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Poseidón y Colón

Decenas de esculturas que otrora adornaban y le daban sentido a diferentes espacios público del Centro Histórico de Lima, se perdieron por botín de guerra, pillaje, comercio ilícito y arbitrariedades municipales. También es cierto que los nuevos distritos de la ciudad solicitaban a la comuna limeña la donación de algunas esculturas, como fue el caso de Poseidón, que fue donado a Barranco. Como hoy en día existen parámetros legales y administrativos que no permiten desplazar las esculturas del lugar de Lima o Perú donde se encuentran, Prolima contempla replicar y expatriar un aproximado de 70 esculturas para instalarlas en su lugar de origen.

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