoridad es una responsabilidad que se ha delegado a aquello que tiene un oficio dentro del pueblo, pues este oficio ha sido conferido justamente para proveer y capacitar al pueblo en orden a ejercer su responsabilidad. Funciones de la autoridad
Controversias prácticas tienen más de una solución acertada. Ideología es la pretensión de que todos los medios para un determinado fin son ilusionarlos. La función organizadora tropieza a menudo con el problema de que los que obedecen hagan suyo el mandato. Las órdenes de la autoridad políticas deben ser entendidas y asumidas. Es dar testimonio de la verdad, corresponde a un tipo de autoridad enteramente distinta de las dos anteriores: autoritas, que es propia del testigo, del que ha visto la verdad y da fe de ella.
La autoridad sustituye con frecuencia la razón y la voluntad de un agente humano que en vista de alguna deficiencia, no puede cuidar de sí mismo.
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Fin de la autoridad: El fin de poder y de la autoridad no es la fuerza exterior de la sociedad frente a otras sociedades o frente a la naturaleza mediante el trabajo y la industria, ya que aunque esos fines son importantes, también son secundarios. Tampoco su fin es la democracia por la democracia, esto es una concepción idealista pues el régimen no es absoluto. Autoridad y el bien común: Bien común es calificar y fundamentar la autoridad pues ellas se legitiman en cuanto se dirijan a realizar el bien común. La relación entre la autoridad y el bien común, es una relación de reciprocidad, puesto que la realización de esta última necesita de la autoridad. Limitaciones de la autoridad: Algo importante a tener en cuenta, es que si en el ejercicio de la libertad, la autoridad es injusta, no se puede decir que sea autoridad. Por ser la autoridad un derecho ha de ser obedecida por conciencia, es decir como hombres libres y por el bien común. Por eso mismo, sí ha injusticia la autoridad desaparece autocráticamente. Concluimos: La sociedad es un margen o conjunto de individuos que actúan y viven de manera organizada. La sociedad es el requisito indispensable, pero suficiente para la existencia de la cultura.
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La sociedad humana Es una agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida. Análisis y criterios de la sociedad Las sociedades humanas son entidades poblacionales, considerando los habitantes y su entorno interrelacionados en un proyecto común, lo que les da una identidad de pertenencia. Así mismo, el término significa un grupo con lazos económicos, ideológicos y políticos. La sociedad se ha convertido en una realidad compleja y multidimensional. Comprender los acontecimientos y procesos que vivimos no es una tarea fácil. Y, sin embargo, es algo urgente para quien ha de vivir en un mundo que cambia constantemente y a un ritmo cada vez más rápido. Nuestra sociedad se está convirtiendo en un problema difícil de entender. La complejidad creciente de las relaciones sociales da lugar a situaciones paradójicas que, cuando menos, suscitan perplejidad en el ciudadano de a pie. Las tensiones entre los valores declarados y las prácticas cotidianas son patentes; la identidad cultural de las diversas nacionalidades se intenta reafirmar a la vez que se transforma inexorablemente; las pretensiones de igualdad social originan nuevas desigualdades; el derecho a la diferencia amenaza con sumirnos en la incomunicación en la era de la globalización informativa.
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El principio de la Autoridad (Concepto, ejemplos y cómo evitarlo)
Desde pequeños, nos enseñan a obedecer y tomar como ciertas las palabras de la autoridad, ya sean familiares, profesores o adultos en general. Esta conducta se extiende a lo largo de nuestra vida al tomar como adecuadas las recomendaciones de doctores o influyentes pensadores. Una vez más, este hecho puede ser utilizado para que tomemos decisiones que pueden ir incluso en contra de nuestros intereses. Es este artículo os explicaré en qué consiste el principio de autoridad, ejemplos de él y cómo evitar su influencia negativa. ¿Qué es el principio de autoridad? El principio de autoridad es el que utiliza las palabras, hechos o recomendaciones de una persona que cuente con buena reputación en un determinado asunto para incitarnos a tomar una determinada decisión, incluso en contra de nuestros intereses personales. El principio de autoridad y el argumentum ad verecundiam: El argumentum ad verecundiam es una falacia lógica muy relacionada con el principio de autoridad. Esta falacia se basa en argumentar que un hecho o razonamiento es cierto porque ha sido realizado por una autoridad en el tema. Hasta la llegada de la revolución científica, el argumentum ad verecundiam se consideraba un argumento válido. No obstante, en la actualidad un hecho debe ser probado y no basta sólo con tener una persona insigne como autora de éste. Esto es la teoría, ya que en la práctica este tipo de argumentación sigue utilizándose alimentando el principio de autoridad. Ejemplos del principio de autoridad: Una vez más, el marketing y la publicidad es uno de los mejores ejemplos de la utilización del principio de autoridad. Por ejemplo, podemos ver en los anuncios de muchos productos relacionados con la salud que una asociación o un determinado porcentaje de médicos recomiendan su uso. De hecho, hace poco tiempo incluso las marcas de tabaco utilizaban el principio de autoridad
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en su publicidad utilizando a médicos o dentistas y asociando el consumo de su marca con un hábito saludable a pesar de sus efectos nocivos para la salud. Otro ejemplo viene del famoso experimento de Milgram. Os dejo un vídeo en el que podéis apreciar hasta qué punto puede afectar a nuestro juicio la influencia del principio de autoridad. Por último, el principio de autoridad también influye en la inversión en bolsa. Suele suceder que cuando se anuncia públicamente que algún reputado inversor ha comprado acciones de una determinada empresa, ésta suba en bolsa tras el anuncio ya que la autoridad de este inversor influye en los demás para que piensen que su compra es acertada sin realizar un análisis profundo de la empresa. Estoy de acuerdo en que observar las posiciones de otros inversores de prestigio puede ayudar a encontrar acciones interesantes. No obstante, el problema radica en que muchos copian ciegamente a personas equivocadas, perdiendo por culpa de esta conducta esos ahorros que tanto cuesta ganar. Cómo evitar sus efectos negativos Para evitar caer en trampas basadas en el principio de autoridad, según Robert Cialdini, catedrático de psicología y autor del libro Influencia: Ciencia y Práctica, debemos hacernos dos preguntas: ¿Esa persona es realmente experta? ¿Qué grado de veracidad podemos suponerle? Esto nos ayudará a determinar, por un lado, si la persona que emite el juicio tiene los conocimientos necesarios para darle credibilidad y valor a sus palabras o acciones. También, por otro lado, nos ayudará a examinar si existe un conflicto de intereses que reste credibilidad a sus argumentos, como sucede en el caso de muchos analistas profesionales y asesores financieros.
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Las formas de la organización de la autoridad La autoridad podría definirse como. ―facultad para tomar decisiones que produzcan efectos‖. Quien toma las decisiones que son obedecidas aunque quien las toma no ejerza autoridad.
El mando es el ejercicio de la autoridad respecto a cada función determinada; puede decirse que es ―la autoridad puesta en este caso‖. El origen de la autoridad en las empresas está dado por tres factores: 1. El convenio. 2. La propiedad de los bienes productivos. 3. El régimen económico – social imperante.
Tipos de autoridad
Autoridad formal: Es aquella que se recibe de un jefe superior para ser ejercida sobre otras personas o subordinados. Esta se subdivide en 2 tipos: lineal y funcional
Autoridad operativa: es la que no ejerce directamente sobre las personas, sino de que da facultad para decidir sobre determinadas acciones.
Autoridad técnica: Es aquella que se tiene en razón del prestigio, la experiencia, la capacidad que dan ciertos conocimientos, técnicos, prácticos, que una persona posee en determinada materia. Autoridad personal: Es la que poseen ciertos hombres en razón de sus cualidades morales, sociales, psicológicas, etc. Que hace adquirir un ascendiente indiscutible sobre los demás, aun sin haber recibido autoridad formal alguna.
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El trabajo humano. La profesión El trabajo humano es una actividad que realiza el hombre en pro de su supervivencia desde casi cuando apareció en la tierra, pues aunque al principio tuvo que procurarse el alimento mediante la caza, la pesca y la recolección de frutos, lo que no podemos llamar trabajo, pues no era creativo ni productivo, sino simplemente necesario, como lo hacen los animales, y no transformaban el medio, ya cuando se hizo sedentario, comenzó a trabajar pues ayudado por algunas herramientas sacó provecho de la tierra. A este primer trabajo manual, le sucedió el trabajo con máquinas y también el desarrollo del trabajo intelectual. Concepto de trabajo: El trabajo es el medio por el que cualquier ser humano puede satisfacer sus necesidades básicas y afirmar su identidad; la forma en la que puede sustentar a su familia y vivir una existencia conforme a la dignidad humana. En la actualidad, el desempleo figura como uno de los principales problemas de nuestra sociedad. El mundo se enfrenta al desafío de crear 600 millones de empleos productivos durante la próxima década, a fin de generar un crecimiento sostenible y mantener la cohesión social, según el informe Tendencias Mundiales del Empleo para 2012. Con el fin de velar por el cumplimiento de este derecho fundamental, hacer frente al desafío del desempleo y regular las normas internacionales sobre el trabajo se creó en 1919 la Organización Internacional del Trabajo (OIT), establecida antes incluso de que se promulgara la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la fundación de las Naciones Unidas La OIT está integrada por Gobiernos, sindicatos y empresarios y en el preámbulo de su Constitución, las partes contratantes se dicen estar «movidas por sentimientos de justicia y humanidad, así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo», objetivo que cae de lleno entre las misiones de las Naciones Unidas. Tipos de trabajo: Trabajo voluntario: Es aquel que una persona hace sin recibir ninguna clase de compensación por ello. Trabajo autónomo: Conocido también como trabajo independiente, es aquel en que un individuo ejerce su actividad como un profesional libre, es decir, que no está vinculado o sujeto a ninguna empresa.
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Trabajo esclavo: Es aquel por medio del cual un empleador explota a su empleado. Trabajo infantil: Es aquel realizado por niños y adolescentes que están por debajo de la edad mínima legal permitida para trabajar, dependiendo de la legislación de cada país. Trabajo en equipo: Es aquel que realiza un grupo de personas de manera coordinada y colaborativa, para alcanzar una meta o resolver un problema. Trabajo según la biblia: En la biblia, específicamente en el Antiguo Testamento, libro sagrado común al judaísmo, al cristianismo y al islam, trabajo es retratado como algo costoso y esforzado que es impuesto a Adán y Eva luego de que perdieran el Paraíso. Trabajo de parto: Se conoce como al conjunto de acontecimientos que se suceden para conducir el nacimiento de un bebé. Como tal, el trabajo de parto comienza con la dilatación cervical y finaliza con la expulsión de la placenta. Trabajo social: Es una profesión que se caracteriza por promover el cambio social, la resolución de los problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación del pueblo para incrementar su bienestar. La profesión: Es cualquier actividad social vinculada a algunos de los aspectos (económicos, cultural, técnico, científico, político, etc.) del desarrollo y el progreso de la sociedad, para cuyo ejercicio, se exige haber cursado un plan de estudios (medio o superior) aprobado por las instituciones de educación. El hombre y el trabajo: El trabajo está directamente relacionado con el hombre, ya que éste es el principal actor de cualquier actividad. Las organizaciones están integradas por personas que son las que llevan a cabo la tarea con aciertos y errores. En el contexto socio-político y tecnológico actual, los recursos humanos se constituyen en una variable estratégica de notoria relevancia. Dicho reconocimiento contempla, entre muchas otras cosas, el proceso de selección de personal realizado profesional y responsablemente, el cual debe instituirse como una herramienta válida que contribuya a desnaturalizar
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aquellos aspectos enraizados que atentan contra la integridad biopsicosocial de los sujetos. Esto significa que las organizaciones tienen que desarrollar y promover en sus miembros la capacidad de innovación, responsabilidad, autonomía y un grado adecuado de autoestima. El trabajo en el tiempo: Durante la mayor parte de la historia de la civilización el trabajo fue considerado como una actividad despreciable. En la Biblia, libro sagrado común al judaísmo, cristianismo y el islam, el trabajo aparece como algo costoso. Los griegos pensaban que sólo el ocio recreativo era digno del hombre libre. La esclavitud fue considerada por las diversas civilizaciones como la forma natural de relación laboral. Desde mitad del siglo XIX el trabajo se relacionó con el desarrollo de la democracia y el sindicalismo y la esclavitud pasa a ser abolida. Aparece el trabajo asalariado; de esta manera, nace una valoración social del trabajo por primera vez en la historia de la humanidad. Reflexionemos: “El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo”. (Victor Hugo) “El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento”. (Victor Pauchet) “La vida no es sólo el trabajo, sino el descubrimiento constante de ilusiones y de esperanzas”. (José María Setién) “Mi padre siempre me decía: encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un silo día de tu vida”. (Jim Fox)
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La actualidad del hombre hacia el trabajo Como todos sabemos, el trabajo ocupa un lugar fundamental en nuestras vidas: nos da un sentido de propósito e identidad, y nos permite obtener ingresos para satisfacer nuestras necesidades materiales. El trabajo es uno de los principales mecanismos que usamos para relacionarnos con los demás. Se trata a la vez de una responsabilidad individual y de una actividad social, que a menudo requiere la colaboración en el seno de un equipo. Puede ser fuente de dignidad y de satisfacción. Pero también puede ser fuente de explotación y frustración. Para las familias y las comunidades, el hecho de disponer de un trabajo decente es un elemento fundamental para la estabilidad y el progreso social. El mundo del trabajo presenta una enorme diversidad. Pero uno de los elementos que se repite en la experiencia de los hombres y mujeres de todo el mundo es la simple realidad del trabajo para vivir. Una de las primeras preguntas que formulamos para informarnos cuando nos encontramos con un extraño es «¿a qué te dedicas?». Supone un punto de referencia compartido que nos permite conocernos unos a otros. El objetivo de esta Memoria es ayudarnos a todos a situar en la actual perspectiva global nuestras propias experiencias y conocimientos respecto del trabajo. En ella se describe un período de oportunidades e incertidumbres, en el que están desapareciendo algunas de las barreras que han impedido a los hombres y mujeres realizar plenamente sus capacidades, pero en el que escasean cada vez más los empleos de calidad que proporcionan una seguridad fundamental para mejorar nuestras vidas. Existe un sentimiento creciente de devaluación de la dignidad del trabajo; el pensamiento económico imperante lo considera como un mero factor de la producción — una mercancía — olvidándose del significado individual, familiar, comunitario y nacional del trabajo del ser humano. Y la gente está reaccionando en sus conversaciones en casa, en el secreto de la cabina de votación y, cuando es necesario, expresando con vigor sus quejas en las calles. La praxis: El término «praxis» es utilizado aquí por oposición al término «conducta». La conducta es un concepto etológico o psicológico; la praxis es un concepto antropológico (la praxis presupone la conducta, y aun vuelve a ser una nueva
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forma de conducta cuando, por ejemplo, se automatiza como rutina). Hablamos de la conducta (no de la praxis) de la araña tejiendo su tela, pero hablamos de la praxis de los trabajadores en un telar. La determinación de la frontera entre conducta y praxis debe ser discutida en cada caso. En general suponemos que la praxis es el resultado de anamórfosis de conductas previas, lo que implica que será preciso contar con configuraciones culturales, sociales e históricas muy complejas en cuyo ámbito puedan refundirse determinadas conductas de homínidos, incluso de hombres primitivos, para dar lugar a la forma de la praxis. La idea de praxis, entendida de este modo, se corresponde muy de cerca con el significado, en español, de la expresión hacer humano –en la medida en que ese hacer ha incorporado tanto el agere latino (que corresponde a la praxis de Aristóteles, que, según él, estaría moderada por la frónesis, prudentia) como el facere latino (que corresponde a la poiesis aristotélica, moderada por la techné, ars).
¿Considera usted que el trabajo es una bendición?
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Glosario
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Altruismo:
Tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio.
Máxima:
Norma por la que se rige el comportamiento de una persona.
Volición:
Hacer lo bueno y evitar lo malo.
Imperativo: Es la ley moral que toma para todos nosotros, toma esta forma que experimentamos como obligación.
Apatheia:
Es el estado mental alcanzado cuando una persona está libre de alteraciones emocionales. Puede entenderse como ecuanimidad o indiferencia.
Moral:
Disciplina filosófica que estudia el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal
Inmoral:
Que es contrario a los principios de la moral
Amoral:
Que carece de sentido o valoración moral.
A priori:
Las expresiones a priori (en latín: previo a) ya posteriori (en latín: posterior a) se utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el conocimiento a priori es aquel que, en algún sentido importante, es independiente de la experiencia; mientras que el conocimiento a posteriori es aquel que, en algún sentido importante, depende de la experiencia
Nota: Palabras acomodadas por temática de la antología.
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Citas bibliográficas
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Ética
Profesional
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