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La escultura de los Atlantes

El conjunto escultórico de la avenida Arequipa está siendo restaurado por Prolima.

El equipo de conservadores y restauradores de Prolima ha iniciado los trabajos de restauración y puesta en valor del monumento de la Fuente de los Atlantes. En la mitología, estos personajes eran los supuestos habitantes del continente legendario de la Atlántida. Ubicado en la berma central de la quinta cuadra de la avenida Arequipa, urbanización Santa Beatriz, distrito del Cercado de Lima, el conjunto escultórico con base de piedra y figuras de bronce muestra a los personajes masculinos desnudos sujetando con sus hombros una fuente de agua en forma de concha marina.

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Se trata de la réplica de una escultura original hecha en 1913 por la escultora, mecenas y coleccionista de arte estadounidense

Gertrude Vanderbilt Whitney ( 1875-1942 )

Se nota en la estética y el acabado la influencia que la artista tuvo del célebre escultor francés Auguste Rodin.

La escultura, inaugurada en 1924, fue un regalo de la comunidad estadounidense en el Perú, como reconocimiento a los lazos comerciales que tuvieron el gobierno y los empresarios norteamericanos con nuestro país.

A inicios del siglo XX, y especialmente en la década de 1920, la avenida Arequipa (antes llamada Leguía), que parte del centro de Lima y llega hasta el litoral, fue escenario de la instalación de monumentos, como se ha dicho, algunos de ellos donados por colonias extranjeras, como la estadounidense, belga, española, francesa y alemana. La escultura

El Estibador belga, en la plaza Bélgica, es una prueba de ello. Se trataba de crear, en el contexto de la urbanización y modernización de la ciudad, una suerte de escenografía que brindara espacios recordables, estética y orden a la capital.

Entre las afecciones a revertir, se cuentan el deterioro químico y biológico en la superficie de bronce a causa de las excretas de las palomas que suelen posarse en el monumento. Recubrimiento con capas de pintura moderna, aplicada sobre la superficie de soporte original de bronce, encubriendo color, estética y brillo original. La alteración cromática también se debe a las escorrentías de la misma fuente o a la lluvia. Concreciones o acumulación de partículas unidas que forman masas que corresponden a la morfología original, mal que sobre todo se da en la palangana superior. Corrosión, erosión y exfoliación o desprendimiento de finas capas de piedra son otros de los males a restaurar.

Los ornamentos han sido debidamente catalogados y custodiados.

Abajo: el edificio siniestrado.

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