
1 minute read
Para 2030 podrían emitirse hasta 5 MDT anuales de GEI
De continuar con el actual panorama o empeorar la situación, en siete años Tuxtla Gutiérrez se convertiría en una de las ciudades más contaminadas del país por los Gases de Efecto Invernadero
MIROSLAVA HERNÁNDEZ/PORTAVOZ
Los desarrollos habitacionales en partes altas de cerros y el aumento de la mancha urbana son fenómenos que han ocasionado un cambio drástico en el periodo de lluvias
Desde 2012 el recrudecimiento de contaminantes en la capital de Chiapas ha generado preocupación en el estado, esto debido a que desde hace 11 años las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) han ido en ascenso, de tal forma que esta producción ha pasado de dos millones de toneladas (MDT) en 2012, a proyectar una irradiación anual de más de cinco MDT para 2030, esto como consecuencia de la pérdida de bosques y de transportes altamente contaminantes, de acuerdo a lo señalado por Juan Carlos Franco Guillén, presidente de la asociación Cecropia.

Al respecto, el especialista en sustentabilidad y acción climática advirtió que el actual panorama podría ocasionar que para 2030 Tuxtla Gutiérrez se posicione como una de las ciudades con las tasas más altas de crecimiento en contaminantes a nivel nacional y por consiguiente, se produciría una grave degradación de los ecosistemas, la cual tendría impacto desfavorable para las condiciones socioeconómicas, mismas que se verían afectadas por la depredación de recursos naturales.
Ante esta situación, explicó que uno de los sectores que está al alza en emisiones de contaminantes es el transporte, no obstante, existen otras circunstancias que contribuyen a este recrudecimiento de contaminación, la cual se ha generado como producto de los cambios acelerados del uso de suelo, la venta indiscriminada de tierras para viviendas en sitios no aptos para dicho tipo de construcciones, los desarrollos habitacionales en las partes altas de los cerros y el crecimiento de la mancha urbana, son fenómenos que en conjunto con el cambio climático global han ocasionado un cambio drástico en el periodo de lluvias y de temperaturas en la entidad.
No obstante, consideró que con voluntad política, Tuxtla aún tiene la oportunidad de ser un ejemplo o zona modelo a nivel nacional y mundial, si en estos momentos se toman decisiones y se asumen estrategias para la orientación del desarrollo con orden hacia un sis- tema de sustentabilidad, el cual implica cambios en la infraestructura, movilidad y en la regulación del uso de la tierra, especialmente en los desarrollos habitacionales de las orillas de la ciudad, en donde señaló que urge un programa serio de deforestación debido a que en esas zonas están acabando con las áreas boscosas, mismas que sirven de pulmón a la metrópoli.