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CONTENIDO DEL BOLETÍN Nº 39 Pag. 2
PROVINCIA FR ANCISCANA DE LOS DOCE APÓSTOLES DEL PERÚ http://www.12apostoles.org.pe/
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Al lector, por Fr. Abel Pacheco Sánchez, OFM Pag. 3 Recordando a Fr. José Francisco de Guadalupe Mojica, Ofm.
BOLETÍN Nº 39 / MAYO DE 2014 Pag 9 Av. Abancay Nº 162, Int. 307-B Telf. (051) 1 - 426-0801 / 427-1381 E-mail: prensafranciscanaperu@gmail.com http://prensafranciscanaperu.blogspot.com
MINISTRO PROVINCIAL Fr. Enrique Segovia Marín, OFM
“De Guamanca a la tierra del Biobío”. Fr. Luis Hierónymo de Oré. Pag 13 Nuevas Publicaciones: Tesoros de la Catedral del Cusco. Pag. 15
DIRECTOR Fr. Abel Pacheco Sánchez, Ofm. ARCHIVO Y DOCUMENTACIÓN Jorge Román Tasayco COORDINACIÓN Prof. Cayetano Villavicencio Wenner ILUSTRACIONES Y FOTOGRAFÍAS Archivo del Convento de San Francisco EDICIÓN Archivo Histórico San Francisco de Lima Av. Abancay Nº 162, Int. 307B Telf. (051) 1 4260801 / 4271381 Email: prensafranciscanaperu@gmail.com Blog: prensafranciscanaperu.blogspot.com Twitter: @PFranciscana
Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII Pag. 22 Informe del Archivo San Francisco de Lima Pag. 24 Altar Mayor de San Francisco de Lima, restaurado en el 2014.
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Fr. Abel Pacheco Sánchez, Ofm. Director del Archivo de San Francisco de Lima
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RECORDANDO A FR. JOSÉ FRANCISCO DE GUADALUPE MOJICA, OFM. * A LOS 40 AÑOS DE SU PARTIDA DE ESTE MUNDO Por. R.P. Jaime Alejandro Palacios Jara, Ofm. osé Mojica nació el 14 de septiembre de 1896 en el pueblito de San Gabriel, en Jalisco, México. El mundo, especialmente el mundo del arte, del espectáculo, está celebrando el Primer Centenario del nacimiento del cinematógrafo, del cine, del arte de la imagen en movimiento, del lenguaje de la imagen. El cine y José Mojica nacieron más o menos en el mismo tiempo; hermosa y significativa coincidencia, ya que más tarde se complementarían. N.S. Jesucristo, maestro de maestros, el único que pudo decir: “Yo soy la Verdad”; en una ocasión extraordinaria, cuando enseñaba a sus discípulos las exigencias para seguirle: “Renúnciese a sí mismo…Tome su cruz”, pronunció una frase célebre, dijo: “¿De qué sirve al hombre ganar todo el mundo si al final pierde su alma?” (Mt. 16,26). Estas palabras, a ciertas personas, les golpea tan profundamente el corazón y la conciencia, que obra en ellas un cambio radical…Esto ocurrió el año 1934, con un extraordinario artista, José Mojica, que por méritos propios, había ascendido, paso a paso, entre sonrisas y lágrimas, a la cumbre de la fama y de la gloria, como cantante y actor de ópera, teatro, radio, cine, y después, TV… José Mojica se encontraba radiante en esa cumbre con la admiración y el aplauso de gran parte del mundo… Triunfante brillaba en las cumbres de soberbia, de la riqueza, poder, placer, fama, gloria, aplauso, admiración, adulación. Cumbres que tanto ambiciona el pobre corazón humano. Y desde esas cumbres, tocado ya por la gracia de Dios, vio las transitorias glorias del mundo, y recordó las
palabras con las que se abre el sagrado Libro del Eclesiastés: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”… Vino a su mente la sentencia del Apóstol San Pablo en la primera carta a los Corintios: “El escenario de este mundo pasa”… Y evocó las palabras del Apóstol San Juan en su primera carta: “Todo cuanto hay en el mundo es concupiscencia, la de los ojos, concupiscencia la de la carne y soberbia de la vida”… Recordó que una tumba, un día, opacaría todo su brillo, y que sus glorias terrenas sólo serían escombros, fragmentos brillantes de un fino
* Nota de la Redacción. El autor escribió la presente semblanza para el 14 de setiembre de 1996, introduciendo con estas palabras: “Nuestro homenaje tiene como corona la celebración del Primer Centenario del nacimiento de un artista extraordinario, José Mojica, que hizo de su vida la más bella obra de arte”. Estimamos oportuno volver a divulgar este mensaje por lo prístino y sincero de su contenido así como por su confesión filial al padre José de parte de su hijo espiritual, esta vez “ad portas de recordar los 40 años de su encuentro con el Señor + 20 Set.1974".
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espejo roto. Y consciente, libremente, descendió a los valles de la humildad, donde encontró paz para su espíritu, alegría para su vida y limpieza de corazón para ver las cosas de Dios. Y se acercó a Dios, y vino a Cristo, por el camino de Francisco de Asís. Había leído la vida y los escritos de este santo maravilloso: el Hermano de la Fraternidad Universal, el Santo del Amor y de la Paz. El santo que llamaba con el dulce nombre de “hermano”, de “hermana” a todas las criaturas. El santo de la pobreza y la humildad; por eso se llamaba “hermano menor”. José Mojica fue conducido por San Francisco al corazón de Cristo, después de 28 años de haber vivido lejos de Dios, alejado de la Iglesia, en una vida, como él lo reconoce, de pecado, ese año 1934, se confiesa, comulga e ingresa a la Tercera Orden de San Francisco. Se despoja, como San Pablo, del “hombre viejo”, del “hombre de pecado”, y se reviste del “hombre nuevo”, el hombre según Cristo. En esta vida nueva, con la luz de Dios, poco a poco va desencadenando su corazón de las glorias terrenas. “La fama, la popularidad, dirá en esos tiempos, es mi cruz”.
Superada ya su desorientación ideológica, filosófica y religiosa, el año siguiente, 1941, filma su última película en los Estudios San Miguel: “Melodías de América”, seguramente los que hoy peinamos canas, la hemos visto; y fue Agustín Lara quien compuso algunas canciones para este film. En su autobiografía, José Mojica dice: “Había escrito una canción que parecía hecha especialmente para mí en aquellos días: Solamente una vez. Con esa bella melodía me despedí de la vida mundana”. Al volver a su Méjico querido, comienza a cumplir lo que Cristo ordena a los que quieren seguirle. “Anda y vende todo lo que tienes, repártelo entre los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo, y después, ven y sígueme”. Con generosidad, lo repartió todo... No fue fácil. Lo dice él: “Si dijera que fácilmente me desprendí de mi casa, de mis obras de arte, de mi dinero, de mi familia y mis amigos, mentiría”. Pero tal vez con un corazón sangrante, lo hizo por Cristo... Se había quedado sin nada. No tenía para el pasaje de Méjico al Perú… ¿Y por qué el Perú?... Estando en la Argentina y deseando
Y llegó el año 1940. Ese año rompe el último vínculo sagrado que le ataba a esta tierra. Ese año muere su santa y sufrida madre, a la que él adoraba. Recién se siente del todo libre para realizar la obra que Dios quería de él. Vivir su vocación religiosa. Cumplir una misión distinta en el mundo… Ir tras de Cristo que le decía: “Sígueme… venid en pos de mí”. Había filmado muchas películas, la mejor de ellas, según propio testimonio, “La cruz y la espada”; en la que él trabajaba de religioso franciscano. En esta película, interpreta una canción que ponía al descubierto el estado emotivo de su espíritu, los versos dicen: “Toca dolorosa campana de antaño, toca que ha muerto mi última ilusión. Toca campanero de mi desengaño en el campanario de mi corazón”
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Los medios de comunicación de todas partes estaban presentes… 32 años vivió santamente en la vida consagrada a Dios y al prójimo… Los mejores 32 años de su vida… José Mojica, o mejor Fr. José Fco. de Guadalupe Mojica, no necesita semblanzas ni panegíricos que le hagan grande. Él es grande. No con la grandeza de la soberbia humana ni de las glorias mundanas. No. Él es grande porque se cumple la Palabra de Dios que dice: “Dios da su gracia a los humildes... Dios enaltece a los humildes... La memoria del justo será bendita y recordada siempre”. Si quisiera yo subrayar algunas notas de su rica personalidad, notas que son muchas y muy variadas, creo que 4 sintetizan lo mejor de su noble ser: saber el lugar a donde Dios quería llevarle, imitando a San Francisco de Asís, que buscaba y encontraba la voluntad de Dios de esa manera, frente a un mapa, cerrando sus ojos, pasó su mano sobre el mapa, diciéndose: en el lugar que se pose mi dedo, será el destinado por Dios. Abrió los ojos y bajo la yema de su dedo decía “Cusco” (Perú). Nuestro Perú tuvo el honor y la gracia de ser el escenario de la vida religiosa de este gran hombre. La primera limosna que pidió fue para su pasaje. La pidió a su primo Tino, que se había convertido en un próspero productor cinematográfico y que le ofrecía un millonario contrato por 6 nuevas películas… Tino le dio un cheque de $ 500 dólares para su viaje a nuestra tierra. El 16 de febrero de 1942 llegó a Lima. Y el 8 de marzo de ese mismo año vistió el santo y humilde hábito franciscano, comenzando su noviciado, a los 45 años cumplidos, y con el nombre de Fray José Francisco de Guadalupe Mojica… Vinieron, después de su profesión religiosa, sus estudios de filosofía y teología… Y el 13 de julio de 1947, en Lima, recibía, emocionado hasta las lágrimas, el sacerdocio que él, por humildad, no se creía digno. Fray José aspirada a ser solamente un hermano no clérigo. Su ordenación y primera Misa en Lima fue un acontecimiento no solamente nacional sino mundial…
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1.- Fr. José fue un verdadero “Hombre de Dios”, "Hombre de fe, de la Iglesia, del Evangelio. Hombre de oración, meditación, contemplación; hombre de profunda y sincera vida espiritual, vida interior, una vida Cristocéntrica y Mariana: Cristo como centro de todo y junto a Él, su Madre María, pero en la advocación de la Virgen de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac que con los signos de nuestra raza indoamericana, se apareció en México. Del 9 al 12 de diciembre de 1531, la Madre de Dios se dejó ver cinco veces. Cuatro por el indiecito San Diego y una a su tío Juan Bernardino y nos dijo: "Yo soy tu amorosa Madre... Yo soy la madre del verdadero Dios por quien se vive"...Y Fr. José llevó por el mundo a la Virgen de Guadalupe. Fue un trovador mediante la predicación. No busquemos en él al predicador teólogo, porque no lo era. Era el moralista práctico, que predicaba como quería el padre San Francisco: “Anunciando virtudes y vicios, el premio y la gloria, con brevedad de sermón, porque palabra abreviada hizo el Señor sobre la tierra”. Y Fr. José llenaba templos y arrastraba multitudes. 2.- Su optimismo frente a la vida. Su alegría de vivir. El ver siempre la parte positiva del mundo, de la vida y
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de los hombres. El confiar en ellos. El creer que todos eran buenos. Este optimismo y alegría no los perdió ni siquiera en su vejez, cuando inválido, en una silla de ruedas, con una pierna amputada, pierna que la perdió a raíz de una grave enfermedad, seguía dichoso y alegre como San Francisco, entonando el “Cántico de las Criaturas”, y como Santa Clara que daba gracias al Señor diciendo: “Gracias, Señor, por haberme creado”.
Son varias cartas, tarjetas postales, estampas, que él me escribió en muchas oportunidades. Voy a leer algunos párrafos seleccionados de acuerdo a mis diversas etapas de formación religiosa. Al escuchar estos párrafos, no penséis en mí ni en lo que dice de mí, pensad en él. Quiero que conozcáis su corazón noble tan lleno de Dios y de amor, que conozcáis cómo expresaba sus pensamientos y sentimientos. Escucha.
3.- Su bondad, generosidad y desprendimiento de todo. Nada tenía porque todo lo daba. Estoy seguro de que si alguien le pedía el santo hábito que vestía, lo hubiese dado, como San Francisco un día dio a un pobre el manto para que le resguarde del frío invierno. Ningún bien terreno encadenaba su corazón.
Esta fue la primera carta que recibí de él. Carta que me emocionó hasta las lágrimas. Dice así: “Pax et bonum. Convento de San Francisco de Lima, septiembre de 1951. Sr. Jaime Palacios Jara. Guayaquil, Ecuador. Estimado hermano en Cristo: He tenido el gusto de recibir su carta del 25 del actual en la cual me comunica sus fervientes deseos de abrazar la vida religiosa para servirle a Dios y a la humanidad. Muy loable es su decisión, siempre y cuando esta nueva vida se emprenda con alegría interior y disposición de servir no como un hombre que escapara los dolores de la vida, sino como aquel que sabiendo el mérito del dolor, estando en la gracia de Dios, reconoce el inmenso beneficio que va a recibir para aplicar los que encuentre en la vida religiosa como aumento de la vida que encontrará en el cielo al morir. Es decir: que entrando en un convento no va a dejar de sufrir tentaciones, quizá de otra índole diferente de las que encuentra actualmente en su vida de mundo, pero de todos modos habrá lucha que ciertamente es más fácil de llevar que la que se lleva en el mundo, por tener la protección de Cristo en la comunión diaria que todo buen religioso se esmera en recibir.
4.- Su trabajo por las vocaciones religiosas y sacerdotales. El inmortal sabio y santo papa Pío XII, en una audiencia especial, le dijo: “Padre José, tiene mi bendición para llevar a Cristo al teatro, a la radio, al cine, a la TV”. Y así lo hizo, sus escenarios fueron: España, Italia, Grecia, Brasil, Argentina, Cuba, Puerto Rico, Colombia, Méjico, Ecuador, nuestro Perú, etc. En Arequipa con su esfuerzo contribuyó a edificar el Colegio Seráfico (Seminario Menor), para el cultivo de las vocaciones sacerdotales. Él mismo era ejemplo y modelo con su palabra, vida y obras. Yo, tuve la gran dicha de conocerle el año 1951. Intercambiando algunas cartas. En diciembre de 1951, en Guayaquil Ecuador, se celebró un “Congreso de Terciarios Franciscanos”. Para solemnizar este acontecimiento, invitaron al famoso Padre Mojica. En Guayaquil nos conocimos y el 17 de diciembre me trajo a Lima para comenzar mis estudios en el Colegio Seráfico (Seminario Menor). Pasado mañana, 17 de septiembre de 1996, se cumplen 44años de mi llegada a Lima con el buen Padre José, que fue para mí mi verdadero “Padre espiritual” y una de las personas a las que yo más he querido y admirado. Lo que ahora soy, sacerdote franciscano, por la gracia de Dios, se lo debo a él. Tengo aquí un tesoro. Así lo llamo yo. Para mí lo es.
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Continúa… la carta es muy larga. Termina así: Si desea volverme a escribir, hágalo con toda libertad, sobre todo si no he sido claro en algún punto o si desea otras informaciones. Le prometo encomendarlo en mis oraciones para que persevere en sus santos propósitos y reciba las bendiciones de su humilde servidor en Cristo y María. Fr. José Francisco de Guadalupe Mojica OFM La carta siguiente, la recibí al comenzar yo mi Noviciado. Dice: “Pax et bonum. Convento de San
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Francisco, Arequipa, Abril de 1955. Mi queridísimo Alejandro Francisco (lindo nombre): Qué alegría corroborar lo que ya presentía de tu vocación y qué fervor pidiéndole a Dios que siempre te conserve así de entusiasta por su santo servicio y te haga conocer la infinita dulzura de su amor que es mejor que todos los amores puestos juntos. Me considero feliz de ser tu “padre espiritual” y doy gracias a Dios y la Virgen por tu vocación tan decidida, tan firme, tan entera. Que así sea hasta la muerte, Amen. Termina diciendo: Suplicándote que continúes tus oraciones por mí, te bendigo como siempre y te felicito por tu alegría santa y por el goce de tu paz en la Pequeña Cruz de la vida religiosa. Fr. José Francisco de Guadalupe Mojica OFM. Cuando yo era estudiante de Filosofía y Teología, recibí esta tarjeta: Convento de San Francisco, Arequipa, Septiembre 19 de 1957. Mi muy amado hijito Fr. Alejandro Palacios: Ya sabrás lo grato que es el ver que un niño como tú persevere gustoso y no a regañadientes, en esta santa vida religiosa que has sabido estimar en toda su altura. Comparando tu ejemplo con algunos otros que han fallado me consuelo y digo: ¡Bendito sea Dios, no todo está perdido! Vale más calidad que cantidad, ciertamente, y por esa pido a Dios y a la virgen que te den siempre ese santo conocimiento de la Cruz y ese goce especial en ella. Las cualidades adquiridas en estos años de formación, son las que dan al alma la ilustración y el acierto, más que las letras y las alturas científicas. Nuestro padre San Francisco miraba más a la oración y a la caridad que a todo lo demás. Ahora es el tiempo de agigantarte en ellas. Me despido hijito mío, suplicándote que continúes encomendándome fervorosamente. Tú eres uno de mis ángeles guardianes en la tierra y estamos destinados a vivir el fruto de nuestros sacrificios, dolores y trabajos en el cielo. Ya viene la novena de Nuestro Padre. Encomiéndame mucho en ella.
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Debo predicar varias veces y quiero hacerlo bien. No por vanidad, sino por tratarse de quien se trata. Hasta pronto, te bendice siempre, Fr. José. Cercana ya mi ordenación sacerdotal, recibí esta carta; Pax et bonum. Convento de San Francisco, Lima, septiembre 3 de 1961. Mi dulce hijito Fr, Alejandro Palacios: Te felicito por tu ordenación, ya en las gradas del Altar del Señor, ya en los peldaños que te conducirán al Tabernáculo. ¡Hijo mío! Esto es obra de una gran y extraordinaria perseverancia la cual ha sido coronada con el amor de los que te rodean, la alta estimación de tus superiores, y la admiración de tu viejo “papá” lejano, el decrépito Fr. José, que te escribe. Y llegó el día de su muerte. Fue el día viernes 20 de septiembre de 1974, a las 3 y 15 de la tarde. Había cumplido 78 años y 6 días de edad. Desempeñaba yo el oficio de Maestro de Estudiantes Teólogos (Rector del Seminario Mayor), y uno de mis estudiantes, Fr. Gilmer Espino, hoy Superior de nuestro Convento de Tacna, fue el único que estuvo presente en ese momento. Nos contó él que su muerte más pareció un sueño, un quedarse dormido con una sonrisa de paz en el rostro. Él mismo lo había dicho, que el día más feliz de su vida será el día de su muerte. De inmediato, en el convento, tocaron campana de obediencia para que los hermanos se reúnan. Yo no fui a ver su cadáver. El Padre José ya no estaba allí. Se encontraba frente a Cristo Juez, en ese juicio que nos espera a todos. Fui a la capillita del Estudiantado, preparé todo lo necesario y celebré por él la Santa Misa. Fue la primera misa ofrecida por el eterno descanso de su almita buena. Era la manera de demostrar mi amor, mi gratitud, y por qué no decirlo, mi dolor de hijo. Gran parte de Lima desfiló ante sus restos y asistió a sus funerales demostrando afecto y veneración por él. Fue sepultado en un lugar especial de nuestras catacumbas, donde descansa en paz Fr. José Francisco de Guadalupe Mojica, es inmortal, diría yo, con una doble inmortalidad.
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Don Miguel de Unamuno y algunos griegos pensaron que la inmortalidad era solamente el “sobrevivir en el recuerdo de los demás”…. El padre Mojica sobrevivirá en la Historia del Arte y en la Historia de la Iglesia como cantante y actor de ópera, teatro, radio, cine y TV… Como compositor: varias canciones de sus películas tienen la letra y música de él… Como literato: allí está su autobiografía de fondo profundo y bella forma, escrita por obediencia de sus superiores y titulada: “Yo pecador”, además de otros escritos. Como pintor: dejó varios y hermosos cuadros, destacando el retablo para el altar mayor de la capilla del Colegio Seráfico, donde su artística mano plasmó las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Cultivó con fecundidad y frutos estos diversos campos del arte. Si “sobrevivir en el recuerdo de los demás” es inmortalidad, hay otra infinitamente superior: el sobrevivir en el Reino de Dios. Es la esperanza cierta de la resurrección y glorificación en la inmortalidad donde hay plenitud de vida y felicidad eterna. Es el trascender para siempre a las estrecheces de la materia, del espacio y del tiempo. Ésta es la verdadera inmortalidad. Y el Padre José está en ella. Con Dios, con Cristo, con la Virgen de Guadalupe, con San Francisco y los Bienaventurados. Allí ha recibido el premio y goza de la recompensa eterna por su heroica renuncia y digna vida
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religiosa. Del buen Padre José podemos decir lo que el sagrado libro de los Hechos de los Apóstoles (10, 38) dice, sintetizando la vida y obra del Salvador: “Pasó por este mundo haciendo el bien”. Así fue el Padre Mojica, pasó por el mundo haciendo el bien a todos… El siglo XX expira ya. Ya vemos brillar la aurora del siglo XXI. Estos siglos donde el hombre, soberbio de sus avances científicos, técnicos, culturales, se siente un súper hombre, capaz de pisotear los valores éticos, morales, espirituales y religiosos…Se habla ya de una postmodernidad y un postcristianismo, donde no debe haber verdades eternas ni principios inmutables. En este escenario preñado de tempestad, la figura y el ejemplo de José Mojica seguirá siendo esa antorcha, ese faro luminoso, que como hijo de San Francisco de Asís, con espíritu franciscano de Hermano Menor, seguirá recordando a sus hermanos, los hombres de todos los tiempos, las evangélicas palabras de Cristo Salvador que pregunta: “De que le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?” (Mt. 16, 26) Gracias por la paciencia y la caridad que habéis tenido para escucharme. *****
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“DE GUAMANGA A LA TIERRA DEL BIOBÍO” FR. LUIS HIERÓNYMO DE ORÉ, OBISPO DE LA IMPERIAL, CHILE.
Prof. Cayetano Villavicencio Wenner a figura epónima de un sencillo fraile franciscano en estos días cobra mayor vigencia por su dilatada y plurifacética personalidad religiosa, como misionero doctrinero – evangelizador, escritor, traductor y prelado. En las universidades estadounidenses, europeas y americanas, se investiga el proceso de evangelización del “nuevo mundo”, especialmente de los pueblos andinos meridionales, destacando personajes como fray Luis Bolaños en Paraguay; san Francisco Solano en Argentina, Paraguay y Perú; santo Toribio Alfonso de Mogrovejo en el extenso virreinato peruano; fray Hernando de Trejo y Sanabria, franciscano paraguayo, obispo en Tucumán, Argentina. Despunta también fray Hierónymo de Oré, por su misión amplia en diferentes latitudes de América, el Caribe y Europa. Habiendo nacido en la antigua Guamanga (hoy Ayacucho), 1554, crece en un hogar donde se respiraba aires de identidad del terruño y cristiana, pues aprendió el quechua y el aymara a temprana edad de boca de sus nodrizas indígenas; el matrimonio Antonio Oré – Luisa Días de Roxas y Rivera, tuvo una prole numerosa (16 vástagos), de ésta, 5 hijas profesaron como religiosas del monasterio clareano de Guamanga, -construido con peculio de Antonio Oré y su esposa, 1568-, ellas fueron las primeras abadesas, sucediéndose en éste y otros cargos, así tenemos: Sor Ana del Espíritu Santo Serpa (n. 1544), Sor Leonor de Jesús Tejada y Sor María Rojas de la Concepción (ambas nacidas en 1549), Sor Inés de la Encarnación Oré (n. 1553) y Sor María Oré de la Purificación (1); igualmente, 5 hijos abrazaron el sacerdocio, 4 de ellos en la orden del seráfico de Asís: fray Pedro, el mayor de ellos, Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú
destacado misionero en las doctrinas peruanas, custodio de Tierra Firme, guardián en Panamá, 1594, guardián en Guamanga; el padre fray Dionisio Oré, ordenado sacerdote por Toribio de Mogrovejo el 14 de Noviembre de 1584 a los 25 años de edad, misionando en doctrinas alto andinas en Cajamarca, Jauja, los Collaguas y Cusco; fray Antonio Oré, sirvió a la Iglesia hasta el 20 de abril de 1620; fray Luis Hierónymo, indiscutiblemente el más sobresaliente, y Francisco que fue arcediano de la catedral de Guamanga (2). El cronista franciscano Diego de Córdova y Salinas, sostiene que estos religiosos, los hermanos Oré, eran “… predicadores de españoles e indios, diestros en el canto llano
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y gregoriano, y fueron guardianes en la Provincia, con lustre y crédito de la religión…” (3). El joven Luis Hierónymo de Oré ingresó en el Cuzco a la orden franciscana, luego se traslada a Lima para los estudios superiores eclesiásticos en el convento máximo franciscano y en la Real y Pontificia Universidad de San Marcos. Es ordenado sacerdote por Toribio de Mogrovejo en Lima, el sábado 23 de septiembre de 1581, un año antes del inicio del III Concilio Limense (1582 – 1583); frisaba Oré los 27 años de edad y estaba encaminado a una larga como extensa actividad misional, intelectual y religiosa. Recién ascendido al presbiterado, fray Luis Hierónymo, fue convocado por los organizadores del III Concilio Limense para actuar como traductor en la preparación de un catecismo en quechua, lengua que él dominaba con fluidez admirable (tanto como el aymara). Su carrera como religioso fue meteóricamente ascendente. En un primer momento estuvo en las doctrinas de los Collaguas, en el valle del Colca, en Arequipa, siempre floreciente, fue recuperado por los franciscanos y sus doctrineros, fray Luis de Sanguil, y fray Luis Oré. Iniciaron el proceso el 15 de septiembre de 1586, culminando la recuperación de las doctrinas en julio de 1590; en este proceso Oré hace gala de su prudencia y dominio de su experiencia legal como procurador y como párroco en Coporaque, hasta 1595. Paralelamente, en este mismo año Fr. Luis Hierónymo se encuentra en Lima en el quehacer de gestionar la publicación de su obra Symbolo Católico Indiano, realidad que se concreta en 1598. Como religioso activo, quizá yuxtaponiendo actividades, los superiores nombran a Oré en 1592 guardián de las misiones de Jauja, en los Andes centrales del Perú. En 1600 misionaba en una parroquia del centro minero del Potosí (mina de plata en el Alto Perú, actualmente Bolivia), donde predicaba fluidamente en quechua y aymara según versión de fray Diego de Ocaña (jeronimita),
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pregonando la devoción a nuestra Señora de Guadalupe. El obispo del Cusco, Mons. Antonio de la Raya, le concede una parroquia, de manera inusual a un regular, admirado por su espíritu y fama de misionero, así como de predicador en lengua vernácula. Fue el mismísimo obispo de la Raya quien otorga licencia al religioso franciscano para viajar a España y Roma portando epístolas para el rey Felipe III, llamado “el Piadoso”, y su Santidad Paulo V. A tierras ibéricas probablemente habría llegado en marzo de 1605, pues Oré aprovechó este periplo para gestionar y publicar sus obras. De España pasó raudamente a Roma, donde es muy posible que el Papa Paulo V lo recibiera, sin presagiar ambos, que en 1620 el primero lo nombraría obispo a su humilde visitante. En Italia Oré gestionó la publicación de sus obras, especialmente el Rituale, seu manuale peruanun...; en 1606 publica en Alejandría la obra religiosa “Tratado sobre las indulgencias”. En 1611, nuevamente en España y en diciembre de ese año el comisionado general de la Orden, fray Antonio de Trejo, asigna a fray Luis Hierónymo organizar un grupo de misioneros para ir a la Florida; puesto que recién en 1612 se crearía la provincia franciscana de Santa Elena. En este ínterin, fray Hierónymo se desplaza de Madrid a Cádiz y en Córdova se entrevista con el peruano Inca Garcilaso de la Vega, autor de la Florida del Inca, de gran utilidad para los frailes de la misión, oportunidad que Oré no desaprovechó para solicitarle un ejemplar. Fruto de esta entrevista es lo que el Inca Garcilaso expresa: para que “pueda llevarla consigo para saber y tener noticias de las provincias y costumbres de esa gentilidad. Y le serví con 8 libros, los 3 de la Florida y los 4 de los Comentarios” (4). Después de organizar la expedición misionera a la Florida con halagüeños resultados, pues 24 frailes se recolectaron y partieron de Cádiz en 1612,
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aunque Oré no fue de la partida porque le encomendaron realizar otra expedición misionera, esta vez con destino a Venezuela. El 20 de junio de 1613 Oré recibió autorización de la Casa de Contratación de Sevilla para embarcarse con la delegación de misioneros en “La Esperanza”, rumbo a Santo Domingo en la isla Española; sin embargo, tampoco se embarcó porque estaba empeñado en recoger testimonios en Sevilla y Córdova para estructurar la biografía de Francisco Solano, corría el tiempo del 11 de julio al 21 de octubre de 1613 entre estas dos localidades. En 1614, el nuevo comisario general, Fray Juan de Vivanco, le ordena inspeccionar las misiones de la Florida, asimismo las casas franciscanas de la isla de Cuba. Fray Hierónymo realizó rápidamente tal cometido, en las misiones de la Florida, bajo la administración del gobernador Juan Fernández de Olivera, parece que el tiempo jugaba en su contra y las poblaciones estaban muy dispersas. Años más tarde retornó a la Florida en 1616 y constató la gran labor de sus hermanos misioneros, presidió la primera reunión del Capítulo General de la Provincia y como visitador oficial solicitó al rey Felipe III, el mayor número de misioneros para continuar con esta loable labor evangelizadora para catequizar a unos 30 mil indios dispersos en las localidades de Apalache, Santa Helena, Machagua y Latana (5). Después de todo el periplo misionero por extensos territorios de la Florida y Cuba, además de España, ya en la madre patria y como consecuencia de la evaluación a que someten sus superiores de la labor y aptitudes administrativas, fray Luis Hierónymo de Oré, es elegido por la corona española para ser designado como obispo de la Imperial (Concepción, Chile) el 17 de abril de 1620 (4), y el 17 de agosto el rey Felipe III presenta al padre Oré como candidato más apto, su Santidad Paulo V lo designó como obispo el 17 de agosto del mismo año(6).
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El obispo ya consagrado en España, retorna primero a Perú, desembarca en Trujillo, pasa a Lima, luego a Guamanga, el 7 de noviembre de 1622 visita a sus hermanas en el Monasterio de Santa Clara, inmediatamente regresa a Lima para embarcarse en el Callao rumbo a Chile. La diócesis de la Imperial, Concepción, es la segunda en creación después de la de Santiago, aquella fue creada el 22 de marzo de 1564 por Pío IV y su primer obispo fue el franciscano salmantino fray Antonio de San Miguel (1569 – 1590), perteneciente a la provincia de los XII Apóstoles, igual que su tercer sucesor en la silla episcopal. La Imperial (Concepción) ocupaba una extensa geografía al sur de la diócesis de Santiago, zona bañada por las aguas de Biobío (380 Km de longitud) y dominada por los iracundos araucanos, éstos se rebelaban ser sometidos al conquistador español. Durante la administración episcopal de Fr. Antonio de San Miguel, esta región aún estaba convulsionada por los indios araucanos, el prelado franciscano se preocupaba por apaciguar los enfrentamientos mortíferos con las huestes españolas; intervino como mediador en los conflictos solicitando a la metrópoli limeña y a la Corona el envío de un mayor número de misioneros. A esta región difícil en geografía y en sometimiento obligado a la Corona, se enfrenta el nuevo obispo de la Imperial, pues Oré hereda la acción conflictiva de enfrentamiento y abuso de los soldados españoles contra los aborígenes araucanos. Igual que su predecesor, el nuevo prelado solicita tratar a los naturales con misericordia y sin represión, con comprensión y sin armas, más bien con misioneros mejor preparados, con maestros con vocación apostólica preparados en ciencias, artes, agricultura y oficios varios. El lema del obispo Oré era: “la escuela es el alma del pueblo”, por eso aplica un método efectivo en el proceso de aprendizaje del catecismo
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humana y menos militar hacia los temibles araucanos valiéndose, insistía, de sacerdotes mejor entrenados para estas tierras. Paralelamente, el obispo franciscano se esforzó por incrementar el clero nativo y funda un seminario, fomentando el estudio de la lengua araucana en concordancia con las directrices del Tercer Concilio Limense. Sus estrechos y efectivos colaboradores, sus hermanos franciscanos y jesuitas le apoyaron incondicionalmente, sin embargo, la autoridad episcopal les exigía al máximo sus esfuerzos. En una ocasión exhorta verbal y por escrito a los misioneros jesuitas y los conmina a trabajar más para justificar su presencia en tierras infieles de las tribus araucanas. Entre 1625 - 1626 convoca y realiza el II Sínodo diocesano de la Concepción.
Escudo Episcopal de Fr. Hierónymo de Oré. El blasón dividido en tres campos, el de la izquierda ocupa la mitad, resaltando las insignias de la primera orden de san Francisco: la cruz redentora en alto escoltada por los brazos entrelazados de Cristo y el seráfico, aquel desnudo y el otro con la manga del sayal marrón. En el campo superior derecho y en fondo albino, vislumbrase cinco rosas que representan los estigmas del seráfico de Alvernia. En el campo inferior derecho, aparece el perfil de un dragón en actitud estoica emitiendo de sus fauces llamaradas, es el símbolo de la casa paterna de los Oré.
(que se aplica hoy en día), consiste en aprender las verdades de la fe cantando en idiomas aborígenes (quechua, aymara, puquina, araucano, etc.) y haciendo rondas; sin proponérselo estaba forjando una teología catequética. En su afán de conocer su diócesis Oré realiza una visita pastoral al archipiélago meridional de Chiloé, en el extremo de la frontera del territorio araucano, donde residió un año junto con los misioneros jesuitas. Por su ímpetu en efectivizar una labor evangelizadora, ésta se vio enfrentada con la autoridad civil; por esto solicitó ante el rey Felipe IV una nueva política evangelizadora en la que prime la sugerencia de una aproximación más
La vida de este singular fraile que se inicia en su formación religiosa-sacerdotal a paso lentoadagio, luego, como neo presbítero se vuelca a la misión con espíritu “allegro”, continúa vertiginoso y “in crescendo”, sin prisa ni pausa, en movimiento presto “allegretto”, hasta misionar tierras inhóspitas donde Dios pone a prueba su paciencia y perseverancia, con la ayuda del Espíritu Santo sale airoso y es reconocido, ahora más que antes, por su gran herencia de escritos, como autor y traductor y por su vida ejemplar. Muere en la tierra del Biobío un 30 de enero de 1630.
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(1) Archivo del Convento San Francisco de Lima, ASFL, Registro 35. (2) Biblioteca Nacional de Lima 1, Fols. 52r.56 v. (3) Diego de Córdova y Salinas. Crónica de la Religiosísima Provincia de los Doce Apóstoles del Perú. Lima 1651. (4) Rubén Vargas Ugarte, Historia de la Iglesia en el Perú. Hugo Araya Rivera, Ofm. Notas Bibliográficas de Religiosos Franciscanos en Chile, Santiago de Chile, 1976. Medina y Garcilaso de la Vega, Historia General del Perú II- Madrid 1722, Pág. 460. (5) Noble David Cook, Relación de la Vida y Milagros de San Francisco Solano, por Jerónimo de Oré, Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP., Prólogo Pag. XXXV. (6) Hugo Araya, Ofm., Óp. citada. “Los Franciscanos en le Evangelización del Perú en los siglos XVI, XVII y XVIII”, pag. 45 al 50.
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NUEVAS PUBLICACIONES
TESOROS DE LA CATEDRAL DEL CUSCO. Como parte de su compromiso con el desarrollo del Perú y, al mismo tiempo, con la revalorización de la cultura cusqueña, Telefónica del Perú presentó el libro “Tesoros de la Catedral del Cusco”, una iniciativa que se trabajó de manera conjunta con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco y en alianza con el Arzobispado del Cusco. “A través de esta iniciativa, se busca revalorar el patrimonio cultural, histórico y religioso del Cusco, desarrollando un trabajo conjunto entre la empresa privada, el sector público y la Iglesia”, sostuvo Javier Manzanares, presidente del Grupo Telefónica en el Perú, quien participó en la presentación del libro. Manzanares subrayó que “desde hace casi dos décadas, Telefónica está empeñada en unir a los peruanos con mejor comunicación y ésta es una oportunidad para difundir nuestras tradiciones e historia”. Por ello, el Presidente de Telefónica del Perú considera que “también es momento para mostrar al mundo una de las joyas del patrimonio arquitectónico del Perú”. “Tesoros de la Catedral del Cusco” permite recorrer fotográficamente las tres capillas que componen la Catedral, y recuerda el esfuerzo y el proceso de reconstrucción de la misma, realizado con el apoyo de Telefónica, entre los años 1997 y 2002. “La restauración de la Catedral fue impulsada por Telefónica con el fin de proteger y conservar uno de los monumentos más importantes del patrimonio histórico del Cusco, Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú
orgullo de todos los peruanos”, destacó Manzanares. Ricardo Ruiz Caro Villagarcía, nuevo director de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco resaltó la participación de David Ugarte Vega Centeno en esta iniciativa, señaló que “la publicación de este libro cumple un anhelo largamente añorado; pues no solo llena un vacío en la documentación y difusión de nuestro patrimonio, sino que permite comprender que nuestra Basílica Catedral es un lugar de encuentro entre el pueblo y Dios” Este libro reúne casi 500 años de historia y tradición cultural en 296 páginas, incorporando la visión de los intelectuales Jorge Flores, Manuel Ollanta Aparicio, David Ugarte y Roberto
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Samanez sobre la importancia de la Catedral y la relación de la cultura milenaria cusqueña con este espacio religioso. De igual manera, la arquitecta Liliana Saldívar destaca la trascendencia de la participación de Telefónica en la restauración de este monumento. En palabras de Monseñor Juan Antonio Ugarte Pérez, Arzobispo del Cusco, “este libro es un testimonio gráfico y textual de la Basílica Catedral, que da cuenta de la profunda espiritualidad del pueblo cusqueño; y del carácter ancestral de nuestra cultura”. “Tesoros de la Catedral del Cusco” busca despertar en la población un sentimiento de
orgullo e identificación con su cultura, difundiendo la importancia de su legado histórico.
Arriba, izquierda: “Cruz” utilizada por San Francisco Solano para realizar la Vía Sacra. Madera, siglo XVI.
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CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II Y JUAN XXIII Por. Miriam Nuñez Alvarez, Bachiller en Comunicación Social
os pontífices de la Iglesia Católica recientemente canonizados por su magisterio, presidido por el papa Francisco, son: San Juan XXIII y San Juan Pablo II. La Iglesia para la canonización o el reconocimiento y pública proclamación de dicha santidad, es extremadamente exigente. Es cierto que en cuanto al reconocimiento mundial de los aludidos santos, quizá por el reducido medio del referido caso, no haya punto de comparación; pero la exigencia eclesial en el actual caso, debemos estar seguros de que han sido sobrepasadas las razones para ser mundialmente reconocidos como santos.De San Juan XXIII, cuyo nombre de pila es: Ángelo Giuseppe Roncalli, llamado el Papa Bueno, hijo de campesinos italianos, en el año 1881, habiendo sido electo Papa en 1958. Su corto y fecundo pontificado fue hasta 1963 y terminó con su santa vida terrena, la que vivió como el actual papa Francisco, relacionándose con todos. En su sobresaliente Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú
pontificado, en el año 1962, abrió el Concilio Ecuménico Vaticano II, que ha sido de gran apertura a los cambios de la humanidad, además del acercamiento de muchos por distintos motivos apartados de la Iglesia. Muchas veces por gravísimas fallas, por las que la Iglesia ha pedido perdón. El santo papa Juan Pablo II, fue el santo peregrino, que viajó por todo el mundo llevando con su ejemplo una buena porción del amor divino y proclamando el Evangelio. Así, llegó a Nicaragua en dos ocasiones. Y en cada vez, nos trajo con la fe y la esperanza, buenas porciones de dicho amor, el que con su mensaje proclamó con ardor por el orbe entero. Este Papa explicó muy bien que el verdadero amor con dignidad, se identifica indistintamente compartiéndolo; y que, en cuanto más se comparte, se multiplica cada vez más, llevando paz y felicidad.
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CAUSAS DE LA CANONIZACIÓN Los beatos San Juan XXIII y San Juan Pablo II están ya inscritos en el Libro de los Santos. El Papa Francisco presidió la ceremonia de canonización de dos de sus predecesores momento emotivo, que ha dejado algunos momentos para el recuerdo.Momentos antes de que se iniciara la ceremonia, el papa emérito Benedicto XVI aparecía en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde fue recibido con una gran ovación por parte de los cientos de miles de peregrinos que ocupaban la plaza y las calles adyacentes. Cuando el Papa Francisco hacía también su entrada en la Plaza, se acercó hasta el sector izquierdo de la misma para fundirse en un cariñoso abrazo con el Papa emérito antes de comenzar el rito. Inscripción en el Libro de los Santos Era el momento más esperado. El Papa Francisco proclamó santos a sus dos grandes predecesores del siglo XX, que ahora se llaman San Juan Pablo II y San Juan XXIII. Eran las 10.15 de la mañana del Domingo de la Divina Misericordia, que será recordado como el “Día de los cuatro Papas” y se producía el momento culminante en la solemne declaración papal, pronunciada en latín: “En honor de la Santísima Trinidad (…) con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y la nuestra (…) declaramos y definimos santos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II…”.
considerada el segundo milagro que sirvió para canonizar Juan Pablo II. La reliquia era una ampolla con la sangre del papa polaco. La reliquia de Juan XXIII es un trozo de piel que fue extraído de su cuerpo, exhumado en el 2001 para su beatificación. El relicario del llamado “Papa bueno” fue entregado al papa Francisco por los sobrinos-nietos de Roncalli. Homilía breve La Homilía que el Papa Francisco dedicó a los dos nuevos santos —San Juan XXIII, “el Papa de la docilidad al Espíritu Santo”, y San Juan Pablo II, “el Papa de la familia”— fue corta pero contundente, marcada por una clara mirada al futuro de la Iglesia. Precisamente, Francisco aseguró que “son los Santos quienes hacen crecer la Iglesia”. “Colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar la Iglesia según su fisonomía originaria, la que le dieron los Santos a lo largo de los siglos”, añadió. Ambos “fueron dos hombres valientes, llenos del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la voluntad de Dios”. “Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la verificación de la fe, por eso no desaparecen en el cuerpo de Cristo crucificado. Juan XXIII y Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús. No se avergonzaron de la carne de Cristo; en cada persona que sufre veían a Jesús.
Sangre y piel, reliquias de Santos Las reliquias de los papas recién proclamados santos Juan Pablo II y Juan XXIII fueron colocadas junto al altar mayor del atrio de la Plaza de San Pedro. El momento de la entrega de los relicarios, justo después de que el papa Francisco proclamase santos a ambos pontífices, fue también especialmente emotivo. El relicario en plata del papa Karol Wojtyla fue llevado a Francisco por Floribeth Mora Diaz, la mujer costarricense cuya sanación en 2011 fue
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En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo había una esperanza viva junto a un gozo inefable y radiante”, relata Francisco. Francisco tuvo palabras para todos los fieles, las delegaciones de los países y los religiosos, a quienes agradeció su presencia en San Pedro para rendir homenaje a los santos. Al concluir la misa, agradeció el afecto de los peregrinos de las diócesis Bergamo (norte de Italia) y Cracovia y les pidió que “siguiesen fielmente las enseñanzas de los santos”. Se refirió incluso a quienes siguieron la ceremonia “por radio y televisión” y agradeció a los medios de comunicación “haber dado la posibilidad de participar a tantas personas”. Al finalizar la ceremonia saludó uno a uno a los representantes de cada delegación, apretándoles las manos. Especialmente emotivo fue el saludo a los Reyes de España, con quienes se reunirá mañana en audiencia por primera vez. Las primeras gotas de lluvia, que amenazaban con pintar de gris un día que pretendía llenarse de luz, no pudieron con el fervor de los 800.000 fieles —según las cifras oficiales de El Vaticano— que se congregaron en la Plaza de San Pedro y en las calles adyacentes para asistir a tan importante cita. El respetuoso silencio sólo se quebró en los momentos en que los feligreses entonaban los cánticos litúrgicos y se atrevían a romperse en aplausos tras las palabras del papa Francisco o la aparición de Benedicto XVI.“Un Santo al que hemos podido tocar” fue la frase más repetida entre quienes conocieron a Juan Pablo II en vida. Nadie quiso perderse la ceremonia y por ello se instalaron pantallas en los aledaños de la Plaza para los 300.000 asistentes que se quedaron sin sitio junto al altar. ANTECEDENTES DE LA CANONIZACIÓN El Papa Francisco anunció el 30 de septiembre de 2013 que Juan Pablo II sería beatificado el 27 de
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abril de 2014, en la plaza de San Pedro. Ese día, ante 800.000 peregrinos llegados de múltiples países, la Iglesia celebró el domingo de la Divina Misericordia, una importantísima fiesta establecida por Juan Pablo II hacia el final de su pontificado, y una devoción compartida por millones de fieles en todo el mundo. La canonización fue posible gracias a la aprobación del milagro que se produjo por intercesión de Juan Pablo II, después de ser beatificado. La persona que fue curada es Floribeth Mora, costarricense que reside en Tres Ríos de Cartago. Flory, como la llaman sus familiares y amigos, fue curada de un aneurisma cerebral cuando ya estaba desahuciada por los médicos. Para que una persona sea beatificada es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, es necesario un segundo milagro. Ese segundo milagro debe ocurrir después de ser proclamado beato, y es el que se ha aprobado por todas las Comisiones, considerando la curación como "inexplicable para la ciencia". Este segundo milagro es el de la curación de Floribeth.
El proceso que llevó a Juan Pablo II a los altares se abrió el 28 de junio de 2005 y comenzó en Roma, ciudad en la que murió y de la que fue obispo durante 26 años y medio. La causa se abrió por deseo del papa Ratzinger, sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como
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establece el Código de Derecho Canónico y como ocurrió con Madre Teresa de Calcuta. El anuncio de la canonización fue acogido con extraordinaria alegría en el mundo católico, donde aún sigue vivo el grito "santo súbito " (santo ya) que decenas de miles de personas corearon aquel día de abril de 2005. BEATIFICACIÓN El milagro de Juan XIII tuvo lugar en 1966 gracias a la curación de una religiosa, Caterina Capitani, que padecía una enfermedad estomacal incurable: perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda. Pero, el 22 de mayo de 1966, las hermanas de la Capitani, le colocaron una imagen del Papa en el estómago. A los pocos minutos, la monja, a la que ya habían dado la extremaunción, se recuperó y pidió de comer. La comisión de teólogos de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano reconocería el milagro al no poder justificar los médicos el milagro de Capitani. Se escapaba a los ojos de la ciencia.
Estas son las fechas clave del su proceso de canonización: 3 de junio de 1963.- Fallece Angelo Roncalli, conocido como el Papa Bueno. 1965.- Pablo VI propone la apertura de su beatificación. 20 de diciembre de 1999.- Juan Pablo II promulgó del decreto que reconocía las virtudes heroicas de Juan XXIII y era declarado "venerable", primer paso hacia la beatificación. 27 de enero de 2000.- El Papa Wojtyla reconoce el milagro de curación "científicamente inexplicable" por su intercesión de la religiosa italiana Caterina Capitano, a punto de morir por una peritonitis aguda. 3 de septiembre de 2000.- Juan XXIII es beatificado. 5 de julio de 2013.- El Papa Francisco firma el decreto que autoriza la canonización de Juan XXIII. 30 de septiembre de 2013.- El Papa anuncia su canonización para el 27 de abril de 2014, sin esperar la confirmación del segundo milagro. 27 de abril de 2014.- Es canonizado junto con Juan Pablo II.
Juan XXIII El Papa Juan XXIII fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000 y subió a la gloria de los altares sin esperar a la confirmación de un segundo milagro preceptivo en el camino hacia la santidad.
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La beatificación de Juan Pablo II se realizó el 1 de Mayo de 2011. La comisión médica de la Congregación para las Causas de los Santos y un grupo de teólogos le dieron el visto bueno al milagro atribuido a su intercesión: la inexplicable curación del mal de Parkinson de una monja francesa, Sor Marie Pierre-Simón. Esta enfermedad le había obligado a dejar su trabajo como enfermera en el área de maternidad de un hospital de Arles, en Francia. En junio de 2005, tras haber pedido a Juan Pablo II una mejora en su enfermedad, el Parkinson desapareció totalmente.
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salud no mejoraba, decidió acudir a un hospital en San José, la capital de Costa Rica. “Tras varios exámenes me dijeron que tenía un pequeño derrame de sangre en mi cerebro, luego me hicieron un TAC y descubrieron que se trataba de un aneurisma cerebral en el lado derecho”.
Los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos dieron su visto bueno y Benedicto XVI firmó el decreto poniendo como fecha el 1 de Mayo de 2011, domingo de la Divina Misericordia, devoción impulsada por Juan Pablo II. La beatificación reunió a un millón de personas. Curaciones por intercesión de Juan Pablo II Esta es la curación elegida para la canonización de Juan Pablo II, el 27 de abril de 2014. La protagonista es una mujer costarricense que vive en la localidad de Tres Ríos de Cartago. El pasado 18 de junio de 2013, la Comisión Teológica de la Congregación para la Causa de los Santos aprobó esta curación, como ya lo hicieran en el mes de abril los médicos que reconocieron que, de forma inexplicable, Flory –como la llaman sus familiares y amigos–superó un aneurisma cerebral cuando ya estaba desahuciada por los médicos. La propia Flory relata así su testimonio: Todo comenzó el 8 de abril de 2011 al despertar. “Me dio un dolor de cabeza tan fuerte que pensé que me reventaría la cabeza. Le pedí a mi esposo que me llevara al hospital porque me sentía bastante mal. Cuando llegué me encontraba muy mal por los vómitos y el dolor de cabeza”, relata esta mujer en un testimonio escrito por ella misma hace un año, recogido ahora por "La Razón", y confirmado a ese diario español por uno de los partícipes del milagro. En aquella primera visita al médico, le diagnosticaron estrés y presión alta. Al comprobar a lo largo de los días posteriores que su estado de Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú
De inmediato la trasladaron a otro centro, mientras los facultativos se mostraban sorprendidos por su aguante. Tras varios intentos por cerrar el goteo de sangre que sufría en su cerebro, el equipo médico que la atendía tuvo que desistir al encontrarse la dilatación en un lugar de difícil acceso. A partir de este momento, la situación empeoró sobremanera. Tras pasar unos días en observación, las limitaciones del sistema sanitario costarricense impidieron llevar a cabo una operación. “Se cerraban así mis posibilidad de sobrevivir a tan fatal diagnóstico”, recuerda esta madre de cuatro hijos, abuela de cuatro nietos y esposa de un ex oficial de la Policía nacional. Tal era la gravedad de su situación que regresó a casa con un aviso claro a su familia: sólo le quedaba un mes de vida. Sin embargo, a pesar de la desesperación que en un primer momento les generó pensar en el desenlace de la historia, “nos llenamos de mucha fe, pero no puedo negar el miedo tan grande que sentía al ver lo que me estaba sucediendo”. Juan Pablo II, beato No se cumplía ni un mes de aquella mañana en la que su vida se truncó, cuando tuvo lugar otro giro inesperado. El 1 de mayo de 2011, en la plaza de San Pedro, más de un millón de personas participan en la beatificación de Juan Pablo II. Benedicto XVI proclamaba beato al Papa polaco destacando en primera persona cómo vivió la santidad de su predecesor en la sede de Pedro: “Durante 23 años pude estar cerca de él y venerar cada vez más su persona. Su profundidad espiritual y la riqueza de sus intuiciones sostenían mi servicio. El ejemplo de su oración siempre me ha impresiona-
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do y edificado: él se sumergía en el encuentro con Dios, aun en medio de las múltiples ocupaciones de su ministerio”. Cuando amanecía en Costa Rica, Juan Pablo II ya había sido beatificado. Jesús Sacramentado, en procesión Como todos los domingos, la familia de Floribeth acudió a misa a la parroquia. Con pocas fuerzas, pero de nuevo animada por su esposo, acudieron al centro del barrio porque se estaba celebrando una procesión. “En ese momento estaba pasando una carroza con la imagen de Jesús Sacramentado y sentí un frío en el cuerpo. Me bajé del coche y fui hasta allí”. Entonces, el sacerdote que acompañaba a la procesión declamaba una oración: “¡Oh, Señor! Hay una sanación”. La mujer se detuvo y se puso a rezar: “Le pedimos a nuestro Papa Juan Pablo que nos ayudara a pedirle a Dios que me ayudara”. Y en ese preciso instante, algo empezó a cambiar. “Salí de ese parque con la fe de que yo fui la sanada”, apunta esta madre de familia que desde entonces centra las miradas de sus vecinos y amigos. A partir de ahora, de todo el orbe católico. Reliquias del Papa en un santuario Unos días después de aquel hecho, Floribeth, consciente de que al Santuario de la Virgen de Ujarrás –cercano a su domicilio– había recibido unas reliquias del Papa polaco, decidió acudir a rezar. “De nuevo, un milagro”, apostilla. Se trataba de un relicario que contiene muestras de sangre de Juan Pablo II, extraídas un día antes de morir. Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado, cuando llegó ya había terminado la exposición. Aun así, el padre Dónald Solano hizo una excepción.
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“Me la enseñó y la toqué. Seis meses después me hicieron otro examen en el cerebro y me indicaron que el aneurisma había desaparecido para la honra y la gloria de mi Dios”, subraya esta mujer, que ha hecho posible que Juan Pablo II sea proclamado santo el 27 de abril de 2014. El neurocirujano, sin explicación Según publicó el jueves 20 de junio el diario “La Nación” de Costa Rica, el neurocirujano Alejandro Vargas Román, que atendió a Floribeth Mora durante su enfermedad, confirmó estos días que no encontró explicación científica a la desaparición repentina del aneurisma que padecía cuando analizaron exámenes posteriores a aquel 1 de mayo de 2011. Además, Vargas reveló que funcionarios de la Santa Sede le consultaron sobre los detalles del caso durante la fase diocesana del proceso de canonización, la primera antes de que los informes sean remitidos a Roma y examinados por las diferentes comisiones de la Congregación para la Causa de los Santos. “Médicamente, en teoría, nunca les va a desaparecer un aneurisma a las personas porque es una dilatación. Científicamente, yo no tengo ninguna explicación del por qué desapareció”, comenta el doctor, que vivió en primera persona lo ocurrido en el hospital Calderón Guardia.
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Curación de Marco Fidel Rojas Curación de un niño polaco paralítico.- El cardenal de Cracovia, StanislawDziwisz, secretario personal de Juan Pablo II durante más de 39 años, reveló la siguiente curación: se trata de un episodio ocurrido en 2009, unos días antes de la celebración del cuarto aniversario de su muerte. Un niño polaco de nueve años, de Danzica, enfermo de tumor, cáncer en el riñón, fue llevado en silla de ruedas porque no podía caminar', relató. 'Allí -agregó en declaraciones a la televisión italiana-, ante la tumba de Juan Pablo II, rezó y apenas salió de la Basílica de San Pedro dijo a los padres sorprendidos: yo quiero caminar, se alzó e inició a caminar'. El también arzobispo de Cracovia (Polonia), señaló haber sido testigo personal de 'tantas gracias' a las cuales no quiso llamar milagros pero sí curaciones, sobre todo de enfermos de tumor. Curación de JoryAebly En Cleveland, lo acontecido no fue menos extraordinario. JoryAebly, de 26 años, sufrió una "herida letal" en la cabeza. Mal pronóstico, decían todos los médicos que le atendieron. Pero hete aquí que, según la cadena de televisión ABC, fue tener en sus manos un rosario bendecido tiempo atrás por Juan Pablo II y comenzar a sanar inexplicablemente. Curación del Cardenal Francesco Marchisano Durante la segunda Misa de los novendiales en sufragio del Papa Wojtyla que se tuvo en la Basílica Vaticana el sábado 9 a las 17 horas el celebrante, cardenal Arcipreste de la Patriarcal Basílica Vaticana Francesco Marchisano, afirmó haber sido curado cinco años atrás por el desaparecido Pontífice. “Había sido operado a las carótidas y por un error de los médicos la cuerda vocal derecha había quedado paralizada, obligándome a hablar casi
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imperceptiblemente. El Papa me acarició el lugar de la garganta donde había sido operado diciéndome que habría rezado por mí. Después de algún tiempo volví a hablar regularmente”, expresó el Cardenal Marchisano. Son muchísimos los tipos de milagros que se vienen atribuyendo a Juan Pablo II en estos días. Miles de historias distintas, sobretodo curaciones de enfermedades, tumores, y abundantes historias de conversiones. Las miles de cartas llegan con la frase “gracias Santidad por el milagro que me ha concedido”. Curación de Joe Amaral “Miré la imagen de Juan Pablo II y, simplemente, me puse de pie”. La frase no tendría mayor misterio si no fuera porque el que la pronunció, Joe Amaral, era paralítico desde hacía 30 años. Feligrés asiduo de la parroquia de San Antonio de Padua, en New Bedford, arrastraba una parálisis desde su juventud. “Recuerdo verle con frecuencia con sus muletas, tratando de subir las escaleras de granito de la iglesia”, explicaba su párroco, el padre Roger Landry. “Me conmovía al ver la gran fe que poseía”, agrega. Un sábado del año 2008, Amaral fue a confesarse con el sacerdote. “Algo ocurrió”, rememora el feligrés. “El domingo por la mañana me desperté y me sentía diferente”, explica. Físicamente se encontraba igual, “pero estaba lleno de una gran paz”. “Sentí que, en ese momento, necesitaba rezarle a Juan Pablo II”, añade. Cuando terminó, encendió la televisión y apareció un documental sobre el anterior pontífice. Nada más verle, sus 30 años de parálisis quedaron para el recuerdo. Fue inmediatamente a visitar a su médico. “Me puse frente a él y le entregué mis muletas. Durante cinco minutos permaneció mudo”, afirma. El médico, que conocía perfectamente su historial, musitó: “No hay ninguna razón médica para explicarlo”. *****
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INFORME DEL ARCHIVO SAN FRANCISCO DE LIMA
l Archivo San Francisco de Lima, se ha organizado como DEPARTAMENTO DE ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS (DAB). El Archivo forma parte importante del Conjunto Monumental San Francisco, Patrimonio Cultural que además está constituido por los siguientes elementos, claustros, ambientes o salas de museo: 1.
Templo Mayor de San Francisco.
2.
Coro
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Catacumbas.
4.
Sacristía Mayor y Menor.
5.
Claustro Principal del s. XVI y Galería Altas.
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Sala “De Profundis”.
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Refectorio.
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Sala Capitular.
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10. Claustro Tierra Santa o de la Pimienta. 11. Sala San Francisco Solano. 12. Sala José Francisco de Guadalupe Mojica. 13. Sala Mons. Federico Richter. 14. Sala Cántico al Hermano Sol. 15. Claustro de San Francisco Solano, sede de la Comunidad Franciscana. 16. Claustro de la nueva Enfermería y Estudiantado. 17. Claustro de la antigua enfermería, hoy santuario de San Francisco Solano y Casa de espiritualidad. 18. Capilla de la Virgen de El Milagro.
Por Jorge Román Tasayco Archivo. Esta colección está organizada en 14 volúmenes, de los cuales 10 volúmenes describen el fondo del archivo y los 4 últimos describen el fondo documental de la biblioteca y está dispuesta tanto en estos catálogos en físico como en archivo Excel. El Archivo san Francisco de Lima gracias al apoyo de la Universidad de Harvard ha mejorado sus servicios mediante la culminación de un proyecto de: Descripción Documental de las secciones V, VI, VII y XI así como la implementación de la Mapoteca y la Digitalización de los libros de la sección II. En cuanto a la Descripción documental de los documentos se elaboró una Ficha Descriptiva, en la que se han consignado los datos elementales, especialmente de índole interna: a. CODIGO.- Identificación del libro o documento. b. DESCRIPCIÓN.- Bajo este título Se consigna el Tipo Documental, Emisor I Receptor, Ciudad, Fecha. Como datos preliminares. c. ASUNTO.- Breve contenido del documento. Folios del documento, el número de folios en el libro, forma (Original o Copia), idioma, tipo, si fueran folios impresos, estado de conservación, los descriptores y finalmente la fecha y firma de la persona responsable de la descripción. EL ASUNTO, es el dato más importante, por lo tanto con mayor espacio, al igual que
A partir de la Guía de Archivo se ha elaborado una colección de Catálogos que informan sobre la ubicación y contenido del Fondo Documental del
d. LOS DESCRIPTORES, donde se hará una síntesis del Asunto.
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LOS LOGROS ALCANZADOS: a. En la sección V, constituida por Registros de Misas realizadas entre 1889- 1981. Los 67 libros se encuentran ordenados correlativa y cronológicamente.
acceder mejor y con prontitud a estos documentos.
b. De la sección VI, que contiene Partituras Musicales de obras musicales, misas solemnes, canto gregoriano, cánticos religiosos, cánticos de religiosidad popular y canciones seglares, entre otras. Incluye obras de maestros musicólogos franciscanos. Las partituras, que datan de los siglos XVIII XIX y XX, están organizadas y clasificadas en cuadernillos. Todos los cuadernillos están confinados en cajas archiveras. c. De la sección VII, constituida por Mapas, Planos, Fotografías. Las fotografías están organizadas, clasificadas y conservadas en cajas archiveras. Los mapas y planos, que suman 217, producto de la Restauración del Complejo Monumental San Francisco de Lima y de otras actividades de la Provincia, se encuentran clasificados y conservados en Mapotecas. d. También los documentos de la sección XI, que comprenden documentos de los siglos XX y XXI, se encuentran clasificados y conservados en cajas archiveras. e. La digitalización de los documentos de la sección II, la sección de los libros antiguos, es el nuevo servicio que brinda el archivo, permitirá que estos documentos alarguen su vida útil por lo menos en 10 años. El investigador, accederá a través de un programa, la visualización de cualquier documento de esta sección f. Los planos y mapas de la sección VII, ahora organizados, clasificados y conservados en MAPOTECAS, permitirá al investigador
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