APURFHI
VOLUMEN 12, EDICIÓN 3
P U R A
SA NG R E
DICIEMBRE 2011 | TERCER CUATRIMESTRE
EDITORIAL Por José De León
¡Otra edición mas! Cada vez que me siento a ultimar detalles para lanzar cada edición de Pura Sangre, respiro, me relajo y veo con satisfacción este trabajo gratuito para la fanaticada hípica. Me han preguntado la razón por la que lo hago. La razón es simple. Yo quiero que los hípicos tengamos un legado; que 10, 25, 50 años despues, con o sin hipismo en Puerto Rico, haya una documentación de esta época. Que nuestros hijos y nietos sepan lo que tanto nos apasionaba, y si nuestra hípica desaparece, puedan conocer el contexto en que se vivió. Al tener Pura Sangre en las manos, no estamos hablando del estupendo legado de Don Clement, ni de las obras y escritos de Jorge Colón Delgado, ni de las producciones de Tommy Muñiz. Sin embargo, es algo de lo que me siento orgulloso y que de una forma u otra dejo huella. Este trabajo en palabras se une al trabajo en videos que ha hecho Juan "Skarican" Colón en YouTube. Y lo que nos mueve es precisamente esto, un legado para futuras generaciones y un intento para evitar que todo esto quede en el olvido. Ver como nuestro hipismo se unde cada vez mas, liderados por incompetentes, ciegos y egoístas, y en otros departamentos ni siquiera somos liderados (vamos sin rumbo); ver todo este Titanic lacerado, roto, undiéndose, es triste. Con lo poco que nos queda, es aún peor ser testigos de decisiones aterradoras. Por ejemplo, aquella sexta carrera donde corrió y ganó el ejemplar BJ Miracle, un ejemplar que no estaba inscrito por error, pero corrió y válido para toda jugada. No estaba en la revista hípica que todo el mundo accede. ¿El fanático hípico? ¿El apostador? Bien, gracias. En otro ejemplo, aquella cuarta carrera donde hubo un empate para el segundo lugar y luego una descalificación del ejemplar que ganó. Una vez descalifican al ganador, ¿quién ganó? ¿Imperó el empate como dice toda lógica? Negativo. Pasan dos carreras mas antes de que el jurado decida que por obra y gracia del Espiritú Santo y una aparición de los dioses del hipismo, uno de los que empató, solo uno, era el único ganador. Ellos decidieron que como quiera uno de ellos llegaba tercero y que el otro ganaba si hubiese sido por el que ganó. ¿Usted entiende este arroz con bacalao amogollao'? ¿No? Yo tampoco. ¿El fanático hípico? ¿El apostador? Bien, gracias. La confianza del hípico sigue lacerándose y sin contar con la inconsistencia de los jinetes y el acto de estar parando caballos. ¿Quieren otro ejemplo? En otra ocasión, dieron los dividendos como de costumbre, los cuales siempre han sido precisos. Poco después tienen que corregir la información por que la misma cambió, y lo que es peor, cambió bajando la cantidad que recibían los afortunados que se pegaron. ¿Cómo es posible que nadie sepa con precisión, incluso antes de la última carrera, lo que va a pagar una jugada que cierra con la última? En esta Isla, seguimos con el mismo sistema de esperar como en consultorio médico el dividendo oficial. Esto sigue en picada y sin amortiguador para la caída. Estos ejemplos son de hace meses. ¡Imaginense si nos ponemos a sacar todos los trapos al sol de los últimos años! Necesitariamos las facilidades de El Nuevo Día para lograrlo. Cada vez se juega menos, hay menos interesados. Gracias a Dios que existen los grupos de hípicos en la internet, que con sus torneos y análisis logran mantener alguito vivo que motiva a muchos a jugar. Si no, quizás esto estaría peor. ¡Ay mi madre! Si esto desaparece, al menos tendremos copias de estos boletines para recordar lo último que nos quedó y en que contexto se nos privó del hipismo que una vez era casi un deporte nacional en Puerto Rico. Hipódromo Camarero Tomado de Hipódromo Camarero (Hipi-Photo)