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ABRAZAR LA CALMA
from Vbnnnj
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smo, al parecer el procedimiento de restar le viene a John Pawson de su infancia con seis hermanos y un padre expeditivo que, en cuanto alguno se independizaba, quitaba tabiques y ampliaba habitaciones; y el pequeño John no añadía nada a la suya. Ya le gustaba el espacio vacío, porque le permitía una suerte de claridad y una sensación desinhibida de libertad, y de ahí que resulte tan natural (casi constitutivo de su personalidad) su lenguaje arquitectónico articulado en la masa, el volumen, la superficie, la proporción, la geometría y la luz. Suele aplicársele a los interiores de Pawson el adjetivo “monástico”, pero los de su propia casa poco tienen que ver con una celda, y sí con la mansedumbre afectiva de un hogar. Se encuentra en Gloucestershire, en medio de la bucólica campiña inglesa,
El grosor de los muros genera amplios alféizares en el interior de las ventanas que el arquitecto ha aprovechado para crear cómodos asientos con respaldo en los que poder gozar de los reflejos y las sombras que crea la luz que entra por la abertura.
Para John Pawson era importante no suavizar las conexiones entre lo antiguo y lo nuevo. Él piensa que es bueno ser consciente de las transiciones para evitar cualquier historización falsa, sin por ello perder el carácter del lugar.
Paredes y techos acabados a la cal, suelos de olmo y cemento, muros de piedra lavada con cal, vigas de olmo expuestas, marcos de ventanas, dinteles, antepechos, bisagras y picaportes de acero inoxidable en bruto, y mármol blanco puro de Lasa, de los Dolomitas.
En este rincón de estar, donde la luz natural se filtra a través de cortinas de algodón, la butaca de cuero Safari, de Kaare Klint, que produce Carl Hansen & Søn. El sofá guarda las líneas esenciales que son del gusto del arquitecto. Lámpara de pie, de Serge Mouille.
El arquitecto y su esposa Catherine posan frente a una de las amplias aberturas acristaladas que han creado en el muro de piedra. La nueva arquitectura contrasta la transparencia del vidrio con el color, la masa y la textura de la piedra y el ladrillo circundantes.
En el dormitorio, Pawson ha ejemplificado su idea de que "la arquitectura es simplemente un contenedor para el movimiento humano; el objetivo siempre es llegar al punto en el que quisiera despertar en cualquiera de ellos". Lámpara AJ, de Arne Jacobsen para Louis Poulsen.
En el baño, de una estética esencial, como el resto del interiorismo llevado a cabo por Pawson, los elementos son los mínimos. El arquitecto ha preferido lavarse frente a una ventana asomada al paisaje que frente a un espejo.
y es una construcción rural del siglo xvii. Cuenta Pawson que, en su primera visita, ya imaginó la inserción de un volumen contemporáneo entre la granja y el granero de piedra, los establos y el pajar. En esta composición de casi 50 metros de largo contrastan la transparencia del vidrio con el color, la masa y la textura de la piedra y el ladrillo circundantes. “Lo cual permite que el grosor de las paredes de piedra originales sea visible en cada abertura”, explica Pawson. Fue la única intervención en el exterior. En los interiores, eligió paredes y techos de yeso, suelos de olmo y hormigón, vigas de la misma especie de madera expuestas, muros de piedra lavada con cal, detalles de acero inoxidable y mármol blanco puro. Para Pawson, cada habitación es un espacio en sí y parte de un todo. Y lo mismo respecto de cada una de las pocas cosas necesarias de la casa. Sin suavizar la conexión entre lo antiguo y lo nuevo, ni el carácter “desordenado” de la acumulación de estructuras. n
La arquitectura heredada, una combinación de estructuras domésticas y agrícolas de los siglos xvii al xx, era compleja y de fuerte carácter. En su proyecto, Pawson no ha querido perder lo que había sido visual, espacial y atmosféricamente estimulante.
John Pawson, en casa
Con 70 años recién cumplidos, John Pawson, el rey del minimalismo, se ha trasladado al campo de Gloucestershire. Vive en una granja con su mujer y con dos de sus tres hijos. La COVID les ha llevado a todos a teletrabajar rodeados de naturaleza. ¿Ha cuestionado eso su credo esencial?
POR ANATXU ZABALBEASCOA
E
l gurú del minimalismo cuenta por teléfono, desde su nueva casa restaurada por él y su mujer Catherine, que acaba de recibir su primera dosis de la vacuna. “Aunque mi mujer me lo repite constantemente, no siento que tenga 70 años”.
¿Por qué ha ido a vivir al campo? Catherine quería un refugio pequeño para los fines de semana. Pero vi esta granja: exactamente lo que ella no quería. Como llevamos 30 años casados, sabemos pactar. Luego la pandemia lo ha cambiado todo. Nuestros hijos Caius –que es productor musical- y Benedict –que trabaja para Tik Tok- se han venido aquí con nosotros.
La naturaleza es el anti "menos es más". ¿Cómo convive con ella? Es fascinante. Aquí no hay alumbrado público y al silencio se une la oscuridad de la noche. ¡Muy minimalista!
La naturaleza imprevisible es lo contrario a la solidez de su trabajo Lo que me fascina de la naturaleza es el cambio. No solo de estaciones, también a lo largo del día. Aquí hay un estanque y cuando hay luna llena la vemos reflejada en el agua como una lámpara perfecta. Pero… podemos disfrutar de todo el espectáculo con los pies calentitos. Yo diseño para que la gente se sienta cómoda y segura. Hago refugios porque cobijan. La naturaleza representa lo inesperado, lo contrario de lo que encuentras dentro de tu casa.
Llevamos un año encerrados en casa. ¿La pandemia le ha hecho cuestionarse su defensa de los espacios vacíos? Al contrario. Necesitamos más orden que nunca. Espacio para no tener que pensar. Personalmente, no he cambiado lo que hago en casa. Mi mujer contará otra historia.... ¿Qué historia? Bueno… Nadie cocina como Catherine. Y nadie sabe ir al mercado como ella. Eso puede haberle resultado una sobrecarga. Tampoco está acostumbrada a convivir conmigo 24 horas al día; yo suelo viajar … ¿Qué han hecho para convivir? Mis hijos trabajan 12 horas al día. Yo he dado caminatas y Catherine… se compró un perro.
¿No tenía bastante con el regreso de los hijos? Creo que la compañía es de otro tipo…Lo hizo cuando se murió mi suegra, con 91 años y… aquí estamos.
Le pregunto por muebles y arquitectura y me responde con su familia. Me interesan dos cosas: el diseño que apenas se ve y las personas, que aparecen todo el rato.
Su casa está amueblada con pocos muebles. Para mí son demasiados. Pero la convivencia exige pactar.
¿Cómo elegir la mejor mesa, el mejor sofá…? Probando. Todo lo que amuebla nuestras tres casas son prototipos que diseño para decidir luego si entran en producción. Hemos hecho de todo: sillas, mesas, bañeras, sartenes….
Todo menos la silla CH24 Wishbone, de Hans J. Wegner. Claro. No la podía mejorar. Si hubiera diseñado una silla así ya me habría retirado.
Es su tercera casa. ¿Las tres reflejan los cambios que ha habido en su vida? Muy poco. Mi padre me dejó una herencia metida en una cajita de metal. Se lo agradecí. Mi madre, que tenía muy buen gusto, dejó unos candelabros con forma de rana. Todavía no he logrado comprender por qué. Son horribles. Y ella tenía buen gusto. Además, era austera. Igual le envió un mensaje. Puede ser. Pero solo pienso en librarme de ellos. Lo importante es que mis padres me evitaron tener que lidiar con todas sus pertenencias.
Cuando uno vive acumula: memoria, pensamientos, objetos, conocimiento... Y usted diseña siempre restando. Si necesitáramos un recuerdo físico para pensar en todo lo que se nos pasa por la cabeza tendríamos las casas invadidas.
¿Qué hace que uno se mantenga minimalista durante décadas? Insisto, si viviera solo sería aún más austero, casi monástico. Para mí es más fácil vivir con orden. Pero prefiero convivir. La vida en familia me gusta más que el minimalismo.
¿El minimalismo es exigente o poco osado? Sin duda no es cobarde. Es más arriesgado, exige mejor ejecución, se ve en seguida si está bien hecho o no.
En estas décadas en las que no han cambiado sus casas, ¿ha cambiado su pelo? ¿Su ropa? Muy poco. No tengo nada en contra de los uniformes. Mi mujer dice que no entiendo a las mujeres. ¿Y? Mi madre tenía un traje chaqueta de Chanel que se ponía en las ocasiones especiales. Cada vez que le pregunto a mi mujer si lo que lleva es nuevo miente y dice que lo tenía desde hace tiempo.
¿Qué hace para jugar o sorprender? Desde luego no cambiarme la ropa. Cuando regreso de una reunión mi mujer siempre me pregunta lo mismo: ¿Ella qué llevaba puesto? Y… nunca sé qué contestarle. No me fijo en la ropa. Yo miro a la cara. n