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Entender cómo se hace el diagnóstico de la alergia al huevo y qué opciones de tratamiento hay
mediada por IgE y es la más comúnmente descrita y otra no mediada por IgE (tipo 4: retardada) mediada por células linfocitos T sensibilizados.
Se han caracterizado cinco alergenos principales (ovoalbúmina, ovotransferrina, lisozima, ovomucina, ovoalbúmina, ovomucoide.). La clara de huevo representa la fracción de albúmina del huevo y contiene más proteínas alergénicas que la yema, la ovoalbúmina es la proteína más abundante (65-68%).
Los diferentes alergenos son importantes en la hipersensibilidad del huevo, la antigenicidad de estos depende de la resistencia al calor, enzimas digestivas, al igual que la presencia de epítopes IgE específicos sobre las proteínas o péptidos y la predisposición genética. Algunos de los alergenos del huevo son menos estables al calor que otros, ya que el calor reduce la antigenicidad de ovomucoide y ovalbúmina pero no afecta a la lisozima la cual hace que haya una capacidad de generar niveles significativos de IgE en el huevo cocinado.
¿En quién se produce la alergia al huevo?
Las manifestaciones de alergia pueden ocurrir en niños alimentados exclusivamente con leche materna, debido a la transferencia de las proteínas en líquido amniótico y leche materna. Se ha demostrado la presencia de ovoalbúmina y ovomucoide en la leche materna. Este contacto temprano del sistema inmune fetal genera una respuesta inmune temprana y si es genéticamente susceptible predispone a sensibilización alérgica.
Las primeras reacciones alérgicas comúnmente son observadas en los segundos seis meses de vida pero pueden ocurrir hasta los dos años de edad, posterior a esto las posibilidades van disminuyendo hasta resolver hacia los cinco años de edad.
¿Cómo se manifiesta y cómo se reconoce la alergia al huevo?
El diagnóstico se sospecha en niños usualmente menores de dos años que hayan presentado una reacción adversa previa a alimentos que contengan huevo.
Los síntomas más comunes son cutáneos con eritema y urticaria ocurriendo en el 90% de los niños con una edad media de presentación de 10 meses. Los síntomas usualmente ocurren en los primeros 30 minutos o menos de contacto con el huevo, pero se puede retardar de 1 a 2 horas en la minoría de los casos.
La dermatitis atópica es la manifestación clínica más común. Está asociada con el incremento en la producción IL 5 inducida por ovoalbúmina. Puede ocurrir en niños alimentados con leche materna que nunca habían ingerido huevo.
Las manifestaciones gastrointestinales son una de las presentaciones menores de alergia al huevo. Se ha asociado a proctocolitis alérgica y esofagitis eosinofílica, jugando un papel importante en la patogénesis de desórdenes gastrointestinales específicos. Aún no es claro si la sensibilización a las proteínas del huevo es un marcador de estos desórdenes o si las proteínas del huevo están directamente implicadas en la patofisiología.
Asma y sensibilización a antígenos inhalados: la alergia al huevo es un factor de riesgo para el desarrollo de asma. Niveles séricos altos de anticuerpos de tipo IgE a ovoalbúmina al año de edad es un predictor de asma (sensibilidad 64% y especificidad 74%) pudiéndose usar como un marcador para identificar niños con riesgo incrementado de asma. La alergia al huevo puede desarrollarse en respuesta al contacto con las proteínas del huevo inhaladas o aerolizadas.