PREFACIO Todas las ciencias están progresando, pero la Astronomía se mueve a gran velocidad. Desde que sus principios fueron establecidos por Copérnico, hace cuatrocientos años, esta ciencia nunca ha tenido que batirse en retirada. Se reescribe no para corregir errores materiales, sino para incorporar nuevos descubrimientos. En un principio, la Astronomía estudió sobre todo las mareas, las estaciones y los aspectos telescópicos de los planetas; en la actualidad estas cuestiones se consideran elementales. Hubo un tiempo en el que se creyó que las estrellas eran meros puntos de luz inmóviles; ahora se estudian como soles, determinando su edad, tamaño, color, movimientos, composición química y la revolución de sus planetas. Antaño se pensaba que el espacio era un vacío, pero hoy sabemos que cada centímetro cúbico se
estremece con una fuerza de mayor intensidad que la registrada en las cataratas del Niágara. Las ondas agitan cada centímetro de superficie existente entre los soles como lo harían las olas de un mar embravecido. La invención del telescopio definió una era en la Astronomía, su perfeccionamiento en nuestros días otra y los descubrimientos relativos a la espectroscopia una tercera, no menos importante que las anteriores. Gracias a la mejora de los telescopios, cada día se realizan nuevos descubrimientos. El telescopio espacial Hubble ha permitido al hombre llegar más lejos que nunca en su exploración del universo. La Astronomía y la Ciencia Espacial son disciplinas en constante cambio y, posiblemente, las más emocionantes de las ciencias. Este libro se escribió con la sola esperanza de despertar el interés de más personas por el apasionante estudio del universo que nos rodea.
ÍNDICE
1. ¿Por qué estudiar la luz? 2. Introducción a la luz 3. Introducción al color 4. Instrumentos astronómicos 5. Nuestro sistema solar 6. El Sol 7. Nuestra Luna 8. Los planetas
¿Por qué estudiar la luz? Durante la mayor parte de la historia, los seres humanos se han servido de la luz visible para explorar los cielos. Empleando herramientas básicas y la visión humana, desarrollaron sofisticados métodos de medición temporal y calendarios. El telescopio se inventó en el siglo XVII. Entonces los astrónomos cartografiaron el cielo con mayor detalle, aunque todavía con luz visible. Adquirieron conocimientos sobre la temperatura, los componentes, la distribución y los movimientos de las estrellas. Existen dos técnicas principales para analizar la luz estelar: una se denomina espectroscopia y la otra fotometría. La espectroscopia dispone las diferentes longitudes de onda de la luz en un espectro para su estudio. La fotometría mide la cantidad de luz asociada a longitudes de onda
espec铆ficas o a combinaciones de las mismas. Los astr贸nomos emplean numerosos filtros en su trabajo, que les ayudan a analizar componentes concretos del espectro. Por ejemplo, un filtro rojo bloquea todas las longitudes de onda de la luz visible, excepto las cercanas a los 600 nan贸metros (solo deja pasar la luz roja).